Cerca de 5 mil migrantes, en su mayoría latinoamericanos, están atrapados en Ciudad de México. Muchos consideran regresar a sus países de origen.
Los migrantes viven en 16 albergues y enfrentan dificultades para encontrar una forma asequible de volver a casa. La llegada de nuevos gobernantes en EE.UU. ha endurecido las políticas migratorias, dejando a muchos sin opciones.
Yudelis Ferreira, una madre venezolana, ha estado en la ruta migratoria durante dos años. Ella y sus hijos ahora venden paletas para sobrevivir.
La mayoría de los migrantes siente que “Estados Unidos ya no es una opción”. Muchos buscan vuelos gratuitos para regresar a casa, pero estos son escasos.
Otros planean volver caminando o en autobús, usando sus pocos recursos. La incertidumbre sobre su futuro crece día a día en la capital mexicana.
Las políticas antimigrantes del gobierno de Donald Trump han generado una creciente resistencia en Estados Unidos. Organizaciones de migrantes se han unido a aliados de diversas comunidades para combatir la represión de derechos civiles.
Activistas han rodeado hoteles donde se alojan agentes del ICE, gritando consignas en defensa de los migrantes. También han formado barreras humanas y bloqueado camionetas del ICE en varias ciudades. Maestros en Nueva York y Chicago se capacitan para proteger a sus alumnos de los agentes de migración.
En California, bomberos han impedido que las camionetas del ICE se acerquen y choferes de autobuses han cerrado las puertas a los agentes. Las acciones de solidaridad son cada vez más comunes.
El envío de rescatistas mexicanos a Texas tras las inundaciones ha despertado reacciones. Mientras algunos arrestan a migrantes, otros trabajan para ayudar a los afectados.
Recientemente, fiscales generales de 20 estados presentaron una demanda contra la suspensión de programas de salud y educación para migrantes indocumentados. Las primeras organizaciones en organizarse fueron las de migrantes, apoyadas por alcaldes y líderes locales.
Medios comunitarios han sido claves en la movilización. Organizaciones como la Alianza Americas y el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales luchan contra la ofensiva antimigrante con diversas iniciativas.
Líderes religiosos también han condenado las acciones del ICE. El cardenal Robert McElroy calificó las redadas de moralmente repugnantes. Otros clérigos han marchado junto a migrantes para exigir un trato humano.
El mundo cultural se ha sumado a la causa. Artistas como Lin-Manuel Miranda y Bruce Springsteen han expresado su apoyo a los migrantes. En las protestas, se escuchan canciones que celebran la resistencia.
Las manifestaciones contra las políticas de Trump han sido masivas. La condena a las redadas y la solidaridad con las comunidades migrantes se han vuelto un tema central. Cada vez más votantes de Trump se sorprenden al ver a amigos y familiares arrestados, cuestionando las medidas del gobierno.
El gobierno de Donald Trump reanudó los vuelos de deportación de migrantes a terceros países. Este jueves, cinco ciudadanos de Vietnam, Jamaica, Laos, Yemen y Cuba fueron enviados a Esuatini, en África, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La portavoz del DHS, Tricia McLaughlin, anunció el aterrizaje del vuelo. McLaughlin afirmó que los deportados son individuos “excepcionalmente peligrosos” que sus países de origen se negaron a recibir.
Los cinco hombres enfrentan acusaciones de delitos graves, como asesinato y robo. Esta reactivación de las deportaciones ocurre tras una decisión de la Corte Suprema que autoriza a la administración de Trump a llevar a cabo estas expulsiones.
La Corte anuló una orden de un juez federal que había detenido la deportación de ocho migrantes a Sudán del Sur. Entre ellos se encuentran dos cubanos y un mexicano.
Los migrantes llegaron a Sudán la semana pasada, luego de permanecer retenidos en una base militar estadounidense en Yibuti desde finales de mayo.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha impulsado las expulsiones exprés a países como El Salvador, Sudán y ahora Esuatini. Esta medida forma parte de su campaña de deportaciones, una de sus promesas de campaña.
