La bancada local de Morena acusa que usuarios ligados a la oposición provocaron la suspensión de su cuenta oficial, mientras X exige documentos oficiales para recuperarla.
El grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México expresó su sorpresa luego de que la red social X suspendiera su cuenta oficial, @GPMorenaCdMex, alegando suplantación de identidad.
El vocero de la bancada, diputado Paulo García, señaló que la suspensión se derivó de denuncias masivas enviadas por usuarios vinculados a la oposición, e ironizó: “¡No sé cuántas bancadas de Morena hay en la Ciudad de México!”. La bancada deberá presentar una declaración oficial, fechada y firmada en papel membretado, junto con una identificación con fotografía, licencia de conducir o pasaporte legible, para recuperar la cuenta.
García aseguró que la suspensión no se trató de un cierre definitivo y apuntó que lo sucedido evidencia el uso de bots y operaciones mediáticas: “Se intentó instalar la idea de que la suspensión fue por críticas a una dirigente del Prian, lo cual es falso. La red social aceptó estas mentiras y se movió la narrativa de que supuestamente habíamos difundido información falsa”.
En conferencia, el legislador criticó la contradicción de la oposición, que condena la censura a periodistas pero celebra la suspensión de la cuenta de Morena. Señaló que los opositores han difundido testimonios sobre la movilización de comerciantes informales a favor de figuras políticas de la oposición, utilizando esa narrativa para desacreditar a la bancada.
Finalmente, García hizo un llamado a que X restituya la cuenta para que la bancada pueda continuar difundiendo su labor legislativa y opiniones: “Nos causó ruido que se cuestionara nuestra identidad, alegando suplantación, cuando eso es totalmente falso”.
En un año al frente del PAN, Jorge Romero gasta más en autopromoción que su partido, usando millones de pesos en Facebook e Instagram.
En su primer año como líder del Partido Acción Nacional, Jorge Romero gastó millones en promocionarse en redes sociales. Usó más del doble del dinero que su partido destinó a anuncios. Mientras que el PAN buscaba renovar su imagen, Romero centró sus esfuerzos en elevar su perfil personal.
Romero pagó más de 4 millones de pesos en Facebook e Instagram. Compró 149 anuncios, mientras que el PAN sólo invirtió en 86. La mayoría de los anuncios personales de Romero costaron entre 10 mil y 15 milpesos. También adquirió cinco anuncios que costaron más de 100 mil pesos cada uno, sumando 562 mil pesos.
El PAN, por su parte, destinó cerca de 33 millones de pesos para relanzar su imagen. Firmó contratos millonarios con empresas de publicidad y consultoría. Uno de los contratos más caros fue con Cinestation, por casi 11 millones de pesos. También pagaron 6 millones a Alquisol para un estudio digital de narrativa.
Además, Jorge Romero destinó 3.48 millones de pesos a la difusión de espectaculares y medios digitales. Algunos contratos incluyeron gastos en estudios de comportamiento ciudadano en redes y producción de contenido musical.
A medida que el PAN busca abrirse a más ciudadanos y candidatos, Romero se enfoca en fortalecer su proyección personal. La gran inversión revela prioridades distintas dentro del partido, priorizando la imagen personal del dirigente sobre la institucional. (Con información de Sin Línea).
Una investigación de Héctor Figueroa para Excélsior reveló que el Bloque Negro, un grupo anarquista, utiliza plataformas digitales para atraer y adoctrinar nuevos miembros, promoviendo la violencia y el antiestablishment. Su red global incluye contactos en Estados Unidos, España y Argentina.
El Bloque Negro, conocido por su ideología anarquista, ha encontrado un nuevo campo de acción en las redes sociales. Con más de diez páginas web y perfiles activos en Facebook e Instagram, este grupo ha logrado reclutar miles de seguidores. Las plataformas digitales se han convertido en herramientas clave para difundir sus ideas, preparar protestas y fomentar la movilización.
De acuerdo con un informe del Centro Nacional de Inteligencia de México, se identifican al menos 18 grupos dentro del Bloque Negro. Entre ellos se hallan colectivos como Okupache, Instinto Salvaje y Cruz Negra Anarquista. Estos grupos no solo operan a nivel nacional, sino que también tienen conexiones en otros países, como Estados Unidos y Argentina.
