Sorprenderá a propios y extraños, la indefendible defensa que el segundo piso de la cuatrote a emprendido de propios y extraños. Y digo que sorprenderá porque aquello que produce sorpresa suele hacerlo sorpresivamente. Sin duda alguna, escapa al entendimiento de aquellos que ilusamente piensan que los ideales deben anteponerse a los hechos para modelar la realidad con los ideales y no a ideales con la realidad, que sean los mismos cuatretos cuatroteros quienes salgan a la defensa de Rocha Moya, Cuauhtémoc Blanco y Salvador Cienfuegos. Y escapa a su entendimiento porque no terminan de entender que la fuerza de la cuatrote radica en no dejar un solo espacio a sus detractores, ninguna posibilidad de acción, ni siquiera para socavar la legitimidad de la propia cuatrote. Si alguien habrá de socavar a la cuatrote debe ser la misma cuatrote, de lo contrario, la cuatrote estaría mostrando debilidad frente a sus adversarios, y eso sería imperdonable.
Claro que no faltará quien —presumiendo una presumiblemente ausente inteligencia— acuse al segundo piso de la cuatrote de privilegiar el pragmatismo sobre el compromiso. Nada de eso, la indefendible defensa de estos indefendibles personajes, que desde el segundo piso cuatrero se defienden, tiene más que ver con una transvaloración de los valores, donde dar la espalda al compromiso con la justicia, tener manejos políticos cuestionables, realizar montajes de escenas del crimen, tener un desempeño mediocre, violar las normas, y estar vinculado con el trafico de drogas y la protección de cárteles del narcotráfico, son asuntos de buen gobierno y compromiso social que no busca otra cosa que no sea el mejorar la calidad de vida de los mexicano, al minar la calidad de vida de los mexicanos. Una transvaloración que se resuma en un absolutismo del tipo: la transformación soy yo, y lo que haga será transformador aunque no lo sea.
En este proceso de transvaloración cuatrera, si la cuatrote no ha roto, ni se ha alejado de Rocha Moya, para confrontarlo, no es porque se haga de la vista gorda ante lo que sucede en Sinaloa, no porque no se dé cuenta del secuestro, que tuvo lugar durante la jornada electora que llevó a Rocha Moya a la gubernatura, de decenas de activistas PRIistas, inhibiendo el voto opositor; no porque no vea todas las irregularidades relacionadas con el asesinato del ex rector de la Autónoma de Sinaloa Héctor Melesio Cuén, y el burdo montaje forense que llevó a cabo la fiscalía del estado; no porque decida ignorar el netflixesco episodio en el que Joaquín Guzmán López entregó a “El Mayo” a las autoridades estadounidenses mientras Rocha Moya viajaba, como viajan todos aquellos que no quieren dejar huella y tener una coartada que medianamente se sostenga, a Estados Unidos, con su familia, en un avión prestado por un amigo empresario; no es que no se entienda que la narcoguerra, que se vive en Sinaloa, entre los Mayitos y los Chapitos, se disparara a raíz de estos episodios. No, no y recontra no. Por el contrario, tiene que ver con esta parte de la transformación en la que la denuncia y la persecución del secuestro de activistas, la inhibición del voto opositor, el asesinato de enemigos políticos, los montajes mediáticos y la mediocridad gubernamental, se convierten en un atentado en contra de la cuatrote si son reconocidos por al cuatrote, es un ver dejando de ver, viendo. Una transformación pragmatizadora de los ideales para garantizar la supervivencia de un movimiento que —traicionando sus ideales— encumbre esos ideales.
Probablemente, a estas alturas quede más clara la necesaria defensa de lo indefendible, de cualquier forma, estoy convencido de que el caso de flamante ex gobernador de Morelos, otrora ídolo americanista, Cuauhtémoc Blanco, ayudara a ilustrar, con la claridad del agua estancada, este esfuerzo para pragmatizar los ideales idealmente pragmáticos, sin apostar por el pragmatismo, apostando por él. Un defensa que garantiza un desaforado fuero a ese sujeto cuya honradez, integridad, rectitud y honestidad es respaldada por su pésimo desempeño, abuso de poder, la ignorancia de las normas y —cuando menos— una decena de expedientes penales por actos cometidos durante su administración en el ayuntamiento de Cuernavaca y en el gobierno de Morelos. Por no mencionar la acusación por violación que, violando todo buen gusto y decoro transformador, se ha lanzado en su contra. La transvaloración de los valores e ideales del Humanismo Mexicano, atraviesan —en el caso de Blanco— la protección a quien acumula evidencia de corrupción, nepotismo y mala administración. Protección y defensa que demanda no sólo otorgarle fuero, sino defender ese fuero para que el ex futbolista no pueda ser molestado.
Entrados en gastos
Si la cuatrote ha de morir, ha de morir a manos de los cuatreros cuatroteros, y de nadie más. No le va a dar el gusto a la oposición de acabar con ella. Para cavar su tumba, no necesitan ayuda, al contario, están dispuestos a defender indefendibles ajenos, Cienfuegos es una muestra de ello, oficialmente declarado inocente por la Fiscalía General de la Republica y respaldado por Claudia quien está convencida de que si “el gobierno de Estados Unidos hubiera tenido realmente algo en contra del general Cienfuegos [no] lo hubiera liberado.” Una transvaloración exprés que rápidamente mutó de la condena de López Obrador quien en un primer momento lo consideró como algo lamentable que daba muestra de la descomposición del régimen, de la degradación de la función gubernamental durante el periodo neoliberal, pasando por la negociación del retiro de los cargos delictivos en contra de Salvador Cienfuegos, para mantener con México la cooperación en el combate al tráfico de narcóticos y corrupción, al indulto público desde la presidencia. El segundo piso de la cuatrote, pareciera enfocarse en la transformación de valores indefendibles, a valores por los que está dispuesto a morir en la raya, y quienes no estén de acuerdo con ello, deberían callar, madurar, crecer y ser responsables, para parafrasear la nada pragmática defensa del Fisgón a la candidatura plurinominal de Sergio Mayer, enfrentar al neoliberalismo demanda la consolidación de un frente amplio, tan amplio que incluya las peores practicas neoliberales.
Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
Mientras Trump sigue con el berrinche de que el Golfo de México se llama “Golfo de América”, también sigue con sus amenazas a prácticamente a todo el mundo, con elevar los aranceles e imponer multas por aquí y por allá.
Y según él prometer el fin de la guerra contra Rusia, y prometer, también, regresarle Ucrania. La pregunta es, si los intereses gringos en Ucrania lo dejarán hacerlo, o mágicamente habrá un ataque sorpresa ruso, que no pueda cesar la guerra.
Pero no todo lo que hace Trump, es berrinches y maldad, por ejemplo, canceló el financiamiento a las USAIDS, lo que afecto directamente a “mexicanos contra la corrupción y la impunidad”, esa organización de Claudito X González y demás secuaces, los cuales defendían y decían que los gringos no les daban dinero, los mismos que acusaron a AMLO de mentir al decir que está pseudo organización era beneficiada por los gringos, pues resulto ser cierto. Y ahora sin financiamiento de parte del gobierno de Trump. Enfrenta problemas financieros.
Y no tarde, ni perezoso, Alito Moreno, el autoerigido dirigente del PRI, ya presumió su viaje a Washington DC, en los EUA, con el pretexto de tener reuniones “muy importantes” para la relación México – EUA, la seguridad y el TMEC, la pregunta, él que hará haciendo eso, si ni siquiera representa al Estado mexicano.
