Etiqueta: opinión

  • Golpistas

    Golpistas

    Desde que aparecieron en la vida pública del país las conferencias mañaneras del presidente, han sido cuestionadas en un sinfín de oportunidades, desdeñadas y hechas trizas por las mentes intelectuales y otrora célebres de los comentócratas de derecha, ocultos en la neutralidad que les brindaba el velo del respeto mediático de los foros de televisión.

    Sin embargo, no hay mejor prueba de la importancia de este ejercicio de comunicación política y social, que las calumnias, mentiras o tergiversaciones, de que han sido objeto todos los esfuerzos de la llamada “cuarta transformación”, por resarcir el daño hecho hacia las comunidades más pobres, durante décadas de abandono institucional por parte de quienes hoy se forman en la línea de fusilamiento, para lanzar sus ofensas mediáticas.

    El último ejemplo y de los más deleznables que han tenido lugar hasta el momento, se dejó ver cuando en días recientes, en distintos estados de la república -y curiosamente, todos de oposición-, tuvieron lugar ataques hacía la población perpetrados por comandos armados, quienes parecieron tener como indicación, atacar a personas indefensas sin aparente provocación.

    Ante estos hechos, los fusiles golpistas conservadores, en manos de sus periodistas y lectores de noticias; no hicieron más que propagar el miedo entre la población, dejando entrever -además-, que dichos ataques han sido una estrategia utilizada por el gobierno, para atacar y hacer ver que es necesaria la incorporación de las fuerzas armadas al combate al crimen organizado, esto último en franca alusión a la “incorporación” de la Guardia Nacional a la SEDENA. En cascada, la redes sociales se llenaron de mensajes insinuando que dicho movimiento logístico sería militarizar al país.

    Ante sendas muestras de cinismo de la oposición me pregunto, ¿no fueron ellos, la oposición, quienes tenían ya militarizado al país desde el gobierno genocida de Felipe Calderón?, ¿no fueron normales escenas ver carros artillados transitando por las principales calles de todos los estados del país, ante la amenaza de violencia por parte de cárteles del crimen organizado?, ¿se les olvida que operaron al margen de la ley para utilizar a militares en funciones que no les correspondían, mientras abandonaron a su suerte a una institución como la Policía Federal, quien carecía de recursos y elementos para el cumplimiento de sus funciones?, ¿no fue durante el mando de los gobiernos PRIANISTAS que la militarización significó uno de los pasados recientes más negros para las fuerzas armadas, al haber sido señaladas de actos de tortura y desaparición como el caso de los normalistas de Ayotzinapa?

    Sin lugar a dudas es evidente que estamos lejos de alcanzar cifras deseables en la reducción de las estadísticas de criminalidad; es obvio que tratándose de la integridad de nuestros seres queridos, todos queremos vivir en un país libre de violencia; pero los empeños de la derecha mexicana por hacernos creer que todas las desgracias son culpa del actual gobierno, que estábamos mejor con ellos, que tienen la clave para solucionar los conflictos en los que ellos nos metieron a todos en principio de cuentas; no son más que las bien definidas “patadas de ahogado” ante una eventual derrota en los estados donde aún son gobierno, donde todavía mantienen subyugado al pueblo a sus malos manejos, donde todavía controlan a la prensa para que realicen actos de proselitismo a su favor, convencidos de que en términos de concienciación social e impacto informativo, todavía pueden engañar a un pueblo cada día más politizado.

    Así que podrán ir y venir más periodistas y falsarios a crear sueños húmedos para la derecha, intelectuales orgánicos dedicados a llenarse los bolsillos sin convencer a nadie de sus falsos silogismos, mandar oficios a organizaciones internacionales acusando un estado  rebosante de violencia que nos heredaron o cartas jurásicas de Porfirio; todos en la derecha están condenados a ser piezas de museo -o de alcantarilla-, ante el surgimiento de los movimientos de izquierda que se fortalecen en el continente, que se generan por un pueblo más unido. Mientras los conservadores mienten, las conferencias mañaneras cobran más fuerza; mientras ellos fingen, cada vez más gente les da la espalda; mientras calumnian, son más repudiados; mientras ellos más se aferran al poder, un pueblo más democratizado, se los quita.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc
  • Reforma Político-electoral

    Reforma Político-electoral

    El día 12 de julio el Rector General de la Universidad Autónoma Metropolitana, recibió una solicitud de diálogo con estudiantes de la institución. El Diputado Hamlet García Almaguer, secretario de la Comisión de Reforma Política-Electoral fue el emisor de tal petición. La UAM hizo las gestiones necesarias para llevarla a cabo. Las diferentes unidades de la universidad se dieron a la tarea de invitar a los estudiantes para que el pasado miércoles 10 de agosto en las instalaciones de la Rectoría General, se pudieran discutir las preguntas que el documento sembró en los estudiantes. 