Los anarquistas mexicanos han demostrado ser audaces y estratégicos. Anuncios de movilizaciones y actos vandálicos se comparten con rapidez a través de internet. Un ejemplo de esto es Instinto Salvaje, que se atribuyó el uso de bombas molotov en protestas en Ciudad Universitaria. La ideología que promueven incluye la “guerra de clases”, específicamente contra entidades como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EUA.
Las protestas del Bloque Negro han alcanzado notoriedad desde la toma de protesta de Enrique Peña Nieto en 2012. La violencia y los disturbios se han convertido en su firma distintiva. Recientemente, el 2 de octubre, este grupo irrumpió en la marcha conmemorativa de Tlatelolco, resultando en saqueos y enfrentamientos con la policía.
Además, el 15 de noviembre, durante la manifestación de la Generación Z, derribaron las vallas que resguardaban Palacio Nacional. Estos incidentes reflejan la creciente radicalización y coordinación de estas agrupaciones.
El uso de redes sociales es clave para estos colectivos. Cuentan con plataformas para comunicarse, organizarse y difundir sus ideales. Por ejemplo, Okupache, que celebra su veinticinco aniversario, utiliza Instagram para promover su trabajo comunitario y sus actividades.
La Cruz Negra Anarquista también está activa en línea, interactuando con su audiencia y compartiendo actualizaciones sobre eventos anarquistas globales. Otros grupos, como Anarquistas de México, ofrecen bibliotecas digitales que abordan su ideología, con el lema “Anarquismo es Humanismo”.
La irresistible atracción que ejerce el Bloque Negro entre jóvenes y estudiantes se centra en su mensaje radical y su capacidad para organizarse en un mundo digital. Aunque las autoridades están al tanto de estas actividades, la globalización de sus métodos sigue despertando inquietudes en la sociedad. La figura del anarquismo en México sigue viva y se adapta a los tiempos, encontrando en el ciberespacio un aliado para sus luchas. (Con información de Excélsior).
Por Neri Torres, Eduardo Blanco, Nathael Pérez y Oscar Martínez
La Generación Z mexicana está redefiniendo su relación con la política y los medios. Críticos del periodismo tradicional y al mismo tiempo escépticos de las redes sociales, estos jóvenes exigen transparencia, honestidad intelectual y acción real.
Para la Generación Z mexicana —es decir, aquellos nacidos entre mediados de los noventa y comienzos de la década de 2010— la política ya no es una ceremonia solemne ni los medios un altar neutral. Crecemos en un paisaje digital, saturado de información, donde los grandes discursos tradicionales conviven con TikToks virales, bots y discursos partidistas camuflados entre memes.
Lo que para otras generaciones fue entender “quién manda”, para nosotros es preguntarnos “¿desde dónde hablan?” Y al hacerlo, descubrimos que la objetividad informativa es casi una fantasía: los medios, como otros campos sociales, están atravesados por intereses, ideologías y lógicas de poder.
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El periodismo no es ajeno al juego político
Neri Torres, comunicólogo y periodista, señala que la idea de un periodismo objetivo parece cada vez más lejana. Según él, el ecosistema informativo —influido por ideologías políticas, por algoritmos que premian lo conflictivo y por intereses empresariales— moldea lo que consideramos “verdad”. En ese sentido, no basta con decir que se busca el equilibrio: muchas decisiones editoriales son profundamente políticas. Para Neri, lo valioso no es fingir una independencia total, sino transparentar desde dónde se habla.
Este diagnóstico no es infundado. En México, el acoso judicial hacia periodistas se ha vuelto una forma persistente de presión. Por ejemplo, la organización Artículo 19 reportó múltiples casos en 2025 donde se usan demandas para desgastar medios y voces críticas. Este tipo de hostigamiento contribuye a un clima en que “hablar con franqueza” deja de ser solo una ética profesional y se convierte en riesgo real.
