POR: EDUARDO BLANCO
El defensor español se marchará de Monterrey tras un año marcado por la expectativa mundial que generó su llegada y un rendimiento que quedó lejos del impacto prometido. Entre goles, liderazgo y polémicas, el balance final deja más preguntas que certezas sobre la inversión de Rayados.
La etapa de Sergio Ramos en Rayados llegó a su fin. El campeón del mundo, leyenda del Real Madrid y uno de los defensores más mediáticos del siglo, no renovará su contrato con Monterrey de acuerdo con información del Chiringuito, Ramos estaría poniendo punto final a un paso mediático en su llegada y silencioso en su probable despedida.
Cuando aterrizó en febrero de 2025, Ramos convirtió al BBVA en un fenómeno global: más de 33 mil aficionados asistieron a su presentación y la “Ramosmanía” estalló en las redes, el marketing y la venta de camisetas. La apuesta de Rayados fue clara: traer jerarquía internacional, presencia mediática y un liderazgo capaz de influir dentro y fuera del campo.
Sus números en Monterrey
Aunque el impacto deportivo no estuvo a la altura de la expectativa, Ramos dejó algunos datos relevantes:
- Partidos disputados: 30 hasta el momento en todas las competencias.
- Goles: 7 en total, varios desde el punto penal.
- Asistencias: 0.
- Tarjetas amarillas: 7 en Liga MX.
- Tarjetas rojas: 1 expulsión.
Su aporte ofensivo resultó llamativo para un central, pero su rendimiento defensivo fue irregular. Entre sanciones, desgaste físico y lapsos de desconcentración, nunca logró convertirse en la pieza sólida que Monterrey buscaba para ordenar la zaga.
Un fichaje mediático… pero de rendimiento discutible
Desde el primer día, Ramos ofreció un valor innegable: globalizó a Rayados. El club apareció en medios internacionales, atrajo patrocinadores, llenó estadios y levantó su perfil como marca. Desde lo comercial, su llegada fue un éxito rotundo.
No obstante, en la cancha el balance es más complejo. Rayados no dio el salto competitivo esperado, la defensa siguió siendo vulnerable y el liderazgo del español, aunque influyente, no derivó en un rendimiento colectivo predominante ni en títulos.
¿Valió la pena?
La probable salida de Sergio Ramos deja dos conclusiones:
- Como inversión mediática, Rayados acertó. Su nombre dio visibilidad y prestigio inmediato.
- Como apuesta deportiva, el resultado fue irregular y dejó la sensación de que su impacto pudo ser mayor.
Ramos se va sin escándalo, sin ruido y con un legado más simbólico que futbolístico: un fichaje galáctico que despertó ilusión, pero que no terminó de transformar el rumbo del equipo.