    El Diputado Hamlet García, la Diputada Marisol García Segura, la Maestra Gabriela Jiménez Godoy, presidenta de Que siga la democracia, fueron moderados por el Doctor Mario Andrés de Leo Winker en una sesión que duró alrededor de dos horas. Primero la Diputada Marisol García cambió la modalidad academicista típica de los rituales universitarios y nos presentó un sketch personificando a un “opositor” en el congreso. Comentó los principales dichos que se colocan en medio de las propuestas y los convierten en caprichos hechos a modo que atentan contra la democracia. Debo decir que la diputada hizo referencia a personajes muy sonados, características inconfundibles, como mis hernias que de pronto no me dejan trabajar.  

    Debo decir que su ejercicio fue muy bueno, aunque en momentos desencantado por la nula respuesta de los estudiantes. Quizá no por desinterés, tal vez por falta de referencias o más bien su juventud, la cual interpreto como un suceso que no esperaban vivir. Tal vez existe una apatía propia de las nuevas generaciones. El asunto es que la diputada comentó algo así: ¿Qué pasa? Es una contradicción que un joven no sea revolucionario… si yo les digo ¡vamos a la revolución!… No hubo respuesta. Eso sí, no faltaron los aplausos al concluir su presentación. 

    El turno del Diputado Hamlet García sucedió al espectáculo de la diputada, éste se centró en exponer los pormenores de la propuesta de ley. La disminución de diputados y senadores, cómo se compondrían las cámaras, la forma en la que se establecerá la representatividad a partir de la proporción poblacional de las entidades federativas y sobre todo un cambio en la configuración de un renovado Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC). El cual no sólo se va a dedicar a organizar las elecciones a nivel federal o local, sino llevar a cabo las consultas solicitadas por la ciudadanía, como la de revocación de mandato. Además, propone “que el voto popular decida la integración de la Sala Superior del TEPJF” (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación).

    Dentro de los recortes presupuestales que sangran al erario están los montos que se entregan anualmente a los partidos políticos sin ser periodo electoral. Éstos reciben alrededor de 11 mil millones de pesos al año, aunque no haya elecciones, sólo se le otorgará dinero para campañas en año electoral repartido una fracción de forma equitativa y otra de acuerdo con el comportamiento del partido; debo aceptar que no estoy de acuerdo con el porcentaje proporcional, se podría prestar a favorecer a partidos que tengan mayoría, pero el Diputado Hamlet García está convencido de que es una fórmula probada y viable. Está regulada la aportación económica de particulares para que los partidos políticos puedan solventar sus gastos en año no electoral y no podrán ser deducibles de impuesto, tampoco otorgarse a varios partidos en un mismo año. 

    Los Consejos Electorales Locales erogan a nivel nacional 13 mil 261 millones de pesos. Sin embargo, las resoluciones las termina dictaminando el TEPJF, por lo que su viabilidad es cuestionable, así que requieren retirarse por la falta de funcionalidad para la resolución de los conflictos electorales. También se propone reducir regidores en todo el país, los cuales terminan recibiendo por una actividad local un salario de diputado federal con menores responsabilidades. 50 mil millones de pesos sería el monto que aproximadamente se podría reducir con todos los cambios mencionados.

    Al final hubo una larga lista de preguntas que los estudiantes plantearon, muy interesantes todas y fueron respondidas a conciencia. La que más me llamó la atención fue una que yo misma he planteado en más de una ocasión de diferentes formas, incluso hablé del tema en la entrega quincenal pasada ¿a quién le corresponde la educación ciudadana? La propuesta de reforma político-electoral plantea que se pase de una democracia representativa a una democracia participativa. ¿Cómo vamos a encaminar nuestra sociedad hacia la responsabilidad que tenemos no sólo de ser cívicos, sino de exigir nuestros derechos y tomar el curso del país en nuestras manos, sobre todo aceptar, respetar y tolerar las decisiones de una mayoría que ejerce su responsabilidad? Espero que podamos tener un sistema electoral más democrático y que todos estemos a la altura de esa responsabilidad. 

  • El terror a la palabra terrorismo

    El terror a la palabra terrorismo

    Voy a meterme en una cuestión caliente, escabrosa e intrincada… Sé que puedo salir espinado, pero creo que más vale arriesgarse. El asunto es una palabra, la palabra terrorismo.

    Soy consciente de que es delicado hablar de terrorismo: usar el vocablo es tratar con una sabandija ponzoñosa y traicionera. ¿Entonces? ¿No sería más prudente alejarse de ella, no mentarla? En este caso no, sencillamente porque proceder así sería dar por perdida una batalla, una batalla semántica importante. La realidad es una construcción social cuyo andamiaje son precisamente las palabras.