¿Por qué los líderes de la oposición, les dará por creerse representantes de México ante el Mundo, y además creerse los salvadores de México?
Sería que el viaje de Alito, es solo para buscar fondos gringos, para la siguientes elecciones y ahora si derrotar a la tiranía de la 4T, de Morena, de AMLO y de Scheinbaum. O será que huyó pidiendo auxilio y respaldo, ahora que el Diputar morenista Eric Flores puso en la mesa de dialogo de la sig. semana el tema del desafuero de Alito, y no solo la 4T le quiere quitar el fuero, sino también mucho priista lo quiere fuera. No cabe duda, que Alito logro que la mayoría se uniera en su contra, pero logro la unión.
En cuanto al berrinche de Trump con el nombre del Golfo de México, pues básicamente, le puede poner como él quiera a la parte continental que le toca a los gringos del Golfo de México, mientras el resto seguirá y será llamado “Golfo de México”. Por cierto, parecer ser que ante la amenaza de Sheinbaum y del gobierno mexicano con una demanda civil contra Google por cambiar el nombre al Golfo de México a Golfo de América, en la aplicación Maps, Google reconsideró, y el día Jueves 13 Febrero, vuelve a aparecer, con su nombre original, el de “Golfo de México”.
También la cuenta de X de la Enciclopedia Británica, se negó al cambio de nombre por el berrinche de Trump, y básicamente, aclaro, que Trump, no es alguien que pueda cambiar el nombre de un Mar. Si acaso, puede cambiar el nombre de la parte continental, que le corresponde. Así que los planes colonialistas de Trump, al creer que podía adueñarse del Golfo de México y su petroleó y gas natural, se ven frustrados por el momento.
Mientras tanto, en México, la oposición ahora salió que AMLO le aplaudió a Trump, y como en redes sociales salió que apoyar a Trump es ser un traidor a la patria, los fieles seguidores descerebrados de la oposición, relación a AMLO con ser un traidor a la patria. Pero, su retórica, tiene 2 problemas, en el video, el cual usan para advertir al pueblo mexicano que AMLO es un traidor a la patria, es un video donde AMLO era presidente y Trump era presidente, y Trump, termina de dar un discurso, AMLO era el invitado y le aplaudió, en un gesto de educación y de protocolo, y obviamente no es del 2025; segundo, los que dicen que Trump es un traidor a la patria, se refieren a que es un traidor para los EUA. Nada que ver con México.
Pero la oposición y sus fieles seguidores, no pueden olvidar a AMLO, y aún lo siguen soñando, lo extrañan más que uno. Y así irán aumentando, conforme se acerquen las elecciones del 2027 y ni decir de las 2030, seguir enajenados con AMLO, esparciendo mentiras y más mentiras. No entendieron en su momento el motivo de su derrota, siguen sin entender y así irán por la vida.
Para muestra de lo anterior, la campaña del anuncio del partido naranjoso en la radio, donde presumen haber resuelto el tema del agua en Nuevo León, cuando en realidad fue AMLO quién tuvo que ir con Samuelito a resolverle el problemita del agua. Hay que aclararlo, porque a muchos mexicanos se les olvida la historia muy rápido, tal vez por conveniencia, tal vez por falta de ácido fólico, tal vez por problemas cognitivos.
Y a la vez, que el gobierno mexicano propone poner un tope máximo en el precio de la gasolina, para el pueblo, en general, los que, desde el principio aumentaron el costo para auto beneficiarse, ahora exigen que el precio baje por debajo de los $20; pero ellos no son populistas.
No se les olvide que este texto está plagado de opiniones, cuestionamientos personales, algunos hechos reales y demás chunga.
Muchas gracias, por leer este texto. Y tengan un Feliz día del amor y de la amistad, sino tienen un amor, seguro tendrán un amigo, festéjenlo. Porque luego uno se deprime.
Si bien el dinero no puede comprar la felicidad, ciertamente te permite elegir tu forma de miseria.
Groucho Marx
No sé si fueron ellos quienes acuñaron la palabrita, pero en su más reciente reporte anual, publicado hace apenas unos días, los investigadores de Oxfam echan mano del término milmillonario. Cualquiera puede deducir su significado: un milmillonario es un sujeto que posee al menos mil millones. ¿Mil millones de qué? De lo que sea: piedras, burros, piñatas, yuanes… En el caso concreto del informe de Oxfam —El saqueo continúa. Pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo—los milmillonarios aludidos son los dueños de al menos mil millones de dólares estadounidenses.
Milmillonario no es un vocablo que aparezca en el diccionario de la RAE, pero no estaría mal que lo incluyeran. Abonaría en favor de la claridad y en contra de la confusión que suele provocar la falsa cognación que existe entre el inglés billion y el español billón. Recuerden: para los angloparlantes one billion, es igual a mil millones, mientras que para nosotros un billón es igual a un millón de millones. No hace mucho la propia RAE incorporó una palabra para traducir al español el inglés billion: millardo, es decir, mil millones. Así, por ejemplo, la población total del mundo asciende a 8.2 millardos de seres humanos, eight point two billion inhabitants.
Un milmillonario, pues, es el feliz dueño de al menos mil millones de algo, de un millardo de algo, de libros, de pesos, de dólares… Milmillonario —y no billonario— corresponde a la palabra billionaire en inglés.
Mil millones es una cifra que usted y yo entendemos, digo, sabemos qué un millón de millares es igual a diez millones de cientos… o a diez cientos de millones… o a cien millones de decenas, y que un millón son diez mil cientos o cien mil decenas, por ejemplo. De acuerdo, podremos saber todo eso, podemos escribir los guarismos correspondientes con el número correcto de ceros a la derecha, incluso podemos realizar operaciones aritméticas con magnitudes enormes, pero difícilmente dimensionamos los montos. Tratándose de cifras abultadas, el brinco del dígito —del concepto matemático— a lo analógico no lo pega cualquiera. Comprender grandes números no es un problema de algunos sino una condición de todos: los humanos en general batallamos para asimilar cantidades ingentes, sencillamente porque son abstracciones que se refieren a realidades que están muy por encima de nuestra propia escala. Usted y yo tenemos dos manos, cada una con cinco dedos, así que podemos vislumbrar muy bien qué son dos gatos jugando en un departamento o seis manzanas sobre una mesa o siete cubetas llenas de agua que hay que subir tres pisos por las escaleras, incluso no nos cuesta mucho trabajo visualizar que si uno compra un kilo de huevo usualmente se llevará unas 18 piezas. Pero, a ver, qué tanto podemos dimensionar esto: más de 3,500 millones de personas hoy por hoy viven por debajo del umbral de pobreza establecido por el Banco Mundial. Trate de visualizarlo: 3.57 millardos de hombres y mujeres tienen que sobrevivir con 6.85 dólares al día. ¿O qué tal así? En la actualidad, el número de pobres que se las tiene que arreglar con 140 pesos diarios es igual a la población total de nuestro país… multiplicada 27.5 veces. ¿O así? Mientras usted lee, hay en el mundo más gente por debajo del umbral de la pobreza que la población total de África, Europa, América y Oceanía, en conjunto.
Hace unos cuantos días, el martes 28 de enero pasado, un afamado compatriota nuestro cumplió 85 años. El aniversario fue motivo de una nota de la revista Forbes, una nota por la cual pude enterarme de lo siguiente: “el multimillonario Carlos Slim suma una fortuna de 77,400 millones de dólares”. Es decir, 77.4 mil millones de dólares, 77.4 millardos de dólares.
— Ah, bien por él.
— Uy, ¡cuánta lana!
