El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes que tras una llamada telefónica de más de dos horas con su homólogo ruso, Vladimir Putin, ambas partes acordaron iniciar de inmediato negociaciones para alcanzar un alto al fuego y, eventualmente, el fin de la guerra en Ucrania.
“Creo que fue muy bien. Rusia y Ucrania iniciarán de inmediato negociaciones para un alto el fuego y, aún más importante, el fin de la guerra”, declaró Trump en un comunicado público emitido desde su oficina en la Casa Blanca.
Trump señaló que la llamada con Putin se desarrolló en un “tono y espíritu excelentes”, y destacó que cualquier acuerdo de paz deberá ser negociado directamente entre Kiev y Moscú, al ser ellos “quienes conocen los detalles que nadie más sabría”.
Primera reacción de Donald Trump a su llamada de más de dos horas con Vladimir Putin:
"Acabo de terminar mi llamada de dos horas con el presidente ruso, Vladimir Putin. Creo que fue muy bien. Rusia y Ucrania iniciarán de inmediato negociaciones para un alto el fuego y, aún más… https://t.co/yWPzuQylfI
El mandatario estadounidense aseguró que informó del resultado de la llamada a líderes europeos y al Papa Francisco, mencionando específicamente a Volodymyr Zelenskyy, Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Friedrich Merz y Alexander Stubb, con quienes sostuvo una conversación adicional inmediatamente después de su diálogo con el presidente ruso.
De acuerdo con Trump, el Vaticano se mostró interesado en fungir como sede neutral para las conversaciones de paz, lo que abriría la posibilidad de un proceso diplomático con respaldo multilateral.
El presidente también anticipó un escenario de reconstrucción económica postbélica, subrayando que tanto Rusia como Ucrania podrían beneficiarse de un eventual tratado comercial con Estados Unidos. “Rusia tiene una enorme oportunidad de crear empleo y riqueza. Ucrania también puede beneficiarse enormemente del comercio en su proceso de reconstrucción”, dijo.
Hasta el momento, ni el Kremlin ni el gobierno de Ucrania han emitido declaraciones oficiales confirmando el inicio de negociaciones, aunque medios rusos han replicado el mensaje de Trump con cobertura destacada.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, pidió a Ucrania que acepte “de inmediato” la propuesta de Vladimir Putin para reunirse en Turquía. Esta reunión está programada para el 15 de mayo en Estambul.
Trump hizo su solicitud a través de su red social, Truth Social. Afirmó que Rusia no busca un acuerdo de alto el fuego, sino una oportunidad para negociar el fin del conflicto.
El mandatario argumentó que Ucrania debería aceptar la oferta para determinar si un acuerdo es posible. Además, mencionó que esto permitiría a los líderes europeos y a EE.UU. entender mejor la situación.
Trump cuestionó la disposición de Ucrania para negociar, afirmando que el presidente Zelenski está demasiado enfocado en conmemorar la victoria de la II Guerra Mundial. Con su estilo característico, concluyó sus comentarios con la frase “REUNIÓN ¡¡¡YA!!!”.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó la propuesta de Putin como un “primer paso” hacia la paz. Sin embargo, insistió en que debe haber un alto el fuego antes de sentarse a negociar.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que Putin busca resolver el conflicto por medios pacíficos. Sin embargo, advirtió que si no hay opciones diplomáticas, la operación militar continuará.
Rusia conmemoró el 80 aniversario del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria con un gran desfile militar en la Plaza Roja. Este evento reunió a 27 jefes de Estado, quienes acompañaron al presidente Vladimir Putin en esta importante celebración.
Entre los dignatarios presentes se encontraron Xi Jinping de China, Miguel Díaz-Canel de Cuba y Nicolás Maduro de Venezuela. También asistieron líderes de varias repúblicas ex soviéticas y de países como Egipto y Vietnam. Desde la Unión Europea, solo el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, se hizo presente, eludiendo el espacio aéreo de los países bálticos.
Durante su discurso, Putin destacó la importancia de recordar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial. Afirmó que Rusia defenderá el honor de sus soldados y nunca permitirá la tergiversación de la historia. Enfatizó que su país sigue siendo un bastión contra el nazismo y la rusofobia.
El desfile comenzó a las diez en punto y mostró la marcha de cerca de diez mil soldados. Aunque no hubo exhibición de nuevo armamento, se presentaron contingentes de trece países aliados. Entre ellos, Azerbaiyán y Bielorrusia, así como naciones que Rusia considera amigas como Mongolia y Vietnam.