    Sólo podemos dar sentido al mundo socialmente y por medio del lenguaje: no hablar de los asuntos que nos atañen a todos es minar trozos de realidad, perder sentido y debilitar la cohesión social: “… cualquier cosa que el hombre haga, sepa o experimente sólo tiene sentido en el grado en que pueda expresarlo”, sostiene Hannah Arendt (La condición humana). “Tal vez haya verdades más allá del discurso, y tal vez sean de gran importancia para el hombre singular, es decir, en cuanto no sea un ser político, pero los hombres en plural, o sea, los que viven, se mueven y actúan en este mundo, sólo experimentan el significado debido a que se hablan…”

    Si nadie las estuviera empleando, quizá pudiera ser conveniente mantenerse distantes de las palabras peligrosas, pero escabullirse de ellas cuando son parte de los pertrechos útiles en una disputa política resulta ingenuo y contraproducente. La palabra terrorismo se usa y se usa malintencionadamente. Si bien no es la primera vez que lo hacen durante lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a partir del fin de semana pasado la reacción y sus esbirros mediáticos han centrado su más reciente campaña de mentiras y denuestos en la palabra terrorismo. El detonador fue la cadena de sucesos vandálicos, violentos y criminales que se eslabonó en algunos puntos muy precisos del país, en concreto, en determinadas ciudades de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California. De entrada, la descarga se integró fundamentalmente con tres tipos de municiones: el Estado es incapaz de defender a la población, la quema de comercios y vehículos fueron actos perpetrados por “el narco”, “grupos terroristas” o “narcoterroristas”, y “en México no hay gobernabilidad”.

    La execrable intención de instalar en el imaginario colectivo la palabra terrorismo la explicó Rafael Barajas, El Fisgón, en un tuit: “los opositores y sus voceros insisten en instalar la narrativa de que los narcos mexicanos son ‘grupos terroristas’. Esa narrativa es peligrosa, pues desde el 11-S de 2001, Estados Unidos interviene en otros países con el pretexto de ‘combatir al terrorismo’”. De acuerdo, pero entonces, ¿no es terrorismo? Por otra parte, ¿no será que, más que la palabra o las narrativas, los peligrosos son los Estados Unidos?

    “El pensamiento es subversivo y revolucionario…”, afirma Bertrand Russell. Así que pensemos. ¿Las acciones vandálicas ocurridas el fin de semana tuvieron o no el afán de causar terror? No sólo eso parece, sino que así fueron usadas. Quemaron tiendas de conveniencia —¿todos de la misma cadena?— pero no robaron, quemaron autos y camiones pero no en todos los casos los usaron para bloquear vialidades —hay maneras mucho más sencillas y baratas de bloquear calles—. El secretario de Gobernación señaló el meollo del asunto cuando declaró que se trató de acciones “de propaganda”, es decir, realizadas con un objetivo de divulgación. ¿Qué querían dar a conocer? Proclama o manifiestos no hubo. ¿Qué querían vender? Nada. ¿De qué querían convencer al público? De nada. Querían causar terror, así que, en sentido lato, fueron acciones con propósitos terroristas.

    Terrorismo, informa el diccionario, es la “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”, y también “actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”. Dado lo ocurrido, dada la reacción de la reacción, el propósito fue dar paso a un segundo nivel de terrorismo: dar pie a que líderes (es un decir) de la oposición, opinócratas y medios bramaran a los cuatro vientos que en México hay terrorismo. He ahí la paradoja en la que estamos metidos y de la que urge salir: efectivamente, asegurar que en México impera el terrorismo es terrorismo, pero denunciarlo… ¿implica terrorismo? 

    Emparentar vandalismo, narco y terrorismo es una estratagema perversa. Los eventos ocurridos en sitios específicos de cuatro estados del país fueron actos vandálicos, incuestionablemente. Pero cómo se puede afirmar que los cometió el narco, como varios periódicos publicaron en sus primeras planas. Hoy el narco es una categoría de análisis tan seria como El coco. ¿Por qué usarla entonces? Pues porque si fue el narco es responsabilidad del gobierno federal combatirlo. Y si es narcoterrorismo se engarzan dos monstruos y se tiende la trampa, el coqueteo al intervencionismo yanqui. En suma, fueron acciones de vandalismo planeadas para causar terror y usadas con propósitos de terrorismo mediático. 

  • Izquierda VS Zombies

    Izquierda VS Zombies

    En días pasados un video ha sido viralizado a nivel mundial, en donde en diferentes locaciones de EU se observan personas en condición de calle y con visibles estragos por adicciones y diversas enfermedades que los aquejan; dicho panorama pareciera sacado de una película de zombies. 

    Tristemente algunos congresistas como Ted Cruz están más PREOCUPADOS  de lo que acontece en países de Latinoamérica, en sus procesos de elección de presidentes y han hecho declaraciones donde prácticamente los tildan de enemigos de EU solo por el hecho de pensar distinto, o por ser de izquierda dura como ellos mencionan; sin embargo, ni mencionan el barrio de Kensington, Filadelfia, el cual es un ejemplo de un barrio llamado ZOMBIE, en donde se puede observar la enorme desigualdad y miseria que viven ciudadanos americanos, quiénes están en el total abandono por parte del gobierno de EU, sumidos en las drogas y sin hogar, comportándose de una manera errática y  que ha sido objeto de varios reportajes que han dado la vuelta al mundo.

    Esta semana Ted Cruz volvió a atacar la libre democracia de Latinoamérica, y con tristeza se puede observar el apoyo de los diferentes sectores de la Derecha en los diferentes países que han renovado a sus mandatarios que son de afinidad de Izquierda; automáticamente EU los pone en la lista de probables enemigos o gobiernos que representan una amenaza por el solo hecho de que dejaron atrás un modelo que ha sumido en la miseria y endeudamiento a estos países por décadas, tal y como el caso de México en el 2018.

