Etiqueta: Sergio Macías

  • LOS LIBROS, LA PATRIA Y EL ELEVADORISTA

    LOS LIBROS, LA PATRIA Y EL ELEVADORISTA

    29 de marzo de 2019. Todos los viernes tienen algo especial. Un relajado Andrés Manuel López Obrador nos muestra el funcionamiento de un elevador de la época porfirista; es realmente hermoso y reluce su estilo art nouveau. “Todavía funciona. Yo lo uso” –dice–, y lo manipula no con tanta destreza. El presidente trae en la mano un libro de texto gratuito. Es uno de esos ejemplares que llevan en la portada el retrato de una mujer vestida de Patria que posa delante de sus propios símbolos. Un dejo de nostalgia llega a mí cada que veo una portada como esa, la de los libros de la SEP que, salvo honrosas excepciones, tanto disfruté. Han pasado sesenta años desde que tuve en mis manos mi primer libro de Español, con el que aprendí a leer y escribir, algo que no he dejado ni dejaré de hacer. Pocos saben que esa portada es creación de Jorge González Camarena, muralista mexicano nacido en Guadalajara, Jalisco. Lo que casi nadie sabe es que el fascinante rostro y la figura que le sirvieron de modelo al pintor son de Victoria Dorantes (o Dorenlas, según otras fuentes). Nacida en Tlaxco, Tlaxcala, Victoria tenía 18 años cuando trabajaba como mesera en un bar al que acudían artistas e intelectuales. El pintor, impresionado por su belleza, decidió inmortalizarla, pero ella estaba casada con el guarura de un turbio político. “Si mi marido descubre que estoy posando para usted, al día siguiente habría dos entierros”. Pero para que las cosas sucedan siempre hay golpes de suerte, o de mala suerte, según se quiera ver, así que la joven quedó viuda y a los 19 años no solo posó, sino pasó literalmente a la inmortalidad.

    El presidente sale a la calle de Corregidora por una de las puertas de Palacio y saluda a una joven guardia de la policía militar. Se empieza a juntar la gente. Todos quieren tomarse una foto con él. “Presidente, una selfie”. La selfie los emociona a todos. Se acercan… lo quieren. “Vengo de Chiapas –dice la mujer bajita–; espere a que nos tomen una foto”. 

    Llega una pareja joven. “Somos abogados. Somos de la consejería jurídica”, le dicen orgullosos. Otra mujer se acerca y le murmura algo al oído. No se escucha. “Pero no tengo donde vivir”, se alcanza a oír. “Acércate –le dice AMLO a la joven guardia. Ella se va a quedar aquí. Ahorita le voy a mandar a alguien para que la atienda”. La mujer está al borde del llanto, pero también se le ve emocionada. En realidad, todos están emocionados. Salir en una foto junto con el mejor presidente, con el más votado, con el más querido. “Que nos tome la foto” –dice otro joven. La mujer que no tiene en donde quedarse solo observa. Contiene el llanto.

    “Ya me voy, porque voy a seguir ahí”, dice Andrés Manuel. El presidente tiene que chambear. Así digan sus detractores que no hace nada y que después de las conferencias se va a dormir el “viejito”. Llegan más y más andantes a tomarse la foto, a hablar con él. 

    “¿Se acuerdan de estos libros?”–dice y ríe. El presidente no sabe que, en tan solo nueve meses, en Wuhan, China, aparecerán los primeros casos de un nuevo virus y que posteriormente se desatará la pandemia más terrible de los últimos cien años. Muchos morirán, demasiados. Tal vez 15 millones en el planeta. En México, más de 330 mil, pero la cuenta final se sabrá después. Al presidente nadie le disparará una bala traicionera, así se haya hecho de miles de enemigos. Y tampoco imagina que en cuatro años sacará a nueve millones de la pobreza, y eso, a pesar de la pandemia, a pesar de las guerras que se vendrán. Aumentará los salarios, creará más empleos, terminará sus obras emblemáticas… ¿Por qué trae el presidente un viejo libro en la mano? De seguro ya comenzó a trabajar en los nuevos libros de texto, esos que tanto criticarán los de siempre, y tampoco sabe que tendrá que librar mil batallas jurídicas para que los niños de Chihuahua puedan estudiar con ellos en lugar de recibir fotocopias de jueguitos, como esas que se venden en el Metro. Pero los tendrán, por lo menos en Chihuahua, aunque no en Coahuila. Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero / para el amigo sincero / que me da su mano franca, leía conmovido el poema de Martí ese niño que quedó cautivado por la palabra y que ahora, años después, escribe esto. 

    Pero dejemos que el presidente siga jugando al elevadorista después de haberles regalado las fotos a los transeúntes. “Ya me voy. Adiós, adiós. Gracias”.

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    9 de agosto de 2023. Los nuevos libros de texto gratuitos ya están en las escuelas. Los enemigos de la 4T ahora sí se han extralimitado. Ana Elizabeth García Vilchis tiene que presentar algunas mentiras que sobre ellos abundan. “Es falso –asegura– que se distribuyen sin revisión de sus contenidos pasando por encima de la ley”. Dijo que “se contó con 925 revisiones de profesionales de todo el país pertenecientes a 55 dependencias de adscripción de los ámbitos educativo, cultural, federal y estatal; también, funcionarios del gobierno federal y organismos profesionales independientes”. Desmintió asimismo que hubiera en ellos cuerpos desnudos, pues las imágenes difundidas son materiales didácticos de España. 

    La derecha y los medios están enloquecidos: “Nuestros hijos están en riesgo”, insisten. Así, aparece el lector de noticias, ese que irónicamente se parece a Nicolás Maduro. “México está en peligro por un virus que se creía erradicado: el virus comunista. Son los nuevos libros de texto”. Y se viene el indiscriminado y cruel ataque de la comentocracia: Los niños van a aprender todavía menos que antes. No hay pedagogía, hay ideología. Ninguna mamá quiere enseñarle a su hijo que está bien ser pobre. La SEP quiere convertir los salones de clases en un laboratorio para crear niños idiotas y militantes. Me da miedo imaginar que un día el futuro de México se convierta en la realidad que se vive en países como Venezuela, Nicaragua, como Cuba. Todos deberíamos de revisar los contenidos con lupa, porque el diablo está en los detalles.

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    Entonces entran al quite los lingüistas, pero eso habrá de ser contado en otra ocasión.

  • LIBROS, MENTIRAS Y ENTUERTOS

    LIBROS, MENTIRAS Y ENTUERTOS

    17 de diciembre de 2021. Andrés Manuel López Obrador acaba de publicar A la mitad del camino. Este libro –afirma– “es un testimonio de lo alcanzado hasta ahora, de los desafíos pendientes y de cómo imagino que estará el país en 2024 […]. Llegamos a la conclusión de que eran mayores las posibilidades de cambio que las de estancamiento o decadencia, y que hacer realidad la transformación dependía, en primer lugar, de enfrentar el grave problema de la corrupción y de contraponerle la virtud de la honestidad, que es la mayor riqueza de nuestro pueblo […]. Lo que deseamos de todo corazón es que al final de nuestro gobierno haya menos desigualdad, más felicidad y se mantenga siempre encendida la llama de la esperanza”.

    El decimonoveno libro escrito por el presidente revela las vicisitudes que el gobierno de la Cuarta Transformación ha tenido que enfrentar para contrarrestar el terrible modelo de corrupción que nos dejaron 35 años de neoliberalismo feroz. La pandemia por covid-19 aún asola a la población, aunque la llegada de las vacunas y el gran trabajo de recuperación de hospitales nos han dado un respiro.

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    Beatriz Pagés dijo hace unos días, entre una sarta de mentiras que no repetiré: “Yo dudo que haya habido en la historia de México un presidente más ignorante y más desinformado”. ¿Será que la pseudoperiodista no se asoma por las librerías? ¿Será que la directora de Siempre! descarga tanta infamia en venganza porque en este sexenio dejó de recibir los 57 millones que Peña Nieto le tendió en chayote de plata?

