En las semanas recientes me han conmocionado, sobre todo dos sucesos caracterizados por su alto nivel de crueldad. El primero Scooby, perrito arrojado a un cazo de aceite hirviendo. El segundo Huellitas, el perrito que fue adoptado por una adolescente de 14 años para ser asesinado. La insolente saña con que actuaron los perpetradores de ambos casos me hace pensar cómo nuestra sociedad ha producido personas capaces de la más profunda deshumanización. Tenemos que preocuparnos por hacernos responsables de esos personajes, porque significa que algo de nuestras acciones impacta en la estructura relacional de estos sujetos.
La filosofía del diálogo de Martin Buber nos dice que sólo podemos enfrentarnos con el mundo desde dos actitudes: diálogo y monólogo. En el diálogo se está con el otro; el monólogo es usar al otro para responder a uno mismo sin importar a quien tengo enfrente. Tengo presente muchos momentos en los que he vivido la actitud monológica en mi día a día, desde muchos espacios. Lo que me parece que no hemos hecho como sociedad es poner límites. Por ejemplo, la forma de “provocar” accidentes por respetar la luz preventiva de los semáforos. La luz amarilla indica que hay que comenzar a disminuir la velocidad porque está a punto de parar la circulación, sin embargo, muchos automovilistas se enojan porque te detienes, a veces, se estampan y te culpan por detenerte.
Los diferentes ámbitos de la vida cotidiana son transgredidos constantemente y eso forma parte de los años de una cultura neoliberal que nos impulsó durante mucho tiempo a vivir inmersos en una sociedad de competencia feroz, ganar sin importar el costo. Esta actitud también podría explicarnos el éxito de las organizaciones de narcotraficantes que proliferaron en Latinoamérica. En el calderonato, la escalada de noticias cada vez más grotescas sobre asesinatos llegó a tal punto de inhibir nuestra capacidad de sorprendernos. La conmoción social por ambos perros me indica que vivimos un nuevo episodio de retornar a la posibilidad de motivar en nuestro interior una respuesta emotiva alrededor de sucesos descarnados. Ojalá que no sea sólo por la importancia que en los últimos años han tomado los animales de compañía.
Necesitamos pensar que tan cruel es arrojar a un perrito al aceite hirviendo, como regalar un cachorro a un niño como si fuera un juguete. Igual de cruel es dejar en el abandono a un animal porque ya te estorba, sea en una azotea o cuando lo dejas en las calles. Igual de deshumanizante es abandonar de tal forma a una niña que a sus 14 años siente la necesidad de divertirse matando a un animal. Tan cruel es golpear a un niño porque no deja de llorar. Hace tiempo, uno de mis vecinos regañó a su niño en edad preescolar por vomitar la alfombra de la recámara principal de su casa, lo sacaron de la habitación a pesar de que lloraba desconsolado porque se sentía mal.
Los actos de crueldad ocurren cerca de nosotros, quizá aún nos falta reaprender a identificarlos. Necesitamos conformar la posibilidad de dialogar más con nuestro entorno para eliminar la barbarie cotidiana. El compromiso está en nosotros y el ánimo de la gente parece que cada vez más se presta a la disposición. Espero que podamos construir una sociedad más sana donde todos, personas, animales o naturaleza, podamos convivir.
Xunu’
Hablando de crueldad, el lunes 19 de junio murió el activista Álvaro Arvizu Aguiñaga, víctima de un presunto asalto con violencia perpetrado en el Centro para la Sustentabilidad de la Sierra Nevada Incalli Ixcahuicopa (Centli), en el municipio de Tlalmanalco, Estado de México. Dicho centro es un espacio de investigación y desarrollo social del Programa de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana. “Arvizu ofrecía cursos de producción de composta, instalación de invernaderos y agricultura en el Centli, colectivo que lleva más de una década en lucha por que se promulgue la nueva Ley General del Agua, aprobada en 2012, la cual sustituiría a la norma anterior y serviría para frenar el tráfico del líquido, principalmente a manos de empresarios” https://www.jornada.com.mx/notas/2023/06/20/sociedad/llama-uam-a-autoridades-a-esclarecer-agresion-contra-personal-del-centli/?from=homeonline&block=sociedad&opt=articlelink. No puedo evitar pensar que el asalto llevaba consigna. El comunicado de la UAM del día de hoy https://www.comunicacionsocial.uam.mx/principal/avisos/comunicado-UAM-sierra_nevada.pdf, parece demasiado genérico.
El fin de semana que acaba de pasar Tlalmanalco seguía en calma, no vi presencia de policía o vigilancia, como si no hubiese ocurrido un crimen que despojaría de la zona a un investigador que brindaba su trabajo a la comunidad y tenía expectativa de que la nueva ley de aguas pusiera límites al tráfico del vital líquido por parte de los empresarios. Espero que su promulgación sea una realidad en poco tiempo y que el Estado de México comience a deshacerse de los poderes priistas que tanto daño le han hecho.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.