Ahora, más allá de la reacción de rebote, ¿realmente dimensionamos que un solo mortal, un semejante, tenga una hacienda de 77 mil millones de dólares? Nada más para que las cuentas resulten muy sencillas, imaginemos que el afortunado ingeniero Slim haya comenzado a embarnecer su riqueza desde muy chavito, a los ocho años. Si hubiera sido así, de 1948 para acá, en promedio amasó un millardo de dólares cada año. Un millardo, mil millones de dólares por año. Lo anterior se traduce en que el individuo amaneció cada día, todos y cada uno de los días, durante 77 largos años, con 2.74 millones de dólares más en la bolsa. En fin, seguramente no comenzó a los ocho años y no creo que haya juntado su capital en forma constante, sin altibajos. Como haya sido, si existieran billetes de a millardo de dólares, Carlos Slim tendría 77 de esos.
¿Y qué tanto es un solo millardo? Confronte usted: las estimaciones de los científicos sugieren que la Tierra seguirá siendo habitable para la especie humana durante un millardo de años, un millardito nada más. ¿Poco tiempo? ¿Tiene entonces razón míster Musk en andar tan apurado por llegar a Marte y colonizarlo? Me parece que no, no si consideramos que la esperanza de vida de una especie de mamífero típico en este planeta ha sido de apenas un millón de años —y si acaso usted se quedó con la duda, le recuerdo que los sapiens llevamos por acá si acaso 300 mil años—.
Cierro con una recomendación: bien podríamos llamar al paisano más rico que tenemos en México no sólo multimillonario o milmillonario, sino también billonario. ¿Por qué? Porque resulta que a un tipo de cambio de 20.45 pesos por dólar, el guardadito del ingeniero Slim llega a un número de trece dígitos, asciende a 1,582,830,000,000 de pesos: 1.58 millones de millones de pesos, es decir, 1.58 billones de pesos. Con todo, sospecho que por más dinero que cualquier persona pueda atesorar, con dos manos se queda, y que, naturalmente, incluso en los billonarios perdura la limitación humana de descifrar grandes cifras. Quizá, a final de cuentas, da igual cuántos ceros hayan quedado en la cuenta, todos tenemos diez dedos para hacer la suma… y, con suerte, llegar a los tres dígitos.
“Nosotros pensamos que el tren va a ser una gran alternativa para el transporte de pasajeros. Va a ser más rápido, mucho más ágil, seguro, viajar en tren que viajar en carretera. […] la inversión para el tren de Querétaro es muy importante. Y la idea es que se deje el vehículo y parte del transporte de carga, que es uno de los problemas que más saturan la carretera, se fortalezca el transporte de carga por ferrocarril y al mismo tiempo, por el de pasajeros. Recuerden que el tren va a Nuevo Laredo, por aquí va a pasar el que va a Nuevo Laredo y a Nogales; de aquí a Guadalajara por Guanajuato; y el tren que va hacia el Golfo, a Nuevo Laredo. Entonces, el transporte de carga y el transporte de pasajeros no solamente es para los que vienen a Querétaro, sino también para los que cruzan Querétaro; entonces es la principal apuesta, por decirlo así, el transporte ferroviario”.
Dra. Claudia Sheinbaum Pardo Presidenta Constitucional de Los Estados Unidos Mexicanos Conferencia matutina 5 de febrero de 2025 Santiago de Querétaro, Querétaro
¿Quieres ir con tu hermana? ¿Sí? ¡Sí! ¡Vámonos! Mi papá me invitó para ir a visitar a mi hermana (la mayor, a Rosy) que vivía en ese entonces en Saltillo y el viaje sería en tren. Fuimos mi papá, ella, Dora (otra de mis hermanas, la menor, la chiquita, “la nena” según mi papá) y yo. ¡Imagínate! ¡Un viaje con mi papá! Un viaje inolvidable con una gran compañía, mi papá, viajar en tren, ir a ver a mi hermana, ir con mi otra hermana, ¡vaya! Un gran viaje.
Llegamos a Buenavista, la emblemática terminal de trenes de Buenavista, porque en ese entonces de ahí salían los trenes, de la simbólica terminal de Buenavista. Había viajes en tren a toda la república y Buenavista era la inmensa terminal con sus andenes repletos de viajeros que iban o llegaban, con sus maletas y sus cajas de estilo “moderno”, aquellas que veíamos de “última moda”, sí, las 360 (como le dijera una de mis hermanas a las cajas de huevos). En esos andenes estaban estacionados los vagones para los pasajeros porque, aunque eran trenes que llevaban vagones para carga y para pasajeros, ahí nada más llegaban los vagones para pasajeros, los de carga se iban enganchando en Ceylán o en Tlalnepantla, a esos allá los unían al tren, no tenían caso que llegaran a Buenavista, ahí sólo subíamos nosotros, los pasajeros.
Llegabas y recorrías todo el andén hasta encontrar el vagón que te correspondía, ahí ibas buscando, buscando hasta encontrarlo para subir y acomodarte en tu lugar. Recuerdo que era 1985, ¡uff! Hace muchos años y pues ahí, en Buenavista estaba esa terminal de trenes de pasajeros. Sería un viaje de muchas horas, estaba programado para salir a las 6:00 pm. exactamente, ¿puntualidad inglesa? Sí, salían exactamente a esa hora. Los vagones para pasajeros eran de dos o tres tipos de servicios, “CLASE” se les llamaba, se les decía; iban los que llevaban sólo asientos, los que llevaban asientos que luego se hacían camas y los que eran como pequeños camarotes. En uno de esos viajes, mi cuñado quiso ver cómo podía arreglar el que nos dieran un camarote con cama habiendo pagado viaje en asiento, el viaje sería de 12 horas y pues, para ver si podíamos usar uno de esos para descansar un poco, pero el despachador no quiso, nos da una idea de que eran incorruptibles, no había forma de extorsionarlos, compraste el de asiento, el de asiento te toca, en el de asiento te vas, no había más.
Pues ahí íbamos, rumbo a Saltillo, recuerdo que el tren hacía cuatro paradas, una en Querétaro, otra en San Luis Potosí, la de Saltillo (donde nos bajábamos) y la de Monterrey y de ahí, a su terminal, a Nuevo Laredo.
Eran viajes inolvidables y ese, en especial, fue un viaje hermoso para mí; ir con mi papá, ir a ver a mi hermana la mayor, llegar a Saltillo, llevar a mi hermanita, todo era perfecto pues, iba mi papá con sus increíbles historias, ¿ya sabes? Mi papá y sus mil y una aventuras, viajar con él, estar con él, caminar con él, ¡platicar con él! Así que emprendimos el viaje, pasar por paisajes inolvidables que se han quedado en mi memoria, en mí corazón; aún recuerdo cómo fue aquel viaje, iba todo el gusano con sus vagones de carga y de pasajeros, al frente iba la locomotora o locomotoras, el vagón de correo postal, el vagón con el comedor al que acudíamos a tomar café, refresco, algún sándwich o algo para entretener la tripa, los vagones de pasajeros y al último todos los vagones de carga, y ahí iba todo el tren atravesando pueblos y más pueblos desde el Distrito Federal hasta Nuevo Laredo.