    En nuestro caso, nuestros vecinos han sido testigos de cómo nuestro país se ha fortalecido desde el interior a base de políticas de austeridad, acciones para lograr autosuficiencia energética, alimentaria, apoyos al campo y proyectos estratégicos que a mediano y largo plazo, abonarán en el fortalecimiento de la nación; realmente ése es el temor de estos personajes de la política americana: El ver que esos países están buscando alternativas ideológicas diferentes para lograr fortalecer su economía SIN depender de gobiernos extranjeros, disminuyendo su deuda o como en el caso de México, cerrando la solicitud de prestamos a los diferentes financiadores internacionales, y buscar a base de ahorro interno, crecer y ser competitivos en este mundo globalizado; de manera paradójica, el pensar distinto y busca el beneficio como país, los legisladores estadounidenses lo perciben como una AMENAZA, sin embargo no es más que un intento fallido de socavar gobiernos de reciente formación, o que aun se van a consolidar, como el caso de Gustavo Petro en Colombia, quien ha sido visto con desconfianza por criticar la política antidrogas y el tratado de Libre Comercio con EU… pareciera irreal, pero son prácticamente los mismos argumentos que se han vivido en Mexico desde que López Obrador llego al gobierno.

    Hoy en día se puede visualizar una nueva era en política exterior en Latinoamérica, donde las naciones puedan expresar libremente su sentir y disentir en cuestiones que anteriormente no era posible hacerlo. Hoy por hoy, la izquierda gana adeptos rápidamente en Latinoamérica y el mundo, ya que se observa una mejora sustancial en rubros importantes como en las políticas públicas, los niveles de endeudamiento, por lo que la libertad le está incomodando a quienes por décadas se han beneficiado de las políticas de la derecha, en donde han vendido empresas, saqueado y llevado al borde de miseria a más de un país, sólo por el hecho de crear riqueza para unos cuantos; sin embargo, el tiempo de la izquierda está llegando a una etapa crucial, en donde la unidad interna es el pilar para poder seguir ganando terreno.

    Los Zombies en EU son personas que requieren apoyo de manera inmediata, son seres humanos que viven en las condiciones más deplorables que puedan existir, comiendo de la basura, sin los servicios básicos, y sin embargo los congresistas no les prestan la menor atención, ya que no representan ingreso ni beneficio económico o peor aún, no son estadística para las votaciones, por lo que tal parece que actualmente podemos ver una política  pública en EU de Candil de la Calle y Obscuridad de su casa, que por cierto la casa tuvo más de 100 mil muertos por drogas el año pasado, por lo que antes de PREOCUPARSE por otros países, deberían implementar de manera urgente políticas y acciones que eviten tener estas escenas dignas de película de ciencia ficción.

    Así que antes de observar la paja en el ojo ajeno, observa el Zombie que tienes en el tuyo.

  • A la maestra con cariño

    A la maestra con cariño

    En el tramo recorrido hasta ahora en este sexenio no ha habido secretario (a) del gabinete más descalificado que Leticia Ramírez Amaya… ¡y eso que formalmente lleva tres días en el cargo! Pero lo primero que se debe tomar muy en cuenta es que las descalificaciones no son a partir de los resultados obtenidos (por obvias razones), tampoco emanan de la opinión pública o de los actores ligados al sector. ¡Nada de eso!

    Las múltiples descalificaciones con un alto contenido clasista provienen de lo mas nefasto y retrógrada de la derecha de este país y su ejército de comunicación social encarnada en los voceros de siempre. Pero a todo esto, ¿realmente qué es lo que le molesta a la oposición, la cercanía de Ramírez Amaya con AMLO, la trayectoria, o la posibilidad de consolidar una alianza entre fuerzas inminentes como la de los maestros y MORENA? 

    No hay que ser un intelectual o analista político de renombre para pescarla a la primera, Lety, como todo mundo suele llamarla, posee una serie de cualidades entre las cuales destacan la sensibilidad política y la apertura para el diálogo con quien sea. Aunado a lo anterior, en lo absoluto desconoce las carencias y los retos a los que habrá de enfrentarse la SEP y nuestro desastroso modelo educativo que no puede transformarse de la noche a la mañana y que requiere de la participación conjunta de muchos actores, incluso más allá del sector público, dado que la transformación debe acompañarse del sector privado e incluso de la sociedad civil organizada.

    Por supuesto que el reto es enorme, y más por la coyuntura política que atravesamos de cara a esta fase final del gobierno de AMLO, pero por más que se empeñen en descalificar a Leticia Ramírez, injustamente por cierto, lo real es que logrará transitar para bien en esta nueva encomienda y sí, lo que le preocupa a la oposición es la posibilidad latente de que, con ella al frente de la SEP, no sólo se presente una actuación “decorosa” por decir lo menos, sino que además su sentir político le generará condiciones favorables a la Cuarta Transformación y logrará cimentar una alianza firme entre la CNTE y el SNTE que respalde a López Obrador.