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    Desde 2018, el presidente se ha pasado enderezando entuertos. Así lo dice en su libro:

    “Hemos revisado y renegociado contratos abusivos y se han hecho a un lado […] las llamadas asociaciones público-privadas, las cuales resultaron onerosas y perjudiciales para el erario. Es extensa y fraudulenta a simple vista la lista de operaciones de compra y contratos de servicios manchados de corrupción, así como los convenios leoninos otorgados en el periodo neoliberal”. 

    El presidente de México explica asimismo cómo, después de un largo periodo, se ejecutaron por primera vez obras de infraestructura con inversión pública. “Con presupuesto federal, sin contratar deuda y sin entregar concesiones estamos construyendo carreteras, presas, hospitales, universidades, escuelas, acueductos, sistemas de drenaje, plantas de tratamiento de aguas residuales, puentes, refinerías, vías férreas, centrales eléctricas, aeropuertos, cuarteles, bibliotecas, parques, mercados, estadios, unidades deportivas y otras obras”.

    “Destacan, desde luego, la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles y el programa integral del istmo de Tehuantepec para articular puertos, trenes y crear una vía rápida de comunicación entre países de Asia y la costa este de Estados Unidos. Asimismo, el Tren Maya llevará bienestar a la región de mayor riqueza arqueológica, cultural y turística del país y una de las más importantes de mundo”.

    18 de noviembre de 2023. A cinco años del gobierno de la Cuarta Transformación, los opositores y medios tradicionales –que son lo mismo– se han desvivido por desprestigiarlo. Un segmento importante de esos adversarios se halla entre los académicos de las universidades.

    Asistimos a un desayuno en honor a Carmen Christlieb, una mujer que fue todo lo que quiso: académica, funcionaria, campeona de tenis, madre y esposa, y acaba de fallecer no sin antes haber redondeado su vida cumpliendo cien años. Enfrente de nosotros están los académicos:

    Alguien lanza un garlito:

    —Tienen rector nuevo, ¿no?
    —Así es. Es un gran funcionario. Conoce muy bien a la UNAM.
    —El presidente lo acaba de desacreditar.
    —Pero ¿a quién no injuria ese señor?

    [Mensaje a Eva, mi media naranja, vía WhatsApp: “Tengamos serenidad”].

    —Lomelí es muy serio; Narro era un conversador muy brillante.
    —Yo soy de la misma generación de AMLO y nunca lo vi en clases.
    —Además, tardó años en titularse.
    —¿Pues tú que estudiaste?
    —Sociología.
    —Ya quitaron su tesis de la red.

    No resisto:

    —Pues, justamente, Paulina Fernández, hija de la maestra Christlieb, asesoró su tesis. Así que no ha de estar tan chafa.

    Silencio.

    Luego, viejos que somos, hablamos de jubilaciones y pensiones.

    Eva tampoco resiste:

    —Todos aquí recibimos pensiones, tenemos ese privilegio; no así los jóvenes que no tendrán una pensión digna. Y esto, gracias a los gobiernos neoliberales.

    Silencio.

    Y así…

    [Mientras escribo, en dos patadas encuentro la tesis del “ignorante López” en el repositorio de la UNAM. Se titula Proceso de formación del Estado nacional en México 1824-1867].

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    Al contrario de la gran mentira de los neoliberales, según la cual “si llueve fuerte arriba, gotea abajo”, haber destinado recursos a los sectores desfavorecidos ha traído consigo un boom económico. México es ya la segunda economía de América Latina y la decimoprimera en el mundo. El propio presidente chino, Xi Jinping, acaba de felicitar al mandatario mexicano por “el camino de progreso y reformas” que ha impulsado.

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    “Atendemos a los pobres por convicción y por humanismo –indica AMLO–, pero también lo hacemos porque creemos que si destinamos recursos a los menos favorecidos habremos de lograr una más rápida reactivación de la economía para salir de la crisis”. 

    Y esta no es idea de AMLO, pues, como confiesa al final de A la mitad del camino, encuentra “un eco de su propia experiencia en lo que señalaban Ricardo Flores Magón, Juan Sarabia y otros revolucionarios en el Plan Liberal de 1906”:

    “Cuando el pueblo es demasiado pobre, cuando sus recursos apenas le alcanzan para mal comer, consume solo artículos de primera necesidad, y aun estos en pequeña escala… Cuando los millones de parias que hoy vegetan en el hambre y la desnudez coman menos mal, usen ropa y calzado y dejen de tener petate por todo ajuar, la demanda de mil géneros que hoy es insignificante aumentará en proporciones colosales y la industria, la agricultura, el comercio, todo será materialmente empujado a desarrollarse en una escala que jamás se alcanzaría mientras subsistieran las actuales condiciones de miseria general”.

  • EL ANIMAL

    EL ANIMAL

    8 de noviembre de 2023. Soy hombre afortunado. Vaya que lo soy. Lo digo yo, un tipo con suerte que se sueña jugando futbol con sus hijos y sobrinos en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, pero que en realidad de eso ya llovió, y ahora es un viejo de 65 años que está despierto a las 2:30 de la mañana con la playera empapada a causa de esta nueva enfermedad respiratoria que acaba de pescar solo unos cuantos días después de salir de su tercer covid. Ahora el virus me tomó mal parado pues aún estaba recuperándome de una operación. “Esa cosa ya me agarró de su puerquito”, le dije a Pedro. ¿Qué hago despierto? Parte de mí, esa que llaman inconsciente, me tiró de la cama pues debo aprovechar la oportunidad que Los Reporteros MX me da para expresarme.

    25 de octubre de 2023. Veinticinco minutos después de la medianoche llegó el animal. Con toda la fuerza de mil caballos apocalípticos entró para destruirlo todo. Técnicamente, Otis fue un huracán categoría 5, el único que ha tocado tierra con esa fuerza indomable desde el Océano Pacífico. Impío, arrasó con la bahía y lo que estaba ahí parado desde hace tantos años. De ese paraíso donde Liz Taylor y Jacqueline Kennedy se casaron con sus respectivos monigotes, poco quedó de pie. Bueno, solo, y por fortuna, las estructuras de edificios y casas, que quedaron como en obra negra, como esa negra medianoche, como negra es la muerte, como negra es la crueldad, como negra es la conciencia de esa clase de personas que hoy se hacen llamar oposición y que junto con los llamados medios tradicionales de comunicación no hacen sino mentir: “el dictador no llegó a Acapulco y todo fue una farsa”, “mejor se hubiera ido en helicóptero”, “eliminó el Fonden (Fondo Nacional de Desastres Naturales) y ahora no hay forma de apoyar a los guerrerenses”, “se gastó el dinero en sus programas y obras faraónicas”, “el dinero del Fonden se está usando para apoyar a Claudia”, “se murieron 16 personas en el hospital del IMSS por falta de luz eléctrica”, “la energía no llegará a Acapulco sino hasta febrero”, “no hay apoyo para las comunidades”, “han abandonado a los guerrerenses y ya pasó una semana”, “los militares no dejan entrar a Acapulco ni permiten llevar víveres a los pobladores”, “Acapulco será el Ayotzinapa de la 4T” (lo que sea que eso signifique), “el presidente no avisó que se venía una catástrofe (que nadie sabía que venía)”, “el presidente no se ha parado en Acapulco”… La mezquindad de los conservadores que odian al presidente y los astutos personajes que los manipulan para volverse a robar el dinero del pueblo no tiene límites.

    28 de octubre de 2023. Desde su oficina, convertida en trinchera informativa, Andrés Manuel López Obrador habla del apoyo que se está dando a los acapulqueños. 

    “En primer término, les digo que no falta dinero, que hay presupuesto suficiente, precisamente porque ahora ya no se roban el dinero estos buitres o sus jefes, como era antes. Ya hay presupuesto suficiente para atender todas las necesidades del pueblo. Vamos a ayudar a todos los acapulqueños, a todos los afectados, y vamos de nuevo a poner de pie a Acapulco; ese es mi compromiso”.

