No, no es que odien a los inmigrantes, sino que están protegiéndose de los enemigos, aunque estos construyan sus casas edificios o autopistas a cambio de poco dinero (para aquellos estándares, los de otro país), sin servicio de seguridad y protegiéndose de que la migra, el I.C.E., los arreste para después ser deportados. No es que sean racistas o que quieran revivir el fascismo como método de política interna, sino que buscan purificar la raza, seleccionando a los más güeros, a los más altos, a los de ojos más claros y que el blanco en la bandera con barras y estrellas, sea cada vez más blanco. Tan hitleriano sin ser hitleriano porque se enoja X.
No es que quieran hacer menos a los latinos, es que ellos son más y mejores (al menos se sienten así), porque los apellidos Smith, Jackson, Williams, los llevan los héroes en sus películas de acción, capaces de salvar a todo el planeta en 150 minutos de los villanos de apellidos Castillo, Paredes o Mendoza, quienes por cierto, son los más grandes capos a nivel mundial, pues mueven el polvo blanco como si fueran chicles, afuera de las fronteras del país gringo, aunque una vez dentro de este nadie sabe quiénes son los mandamases. Antes tenía a Capone, de origen italiano, ¿y ahora?
No, no es que quieran estafarnos, es que quieren cuidar de nuestro dinero, hacerlo productivo, ver que crezca y que sea un ingreso confiable a través de su crecimiento en monedas virtuales, que de preferencia llegue a sus cuentas, sin importar si beneficia a quienes lo invierten. Luego, la suspicacias, los desacuerdos, las quejas y los comentarios mal intencionados los tienen que acallar los pobres medios de comunicación que buscan ser fieles a la verdad como lo han hecho siempre, aunque ello significara defender al más rico de las quejas del más pobre y desprotegido trabajador y de clase obrera porque para ellos mentir no es un negocio, ¿verdad?
Los mal pensados somos nosotros, cómo se nos ocurre exigir un trato justo, humano y honesto en pleno siglo 21; primero están los asuntos que competen al imperialismo blanco, a las oligarquías, a no perder el renombre de potencia en el norte del continente o a recuperarlo en el sur de este (si alguna vez lo fue), por todos los medios posibles, incluida la apuesta libertaria, siempre y cuando tenga adeptos con la disposición de dejarse estafar, sin que se le llame estafa, porque ellos son inteligentes y no caerían en ninguna y para lo cual están dispuestos a justificar a su estafador, a quien le llaman presidente.
Así es como de norte a sur en el continente y de un extremo a otro en el planeta, los políticos conservadores, en el poder o fuera de éste, esgrimen argumentos a su favor, con el uso de comentócratas y analistas a sueldo en medios de comunicación, para convencer a una parte de la masa que se asume más culta, más perfecta, más poderosa, más refinada; para quienes el resto, nosotros, sólo valemos el trabajo que hacemos, mientras lo hagamos de rodillas o agachados y pidiendo disculpas por no agradecer que los más poderosos económica y políticamente se vean tan bien en las portadas de los medios, como muestra de superioridad y estatus. Esa es la libertad libertaria para unos, eso es la MAGA para otros.
Al final del día, los conservadores, son iguales.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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