Desde el día jueves 5 de mayo nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador inició una gira por los países centroamericanos y del Caribe. Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba, en atención a las invitaciones de las autoridades de esos países.
Este recorrido por Centroamérica se hace en el marco de la gira denominada “Mirar al sur”, tiene como objetivo impulsar el Plan de Desarrollo Integral (PDI) y la unidad de los pueblos americanos.
Así mismo, se han impulsado desde la presidencia de México los programas de gobierno Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida en las naciones hermanas, con la finalidad de combatir de raíz el problema de la migración forzada, atendiendo las causas que obligan a las personas a abandonar sus naciones en la búsqueda de mejores esperanzas de vida. Como ya es sabido, cientos de miles de migrantes centroamericanos y mexicanos inician el largo éxodo a los Estados Unidos, donde el viaje tormentoso termina muchas veces con su vida, no sin antes haber sido víctimas de violencia y vejaciones.
Ambos programas impulsados por el gobierno mexicano, tienen como objetivo disminuir los índices de pobreza, violencia y migración forzada, a través de brindar oportunidades a sembradores, campesinos y jóvenes para que en sus países puedan tener un desarrollo económico y una forma de vida más asequible.
En el marco de la IX Cumbre de las Américas convocada para el 8 y el 9 de junio en Los Ángeles, California, nuestro presidente se ha posicionado como líder mundial de la propuesta migratoria, con acciones innovadoras que han sido también respaldas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Los programas sociales Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida han sido impulsados en Guatemala y el Salvador. En Honduras y Belice inician los trabajos de colaboración para implementar dichos programas; se pretende con ello, seguir reduciendo tanto en México como en centroamérica la brecha de desigualdad, y brindar oportunidades a los jóvenes que por alguna circunstancia no estudian ni trabajan, una forma innovadora de desarrollo, que les permita mirar con entusiasmo el futuro productivo y el emprendimiento. De ambos programas se pueden escribir muchas cosas y hacer análisis suficientes que permitan mejorar la calidad de los mismos, así como los procesos de intervención que garanticen una continuidad que permita un desarrollo integral de la población beneficiaria, y que nutra de mayores oportunidades incluso en relaciones de cooperación internacional a las siguientes generaciones de beneficiarios.
Todo parece indicar que estos primeros pasos permitirán a los pueblos estrechar caminos fraternos de colaboración. Aún quedaron ideas en el tintero que continuarán su cauce, como es la conexión del Tren Transístmico y el Tren Maya con las naciones vecinas, la voluntad de generar vías de comercio como lo expresó en Guatemala Andrés Manuel López Obrador, “que el Usumacinta y el Suchiate no sean murallas y recobren la condición de arterias de comercio, cultura y fraternidad”.
En esta visita exprés, los medios internacionales reportaron que, en el camino del aeropuerto de la capital salvadoreña a la Casa Presidencial, destacaban pancartas con mensajes de bienvenida al presidente mexicano: “El Salvador te agradece Sembrando Vida”.
En las 5 naciones visitadas el presidente de todos los mexicanos ha tenido recibimientos cálidos, de mucho respeto y solemnidad, reconociendo su liderazgo mundial y su perseverancia para solventar los problemas que como naciones hermanas nos aquejan, y la construcción de una propuesta de desarrollo integral de América Central que refuerce los lazos de fraternidad y colaboración; ahí es donde México juega un papel relevante de mano de nuestro presidente, pues hasta hoy, es el único líder de nuestra América capaz de lograr los acuerdos suficientes para detener la violencia sistemática y la discriminación ejercida por los Estados Unidos contra los migrantes centroamericanos.
Sin duda, AMLO es un líder de talla mundial que retoma las enseñanzas de viejos revolucionarios, guerrilleros y libertadores que soñaron con una vida llena de justicia e igualdad, esta gira ha sido aprovechada por el presidente de México para recordar diversos pasajes históricos de las razones que nos hermanan y que nos dejan ver lo muy cercanos que son nuestros pueblos y nuestras raíces. Estas remembranzas históricas, hacen énfasis en la gran lucha por la libertad de los pueblos americanos, deja ver las “Venas abiertas de América Latina” descritas por Eduardo Galeano, extiende los alcances del “Laberinto de la Soledad” de Octavio Paz y revive el sueño Bolivariano.
La perseverancia de lucha y la preocupación de nuestro presidente por nuestros hermanos centroamericanos fue reconocida con los discursos de unidad entre nuestro pueblo. Los compromisos asumidos por nuestra nación con nuestros vecinos del sur reivindican la fraternidad y establecen el dicho referido en 2020 por el mismo Andrés Manuel. “México es el hermano mayor de América Latina y el Caribe”.
Como un timbre de orgullo para todos los mexicanos observamos cómo López Obrador fue condecorado por los grados más altos que distinguen las naciones de Guatemala, Honduras y Cuba.
Primero en Guatemala recibió la Condecoración de la Orden del Quetzal, Esta distinción como un reconocimiento a los méritos de quienes en el ejercicio de sus actividades hayan prestado servicios distinguidos a la nación, ya sea en el orden interno o internacional o hayan contribuido al fortalecimiento de la amistad, armonía y buenas relaciones entre Guatemala y otros estados.
El gobierno de Honduras le entregó la condecoración con la Orden Civil José Cecilio del Valle en grado de Gran Cruz Placa de Oro. Ésta se entrega a los jefes de Estado, Diplomáticos y demás funcionarios extranjeros cuyas actuaciones tiendan a fortalecer la estructura y los propósitos del Sistema Interamericano; y a los intelectuales extranjeros que hayan hecho relevante labor en pro de la Solidaridad Continental o hayan defendido la dignidad soberana y el prestigio internacional de Honduras.
Y finalmente en Cuba fue condecorado con la orden de José Martí Instituida en 1972. Ésta se otorga a ciudadanos cubanos, extranjeros y a jefes de Estado o Gobierno por grandes hazañas en favor de la paz y la humanidad.
Termina así una gira satisfactoria que despierta un halo de esperanza de “renacimiento revolucionario”, como lo expresó Andrés Manuel en Cuba; a ello se suma el reciente anuncio de de Lula de Silva en Brasil para contender en la precampaña presidencial en su país.
Queda para la posterioridad lo que ha surgido en voz de la de la presidenta de Honduras Xiomara Castro: “Como dicen en México. Es un honor estar con Obrador”.
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