Desilusión política y exigencia de coherencia
Eduardo Blanco, también comunicólogo, se describe como parte de una generación que ha sido testigo de crisis políticas, discursos de “guerra”, promesas rotas e inestabilidad económica. Blanco apunta que no hay una fe ciega en partidos ni en ideologías tradicionales —“no creo en derecha o izquierda”, dice— porque la realidad de muchos jóvenes mostrada desde fuera es profundamente simplificada y polarizada.
Esta desilusión va más allá de la apatía: es hartazgo. La generación Z exige resultados tangibles, no solo discursos épicos. Quiere instituciones que funcionen, oportunidades reales y un México donde tener trabajo, vivienda o salud no dependa del color del voto o del apellido. No se conforma con la polarización, quiere soluciones concretas para la desigualdad. Y si el Estado no da esos resultados, entonces la responsabilidad de cambio recae en nosotros, en la acción organizada, informada y consciente.
Un mundo líquido en constante transformación
Nathael, filósofo y lector, utiliza la idea de “mundo líquido” de Zygmunt Bauman para describir la sensación de vivir en una realidad inestable: creímos en una promesa de progreso (“estudiar te salvara”) que poco a poco se desvaneció. Para él, el internet no es solo una herramienta, sino parte de nosotros: marca cómo aprendemos, nos relacionamos y cómo formamos opiniones políticas.
Los medios tradicionales, para esta generación, ya no tienen el peso que tenían para generaciones anteriores. En cambio, lo que ocurre en redes sociales —en Instagram, TikTok, X— influye más profundamente en cómo vemos la política. Los actores políticos lo saben: intentan camuflar sus discursos para que se sientan hechos “a la medida”, personalizados para nosotros. Pero esa estrategia genera rechazo. Ver a figuras políticas apropiarse de nuestras series favoritas o de la estética que nos define solo evidencia lo poco que entienden lo que en realidad nos importa.
La desconfianza en medios y el valor de la búsqueda
Oscar, comunicólogo, recuerda haber crecido con la televisión como ventana al mundo; sus padres veían noticieros con reportes dramáticos sobre violencia, desapariciones o crisis. Pero con los años, él aprendió que informarse no debería ser solo consumir lo que “la televisión te da”: es necesario construir un criterio abierto, contrastar fuentes, debatir.
Para él, el reto actual no es eliminar sesgos: es aprender a vivir con ellos, a reconocerlos y a investigar más allá. La información, dice Oscar, no debe ser una mercancía, sino una herramienta para generar conocimiento y debate. Así como los medios necesitan autonomía, nosotros necesitamos un consumo activo: no ganar la batalla informativa, sino ganar en profundidad y pluralidad.
¿Qué significa todo esto para el futuro político de México?
Primero, que esta generación no solo se informa: también exige. No basta con viralizar consignas; quiere compromisos reales, transparencia ideológica y participación genuina. La Z mexicana no quiere ser usada como masa de maniobra; quiere ser entendida, escuchada y tomada en cuenta.
Segundo, el escepticismo no es pasividad: es una forma madura de cuestionar el poder, de renegociar el contrato social entre ciudadanos, medios y Estado. Al desconfiar, reclamamos responsabilidad de los periodistas, de los partidos, de los creadores de contenido. Pedimos que no solo nos hablen, sino que nos expliquen desde dónde hablan.
Como grupo demográfico significativo, tenemos un papel clave: podemos ser puente entre la tecnología y la política, entre la crítica y la acción. No basta con protestar; podemos proponer nuevas formas de participación digital, mecanismos de rendición de cuentas más acordes con nuestra realidad y un modelo comunicativo que no esconda sus intenciones
La ultraderecha, montada sobre un falso patriotismo, vende nostalgia; promete un pasado mítico que nunca existió. Los seguidores de Trump, Bolsonaro, Milei, Bukele, Le Pen y Abascal han activado una interconexión global a través del uso estratégico de redes sociales.
El movimiento de la ultraderecha, entendido como un conjunto de estrategias y partidos que promueven discursos ultraconservadores, ultranacionalistas y autoritarios, se encuentra en un momento de auge global sin precedentes.
Y está avanzando a pasos agigantados.
