México fue punta de lanza en abandonar el modelo económico neoliberal que trágicamente enviaba a la miseria y a la muerte a miles de ciudadanos en el mundo.
Hoy México, sin exagerar se esta perfilando como una de las principales economías en el orbe con una expectativa de crecimiento económico sin precedentes derivado de las acertadas políticas que ha adoptado el primer gobierno de izquierda que tomó el poder en la era pos prianista (neoliberal).
Los proyectos estratégicos y el énfasis puesto en la atención y construcción de la soberanía nacional, la energética, la alimentaria y financiera han creado un clima propicio y precursor de inversión extranjera en el país.
Las medidas adoptadas y el desarrollo de infraestructura perfectamente bien pensada como una visión estratégica que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha iniciado son las bases sobre las que descansará el futuro de nuestra nación. Él ya no lo verá, y tal vez algunos de nosotros tampoco, pero gracias a sus cimientos se desarrollará económicamente nuestro querido México.
Para muestra, un botón; el corredor inter oceánico del Istmo de Tehuantepec que definitivamente será ruta obligada a raíz de los recientes acontecimientos en el Canal de Panamá por la severa escasez de agua para el tráfico de embarcaciones vitales para el comercio de mercancías. El tren maya que será sin lugar a dudas a parte de motor turístico, un elemento trascendental para el flujo del comercio.
Con ello, México se pondrá a la cabeza de economías que le compiten, pero que por la posición estratégica de nuestro territorio será fácilmente triunfadora y destacada. Pero, todo lo anterior no hubiera sido posible con gobiernos neoliberales como los que padecimos por lustros, esos solamente se dedicaban al saqueo y al enriquecimiento a costa del presupuesto que jamás distribuían entre la población y más bien los enriquecía como casta.
Ahí está el ejemplo de Xóchitl Gálvez y sus compañeros de partido involucrados en carteles inmobiliarios porque lo de ellos son los negociazos al amparo del poder.
Cínicamente, con su visión obtusa y clasista hablan de que en el sureste la gente no tiene la cultura del trabajo, pero paradójicamente ellos si tienen la cultura del moche, “el bisne” y la transa.
Quieren regresar, hacen de todo hasta el absurdo de imitar y calcar las formas y métodos que utilizo en campaña el Presidente Andrés Manuel. Hoy sus mensajes, videos y discurso buscan ser una copia barata de lo que hizo López Obrador, pero nuevamente se equivocan y su adversario les lleva años luz de ventaja. El plan “C” está en marcha.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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