El uso de cohetes y petardos concentra la mayoría de las lesiones por quemaduras en fin de año, con afectaciones severas en manos, rostro y ojos, incluso en bebés.
La temporada decembrina se ha convertido en uno de los periodos más peligrosos en México en materia de lesiones por quemaduras, particularmente entre niñas, niños y jóvenes. De acuerdo con el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (STCONAPRA), el 73% de las quemaduras registradas entre noviembre y enero están relacionadas con el uso de pirotecnia, una práctica que continúa cobrando víctimas cada año.
Estrella Albarrán Suárez, titular del Secretariado Técnico del organismo, advirtió que las lesiones por pirotecnia suelen ser más graves, debido al manejo inadecuado de cohetes y petardos, lo que puede derivar en daños irreversibles o incluso la pérdida de extremidades. Detalló que el 82% de los casos afecta directamente a las manos, seguido de lesiones en rostro y ojos, con reportes alarmantes en bebés menores de un año, expuestos por la cercanía a estos artefactos.

Después de la pirotecnia, el fuego directo —fogatas, anafres y veladoras en espacios cerrados— se posiciona como la segunda causa de quemaduras, principalmente durante reuniones familiares. A ello se suman las quemaduras eléctricas, provocadas por sobrecargas en extensiones, luces decorativas defectuosas o instalaciones improvisadas, lesiones que pueden ser letales pese a no dejar marcas visibles.
Luis Alfredo Reynoso Valverde, médico pediatra del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, señaló que hasta el 85% de las atenciones de urgencias en estas fechas están relacionadas con quemaduras, en su mayoría por pirotecnia. Subrayó que los primeros auxilios oportunos pueden evitar complicaciones: retirar a la persona de la fuente de calor, lavar la zona con agua corriente durante 20 minutos y cubrir con gasa, sin aplicar hielo ni remedios caseros.
Finalmente, la Secretaría de Salud reiteró el llamado a reforzar la prevención, evitar la manipulación de pirotecnia, supervisar permanentemente a menores y adultos mayores, mantener veladoras lejos de materiales inflamables y usar de forma responsable las instalaciones eléctricas.
Con información de La Jornada.
