Las campañas presidenciales: entre el Proyecto de Nación y el proyecto del miedo

“… La transformación pacífica y democrática que hemos alcanzado, es una verdadera hazaña. Es un cambio verdadero sustentado en principios de honestidad, amor al pueblo y amor a la patria y fíjense bien, contrario a lo que piensan muchos, se ha logrado con diálogo, con el debate profundo de las ideas y proyectos y con la participación de todos los sectores… Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado a no caernos frente a ninguna adversidad, a no arrodillarnos frente al poder del dinero, a confiar en el pueblo y su dignidad, y a que cuando hay revolución de las conciencias y un pueblo se empodera, reconoce su fuerza y su historia… Tengo claro que el poder es honestidad y humildad, que nuestro pensamiento es el Humanismo Mexicano, que nuestra Nación y nuestro pueblo son grandiosos y tengo claro que somos la única opción que representa el bienestar y el progreso con justicia”.

Claudia Sheinbaum Pardo. Zócalo de la CDMX. Inicio de campaña presidencial. 1 de marzo de 2024. 

La Dra. Claudia Sheinbaum Pardo inició su campaña en pos de la presidencia de la República el viernes 1 de marzo del año en curso. El nombre de la coalición Seguiremos Haciendo Historia, por la cual es candidata, efectivamente hace honor al hecho histórico que representa por ser mujer, plenamente identificada con la izquierda, tener experiencia en encargos públicos, haber participado en movimientos sociales y ser la única candidata que realmente presenta al país no un Proyecto de Nación, sino el Proyecto de Nación, porque no hay otro. 

El Zócalo de la capital del país lució lleno. Los miles de asistentes provenientes de todo México lo desbordaron y ocuparon también las calles que desembocan a esa magna plaza. La abanderada de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde dio a conocer los 100 Compromisos que integran el Proyecto de Nación con el que se compromete a trabajar por el pueblo, a no defraudar a los mexicanos y a continuar con la construcción del segundo piso para fortalecer la Cuarta Transformación

En el preámbulo de su alocución Claudia Sheinbaum preguntó a los asistentes si se sentía la 4T. Y ante la respuesta afirmativa de miles de voces procedió a confrontar al neoliberalismo, basado en la corrupción, con el Humanismo Mexicano, modelo propio diseñado durante largos años por López Obrador y aplicado durante este gobierno, el cual surgió de los mejores capítulos de nuestra historia y de un gobierno honesto y austero y desde aquí que nos oiga bien el presidente Andrés Manuel López Obrador: Es un honor… corearon cientos de los participantes encabezados por la candidata.

La presentación de los 100 Compromisos se dividió a manera de los diversos escenarios que asumirá nuestra República. Así trascurrieron una a una las dimensiones republicanas: 1) la República democrática, justa, honesta, libre, participativa y responsable; 2) la fraterna; 3) la educadora, humanista y científica; 4) la lectora y cultural; 5) la sana; 6) con vivienda; 7) de y para las mujeres; 8) con trabajo y salario justo; 9) rural, justa y soberana; 10) con energía sustentable; 11) próspera y conectada; 12) de protección al medio ambiente y sus recursos naturales; 13) con derecho al agua y 14) segura y con justicia. 

A lo largo de esos contenidos las 14 temáticas fueron detallándose hasta configurar lo que podría traducirse en el Plan Nacional de Desarrollo para los años 2024-2030. Se incluyen las bases necesarias para continuar con la transformación del régimen neoliberal en lo político y en lo económico a partir de una perspectiva social y de bienestar para el pueblo en materias de salud, educación, empleos y vivienda, enfatizando a las mujeres, a los niños y a los jóvenes. 

El desarrollo de infraestructura carretera y de vías férreas, así como en lo relacionado con puertos y aeropuertos tiene especial énfasis. La soberanía nacional cobra relevancia en los ámbitos de la política exterior, energético y rural-alimentario. Los temas del agua, el medio ambiente y los recursos naturales son sustanciales en los compromisos. Asimismo, se incluyen los temas de seguridad y justicia vinculados con la atención a las causas de la violencia, el fortalecimiento de la guardia nacional y la tan necesaria reforma del poder judicial.

La concepción que Sheinbaum y el movimiento de la continuidad con cambio tienen acerca del tema de la seguridad y el combate a la violencia queda totalmente clara en la exposición de la temática republicana en la que se encuentran inmersos los 100 compromisos. Es en el contexto de la República segura y con justicia, presentada en el lugar 14, en el que se plantea la profundización de la estrategia de seguridad y de los logros alcanzados

Esto significa que para el Proyecto de Nación de la izquierda los avances en este importante rubro no serán posibles sin que se consolide la agenda destinada al bienestar de la población en el más amplio sentido de la atención a sus múltiples derechos, así como la construcción de la paz y la justicia. En este sentido, el papel del poder judicial deberá procurar la protección de los derechos humanos y el interés supremo del pueblo y de la nación. La construcción de la paz es una responsabilidad de todos los poderes y eso solo se logra limpiando de corrupción y con coordinación. 

No pueden priorizarse la represión y el uso de la fuerza para “pacificar” al país. Sheinbaum es enfática cuando afirma: No es una cuestión de mano dura, de guerras o de autoritarismos, que no se olvide que los homicidios se incrementaron con la guerra contra el narco de Felipe Calderón. Además de que su entonces secretario de Seguridad, Genaro García Luna, ha sido declarado culpable por sus vínculos con el narcotráfico y está hoy preso en Estados Unidos solo en espera de que se le dicte sentencia.  

En contraste a los logros alcanzados en este sexenio en la disminución de los diversos indicadores de violencia en el país e incluso con la percepción que en ese sentido tiene hoy la población del país, los candidatos de la oposición a la presidencia y a diversos encargos de elección popular iniciaron sus campañas blandiendo la bandera del miedo. Cuando afirman en sus mítines o en sus mensajes propagandísticos que la población “tiene miedo” a la violencia, a que se le quiten los programas sociales a perder su propiedad privada invocan las emociones menos racionales y más vinculadas a los sentimientos de vulnerabilidad, zozobra y temor. 

Aunada a la estrategia de infundir miedo a la población, las “propuestas” formuladas por la derecha se asocian con mecanismos de represión como la construcción de una “mega cárcel” o el mayor financiamiento a los cuerpos de seguridad. Su oferta de “beneficios sociales” se simplifica a la burda copia de los programas sociales vigentes o a los derechos ya plasmados en la Constitución, atribuyéndoselos y mintiendo acerca del supuesto apoyo dado para su aprobación. Ahora resulta que tanto PAN como PRI ofrecen pensiones desde los 60 años o entrega de recursos a la juventud en tres módicas parcialidades.

Pero la revolución de las conciencias efectivamente ha calado hondo en amplios sectores del pueblo. De aquellos tiempos en los que el prianismo apostaba a echar a andar a su “voto duro” para confrontar posibles resultados adversos en procesos electorales, como más recientemente lo intentaron en el Estado de México con resultados desfavorables a sus intereses, ya queda muy poco. Incluso los expertos afirman la posibilidad de la pérdida del registro nacional del PRI, ya no se diga del PRD, con lo cual se vislumbra la sobrevivencia solo del PAN y de Movimiento Ciudadano, este último con apenas el porcentaje necesario para mantener su registro.

Este escenario está provocando en personajes de la derecha la incitación velada o abierta a mantener la guerra sucia contra el gobierno del presidente López Obrador, Claudia Sheinbaum, Morena y los candidatos de la coalición Seguiremos Haciendo Historia, e incluso a realizar otro tipo de acciones vinculadas con la violencia. 

Uno de los más abiertos personeros promotores de todo lo anterior es Jorge Castañeda el cual sin ningún pudor en su artículo de la revista Nexos, de Aguilar Camín, publicado con el título “La aguja no se mueve” el 27 febrero del 2024, afirma: “La opción para modificar el statu quo no es obvia. Pero se puede uno imaginar un par de factores. El primero consiste en un descalabro del gobierno, desde #NarcoPresidente hasta un evento disruptivo en materia de seguridad, de salud, o financiero. Se ve poco probable, aunque no imposible. El segundo es más viable: una campaña negativa feroz, de rompe y rasga, de patín y trompón, en el fango, de una candidata contra la otra. Si se cerrara la actual brecha, no se puede descartar que Morena recurra a ello”. 

Otra de Castañeda. Su intervención del lunes 4 de marzo en el programa televisivo “Es la Hora de Opinar” al no escatimar ni tener la menor pena por hacer comentarios como el siguiente “Es la guerra sucia, pero sucia en serio, contra Claudia (Sheinbaum), no es que yo recomiende que lo hagan… pero me parece lógico… con investigación de oposición, con chismes, con todo, no lo están haciendo, me dicen a mí que el PRI no quiere… si no lo hace de aquí a un par de semanas, tres semanas, ya no lo hicieron”.

Veremos por delante aún muchos episodios como los anteriores con protagonistas de la reacción del país y del exterior, pero también asistiremos a la convicción de un pueblo interesado en la política y en su participación antes, durante y con posterioridad al 2 de junio. Las acciones enmarcadas en las campañas, durante las próximas 12 semanas, serán escaparates para que la población continúe formulando sus propios juicios y madurando su convicción acerca de favorecer con su participación, mucho más numerosa que la mostrada en el 2018, a la consolidación de la 4T.

El Humanismo Mexicano traducido en los principios de amor al pueblo y a la patria, honestidad, justicia, democracia, libertad, responsabilidad y participación popular le dan el mayor de los contenidos, es decir el cómo hacer todas las tareas planteadas para llevar a cabo en los próximos años. En este sentido, cobran mayor relevancia las palabras finales formuladas por Claudia Sheinbaum el pasado 1 de marzo …tengo claro que mi obligación es llevar a México por el sendero de la paz, la seguridad, la democracia, las libertades y la justicia. Tengo claro que nuestra guía es el bienestar y la felicidad del pueblo, tengo claro que el segundo piso de la Transformación, lo vamos a construir juntas y juntos.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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