    No sólo eso, las aspiraciones de muchas agrupaciones políticas que buscarán convertirse en partidos políticos y que hoy, por cierto, han perdido liderazgo e interlocución con los profesores, se verán mermadas de manera significativa, puesto que los dirigentes de las diferentes secciones tanto del sindicato como de la coordinadora, ya son viejos lobos de mar en esto de las alianzas, y sin duda optarán por decantarse en masa con la Cuarta Transformación.

    Pero, si por alguna razón existieran dudas sobre las motivaciones de la oposición para tal grado de clasismo en contra de la nueva titular de la SEP, basta con echarle un ojo a las declaraciones de la “maestra” Elba Esther Gordillo. ¡Caray, pinche tiempo de híbridos que vivimos! Ahora resulta que una de las principales responsables de lo pobre de nuestro sistema educativo y otrora flamante cómplice del gobierno, dice que es un error anteponer lo político a lo educativo; Uta, claro que lo es, volteando a ver a Limón Rojas o Vázquez Mota, se puede constatar. Por cierto, alguien habría de decirle a la maestra que hay de cabecillas a cabecillas, si no, que le pregunten a Jonjitud.

    En fin, ardua tarea tiene frente a sí Leticia Ramírez, y no, no sólo se trata de los estudiantes y su desarrollo, aunque sea en mi opinión lo mas importante, también se ocupa atender de manera correcta las demandas de los maestros y que todo, en su conjunto, bajo la más amplia estrategia integral, contribuya a elevar nuestro nivel educativo. Ahorita la verborrea está a todo lo que da, sin embargo, al final del día lo que cuentan son los resultados.

    Para acabarla de amolar

    Hace no mucho, quizá un par de años, escuché la manera en la que vulgarmente se expresaba un líder sobre la Jefa de Gobierno; rechacé el uso de calificativos y me gané una serie de críticas que Dios guarde la hora. Hoy veo al mismo personaje llamando a otros liderazgos a organizarse para apoyar la candidatura de Sheinbaum. ¿Hasta cuando entenderán que el desprestigio que cargan muchos colectivos es por este tipo de actuaciones y por la falta de congruencia? Es como la multicitada Antorcha Campesina, ¿sabrá el presidente en cuantos estados y en cuantas ocasiones liderazgos pseudomorenistas (especialmente del EDOMEX) les han pedido apoyo para las elecciones? Parece que se reparten el trabajo, mientras unos pegan, otros ponen cara de súplica con tal de llegar al cargo.

  • Sequía, ya no es

    Sequía, ya no es

    Uno de los problemas que preocupan más en el estado de Nuevo León, además de la seguridad o el transporte, es la crisis hídrica.

    Por un largo tiempo, desde la ciudadanía se ha señalado que este problema no es producto de una sequía, ya que no lleva ni un año que se presentaron lluvias generalizadas en la entidad.

    De hecho, para que fuera justo hablar de una sequía, debería haber un prolongado tiempo sin lluvia. Cuestión que no ha ocurrido; para esto, se requiere de años, no de meses.

    Por tal razón, los mismos neoloneses y ciudadanos de otros estados, hablaban de la posibilidad de un saqueo al vital líquido. Hipótesis que incluso fue comprobada por el gobernador; aunque sin señalar a empresas clave que cuentan con grandes concesiones de agua.

    Algunos señalaban que la excusa de la sequía era una estrategia de Samuel García para bajar recursos de la federación, lo cual, en efecto, ha logrado con éxito tras la firma de un decreto presidencial hace unas semanas y los apoyos económicos para la construcción de un segundo ducto en la presa “El Cuchillo”, así como para la presa “Libertad”.

    Sumado a esto, el estado de Nuevo León ha obtenido más recursos por el aumento en las tarifas del servicio de Agua y Drenaje de Monterrey, las cuales, aunque costosas y nulo servicio en los últimos meses, han sido cubiertas en su mayoría por los ciudadanos.

    Además, se prevé un nuevo aumento, lo cual se negó en un primer momento, pero que luego se consideró implementar para aquellos hogares que usen más agua de lo debido.

    Y en ese orden de ideas, desde el gobierno de Nuevo León, emprendió una nueva retórica. Por un lado, se ha presentado un constante ataque a los ciudadanos; incluso, se llegó al extremo de culparlos de no ser empáticos y no saber cuidar el agua.

    Samuel García lo ha expresado claro: «¿Qué estás haciendo tú, como ciudadano, para cuidar el agua?». Una pregunta que ha ocasionado algunos encuentros innecesarios entre los ciudadanos.

    Por ejemplo, ante esta crisis y esta declaración del mandatario, la forma de observar qué uso le dan al agua los vecinos, ya no es igual. Se les empieza a ver con malos ojos.

    De esta forma, se ha opacado un poco la denuncia de un saqueo. Ha ocasionado que exista un grado de sentirse culpable con el uso que se le da al vital líquido. De cierta manera, el discurso ha calado en los neoloneses.

    Por otro lado, desde el mismo gobierno se ha indicado que esta crisis hídrica se debe a una sequía. 

