Etiqueta: Patricia Sentipensante

  • Cuando el “populismo” resulta ser justicia

    Cuando el “populismo” resulta ser justicia

    México da un paso histórico y pone el ejemplo al mundo con el programa Pensión Mujeres Bienestar, nuestro país se convierte en pionero en justicia social de género, al entregar un apoyo económico mensual a mujeres de 60 a 64 años, reconociendo décadas de trabajo no remunerado, el mismo que sostuvo a familias, comunidades y al propio sistema económico.

    Esta política pública impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, no solo es innovadora, es profundamente humana, porque se reconoce tu trabajo, si, tu trabajo de toda una vida. No es caridad, es justicia.

    Por décadas, las mujeres mexicanas trabajaron, cocinaron, cuidaron, limpiaron, criaron y sostuvieron hogares enteros, sin horario, sin salario y sin derecho a pensión, hasta que un gobierno con voluntad política, decidió decir, “gracias por todo lo que hiciste, y sigues haciendo, ahora te toca recibir”.

    Y bueno, así nació Mujeres Bienestar, un apoyo a esas mujeres que siempre estuvieron ahí para todos y todas menos para el presupuesto.

    Muchos se preguntan, ¿y las mujeres con recursos económicos también lo van a recibir?

    Sí, el programa es universal, no es selectivo, porque por primera vez se entiende que los derechos no se condicionan por clase social, partido político o nivel de ingresos, así que no se les excluye.

    ¿Y te preguntarás de dónde sale el dinero?

    Pues del presupuesto público, si, ese que antes se esfumaba en moches, lujos, aviones privados, bardas, estelas de luz, condonaciones a modo en los impuestos, hoy llega a donde tiene que llegar, si, a tus manos.

    Este programa nace de una convicción profunda, que nos recuerda que no hay futuro digno en este país si seguimos ignorando a las mujeres que lo han sostenido.

    Conocemos de sobra la realidad de las mujeres mexicanas, que estuvieron y están trabajando en la tierra, en los fogones, en los mercados, sin sueldo, sin descanso, sin voz.

    Mujeres indígenas, campesinas, jornaleras, madres solas, abuelas sabias, pobres entre los pobres, mujeres que antes no figuraban en ningún presupuesto ni en ninguna conversación de poder.

    Hoy, por primera vez, el Estado las mira y les dice, “este reconocimiento es para ti”, no por lástima, no por asistencialismo, sino por dignidad y justicia histórica.

    Si ya te estás beneficiando con este programa, disfrútalo, que los ruidos externos, que las voces de los agoreros del mal, los amarguetas, no te hagan dudar de lo que te corresponde, porque quiero creer que ya entendimos que en el México de hoy, los derechos no se mendigan ni se condicionan.

    Les mando un abrazo fraterno.

  • ¿Cómo se atreven?

    ¿Cómo se atreven?

    En México, la traición a la patria no es un chiste, la Constitución lo deja bien clarito, quien invite a una potencia extranjera a intervenir en nuestros asuntos, quien abra la puerta a que otra nación meta la nariz en lo que no le compete, se coloca directamente en la línea de fuego de uno de los delitos más graves: traición a la patria.

    ¿Cómo se atreven a pedir la intervención de Estados Unidos en México, con toda la historia que llevamos en la piel, con cada cicatriz que nos recuerda que el vecino del norte nunca ha venido a salvarnos, sino a despojarnos, humillarnos y dictarnos cómo vivir?

    La senadora Lilly Téllez, en su eterna cruzada por ganarse un aplauso de Washington, volvió a pedir la intervención de Estados Unidos en México. Sí, leyó bien, intervención, como si no tuviéramos suficiente con la larga lista de países destrozados por la “ayuda” estadounidense, ahora quiere abrirles la puerta de par en par, mientras México carga siglos de historia resistiendo saqueos y abusos, ella sueña con alfombrarles la entrada, si claro, al Pentágono.

    Y ahí está la senadora Téllez muy orgullosa ella de pedir “ayuditas”, del extranjero para arreglar lo que aquí, los mexicanos y mexicanas lo decidimos con votos, con leyes y con soberanía.

    ¿De verdad hay mexicanos tan miopes, tan colonizados mentalmente, que hoy en pleno siglo XXI se arrodillan y piden que la Casa Blanca meta sus botas en nuestra tierra? Y sí, los hay, y no se confundan, no es paranoia ni nacionalismo vacío, la historia mundial lo demuestra. Cuando Estados Unidos “interviene”, no trae paz, trae sangre y destrucción.

    La lista es larga… Irak, Siria, Irán, Afganistán, Libia, Chile, Panamá, Guatemala, Filipinas, Cuba, El Salvador, Honduras, Sudán, Somalia, Nigeria, Vietnam, Granada, Haití, Honduras, Nicaragua, Palestina.

    Hay que recordarle a la senadora que la traición a la patria no es un insulto que se lanza a la ligera, es uno de los delitos más graves que existen en la vida de un país.

    Les mando un abrazo fraterno.