Conocí a muchos de los activistas mexicanos gracias a intervenciones en la Embajada de Rusia en México, también en la Embajada de Turquía. Era obvio que nos conocieramos ahí, yo como reportero, ellos manifestándose contra la violencia que enfrentan las Poblaciones LGBTQ+ en esos países.
Pero ¿qué pasa cuándo se trata de impedir el avance de la derecha conservadora en países de América Latina?. Bueno, la mayoría de las voces organizadas de las Comunidades LGBTQ+ permanecen al margen.
Hay dos motivos que personalmente he identificado. Primero y el más obvio, muchas de nuestras asociaciones civiles LGBTQ+ reciben apoyo, financiero o logístico, de entes como la Embajada de EEUU, la Unión Europea, Reino Unido, todos con intereses políticos que conllevan a la explotación de los recursos naturales y humanos en países de América Latina.
Sería difícil ver a una de estas asociaciones LGBTQ+ “morder la mano de quien les da de comer”. También los hay quienes reciben apoyo, financiero o logístico, de parte de empresas farmacéuticas, grandes almacenes, entidades del sistema financiero, todas extranjeras, que igual que los gobiernos, ven a América Latina como fuente de millonarios ingresos, solo eso.
El otro motivo es que según algunos líderes LGBTQ+, “los gobiernos de derecha es donde han florecido las conquistas por nuestros derechos”, me explicó un funcionario de la Clínica Especializada Condesa en la CDMX, de quien me reservo el nombre.
Según está teoría, que la verdad me pareció por lo menos interesante, han sido en gobiernos conservadores donde nuestras luchas por el Matrimonio Igualitario o la Identidad de Género, han tenido resultados. El funcionario argumentó que por ejemplo, durante el régimen PRIANista, en México se aprobó la igualdad de derechos para parejas homosexuales y también se inició el proceso del reconocimiento de las identidades no binarias.
Por lo tanto, al parecer existe un consenso entre voces LGBTQ+ de permanecer callados ante el ascenso de la derecha en países como Argentina con Milei, Perú con Dina Boluarte, y ahora en Venezuela con el intervencionismo de la derecha conservadora internacional para intentar imponer a Edmundo González Urrutia.
Definitivamente me parece una postura más que tibia, cobarde. Las Comunidades LGBTQ+ históricamente hemos sido valientes, de izquierda progresista latinoamericana y sobre todo impulsores de la Revolución de las Conciencias.
Ahora que veo a algunas de las mentes LGBTQ+ dejarse intimidar por las presiones del imperialismo y la derecha conservadora internacional, me pregunto si será la hora para replantear todas nuestras luchas y sobre todo replantear nuestros objetivos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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