Etiqueta: Generación Z

  • 8 millones de bots impulsan la movilización del 15N; partidos políticos y empresarios, principales promotores

    8 millones de bots impulsan la movilización del 15N; partidos políticos y empresarios, principales promotores

    Casi la mitad de la movilización juvenil fue impulsada por cuentas automatizadas y operadores digitales, según MilenIA; la bandera pirata de ‘One Piece’ se convierte en símbolo de protesta y manipulación política.

    Una bandera pirata ondea en redes mexicanas. Calaveras sonrientes, imágenes del Palacio Nacional en llamas y hashtags libertarios acompañan la convocatoria a la “Gran Marcha del 15 de Noviembre”. Sin embargo, un análisis de MilenIA revela que casi la mitad del movimiento fue generado por bots y amplificado por usuarios vinculados a partidos políticos y sectores empresariales.

    La cuenta @generacionz_mx, surgida originalmente en apoyo a la oposición venezolana, resurgió el 15 de octubre con mensajes incendiarios y gráficos creados por inteligencia artificial, difundiendo el hartazgo juvenil y la narrativa de resistencia digital. En menos de un mes alcanzó 70 mil seguidores y viralizó contenidos en TikTok, YouTube, X, Facebook e Instagram.

    Entre el 13 de octubre y el 12 de noviembre, la conversación digital sobre la marcha generó 17.5 millones de interacciones, de las cuales 46% fueron impulsadas por bots, comprados en Colombia, Argentina y España, mientras 54% correspondieron a usuarios reales. La bandera pirata del anime japonés ‘One Piece’ se convirtió en refugio simbólico: rebeldía sin ideología y enojo juvenil sin partido.

    El movimiento coincide con momentos de tensión política recientes, como el asesinato del exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y refleja un ecosistema digital donde bots, jóvenes y operadores políticos construyen la narrativa de protesta. Según Grok, la IA predictiva de X, entre 40 y 50% de las menciones sobre la marcha son artificiales.

    Expertos en comunicación digital advierten que este tipo de movilizaciones híbridas —mitad impulsadas por bots, mitad por personas reales— pueden alterar la percepción pública sobre la magnitud de la protesta.

    Según MilenIA, la presencia masiva de bots no solo amplifica mensajes, sino que también segmenta audiencias, generando debates polarizados y la impresión de un movimiento juvenil más grande y coordinado de lo que realmente es, lo que podría influir en la narrativa política y mediática en los próximos días.

    Con información de Salvador Frausto y Omar Cordero

  • Generación zopilote: una copia de la verdadera Generación Z

    Generación zopilote: una copia de la verdadera Generación Z

    Por Laura Hernández

    El próximo 15 de noviembre se llevará a cabo una marcha convocada a través de distintas redes sociales por quienes se hacen llamar “la generación Z”.

    Este movimiento toma como símbolo la bandera pirata de la serie de anime japonesa One Piece, que se ha convertido en un eje de unión en movimientos de protesta de la Generación Z alrededor del mundo. Sin embargo, si analizamos con detenimiento los perfiles de los convocantes de esta marcha, nos damos cuenta de que algo no cuadra.

    A grandes rasgos, esta serie trata sobre un mundo rodeado casi en su totalidad por agua, donde la única forma de conocer otras islas es aventurándose al mar como piratas en busca de conseguir el “One Piece” para convertirse en el Rey de los Piratas.

    Lo que conocemos tradicionalmente sobre la vida de los piratas es que en sus travesías asaltan otros barcos de manera despiadada para hacerse de riqueza y tesoros a costa de su mala fama. Sin embargo, contrario a esta descripción, la serie One Piece tiene una perspectiva política que la hace interesante:
    Plantea que el mundo está gobernado por un gobierno totalitario que oprime a sus habitantes.

    El personaje principal de esta serie es el capitán Monkey D. Luffy, quien en sus aventuras viajeras conoce innumerables islas, y en cada una de ellas percibe los conflictos y las distintas realidades de sus poblaciones. Se percata de que existen problemas de desigualdad, racismo y tiranía, y debido a su gran empatía siempre se sitúa del lado del oprimido, enfrentándose junto a su tripulación a quienes ejercen el poder en perjuicio de la población y luchando por la justicia. Luffy usa un sombrero de paja como símbolo de humildad.

