Etiqueta: Pablo Ocampo

  • Con la maquinaria oxidada

    Con la maquinaria oxidada

    Se ha discutido mucho en los últimos días, sobre el injerencismo del embajador de EUA sobre un tema tan importante como la reforma al poder judicial en nuestro país, que forma parte del llamado “Plan C” de Morena, por el que más de 36 millones de personas votaron. No es algo fuera de lo común que el gobierno de los norteamericano se involucre, directa o indirectamente, sobre los asuntos internos de cualquier nación, siempre que lo considere vital, no para esa nación, sino para ellos mismos, si es que puede sacar algún tipo de provecho.

    Como bien se sabe, el cambio que se pretende hacer dentro del poder judicial, implicaría acabar con el influyentismo en casos en los que magnates y empresarios, propios o ajenos, vean afectados sus intereses, pero también en situaciones como el nepotismo que se vive actualmente en donde juzgadores sirven de virreyes para dar cargos a familiares, amigos o conocidos. A estos casos también se suma el hecho de que, desde este poder, se otorguen concesiones para que poderes políticos, en concreto de la oposición, puedan salvar el pellejo de alguna falta, generalmente cometida a propósito, para beneficiarse de ello sin apenas recibir castigo alguno.

    De manera sorprendente, tanto el gobierno estadunidense, como los partidos conservadores y otros actores políticos, incluidos comunicadores, sobre todo de oposición, aun piensan que vivimos en las décadas de los 70’s y 80’s en donde a la gente se le podía engañar más fácilmente, en donde se escribía la realidad, de acuerdo con los designios de un mandamás. Los cambios al poder antes mencionado, se lograban de manera inmediata y sin remilgos, con las dos cámaras y los congresos locales de los estados, pintados al color de su partido.

    Ahora resulta que los gobiernos priistas en donde, se sabe, existió represión y se actuó de manera dictatorial, fueron más benevolentes que en el actual gobierno donde se hace respetar la voluntad de la mayoría en las elecciones.

    Los intelectuales y comentaristas de la oposición, de alguna manera creen que controlan a voluntad como hacían en el pasado, la manera de pensar del pueblo al que por cierto, rechazan y aborrecen como hacen los propios partidos de derecha. Son cuentacuentos venidos a menos, que piensan que sus doctorados en el extranjero y tergiversar en papel con palabras rebuscadas, los hechos que les son opuestos, les dan las credenciales para mentir sin que se les cuestione, aquello que ensalzan con mentiras. Es precisamente eso, que se les cuestione si lo que expresan es cierto o no, lo que no toleran, porque se acostumbraron a tener la razón en cada programa de debate y entrevista, porque se les encargaba un script desde la ahora oposición acá o del extranjero y sus palabras eran ley.

    Hoy que dejaron de controlar la información, tanto ellos como personajes tan encumbrados como el propio embajador de los Estados Unidos, son incapaces de convencer al monstruo que significa el pueblo;, por eso ni sus pretextos para la guerra, ni sus campañas mediáticas para acusar una dictadura en México, campañas que se prevé continuarán, también, durante este sexenio, ni sus esfuerzos por desestabilizar a un gobierno junto con su país al hacer uso del injerencismo, dan ni darán más resultados.

    ¿Qué se puede esperar de un país y sus presidentes, como el vecino del norte, que solo sirven a los intereses económicos y ni siquiera a todos sus ciudadanos, en un esfuerzo por preservar el capital por encima del interés social? ¿Qué se puede esperar de una oposición mexicana vendepatrias que está dispuesta a regalar los bienes de la nación a cambio de su ansiada remuneración a expensas de sus connacionales? Son, a todas luces, dos engranes de una misma maquinaria oxidada, destinados al fracaso.

  • Tareas pendientes para todos

    Tareas pendientes para todos

    Cuando en 2018, el entonces candidato de la izquierda; Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones a la presidencia de México, de inmediato, los millones de personas que votaron por él, vieron en el camino una pequeña luz hacia la justicia que por años habían anhelado. Es bien conocida la cantidad de sangre de miles que costó llegar hasta esa fecha. Desde ahí, este gobierno tuvo que luchar (y aún lo hace), contra la derecha mexicana enquistada en puestos clave de instituciones públicas desde donde se atrincheró, apoyada por el poder económico proveniente de empresarios dentro y fuera de nuestras fronteras y de gobiernos como el estadunidense, a través de USAID en el bien conocido apoyo a MCCI, como lo ha dado a conocer el presidente desde su conferencia mañanera.

    Parte fundamental del embate que sortea a diario el gobierno federal ha sido también, frente a los medios de comunicación otrora poderosos, que si bien, han visto mermadas sus fuerzas monetarias y de audiencia, aún son vistos en gran medida, por aquellos que todavía anhelan los tiempos de un prianismo autoritario y represor, del cual se beneficiaban. Es precisamente contra estos medios, que el primer mandatario ha llevado su pelea frontal, con base en constantes aclaraciones a calumnias y discursos inclinados a desestabilizar las medidas impulsadas para aminorar los efectos perjudiciales de la pobreza, corrupción e inseguridad, entre otras, que dejaron sus predecesores.

    Al ser un viejo lobo de mar, el presidente mantuvo una actitud mesurada y conciliadora ante los reclamos inmediatos de la gente de perseguir y enjuiciar a expresidentes y otorgó al pueblo el poder de decisión que requería para legitimar tales demandas, pero se encontró, en este caso particular, de frente con la SCJN, la cual declaró inconstitucional la figura de consulta popular que había de transferir al pueblo su decisión sobre el tema.

    Esta coyuntura ejemplifica el porqué de que existiera una falsa percepción no solo de autoritarismo sino de inacción o en el mejor de los casos de indiferencia frente a los problemas que se presentaron a lo largo de todo el sexenio. Por una parte, un poder paralelo que sintió más grande que la máxima autoridad y por el otro, los medios que en todo momento usaron cualquier nota por mínima que fuera contra la presidencia y la extrapolaron hasta hacerla parecer el peor de los agravios en toda la historia del país.

    Pero esta percepción dio un giro el 2 de junio con los resultados arrolladores obtenidos por la ahora presidenta electa, Claudia Sheinbaum, al posicionarse 2 a 1 contra su más cercana rival, quien por cierto, acaba de reconocer que jamás tuvo datos que acreditaran que tenía ventaja alguna en los resultados electorales. Frente a tales muestras de apoyo popular, y con una mayoría en las dos cámaras, la presidenta tendrá frente a sí, la tarea de concluir aquellos asuntos que quedaron pendientes de resolver, toca ver si los distintos actores políticos de quienes se sospechan actos ilícitos se pueden llevar ante la ley, toca quitar de las garras de la oposición los puestos en las instituciones que han impedido obtener justicia para los más pobres, pero también es importante que la toma de decisiones esté apegada al mejor de los intereses para todos.

    Un ejemplo de esto último es el rumor que corre de que el exclavadista olímpico Rommel Pacheco podría estar a cargo de la CONADE, presidida con muchos claroscuros por Ana Guevara, otra deportista de élite, quien llegó nombrada por el actual presidente. Cabe preguntarnos en primer lugar, ¿a quién interesa que se corra el rumor de Rommel? ¿Debemos creerlo sin poner en tela de juicio cada historia, que después de un tiempo se descubre como patraña? En segundo y a sabiendas del claro historial de Pacheco en su corta vida política, ¿la presidenta electa lo podría incluir como parte importante de sus aliados en el gobierno? Después de todo, una de las demandas del pueblo de México es que, actores como Germán Martínez o Lilly Téllez, no sean incluidos dentro de las esferas políticas que controla la izquierda ni se les abra los brazos para que después se pongan en contra de quienes los encumbran.

    Es necesario que se deje el discurso que Mario Delgado y pesos pesados al interior de Morena mantuvieron durante estos poco menos de 6 años, para incluir a cuanto charlatán conservador se quisiera colgar del partido en aras de la pluralidad y porque se necesitaban todas las fuerzas que se pudiera para derrocar a la derecha. Esa derecha ya está derrotada, en la lona, lleva así dos elecciones federales y no se ve manera en que se pueda levantar. No hay necesidad de mantener el discurso del indefenso, del pobrecito; en lugar de ello, es importante escuchar a la gente, no hacer oídos sordos a los reclamos de justicia (que no de “sed de hambre” de la mala excandidata conservadora), ni buscar en la banqueta de enfrente lo que se tiene en casa. Así se mantiene la legitimidad que la gente brindó en las urnas, caminando de la mano con quien entregó su confianza, misma que esta cargada de historia y sed de justicia, ¿no cree usted?

