Un día después de que el INEGI diera a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares 2022 (ENIGH 2022), el director editorial de El Financiero, Enrique Quintana, tuvo a bien titular su columna “Nada que celebrar con AMLO”. Sin exagerar, la ENIGH provee una inmensidad de datos que permiten analizar la profundidad del cambio que de diciembre de 2018 a la fecha está experimentando México en materia de políticas públicas y modelo de desarrollo, y si bien el análisis detallado requiere tiempo, abundan las buenas noticias evidentes. Adelanto que, a diferencia de lo que escribe el columnista Enrique Quintana, yo sí encuentro mucho que celebrar. Enseguida, van algunos botones de muestra:
- En 2022, el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar aumentó 11% respecto a 2020 y 4.6% con relación a 2018. ¿Poco o mucho? Recordemos el gran contexto para entender que, después de la crisis económica global provocada por la pandemia de covid-19, la más grave en un siglo, en México la gente recuperó su nivel de ingreso.
- Considerando a todos los hogares del país, desde el más pobre hasta el más acaudalado, el gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar fue de 39,965 pesos en 2022, 17.2%, 2.1% y 4.0% más que en 2020, 2018 y 2016, respectivamente.
- Entre julio de 2018 y julio de 2022, el ingreso por trabajo de los hogares más pobres se incrementó en promedio 29% en términos reales. Y, claro, en donde dice “el ingreso por trabajo de los hogares más pobres” bien podría decir “el ingreso del proletariado más explotado”.
- El coeficiente de Gini, el cual se usa para apreciar la desigualdad —cuando el valor se acerca a 1 indica una mayor concentración del ingreso; en cambio, cuando el valor del Gini se acerca a 0, la concentración es menor— pasó de 0.499 en 2016, a 0.460 en 2022. O sea: disminuye la desigualdad.
- Por programas sociales, de 2018 a 2022 hubo un aumento real de 24% para el 10% más pobre de los hogares mexicanos.
- En salarios, de 2018 a 2022, el aumento para el 10% más pobre fue de 41% real.
- En 2022, los hogares con más ingresos percibieron 15 veces más que los hogares con los menos ingresos, lo cual muestra una espantosa desigualdad. Pero, la brecha se estrechó considerablemente en muy poco tiempo: en 2016 la diferencia era de 21 a 1.
En su newsletter del jueves 27, muy temprano El Financiero promocionaba la lectura del texto de Enrique Quintana, con el siguiente adelanto: “Hay resultados positivos de las políticas sociales sobre el ingreso y la desigualdad. Pero, nada espectacular. No hay un cambio cualitativo en México”. El clásico “sí pero no”, y la reiterada postura miserable de la reacción conservadora. Y reitero, miserable, y en todos los sentidos…
En principio, hay que lamentarse: ¡qué miserable, pobre señor Quintana! —el adjetivo miserable tiene su origen en el latín miserabĭlis que significa “digno de compasión”, “lamentable”—.
Ahora, la RAE en su diccionario alude cinco acepciones para el vocablo miserable:
- adj. Ruin o canalla. Apl. a pers., u. t. c. s. Y ni dudarlo: el ataque del editorialista es ruin en el sentido de pequeño y desmedrado. Querer tapar el Sol con un dedo es una estratagema miserable.
- adj. Extremadamente tacaño. Apl. a pers., u. t. c. s. ¿“Nada espectacular”? Un juicio miserable, en tanto mezquino: falto de generosidad y nobleza de espíritu. Los resultados que testimonia la ENIGH muestran un cambio de tendencia —el empobrecimiento de los más pobres— y un avance en la nueva dirección —los pobres ganan 20.4% más que en 2016—, si eso no le resulta espectacular al señor Quintana es porque el cambio no le complace.
- adj. Extremadamente pobre. Apl. a pers., u. t. c. s. En efecto: el texto es miserable por escaso de recursos. Por ejemplo, Quintana increpa: “Las brechas persisten.” ¡Uy, qué mal López Obrador, no solucionó en cinco años la injusticia social favorecida durante al menos cinco siglos de capitalismo!
- adj. Dicho de una cosa: Insignificante o sin importancia. ¿A cuánta gente podrá convencer el señor Quintana de que las cosas no están mejorando en México? ¿Tendrá algún impacto su lamentación en lo que percibe la ciudadanía, la famosísima gente de a pie?
- adj. Desdichado, abatido o infeliz. U. t. c. s. Pues sí, miserablemente, como casi cualquier conserva, el señor sigue apabullado por la realidad; ni modo, qué desdicha la suya.
- @gcastroibarra
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