En ese entonces entre vagón y vagón había unas puertitas de esas que se pueden abrir solo de arriba o solo de abajo, yo, con la parte de arriba abierta y recargado en la parte de abajo veía pasar el paisaje ante mí. Veía los campos, los llanos, cerros, pueblos, todo lo veía pasar y ya para el amanecer, todo desmañanado iba y me asentaba ahí, recargado en la puertita de abajo para ver salir el sol, el amanecer en toda su belleza, en todo su esplendor, eso no tenía precio, ver esa salida del sol con todos sus colores, ¡Guau! Se te quedaba grabado en el corazón (metafóricamente hablando). Un espectáculo que se ha quedado grabado por siempre en mis recuerdos. Veía el avance de todos los vagones, en las partes donde agarraba una curva, y yo ahí viendo el avance del tren, si era de tu lado, alcanzabas a ver todo lo largo que era, alcanzabas a ver cómo iba dando la vuelta, cómo se curveaban los vagones, y los veías uno tras otro, si la curva era al contrario, sólo veías cómo iban desapareciendo los vagones ante ti.
Y llegabas, llegábamos a nuestro destino, a disfrutar del objetivo del viaje, a disfrutar a la familia que ibas a ver, a convivir, a visitar desde tan lejos de la ciudad, del Distrito Federal que se llamaba en ese entonces.
Y de repente, no supe cómo fue que se terminaron esos viajes, nunca supe cuándo fue que se dejaron de hacer viajes para pasajeros en nuestros trenes, en nuestro sistema de líneas que llegaban a varios lados, ¡a toda la república! Nunca supe cómo fue que desaparecieron los servicios para pasajeros, sólo supe que aquella emblemática terminal de Buenavista quedó como un mudo testigo de aquellas épocas, con el recuerdo del bullicio que tuvo durante varios años, varios sexenios y que se dejó abandonada y dejando morir poco a poco y, sin saber lo que pasó hasta que llegó el Tren Suburbano y después, cuando llegó la 4T y retomó ese sistema, ese transporte en el que México, de haberse desarrollado durante tantos sexenios, habría ido a la vanguardia.
Pero antes, es bueno recordar cuándo fue que se entregó el sistema ferroviario, cuándo fue que se privatizó el servicio, cuándo fue que se detuvo su desarrollo, cuándo fue que se abandonó, silenciosamente, este sistema de transporte que podía tener futuro en México; y pues sí, fue justo cuando llegó Zedillo al poder, aquél presidente que es el héroe de la derecha, maestro sayayin de la oposición, un ser irredento, guía y mentor de todos los prianistas que amarían volver a tener un Zedillo que los proteja; ese expresidente que, aparte de hipotecar por años y años a México a través del FOBAPROA, aparte de los masacres que hubo en su sexenio, aparte de haber dejado a México por un mes sin Poder Judicial para acomodarse uno a su antojo y conveniencia con sus jueces a modo, fue el artífice de entregar el sistema ferroviario a empresas privadas trasnacionales que nunca hicieron nada por el sistema ferroviario de México que fue entregado a todas esas trasnacionales. Hipotecó y entregó muchos bienes de la nación e irónicamente, una vez que terminó su mandato, ni tardo ni perezoso se fue a trabajar como asesor de una de las empresas a las que les entregó el sistema ferroviario, llevándose consigo todos los secretos y entregando todos los datos de seguridad nacional, por muy exagerado que parezca.
Y regresamos a ver, cómo durante sexenios y sexenios se estaba vendiendo México, se estaba entregando en partes, de a poquito para que el ciudadano común y corriente no se diera cuenta, México sufrió el abandono del campo, entrega de los recursos naturales (luz, gas, petróleo, agua, minas, costas, tierras) y pues claro, teniendo a un López Dóriga y antes un Zabludovsky o un Ciro Gómez o toda la bola de corifeos de los medios de comunicación que solo daban notas gubernamentales (pagadas con recursos del erario) y no información valiosa, el pueblo estuvo entretenido con sus novelas, sus partidos de futbol, sus ”bigs brothers”, metiendo miedo a través de leyendas absurdas como el chupacabras pero eso sí, expresidentes como Zedillo o cualquier neoliberal , entregando todo a manos llenas aunque el pueblo se quedara con sus manos vacías.
Afortunadamente, se viró en sentido totalmente opuesto al neoliberalismo y llegó la 4T, y volvieron los trenes desde el sexenio pasado (aunque muchos no lo quieran ver) y ahora, en este nuevo sexenio, se continúa con el proyecto de los trenes de pasajeros para toda la República, ahí está el Tren Maya, en el sureste de México, el Tren Interoceánico que pasa por el Istmo de Tehuantepec y por acá, en el centro ya tenemos Tren Interurbano México-Toluca, también conocido como El Tren El Insurgente, que duró nada más la friolera de diez años en su construcción, iniciado en tiempos del priista Peña Nieto en el 2014, que se inauguraría en el 2017 y sin embargo, inició sus servicios hasta el 2024, sí, en tiempos del expresidente López Obrador que lo agarró con mil y un problemas, desfalcos, costos elevados, desaparición de presupuesto, renivelación, reordenamiento, pero finalmente, el expresidente agarró “al toro por los cuernos”, retomó el proyecto y salió y lo inauguró, o el Tren Suburbano que va de la mencionada y emblemática terminal Buenavista al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que, finalmente se inaugurará en julio de este año.
Todo esto viene a colación ya que hace unos días, en la pasada conferencia del 5 de febrero que se efectuó en la capital de la Constitución, en Santiago de Querétaro, se anunció cómo a partir del próximo mes de abril dará inicio la construcción del Tren México – Querétaro, ya se están desarrollando los diversos estudios en todos los aspectos, definiéndose las estaciones y dónde quedará la terminal y con proyecciones de inaugurarlo en unos dos años y medio o tres. Y finalmente, ayer 13 de febrero, en la conferencia matutina se dio el avance en los trenes de pasajeros y El Plan Ferroviario para nuestra nación, retomando con esto el volver a activar al sistema ferroviario de pasajeros en México.
Afortunadamente vuelven los trenes de pasajeros para toda la República.
Disgregando
1
Lo que está sucediendo con el vecino del norte es increíble. Y México, en sentido totalmente contrario al camino que han ido tomando alguno países, México con su inversión al interior de la República con un gobierno izquierdista, humanista que le da voz a todos y en sus conferencias permite los interrogatorios, los cuestionamientos y los dardos por más que sean incisivos e intrigosos, aguanta y contesta. De aquel lado un presidente que si lo incomodan en sus conferencias, aunque sea un poquito, inmediatamente hace sentir quién es el que manda, sí, igualito que aquí en México con el dictadorzuelo que tuvimos y ahora la dictadora (SARCASMO).
2
Seguirán marcando la línea y la narrativa del narcoestado, eso es lo que le conviene a la oposición porque todas las rutas que se han registrado muestran cómo, desde hace varios lustros, varios sexenios (investigaciones del maestro y gran escritor Paco Cruz hablan de la terrible corrupción durante todo el periodo neoliberal), el gobierno sí estaba coludido con el narco, ahora que se ha emprendido la verdadera lucha contra la delincuencia organizada, la delincuencia de cuello blanco, les vienen marcando el paso desde el norte con periodicazos en sus planas de medios afines para que se siga con esa narrativa cuando, en todos los sexenios nunca vieron nada, a pesar de tener allá al principal líder de cárteles sentenciando a 38 años de cárcel y, “curiosamente” la, ahora, oposición, antes el gobierno, nunca vieron nada, ni la oposición, ni la comentocracia, y pues cómo iban a ver si los tenían bien calladitos que no amordazados, calladitos con las toneladas de intereses$$$ con las que los tenían bien contentitos.