  • Venezuela vs los lobos de Wall Street… y sus lacayos

    Venezuela vs los lobos de Wall Street… y sus lacayos

    Si de algo nos hemos dado cuenta con las recientes elecciones en Venezuela es que, la derecha mundial está más viva y empecinada que nunca, en volver al poder en donde ellos consideren que existe esa posibilidad. No es por nada que, en México, han pasado casi dos meses desde los comicios en donde Claudia Sheinbaum resultó ganadora para la presidencia de la República y, sin embargo, el proceso para declararla oficialmente presidenta electa, se ha prolongado. Se habló en los días posteriores, a una nulificación de los resultados mediante artilugios legaloides, esto teniendo en cuenta la inconformidad de magistrados, jueces y representantes del poder judicial, a que se lleve a cabo la reforma que mandó el presidente.

    Pero, además, hemos podido presenciar que las marrullerías por parte de la oposición, no disminuyeron luego de haber perdido de manera aparatosa una elecciones en donde todo el tiempo engañaron a su gente, haciéndoles creer que tenían la victoria asegurada. Por el contrario, las calumnias al gobierno federal y a la candidata de MORENA, mediante gritos sofocados en las gargantas de los presentadores de noticias que llamaban a rebelarse ante una elección de estado, no se hicieron esperar.

    Se hace evidente, que detrás de estos esfuerzos, se encuentra un movimiento mundial que pretende retomar para ellos mismos, los fueros que ganaron hace décadas a base de golpes de estado y dictaduras. Están ansiosos por regresar al poder y arrebatar con sus garras a como dé lugar los recursos naturales que le pertenecen a la gente. Un ejemplo del intervencionismo que ha surgido a raíz de los mencionados comicios es el del magnate propietario de Twitter, ahora X, quien ha hecho una serie de publicaciones, en donde ha expresado su repudio al candidato ganador y actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y ha reconocido como triunfador al candidato de la oposición, representante de la derecha de aquel país. Lo mismo hizo, de manera lamentable y mediocre, la OEA, al mando de Luis Almagro, que se encuentra rendida a los pies de los Estados Unidos, sin tomar en cuenta que todavía no existen resultados oficiales por parte del Instituto electoral del país sudamericano. 

    Esto nos deja en claro que esa derecha global hará uso de todos los recursos que estén a su alcance para entrometerse en los asuntos de Estado, de cualquiera de los países en los que tenga intereses, sobre todo cuando estos son tan bastos como las reservas de petróleo de Venezuela.

    De no ser por el apoyo del gobierno de Rusia y de los diversos gobiernos de izquierda en el continente, el país vinotinto se encontraría solo y a expensas de la manada de lobos que pretende entrar en su territorio y adueñarse de sus bienes. 

    Esto nos sirve de clara lección para no cometer errores que impliquen la división del gobierno con su pueblo, pero también, para fortalecer las relaciones internacionales entre los pueblos hermanos que, como en México, han tenido una historia de conquista, abusos, vilipendio y de saqueos a sus arcas y el consiguiente empobrecimiento a su gente.

    • Twitter, ahora X: @Pablo_OcampoEsc
  • Lección política

    Lección política

    Solo unos pocos hoy en día fueron testigos del nacimiento del PRI bajo estas siglas, después de las transiciones que tuvo desde su fundación como PNR y ser, a la postre, el Partido de la Revolución Mexicana; sin embargo, los aquí presentes, podríamos dar constancia de la desaparición de este, gracias a la pésima gestión que ha tenido Alejandro Moreno Cárdenas al frente del partido desde el año 2019, donde acaparó todo el poder para hacer de su imagen la representación del tricolor. Y dicho instituto político no podía llevar mejor abanderado. Acusado de probable desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, entre otros (https://www.proceso.com.mx/nacional/2024/4/28/denuncian-desvio-de-fondos-por-mil-mdp-en-la-gestion-de-alito-moreno-en-campeche-327993.html), cuando estuvo al mando de Campeche, Layda Sansores, actual gobernadora de ese estado, dio a conocer, además, diversas grabaciones de audio, que revelaron entre otras cosas, acuerdos en los que participaba el flamante presidente del revolucionario institucional.

    Su intención era ser el candidato presidencial de las pasadas elecciones de junio; sin embargo, su pobre capacidad de dirección, le restaron votos a tal grado de, aceptar el acuerdo del magnate Claudio X. González, de formar parte de la coalición que a la postre elegiría a Xóchitl Gálvez como la representante, además, del PAN y PRD.

