Etiqueta: Pobreza

  • El Perro Tuitazo: Menos fraudes y menos hambre

    El Perro Tuitazo: Menos fraudes y menos hambre

    El perro tuitazo de este comienzo de semana es de la autoría de Miguel Ángel Gutiérrez, quien explica breve y claramente como es que si los miles de millones que se destinan a INE, se usaran para combatir la pobreza, habría menos fraudes y menos hambre.

    Es sabido que partidos de la derecha, especialmente el PRI, históricamente se han aprovechado de la pobreza para coaccionar el voto hacia su partido, práctica en la que cada vez menos gente cae, pero que no ha sido erradicada del todo.

  • Pide CNDH erradicar la marginación y exclusión de los pueblos indígenas

    Pide CNDH erradicar la marginación y exclusión de los pueblos indígenas

    La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, expresa su preocupación por las dinámicas de pobreza, exclusión, desigualdad y marginalidad que siguen padeciendo pueblos y comunidades indígenas de México, las cuales impiden que sus derechos, a pesar de estar reconocidos a nivel constitucional, sean efectivamente respetados en los hechos.

    Los Pueblos Originarios de México continúan siendo objeto de prácticas de discriminación estructural que limitan su acceso pleno a la protección de la salud, a la buena alimentación, a disfrutar de una vivienda digna, a servicios de justicia imparcial y expedita, así como a disfrutar –sin limitación alguna— de todos los beneficios, programas y acciones que el Estado dispensa a la sociedad mexicana. El reto sigue siendo establecer una nueva relación con los pueblos indígenas sustentada en el respeto y trato digno en condiciones sustantivas de igualdad, inclusión, desarrollo, educación y acceso a la justicia.

    De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México, actualmente hay 43 mil 276 localidades, dónde se hablan 68 lenguas indígenas con 364 variantes lingüísticas, de las cuales, 60 se encuentran en riesgo de desaparecer.

    El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), establece que el 71.9% de la población indígena vive en condiciones de pobreza o pobreza extrema. La accesibilidad a los servicios de salud es uno de los mayores obstáculos, toda vez que, en 2018, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reportó que el 20.7% de las personas indígenas, tardan más de dos horas para llegar al hospital más cercano. Y casi la mitad, afirmó que, durante la última atención médica recibida en instituciones públicas, tuvieron que esperar al menos 30 minutos para ser atendidos.

    La Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2017, indica que el 49.3% de la población indígena mayor de 12 años, percibe que sus derechos son poco o nada respetados. En tanto que el 24.0% declaró haber sido discriminado en los últimos cinco años en al menos un ámbito de su quehacer social, ya sea en su centro laboral, la escuela, en oficinas de gobierno, negocios, centros comerciales, en la calle, en el transporte público, en redes sociales o incluso en sus propios hogares. Mientras que un tercio de las y los encuestados refirieron haber padecido –al menos— un incidente de negación de derechos en oficinas gubernamentales o en la recepción de apoyos de programas sociales.

    La CNDH lanza un llamado urgente para que el Estado mexicano establezca un nuevo pacto con los pueblos indígenas, se coloque a la interculturalidad como política de Estado y, de esta manera, se consolide a México como un nación pluriétnica y multicultural. Los derechos indígenas exigen una defensa y protección basada en la diversidad y pluralidad cultural, pero al mismo tiempo, que se tome en cuenta la especificidad histórica de cada pueblo y comunidad, con la finalidad de hacer visibles situaciones que les permitan participar y tomar decisiones sobre el rumbo que desean seguir para el buen vivir y la satisfacción plena de sus derechos como personas, pueblos y comunidades indígenas.

    TE PUEDE INTERESAR:

  • El falso altruismo y la romantización de la pobreza

    El falso altruismo y la romantización de la pobreza

    A partir del incremento del uso de redes sociales, cada vez es más común encontrar fotografías en las que políticos, famosos, influencers y usuarios comunes, quienes su estilo de vida no es precisamente de voluntariado, realizan viajes a zonas en guerra o donde impera la miseria, bailan con migrantes sudamericanos, alimentan a madres que buscan a sus hijos, filman el día perfecto de un niño sin padres, todo ello, no con la finalidad de ayudar realmente, sino con la finalidad de obtener la foto o el video que después será posteado en redes sociales.

    Existen múltiples intereses personales detrás de esos actos de aparente empatía solidaria, por ello, debemos mantenernos alerta en este mundo cada vez más narcisista e individualista. Ha surgido la generación del yo y solo yo. Gritan desesperadamente ¡Eh, aquí estoy, dame un like!

    Tal vez te preguntes ¿qué puede haber de malo en una inocente foto o un video? Pues bien, el falso altruismo es una obra desesperada por aparentar ser lo que no se es, convirtiéndose en una de las hipocresías más dañinas y comunes de nuestros días, de esta manera, se normaliza y romantiza la pobreza. Esto, representa un peligro desde un enfoque de derechos humanos.

    Cuando existe una romantización de la pobreza, se estigmatiza a las personas en esa condición y son vistas como producto de la decisión o voluntad propia y que puede llegar a ser, incluso, aspirable el desprenderse de todo lo material suavizando la precariedad. Algunos ejemplos incluyen decir que quienes están en situación de pobreza son afortunados, por ser capaces de ser felices con tan poco, por la capacidad de disfrutar las pequeñas cosas y que son personas que tienen el beneficio de no distraerse con lo material. 

    Por otro lado, se generan posturas que romantizan el esfuerzo, asociándolo con visiones más meritocráticas de la pobreza. En consecuencia, podría establecerse una medición moral de la pobreza, incluso, culpar a las personas en tal situación, por no lograr cambiar esa posición. Como ejemplo, encontramos encontrar frases como: “solo eres pobre porque no trabajas lo suficiente” o “eres pobre porque quieres” De este modo, la romantización, también va de la mano con la estigmatización de estas personas, llegando a crear en la mente de las personas una solución mágica a la pobreza, se piensa que, solo hay que modificar las conductas y creencias para revertirla.

    Contrario a lo anterior, la pobreza no es una cuestión de actitud o esfuerzo, es un fenómeno que impacta y atraviesa cada ámbito de la vida de las personas en esta condición y es determinante en las oportunidades futuras. Debemos preocuparnos por reeducarnos y educar a las futuras generaciones desde la empatía, para entender que la pobreza no es una decisión propia, sino, un fenómeno que involucra la vulneración a los derechos de las personas. Evitar la romantización de la pobreza nos permite darnos cuenta de que son situaciones que deben cambiar y garantizar que se cumpla el derecho de todas las personas a vivir en condiciones dignas.

    En nuestro país, existe una cultura muy arraigada del privilegio que ocasiona la negación del otro, la reproducción y naturalización de las desigualdades. Por ello, es necesario destacar que las atribuciones que damos a la pobreza o riqueza y las ideas que planteamos, tienen una repercusión palpable en la realidad de las personas con desventajas. Podría decirse que, al convertirla en un fenómeno individual que depende de la voluntad o del esfuerzo individual, se libera, al menos en la narrativa, al Estado de sus obligaciones por cerrar brechas, evitar la desigualdad y generar oportunidades para todos. 

    Por último, la romantización de la pobreza hace daño porque nos ciega de la realidad, que es la violación de derechos humanos. Es un tema que nos compete como sociedad y como Estado, que implica el reconocimiento de las personas y de la dignidad humana, que incluye no solo el respetar a las personas, sino establecer condiciones para que tengan igualdad de oportunidades.