    [La ayuda para Guerrero será ilimitada, anunció AMLO, pero el Plan Integral de Reconstrucción tiene disponibles, por ahora, 61 mil millones de pesos].

    19 de septiembre de 2017. En 2017 se nos movió la tierra dos veces. Una vez el 7 y otra el 19 de septiembre. Los mayores les recordamos a los más jóvenes del otro terremoto ocurrido también un 19 de septiembre, pero 32 años antes. Los mexicanos volvimos a demostrar nuestra solidaridad y capacidad de organización. Cientos de rescatistas improvisados levantamos los puños para pedir silencio cuando algo se escuchaba, quizás una persona bajo los escombros. Nos pasamos los escombros de mano en mano o llevamos comida bajo el sol, comimos polvo, tierra, pues la Tierra nos recuerda a veces que somos polvo y eso seremos. O agua, pues, como vimos, hasta los más feroces denostadores de este esfuerzo descomunal para recuperar al país, para lograr una verdadera Cuarta Transformación, fueron capaces de enviar a Acapulco, aunque sea, cinco garrafas de agua.

    [En 2021, el presidente López Obrador había justificado la decisión del Senado de extinguir el Fonden, pues era un “barril sin fondo” del que se robaban los recursos y que no se atendían realmente las emergencias del país ni a los damnificados. Y así era pues hacia 2020 dicho fideicomiso había adquirido una deuda neta de 13 mil 123 millones de pesos].

    30 de octubre de 2017. El títere impuesto como presidente luce su peinado distinguido. Su copete está en su lugar y no hay gallito que cante. Su rostro muestra un antinatural bronceado color naranja. Esta vez no estrena corbata, su ropa es casual y luce pulcra. No se ha ensuciado las manos. Nunca lo hace. La gente que lo rodea, fuera de sus guardias, no disfraza su enojo. Son los habitantes de Paredón, municipio de Tonalá, y a muchos se les nota aún la angustia sufrida por el terremoto de 8.2 grados que el 7 de septiembre destruyó sus casas. 

    Cínico, Enrique Peña Nieto les dice a los desconcertados damnificados que tal vez reciban 120 mil pesos, solo tal vez: “He pensado que grupos de cuatro o cinco familias que hubiesen perdido su vivienda, sobre todo donde hubo daño total, puedan unirse para que de forma conjunta vayan reconstruyendo las viviendas de quienes integran estos grupos de trabajo, estos grupos de cuatro o cinco familias. Creo que, si se organizan, a modo de tandas, como suele llamarse, y deciden entre todos construir una primera casa, se sortean la de quien, luego la que sigue, la que sigue, y así las cuatro casas y creo que trabajando en equipo pueden lograr la reconstrucción de sus viviendas”.

    ¡Madre mía!… Esos eran los tiempos del Fonden.

  • DE LA MONARQUÍA ABSOLUTA A LA CUARTA TRANSFORMACIÓN

    DE LA MONARQUÍA ABSOLUTA A LA CUARTA TRANSFORMACIÓN

    1 de diciembre de 1970. La voz engolada y al más puro estilo priista de Luis Echeverría Álvarez se escucha en el remodelado Auditorio Nacional. El presidente que se encargó de destruir al país y llevarlo a una crisis económica, social y política –uno de tantos– cree emocionar a la concurrencia con su discurso de toma de posesión. Como ministro de culto, abre los brazos y vocifera ante numerosos y trajeados seguidores:

    Transcurrido siglo y medio de vida independiente y seis décadas de transformación nacional, México debe fortalecer el contenido económico y social de sus instituciones democráticas. Es el camino que nos señala la Constitución de 1917. Con el firme propósito de seguirlo, asumo la responsabilidad de coordinar el esfuerzo de mis compatriotas desde la Presidencia de la República.

    Puras palabras huecas, pues el sujeto de lentes y escaso cabello hará durante su gobierno justamente lo contrario: propiciará el crecimiento, pero del déficit fiscal, y llevará al país a una escalada de represión, pobreza e inflación. Y cómo no, si su secretario de Hacienda era José López Portillo, ni más ni menos que el narcisista que lo habría de suceder y que juró defender el peso como un perro, pero terminó devaluándolo en más de 400 puntos porcentuales.

    Echeverría venía de ser secretario de Gobernación en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, de modo que ambos eran culpables de la matanza de Tlatelolco de 1968. También sería responsable del Jueves de Corpus, el Halconazo del 10 de junio de 1971 y la Guerra Sucia, que causaría un gran número de muertos y desaparecidos que no terminaría hasta finales de la década de los noventa. Todo entonces podía pasar, pues, en palabras de Daniel Cosío Villegas, en México se vivía “una monarquía absoluta, sexenal y hereditaria en línea transversal”.

    ***

    [Hay personas confundidas o con muy mala leche que comparan a Luis Echeverría con Andrés Manuel López Obrador, sin reparar en que nuestro actual presidente ha sido un excelente administrador de la Hacienda Pública, además de un auténtico demócrata. Son tan “parecidos” que ambos usaron a las fuerzas armadas, nomás que AMLO lo hizo para construir aeropuertos, trenes, hospitales, cuarteles o bancos, y el otro, para asesinar estudiantes y opositores de su gobierno].

    ***

    Candil de la calle, a Echeverría le dio por apoyar a los gobiernos socialistas, pero fue un acérrimo enemigo de la libertad de expresión (botón de muestra es el cierre del Excélsior de Julio Scherer al final de su sexenio). Falsario, abanderó las causas de los desprotegidos, pero permitió la corrupción a manos llenas, aumentó el número de pobres, propició el desabasto y la fuga de capitales; se dijo innovador, pero sumió al país en una inflación del 27 % y una serie de devaluaciones le dieron al peso casi la mitad de su valor respecto al dólar. Por si fuera poco, entregó la presidencia a su amigo y mascota José López Portillo. 

    ***

    18 de octubre de 2023. El presidente López Obrador se siente orgulloso de estar considerado como el segundo presidente mejor evaluado del mundo, solo unos puntos por abajo de Narendra Modi, primer ministro de la India. Pero le da más orgullo haber sacado a nueve millones de mexicanos de la pobreza. En respuesta a la pregunta de un reportero, habla del Ejército y la Marina: 

    Son muy leales, muy institucionales, profesionales, respetuosos de la autoridad civil. Y nos están ayudando muchísimo […] 

    Ante la preocupación que por el sargazo tenían empresarios del turismo y autoridades de Quintana Roo, comenta: 

    Le pedí al almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina: “Usted se hace cargo y esto lo vamos a resolver”, y lo resolvimos. […]

    Luego se refiere a la honestidad y responsabilidad de los militares, y a la vigilancia que darán a los trenes:

    Lo mismo en el istmo: ya están construyéndose, ya están incluso terminadas bases navales en Ixtepec, en Medias Aguas otra base naval. Protección, seguridad. 

    Y continúa: 

    Yo una vez les hablé de las misiones que tiene, por ejemplo, el Ejército. Son cinco:

    Una es la defensa de la soberanía.

    Dos: la defensa interior, esto es, la protección de instalaciones estratégicas. […]

    La tercera misión es ayudar en el desarrollo social. Ahora nos están ayudando en la distribución de los libros, para que lleguen a todas las escuelas, hasta los pueblos más apartados. Nos están ayudando la Marina y la Defensa. […]

    Bueno, la cuarta misión es la más desarrollada en este gobierno, que es la contribución al desarrollo del país. Imagínense lo que están haciendo: aeropuertos, trenes, carreteras, distritos de riego. Dos mil 700 sucursales del Banco del Bienestar construidas por ellos. Como 300 cuarteles para la Guardia Nacional. Entonces, esa es la cuarta misión.

    Y la quinta, el Plan DN-III y el Plan Marina, en el caso de la Secretaría de Marina, auxiliar a la población en casos de desastre.