Defensores de los derechos de los migrantes y opositores critican esta práctica. Consideran que viola derechos básicos y el debido proceso de los migrantes.
El gobierno de Estados Unidos se encuentra en proceso de establecer dos nuevas zonas militares en su frontera con México, según informes de The New York Times. Esta decisión se enmarca dentro de una estrategia más amplia relacionada con las políticas migratorias del país.
El despliegue de más de 600 militares en la frontera busca frenar el cruce de migrantes hacia territorio estadounidense. Aunque el gobierno justifica esta medida como una forma de fortalecer la seguridad nacional, muchos cuestionan si la militarización es la solución adecuada para abordar la migración.
Las nuevas bases militares se ubicarán en puntos estratégicos a lo largo de la frontera. Desde abril de 2025, se ha observado un aumento en la presencia militar en la zona, lo que genera preocupación entre defensores de los derechos humanos.
Además, Estados Unidos ha establecido una franja de tierra de 60 pies de ancho a lo largo de 200 millas de la frontera entre Nuevo México y México. Este desarrollo pone de relieve una tendencia preocupante hacia la militarización en lugar de buscar soluciones más humanitarias y efectivas para la migración.
La creación de estas zonas militares podría, en lugar de resolver problemas, intensificar la tensión en la frontera. La comunidad internacional observa con atención cómo Estados Unidos maneja esta situación compleja.
Una nueva encuesta del Pew Research Center revela que los estadounidenses están divididos sobre las políticas migratorias del presidente Donald Trump. La encuesta, realizada con más de 5 mil adultos, muestra opiniones encontradas sobre el uso de la policía local en las deportaciones masivas y las redadas en lugares de trabajo.
El 50% de los encuestados apoya el uso de fuerzas del orden estatales y locales para deportaciones, mientras que el 49% se opone. Además, la opinión sobre ofrecer incentivos monetarios a inmigrantes indocumentados que salgan voluntariamente del país también está dividida (49% a favor, 50% en contra).
En cuanto a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el 54% desaprueba estas acciones en lugares de trabajo, mientras que el 45% las aprueba. La mayoría de los estadounidenses (60%) se opone a suspender la mayoría de las solicitudes de asilo y el 59% rechaza eliminar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para inmigrantes que huyen de conflictos.
En general, el enfoque de la administración Trump hacia la inmigración recibe una calificación negativa, con un 42% de aprobación y un 47% de desaprobación. Estas opiniones reflejan una fuerte división partidista; el 78% de los republicanos aprueba las políticas migratorias, mientras que el 81% de los demócratas las desaprueba.
A pesar de la controversia, una gran mayoría (65%) de los estadounidenses cree que debería existir una forma para que los inmigrantes indocumentados permanezcan legalmente en el país. Además, el 36% apoya que estos inmigrantes puedan optar a la ciudadanía si cumplen ciertos requisitos.
La encuesta se realizó en un contexto de cambios repentinos en las políticas migratorias de Trump. Recientemente, el presidente anunció la suspensión de algunas redadas que afectaban a sectores como la agricultura y la hotelería, aunque luego se revirtió al plan de realizar redadas en ciudades gobernadas por demócratas.
La opinión pública parece estar cambiando conforme surgen imágenes de familias separadas y deportaciones erróneas. Aunque el índice de aprobación de Trump se ha mantenido en el 41%, el porcentaje de quienes creen que sus acciones han sido peores de lo esperado ha aumentado en 13 puntos desde febrero.
La madrugada de este jueves 22 de mayo, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, aprobó el proyecto de Ley Fiscal, que incluye impuesto al envío de remesas, con un ajuste al 3.5%.
Este proyecto de ley fue aprobado con sólo un voto de diferencia: 215 a favor y 214 en contra, lo que significa que ahora será discutido en el Senado gringo.
