En una sesión maratónica, la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado de la República aprobó ayer el dictamen de la reforma al Poder Judicial de la Federación, presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con 13 votos a favor y seis en contra, el proyecto de decreto propone una serie de cambios profundos en la estructura y funcionamiento del sistema judicial mexicano, con el objetivo de eliminar la corrupción, reducir el nepotismo y abrir la puerta a nuevas generaciones de profesionales altamente preparados.
Un proceso ajustado a las reglas
La sesión, iniciada por la senadora Citlalli Hernández, comenzó puntual con la lectura del dictamen. Hernández destacó que el proceso legislativo sigue al pie de la letra el reglamento del Senado.
Después de una larga jornada de debate, la senadora Ernestina Godoy abrió la discusión en lo particular sobre los artículos reservados. Durante la sesión, se discutieron y aprobaron en sus términos originales los artículos 17, 20, 76, 89, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 105, 107, 110, 111, 113, 116, 122 y 123.
Finalmente, el dictamen fue aprobado en lo general y en lo particular, con 13 votos a favor y cinco en contra por parte de la Comisión de Estudios Legislativos, y 12 votos a favor y seis en contra en la Comisión de Puntos Constitucionales.
Reforma para limpiar el Poder Judicial
El dictamen de reforma al Poder Judicial mexicano incluye profundas modificaciones encaminadas a transformar el proceso de nombramiento y selección ciudadana de ministros, magistrados y jueces en todos los niveles del país. Esta reforma tiene como fin erradicar la corrupción y los excesos en el Poder Judicial, abriendo además la puerta a jóvenes preparados para acceder a puestos internos, eliminando así el nepotismo.
Aspectos clave de la reforma
Entre las modificaciones más relevantes, se encuentran las siguientes:
- Reducción de ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): Se disminuye el número de ministros de 11 a 9, y se implementa una rotación en la presidencia cada dos años, elegida mediante votación pública.
- Creación del Tribunal de Disciplina Judicial: Este órgano sancionador, compuesto por cinco miembros electos por la ciudadanía, será el encargado de supervisar y sancionar a los ministros, magistrados y jueces.
- Modificación en los periodos de los ministros y magistrados: Los ministros de la SCJN tendrán un periodo de 12 años, eliminando su derecho a haber por retiro. Los Magistrados del Tribunal Electoral permanecerán seis años en sus cargos, y los Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito tendrán periodos de nueve años, con posibilidad de reelección.
- Eliminación del requisito de edad mínima: Cualquier persona con título de licenciado en derecho, un promedio mínimo de 8.0 y al menos cinco años de experiencia, podrá aspirar a cargos en el Poder Judicial. Esto busca abrir oportunidades a nuevas generaciones.
- Regulación financiera y salarial: Se prohíbe la creación de fideicomisos, fondos y contratos análogos, y se establece que la remuneración de los miembros del Poder Judicial no podrá superar la del Presidente de la República.
- Elección ciudadana: La reforma introduce un proceso de elección ciudadano para seleccionar ministros, magistrados y jueces, coordinado por el Instituto Nacional Electoral (INE).
La propuesta de reforma también contempla que la primera elección de este tipo se llevará a cabo en el Proceso Electoral Extraordinario 2024-2025, y los electos tomarán protesta ante el Senado el 1 de septiembre de 2025.
Después de ocho horas de acalorado debate, a las 21:35 horas la senadora Godoy dio por concluida la sesión de las Comisiones Unidas de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, marcando un paso firme hacia la transformación del Poder Judicial en México.