La guía actualizada ofrece atención consular con enfoque de género y herramientas para acompañar a mujeres que enfrentan violencia fuera de México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una nueva versión del protocolo consular para apoyar a mexicanas víctimas de violencia en el extranjero. El evento fue encabezado por el canciller Juan Ramón de la Fuente, quien destacó que la violencia de género es “inadmisible y debe enfrentarse con acciones claras”.
El documento incluye definiciones precisas de violencia, procedimientos actualizados y herramientas prácticas para atención remota, facilitando el acompañamiento de víctimas que no pueden acudir físicamente a un consulado. La SRE busca que todas sus sedes operen con criterios homogéneos y enfoque de género, sin importar el país o la complejidad del caso.
El protocolo forma parte de la Política Exterior Feminista, que este año ha impulsado la participación de mujeres en el servicio exterior, capacitaciones especializadas y la incorporación de la perspectiva de género en la planeación de todas las áreas de la Cancillería. La representante de ONU Mujeres en México, Moni Pizani, resaltó los avances en la atención de violencias, incluso en espacios digitales, y confió en que la herramienta fortalezca la labor consular.
Vanessa Calva Ruiz, directora de Protección Consular, explicó que la guía recoge marcos legales, buenas prácticas internacionales y lineamientos de emergencia, garantizando que el primer contacto de la víctima sea humano, claro y coherente hasta la resolución del caso. La SRE enfatiza que cada mexicana que necesite apoyo lo reciba sin importar su ubicación.
La actualización llega en un contexto preocupante: según INEGI, 7 de cada 10 mexicanas de 15 años o más han sufrido algún tipo de violencia, siendo la psicológica la más común, seguida de la sexual, física, económica y digital. Además, se registran más de 3 mil feminicidios al año, y muchos casos no se denuncian por miedo o desconfianza institucional.
La Cancillería reconoce que el protocolo no resolverá por sí solo la magnitud del problema, pero representa un avance clave para cerrar vacíos en la atención consular y ofrecer respuestas oportunas y sensibles a mujeres mexicanas en riesgo fuera del país.
