El conocido periodista Joaquín López Dóriga ha encendido las alarmas con sus recientes comentarios explosivos, poniendo el foco sobre la posibles favorcitos de jueces y magistrados que quedarían al descubierto con la aprobación de la reforma al Poder Judicial, una iniciativa que romperían con las relaciones y favores que durante años han facilitado el acceso privilegiado a ciertos sectores.
En un ataque directo hacia Marko Cortés, presidente nacional del PAN, López Dóriga lo criticó por la situación en torno a Miguel Ángel Yunes Márquez, un senador del PAN señalado como el posible “traidor” que podría inclinar la balanza a favor de la reforma impulsada por Morena. López Dóriga, temeroso por lo que considera un manejo desastroso de la oposición, profirió en redes sociales fuertes insultos contra el dirigente del blanquiazul.
El arrebato de López Dóriga hacia Cortés ha hecho que muchos se pregunten si su verdadero miedo radica en la pérdida de las conexiones privilegiadas que, por años, han influido en el sistema judicial mexicano. La reforma, de ser aprobada, cambiaría las reglas del juego y dificultaría la intervención de favores o influencias por parte de los jueces que han sido designados sin control ciudadano.
López Dóriga, quien ha gozado de una cercanía con figuras del poder judicial en el pasado, parece tener mucho en juego si la reforma llega a ser aprobada. ¿Será este uno de los motivos por los cuales se muestra tan vehemente contra el cambio?
La reforma judicial que podría cambiar las reglas
La reforma al Poder Judicial, impulsada por el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador y apoyada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, pretende modificar el artículo 95 constitucional para que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular por un periodo de 12 años. De conseguirse su aprobación, el sistema judicial podría ver cambios profundos que amenazarían los vínculos que algunos personajes públicos, como López Dóriga, podrían tener con ciertos jueces y magistrados.
Actualmente, Morena y sus aliados cuentan con 85 legisladores en la Cámara de Diputados, lo que significa que solo necesitan un voto más para obtener la mayoría calificada y aprobar la reforma. Miguel Ángel Yunes Márquez, senador del PAN, ha sido señalado como el posible voto que les falta, lo que generó una fuerte crisis en la oposición.