Los asistentes pudieron ver diferentes tipos de armamento, incluyendo el tanque T-34 y misiles balísticos Iskander-M. Por primera vez, Rusia presentó drones utilizados en su operación militar en Ucrania. Aéreos no tripulados como el Gueran-2, copias de los Shahed iraníes, llamaron la atención.
El evento culminó con un sobrevuelo de cazabombarderos SU-30 y TU-160. Putin también se reunió con Lula da Silva, presidente de Brasil, para discutir el fortalecimiento de la cooperación entre ambas naciones.
Lula expresó su deseo de profundizar la asociación estratégica entre Brasil y Rusia, destacando el potencial de crecimiento de ambos países. La jornada concluyó con Putin depositando flores en la tumba del soldado desconocido, honrando así la memoria de quienes lucharon por la victoria.
Del 8 al 10 de mayo, Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunció una tregua con Ucrania por razones humanitarias y para conmemorar el 80º aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial.
Al respecto, Ucrania consideró que el alto al fuego debería durar al menos 30 días y comenzar de manera inmediata.
En una sorpresiva movida, el presidente Putin dio a conocer la medida de paz a través de un comunicado oficial, donde detalló que entraría en vigor a partir de “la medianoche del 7 al 8 de mayo, y hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo“.
Sin embargo, la decisión estará sujeta a que Ucrania, encabezada por Volodímir Zelenski, respete el acuerdo; de lo contrario, el Kremlin advirtió que responderá en consecuencia.
Para el Ministro de Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, lo anunciado por Rusia no es suficiente. A través de su cuenta en X (antes Twitter), Sibiga señaló que no se debería esperar hasta la fecha propuesta por Moscú, ya que su país está dispuesto a apoyar un alto al fuego “duradero y amplio” de manera inmediata.
Por lo anterior, se espera que en los primeros días de mayo el conflicto que comenzó hace tres años entre en una etapa de paz. Si se cumplen los acuerdos, podría abrirse la puerta a un posible fin verdadero de la guerra.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aceptó la propuesta de su homólogo estadounidense, Donald Trump, para implementar una tregua de 30 días en la guerra con Ucrania, dejando de atacar la infraestructura energética de la otra parte durante este periodo, según informó el Kremlin.
De acuerdo con el comunicado oficial, “Putin impartió enseguida la orden correspondiente a los militares rusos”, asegurando que el cese de ataques será inmediato. Además, el Kremlin anunció que este miércoles se llevará a cabo un canje de 350 prisioneros de guerra entre ambas naciones.
Sin embargo, el mandatario ruso estableció condiciones clave para garantizar el éxito de esta tregua y evitar una escalada del conflicto. “Se hizo hincapié en que la condición clave para evitar la escalada del conflicto y trabajar para su resolución por medios políticos y diplomáticos debería ser el cese completo de la asistencia militar extranjera y el suministro de información de inteligencia a Kiev”, detalló el Kremlin.
Putin también advirtió sobre la necesidad de garantizar que Ucrania no utilice el alto al fuego para movilizar más tropas y reforzar su arsenal, un punto que habría sido planteado en su conversación con Trump. En este sentido, el Kremlin afirmó que el presidente ruso está dispuesto a trabajar con Washington en una resolución que sea “integral, estable y sostenible”, pero que también respete los intereses de seguridad de Rusia y las causas fundamentales del conflicto.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión temporal de la ayuda militar a Ucrania, argumentando la necesidad de evaluar el compromiso de Kyiv con la paz. La medida afecta equipos militares que aún no han sido entregados, incluyendo armamento en tránsito en Polonia, según informaron funcionarios de la Casa Blanca.
La decisión llega tras una reunión tensa entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la que no se logró un acuerdo sobre la explotación de los recursos minerales de Ucrania por parte de empresas estadounidenses. Desde Washington, se insiste en que Kyiv debe mostrar mayor disposición a negociar con Rusia, mientras que Zelensky mantiene que un acuerdo de paz aún no es viable.
El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó la postura del gobierno, asegurando que Trump es el único líder con capacidad real de detener la guerra. En declaraciones públicas, enfatizó que la suspensión de la ayuda busca forzar un diálogo que conduzca a una solución definitiva.
En Ucrania, la noticia ha generado preocupación. Analistas advierten que la interrupción del apoyo estadounidense podría debilitar la resistencia militar contra Rusia. La última vez que se retrasó la asistencia de Washington, Ucrania sufrió pérdidas tanto de vidas como de territorio, según recuerdan expertos en la región.