Su ideología, que hunde sus raíces en el pensamiento contrarrevolucionario –como la que pregonó el filósofo reaccionario Joseph de Maistre– y el fascismo histórico –encarnada por Benito Mussolini y José Antonio Primo de Rivera– ha evolucionado a través de cuatro olas post-Segunda Guerra Mundial, culminando en la actual, que está marcada por la interconexión global y el uso estratégico de redes sociales.
Pero hablar sobre el resurgimiento de la ultraderecha exige asomarse a la sociología y a la psicología de las masas. Y es que se trata de un fenómeno complejo y multicausal que se alimenta de la crisis de la globalización, la desafección hacia las élites políticas tradicionales y las ansiedades socioeconómicas de grandes segmentos de la población.
Ahora bien, es importante saber qué contexto ha propiciado la reaparición de la ultraderecha.
De entrada, la deslocalización del trabajo y la expansión global del mercado han generado “ganadores y perdedores”, incrementando, cada vez más, las brechas de renta.
Pero hay un elemento adicional: la crisis global de 2008 y sus secuelas comenzaron a exacerbar la desafección hacia los sistemas políticos.
Inmigración como Agravio Central
Es importante señalar que la inmigración es un elemento unificador y central en el discurso de la ultraderecha. Y se articula en torno al concepto de Überfremdung (“sobre-extranjerización”) y la percepción de una amenaza a la identidad nacional y la homogeneidad cultural.
También hay que subrayar que la ideología ultraderechista opera bajo una lógica populista, que divide a la sociedad en “el pueblo puro” y la “élite corrupta“.
Este discurso, que está apoyado en bases endebles y hasta ramplonas, se propone simplificar problemas complejos y, una vez hecho eso, movilizar a votantes que se sienten “relegados por el Estado” y desatendidos por la democracia representativa.
Y esas estratagemas, desafortunadamente, están ganando terreno en el concierto político mundial.
De hecho, los líderes ultraderechistas están forjando una alianza global (y ejemplos abundan: la formación Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo, uniendo a Vox, el FPO, el PVV y la Agrupación Nacional de Le Pen), con el propósito de crear redes transnacionales que comparten retórica, comunicación y estrategias.
La tendencia está marcada por líderes que han alcanzado o mantienen posiciones de poder. Y, para muestra, basta enlistar un puñado de ejemplos paradigmáticos:
América: Donald Trump (EUA), Jair Bolsonaro (Brasil), Javier Milei (Argentina), Nayib Bukele (El Salvador).
Europa: Viktor Orbán (Hungría), Giorgia Meloni (Italia), Geert Wilders (Países Bajos), Marine Le Pen (Francia), Santiago Abascal (España – Vox).
Asia: Narendra Modi (India), cuyo partido (BJP) comparte rasgos ultranacionalistas y autoritarios.
El ascenso del falso patriota
La patria es otra de las palabras recurrentes de la ultraderecha. Sin embargo, aquí hay que tener mucho cuidado porque el supuesto “patriotismo” de la ultraderecha, en realidad, propone un nacionalismo excluyente que define al ciudadano por lo que odia.
La ultraderecha, por otra parte, demoniza a la víctima (migrante, colectivo LGTBI) para cohesionar a la mayoría.
Lo cierto es que el auge ultra es el síntoma de una democracia enferma de desigualdad y desconfianza.
Infelizmente, donde hay crisis de identidad y desigualdad, la ultraderecha siembra su discurso binario.
El administrador del movimiento Generación Z México rechaza la convocatoria a una marcha que, según él, no representa sus intereses ni su ideología.
Iván, el administrador del movimiento Generación Z México, ha hecho un llamado a la claridad. En un video publicado en redes sociales, se desvinculó de una marcha programada para el 15 de noviembre en la Ciudad de México. Esta manifestación busca protestar contra la corrupción y la impunidad en el gobierno, pero él asegura que no está relacionada con su movimiento.
El joven, que se presenta con el alias “Mero Perro”, enfatizó que la marcha no refleja lo que verdaderamente representa la Generación Z. “No hay líderes claros y no conocemos quién la organiza”, admitió. Esto ha generado confusión sobre las intenciones detrás de la convocatoria.
