¡Vivan los libros de texto!

Inició el ciclo escolar 2023-2024 en nuestro país donde millones de niñas, niños y adolescentes se integraron a sus escuelas en medio de una lucha ideológica entre dos proyectos de nación que tomó ahora como frente de batalla los libros de texto gratuitos. De esto charlaremos más adelante donde hacemos una pequeña reflexión sobre este interesante tema.

La lucha por los libros de texto

En la historia de nuestro país donde se han dado batallas entre liberales (con algunos matices radicales en momentos) y conservadores, la disputa por la educación no ha sido una excepción como campo de batalla. Tan solo recordemos como ejemplo la lucha del cardenismo por instaurar la educación socialista en su sexenio (1934-1940) y la cruenta reacción de los movimientos sinarquistas y reductos de los cristeros (de donde surge el PAN).

Así, podemos entender que en ese campo de disputa política llega el 12 de febrero de 1959 cuando es creada mediante decreto presidencial la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) con Jaime Torres Bodet como Secretario de Educación Pública. Dicho suceso cimentaba las bases para fortalecer a la educación pública y gratuita.

Sin embargo con el paso del tiempo y de los vaivenes de la lucha por la educación poco a poco se fue privatizando y deteriorando todo lo que tuviera que ver con un bien público. Muestra de ello fue la llegada del neoliberalismo al país que trajo consigo desde los noventas una nueva visión de educación vista como una mercancía.

El negocio detrás

En esa nueva forma de ver la educación entraron con todo al nuevo negocio editoriales privadas como Santillana, McMillan, SM  de ediciones, entre otras que le arrebataron la creación de los libros a la Conaliteg para hacer grandes ganancias, tan solo del 2018 al 2023 recibieron contratos por 4 mil 65 millones 471 mil 997 pesos.

Este jugoso negocio en este año les es retirado ya que la misma Conaliteg y la SEP se encargaron de ese rubro, dejando a esas casas editoras con menos del 50% de su ganancia anual promedio. Lo que en términos reales representa una afectación a esas empresas privadas, pero un acto de justicia social para todo el pueblo de México al no permitir se lucre con sus derechos humanos.

El modelo educativo y proyecto de nación

Necesariamente los modelos educativos o el paradigma de la educación de un momento histórico se relacionan muy de cerca con las bases materiales de la sociedad, es decir con las condiciones socioeconómicas del momento y a su vez con la clase social que tenga y ejerza el poder político.

Así, la educación ha respondido a quienes tienen la hegemonía política y cultural. Por ello, no es de sorprenderse que durante la época neoliberal se adoptó el modelo de educación basado en competencias. Que a su vez había tenido de antecesores al modelo tradicional (desde hace casi dos siglos o más) y a los enfoques cognitivo conductual y constructivista.

El nuevo modelo parecía superar a sus antecesores ya que ahora no solamente se ponía en el centro al estudiante (rompiendo con el tradicional), sino que también buscaba aparente desarrollo de las capacidades y habilidades del estudiante para prepararlo para la vida laboral y que pudiera desarrollarse afuera plenamente (rompiendo con lo cognitivo y constructivista).

Y aunque hablen maravillas de este enfoque, lo cierto es que es sacado de la teoría neoliberal con una visión claramente empresarial y muy individualista. Ya que aunque si hablan de trabajo en equipo y esas actividades colaborativas, siempre en primer lugar está el individuo desconectado que debe hacer todo lo posible por superarse sin importar escrúpulos morales, ni éticos y mucho menos si llega a dañar a los demás al hacerlo.

Por ello, en la Cuarta Transformación llega la Nueva Escuela Mexicana que busca responda al nuevo régimen y al nuevo proyecto de nación, rompiendo con todo el modelo neoliberal y el enfoque basado en competencias. Es por ello que los nuevos libros de texto gratuitos ya no se centran en el estudiante sino en la comunidad.

Es decir, la visión individualista del neoliberalismo ahora pasa a una colectivista que pone en primer lugar las comunidades reales y cómo influir en su entorno lo cual es sumamente novedoso y va muy acorde con la visión del nuevo país que estamos construyendo con los valores del humanismo mexicano.

Como dato también importante en este esquema es la no parcelación del conocimiento sino la integración de todos los saberes de manera genial y puesta en marcha con base en la creación de proyectos donde estudiantes podrán aplicar sus conocimientos en sus realidades inmediatas y con ese enfoque solidario.

A esto le podemos agregar lo acertado de incluir de manera seria la educación sexual, la diversidad sexual y de género vista como algo normal y sano, además de los múltiples lenguajes con lenguas inclusivas y variaciones del lenguaje vistas desde unas perspectiva lingüística moderna.

Como podemos ver, los nuevos libros de texto gratuitos creados por profesores y profesoras son un gran recurso pedagógico y didáctico que tiene que ver con el nuevo México que se está edificando con la participación de todas y de todos. Defenderlos es nuestra obligación, porque a su vez estamos defendiendo el proyecto de nación que pone en el centro a la comunidad, que dice bien clarito que primero son las y los pobres.

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