Los aplausos en el 5to Informe fueron oportunos, como antaño. Había que saber en qué momento aplaudir al orador. La diferencia abismal es que ahora sí había razones reales para aplaudir y no se trataba solo de la adulación vana para “quedar bien”.
Me llamó poderosamente la atención que Andrés Manuel mencionara con mucha alegría y por encima de cualquier otra persona al Director del IMSS-Bienestar, Zoe Robledo Aburto. Es verdad que se ha hecho un esfuerzo titánico para lograr la unificación y federalización de los servicios de salud en la mayoría de los estados de la República, objetivo que no lograron ni el INSABI, ni su antecesor, el mal llamado Seguro Popular.
Sin embargo, los servicios del IMSS no han mejorado en lo absoluto, sino que son cada vez peores. No se trata de la actitud de los trabajadores, quienes tienen muchas quejas serias sobre situaciones absolutamente reales y concretas que no son atendidas ni escuchadas, en cambio si se trata de gastos superfluos en remodelaciones que nada más parchan los edificios y no resuelven el problema de fondo y éste salta a la vista nomás con asistir a cualquier clínica.
Puedo atestiguar personalmente lo que digo y soy prueba, todavía viviente, de estas situaciones: ésta misma semana, fui citado por primera vez al consultorio de otorrinolaringología en el HGZ 46, “Dr. Bartolomé Reynés Berezaluce” y me llevé una sorpresa mayúscula; el doctor que tendría que atenderme estaba presente en el hospital y dispuesto a trabajar, pero no tenía consultorio, así que tuvieron que cambiarme la consulta para otro día, con la consiguiente molestia de hacer otra fila en la ventanilla donde una sola asistente amabilísima, asigna las citas por primera vez para las especialidades en las que hay atención.
Fue muy riesgoso ir enfermo a estar en un espacio saturado de personas enfermas, porque cualquier contagio está a la orden del día, además de tener que movilizarme hasta el otro lado de la ciudad para nada. No imagino el calvario de quienes tienen que venir desde otros municipios y recibir la noticia de que, si hay médico, pero no consultorio.
Soy testigo de la negativa de dar citas subsecuentes porque las agendas de los médicos para este año ya están saturadas y para anotarse en las del año próximo hay que presentarse hasta enero próximo. ¿Cómo se puede aplaudir a Zoe Robledo Aburto cuando esto viene ocurriendo desde hace varios años?
Quejas van y quejas vienen hacia el área que corresponde y la solución definitiva y permanente no llega.
La planta laboral en Tabasco ha crecido de manera muy importante y eso es muy bueno, porque se ha reflejado en todo, especialmente en la seguridad, así la economía de Tabasco ha crecido, creo que más de lo esperado.
Qué bueno que así sea; hay más empleos formales, lo que ha incrementado el número de derechohabientes del IMSS en el estado, pero no así la disponibilidad de servicios en todos los rubros, lo que propicia que la gente prefiera atenderse de manera privada porque el resto del sector salud en Tabasco, también está saturado y funciona con enormes carencias y precariedad.
No, yo no puedo aplaudir a Zoe Robledo Aburto. Recientemente se ha cambiado al Delegado y no ha dado ningún resultado. Si me tocara en suerte tener a Zoe frente a mí, seguramente le reclamaría con vehemencia su ineficacia y falta de atención, tanto a los derechohabientes, como a los trabajadores del IMSS de Tabasco, que ellos sí, sin duda alguna, son héroes sin capa ni retribución suficiente por cuanto se sacrifican en aras de servir lo mejor que pueden. Desde luego, se sospecha de corrupción, ese animal deforme y terrible que tanto daña al país, porque el desgraciado sigue vivo.
Diez o doce, tal vez unos poquitos más leerán esta columna desesperanzada y desesperada que quiere hacer eco de todas las voces de los pacientes y trabajadoras y trabajadores del IMSS en Tabasco que ya no pueden soportar tanta indolencia e indignidad y exigen soluciones inmediatas.
Caminar en la certeza de que se empieza a hacer algo y no es nomás maquillaje a lo que en el fondo está podrido, mirar que se empieza a limpiar la herida infectada y no solamente por encimita, sino a fondo y con verdadera voluntad de mejorar, eso es TRANSFORMAR, es la misión permanente de quienes amamos a México, que está definido por la gente que nació dentro o fuera de sus fronteras, pero que se reconoce como parte de esta identidad pluricultural; como dijo Chavela. Tristemente indigna ver que en el IMSS-Tabasco esto no está ocurriendo y es así desde el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León y Roberto Madrazo Pintado. ¿Hasta cuándo Zoe?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios