AMLO intenta exorcismo de la SCJN con una elección popular. La Suprema Corte es el organismo público más dañado y corrupto en nuestro país. Ahí, todos nadan en la misma cloaca y defienden su envilecida conducta.
Cuando el ejecutivo lanzó verbalmente la propuesta de elegir a los magistrados por voto del pueblo, los actuales funcionarios de esa institución afilaron no solo las garras para la pelea, sino sus argucias leguleyas.
Expresaron los ministros que la elección de magistrados no puede estar sometida a votación de la gente.
Esta vez, quienes refutaron la propuesta del ejecutivo, fueron dos ministras que en su momento fueron propuestas por AMLO; en el foro derechoso de la FIL Guadalajara 2023, se posicionaron contra la elección a magistrados.
Sus frágiles razonamientos, tan endebles como su pensamiento de justicia, mostraron carencia argumentativa, falta de sapiencia, mente tortuosa e ineficiencia comunicativa; dando con ello la razón al presidente; porque ningún magistrado ha demostrado altura jurídica y competencia en la impartición de justicia.
El equipo de ministros han enlodado y pervertido al poder judicial. Por un lado provocando la fragilidad constitucional y por otro, asumiéndose como omnipotentes.
No puede nuestro país cojear en uno de sus poderes porque eso reblandecería nuestro equilibrio y armonía como nación.
Si revisamos la memoria histórica de la Suprema Corte, veremos que el 1855, hace casi 200 años, siendo ministro Benito Juarez, promulgó una ley que quitaba fueros al Clero y al ejército, ambas instituciones ampliamente favorecidas por los gobiernos conservadores.
La ley Juarez, al eliminar privilegios pugnó por la igualdad de los ciudadanos. Es decir, se estaba impartiendo JUSTICIA; siendo esa la esencia de la SCJN, sin embargo, el poder judicial y en sí la Suprema Corte solo ha sido cómplice y apoyo de la delincuencia mas cruenta de nuestro país.
Si con Juárez, México avanzaba a pasos colosales en respeto a la constitución e impartición de justicia, hoy podemos decir que en ese aspecto retrogradamos.
El periodo neoliberal llevó al país al oscurantismo. AMLO solo desea sacarnos de esas tinieblas y mostrar al pueblo que la justicia es real, expedita, imparcial, recta y equitativa.
En el 2024, todos debemos pugnar por un poder judicial acorde al momento histórico de cambio que estamos viviendo. Las conductas retrogradas de los ministros de la SCJN, deben ser abolidas con una elección popular que dé oxigeno a la institución y confianza al pueblo de México.
Imaginemos que tenemos una SCJN que verdaderamente está por y para el pueblo.
AYUDEMOS AL PRESIDENTE A ERRADICAR LA CORRUPCION!
DEPENDE DE NOSOTROS, DEL PUEBLO DE MEXICO.
EL 2024…PLAN C!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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