Gracias a la Junta de Transporte Terrestre de Estados Unidos se aprobó la fusión de Kansas City Southern (KCS) y Canadian Pacific Railway Limited (CP) para crear la primera empresa ferroviaria que conectará a los tres países de América del Norte.
A partir del 14 de abril, CP ejercerá control sobre KSC, siendo así, desde ese momento quedará concreta la operación de la nueva empresa Canadian Pacific Kansas City (CPKC).
“Esta decisión reconoce los muchos beneficios de esta combinación histórica (…) Estimulará una nueva competencia, creará puestos de trabajo, dará lugar a nuevas inversiones en nuestra red ferroviaria e impulsará el crecimiento económico”, dijo Keith Creel, CEO de CP.
Se calculan cerca de 32 mil kilómetros de vías que unirán a México, Estados Unidos y Canadá, que además tendrán impacto en la generación de empleos que se calcula beneficiará al menos a 20 mil personas.
En diciembre de 2021, KSC dio a conocer su compra de CP por 31 mil millones de dólares. Por lo que, el proceso de creación de la mayor ferroviaria de la regón comenzó en marzo del mismo año, cuando CP lanzó la primera oferta para comprar a la ferroviaria estadounidense.
Un mes después, su connacional Canadian National Railway realizó una propuesta mayor para la compra de KCS, lo que comenzó una guerra de ofertas por uno de los mayores acuerdos de la industria ferroviaria en las últimas décadas.
Finamente, KCS se decidió por CP ante el temor de que las autoridades regulatorias no autorizaran la transacción.
Entonces, las compañías dijeron que la nueva firma ferroviaria se convertirá en la “columna vertebral” que conectará nuevos mercados y mejorará la competencia en la red ferroviaria de Estados Unidos, al mismo tiempo que impulsará el crecimiento económico en América del Norte y brindará beneficios ambientales a la región.
“Estos beneficios son inmejorables para nuestros empleados, clientes ferroviarios y la economía norteamericana en un momento en que las cadenas de suministro de estas tres grandes naciones nunca lo han necesitado más”, añadió Creel.
De acuerdo con el directivo, estos beneficios son inmejorables para los empleados de la empresa, clientes ferroviarios y la economía norteamericana en un momento en que las cadenas de suministro de la región lo necesitan más.
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