    ***

    16 de abril de 2021. Despreciado, vilipendiado como ningún otro, Luis Echeverría reaparece en público en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria. Está a punto de cumplir cien años y sus familiares lo llevan en una silla de ruedas para que le apliquen la segunda dosis de la vacuna contra el covid-19. Así es la democracia, pues hasta un asesino está protegido contra el virus mortal. México es uno de los cinco países con más de 100 millones de habitantes que más ha vacunado a su población. El mundo estuvo paralizado, aterrorizado, pero las vacunas y el gran trabajo del gobierno mexicano nos han dado respiro, incluso al único extitular del Ejecutivo que tuvo órdenes de aprehensión y arresto domiciliario. Finalmente, años después, se le acusó de genocidio por la matanza de Tlatelolco y la del Jueves de Corpus, aunque la justicia de este país, que nunca ha sido diferente, lo exoneró y no pisó la cárcel.

    [Pero eso sí… AMLO es igual a Echeverría: ambos son populistas y se levantan temprano]. 

  • NOS INSPIRAN LOS HÉROES

    NOS INSPIRAN LOS HÉROES

    Noviembre de 1988. Andrés Manuel López Obrador pronto cumplirá 35 años. Al inquieto político y luchador social aún no se le conoce por sus siglas como AMLO y tampoco es todavía el Peje. Es el candidato del Frente Democrático Nacional a la gubernatura de Tabasco. La energía que emana ese joven de voz cristalina y cabello oscuro no dista mucho de la que casi 40 años después seguirá sorprendiendo a tirios y troyanos. La elocuencia en el discurso del novel político es igual a la del infatigable presidente que, a un año de terminar su encargo, no desiste en su afán de conseguir lo prometido:

    Nos inspiramos en los héroes, en los mártires que lucharon, que dieron su vida para que hubiera libertades, para que hubiera justicia y para que la democracia fuera efectiva en nuestro país. Nosotros nos inspiramos en Morelos, nos inspiramos en Juárez, nos inspiramos en Madero, nos inspiramos en Zapata y nos inspiramos en el general Lázaro Cárdenas. 

    Yo quiero decir a ustedes que, como no les han servido de nada las mentiras, las calumnias, como no les ha servido de nada estar regalando despensas en las comunidades para combatirnos, ahora descaradamente están queriendo contrarrestarnos haciéndonos trampas en el proceso electoral. Ahora, compañeros […], nos están poniendo como condición, para nombrar a nuestros representantes en casillas, que tenemos que presentar cartas de residencia, y resulta que estas cartas las tienen que expedir las autoridades municipales. Están en contra de la ley, están actuando en contra de la legalidad.

    La lucha de Andrés Manuel en Tabasco no fue en vano, pues ya es conocido en todo México, país que él mismo comienza a recorrer y lo cual hará mejor que nadie. Eso es más importante que el 22 por ciento que registrarán las cifras oficiales. Ubiquémonos: todavía ninguna entidad federativa ha sido gobernada por la oposición. En 1988, el PRI aún controla a todo el país. Y no solamente Salinas de Gortari se robó la presidencia de la República: en diversas entidades, la oposición (la real, no la piltrafa que añora recuperar sus privilegios) fue derrotada por toda la fuerza del Estado.

    ***

    6 de junio de 1988. Con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo esperábamos un cambio de rumbo en el país. Jóvenes y viejos luchábamos todos los días para sobrevivir a una crisis interminable. Las deudas con los bancos por una casa, por un carro o hasta por una computadora nos habían dejado en bancarrota. Entre 1982 y 1988, el dólar pasó de menos de 150 pesos a cerca de 2 mil 300. Una soberana locura (¡y hay insensatos que ahora critican el superpeso!).

    De la mano de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, comenzaba en el mundo la negra noche del neoliberalismo, una pesadilla que en México duró casi 40 años, pues a las políticas de privatización se sumó el fenómeno de la corrupción. ¿Qué sucedió? Fácil: el dinero de todos los mexicanos pasó a manos de unos cuantos.

    El de 1988 será recordado como el año del gran fraude, en el que los oligarcas impusieron a Carlos Salinas como presidente con una “clara, contundente e indiscutible victoria” sobre Cuauhtémoc Cárdenas, el hijo del Tata, candidato de la coalición del Frente Democrático Nacional.

    “La caída del sistema en 1988 –tendría que reconocer años después Manuel Bartlett, entonces secretario de Gobernación– fue un amasiato entre el PAN y el PRI”. 

    Llega a mi mente aquel cierre de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas. La multitud, la esperanza pegada en los coches, en las ventanas, con la leyenda “Cárdenas Presidente”, nos hizo soñar. Un largo sueño, pues hubo que esperar tres décadas. Pero ahí estuvimos… y aquí estamos.

    ***

    “Ya no pagues. No podemos con esas tarjetas [de crédito]. Que pase lo que tenga que pasar”, me decía Eva, mi asesora financiera, mi media naranja y la jovencísima madre de mis dos hijos.

    Necio, seguí pagando. Pagué tres veces el préstamo sin cubrir siquiera los intereses, hasta que las finanzas del editor de la SEP se fueron al carajo, y mi nombre, al buró de crédito. Me fue bien: muchos perdieron sus casas; otros incluso se suicidaron.

    Pero a los bancos les pagaron más de una vez. Les apoquinamos los “deudores”, el Fobaproa, el IPAB, y todavía siguieron cobrando por medio de los despachos jurídicos a los que traspasaron sus carteras vencidas. 

    ***

    21 de marzo de 2018. La Cueva del Lobo. 

    Para mí –dice AMLO, invitado a una mesa con los reporteros de Milenio–, la gran revolución que vamos a llevar a cabo de manera pacífica, lo que yo llamo la transformación de México, pasa básicamente por acabar con la corrupción, y eso nos va a ayudar muchísimo. Yo sostengo que estamos a punto de lograr una transformación. Ha habido tres transformaciones: Independencia, Reforma y Revolución. La última transformación, la Revolución mexicana, tiene más de cien años y vamos a llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de México. 

    Entre los gritos de los desquiciados periodistas destaca la mofa de Carlos Puig:

    Hay un poquito de ego. Cuéntame cómo te sientes en las noches diciendo “yo voy a encargar la Cuarta Transformación”; tú, como Hidalgo, como Juárez, como Madero. 

    Responde el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México:

    Son millones de mexicanos: es una transformación. No es más de lo mismo. No es una elección cualquiera, no es el quítate tú porque quiero yo… Es una hazaña. Es el movimiento más importante en el mundo, por el número y las convicciones de los que participan.

    Viene la risa de Azucena Uresti y el escarnio que no logra disfrazar.

    Jesús Silva Herzog Márquez, también burlón, dice: “Te va a quedar chico el país, te va a quedar pequeñito”.

    Conozco lo que han hecho los presidentes, desde Guadalupe Victoria hasta Peña Nieto, y no quiero pasar a la historia como Santa Anna ni como Porfirio Díaz, no quiero ser como Salinas ni como Calderón…

    ***

    La verdadera historia es que en el otoño de 2023 son ya 23 las gubernaturas que ha ganado Morena, un partido muy joven, como aquel personaje que tuvo que caminar más de una vez los 800 kilómetros que hay entre Tabasco y la Ciudad de México reclamando justicia.

  • SEGUNDA CRÓNICA DE NOMBRES

    SEGUNDA CRÓNICA DE NOMBRES

    A Mariano y los sobrinos

    22 de agosto de 2023. Mientras espero mi tarjeta para el bienestar, escucho tantos nombres que no puedo sino recordar aquella novela de Saramago en la que un trabajador de la Conservaduría General del Registro Civil enloquece entre un mundo de nombres buscando uno. En Todos los nombres, el único nombre que aparece es el de él, José, pero aquí resuenan los de Roberto Suárez Ríos, Ricardo Hernández Castro, Adriana Álvarez, Francisca Pérez Barrera, Guadalupe Rodríguez… Mientras una mujer gorda arrastra una andadera, escucho cómo se llaman los habitantes de Iztapalapa que, al igual que yo, han ido envejeciendo. Vaya que han dado vuelta las manecillas de los relojes, y qué digo si ya son digitales y muestran nuestras pulsaciones y saben cuántos pasos hemos dado y a dónde fuimos. 