Este caprichito de Trump, el cual fue denominado “One Big Beautiful Bill Act”, significa un montón de ajustes al gasto social, lo que reduciría de manera considerable el acceso a programas sociales por parte de los que menos tienen. También incluye recortes de impuestos a empresas y la cancelación de incentivos de “energía verde”.
Pero lo que sin duda es el verdadero capricho de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, es el endurecimiento de las políticas migratorias, porque, de ser aprobada por el Senado, esta ley significaría un aumento en el gasto destinado al ejército y a la vigilancia de las fronteras del país. Este financiamiento en contra de la inmigración, tiene miras de darle la oportunidad de deportar a un millón de migrantes al año.
La aprobación de la mayoría republicana, se dio muy a pesar de la deuda pública de los Estados Unidos que ya anda por los cielos con un 124% del PIB del país vecino del norte y que seguiría en aumento de continuar con lo que, sin duda, es un capricho de Donald “el xenofóbico” Trump. Lo que, por cierto, también ya lo llevó a la rebaja de su calificación crediticia, por parte de la agencia Moody’s.
El presidente estadounidense, Donald Trump, a través de un video publicado en su recuperada cuenta de X (antes Twitter), dio a conocer que firmó una orden ejecutiva para crear el primer programa de “autodeportación”, con el que, según él, busca “animar” a los migrantes indocumentados que están en su país, a abandonar de manera “voluntaria”, a través de una aplicación. Pero no sin antes mencionar que, quienes no lo hagan, serán merecedores de severas sanciones.
Con el lenguaje retador e incisivo que suele utilizar, en su video menciona que, quienes decidan autodeportarse a través de la aplicación “CBP Home“, podrán reservar un vuelo gratis hacia cualquier lugar fuera de los Estados Unidos y que serán “incentivados” con mil dólares.
Según la administración del arrogante Trump, esta acción permitirá que ahorren miles de millones de dólares, pues se reducirían los servicios y procesos judiciales asociados a la deportación “tradicional”.
Como siempre, el empresario gringo recurre a la provocación, al discurso de miedo para atentar contra los derechos de todas las personas que migraron hacia Estados Unidos buscando una “vida mejor”, esto porque amenaza con la confiscación de todos los bienes de las personas en situación de migración, largos periodos de prisión, embargo de salarios y deportación repentina.
Al final manda un mensaje de esos pasivo-agresivos que le encanta promover, diciendo:
“A todos los migrantes ilegales: ¡reserven su vuelo gratis ahora mismo! (…) Los queremos fuera de América, pero si son buenos, trataremos de ayudarlos a regresar”.
Las políticas migratorias extremistas, xenófobas, agresivas, irrespetuosas, violadoras de derechos de la administración de Trump como presidente de Estados Unidos, han llamado la atención de muchos defensores de derechos humanos, pero el aguante es de todas y todos aquellos migrantes que no sólo trabajan por su bienestar o su supervivencia sino que significan la mano de obra y el equilibrio de un país que los necesita más de lo que la cabeza de un sujeto tan vacío puede alcanzar a ver.
El pasado lunes 5 de mayo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dio a conocer que finalizó su relación con la organización estadounidense, Partners of the Americas, ya que esta financiaba publicidad, presentada en videos, imágenes y mensajes que criminalizan la migración y que fueron presentados en televisoras mexicanas.
La Comisión recibió la notificación acerca del financiamiento y contactó a Partners of the Americas para aclarar la situación y tras no recibir respuesta, decidió romper toda colaboración que se había acordado con la firma de un Memorando de Entendimiento, dese el 6 de diciembre de 2023 y que duraría hasta el 30 de septiembre de el presente año, para la promoción, difusión y protección de los derechos humanos, enfocado principalmente hacia trabajadores que estarían colaborando durante la Copa Mundial FIFA 2026.
El gobierno estadounidense, a través de televisión y redes sociales, transmitió una campaña que acusa a los migrantes de “criminales” y algunos de esos mensajes, se presentaron por la televisión mexicana, uno de ellos, durante la transmisión de un partido de fútbol.
