En la ciudad Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, autoridades de la entidad arrestaron a cinco miembros de la familia LeBarón, el pasado domingo 7 de agosto, por portación de armas de fuego, incluido un rifle de asalto AR-15 de uso exclusivo del Ejército, aseguraron medios locales.
De acuerdo con el testimonio de Julián LeBarón, sus familiares portaban rifles de cacería, ya que integrantes del crimen organizado estaban rodeando su casa, y solicitaron apoyo de la policía para localizar Yoli Jhonson LeBarón y a sus hijos, quienes tuvieron que esconderse entre las arboledas ante la amenaza presentada.
Según la comunidad mormona, los LeBarón fueron detenidos y golpeados por la policía municipal de Casas Grandes, entre un escándalo desatado por los demás miembros para evitar que se los llevaran.
Los detenidos fueron consignados a la Fiscalía General de la República (FGR) en Chihuahua y fueron identificados como Jessi Nefi, Jethro, Joel Nefi, Hirám Nefi y Nefi Dayer, todos de apellido LeBarón.
Según los primeros reportes, cinco integrantes de la comunidad LeBarón tripulaban una camioneta FX4 Ford con placas del estado de Texas cuando fueron detenidos y trasladados a la comandancia de Nuevo Casas Grandes.
Tras la detención, los LeBarón se movilizaron a la comandancia para tratar de liberar a los detenidos; sin embargo, en su intento de dejarlos libres se enfrentaron a golpes con policías, personal del Ejército Mexicano, la Fiscalía General del Estado y la Guardia Nacional (GN).
Nueva polémica
No han sido los mejores para la familia LeBarón, pues en su más reciente libro, la escritora estadounidense, Sally Denton, asegura que la familia LeBarón tuvo tratos con “El Chapo” Guzmán antes de la masacre de Bavispe, Sonora, ocurrida el 4 de noviembre de 2019, en donde sicarios asesinaron a mujeres y niños en un camino rural de la Sierra Madre Occidental.
“Todo esto se vino abajo cuando ‘El Chapo’ fue extraditado a Estados Unidos y sentenciado a cadena perpetua, después de lo cual grupos rivales comenzaron a pelear por el imperio de las drogas de Sinaloa, lo que puso en peligro la vida de los mormones”, dijo la autora en una entrevista para Daily Beast.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos en ese entonces, condenó la matanza, además de presionar a México a actuar inmediatamente ante esta situación. “Si necesita o solicita ayuda para limpiar estos monstruos, Estados Unidos está listo, dispuesto y capaz de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva”, dijo. La matanza significó una enorme presión para el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
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