3
Qué es lo que realmente hay detrás de tanto odio hacia el expresidente de México y ahora, contra la presidenta, la Dra. Sheinbaum. Lo que hay realmente es que los presidentes de la 4T no están, ya no están al servicio de los intereses del vecino del norte, ya no son los títeres a los que estaban acostumbrados a tener, a que en el momento que decían u ordenaban algo desde los organismos del vecino del norte, los gobiernos prianistas obedecían sin chistar. Tampoco la oposición ya no tiene modo de seguir metiendo las manos en el presupuesto, ya no pueden mover los miles y miles de millones de pesos hacia sus intereses, y vaya que fueron miles de millones que tenían a su disposición y pues, ya no tienen esa injerencia ni para repartirle a los chayoteros, por eso andan así, medios y oposición, bien enojaditos.
4
Pues, el bebesote con sus manitas rechonchas sigue firmando sus decretos y así sigue trayendo al mundo. El que salió a decir una gran verdad fue el presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula: “Trump fue elegido para gobernar EE UU, no para mandar en el mundo”. Zas. Punto.
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Gracias amor por dejarme conocer lo que eran los viajes en tren, por verlos a través de tus ojos.
Las últimas semanas se han dado a conocer los amagos que el presidente de Estado Unidos ha hecho a distintos países, y el mundo ha respondido de distintas maneras. Trascendió a nivel mundial la negociación de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien tuvo un desempeño espectacular. Debo de confesar que cuando la Dra. Sheinbaum ganó las elecciones presidenciales el año pasado me llenaba de estrés saber que era probable que tuviera que lidiar con Trump, sobre todo por esa vena misógina con la que suele expresarse. Su política antimigrantes ha generado que empresas lo apoyen entregando a sus trabajadores; compañías como Walmart o Coca-Cola han visto disminuidas sus ventas tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica.
Hay que reconocer que ya estábamos experimentando una revaloración de lo hecho en México, sobre todo en el ámbito de los textiles, que además de ser preciosos, expresan elementos distintivos de la vida cotidiana de los pueblos originarios. Era visible en las guayaberas de los varones que se usaban desde el presidente Andrés Manuel López Obrador y en las mujeres que portaban blusas con bordados típicos, pero ahora se muestra cada vez más, incluso hay ocasiones en las que, desde la presidenta, las secretarias y buena parte de las mujeres del gabinete portan huipiles a modo de una vestimenta formal, de gala. Hago este énfasis porque no forma parte de nuestro imaginario social, siempre se porta una blusa típica con unos jeans, como si sólo fuera una indumentaria dominguera. He visto hermosos collares huicholes hechos de chaquira lucir tan preciosos que se equiparan a una joya.
Digamos que esto es lo que se nos viene a la mente cuando hablamos de arte hecho en México, textiles, zapatos, bisutería, elementos que contienen características autóctonas que comienzan a dejar de ser exclusivas del 15 de septiembre y se incorporan al ámbito cotidiano. Pero hay otras producciones artísticas que necesitamos voltear a ver. Primero porque no es arte comercial y segundo para apoyar a sus creadores. Está por un lado lo viral, que sube como espuma y se paga, pero deberíamos observar que rumbo toma; por ejemplo, Johanne Sacreblu, que surge como cine de protesta ante una película que tiene problemas de muchos tipos y que para muchos mexicanos es ofensiva. Varios analistas dedicados al cine ven esta producción hecha en dos semanas como el nacimiento de un nuevo género cinematográfico. El cortometraje es ingenioso, satírico y bueno porque cumple con su objetivo de protesta al ridiculizar al director de Emilia Pérez.
Enseguida está Macario Martínez, un joven que se hizo viral por promocionar una de sus canciones, en el marco de una actividad cotidiana pero no común, es un barrendero de la CDMX con quien las personas han empatizado y comparten para que su música llegue a escucharse de forma masiva. Este suceso ha desatado un movimiento donde los creadores, principalmente jóvenes, usan el tema de Macario como fondo musical para completar la frase “la vida me pide mucho y yo sólo quiero…”. Han mostrado sus dibujos, canciones, o promocionando libros, que forman parte de su trabajo y creatividad. Esto nos muestra que los mexicanos somos inquietos, no sólo nos enfocamos en una actividad.
Pero no sólo hablamos de esos creadores independientes, hay otros que han llegado a la pantalla grande, pero que cuentan con un aparato publicitario reducido y no llegan a despuntar, tal es el caso de Corina, una película mexicana de Úrsula Barba Hopfner cuya historia es muy buena porque habla de una condición que se soluciona gracias a la valentía de la protagonista para resolver un error dentro del ámbito laboral. Una historia buena, con un nivel de comedia sutil y muy serio, si se puede hablar de eso dentro de este género. Porque lo que te hace reír no es la burla o ridiculización de los personajes, sino circunstancias cotidianas. Nada que ver con la comedia televisiva que nos venden las grandes empresas de entretenimiento.
El final es lo mejor, el trauma que vuelve a la protagonista una mujer retraída es superado por la pasión, donde el amor se llena de significados múltiples y no se encapsula en lo erótico. Una disculpa a los lectores por arruinar el final, aunque yo creo que no. Es una historia que me remite al movimiento donde la vida nos pide mucho, pero uno sólo quiere sucumbir ante lo que nos apasiona; sin dejar de lado nuestras obligaciones.
Todo esto es una actividad creadora, producto del arte que se cultiva en nuestras narices, a un lado de nosotros. En la UAM Xochimilco tenemos una frase hecha para esto: la realidad está a la vuelta de la esquina. Caminemos apoyando a nuestros artistas, que ponen a trabajar su ingenio para que lo que nos apasiona nos permita tener un ingreso extra, para que la voracidad del trabajo no nos abrume. El arte es un escape de relajación, esparcimiento y desarrollo personal, tenemos que sucumbir a ello para hacernos más humanos cada vez porque México se llena de arte cuando echamos a volar nuestro ingenio.
La perseverancia en la búsqueda de errores como única actividad política de la oposición, expone un vacío ideológico que arroja no sólo carencia de análisis sino de propuestas que, por lo menos, sustituyan los hechos equivocado del gobierno.
La búsqueda incansable de la equivocación ajena intenta mostrar el encuentro con la estupidez del contrincante, a partir de lo que interpreta en su desatino. Más allá de la ineficiencia que quieren mostrar a partir de la difusión del error ajeno que, real o ficticio, se exhibe como trofeo de caza que la oposición cuelga en las paredes de sus medios todos los días.
El asaltó al sentido común que intenta robar la inteligencia del contrincante acusa en la oposición necesidad de llamar la atención, a partir de la distribución de ese logro en su diaria cacería de estupidez ajena, que señala también la propia, ante el desgaste que esto implica y carencia total de propuestas que les identifique ante la sociedad.
La oposición hace de un supuesto imaginado un hecho consumado concreto, lo difunde profusamente y hasta realizar conferencias sobre fake news y simposium, y hasta se convierten en materias en el plan de estudios de algunas universidades privadas, como si se tratara de algo real. Los ingenuos asisten y hasta pagan por escuchar a farsantes como Schettino, Sarmiento, Curzio, y todo un grupo de personajes autodenominados especialistas en finanzas.
Los señalamientos a la estupidez no pueden repetirse sin señalar al que las difunde como cómplice o un ente que sólo recicla denuncias. A pesar d esto las mentiras parecieran haberlas creído sus iniciadores al intentar consolidar un hecho que nunca existió: la casa gris, el robo del dinero de los trabajadores inscritos al Infonavit, el fraude de la mayoría calificada, la manipulación de las elecciones en los cargos del Poder Judicial.
Poco conocedores de las reacciones de la población ante los medios, la cacería de errores del gobierno, a cargo de la oposición, no sólo cansa a la gente sino que desenmascara lo que quieren hacer aparecer como verdad sin serlo. Su práctica es tan sistematizada que los errores reales del gobierno son vistos como fake news por la población.