    Sin embargo, esta arista queda ya descartada. No solo porque en los últimos días se han presentado lluvias generalizadas, o bien, por un pronóstico que asegura este fenómeno meteorológico por las siguientes dos semanas, sino porque además se tiene contemplada la llegada de una onda tropical proveniente del Atlántico.

    Por lo pronto, parece claro que la excusa de la sequía, ya no es. Nuevo León entra en su temporada de lluvias por tercer año consecutivo en el solsticio de verano y en plena canícula.

    Por tanto, lejos de culparse unos a otros, habría que averiguar y retomar la idea del saqueo, ya que aún siguen datos que no cuadran, porque sequía, ya no es.

  • ¿Quién es Leticia Ramírez Amaya?

    ¿Quién es Leticia Ramírez Amaya?

    El día de ayer en la mañanera nuestro presidente nombró a la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública y el día de hoy les hablaremos de… Quién es Leticia Ramírez Amaya.

    Nació el 25 de marzo de 1961 en la Alcaldía Benito Juárez en la Cuidad de México. Egresó de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros; fue profesora de primaria de 1980 a 1994, y es antropóloga e historiadora por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). También participó en la organización “OIR. Línea de Masas”, una de las múltiples fracciones del maoísmo.

    Fue activista por la lucha magisterial en la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación, siendo profesora de educación primaria en el entonces Distrito Federal,  y dirigente sindical de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), donde fue la Secretaria de Organización de Preescolar, Primaria y Niveles Especiales en la Sección IX del SNTE, sin embargo, no llegó por cuotas ni negociaciones del gobierno, ni con el SNTE, ni con la CNTE..

    En 1989, formó parte de la  Comisión Negociadora ante la Secretaría de Gobernación y la SEP, a fin de exigir el cumplimiento de las demandas magisteriales en el paro indefinido.

    Fue Secretaria de Organización y en la Dirección del Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), siendo presidente del partido Andrés Manuel López Obrador, a quien conoció a su llegada al zócalo capitalino, cuando encabezó el éxodo de Tabasco al perder las elecciones en esa entidad.

    Con Marcelo Ebrard en el gobierno capitalino, también fue responsable de la misma área de Atención Ciudadana. 

    En 2018 El Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador  nombra a Leticia Ramírez como Directora de Atención Ciudadana. 

    Su llegada a la Secretaría de Educación Pública será complicada. Delfina Gómez Álvarez ha dejado una dependencia llena de enfrentamientos internos, pugnas por el poder y proyectos a medio terminar, ya que con su poco tiempo en el cargo falta mucho por hacer en un sistema educativo con tantos cambios sin aterrizar.

    Uno de los principales pendientes es el aterrizaje, manejo y modificaciones a la nueva propuesta educativa, un esfuerzo que le da vida a la Nueva Escuela Mexicana y que ha dado pie a grandes encuentros y desencuentros entre la comunidad educativa nacional. Y con el  reto de hacer esto a contra reloj, ya que es poco el tiempo que le  queda a la administración del Gobierno que encabeza el  presidente AMLO.

    Estaremos atentos de cómo se desarrolla esta entrega de puesto, y esperamos que Lety Ramírez tenga el apoyo que va a necesitar, ya que hablamos de una de las Secretarías más importantes y más lastimadas en la época del neoliberalismo en México. 

    A sus 61 años de edad, esta mujer 4T llega con muchas  ganas de sacar este encargo del Presidente de la mejor manera, y le decimos ‘mucha suerte, Lety; la vas a necesitar”

  • Como digo una cosa, digo otra

    Como digo una cosa, digo otra

    La élite ilustrada, aquella que dicta y norma nuestro actuar, está convencida de que los periodos de atención de la ciudadanía son similares a los de un niño de tres años. Bajo esta certeza, han desarrollado una estrategia comunicativa que ―si bien pudiera parecer que salta de un tema a otro sin ton ni son, sin orden, sin una propuesta clara, sin mayor objetivo que el de mantener entretenidos a los votantes, que sostiene aquello que mañana contradice― apuesta por la infantilización de la sociedad y la reconstrucción de un electorado superfluo y voluble que aplauda medidas que los afecten directamente, y se oponga a aquellas que contribuyan a la mejora de sus condiciones de vida. Asunto que, está de más ahondar en ello, contribuye a beneficiar a quienes deben ser beneficiados y quienes ven amenazados y afectados sus privilegios en nombre del bien común. ¿Común para quién, si a ellos les resulta ajeno?

    A diferencia de lo que sucede con la CuatroTé en general y con Andrés Manuel López Obrador, que cada mañana hace un intento por explicar a propios y extraños el devenir de las políticas públicas. La oposición, estupendamente asesorada y con un conocimiento profundo de la psique y las emociones humanas, sabe que lo único que importa es conservar la atención de la audiencia, y para ello, está dispuesta a dar cuantas maromas sean necesarias; simplemente veamos la forma en la que de cuando en cuando lamentan la desaparición del Seguro Popular, sin entrar en detalles, sin revisar nada, sin profundizar en el fracaso y saqueo que el SP significó para el Sistema de Salud, simplemente deslizan el dato e irrumpen en la mente de la ciudadanía sembrando la semilla de la duda, para después, saltar a otro tema no relacionado e insistir en el fracaso del gobierno. 

