Dedicada a las y los trabajadores de las instituciones encargadas de organizar, vigilar y lograron sacar adelante esta inédita elección.
El 1° de junio del 2025 será recordado como el día en que México llevó a cabo su primera elección para elegir a 881 juzgadores federales (jueces de distrito, magistradas de tribunales colegiados de circuito, magistrados de las Salas Regionales y de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial, magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial y Ministros y Ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación). La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo resaltó el éxito que tuvo la primera elección democrática del Poder Judicial de la Federación, ya que salieron a votar libremente cerca de 13 millones de mexicanas y mexicanos, el doble de los que participaron en la consulta para el juicio a expresidentes llevada a cabo en agosto del 2021 y más de los votos que recibió la derecha partidista en las elecciones del 2 de junio del 2024.
“En mi caso pensé. Si vota el mismo número de personas que votaron el primer ejercicio de consulta, que fue el de los expresidentes, es un muy buen resultado; y resulta que votó el doble, 13 millones de personas que salieron a votar por el Poder Judicial. Ahora, comparemos, 128 senadores o las dos terceras de 128 senadores frente a 13 millones de personas. Entonces, por supuesto que es un éxito de elección. La gente salió a votar libremente y decidió por quien votar” destacó la mandataria.
Después de ocho meses de dejar la presidencia de la república, el expresidente Andrés Manuel López Obrador emitió su voto en la casilla especial 951, ubicada en el municipio de Palenque, Chiapas. “Me da mucho gusto vivir en un país libre y democrático” expuso el exmandatario. Asimismo, en una breve declaración a los medios de comunicación resaltó que “nunca en la historia de nuestro país el pueblo de manera directa había decidido y había tenido el derecho a elegir a jueces, magistrados, ministros”. Esta que sería su primera aparición desde el 1° de octubre del 2024, el ex mandatario dijo que se trataba de una elección histórica y por eso quiso participar, además aprovecho la oportunidad para enviar un saludo al pueblo de México y expresar su reconocimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum “lo tercero también es compartir con ustedes una opinión, algo que confieso públicamente: tenemos a la mejor presidenta del mundo, Claudia Sheinbaum. Lo repito la mejor presidenta del mundo”.
A lo largo de la historia, la función política de la Corte Suprema siempre fue la de dar esperanza a los grupos y personas que utilizaban este recurso para salvar sus intereses o derechos, apartándose completamente del modelo de Montesquieu. Así lo advirtió Pablo González Casanova en su libro más conocido La Democracia en México, en el que elabora un estudio sobre los problemas políticos nacionales y su situación política vinculado a una democracia efectiva, incluso aborda el tema del Poder Judicial y hace una aproximación cuantitativa de las resoluciones de la corte desde los años 1917 hasta los 1960´s.
Estas inéditas elecciones representaron un fuerte golpe de marro al último enclave donde operaba el antiguo orden, que buscaba desvirtuar y evitar el cambió político iniciado por el presidente López Obrador, con el fin de devolverle el aparato político a las fuerzas conservadoras. Ahora sí podemos hablar de un cambió de régimen, porque los tres poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) se cambiaron, de manera que el antiguo orden estará por desaparecer, ya que las derechas partidistas aparte de padecer un déficit intelectual, carecen de la fuerza real e institucional necesaria para ganar algún puesto político o gubernamental. Con la convocatoria a boicotear la elección judicial, en las que se sumaron Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Lorenzo Córdova Vianello, Pati Chapoy, Denisse Dresser e incluso Laura Zapata, fueron relegadas las candidatas y los candidatos de la derecha, como Magda Zulema Mosri; Dora Alicia Martínez Valero, jefa de asuntos electorales de Televisa; y Marisela Morales Ibañez, exprocuradora de Felipe Calderón y cercana a Genaro García Luna, frustrando cualquier pretensión de alcanzar un puesto en la corte máxima.
No obstante, la elección no estuvo exenta de controversias. A través de redes sociales, se denunció una supuesta red dentro de Morena para “capturar la elección judicial”, según un artículo de publicado por la revista Proceso, imponiendo candidatos afines al partido-movimiento, desplazando a candidatos a quienes una parte de la sociedad, les confió su voto como Isaac de Paz González, candidato a Ministro de la Suprema Corte, quien denunció en su cuenta de X (antes Twitter) lo siguiente “Aunque digan que es legal, no es moral. Hay varios testimonios de la aplanadora y más que van saliendo. Que quede constancia de lo que sucedió”. Así pues, también en redes sociales usuarios realizaron furiosos reclamos a la abogada y analista Vanessa Romero Rocha, quien integró la Comisión de Evaluación del Poder Ejecutivo junto con el ministro en retiro Arturo Zaldívar, al avalar a “puro impresentable”, como a Sara Irene Herrerías, la recién electa ministra de la corte. Quien, de acuerdo con Salvador Leyva, extitular de la Secretaría Técnica del Combate a la Tortura, Tratos Crueles e Inhumanos del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), ella llevó a cabo una negociación con el caso Wallace para ocultar casos de violaciones a derechos humanos cometidas por funcionarios. El calderonista Roberto Gil Zuarth, aprovechó la oportunidad para acusar a la abogada de “rasurar la lista de candidaturas incomodas desde el Comité de Evaluación” y de “dar lecciones de ética democrática y deberes cívicos a la oposición”. Por lo cual la abogada respondió lo siguiente, “Yo asumí una responsabilidad que tu grupo político decidió abandonar. Y a diferencia de ti, nunca he hecho dinero con la justicia. La historia –y la ley- nos pondrá a cada uno en nuestro lugar”.
¿Cómo participó el ciudadano? A diferencia de las elecciones constitucionales del Poder Ejecutivo y Legislativo, si hubo una buena participación por parte de la población. Su servilleta salía a las calles para preguntar e informar cómo se llevarían a cabo estas elecciones, no obstante, en ciertas partes de la Ciudad de México no contaban con redes sociales o con servicio de internet, el cual les podría informar sobre la plataforma del INE Conóceles y el simulador de votación. “No los conozco”, “¿Cómo se llevará a cabo este proceso?”, eran lo que respondían familiares e incluso amigos. Porque nunca se había preocupado, no les había llamado la atención o no creían cómo estaba relacionado con su vida cotidiana. Con el “acordeón”, el cual se convirtió en un mecanismo legítimo, individual, colectivo o familiar obtuvo el conocimiento de por quién votar en la Suprema Corte, ya sea por Hugo Aguilar Ortiz, César Gutiérrez Priego, Federico Anaya Gallardo, Natalia Téllez Torres Orozco, Selene Cruz Alcalá, María Estela Ríos González, Raymundo Espinoza Hernández o Isaac de Paz. Si las derechas partidistas hubieran contado con la participación, hubiera tenido más probabilidades de ocupar un cargo jurídico ya sea en la Suprema Corte o en el Tribunal de Disciplina Judicial.
¿Qué sigue después? La incomprensión de la noción de la legitimidad, concepto fundamental de la democracia, por parte de la derecha es lo que los ha llevado a ser los protagonistas de momentos vergonzosos. Intentar menoscabar la legitimidad y cuestionando la elección judicial al grado de recibir el aval de la OEA (Organización de Estados Americanos), los ha conducido al delirio. Esto es un hecho sin precedentes, se ha manifestado la voluntad popular, “aunque no del todo bien informada para las elecciones del Poder Judicial”, como lo mencionó el Dr. Lorenzo Meyer en una entrevista para SinEmbargoAlAire. No obstante, se dio el primer paso para elegir a sus juzgadores (estén o no a la altura) para que impartan justicia con honestidad y libre de corrupción.

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