La protección legal de Tv Azteca fue levantada en México. Grupo Salinas pide diálogo y mantiene confianza en su estrategia. Los acreedores en EUA consideran sanciones por desacato.
El fin de la protección legal de Tv Azteca en México abre nuevas dudas sobre el futuro de la empresa. Un tribunal federal en la Ciudad de México revocó las medidas que permitían a la televisora evadir el pago de una deuda de casi 580 millones de dólares. La decisión genera incertidumbre, pero también impulsa a Grupo Salinas a buscar un diálogo con sus acreedores.
En un comunicado, el consorcio que dirige Ricardo Salinas Pliego expresó su disposición a conversar. “Hacemos un llamado a los acreedores para retomar el diálogo y evitar una prolongación innecesaria del conflicto”, afirmó. La empresa insiste en que la decisión del tribunal no afecta su postura principal y que mantiene plena confianza en que la justicia prevalecerá.
Los problemas comenzaron cuando un tribunal en Estados Unidos pidió sancionar a Tv Azteca y a su grupo controlador por desacato. Desde septiembre, los fondos de inversión estadounidenses, liderados por The Bank of New York Mellon, han pedido que se apliquen sanciones contra la compañía y, en algunos casos, contra Ricardo Salinas Pliego como accionista mayoritario.
El juez en Nueva York ordenó a Tv Azteca desistir de los procesos que tenía en México contra sus bonistas. Sin embargo, la defensa de la televisora, representada por el despacho Greenberg Traurig, informó que sus abogados en México notificaron a los tribunales locales sobre la suspensión de los procesos. Aún así, no han aceptado dejar de lado esas acciones.
Mientras tanto, algunos expertos legales consultados por este medio afirmaron que los acreedores están revisando la decisión del tribunal mexicano y esperan la opinión oficial por escrito antes de hacer más comentarios. La situación, por tanto, sigue siendo incierta y en desarrollo.
El conflicto refleja las tensiones que enfrentan las empresas mexicanas en un escenario global cada vez más complejo. Grupo Salinas asegura que todo esto no perjudica sus principales argumentos, y su prioridad ahora es abrir un canal de diálogo con los acreedores. La esperanza es que, con diálogo abierto, puedan llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes y evite una crisis mayor.
Por lo pronto, la historia sigue en manos de los tribunales y de la voluntad de las partes para encontrar una solución. La próxima semana será clave para definir si se retoman las negociaciones o si el conflicto continúa en los juzgados.


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