    De tal suerte que la ciudadanía no termina de asimilar el Ahuehuete de Reforma ―si está seco o verde― y ya se está discutiendo algún pedazo de información descontextualizada sobre el Tren Maya, Dos Bocas, la oleada de violencia en tal o cual lugar, la controversia por el TEMEC, etc. ¿El objetivo? No permitir que ninguna idea siente sus reales en la cabeza de los votantes, garantizar que todo lo sólido se desvanezca en el aire. A final de cuentas, sabemos lo peligroso que puede resultar para unos cuantos que la mayoría piense en el bienestar colectivo: el enriquecimiento de esos pocos se ve directamente afectado cuando se anteponen los intereses de la mayoría a los suyos.

    En este sentido, el 15 de agosto, Porfirio Muñoz Ledo firmó un llamado para Restaurar la República, la cosa pública, la cual ―sostiene el siempre iluminado Don Porfirio― se ve amenazada por la creciente militarización del país. Si a estas alturas de la misiva de Muñoz Ledo, los lectores no están de pie y aplaudiendo, no sé qué misiva estarán leyendo, porque la maroma del siempre contorsionista Porfirio es una acrobacia magistral y lo demuestra unas líneas adelante al sostener que se está entregando a las fuerzas armada el control del aparato del Estado, al mismo tiempo que afirma ―como no ha dejado de hacerlo nuestra heróica oposición que resiste a este gobierno desde la comodidad de sus curules plurinominales, sus ranchos o pensiones vitalicias― que hay un derramamiento de sangre ciudadana, resultado de un pacto con el crimen organizado, argumentos contrapuestos en apariencia que no pueden más que significar que para Muñoz Ledo y la oposición, existe un acuerdo entre el crimen y el ejército.

    Si para este punto el lector sigue dudando de las capacidades retóricas, equilibristas y para dar volteretas de Porfirio, cuya flexibilidad envidian hombres y mujeres que aún no alcanzan los veinte años, baste mover los ojos por la siguiente línea del llamado muñozlediano, para atestiguar un salto cuántico sin referente alguno en la existencia: Porfirio afirma que “los soldados y marinos son el último reducto de la soberanía nacional y de las libertades públicas”, es decir: que a pesar de poner en riesgo la existencia de la República Mexicana, a pesar de sostener un pacto con el crimen organizado, son la única alternativa para preservar al Estado Mexicano. En otras palabras, para Porfirio Muñoz Ledo, no hay más remedio que pactar con el crimen organizado para salvar a la República, resistir a la opresión y al despotismo ―la fórmula es de FECAL, pero tiene algún mérito Porfirio al retomarla. En resumen, si algo logra Muñoz Ledo con su llamado, es captar la atención del lector, mediante acrobacias y saltos espectaculares, para sostener absolutamente nada.

    Entrados en gastos: la estrategia de comunicación opositora se ha visto fortalecida en los últimos días por un esfuerzo envidiable de hacer entender a la población ¡poniéndose al nivel de la población! Y sin olvidar que somos como niños de tres años, que nos equivocamos votando por AMLO y que en las próximas elecciones es importante que razonemos nuestro voto. Este complemento a la brillante estrategia de la oposición es el toque de gracia que les hacia falta para seguir ganando simpatizantes. Nada como insultar al electorado, al que has estado tratando como niño, diciéndole que esperas que en las próximas elecciones se comporte a la altura y piense primero en los intereses de los inversionistas (nacionales y extranjeros) y en las necesidades de quienes más tienen que ―como ya hemos dicho en este espacio― no están acostumbrados a hacer sacrificios.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
  • Los cambios en el gabinete: La nueva secretaria de Educación Pública

    Los cambios en el gabinete: La nueva secretaria de Educación Pública

    Imagine que usted tiene que escoger un secretario de educación pública a nivel nacional. Lo primero que haría, suponemos, sería buscar a la gente con mayor conocimiento y experiencia. Pero tiene un problema: La gente que dice que tiene mayor conocimiento y experiencia tuvo algún cargo en sexenios anteriores, caracterizados por la corrupción y el compadrazgo. 

    Su gobierno es nuevo, quiere romper, hasta donde sea posible, con lo anterior. ¿De dónde entonces puede sacar un secretario o secretaria para el puesto? Entre las opciones que le quedan, ya que no es posible buscar al de mayor experiencia o conocimiento sobre el cargo, sino que es buscar a alguien que sea de su entera confianza. Tal vez no sea una persona que a los ojos de los demás tenga todas las credenciales necesarias, pero lo que usted busca es que pueda confiar en dicha persona y, sobre todo, que esté de acuerdo con su proyecto.

