Un país de clases medias

Dentro del campo de batalla que ha sido la disputa política por ser la persona coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación en el país, existe un personaje parecido físicamente a Clark Kent que habla sobre construir un país de clases medias o algo parecido, debido a esa idea escribimos las siguientes reflexiones al respecto.

Las clases sociales

La historia desde el neolítico hasta el día de hoy ha sido la historia de la lucha de clases sentenciaba el gran Karl Marx y Friedrich Engels en su famoso Manifiesto Comunista en 1848, tenían toda la razón al hablar de cómo las sociedades con distintas formas están divididas en clases sociales con intereses irreconciliables y que éstas disputan el control de la sociedad, las más poderosas controlan casi todo a través del Estado y las mayoritarias y pobres a la vez luchan por sobrevivir.

Es decir, afirmaban que pertenecías a una clase social por el lugar que ocupas en la producción, hoy en día por ejemplo entraría si eres persona trabajadora o en empresaria. Ya después de eso se traduce en que ambas clases tienen ingresos muy desiguales y que la clase rica son muy pocas personas que acaparan injustamente la gran mayoría de la riqueza.

Aspiracionismo

En ese sentido aparecen las clases medias, una suerte de personas que “en teoría” se encuentran entre la clase rica y la pobre o baja y que suelen ser aspiracionistas, esto no es tener aspiraciones, eso es válido, la persona aspiracionista más bien trata de pertenecer a una clase ajena como la más rica y hace todo lo posible por lograrlo. En apariencia en una cultura meritocrática podría parecer justo, pero en la práctica siempre se reproduce como un individualismo que busca ascender a toda costa y que perjudica necesariamente a las personas con las que “compite”. Es todo lo contrario a la solidaridad, es más bien egoísmo.

Apostar por un país de clases medias más allá del discurso bonito donde hacen creer que se refieren a una suerte de ascenso social o movilidad en la pirámide de clases, se refiere más bien a una apología a las clases medias y muy importante se convierte en una situación de no cuestionar a las clases ricas, a los delincuentes de cuello blanco y también demuestra un desprecio por las clases populares.

Un país popular

Nos debe quedar claro que tampoco hacemos una apología a la pobreza, si queremos que se termine pero nuestra aspiración no debe ser acrecentar la clase media mientras existen super ricos injustamente, a lo que apostamos es a una redistribución de la riqueza, es decir que exista justicia social real.

Por esas razones no creemos en el discurso del país de clases medias, así como tampoco hacemos caso de narrativas falsas como un supuesto rechazo al dinero dado por el partido MORENA para la batalla actual acusando que se daría a que construyeran hospitales, cuando ese monto no se puede donar así y cuando en la práctica están derrochando millones de pesos en publicidad, a nadie engañan los personajes siniestros de esta batalla.

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