    Muy joven pensaba que alguien de 65 años estaba próximo a morir. Llaman a María Candela Menéndez Hernández, una nueva María de Magdala. Vocean a decenas; cientos de nombres que no son como los que ahora tienen los jóvenes: Jocelyn, Jennifer, Naomi, Bryan o Justin. Mujeres y hombres que han construido este país, quizá desde la trinchera de la enseñanza, la mecánica, la plomería o sus casas. Amo a mi país y lo reconozco en su gente. Amo la policromía de esta ciudad, un crisol digno de verse.

    En el barullo, no descubro a empresarios, intelectuales orgánicos o estafadores de la falsa sociedad civil… Quizá vengan disfrazados. Claro que cobrarán su pensión y, cinco minutos después, en Twitter (hoy X), en los medios corporativos, seguirán despotricando contra el “autócrata”, el “dictador de Palacio”. Y ahora siguen Julio, Lucía y María Eva (casi tocaya de mi Eva, la mujer que me ha acompañado toda la vida a pesar de mí, de lo que soy y de lo que he sido).

    Rosana Alcázar, Elvia Ortega, Guadalupe Patricia, Guadalupe Araceli González Rodríguez, Ana Luisa… Juan José… No había reparado en que son sobre todo mujeres las que llegan a estas edades. Y cómo no recordar a Félix, el vigilante de mi cuadra que murió en la caseta de vigilancia, “celoso de su deber”, como decía el actor bigotón que nos provocaba carcajadas en una serie icónica de los años setenta: Los Beverly de Peralvillo. La vida antes de internet.

    Ahora llaman a Tere Hernández y pienso entonces en que mi cuñada debería estar también recogiendo su tarjeta, pero se fue sin enterarse siquiera de que lo logramos, ganamos y ahora estamos cosechando lo sembrado durante todos esos años en los que apoyamos el cambio. Tere ya no lo vio, pero tampoco sufrió al presidente Peña, el títere, el guiñol de pesadilla. Además, en realidad se llamaba Teresita del Niño Jesús, y no creo que voceen a alguien con ese nombre, porque ¡quién carambas se llama Teresita del Niño Jesús! Bueno, acaban de vocear a María Reina, a Engracia, a Josefina, a María Guadalupe Gómez Caballero. Cuántas Marías y cuántas Guadalupes. En fin… Cuántas mujeres que ahora tendrán un poco más de tiempo para disfrutar y que seguro apoyan a la Cuarta Transformación. Muchas caminan como pato. Las rodillas han tenido que pagar el precio de tantos años de andar de la seca a la meca; esa mujer lleva tanque de oxígeno, y es que a veces la vida le carga la mano a las personas. Todas las Marías, todas las Guadalupes, todos los Josés. Toda la cultura y el arraigo, la religiosidad y la idiosincrasia de nuestro hermoso México, tan católico y cristiano. Todos, hasta los ateos, estamos aquí.

    ***

    1 de marzo de 2023. Es miércoles. En la conferencia matutina, antes de presentar el reporte de Programas para el Bienestar, Elizabeth García Vilchis muestra algunas entrevistas con gente que asistió a la marcha del 26 de febrero, la de “El INE no se toca”.

    “No queremos estar en un país en donde exista nuevamente la monarquía”, dice un tipo no muy joven que carga un enorme cartel con el logo del INE. “¿Ustedes defienden al INE?”. “Sí”. “¿De qué?”. “Del PAN”.

    El desconocimiento, la ignorancia, la enajenación a veces mueve a risa. 

    Una mujer dice: “Está muy muy mal, porque nosotros somos católicos, apostólicos y romanos y estas leyes son totalmente opuestas a nuestras costumbres, a nuestra religión, a nuestra identidad como personas; atajan nuestra libertad”.

    “Hay que defender al INE de los malos”, dice otro testimonio. “¿Y quiénes son los malos?”. “No sé”. “¿Tú?”.

    Otra señora pasada de peso, vestida de rosa, muy floreada, con lentes oscuros y pelo recogido, grita desquiciada: “¿Qué me molesta? Me molesta que AMLO no está pensando en la gente, no está pensando en el pueblo. Está pensando en sí mismo nada más… Ahorita lo que queremos es seguridad, y él quiere cegar a la gente, y eso no lo vamos a permitir”.

    En su furia, confunde la primera y la tercera personas: “No se va a volver a postular. Estás derrotado AMLO. Estás derrotado. Y que ni crea, ni crea que va a durar. No, no se va a postular. ¡Que soporte! ¡Que soporte! Es un delincuente”.

    No queda mucho espacio para diseccionar los programas que en cinco años ha emprendido el gobierno actual para el bienestar de la población, que se presentaron en la Mañanera. Solo los enumero: pensiones para adultos mayores, pensiones para personas con discapacidad, programa de madres trabajadoras, Tandas para el Bienestar, Becas para el Bienestar, becas educativas para estudiantes desde preescolar hasta licenciatura, Jóvenes Construyendo el Futuro, La Escuela es Nuestra (recursos para ampliación, rehabilitación de instalaciones, horario extendido y servicio de alimentación), Sembrando Vida (para el desarrollo rural), empleos permanentes de reforestación productiva (en rescate del campo), Producción para el Bienestar (apoyos a productores de cacao, café, miel y caña), Fertilizantes para el Bienestar, Bienpesca (apoyos a pescadores y acuacultores), Programa Nacional de Vivienda, Internet para el Bienestar, Telefonía Celular, Banco del Bienestar, etcétera.

    ***

    20 de septiembre de 2023. “Se siente bien recibir la pensión, pues antes todo el dinero se lo robaban los políticos abusivos y traficantes de influencias”, le digo en la fila del banco a un sujeto. “Pero esta pensión no la impulsó López Obrador, sino Peña Nieto. Aún tengo la tarjeta de mi mamá”. 

    No lo puedo creer. Le explico todo, pero ¿cuántas personas se tragan las estruendosas patrañas, el cerco informativo de los medios?

    A saber.

  • DE UTOPÍAS Y REALIDADES

    DE UTOPÍAS Y REALIDADES

    22 de agosto de 2023. Somos muchos. Venimos a recoger la tarjeta para el bienestar de las personas adultas mayores. Somos muchos, y casi todos de la misma edad, pero no lo parece… La población se divide en cuatro grupos. En el primero están las mujeres indígenas que parecen ancianas, pero no lo son. Son fuertes aún y muy bajitas, tienen las manos maltratadas por años de trabajo duro y su piel morena parece flor marchita… Tienen el rostro de los marginados de nuestro país que viven en pobreza, que soportan dignamente, pues han sufrido siglos de injusticia. En el segundo segmento están los descuidados. La mayoría son hombres y muestran sin pudor la costosa factura que han tenido que pagar por haber bebido cantidades irreverentes de cerveza, ron o mezcal. La “buena vida” ha ido destruyendo su organismo. Ellos no conocen de crema humectante ni de vitaminas, y las verduras apenas se las pasan a regañadientes. En el tercer grupo están los enfermos, es decir, las personas a las que el destino les ha jugado una mala pasada y han sufrido enfermedades; aquí hay hombres y mujeres ya con tanques de oxígeno, ya en sillas de ruedas; a mi vecino, su hija tuvo que moverle la mano para que pudiera medio firmar. En el último segmento están los rucos que se resisten a serlo. Hacen ejercicio y se les nota. Algunos tal vez sean buenos lectores. Todos, sin embargo, estamos orgullosos de haber llegado a este momento en el que por primera vez se nos reconoce nuestro trabajo, todos esos años en los que tuvimos que resistir gobiernos corruptos, en los que se despreció a los viejos, en los que se humilló a los jóvenes llamándolos ninis porque “ni estudiaban ni trabajaban”, sin decir que eso se debía a las oportunidades que ellos mismos les negaban.