    Es decir, este grupo de piratas rompe con la imagen negativa que tenemos de ellos y deciden resignificar su relación con el otro. Luchan por la libertad de los pueblos, contra el racismo y por una sociedad solidaria y sin jerarquías, lo cual le otorga a la serie un vínculo con el anarquismo.
    Es una serie que retrata los problemas sociales, en donde Luffy se vuelve un símbolo rebelde y revolucionario, que busca cambiar el ordenamiento del mundo frente a la autoridad totalitaria.

    ¿Acaso los Claudio X. González, los Salinas Pliego, las Alessandras Rojo de la Vega, los Alitos Morenos, Fox, los mareas rosas, los Calderones y toda la escoria prianista comprenderán que el significado de este símbolo que adoptan como bandera es totalmente ajeno y discordante a lo que ellos representan?

    Esto, además de estupidez, evidencia la ausencia de organicidad de la convocatoria en sí y el profundo desconocimiento sobre lo que representa este símbolo del pirata con el sombrero de paja para esta generación, lo que lo hace aún más repugnante.

    Se apropian de símbolos, de causas, de manifestaciones de indignación legítima en momentos coyunturales como el que vivimos hoy con el asesinato de Carlos Manzo, porque ellos en realidad carecen de propuestas y de símbolos propios. Roban no sólo dinero, sino también identidad, porque la suya es de todos conocida y sólo merece el rechazo que no ha podido revertir en las urnas ni en la opinión pública.

    Estos personajes representan el establishment político, la organización social jerárquica, el clasismo, el racismo, la discriminación y la injusticia social, y eso es justamente lo que combate esta generación. Por eso sus discursos no tienen eco ni acompañamiento de los jóvenes, quienes incluso se han deslindado de esta convocatoria a partir de mensajes en redes sociales.

    Con esta bandera, estos grupos del poder político pretenden emular movimientos sociales que retomaron ese símbolo, como en Nepal, Madagascar o Perú, entre otros. Sin embargo, no se puede adoptar un símbolo pretendiendo replicarlo en otro contexto tan diferente como México.

    En nuestro país hay gobernabilidad y la Presidenta Claudia Sheinbaum cuenta con el apoyo mayoritario de la población, superior al 70%. Contrariamente a lo que vocifera la derecha en sus discursos, no vivimos en una dictadura ni tenemos un gobierno totalitario.

    Es por ello que este lenguaje político usado por los convocantes de la mal llamada generación Z, cuyo nombre verdadero debiera ser “Generación Zopilote”, desentona totalmente con las demandas de los jóvenes que sí pertenecen a dicha generación y cuyo movimiento se gesta de manera orgánica desde abajo y no desde la oligarquía.

    La generación Z plantea construir una sociedad más igualitaria y con justicia social. Busca recuperar su lugar en el mundo, un lugar que el sistema les ha arrebatado junto con la mayoría de sus derechos. Son estos jóvenes los que mayormente han resentido y padecen la precariedad social, sin poder acceder a derechos básicos como la vivienda y la seguridad laboral. Por eso no tienen vínculo alguno con quienes promueven esta marcha.

    Es una generación políticamente presente, pero que quizá “no estamos viendo ni leyendo” adecuadamente porque sus canales de comunicación no se sitúan en las redes sociales convencionales.

    Contrario a lo que podríamos pensar, la generación Z no es apolítica, lo cual representa una llama esperanzadora para frenar la irrupción del neofascismo en nuestro país, como ha sucedido en otras naciones de Latinoamérica, como Argentina, donde lamentablemente han sido los jóvenes quienes han colocado a la ultraderecha en el poder.

    No obstante, me surgen algunas preguntas:

    ¿Qué papel jugará esta generación Z en los cambios de paradigmas y de transformación sociopolítica en nuestro país?

    ¿Qué proponen para cambiar la realidad que vivimos y bajo qué principios y estrategias de acción?

    ¿La 4T y Morena están entendiendo la manera de concebir el mundo de esta generación y sus nuevas formas de organización y acción política?

    ¿Tendrá futuro la 4T con las formas en las que está ejerciendo el poder político o sucumbirá ante esta generación que no se siente representada por ningún partido político y que, a diferencia de muchos en Morena, no pretenden acomodarse dentro de las estructuras de poder, sino transformarlo?

