El virus del comunismo

Hace unos días fuimos testigos de algo que parecía ya inédito para nuestros tiempos…volvimos a la época de la guerra fría donde todo lo medianamente anti gobierno o democrático era visto como “comunista”. Sí, en televisión abierta (TV AZTECA) se menciona que los libros de texto gratuitos del país eran comunistas e iban a desarrollar el comunismo en niñas y niños de la educación pública. Ante este increíble suceso, decidimos hablar de por qué el comunismo sigue siendo un enemigo –muchas veces imaginario- al cual recurrir para realizar ataques a gobiernos democráticos.

El fantasma incómodo

Un fantasma recorre Europa decía Karl Marx y Friedrich Engels al comenzar su Manifiesto Comunista en 1848, se referían al comunismo como teoría política que avanzaba en la conciencia de campesinos y de la clase trabajadora. Una ideología seria que hace una interpretación de la realidad para entenderla a través de la economía política y que demostraba las bases científicas de las revoluciones en la historia y las que podrían venir en el presente y futuro.

Dichas ideas entraron en movimiento llevando a múltiples levantamientos armados que quedaron en rebeliones reprimidas pero también generaron muchas revoluciones sobre todo en el siglo XX y que hicieron acomodos geopolíticos interesantes donde más de un tercio de la población llegó a vivir en regímenes socialistas emanados de revoluciones.

Alzar la voz contra las injusticias debería ser suficiente para incomodar al poder económico y a esa minoría que concentra injustamente la riqueza del mundo, pero cuando vemos los logros que obtuvieron los gobiernos revolucionarios de matiz comunista y/o socialista vemos cuál es su verdadero temor.

Y es que los avances que podemos hablar nos pintan una realidad donde la educación pública es totalmente gratuita, laica, científica y popular. La salud también se convierte en un derecho de todas las personas y se avanza en ella con finalidad social de bienestar común. Es decir, ambos derechos en el capitalismo son vistos como mercancías para lucrar con ellos y acá no es así como ya vimos.

Estos ejemplos bastarían para darle el visto bueno al comunismo, pero también hablamos de avances científicos importantes que llevaron a la humanidad al espacio y hubo desarrollos importantes como el celular o prototipo de comunicación. En cuanto a la organización de la vida también vemos cómo los derechos laborales dignos son una realidad y la alimentación sana también está garantizada. Por lo tanto, está comprobado que han sacado de la pobreza a millones de personas a pesar de todo el embate de la derecha mundial.

Es decir, las necesidades básicas son cubiertas a cabalidad a pesar del golpeteo de la derecha del mundo que ha utilizado todos sus recursos para crear una leyenda negra acerca de estos gobiernos en la historia, utilizando datos sin comprobar de millones de muertos y llegando al ridículo de querer explicar el comunismo con vacas jaja.

La ultraderecha y el fascismo

Cuando esa leyenda negra no es suficiente los empresarios recurren a golpes de Estado y represiones, pero también a una de sus manifestaciones…el fascismo. Así es, el desarrollo de la primera y segunda guerra imperialistas (1914-1945) nos demuestra que las tendencias fascistas son una muestra más del capitalismo cuando se siente amenazado.

Nunca ha estado en contra del fascismo la derecha, al contrario forma parte sustancial de ella, está en su esencia. Por eso no es de sorprendernos que hoy en día salgan tendencias fascistas de quemar libros porque siempre han pensado así solo que intentan disimular para engañar al pueblo.

El horizonte

Cada vez que la derecha se siente amenazada va a recurrir al fantasma del comunismo con una gran cantidad de mentiras. Porque la justicia social es pariente directa de la teoría comunista y porque saben que el verdadero enemigo de la minoría puede siempre resurgir y atacar el corazón del capitalismo voraz.

Nuestro gobierno y sus políticas no son abiertamente comunistas, pero si tienen algo de ello y ¡que bueno! Toda persona que busca un mundo mejor, que lucha porque las desigualdades sociales desaparezcan tiene algo o mucho de comunista, negarlo sería intentar borrar la historia o querer frenar los cambios sociales, no lo haremos.

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