    En sexenios pasados, la tarea era menos complicada. El presidente en turno tenía un grupo de personas, no sólo de su círculo cercano de colaboradores y amigos, también funcionarios de sexenios anteriores, y podía escoger entre un número mayor de candidatos. El presidente López Obrador no tiene una tarea sencilla. Conformar un gabinete implica elegir entre la gente con mayor experiencia o entre la gente de mayor confianza. Ese es el delicado equilibrio de este sexenio. Por eso cada nombramiento va acompañado siempre de las mismas críticas: quienes reclaman que el funcionario elegido no tiene la capacidad, el conocimiento o la experiencia, y quienes reclaman que se está reciclando gente de sexenios anteriores, lo que consideran una traición al movimiento.

    Con el nombramiento de Leticia Ramírez Amaya ¿qué podemos esperar? Tal vez lo primero es que se avance en el proyecto educativo del presidente López Obrador, centrado en los intereses y necesidades de la población del país, más que en intereses económicos y particulares. Que se consoliden algunos de los resultados que, se supone, se han venido gestando dentro de la institución. Que se continúe con el ordenamiento del personal dentro de la secretaría, cooptado por colaboradores de sexenios anteriores. Dada la experiencia de la maestra Ramírez, que se siga dignificando la labor del personal docente. Y, por último, crear las condiciones que permitan asegurar el acceso de la población mayoritaria a una educación de calidad.

    Podemos darle un voto de confianza al presidente y a la nueva secretaria, pero eso no implica un cheque en blanco. Debemos esperar y exigir resultados. Un proyecto político no se alimenta sólo de lealtad y confianza.

  • La 4T hacia el futuro

    La 4T hacia el futuro

    Faltan dos años. Pero ni el tiempo, ni los deseos conservadores esperan. López Obrador, ante la incredulidad de quienes lo han caracterizado con los adjetivos más nefastos e inverosímiles, ha anunciado que, apenas termine su mandato, se alejará de toda actividad política. Ni reelección, ni dirección tras los telones. 

    Nuestro mayor líder se nos va del frente. Y, aunque nos pese, más que preocuparnos, debemos ocuparnos. El presidente no está sino siendo congruente con toda su trayectoria política, nos ha dejado enseñanzas profundas y ha sentado las bases para una transformación social, cultural y política, que apenas ha comenzado. Nos toca continuar con ese proyecto nacional de justicia social y económica.

    El miércoles pasado, Jesus Ramírez Cuevas nos visitó en la UAM Xochimilco para hablar sobre los retos que enfrenta la cuarta transformación. Junto a él, la académica Diana Fuentes  y la periodista Alina Duarte, hicieron un recuento de los alcances y retos que la Cuarta Transformación, el movimiento lopezobradorista, ha enfrentado y seguirá enfrentando en los ámbitos académicos, periodísticos y sociales en general. El balance, aunque no de ensueño, es, por lo menos, mucho más favorable que el panorama al que el régimen neoliberal y corrupto nos estaba conduciendo. 

    Se habló de la lucha por la narrativa, aquella en la que, tanto los intelectuales orgánicos del viejo régimen, como los comunicadores a sueldo, se han esmerado en controlar. Estos han intentado, por los medios y formas más probadas, más conocidas, y, por lo mismo, más caducas, establecer una narrativa de un México sumido en el caos social y económico. Y, bien, no ha funcionado. Como sugerí, cuando se me dio la palabra, lo que anula todo intento conservador-neoliberal por controlar la opinión pública -tal como lo habían hecho en el pasado para preservarse en el poder y en el privilegio- es la distancia tan evidente entre su narrativa artificial y la realidad que están viviendo y analizando -aunque les cueste entenderlo a los ideólogos del viejo régimen- los sectores de la población que históricamente habían sido marginados de toda participación pública.

    El control de precios de los combustibles, de la electricidad y, ahora, de la canasta básica, así como la paridad sostenida del peso con respecto al dólar, no pasan desapercibidos por la población. Tres crisis, la de la pandemia, la de la inflación y la de la guerra en Ucrania, han jugado en contra del gobierno de López Obrador, y, a diferencia de lo que habíamos vivido en las décadas pasadas, México ha salido avante como uno de los países donde las afectaciones socioeconómicas han sido menores. En comparación, incluso, de las potencias económicas más grandes del mundo. Imposible no notar y valorar, como pueblo, que a pesar de las crisis mencionadas, el país no se esté cayendo y, ni siquiera, haya tenido que endeudarse, como esperaban los oportunistas de siempre.

    López Obrador no dejará un país perfecto. El carácter mesiánico que tanto se empeñaban en criticar los opositores sólo existía en sus alucinaciones fóbicas. Lo que sí dejará nuestro presidente, nuestro líder político vigente, es un marco constitucional y legal que será muy difícil modificar, por lo menos en el corto y mediano plazo; un sistema de programas sociales establecido y enraizado entre la población; una cultura de la administración pública sin privilegios ni gastos innecesarios; y, lo que juzgo aún más importante, una cultura de la denuncia de toda forma de corrupción, discriminación, exclusión y despojo; además de una forma de comunicación más directa, crítica y enfocada a la discusión de temas sociales legítimos. 

    El presidente, con su ejemplo diario, nos ha demostrado que “el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás”. Nos tocará a nosotrxs, y a las generaciones que están por incorporarse como ciudadanxs, continuar luchando por un sistema social cada vez más justo y sin discriminación.