    Para quienes han leído mis columnas, se habrán dado cuenta de que, en correlación con mi actividad profesional, escribo sobre temas de salud en general y salud mental. Sin embargo, hoy decidí escribir sobre este tema de coyuntura política porque también tiene que ver con la salud individual y colectiva.

    Si queremos vivir en una sociedad mejor, debemos replantear constantemente nuestras formas de organización y transformarla en beneficio de las mayorías y en pro del bien común. Debemos transformar el pensamiento en función de nuestra realidad objetiva para conquistar derechos y evitar regresiones.

    Como Psiquiatra, puedo decir que es obligado conocer más a profundidad las inquietudes de los jóvenes, sus nuevos códigos y canales de comunicación, sus preocupaciones, carencias y demandas, así como los diversos fenómenos sociales de la realidad que vivimos, puesto que estos factores también moldean el pensamiento y la personalidad y forman parte de la experiencia vivencial como individuos y como colectividad. Desconocer estos aspectos nos impide valorar a las personas en su integridad, lo cual a su vez limita la empatía y la comprensión de sus problemáticas, que impactan directamente en la convivencia social.

    Para mí, conocer más a profundidad los planteamientos y la narrativa que promueve la generación Z me hace tener esperanza en nuestros jóvenes, quienes se rebelan al autoritarismo de los gobiernos de derecha.
    Las generaciones somos más que un nombre (Baby boomers, Generación X, Millennials, Generación Z, etc.). Somos vivencias, experiencias, esperanza y ejes de transformación.

    Debemos estar pendientes de lo que suceda este próximo 15 de noviembre y seguir combatiendo cada día desde nuestra trinchera la narrativa de la derecha carroñera, que está dispuesta a lo que sea por recuperar el poder y sus privilegios a costa del pueblo de México. Frenar a estos delincuentes es tarea de todas y todos, es una lucha transgeneracional.

    Laura Marcela Hernández Aguilera. Médica con especialidad en psiquiatría (UNAM). Activista y militante. Obradorista. Ex delegada estatal de morena Chihuahua. 

  • Marcha de la Generación Z: Expectativa y Realidad

    Marcha de la Generación Z: Expectativa y Realidad

    Una llamada a la movilización por seguridad y justicia resultó en una escasa participación. Los jóvenes enfrentan el reto de convertir su indignación digital en acción en las calles.

    Este sábado, un grupo de jóvenes de la Generación Z se reunió en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La intención era clara: protestar contra la violencia e inseguridad que aquejan al país. La “Marcha de la Generación Z” se había convocado a través de plataformas como TikTok, Discord y X, buscando visibilizar el descontento social.

    Los organizadores del evento hicieron un llamado a alzar la voz por un país más seguro y justo. Se distanciaron de una segunda marcha programada para el 15 de noviembre, advirtiendo que esta última estaba influenciada por políticos y exlegisladores. Prometieron que su evento sería pacífico y ciudadano, pero los resultados distaron mucho de lo esperado.

    A medida que el contingente avanzaba desde el Ángel de la Independencia hacia el Palacio Nacional, el entusiasmo digital se desvaneció en las calles. Las consignas resonaban con fuerza, pero la cantidad de asistentes era decepcionante. Muchos esperaban ver miles de personas unidas, pero las estimaciones de asistencia fueron muy bajas, con cifras que rondaban entre 300 y 900 participantes.

    Por el camino, los jóvenes expresaron su frustración con gritos como “Morena decía que todo cambiaría, mentira, mentira”, mientras mostraban banderas inspiradas en el anime “One Piece”. Las pancartas llevaban mensajes diversos, desde apoyos a Palestina hasta demandas laborales, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas. También se recordó al exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo, como símbolo de la crisis de seguridad actual.

    Aun así, la marcha enfrentó confusiones internas. Iván Rejón, un líder de la generación Z, denunció que otros grupos intentaban usar a los jóvenes para fines políticos. Esto creó un ambiente de desorganización que afectó la participación. Las autoridades desplegaron 200 elementos de seguridad para asegurar que la marcha transcurriera sin incidentes, mientras un grupo reducido de asistentes pintaba mobiliario urbano.

    Al finalizar el evento, las cifras de participación resaltaron un hecho claro: el activismo digital no siempre se traduce en acción tangible. La transición de la indignación en redes sociales a una movilización efectiva es un gran reto para la juventud. Aunque hay un claro deseo de justicia y cambio, la falta de estructura y liderazgo limitó el impacto de esta marcha.