    Hacemos una fila en una de las puertas del deportivo Santa Cruz, situado al oriente de la ciudad, hoy llamado Utopía Meyehualco. También formados, pero hacia el otro lado, hay un grupo todavía mayor. Está repleto de jóvenes que con sus madres, padres y parientes vienen a tramitar su beca porque estudian la preparatoria, porque ya no son ninis ni lo serán nunca más, porque ahora el gobierno de la Cuarta Transformación los está becando. 

    Siempre creí que la utopía era algo inconseguible, y ahora, aquí, la concibo en el rostro de esa mujer sin edad que viene acompañada de su hija y su nieta, esa humilde indígena de manos fuertes y ajadas que han ayudado a construir este país y que tan mal hemos tratado. 

    Mientras espero sentado, recuerdo la voz cantadita de Ángeles, nuestra nueva amiga de Bacalar, al referirse a los cambios que para bien ha habido en toda la península, entre otras cosas, debido a la construcción del Tren Maya: “Amo a AMLO”. Eso han de pensar muchos de los que estamos aquí, pues pronto recibiremos una pensión bimestral que el próximo año será de seis mil pesos. ¿Qué representará esa cantidad para aquella mujer de manos duras y rostro ajado? ¡Tres mil pesos al mes para preparar verdolagas con puerco, mixiote con pollo o lo que sea! “Amo a AMLO”. Vuelvo a recordar la voz con acento de Chetumal.

    ***

    27 de noviembre de 2022. No importa que sean las tres de la tarde y que hayamos deambulado cinco horas con un calor endemoniado entre un mar de gente por Juárez, Madero y Cinco de Mayo hasta llegar al Zócalo, regresar por las mismas avenidas y detenernos frente al Palacio de Bellas Artes para por fin escucharlo. No puedo creer que ese hombre pueda resistir tanto y caminar, abrazar, saludar, tomarse una selfi, una, mil veces. El entusiasmo está desbordado, así no lo crean los que nunca han creído en este gobierno transformador. Allá ellos.

    ***

    Por fin habla el presidente. Tengo cinco años menos que Andrés Manuel y estoy exhausto. “¿De qué se nutre ese hombre?”, me pregunto. “De pueblo”, me digo en silencio. “Amor con amor se paga”. He visto en la marcha a muchos jóvenes. Estoy mejor, me ha llegado un segundo aire. Los logros son una barbaridad. Recupero unos cuantos:

    “Tres millones 732 mil familias con niñas y niños de preescolar, primaria y secundaria reciben becas de mil 680 pesos bimestrales.

    Todos los estudiantes de bachillerato o escuelas públicas de nivel medio superior, cuatro millones 155 mil alumnos, también reciben becas de mil 680 pesos bimestrales.

    A 410 mil estudiantes universitarios, de familias pobres, se les apoya con dos mil 450 pesos mensuales.

    El Conacyt otorga 128 mil 950 becas a estudiantes de posgrado y a investigadores.

    Hemos creado 145 universidades del sistema Benito Juárez, donde laboran mil 168 docentes y estudian 45 mil 581 alumnos. Antes de terminar nuestro gobierno serán 200 planteles y 60 mil alumnos, con énfasis en escuelas de medicina y enfermería.

    Dos millones 339 mil jóvenes se han capacitado para el trabajo como aprendices en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, cuentan con seguro social y se les paga un salario mínimo de cinco mil 258 pesos… Y me da mucho gusto que ya la mitad se ha quedado a trabajar en las empresas, en los comercios, en los talleres donde se forman y les dan la capacitación”.

    ***

    [Para Fox, Calderón y Peña Nieto, más de siete millones de jóvenes de entre 14 y 29 años solo eran ninis y muchos de ellos quedaron a merced del narcotráfico]. 

    ***

    El muchacho se detiene y platica con Eva. Dice que, aunque hoy mismo debe regresar a Zacatecas, está feliz. El discurso de AMLO acaba de terminar. Mi hijo le ofrece un cigarro. Dos. Luego, en un momento íntimo –curiosamente íntimo entre miles de personas que, cansadas, vuelven a sus hogares– nos muestra su mano. “A mí me dicen el Cuatroté”. El joven no tiene pulgar. Solo tiene cuatro dedos, cuatro, como las cuatro revoluciones que con esta ha tenido nuestro país para desfacer el entuerto de la injusticia y la desigualdad. Eso, sin embargo, no lo arredra para marchar gustoso durante horas, aunque lo llamen acarreado, tomar por carretera el largo viaje e ir mañana al trabajo, porque no es nini, con una sonrisa como la que tiene hoy mismo, quizá porque logró algo que siempre había querido: apoyar a su tocaya, la Cuatroté, en la figura del presidente.

  • …Y NO NOS TRAICIONÓ

    …Y NO NOS TRAICIONÓ

    ¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. 

    Agustín de Hipona

    1 de julio de 2018. La vida te da revanchas.Hoy ha cambiado mi vida y la de muchos. Hoy no cabe la derrota. Como tampoco debieron haber cabido las anteriores, que no fueron derrotas, sino robos, atracos: el de las elecciones de 2012, cuando la oligarquía le compró la presidencia a Peña Nieto, le construyó una historia, le fabricó una imagen con peinado alto y le rentó a una esposa; el de 2006, que nos legó una guerra que no acaba; el otro fraude, absurdo, el de 1988, cuando fuimos al Zócalo, dispuestos a todo, pero Cuauhtémoc Cárdenas, el hijo del Tata, hoy tan venido a menos, nos dijo no… que no valía la pena el reguero de sangre. Entonces había surgido en el escenario político un joven candidato en Tabasco a quien también lo habían despojado de la gubernatura: Andrés Manuel López Obrador. Pero no. Quien llegó a la presidencia fue Carlos Salinas de Gortari para imponer un neoliberalismo feroz que empobreció a millones y enriqueció de manera obscena a unos cuantos. Y en ese inter han pasado cuarenta años, media vida, y había que sobreponernos. Lo hicimos. Trabajamos. Luchamos.

    Pero también tuvimos que resignarnos. 

    ¿Cuántos años más? Pasaron cuarenta. Pasaron quinientos.

    Nuestro paso por la vida nunca va en camino recto. A menudo damos vueltas y regresamos al mismo lugar. Un día lloramos en el Zócalo y en un viraje ya estamos celebrando que está a punto de comenzar una nueva forma de hacer política privilegiando a los siempre olvidados. Hoy, exactamente a la mitad del año 2018, comienza la cuarta transformación de la vida pública de México.

    No estoy, pero estoy. Desde la pantalla de mi casa escucho a Andrés Manuel. Su agradecimiento por los que votamos por él: treinta millones. Su respeto por la democracia. Su anuncio de que habrá cambios profundos.

    ¡Cómo quisiera estar entre la gente y escuchar el anuncio de una nueva libertad, verdadera, legítima!

    “Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido”, dice el próximo presidente. “La transformación que llevaremos a cabo consistirá, básicamente, en desterrar la corrupción de nuestro país, [que no es] un fenómeno cultural, sino el resultado de un régimen político en decadencia”. 

    En decadencia. 

    ***

    1 de agosto de 2023. Han pasado cinco años. El mundo se paralizó hace tres. Hay guerra en Europa. Pienso en cómo estaríamos si nos hubieran robado otra vez la Presidencia, si todavía estuviéramos cayendo por el despeñadero. Pienso en la mezquindad de unos cuantos: los deprecio.

    En una sala de espera escucho a un tipo viejo, que seguramente cobra la pensión de Bienestar. Está con su madre, una anciana que hace como que lo escucha. Habla fuerte, como esos detractores de la 4T que vociferan buscando confrontación. “Lo que pasa es que este gobierno todo lo ha hecho mal, y ha congelado los salarios… Yo recuerdo que hace muchos años yo ganaba mucho dinero. Ganaba millones”. 