La oposición en México se ha dedicado a buscar, en el desacierto del gobierno, su razón de existir. Tratando de atribuirse el derecho de definir lo bueno y lo malo, lo cierto y lo equivocado, con el objetivo de tomar el control de la información, lo cual los reduce a simples críticos sin credibilidad, en lugar de adoptar su papel de políticos conscientes de su papel en la historia.
Pasó el tiempo en el que la información era sinónimo de control social, la proliferación de los medios a través de los cuales la población se da cuenta del diario acontecer del mundo y del país, impiden esta cultura que manipuló generaciones enteras de mexicanos a través de la televisión., adicción que todavía no concluye y que algunas rancias familias continúan preservando para cohesionarse alrededor del televisor, como si se tratara de un muégano cotidiano sin contenido ni sustancia.
El aspiracionismo en decadencia, tiene finalmente como epicentro la obtención del control. Dominar, el control remoto de la televisión lo tiene en sus manos el que manda, decide, además, qué canal sintonizar para informarse y se abroga el derecho a dar una opinión lapidaria sobre ese acontecer, que esa misma persona quiere subrayar como el conflicto del día. No se trata de llegar a la cima sino de tener el poder que implica manejar el control en su más amplio y cotidiano significado, es decir, ser superior al resto de la familia, la comunidad, la colonia, el gremio.
La gran fábrica de información reproduce subcontroles en cada tribu, grupo, comunidad, familia que al multiplicarse preserva costumbres que se vuelven vicios tan arraigados que superan cualquier adicción. De ahí la conservación del aspiracionismo y la aspiración de los conservadores.
Se vive la superioridad como símbolo inequívoco de éxito, aunque sea solo un pequeño logro cotidiano del control de la pareja, de los hijos y a veces, hasta de los vecinos, pero logro al fin y al cabo ante la rutinaria existencia de quienes se repiten a í mimo para no equivocarse. No siempre el que da las órdenes manda.
La oposición en México es una especie de grupo buscador de errores, con cuya difusión cree fortalecerse, cuando en realidad la sociedad los ha rebasado porque saben quiénes son y para qué hacen sus tareas de manipulación que finalmente terminan por separarlos del resto de la sociedad, que desenmascara también los mitos que en su momento manipulación al pueblo.
Ha de ser muy difícil para muchos militantes de MORENA comprender por qué existen personajes como Pedro Haces en las filas de ese partido, ya sea ocupando cargos importantes, coordinando actividades o conduciendo proyectos. Ha de ser difícil ver cómo lo suntuoso se convierte en el sello principal de algunos correligionarios del morenismo cuyas fortunas probablemente seas de origen lícito, aunque, cuando se proviene precisamente de movimientos diametralmente opuestos como en este caso, la duda salte por doquier; ha de ser difícil cuando la austeridad y el humanismo son valores que se pregonan como símbolos diferenciadores del movimiento y terminar aceptando que son bastantes los que distan de eso que se le conoce como austeridad. Ha de ser difícil porque atreverse a señalar o cuestionar la presencia de estos personajes en el movimiento, puede significar el veto o la condena a la descalificación.
Ha de ser difícil mantenerse en las siglas de MORENA tragando hiel a menudo cuando lo primero que se cuestiona la militancia es ¿quién cuida la delgada línea que existe entre lo legal y lo legítimo de las fortunas de algunos personajes? O preguntarse ¿Qué herramientas posee MORENA para constatar la honorabilidad que deben tener los dirigentes si se ha priorizado la rentabilidad electoral por encima de la congruencia desde la dirigencia pasada? En ese sentido, hasta hoy algo queda claro: nadie se ocupa de verificar ni lo legal ni lo legítimo y menos de examinar a detalle si un personaje es o no apto para realizar tareas como coordinar la operación política de la bancada más numerosa e importante del Congreso de la Unión. Cosa por demás grave si se toma en cuenta que dichos personajes, en nada reflejan lo que se supone es en sí el espíritu del movimiento: “no mentir, no robar, no traicionar”. ¡Dejémonos de rodeos!, ha de ser difícil tragar la hiel que provocan las acciones de algunos dirigentes con nombre y apellido sin poder siquiera hacer gestos, no vaya a ser que se molesten las cúpulas que definen el rumbo del quehacer partidista.
Así, sin rodeos, hay que expresarlo de manera clara: MORENA no debe permitir que la legitimidad del movimiento se ponga en entredicho colocando en manos de estos personajes responsabilidades significativas por más que hayan sido elegidos bajo las siglas de ese partido. Mucho menos se debe permitir que el poder concentrado en apenas unos cuantos, logre enquistarse a tal grado que definan las decisiones a futuro, muchas de ellas tendientes a afectar la credibilidad del movimiento en el corto plazo. Y no es necesario ir tan lejos, si se quiere tener una muestra de lo escrito aquí, pongamos el siguiente ejemplo: el atentado de Pedro Haces a la clase trabajadora al presentar la iniciativa del descuento obligatorio a trabajadores por el cobro de créditos de nómina, propuesta que inmediatamente exigió una declaración de veto por parte de Claudia Sheinbaum. “Yo espero que no la apruebe el senado de la república y si la llegara a aprobar, la vamos a vetar”. Por donde se vea y por más que se desviva el Diputado dueño de la CATEM por justificar la propuesta antipopular, lo cierto es que deja en claro que va en contra de los ideales del movimiento que lo llevó a la representación popular (aunque sea pluri) y lo que es peor: va en contra del sector al que supuestamente representa desde el espectro sindical.
Por eso la advertencia de Claudia Sheinbaum era más que obligada y, como en otras ocasiones, categóricamente rechaza toda posibilidad de permitir bajezas de este tamaño. Sin embargo, aquí algo podría tomar mayor relevancia, incluso más que cuestionarle a la presidenta su postura frente a la iniciativa (pues la respuesta es congruente con su compromiso expresado hacia la clase trabajadora), sería más relevante cuestionarle su opinión respecto al personaje y las motivaciones reales de su iniciativa puesto que sería ingenuo pensar que detrás de dicha iniciativa no se vea la mano de otros personajes y sus compromisos adquiridos de cara a los siguientes procesos electorales. Por supuesto que la firmeza de Sheinbaum, aun y con lo categórico de su sentencia guarda en sí cierta prudencia, para algunos oficiosos del quehacer político parecerá suficiente dejar clara la postura hacia él o los destinatarios, para otros, más radicales, puede que se quede corto el señalamiento, pero eso ya el tiempo lo dirá. Cuando menos hoy se debe reconocer la respuesta inmediata de Sheinbaum en el sentido correcto.
Entre que son peras o son manzanas, habrá que preguntar ¿Qué Haces Pedro? Este movimiento exige rectitud, compromiso, congruencia y lealtad, más no colocar a los trabajadores a merced del interés del poderoso, para eso están los de enfrente, contra los que seguiremos combatiendo hasta que alcancemos completa libertad sindical, hasta que logremos la justicia social.
El pasado fin de semana, Isaac de la Paz González, profesor-investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California y aspirante a contender el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) por parte del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo (CEPE), compartió en su cuenta de X (hoy Twitter), una nota de la Jornada sobre el aplazo a la discusión del proyecto que pondría punto final al conflicto entre las suspensiones de amparos de jueces de distrito y las sentencias de magistrados electorales respecto a la elección judicial que se llevara el cabo el próximo 1° de junio de este año. Respondí a esta publicación que “ansiaba verlo próximamente ejerciendo ese cargo tan delicado, del cual se necesitaba de un buen criterio jurídico”. Lo que no esperaba, era una respuesta inmediata por parte del Dr. De la Paz, “Es de mucha responsabilidad y -sobre todo- de profundo estudio constitucional. Un alto tribunal no está para caprichos y admisiones NOTORIAMENTE improcedentes” así lo argumento en su respuesta en la red social por parte del profesor-investigador.