Iván explicó que su grupo no tiene lazos con movimientos de ultraderecha ni conservadores: “Nuestra ideología no se alinea con esas corrientes”, afirmó. Esta aclaración responde a las críticas que han surgido en redes sociales, donde algunos internautas han cuestionado la autenticidad de su posición.
Pese a su insistencia en no identificarse ni con la izquierda ni con la derecha, la falta de objetivos claros en el movimiento ha suscitado dudas. Muchos argumentan que los jóvenes suelen organizarse para defender derechos como la igualdad de género y el respeto ambiental.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum también se refirió al tema. Señaló que la convocatoria a la marcha parece ser impulsada por sectores conservadores y empresariales. Además, anunció que su administración revisará las cuentas en redes sociales involucradas en la organización de la protesta.
Al final, el movimiento Generación Z México busca diferenciarse de lo que consideran manipulaciones políticas. Iván concluyó su mensaje asegurando que trabajarán para evitar que su nombre se use con fines ajenos a sus verdaderos ideales. La comunidad joven espera definiciones claras sobre sus propósitos y acciones futuras.
Una falla en Amazon Web Services (AWS) causó cortes en redes sociales, servicios de streaming, videojuegos y aplicaciones financieras en todo el mundo. Snapchat, Facebook, Fortnite, Disney+ y Coinbase estuvieron entre los afectados. La compañía ya trabaja en resolver el problema, originado en la región US-EAST-1.
Una importante interrupción en Amazon Web Services (AWS) afectó durante la madrugada del lunes a decenas de servicios en línea, entre ellos Snapchat, Facebook, Fortnite, Venmo, Prime Video y, la plataforma de intercambio de criptomonedas, Coinbase.
De acuerdo con el sitio Downdetector, las fallas se registraron principalmente en la región US-EAST-1, una de las más utilizadas por grandes compañías tecnológicas a nivel mundial.
AWS confirmó el problema a través de su página de estado, señaló que se detectaron “tasas de error significativas” y latencias elevadas en varios de sus servicios, en especial en DynamoDB, uno de sus sistemas de bases de datos más utilizados. “Nuestros ingenieros están trabajando activamente para mitigar el problema y entender completamente la causa raíz”, informó la empresa, que más tarde aseguró haber identificado el origen de la falla y se encuentra en proceso de recuperación.
Entre las compañías afectadas se encuentran plataformas de entretenimiento, redes sociales y servicios financieros como Disney+, Hulu, Roblox, Pokémon, McDonald’s, United Airlines y Delta Air Lines, lo que demuestra la magnitud del impacto del fallo. Tanto Coinbase como la empresa de inteligencia artificial Perplexity confirmaron que sus interrupciones se deben a problemas con AWS y aseguraron que trabajan en restablecer sus sistemas.
Amazon Web Services es el servicio de computación en la nube más grande del mundo, con una cuota de mercado del 30 % y más de cuatro millones de clientes, de acuerdo a datos de HG Insights. Este incidente evidencia la dependencia global de la infraestructura en la nube de Amazon y cómo una falla en una sola región puede afectar simultáneamente a millones de usuarios y empresas en todo el planeta.
El organismo deja de operar en redes sociales tras más de una década regulando telecomunicaciones y radiodifusión en México.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) anunció que a partir de este viernes 17 de octubre, sus cuentas institucionales en redes sociales quedarán inactivas, poniendo fin también a la atención a los usuarios a través de estos medios. La medida se da como parte de la extinción del organismo y la transición de sus funciones hacia la nueva Comisión Reguladora de Telecomunicaciones.
En un comunicado oficial, el IFT destacó que durante más de diez años trabajó con independencia, compromiso y firmeza para impulsar el desarrollo eficiente de las telecomunicaciones y la radiodifusión, promoviendo la competencia, la conectividad y la protección de los derechos de las audiencias y usuarios en todo el país.
“Nos despedimos con orgullo por lo construido y con un profundo agradecimiento a la sociedad por la confianza depositada en este órgano regulador”, señaló el instituto, al tiempo que deseó éxito a las nuevas autoridades encargadas de garantizar la regulación y la competencia económica en estos sectores.