    La desinformación no tiene límites. He escuchado el absurdo discurso de que este es el peor gobierno de la historia. No hay duda: el odio ciega.

    ***

    1 de enero de 1993. Carlos Salinas es presidente. El gobierno ha decidido quitarle tres ceros al peso para “operar con cantidades de moneda simplificada”. “Nuevo peso: más práctico y más sencillo”, anuncian, cínicos, los mismos priistas que devaluaron nuestra moneda a causa de su despilfarro y corrupción. En menos de dos décadas, desde el sexenio de Luis Echeverría hasta el de Miguel de la Madrid, pasando por el de José López Portillo –el presidente perro–, el tipo de cambio del peso con relación al dólar pasó de 12.50 a 2 mil 290. Con Miguel, el padre de Enrique, ese sujeto gris que quiere ser presidente, la brutal devaluación alcanzó una cifra cercana a 1 500 puntos porcentuales. Estábamos en la década de los ochenta. Yo entonces ya estaba casado. Tenía dos hijos… y cinco trabajos…

    [Ahí está tu supersalario, millonario despistado].

    ***

    “Escucharemos a todos, atenderemos a todos, respetaremos a todos, pero daremos preferencia a los más humildes y olvidados; en especial, a los pueblos indígenas de México. Por el bien de todos, primero los pobres”.

    Escucho que AMLO abolirá los privilegios. Escucho que no nos traicionará…

    “El Estado dejará de estar al servicio de una minoría y representará a todos los mexicanos: a ricos y pobres; a pobladores del campo y de la ciudad; a migrantes, a creyentes y no creyentes, a seres humanos de todas las corrientes de pensamiento y de todas las preferencias sexuales”.

    4 de agosto de 2023. Los políticos de la oposición de la vieja guardia se han unido, pero es increíble que en cinco años no hayan podido crear un proyecto que compita mínimamente con el de Andrés Manuel. Ni juntos, el PRI, el PAN y los despojos del PRD han logrado algo, pues Morena gobierna ya en veintidós estados. Los dueños de este amasijo político, bajo las órdenes de Claudio X González, de Claudio X González padre, de Carlos Salinas, del dinero fácil, de la corrupción y del tráfico de influencias, no tienen nada que hacer ante un pueblo que despertó y que ahora, como dice el presidente, es sabio…

    Cinco años de la 4T. Incontables logros que iremos diseccionando. Un gobierno que está de pie, como su presidente en la Mañanera, de pie todos los días durante cinco años. 

    López Obrador hoy está contento. Orgulloso de que por fin la pobreza ha disminuido, se ha doblegado ante los programas sociales. Presenta los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que elabora el Inegi. Confirmado: cinco millones de pobres menos. Cinco millones de personas que comen tres veces al día. 

    A pesar de la pandemia, a pesar de la guerra, la transformación avanza, pero ninguno de los medios de comunicación tradicionales lo divulgará, no le darán importancia y seguirán engañando a los incautos que creen que antes eran millonarios. Aunque, ¿saben qué?, tampoco importa…

  • ENRIQUE PEÑA NIETO O UN PRESIDENTE DE TELENOVELA

    ENRIQUE PEÑA NIETO O UN PRESIDENTE DE TELENOVELA

    A Enrique Peña Nieto su presupuesto solo le alcanzó para vivir en Valdelagua, un conjunto de mansiones ubicado a las afueras de Madrid, España. El pobrecito ha tenido que habitar en los suburbios, solo que es vecino de ricos extravagantes y gente de la farándula, como Penélope Cruz y Javier Bardem. El expresidente que no pudo aumentar el salario mínimo, ni crear empleos, ni apoyar a los jóvenes estudiantes con becas, ni incrementar las entonces ridículas pensiones para adultos mayores, y que permitió y participó en montones de negocios sucios, como los de Odebrecht, los penales y los hospitales que el gobierno de López Obrador tuvo que terminar de construir y equipar durante la pandemia, sabe poco, pero sabe que “calladito se ve más bonito”.  

    El expresidente hechizo, incapaz de leer un libro, al que le compraron una esposa, le construyeron una imagen con copetito alto y le escribieron una historia de telenovela, el que no pudo ni siquiera avanzar en la construcción del tren interurbano México-Toluca –la obra que beneficiaría a su tierra natal–, el expresidente apátrida no se puede quejar, pues, aunque dejó un país en ruinas, herido de violencia, con una deuda monumental, a él, a Peña Nieto, no le va nada mal. 

    El angelito no tiene alas, pero vuela mucho, y no se le ve nunca hacerlo en aviones comerciales. El infeliz sufre mucho por males de amor, pero para paliarlos tiene la Visa Dorada que entrega España a multimillonarios que tienen muchas ganas de gastar, aunque –no nos equivoquemos– él apenas vive en las afueras de Madrid en una humilde vivienda tipo Infonavit, ese instituto que durante su gobierno dirigió David Penchyna (con un salario del tamaño de su corrupción: 700 mil pesos mensuales), quien en agosto del 2020 fue acusado por Emilio Lozoya –el exdirector de Pemex, hoy en la cárcel– de recibir sobornos de parte de Luis Videgaray (o sea, de Peña Nieto), junto con Ernesto Cordero y el huidizo Ricardo Anaya, para aprobar la mal llamada Reforma Energética.

    Enrique, para muchos, su presidencia ha quedado marcada por el sello de la corrupción. 

    Desde el inicio de mi gobierno llevé a cabo una campaña contra la corrupción, pero como es un asunto de orden cultural, un flagelo especialmente de nuestras sociedades latinoamericanas, fue muy difícil erradicarla. De hecho, es más fácil contagiarse de ella. 

    [A confesión de parte…].

    ***

    Enrique Peña Nieto no se contagió del virus de la corrupción: Enrique Peña Nieto es el virus de la corrupción. Y lo fue desde el inicio de su carrera política, pero se ha salvado de ser extraditado por la inoperancia de la Fiscalía General de la República. De acuerdo con Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, “hay suficientes evidencias de corrupción y peculado por parte de Peña”.

    En el juicio contra García Luna, “la lumbre va hacia Peña Nieto”. Hay pruebas contundentes para que el expresidente sea indiciado y extraditado por cohecho, asociación delictuosa, lavado de dinero y delincuencia organizada, dice el periodista Álvaro Delgado.

    Emilio Lozoya está por firmar un acuerdo con la fiscalía. Sin embargo, aunque Odebrecht repartió sobornos a borbotones y hay personas vinculadas a proceso por el dinero entregado a los legisladores panistas que aprobaron la reforma energética, hace un mes la Sala Superior Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó que los procedimientos contra el expresidente Enrique Peña Nieto y el gobernador saliente del Estado de México, Alfredo del Mazo, por el posible financiamiento ilegal en sus campañas, son infundados. Días antes de que se le acabara la chamba, Lorenzo Córdova promovió la exoneración de Peña, el sujeto que lo colocó en el INE.

    ***

    Enrique Peña Nieto es corto de entendimiento, pero es muy largo en corruptelas.

    ***

    ¿La desaparición forzada de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa fue una operación de Estado ejecutada por el gobierno?

    No. Yo sigo defendiendo la verdad histórica. 

    ¿Cómo explica su fortuna? Desde que era gobernador del Estado de México declaró que le habían donado grandes terrenos, casas, departamentos, obras de arte, metales, joyas. Un artículo de entonces, de Alejandro Páez Varela, acusaba que llevaba una vida entera recibiendo donaciones.

    No solo soy una cara bonita, también tengo mucho carisma. Me quieren mucho y me regalan cosas.

    El presidente ha dicho que usted gastó siete millones de pesos por servicio de internet en un solo vuelo en el avión presidencial. 

    No lo sabía. Habría que revisar.