El vicepresidente estadounidense, JD Vance, también justificó la medida, señalando que Zelensky no ha demostrado una verdadera voluntad de negociar. En una entrevista televisiva, afirmó que el líder ucraniano “tendrá que aceptar el proceso de paz tarde o temprano”.
Mientras tanto, los aliados europeos de Kyiv han reiterado su respaldo. En una cumbre en Londres, representantes de la OTAN, Canadá y Turquía reafirmaron su compromiso con la defensa de Ucrania. Sin embargo, el primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió que cualquier acuerdo de paz depende en gran parte de las garantías de seguridad que EE.UU. aún no ha definido.
Trump, por su parte, utilizó su plataforma Truth Social para criticar la postura de Zelensky, afirmando que Estados Unidos no tolerará su negativa a negociar por mucho más tiempo. Horas después, la Casa Blanca hizo oficial la suspensión del apoyo militar, dejando abierta la incertidumbre sobre el futuro de la relación entre ambos países en medio del conflicto.
La esperada reunión entre Donald Trump y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca terminó con fuertes tensiones y declaraciones polémicas. Lo que comenzó como un encuentro diplomático se convirtió en un intercambio de posturas encontradas sobre la guerra en Ucrania y el rol de Estados Unidos en el conflicto.
A través de su red social Truth Social, Trump dejó entrever su descontento con la actitud de Zelenski, asegurando que el líder ucraniano “faltó el respeto a los Estados Unidos de América en su preciada Oficina Oval”. Además, el expresidente republicano afirmó que la reunión reveló un punto clave: “Zelenski no está listo para la paz si Estados Unidos está involucrado, porque siente que nuestra participación le da una gran ventaja en las negociaciones”.
Las palabras de Trump sugieren que las diferencias entre ambos líderes son profundas y que la estrategia de Ucrania sigue dependiendo en gran medida del respaldo estadounidense. En su mensaje, el mandatario enfatizó que no busca favorecer a ninguna de las partes, sino únicamente un acuerdo que ponga fin a la guerra: “No quiero ventajas, quiero PAZ”.
Fuentes en Washington reportaron que Zelenski abandonó la Casa Blanca sin haber firmado ningún tipo de acuerdo, lo que refleja la falta de avances concretos tras el encuentro. La reunión, en lugar de fortalecer la relación entre ambos líderes, evidenció un distanciamiento que podría afectar el futuro del proceso de pacificación en el conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio y el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, se reunieron en Arabia Saudí para discutir la normalización de relaciones y los términos de un acuerdo que ponga fin a la guerra en Ucrania. La cumbre, celebrada en el Palacio de Diriyah, es resultado de un reciente pacto entre Donald Trump y Vladímir Putin, quienes acordaron dar inicio a negociaciones de paz.
El cambio de estrategia de Trump rompe con años de aislamiento diplomático hacia Moscú y ha generado gran preocupación entre los aliados de Ucrania. Kiev no estuvo representado en la reunión, lo que llevó al presidente Volodymyr Zelenskyy a advertir que no aceptará ningún acuerdo sin la participación directa de su gobierno. Ante la posibilidad de un pacto unilateral entre Washington y Moscú, Francia convocó una reunión de emergencia con la Unión Europea y Reino Unido para definir una respuesta.
Mientras las negociaciones avanzaban en Arabia Saudí, Rusia intensificó sus ataques sobre Ucrania, lanzando 176 drones kamikaze contra varias ciudades. En Kirovohrad, un ataque alcanzó un edificio residencial, dejando heridos a una madre y sus dos hijos, mientras que en Cherkasy, varios inmuebles sufrieron daños por restos de drones interceptados.
Aunque aún no se ha fijado una fecha para un encuentro entre Trump y Putin, la diplomacia avanza rápidamente. La reunión en Arabia Saudí marca un punto de inflexión en la guerra, mientras el mundo observa con atención el desarrollo de este inesperado acercamiento entre Estados Unidos y Rusia.
A pocos días de asumir nuevamente la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, anunció que está organizando una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, con la intención de poner fin a la guerra en esa región.
“Putin desea que nos reunamos y estamos en proceso de coordinarlo”, afirmó Trump antes de una reunión con gobernadores republicanos. Esta declaración sigue a los comentarios de Putin durante una sesión de preguntas y respuestas en diciembre, donde expresó su disposición para encontrarse con Trump “en cualquier momento”.
