El 15 de septiembre de 2024 marcará un antes y un después en la historia de México. Con la firma del decreto que promulga la reforma judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un paso histórico para transformar el sistema de justicia. “Es un acto de justicia para el pueblo, que por primera vez tendrá el poder de elegir a quienes imparten justicia en nuestro país”, afirmó el presidente, con Claudia Sheinbaum, presidenta electa, como testigo de honor. Esta reforma pone en manos de los ciudadanos una responsabilidad sin precedentes: Elegir directamente a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Hasta ahora, los nombramientos en el Poder Judicial estaban en manos de la élite política. Con esta reforma, los mexicanos podrán votar por quienes decidirán en los tribunales más altos del país. Este es un cambio trascendental que busca hacer el sistema judicial más transparente, equitativo y cercano a la sociedad. A través del voto popular, los ciudadanos tendrán la oportunidad de influir en decisiones que antes se tomaban a puertas cerradas.
Una de las principales críticas al sistema judicial ha sido la distancia entre los ciudadanos y quienes administran justicia. La reforma responde a esa necesidad de acercar el Poder Judicial al pueblo. Los ministros de la SCJN, los magistrados de las salas superiores y regionales del Tribunal Electoral, así como jueces y magistrados federales, serán elegidos por el voto popular en un proceso que se celebrará el 1 de junio de 2025.
El presidente López Obrador lo dejó claro: “Ya no más jueces de consigna, ya no más justicia al servicio de intereses económicos o políticos”. Al ser electos directamente por el pueblo, los juzgadores tendrán un compromiso mayor con la ciudadanía y sus necesidades. Este nuevo modelo, asegura, permitirá que los magistrados y jueces no sólo obedezcan a la ley, sino también al mandato del pueblo, generando así mayor confianza en las instituciones.
Con esta reforma, más de 800 cargos del Poder Judicial serán sometidos al voto ciudadano. Entre los puestos que estarán en juego se encuentran 9 ministros de la SCJN, 2 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, 15 magistrados de las Salas Regionales y más de 800 jueces y magistrados federales. De esta manera, se abre un proceso democrático único en su tipo en México, una verdadera oportunidad para que los ciudadanos sean parte activa de la administración de justicia.
Además, se garantiza que este proceso sea justo y accesible para todos. Las campañas de los candidatos judiciales estarán limitadas a tiempos oficiales de radio y televisión, y no podrán recibir financiamiento público ni privado. Esto elimina el riesgo de que intereses económicos influyan en la elección, como ha sucedido en otros procesos electorales. Los candidatos tampoco podrán ser apoyados por servidores públicos ni partidos políticos. Esto asegura que las decisiones de los votantes se basen únicamente en los méritos de los aspirantes.
Un aspecto esencial de la reforma es la paridad de género. De acuerdo con el nuevo marco legal, deberá haber una representación equitativa entre hombres y mujeres en los cargos judiciales. Este compromiso responde a la lucha histórica por la igualdad en las instituciones y garantiza que la voz de las mujeres esté debidamente representada en los tribunales.
El proceso también será supervisado rigurosamente por el Instituto Nacional Electoral (INE), que contará los votos, publicará los resultados y entregará las constancias de mayoría. Además, el INE trabajará bajo los principios de imparcialidad y transparencia, lo que garantiza que los ciudadanos puedan confiar plenamente en el proceso. Como señaló el presidente: “El pueblo es sabio, y en sus manos dejamos esta responsabilidad”.
El camino hacia la elección del 1 de junio de 2025 ya está trazado. El INE deberá iniciar los preparativos el 22 de septiembre de 2024, cuando su Consejo General sesione para comenzar a organizar los comicios extraordinarios. En octubre, el Senado emitirá la convocatoria para integrar las listas de candidatos, mientras que, en diciembre, el Congreso de la Unión deberá aprobar los cambios necesarios en las leyes secundarias para adecuarlas a la reforma.
A partir del 30 de marzo de 2025, los candidatos tendrán dos meses de campaña para exponer sus propuestas y participar en debates, aunque sin financiamiento privado ni público. El día de la elección, los ciudadanos recibirán seis boletas para elegir a los jueces y magistrados, un proceso que concluirá cuando los electos tomen protesta en septiembre de 2025.
Uno de los puntos más discutidos ha sido el costo de esta elección. Sin embargo, Claudia Sheinbaum, presidenta electa, aseguró que el financiamiento está garantizado. Los recursos provendrán de los 13 fideicomisos del Poder Judicial, que serán extinguidos y cuyos fondos, estimados en 15 mil millones de pesos, se destinarán a este proceso electoral. De esta manera, la reforma no representará una carga adicional para el presupuesto público, sino que aprovechará los recursos ya disponibles.
La reforma judicial no es únicamente un cambio legal, es un acto de empoderamiento ciudadano. Pone en manos del pueblo la decisión sobre quién debe impartir justicia y busca transformar un sistema que durante años ha estado desconectado de la sociedad. Si bien hay desafíos por delante, como la organización logística y la aprobación de las leyes secundarias, el objetivo es claro: un Poder Judicial más justo, equitativo y cercano a las mexicanas y los mexicanos.
Como concluyó el presidente López Obrador: “Este es el inicio de una nueva era para la justicia en México. Es un acto de democracia, porque el pueblo, que es el soberano, debe ser quien elija a los encargados de impartir justicia en nuestro país”. Ahora, la responsabilidad está en manos de los ciudadanos, quienes el 1 de junio de 2025 tendrán la oportunidad de moldear el futuro de la justicia en México.
- La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Regional y Bienestar Social del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
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