Trenes de pasajeros: pasado y  futuro de México 

Por Nathael Pérez

Los trenes de pasajeros fueron el principal medio de transporte en nuestro país desde el Porfiriato hasta 1997, cuando Ferrocarriles Nacionales de México suspendió definitivamente el servicio. No fue sino hasta 2008 cuando el tren como transporte masivo de pasajeros regresó: se inauguró el Tren Suburbano, que conecta a la Ciudad de México con el Estado de México

El primer intento de construcción de un ferrocarril en nuestro país se dio en 1837, por decreto del presidente Anastasio Bustamante, quien otorgó la primera concesión a Francisco de Arrillaga para la construcción de una línea férrea que conectaría a Veracruz con la Ciudad de México. Sin embargo, esta nunca se construyó debido a la muerte de Arrillaga, aunque aunque el plan continuó años después y para 1850 ya estaba conectada la ciudad de Veracruz con El Molino, por medio de 13.6 km de vías. Para 1866 ésta llegó a Paso del Macho, con 76 kilómetros de longitud.

El presidente Lerdo de Tejada, así como su sucesor, Porfirio Díaz, lograron un desarrollo ferroviario por medio de concesiones que incluían subvenciones públicas para la construcción de las vías. Al comienzo de la presidencia de Díaz había un total de 669.49 kilómetros de ferrovía en servicio en nuestro país. Al final de su segundo mandato, en 1910, la cantidad ascendía a 24 mil 719.46 kilómetros de ferrovía en servicio, la mayoría construidas por inversionistas estadounidenses, británicos y franceses.

Ante esta situación, para que el sistema ferroviario pasase a ser propiedad de la nación, el 23 de junio de 1937 el presidente Lázaro Cárdenas promulgó un decreto mediante el cual nuestra nación adquirió la propiedad de la red ferroviaria que estaba en manos de capital extranjero. De esta manera se constituyó la empresa Ferrocarriles Nacionales de México como empresa pública. 

Fue así como los trenes se convirtieron en un patrimonio nacional y el medio de transporte de pasajeros por excelencia, al menos hasta que la reforma constitucional en materia de ferrocarriles de 1995, promovida por Ernesto Zedillo, presidente en aquel entonces, trajo un cambio estructural en la gestión de las ferrovías mexicanas. Esta iniciativa privatizó el sistema ferroviario con el fin de modernizarlo, ya que, según Zedillo, enfrentaba limitaciones financieras y requería apoyo del sector privado para continuar con su desarrollo y continuar con su funcionamiento de manera eficiente.

Sin embargo, los trenes para pasajeros han regresado poco a poco, como el ya mencionado Tren Suburbano en 2008.

Durante su mandato, el presidente Enrique Peña Nieto propuso y comenzó la construcción del Tren Interurbano de Pasajeros México-Toluca: el 15 de septiembre de 2023 se inauguró el primer tramo: Zinacantepec-Lerma. El 31 de agosto de 2024 se inauguró el segundo tramo: Lerma-Santa Fe, y se espera que próximamente se inaugure el tramo Observatorio-Santa Fe.

El Tren Maya fue un proyecto anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde su campaña a la presidencia de México. Este es un tren regional para locales y turistas, también planeado para uso de carga, que corre a través de la Península de Yucatán como parte de la expansión de la red nacional ferroviaria. Su construcción inició en diciembre de 2018 y el tramo Campeche-Cancún se inauguró el 15 de diciembre de 2023

Actualmente, con el fin de conectar las zonas de nuestro país, el gobierno mexicano ha destinado una inversión sin precedentes para traer de regreso las líneas de trenes de pasajeros. El medio de transporte que fue abandonado en la segunda mitad del siglo XX representa el futuro en la movilidad interurbana de México. Las rutas México-Nuevo Laredo, México-Nogales, México-Pachuca, México-AIFA, y la inauguración del tramo Pachuca-Querétaro en 2027 impulsarán el desarrollo económico y la movilidad sustentable en todo México.

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