A raíz de la falta de respeto por parte del Poder Judicial a nuestra Constitución y a los poderes de la Unión, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no invitó a Norma Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte, al 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917 llevada a cabo el pasado 5 de febrero del 2025 en el histórico Teatro de la República, en la ciudad de Querétaro. La ausencia de la ministra desató una ola de críticas destructivas por parte de las derechas partidarias y la comentocracia, quienes lo consideraron como un “acto autoritario” o “una acción que atenta contra el respeto hacia la Constitución”.
Así por ejemplo Francisco Burgoa, abogado opositor a las políticas sociales de la 4T, manifestó que el acto debía representar una conmemoración de unidad y en su lugar se convirtió en una estrategia de “apropiación política” por parte de Morena, “haciendo invisible al Poder Judicial” y “restarle importancia a la labor de la Corte”. Así mismo, la senadora panista Kenia López Rabadán instó a la mandataria a corregir esta exclusión injusta, insinuando que la exclusión de Piña es una violación del respeto por las mujeres en la política.
Ha transcurrido un año, desde que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un paquete de 20 reformas constitucionales, con el fin de devolverle el carácter público, social y humanista a nuestra Carta Magna promulgada en 1917. Una de aquellas reformas, es la Reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), en la que pone sobre la mesa política y pública la elección de jueces, magistrados y ministros, de manera directa por el pueblo en vez de ser propuestos por el Poder Ejecutivo y nombrados por diputados y senadores en los Congresos. Por todo esto, los jueces y la máxima corte dirimieron sus pretensiones al paralizar la aprobación de esta reforma constitucional, desde el otorgamiento de amparos hasta el desesperado intento de tomar las instalaciones del Senado de la República, por parte de trabajadores del PJF, violando la división de poderes en defensa del status quo.
Norma Piña y sus partidarios siguen sin comprender el momento político en el que estamos viviendo, que esto ya es una reforma constitucional válida, vigente y en proceso de su implementación. Prefieren seguir aferrados a su orientación política y escuchar a los núcleos de oposición y del mundo de los intelectuales, como Enrique Krauze o Federico Reyes Heroles. “El sistema judicial está podrido “totalmente, totalmente… no se trata solamente de legalidad, es un tema de justicia”, aseveró la ministra Loretta Ortiz Ahlf en una entrevista para La Jornada. Más aún, manifestó que los ministros viven en “el Olimpo de los dioses”, en el que viven despreocupados y felices sin ser alcanzados la ciudadanía y al servicio de los grandes intereses.
De modo que, las acusaciones de “apropiación política” y “violencia política son ridículas, cuando existen casos de jueces que han facilitado las liberaciones de personas vinculadas al crimen organizado, bajo el mecanismo de “sabadazos”. Este mecanismo ha permitido que estas personas salgan de los penales entre viernes y domingo sin una revisión exhaustiva en un plazo de horas, por parte de las autoridades. Así por ejemplo, el caso reciente de una mujer y su familia que fueron privadas de sus vidas por parte de un ex policía de Mineral de la Reforma, Hidalgo, debido a que la jueza Janeth Montiel Mendoza, suspendió condicionalmente su proceso por cargos de violencia familiar y privación ilegal de la libertad.
Ellos no son dioses inmortales que deban ser venerados por súbditos, son funcionarios civiles con cargos de mucha responsabilidad y tienen el deber de servir a la ciudadanía. Los dioses pueden ser heridos en el campo de batalla, como sucede en La Ilíada de Homero. La ciudadanía votó por cambiar la naturaleza del sistema judicial mexicano, que no esté apegado a los intereses de las élites económicas o de los poderes fácticos. Ya iremos comprobando sobre la marcha, si funciona o no.
En pleno 108º aniversario de la Constitución de 1917, México se encuentra en una encrucijada que promete redefinir el ejercicio del poder. La presidenta Claudia Sheinbaum ha impulsado un paquete de reformas que prohíbe la reelección y combate el nepotismo en la administración pública. Estas medidas, basadas en un riguroso análisis de la realidad política y en el clamor ciudadano, se erigen como un paso decisivo hacia una democracia más transparente y equitativa.
Desde tiempos inmemoriales, la política en nuestro país ha estado marcada por la concentración del poder y la perpetuación de liderazgos que, en ocasiones, han socavado la rendición de cuentas. La posibilidad de reelección, si bien en teoría garantiza continuidad, en la práctica ha derivado en prácticas clientelistas y en la instauración de estructuras de poder que favorecen intereses particulares por encima del bien común. Así, el ecosistema político se ha visto empañado por una cultura de impunidad y desconfianza, en la que el mérito y la capacidad se ven desplazados por la lealtad y las conexiones familiares.
La propuesta de Sheinbaum surge como una respuesta decidida a esta problemática. Al prohibir la reelección, se busca romper con ciclos de poder que han llevado a la estasis y a la inercia en la toma de decisiones. Según datos recogidos en diversas encuestas, alrededor del 68% de los mexicanos considera que la alternancia en el poder es vital para renovar ideas y garantizar una gestión más transparente. Además, la presidenta ha dejado claro en declaraciones recientes que “la transparencia y la rendición de cuentas no son opcionales, sino pilares innegociables para una democracia moderna”. Este mensaje resuena en una sociedad que, cansada de prácticas arraigadas, demanda cambios profundos y efectivos.
Paralelamente, el combate al nepotismo se erige como otro pilar fundamental en este paquete de reformas. Durante demasiado tiempo, las relaciones de parentesco y la amistad han sido criterios determinantes en la asignación de cargos públicos, favoreciendo a individuos sin la preparación necesaria y perpetuando estructuras corruptas. Un sondeo reveló que hasta el 70% de los ciudadanos apoyaría la extensión de la prohibición del nepotismo a todos los niveles del gobierno, no limitándose únicamente a altos cargos. Esta demanda ciudadana evidencia la urgente necesidad de instaurar un sistema en el que la meritocracia y la ética prevalezcan sobre viejos esquemas de favoritismo.
El impacto de estas reformas no se limita únicamente al ámbito legal. Su recepción en el Senado, que ya ha iniciado el debate sobre las iniciativas, marca un momento crucial para el futuro de la política mexicana. En este escenario, los argumentos a favor de la renovación se enfrentan a resistencias inherentes a aquellos sectores que han cosechado beneficios del sistema tradicional. No obstante, la discusión en el Senado representa mucho más que un trámite legislativo: es el reflejo de una transformación cultural en proceso, en la que el cambio se convierte en una posibilidad real para quienes anhelan una administración pública eficiente y honesta.
En diversas regiones del país, los efectos del nepotismo se han manifestado de forma tangible. Por ejemplo, en algunas administraciones locales, se han detectado casos en los que familiares de funcionarios ocupan puestos clave, lo que ha repercutido negativamente en la calidad de los servicios públicos y en la eficiencia de la gestión. Estas situaciones, lamentablemente comunes, refuerzan la necesidad de establecer mecanismos de control y vigilancia que aseguren la correcta aplicación de la reforma. Es fundamental que, junto con la aprobación de estas medidas, se implementen órganos de supervisión capaces de detectar y sancionar cualquier intento de eludir la normativa.