Recientemente, el Senado de la República ratificó a los integrantes del pleno de la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones, el organismo que sustituirá al IFT y asumirá sus funciones. Entre los nuevos comisionados se encuentran Ledénika Mackensie Méndez González, María de las Mercedes Olivares Tresgallo, Adán Salazar Garibay, Tania Villa Trápala y Norma Solano Rodríguez.
La Presidenta se consolida como la figura política más fuerte del país al cumplir su primer año de gobierno, mientras PRI y PAN enfrentan su peor crisis de popularidad en el terreno digital.
A un año de haber asumido la Presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo no sólo gobierna México, sino también la conversación digital. De acuerdo con un reporte de MilenIA, la Central de Datos e Inteligencia Artificial de Multimedios, su aprobación en redes sociales alcanzó el 75%, un incremento de cuatro puntos respecto a su inicio de mandato y de quince frente al día de su victoria electoral.
El estudio, basado en 8.5 millones de publicaciones y videos analizados en X, TikTok, Facebook, YouTube e Instagram, revela que Sheinbaum generó 53 millones de interacciones durante septiembre, consolidándose como la líder digital indiscutible del país. En contraste, las principales figuras de oposición apenas sobreviven entre burlas, memes y hashtags negativos.
La popularidad digital de Sheinbaum refleja la eficacia del lema “continuidad con cambio”, heredado del expresidente Andrés Manuel López Obrador. La mandataria mantiene el sello de la Cuarta Transformación —programas sociales, cercanía con el pueblo y soberanía nacional—, pero imprime un estilo propio, más técnico y menos estridente, que la ha convertido en una figura política sólida frente a los ataques.
Mientras tres de cada cuatro menciones sobre Sheinbaum son positivas, líderes opositores como Alejandro Moreno y Lilly Téllez registran niveles de rechazo históricos. El dirigente del PRI enfrenta 80% de desaprobación y apenas 20% de apoyo, principalmente por los escándalos de corrupción que lo persiguen. Por su parte, la senadora panista acumula 70% de menciones negativas, aunque sigue siendo una de las figuras más comentadas, muestra de que en la política digital la visibilidad no siempre significa respaldo.
Otros personajes, como Ricardo Anaya y Jorge Álvarez Máynez, mantienen un “ equilibrio”, con 50% y 60% de aprobación, respectivamente. Sin embargo, el resto de la oposición se encuentra sumida en una profunda desconexión con las audiencias, incapaz de construir narrativas atractivas o propuestas que generen empatía.
Dentro de Morena, las cifras también trazan matices. Luisa María Alcalde divide opiniones (50/50), mientras Adán Augusto López arrastra 65% de rechazo, golpeado por señalamientos de corrupción. En contraste, Laura Itzel Castillo y Ricardo Monreal figuran entre los dirigentes mejor evaluados del oficialismo, con índices de aprobación superiores al 55%.
El informe concluye que el ecosistema digital se ha convertido en la nueva plaza pública, donde se definen reputaciones y liderazgos. En ese terreno, Sheinbaum arrasó en su primer año y ha logrado blindar su imagen ante una oposición que ya no figura.
Con información de Raúl Frausto y Omar Cordero para Milenio
Ricardo Salinas Pliego enfrenta críticas por utilizar una red de bots en redes sociales. Estas tácticas engañosas buscan alteran la conversación pública y generan desconfianza.
Ricardo Salinas Pliego, un controversial empresario conocido por evadir sus responsabilidades fiscales, ha sido señalado por prácticas cuestionables en redes sociales. Recientemente, el doctor Carlos AugustoJiménez reveló que más del 60% de sus retuits provienen de cuentas automatizadas. Esta estrategia no solo es engañosa, sino que también distorsiona la conversación pública.
La comunidad digital es merecedora de un debate auténtico. Sin embargo, Salinas Pliego elige manipular la opinión pública en lugar de participar de manera honesta. Al usar bots, crea una falsa impresión de apoyo que puede influir en la percepción de los ciudadanos.
Es vital que la sociedad esté alerta ante estas tácticas. La transparencia y la autenticidad son fundamentales para fortalecer el diálogo. En un momento donde la desconfianza crece, los ciudadanos deben exigir más de quienes buscan influir en sus opiniones.