El presidente electo, que tomará posesión el 20 de enero, ha prometido que podría resolver el conflicto en Ucrania “en 24 horas”. Además, ha instado a un “alto el fuego inmediato” y ha abogado por el inicio de conversaciones para alcanzar la paz.
Durante la presidencia de Joe Biden, Estados Unidos ha sido un fuerte apoyo para Ucrania desde que comenzó la invasión rusa en febrero de 2022, proporcionando más de 65 mil millones de dólares en asistencia militar.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que el grupo BRICS está abierto a aceptar nuevos países y que no se excluirá a ningún candidato que desee unirse. En declaraciones a la prensa, Putin subrayó que la cooperación entre Rusia y China es fundamental para fomentar la estabilidad global. Este mensaje llega antes de la cumbre de los BRICS, que tendrá lugar la próxima semana en Kazán, Rusia.
La agrupación BRICS, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha ampliado recientemente su membresía para incorporar a Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Esta expansión subraya la creciente relevancia del bloque en la política y economía global, al representar a algunas de las economías emergentes más influyentes del mundo.
Durante la cumbre, uno de los temas clave será la propuesta rusa de crear una bolsa de cereales dentro del marco de los BRICS. Según un documento presentado por el Banco Central y el Ministerio de Finanzas de Rusia, la iniciativa permitiría a Moscú tener mayor control sobre los precios de las exportaciones agrícolas en el mercado internacional. Esta medida se justifica en el descontento de Rusia con los bajos precios globales del trigo, a pesar de ser el principal exportador mundial de este grano.
Rusia busca influir en los precios de los cereales
Con el objetivo de evitar vender trigo por debajo de los 250 dólares por tonelada, Rusia ha recomendado a sus exportadores que limiten las ventas en licitaciones internacionales. La creación de una plataforma de comercio de cereales en el marco de los BRICS ofrecería a los países del bloque una alternativa a las bolsas internacionales, las cuales, según Moscú, son controladas por intereses occidentales.
“La propuesta rusa busca garantizar un comercio de materias primas más eficiente, continuo y transparente”, señala el documento oficial. Esta bolsa de cereales también brindaría a los BRICS un mayor control sobre la fijación de precios, una estrategia clave para reforzar la soberanía económica del grupo. La intención es extender estos mecanismos de negociación en el futuro a otras materias primas, como el petróleo, el gas natural y el oro.
Putin ha sido claro en su visión de los BRICS como un contrapeso frente a Occidente, tanto en términos políticos como comerciales. El líder ruso espera que esta nueva plataforma de comercio fortalezca la influencia de las economías emergentes en la regulación de los precios internacionales de los productos básicos.
BRICS como contrapeso al sistema de fijación de precios occidental
Otra de las propuestas presentadas por Rusia es la creación de una agencia de los BRICS encargada de definir metodologías para la fijación de precios y el análisis del mercado. Esta agencia proporcionaría una alternativa a los sistemas de precios actuales, que están dominados por las bolsas de valores occidentales. De esta manera, el bloque BRICS podría ejercer un mayor control sobre los mercados de materias primas.
Sin embargo, algunos analistas dudan de la capacidad de los BRICS para replicar un control de precios similar al que ha logrado Rusia junto con Irán en el marco del acuerdo OPEP+. “Dada la existencia de otras bolsas con mayor liquidez, puede ser complicado establecer un control de precios efectivo en el sector agrícola”, opinó Yaroslav Lissovolik, experto de la consultora BRICS+ Analytics.
La importancia del trigo en el comercio de los BRICS
China e India, miembros fundadores del BRICS, son los mayores productores de trigo a nivel mundial. Mientras tanto, Egipto, uno de los nuevos miembros del grupo, se ha consolidado como el mayor importador de este cereal. Rusia ha encontrado en países como Egipto e Irán importantes destinos para sus exportaciones de trigo. Además, otros posibles socios comerciales, como Arabia Saudita, han mostrado interés en sumarse al bloque.
En este contexto, Rusia continúa buscando nuevos mercados, incluidos aquellos en América Latina, como parte de su estrategia para incrementar sus exportaciones agrícolas en un 50% hacia 2030. La ambición de Moscú es consolidarse como una superpotencia agrícola a nivel global.
La cumbre de los BRICS, que se celebrará entre el 22 y el 24 de octubre, será clave para definir la dirección que tomará el bloque en materia económica y comercial. Además, podría sentar las bases para una mayor cooperación entre sus miembros en el sector agrícola y en la regulación de precios de materias primas estratégicas.