Además, el debate legislativo ofrece la oportunidad de enriquecer el contenido de las reformas mediante la inclusión de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. Por ejemplo, la creación de un ente independiente que supervise la asignación de cargos podría convertirse en una herramienta esencial para garantizar que las nuevas disposiciones se cumplan cabalmente. De este modo, no solo se corrigen prácticas históricas, sino que se sientan las bases para una cultura política renovada, en la que el compromiso con la ética y el servicio público sean valores irrenunciables.
La visión de futuro que proyecta Sheinbaum es, en esencia, un llamado a la transformación integral de la política mexicana. Las reformas propuestas no se limitan a modificar artículos legales, sino que aspiran a romper con paradigmas que han permitido la concentración de poder y la corrupción. Este proyecto de cambio es un reflejo del sentir de una ciudadanía que exige, de manera creciente, transparencia y justicia en la gestión pública. La apuesta por la alternancia y la eliminación del nepotismo es, sin duda, un paso hacia un modelo en el que la participación activa y el compromiso con el bien común sean la norma.
En este contexto, es inevitable reconocer que el camino hacia la renovación democrática enfrentará desafíos. La resistencia de ciertos sectores, acostumbrados a los beneficios del status quo, y la necesidad de transformar profundamente la cultura política constituyen retos importantes. Sin embargo, la historia nos enseña que los cambios estructurales requieren tiempo y voluntad. La reforma de Sheinbaum se posiciona, pues, como una inversión en el futuro de México, en la que cada ciudadano tiene la oportunidad de participar en la construcción de un gobierno más justo y eficiente.
La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
Soy parte de una generación que creció viendo comerciales entre todo el entretenimiento que podíamos consumir, la supuesta “gratuidad” de la TV nos costaba muy caro en lo que se refiere a exposición al marketing de los 80’s y 90’s, que ofrecían imágenes idealizadas de la vida a diestra y siniestra, ciertamente los publicistas sabían cómo responder a las realidades de múltiples carencias y el constante sentimiento de escasez y minusvalía impuesto por el sistema político y económico de entonces.
Indudablemente crecimos con grandes huecos en el corazón, como es requerido para mantener funcionando el sistema de mercado que nos rige, sabiendo que nuestro objetivo en la vida era llenarlos con cualquier cosa, pero no “chafa”, ni “ordinaria”, así, los términos “exclusivo” “plus” o “platino” también se hicieron presentes para diferenciar a aquellos que supuestamente podían acceder a distintos niveles de bienestar y lujo.
Después llegaron los 2000’s, que nos vieron ingresar a la vida adulta y con ello la explosión del internet, trayendo toda la basura new age recargada con nuevos mensajes de superación y poder mental para llegar a cualquier posición y obtener cualquier cosa que fuéramos capaces de imaginar.
Frases como “si haces lo que te apasiona no tendrás que trabajar ni un día de tu vida” despojaron de significado el concepto de sacrificio y sufrimiento para alcanzar metas y lo sustituyeron con los perniciosos “sueños”, la alquimica fantasía de poder transformar la realidad con el poder de la mente, “trabajar inteligentemente” o el auge de la “inteligencia emocional”, todo ello destinado a hacernos mirar a otro lado para no ver cómo se realizaban los preparativos necesarios para la instalación de la última etapa del neoliberalismo y nada menos que su coronación: el Globalismo.
Así, nos compramos la idea de que todo podríamos lograrlo, que nuestra generación era una promesa y que éramos parte de un bono demográfico que llenaría de combustible la nave del desarrollo, cuyo destino era el infinito y más allá (tal como lo veíamos concretar en todos aquellos bienes que obteníamos gracias a créditos fáciles y a la larga, impagables).
Al colapso de las burbujas crediticias le siguió el de las inmobiliarias y con ello, nuestras propias burbujas existenciales, dejando un sabor amargo a ese cóctel pernicioso de la “auto superación”, que siempre señalaba el dedo de la responsabilidad del fracaso hacia uno mismo, cegando por completo nuestra capacidad de mirar una realidad multi factorial movida por fuerzas más allá de nuestro control.
¿El resultado? Un desencanto tal, un brutal despertar, una amargura del tamaño de sueños rotos que se acentuaron con la lectura de patrones en el estrepitoso y descarado (para quien lo quiera ver) mundo digital: los “sueños” se cumplen de acuerdo a tu posición social, de acuerdo a tu condición y capital.
Es evidente que a la crianza de los ochentas y noventas no le faltó autoestima, mucho menos rebeldía y osadía para llenarnos de entereza y resiliencia para saltar al campo de batalla social y económico con audacia e imprudencia manifiesta, pero si algo era deseable que se nos hubiera enseñado, era conciencia de clase.
Sin embargo, no hay manera de juzgar a los adultos de entonces, ellos mismos vivían estrangulados por condiciones económicas que les obligaban a presupuestar y adaptar las necesidades familiares casi a diario, con una inflación galopante e inclemente que hacía imposible tener planes a largo plazo y que de todos modos, no les impidió sacar adelante familias de cuatro, cinco o más hijos inculcando en ellos un hambre insaciable por escapar de tal opresión.
Es necesario que nuestra generación, los nuevos adultos, aquellos que cargamos ya con las cicatrices y los muñones de la guerra, entendamos que nuestra generación y las que le siguen, cargan con una pandemia de depresión y ansiedad producto de esa lejanía con la que los medios nos enseñaron a ver el éxito, la plenitud, la satisfacción y la felicidad.
Ante los sucesos trepidantes que no dan pie a que siquiera puedan reflexionarse, ante las noticias artificiales que parecen inundar nuestra mente con preocupaciones imposibles de procesar a la velocidad que son sustituidas por nuevas, nuestra psique no atina más que a colapsar, somos presa de la inmovilidad y el silencio material que producen el agotamiento y el ruido digital, como lo llama Byung Chul-Han, que nos aísla y nos atrapa en un bucle eterno de temor, frustración y desesperanza.
Ante tal escenario no me queda mas que recuperar una anécdota que un conocido cantautor relató en un concierto al que acudí hace alrededor de un año: él mismo relataba haber experimentado una racha de crisis de ansiedad a las que llamó familiarmente “sacones de onda repentinos”, que lo llevaron a consultar con un profesional de la salud mental, quien le explicó que una de las razones para el desgaste de la psique y la consecuente aparición de señales físicas como estas era precisamente la condición de frustración cotidiana a la que estamos sometidos, producto de todas las razones antes expuestas y muchas más, las cuales podríamos resumir en simplemente, haber colocado la felicidad en el lugar de los premios de la vida, en el anaquel de las medallas o las copas de oro, alienada detrás de una vitrina y con precios impagables para obtenerla. Ante esto, el psicólogo recomendó al cantautor: “no alejes así la felicidad, acércala un poco más.”
Da Capo
Tal como nos acercamos la sal, la salsita o el guacamole, sería muy deseable que aprendiéramos a allegarnos la felicidad conscientemente, pero para ello es necesario que la bajemos del pedestal inalcanzable en el que el sistema de mercado basado en la escasez nos orilló a ponerla.
Esto consiste en reconocer en primer lugar que somos felices, sin remordimientos ni culpas, que hemos sido felices y que lo seguiremos siendo, cada vez que nos permitamos acceder a esos pequeños detalles que hacen de cada día una experiencia mágica y digna de ser vivida.
Acercarnos la felicidad es un acto de rebeldía supremo ante un sistema alienador que nos despoja de todo aquello que detecta que necesitamos, y le pone precio; por ello, también es necesario por más que nos cueste, aprender a hacerlo en silencio.