Desde que México transicionó hace siete años hacia un gobierno que terminó de tajo con cerca de cien años de reinados prianistas, los entonces medios de comunicación hegemónicos, rendidos a los intereses político-económicos del país, se volcaron de lleno con todos sus recursos para atacar al que era el primer liderazgo emanado de un movimiento social, para servir al pueblo.
Las noticias falsas colmaron no solo las pantallas de televisión, espacios en la radio o páginas en periódicos sino que además, se diversificaron hasta inundar las redes sociales, junto a los llamados influencers. Es por ello que estos espacios y quienes los manejan, se volvieron un arma de doble filo al contar con miles o en algunos casos, millones de seguidores. Su voz, en ocasiones utilizada con dolo, pareciera ley, al hablar con discursos bien estructurados, construidos a modo por algún mecenas que le pague por sus servicios, que abone en la proliferación de patrañas.
La última noticia que replicaron unos y otros sin dar tregua fue que al alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, lo asesinaron integrantes del crimen organizado porque el gobierno federal lo abandonó, no dio protección a su persona que él requirió, ni elementos para fortalecer la seguridad en su municipio. Dos grandes mentiras que fueron aclaradas en la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum. Esta campaña, expuesta en redes sociales lo mismo que en los demás medios, sirvió para que la oposición política mexicana se colgara de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2007), para hacer pasar más “fake news”, como reclamos legítimos de estas personas.
Si bien, la preocupación y el temor que genera la violencia en el país son reales y nos afectan a todos como ciudadanos, es bien sabido que estos males no comenzaron hace siete años, cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia y le relevó después la doctora Sheinbaum. A estas alturas queda muy claro que los políticos de PRI y PAN y sus aliados, actuaron en contubernio hasta que los males públicos alcanzaron niveles insostenibles, gracias a la corrupción. Ahora, a dichos personajes se suman algunos en plataformas digitales que actuan como sicarios informativos, que pretenden que la gente olvide porqué surgieron estas calamidades y porqué votaron por una alternativa en las urnas.
Y si bien, es importante exigir por igual a políticos sean de Morena o prianistas, trabajen en favor de la gente y no de sus intereses, también vale la pena recordar a los que, en aras de incrementar sus cuentas bancarias, pasaron al “lado oscuro” de la historia al apoyar las ambiciones de la derecha.
Nuestra labor es, en cambio, cuestionar lo que leemos, escuchamos u observamos, consultar diversas fuentes de información para generarnos un criterio fuerte, ante estos esbirros. No por nada China, solicita estudios profesionales a los influencers que deseen hablar de un tema como si fueran instruidos académicamente para ello.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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