Damasco acusó a Israel de cometer un “crimen de guerra” tras una incursión terrestre y un posterior ataque de artillería que dejó 13 civiles muertos —incluidos niños— y 24 heridos. Israel aseguró que se trató de una operación contra integrantes de Yama Islamiya, a quienes identificó como una amenaza activa.
Israel realizó una operación terrestre en la localidad siria de Beit Yin, a las afueras de Damasco, que derivó en la muerte de 13 civiles —entre ellos mujeres y niños— y al menos 24 heridos, de acuerdo con la oficina de Sanidad de la provincia de Campiña de Damasco.
El Ministerio de Exteriores sirio condenó “en los términos más firmes” lo que calificó como un “ataque criminal” contra residentes y sus propiedades. La patrulla israelí, tras enfrentarse con pobladores, se retiró del territorio, pero las Fuerzas de Israel respondieron con artillería “brutal y deliberada”, lo que Damasco describió como “una masacre” y “un crimen de guerra”.
Para Siria, la operación “amenaza la seguridad regional” y forma parte de una política de agresión que busca imponer hechos mediante la fuerza. El gobierno llamó al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Liga Árabe a adoptar medidas inmediatas para frenar estas acciones.
Por su parte, el Ejército israelí confirmó el operativo y afirmó que su objetivo era detener a sospechosos de Yama Islamiya, grupo vinculado a los Hermanos Musulmanes y aliado de Hamas. Indicó que varios militantes abrieron fuego contra sus tropas, lo que desencadenó enfrentamientos y bombardeos aéreos. Israel reportó seis militares heridos, tres de ellos graves, y aseguró que “todos los sospechosos fueron arrestados y varios terroristas eliminados”.
Yama Islamiya, organización fundada en los años sesenta en Líbano, ha participado en ataques contra Israel junto a Hezbolá y grupos palestinos, especialmente después de los hechos del 7 de octubre de 2023.
