Donald Trump reconoció que Estados Unidos ya está en “una guerra comercial” con China y defendió los aranceles del 100% como una estrategia para proteger la seguridad nacional.
El presidente de los Estados Unidos Donald Trump, reconoció que su país se encuentra en una “guerra comercial” con China: una declaración que marca un giro en el discurso de su administración y confirma el deterioro en las relaciones entre las dos mayores economías del mundo.
“Bueno, ahora estás en una”, respondió Trump al ser cuestionado por reporteros sobre si las tensiones comerciales podrían escalar. En conferencia de prensa desde la Oficina Oval, el mandatario defendió los aranceles del 100% impuestos a los productos chinos, clasificándolos como una “herramienta de defensa y seguridad nacional”.
“Si no tuviéramos aranceles, no tendríamos defensa. No tendríamos seguridad nacional”, afirmó. Aseguró que los impuestos a las importaciones no sólo protegen a la industria estadounidense, sino que también “mantienen la paz” y “pueden ser utilizados para el bien”.
Desde su regreso al poder en enero, Trump ha sostenido una política económica de alto proteccionismo y presume que los aranceles han contribuido a resolver “la mayoría” de los siete conflictos comerciales activos de su administración.
Mientras tanto, la tensión con China se intensificó luego de que Pekín reforzara los controles sobre la exportación de tierras raras, minerales esenciales para la producción de tecnología, defensa y energía limpia. Washington considera que esta medida amenaza las cadenas de suministro globales.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reveló que Trump está dispuesto a reunirse con el presidente Xi Jinping para buscar un nuevo acuerdo comercial. Sin embargo, el representante de Comercio, Jamieson Greer, acusó que las restricciones chinas forman parte de un “acaparamiento de poder” en el mercado internacional.
Con este nuevo capítulo, la rivalidad entre Washington y Pekín entra en una fase abiertamente declarada. Las tarifas, que Trump considera su mejor arma, se han convertido en el símbolo de una confrontación que ya trasciende lo comercial y amenaza con reconfigurar el equilibrio económico mundial.

Deja un comentario