    A medida que los jóvenes reconozcan sus desafíos, el camino hacia una acción colectiva más efectiva se vuelve más urgente. La experiencia de este sábado dejó una lección importante: los mensajes de protesta deben ir acompañados de organización y unidad para hacer eco en las calles y lograr las transformaciones que anhelan.

  • Normalistas rechazan marcha de la generación Z

    Normalistas rechazan marcha de la generación Z

    Normalistas demandan diálogo con el gobierno para atender la violencia en sus escuelas.

    Estudiantes de escuelas normales rurales exigieron una reunión con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Buscan soluciones ante la creciente violencia y la criminalización de los estudiantes. 

    Durante una conferencia de prensa frente a la Secretaría de Gobernación, los alumnos anunciaron su decisión de no participar en la marcha de la generación Z programada para el 15 de noviembre. Consideran que esta convocatoria promueve el odio y responde a intereses de grupos de derecha. 

    Los normalistas mencionaron el caso de Eder Israel Aparicio, un estudiante de la Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga” de Michoacán, quien fue víctima de tortura por parte de funcionarios estatales y sigue encarcelado. Además, expresaron su indignación por el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, y pidieron justicia por este crimen.

    Los estudiantes presentaron pliegos petitorios el 15 de octubre, pero no han recibido respuesta. Sus demandas incluyen mejoras en infraestructura, equipamiento y condiciones en sus escuelas. 

    Elisa Martínez, alumna de la Escuela Normal Rural “Carmen Serdán” de Puebla, denunció la represión que vivieron el 2 de septiembre. En esa protesta pacífica, 105 compañeras fueron detenidas. 

    “Vivimos bajo un cerco de vigilancia, con drones sobre nuestros campus. La policía debería protegernos, no vigilarnos ni criminalizar nuestro derecho a exigir seguridad”, afirmó Martínez. 

    Leidy Gómez, de la Escuela Normal de Mactumactzá en Chiapas, subrayó que el gobierno dice que las normales tienen buenas condiciones, pero esto es falso. Los normalistas quieren ser considerados en la elaboración de planes de paz y justicia. Aseguran que son víctimas de violencia, tanto en sus comunidades como en sus escuelas. (Con información de La Jornada).

  • Sheinbaum cuestiona marcha del 15 de noviembre: “Cuentas impulsadas con Inteligencia Artificial”

    Sheinbaum cuestiona marcha del 15 de noviembre: “Cuentas impulsadas con Inteligencia Artificial”

    La Presidenta alerta sobre convocatorias en redes sociales que podrían no ser auténticas y llama a verificar la información antes de difundirla.

    La presidenta Claudia Sheinbaum señaló este miércoles que la convocatoria a la marcha del próximo 15 de noviembre hacia el Zócalo de la Ciudad de México está promovida principalmente por cuentas de Inteligencia Artificial, especialmente en plataformas como TikTok, y que muchas carecen de identidad real.

    Durante la conferencia matutina, Sheinbaum afirmó: “Llama la atención que esta movilización que aparece en las redes está llena de Inteligencia Artificial por cuentas que no tienen identidad”. Además, destacó la participación de militantes del PRI, de otros partidos y de cuentas extranjeras en la difusión de la marcha.

    La mandataria hizo un llamado a los usuarios de redes sociales a cuestionar la procedencia de las imágenes y la veracidad de las convocatorias digitales: “Es muy importante el derecho a la información y por eso hay que indagar al ver una imagen”, indicó.

    La polémica surge tras un video de convocatoria realizado con IA, donde aparece la bandera de los Sombreros de Paja, del anime One Piece, símbolo adoptado por jóvenes de la Generación Z en protestas internacionales en Indonesia, Nepal, Francia y Filipinas, en demandas contra corrupción y abuso de poder.

    Sheinbaum subrayó que, aunque respeta el derecho a manifestarse, es fundamental verificar la autenticidad de las movilizaciones y no dejarse guiar por contenidos creados artificialmente que pueden manipular la percepción pública.

  • Generación Z se deslinda de marcha convocada por la derecha

    Generación Z se deslinda de marcha convocada por la derecha

    El administrador del movimiento Generación Z México rechaza la convocatoria a una marcha que, según él, no representa sus intereses ni su ideología.

