El gobierno federal encabezado por el líder principal de la izquierda en México y uno de los más importantes de América Latina se encuentra bajo ataque, con todo lo que la frase significa y con la gravedad y seriedad que amerita estar bajo el asedio continuo provocado por un clima hostil de desestabilización política incitado y elaborado por la oposición que no ha atinado a contrastar de manera legítima con el movimiento que llevó al poder a la izquierda mexicana en 2018.
Es evidente que la actual oposición conservadora y todos sus integrantes con el apoyo trasnacional de claros enemigos de nuestra patria se han convertido en los golpistas que intentan desestabilizar al país y la institución democrática presidencial y en general la administración pública en su conjunto. Resulta muy claro que los últimos acontecimientos magnificados vía sus voceros a sueldo buscan crear el clima perfecto que argumente una ingobernabilidad que no existe hoy.
Con la narrativa actual de la fuerza mediática que ostentan pretenden enrarecer el ambiente pre electoral pues ya llegaron al extremo de argüir presuntos atentados futuros en contra de los personajes opositores. Con esa premisa están responsabilizando al Presidente de la República de hechos que incluso puedan suceder con la intención de incidir en la participación ciudadana que habrá de definir en el 2024 la continuidad y consolidación de la cuarta transformación porque ya ven muy complejo aspirar siquiera a competir contra el candidato de MORENA y su intención se centra en evitar a toda costa que la marea guinda se haga de la mayoría calificada en el legislativo pues eso sería estar presenciando el fin de sus últimos bastiones que aún dan patadas y coletazos del dinosaurio encaramados en organismos “autónomos” y en la SCJN desde donde se siguen recibiendo golpes bajos que obstaculizan la implementación del auténtico régimen popular pues son sus últimas agarraderas.
En tal sentido conviene estar atentos a los arteros ataques al ejecutivo federal (por ende a la sociedad en su conjunto) que implican necesariamente y lamentablemente daños colaterales que van a cobrar vidas humanas porque en la lucha de los opositores por obtención y mantenimiento de poder serán indolentes a generar las que sean para desprestigiar al gobierno cuatroteísta.
Los últimos acontecimientos que se vienen registrando a nivel federal en los hospitales del sector salud, específicamente el IMSS y el ISSSTE. Además los sucesos de PEMEX (derrames, explosiones, entre otros), son evidentes sabotajes auspiciados por la oposición criminal con una clara estrategia golpeadora y ruin. No se han tentado el corazón para generar destrucción y muerte, elucubrando desde su clandestinidad delictuosa una agenda de violencia atribuida mezquinamente al gobierno federal. Es decir, para ellos toda la responsabilidad es de un solo hombre ahora que les conviene porque cuando no es su intención hablan de que un solo hombre no puede tener tanto poder.
La desesperación aflora en la derecha y los ataques arrecian contra las figuras significativas del movimiento de transformación. El Presidente lo entiende y ha acusado recibo.
Estamos preparados.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios