La frase conocida para hacer referencia al desempeño de la selección mayor de futbol en México para competencias internacionales, reza así: “jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Esta cita integra toda la mala voluntad que vierten en los manejos del balompié los directivos de la Federación Mexicana de Futbol A.C. (FEMEXFUT).
Año tras año visten con un gigantesco halo publicitario al equipo nacional, ilusionando a los aficionados para que dejen de cuestionar por qué se convoca a los jugadores menos capacitados para defender nuestro deporte. Siempre van los favoritos, nunca los mejores. Qatar nos los confirmó.
No son nuevas para nadie, las sospechas de corrupción dentro de los clubes profesionales y de cómo los dueños de los mismos han hecho de la FEMEXFUT un exclusivo club de compadrazgos que tiene por objetivo, cuidar al máximo los intereses de estos capos del futbol. La afición es lo de menos y la mayor evidencia de esto último fue la llegada de Mikel Andoni Arriola Peñalosa a la presidencia de la Liga Mx en el año 2020. En repetidas ocasiones la Federación ha dejado claro que su operación es meramente privada. Que nada tiene que ver con el ámbito político. Sin embargo, el mandamás de la liga profesional es un priista con vínculos al Grupo Atlacomulco. En fin, la hipocresía.
Ahora bien, nos corresponde a los ciudadanos exigir que todo mejore. Incluso dentro de entidades que se escudan en pertenecer al sector privado. La FEMEXFUT claro que debe rendir cuentas a los aficionados al futbol mexicano. Recordemos la máxima que dice: “al cliente lo que pida”. ¡Y qué buenos clientes somos! Tan sólo en venta de playeras mundialistas se facturarán alrededor de 4,972 millones de pesos. Además, el negocio del futbol en México es compartido con el mercado de EEUU. Hay más de 110 millones de aficionados al Tri Nacional en ambas naciones.
Pareciera que son los dólares los que ruedan en las canchas que pisan los jugadores mexicanos y no los balones. Los dueños del futbol venden humo y los aficionados lo compramos. Pero esto tiene que terminar. Afortunadamente nuestro compañero reportero, Amir Ibrahim, tuvo la valentía de investigar sobre la corrupción en el balompié nacional. Amir hizo lo que mejor podía haber hecho un periodista cuando se necesita encontrar la verdad de la podredumbre en cualquier sector: seguir el rastro del dinero. Y así, encontró evidencia de una de las organizaciones más criminales en México: “EL CÁRTEL DEL GOL” (11 de enero 2021, www.elquintanaroo.mx).
No puedo dejar de imaginar a Amir como un apasionado futbolista. Sus tuits lo delataban antes y después de que la selección jugara en Qatar. Siempre con la esperanza de que hicieran un buen papel en la cancha para después toparse con la decepción anticipada del fracaso. ¡Una maldita vez más! Y ahora le corresponde a nuestro amigo reportero, salir a jugársela por México. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en La Mañanera que, el periodista Amir Ibrahim y Pablo Gómez titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, expondrán en ese mismo espacio el análisis del manejo del futbol en nuestro país. Prepárese mi gente porque la corrupción va a flotar este próximo 8 de diciembre de 2022 en horario estelar. Viene un punto de inflexión extraordinario que iniciará la limpieza de raíz en el fut y así los nuevos talentos mexicanos se acostumbrarán a escuchar: “¡ganaron bien porque jugaron como siempre!”.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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