    Iván, el administrador del movimiento Generación Z México, ha hecho un llamado a la claridad. En un video publicado en redes sociales, se desvinculó de una marcha programada para el 15 de noviembre en la Ciudad de México. Esta manifestación busca protestar contra la corrupción y la impunidad en el gobierno, pero él asegura que no está relacionada con su movimiento.

    El joven, que se presenta con el alias “Mero Perro”, enfatizó que la marcha no refleja lo que verdaderamente representa la Generación Z. “No hay líderes claros y no conocemos quién la organiza”, admitió. Esto ha generado confusión sobre las intenciones detrás de la convocatoria.

    Iván explicó que su grupo no tiene lazos con movimientos de ultraderecha ni conservadores:  “Nuestra ideología no se alinea con esas corrientes”, afirmó. Esta aclaración responde a las críticas que han surgido en redes sociales, donde algunos internautas han cuestionado la autenticidad de su posición.

    Pese a su insistencia en no identificarse ni con la izquierda ni con la derecha, la falta de objetivos claros en el movimiento ha suscitado dudas. Muchos argumentan que los jóvenes suelen organizarse para defender derechos como la igualdad de género y el respeto ambiental.

    Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también se refirió al tema. Señaló que la convocatoria a la marcha parece ser impulsada por sectores conservadores y empresariales. Además, anunció que su administración revisará las cuentas en redes sociales involucradas en la organización de la protesta.

    Al final, el movimiento Generación Z México busca diferenciarse de lo que consideran manipulaciones políticas. Iván concluyó su mensaje asegurando que trabajarán para evitar que su nombre se use con fines ajenos a sus verdaderos ideales. La comunidad joven espera definiciones claras sobre sus propósitos y acciones futuras.

  • “Generación Z” convoca marcha anticorrupción con banderas de One Piece; Sheinbaum cuestiona su autenticidad

    “Generación Z” convoca marcha anticorrupción con banderas de One Piece; Sheinbaum cuestiona su autenticidad

    El movimiento “Generación Z México” llamó a marchar el 15 de noviembre en la CDMX contra la corrupción y la impunidad, utilizando la bandera del manga One Piece como símbolo de resistencia. Claudia Sheinbaum advirtió que la movilización podría estar impulsada por intereses políticos.

    El movimiento Generación Z México convocó a una manifestación nacional el próximo 15 de noviembre en la Ciudad de México, para exigir transparencia, democracia y el fin de la corrupción. A través de su cuenta oficial de Instagram, los organizadores llamaron a reunirse en el Ángel de la Independencia y marchar rumbo al Zócalo capitalino. Aunque la fecha está confirmada, el horario aún no ha sido definido.

    En su mensaje, los jóvenes afirmaron: “Somos una generación que ama profundamente a su país y está harta de los mismos abusos y la misma corrupción”. Subrayaron que el movimiento no tiene vínculos partidistas y busca despertar conciencia ciudadana.

    La iniciativa se suma a la campaña “Salvemos la Democracia”, que propone reformas para fortalecer las instituciones electorales, garantizar la autonomía del INE y erradicar la injerencia del crimen organizado en las elecciones.

    Como emblema de unidad, Generación Z México invitó a portar banderas de One Piece, en especial la del personaje Monkey D. Luffy, símbolo juvenil global de libertad y resistencia. Este ícono de una calavera con sombrero de paja ha sido usado en manifestaciones en países como Indonesia, Perú y Serbia, y ahora llega a México como símbolo de rebeldía creativa.

    Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum puso en duda la autenticidad del movimiento y afirmó que podría estar impulsado por intereses políticos. “Vamos a revisar las cuentas que la promueven, porque no surgió de los jóvenes, sino de los mismos de siempre”, dijo en su conferencia matutina.

    Sheinbaum aseguró que existen campañas financiadas para manipular el descontento juvenil y ordenó investigar los flujos económicos detrás de la convocatoria. Añadió que no se debe aprovechar la indignación ciudadana, especialmente tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, para atacar al gobierno.

    El pronunciamiento ocurre en un contexto de creciente tensión social, luego de que una marcha por la paz en Michoacán derivó en disturbios tras el crimen hacia el presidente municipal. Sheinbaum pidió respeto y sensibilidad, e insistió en que la tragedia no debe usarse como herramienta política.