La CNDH lanzó un llamado de total rechazo a las políticas migratorias excesivas, pues estas vulneran los derechos humanos, alimentanla discriminación, la criminalización, la desprotección y la incertidumbre.
“La migración no es producto de ninguna conspiración internacional, sino de las realidades complejas de los pueblos, mismas que implican plantearnos acciones serias, coordinadas y compartidas entre todos los gobiernos de la región, especialmente con el gobierno de Estados Unidos, para ampliar las soluciones y aliviar las causas fundamentales de la migración irregular y forzada, así como para salvaguardar el bienestar de los derechos humanos de estas poblaciones”. – CNDH
Minneapolis se ha convertido en un bastión de resistencia frente a las nuevas políticas de deportación implementadas por la administración del presidente Donald Trump. En una conferencia de prensa, el alcalde Jacob Frey fue contundente al rechazar cualquier tipo de colaboración con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en operativos de detención de inmigrantes indocumentados.
Durante el primer fin de semana del segundo mandato de Trump, ICE realizó redadas en varias ciudades del país, lo que resultó en la detención de más de 1,200 personas. Según las autoridades, estas personas tenían antecedentes penales o enfrentaban cargos en Estados Unidos.
📹 #Vídeo | Jacob Fredy, alcalde de Minneapolis le da la espalda a Trump y sale en defensa de los migrantes.
“Los amamos. Nos preocupamos por ustedes. No son extranjeros en nuestra ciudad. Son nuestros vecinos. Nuestros agentes de policía no cooperarán con las fuerzas del orden… pic.twitter.com/xen18IsGcY
Ante este panorama, Frey envió un mensaje de apoyo a la comunidad inmigrante, asegurando que Minneapolis continuará siendo un lugar seguro para quienes buscan un futuro mejor. “Quiero hablar directamente a las personas indocumentadas: las amamos. Nos preocupamos por ustedes”, afirmó el alcalde, dejando claro que su gobierno no será cómplice de las acciones de ICE.
El líder municipal también explicó la existencia de una orden de separación en la ciudad, la cual prohíbe a las autoridades locales recopilar o compartir información sobre el estatus migratorio de los residentes. “Nuestros policías no van a cooperar con la ley de inmigración federal”, subrayó Frey, aclarando que su administración se centrará en hacer cumplir las leyes estatales y locales sin discriminar a los inmigrantes.
El Senado de Estados Unidos confirmó este sábado 25 de enero a Kristi Noem como nueva secretaria de Seguridad Nacional, colocándola al frente de una agencia crucial para la seguridad nacional y los esfuerzos del presidente Donald Trump para controlar la inmigración ilegal. La votación se llevó a cabo en un ambiente de trabajo intenso, con los republicanos asegurando la instalación del último miembro del equipo de seguridad nacional de Trump.
Noem, quien ha sido gobernadora de Dakota del Sur, recibió apoyo significativo durante su nominación, incluyendo un respaldo bipartidista en la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, donde su nominación avanzó con una votación de 13 a 2. Los republicanos expresaron confianza en su capacidad para liderar la seguridad fronteriza y la aplicación de la ley de inmigración.
Sin embargo, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, anunció su intención de votar en contra de Noem, argumentando que se necesitan “soluciones bipartidistas para arreglar el desorden en nuestra frontera”.
Como secretaria, Noem supervisará varias agencias clave, incluyendo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Además, se espera que implemente cambios significativos en cómo opera el departamento bajo la dirección del presidente Trump, quien ha propuesto involucrar al ejército en las operaciones migratorias y reestructurar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Durante su audiencia ante el Senado, Noem fue cuestionada sobre su disposición a administrar ayuda por desastres incluso si recibía instrucciones contrarias del presidente. Aunque evitó comprometerse a desafiar a Trump directamente, afirmó: “Administraré los programas de acuerdo con la ley y se hará sin sesgo político”.