El Ejército de EE.UU. tomó control de nuevas zonas en Texas y Arizona bajo el esquema de Áreas de Defensa Nacional (NDA), sumando ya cerca de mil kilómetros fronterizos militarizados. Aunque por ley no pueden hacer tareas civiles, los soldados han detenido a más de 1,400 migrantes en los últimos meses por “intrusión”.
La estrategia, impulsada por Donald Trump, ha reducido en más de 90% los cruces irregulares. Organizaciones legales advierten que se evade la Ley Posse Comitatus, pero aún no hay recursos legales. Algunas tierras son privadas, pero se usan por acuerdos con autoridades fluviales.

Ganaderos tienen paso permitido, pero cazadores y excursionistas ya han sido advertidos: entrar sin autorización podría costarles una denuncia penal.
A pesar de las críticas, fiscales como Justin Simmons han reiterado que seguirán presentando cargos federales por entrada ilegal. Aunque algunos jueces han desechado casos por falta de señalización, las autoridades migratorias mantienen firme la política de expulsión inmediata.
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