    No solo se le acusa del saqueo de las finanzas públicas, sino también de haber afectado los recursos naturales del país. Por ejemplo, al final de su gobierno le dio el banderazo al fracking para obtener gas y petróleo.

    Esa técnica fue crucial para mejorar la producción petrolera del país.

    Información de Contralínea señala que un contratista de su gobierno le transfirió 38 millones de pesos a Socorro Nieto, su madre.

    Ah, sí. Fue por la venta de unos terrenos en Atlacomulco, pero el pago se hizo 15 años después.

    En su gobierno dejó obras inconclusas. No solo el tren interburbano, sino 196 instalaciones médicas sin terminar. En muchas solo se hizo el cascarón. Entre Fox, Calderón y usted sumaron 317.

    Seis años son pocos para tantas responsabilidades.

    Usted repartió 60 mil millones de pesos en publicidad.

    Son gastos necesarios. Al ser mi gobierno más abierto, hubo que darle mayor publicidad a todo lo que hacíamos. Fuimos muy transparentes. 

    Haga un poco de autocrítica. ¿Considera el suyo un gobierno fallido?

    No. En mi gobierno, las reformas estructurales trajeron beneficios para los mexicanos. Iban a ser más, pero con el cambio ya no se pudo. Cumplí con el 95 por ciento de todos y cada uno de los compromisos que firmé ante notario público. 

    ¿Dejó un pueblo pobre?

    Claro que no. Con el programa Prospera aseguramos que la población de mayor rezago social pudiera realmente prosperar y lograr mejores condiciones de vida.

    [No lo sé, Rick. Parece falso…].

  • KENIA LÓPEZ RABADÁN O DESGAÑITARSE HASTA EL RIDÍCULO

    KENIA LÓPEZ RABADÁN O DESGAÑITARSE HASTA EL RIDÍCULO

    Kenia no habla, grita; no dialoga, agrede; no propone, insulta; no tiene ideas, es fanática; no predica, escupe odio; no informa, miente; no sugiere, reclama por nada; no plantea soluciones, se queja de lo que solo existe en su larga cabeza, y llora, berrea y patalea a grito pelado. Su voz es un látigo que no solo lastima los oídos, sino que arruina todo lo que está a su alrededor. Ella revienta cualquier tranquilidad y destroza la quietud. Además, tiene pésima dicción. Es una bomba de harina y tierra, tan inofensiva como enturbiadora. Ahora dice que será Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Qué se le va a hacer: Kenia es diminuta. Kenia es del tamaño de la oposición.

    ***

    Kenia, acabas de subir un extraño tuit en el que dices, en resumen, que con Felipe Calderón México goleaba a Estados Unidos, pero ahora es al revés. Y que en 2024 la selección mexicana volverá a la senda del triunfo, pues deduces que todo es culpa de AMLO. En serio, ¿te gustó el gobierno de Calderón? ¿Con la guerra que inició y que ha sido tan difícil terminar? ¿Con el crecimiento de la deuda, el narcogobierno y el operativo Rápido y Furioso?

    El problema no es Felipe Calderón. Es Andrés Manuel López Obrador, que procura a los delincuentes y ha generado cuatro millones de nuevos pobres.

    Dices que en las elecciones pasadas la oposición le empató a Morena. Festejas los resultados, y aseguras que el 4 de junio “empataron”. ¿Qué celebran? Ahora Morena gobierna en 23 entidades federativas (…y contando).

    Lo único que te puedo decir es que ¡hay tiro en el 2024!, y eso a pesar del cinismo de los miembros de Morena, ya que fue una elección de Estado. El presidente era el coordinador de campaña de la señora Delfina. Además, empatamos en número de votos, pues la diferencia fue de solo 1.5 por ciento.

    Permíteme contradecirte, en las pasadas elecciones, Morena tuvo un incremento de más de 300 mil votos, y el PAN solo creció 16 mil, mientras que el PRI perdió 62 mil. Del PRD mejor ni hablamos. En ambas elecciones, los fraudes a favor del PRIAN estaban a la orden del día. Aun así, ganó Morena en una de las entidades federativas que reúne más electores: el Estado de México.

    Hay gentes como tú que no saben de números. Por eso están como están.

    ¿Por qué eres tan beligerante? Ya no te juntes con Xóchitl y Lilly. Te hace daño tanto odio.

    ***

    Kenia anunció hace dos años, con bombo y platillo, la contramañanera (así, con minúscula), con la que echaría para abajo todas las “mentiras” del presidente López Obrador. Nada más que no pudo. Aburridos, deslucidos, sus bodrios no duraban más de 15 minutos y salían cuando quería; después prácticamente desaparecieron. Como si fuera la conductora de noticias de un pésimo noticiero se ponía a leer, y muy mal, pésimas notas redactadas por sus achichincles, que así les ha de llamar a los integrantes de su staff, porque Kenia López Rabadán no solo es gritona, ignorante y acartonada: es clasista. La contramañanera refleja lo que es la oposición: una mentira que se infla e infla hasta que revienta.

    ***

    ¿Quieres ser Jefa de Gobierno?

    No quiero ser Jefa de Gobierno. Voy a ser Jefa de Gobierno. Todos los capitalinos estamos cansados de la corrupción. Lo mejor que ha hecho Claudia Sheinbaum es renunciar, pero debió haberlo hecho hace años. La Regenta dejó muchos problemas en la Ciudad de México: inseguridad, falta de agua y de vialidades, corrupción. No tenemos un transporte público de calidad. Seré candidata y habrá un gobierno decente, honesto y daré resultados. La regenta no los dio, y en lugar de solucionar los problemas del Metro o el déficit de vivienda hizo un arranque ilegal de su precampaña.

    ***

    Kenia le grita en tribuna al senador en turno que es un comunista subordinado al régimen, es decir al poder y al dinero. Que lo que los morenistas quieren es vivir de la corrupción. En un mundo al revés, dice que el de AMLO es un gobierno oligarca, que roba y es impune.

    Grita todo eso, pero no lo demuestra, y nada dice de que ella forma parte del partido del cártel inmobiliario ni que hace sociedad con el priismo más corrupto, el de Alejandro Moreno o el del hoy casi extinto grupo Atlacomulco.

    La vicecoordinadora del PAN, con gesto de desprecio, señala que el Senado es la casa de la oposición, y con fanatismo arremete, un día sí y otro también, contra Claudia Sheinbaum y el presidente López Obrador.

    ***

    Háblanos de la denuncia que acabas de presentar.

    Presenté una denuncia ante el Instituto Nacional Electoral contra Morena y sus corcholatas por iniciar un proceso interno que a todas luces es un fraude a la ley, porque anticipa actos de campaña, viola el debido proceso electoral y la equidad en la contienda.

    ¿No le estarás copiando a Xóchitl Gálvez en eso de las denuncias?

    Hay que denunciar a un gobierno que persigue científicos, intelectuales, medios de comunicación y apapacha delincuentes.

    ¿Algo más que agregar?

    Hago un llamado a la oposición, a Movimiento Ciudadano, a la mitad de la población que no está de acuerdo en las mentiras de López Obrador, a la Marea Rosa, a la Marea Blanca, a que detengamos esta brutal corrupción que genera muerte y desesperanza en Palacio Nacional. Detengamos este gobierno corrupto.

    ***

    En la tribuna del Senado de la República, es común ver a la senadora vociferar “¡Como se atreven!” y empezar a manotear so riesgo de golpear a alguien. Luego de chillar esa frase, a la senadora, como una poseída, parece hacérsele el rostro aún más largo y entrar en trance. Comienzan los gritos, los pujidos, el delirio… pero si se fija uno bien todo eso es actuación y en realidad no está tan desesperada, y todas sus palabras son vacías. Ella es la peor de las tres, o por lo menos la más escandalosa. “¡Cómo se atreven!”, se desgañita, y más de una vez por poco ha tenido que ser sacada del Senado atada a otra camisa que no es precisamente la de los Pumas, con la que ha llegado vestida al Parlamento.