    Tal fue el hartazgo popular que existió que, ninguno de los 3 partidos dio el ancho para convencer a la mayoría de los votantes, teniendo como resultado la desaparición del PRD como partido y ubicando al PRI como un satélite del PAN y de MC. No conforme con esta demostración del pueblo, Moreno Cárdenas utilizó su poder para cambiar estatutos y tener vía libre para reelegirse una vez más en el tricolor, ante la evidente molestia de sus integrantes más influyentes.

    Si bien agradecemos que “Alito” Moreno diera muestras tan contundentes de su capricho dictatorial, pues ello equivale a poner el último clavo al ataúd del PRI, es importante reconocer que la soberbia es mala consejera, sobre todo cuando se habla de política. En la izquierda, de manera concreta en MORENA, no se necesitan actitudes de este tipo, mucho menos cuando existen errores que, a los ojos de sus afiliados y de quienes votaron por sus candidatos, resultan en comportamientos y actitudes, cuando menos, hostiles y petulantes de las figuras importantes al interior del partido guinda.

    Recordemos que, una de las razones por las que el partido del sol azteca se fue a pique hasta desaparecer, fue por un comportamiento de sus dirigentes, los reconocidos chuchos, similar al que se comenta, cargado de arrogancia y ambición de poder, hasta cerrar los caminos que defendían los intereses reales de la gente. Tal cual ocurre en la actualidad en el PRI pero, además, fue esa soberbia de querer tener la razón a rajatabla por encima de las opiniones de lo demás, la que abonó para la separación de sus integrantes y facciones y que resultó en la escisión de personajes y partes.

    MORENA acaba de cumplir este 9 de julio, sus primeros 10 años de vida como partido legalmente constituido y es indeseable que dichas actitudes separatistas se inyecten en el torrente que alimenta las venas que llevan vida al movimiento: la voluntad de la gente. Se dice que es de sabios reconocer los propios errores, pero es de igual importancia que a los votantes se les haga sentir parte de este movimiento, en aras de mantener otros 10 o más años, el voto que significa la confianza de un pueblo que se sabe bien representado. Esperemos que sus dirigentes no repitan los errores del PRD o PRI, para que la gente, los millones que votan por el partido de izquierda, permanezca a su lado.

    • @Pablo_OcampoEsc
  • Dimes y diretes

    Dimes y diretes

    Dijeron que iba a llegar dinero procedente de Rusia para la campaña en favor del entonces candidato de Morena a la presidencia. Pura basura. Mintieron cuando mencionaron que seríamos Venezuela o Cuba, lo aclaró apenas ayer, el líder de la fracasada coalición de derecha que perdió estrepitosamente las elecciones federales a inicios de este mes. De manera constante repitieron día y noche que seríamos una dictadura, pero ha sido el único gobierno que ha respetado el derecho legítimo de marchar y protestar de los integrantes del pueblo, aunque ellos mismos no se vean así. Dijeron que estaba enfermo de poder los mismos que hicieron lo posible por perpetuarse ellos en las cúpulas de sus respectivos partidos, en el congreso y en instituciones como la suprema corte. Se ufanaron de reproducir como merolicos que usaba todo el poder del estado para autopromocionarse, pero ellos hicieron uso de los medios con los que siempre han estado en contubernio para demeritar o al menos intentarlo, esperanzados en que podrían disminuir su fuerza de la mano de la gente.

    Estos han sido solo algunos ejemplos que escuchamos en los últimos 5 años y un poco más, desde que comenzó el gobierno de izquierda del presidente; barbaridades, unas más estruendosas que otras, simples estupideces y todas absurdas mentiras, algunas incluso hasta peligrosas. Han pasado poco más de dos semanas, desde que, con credencial en mano, el pueblo, ese que sí se define y se siente como tal, le dio una bofetada a la oligarquía nacional, los rechazó, despreció sus canalladas y su vulgar deseo de adueñarse del erario para utilizarlo como si les perteneciera. Los dejó noqueados.

    Ahora, después de que, de la mano de un individuo que se sintió rey, que endulzó los oídos de los dirigentes del PRI, PAN y PRD, que les hizo creer que podía hacerles recuperar el poder que perdieron y con ello, él mismo ser capaz de volver a hacer malos manejos entre sus empresas y el Estado, gracias a los favores que le podrían deber, los tres partidos sufrieron la más escandalosa de sus derrotas, fueron humillados, vilipendiados y puestos en evidencia y finalmente les ubicaron en el basurero de la historia, en la cloaca moral y política de la que no saldrán. El PRD murió, perdió su registro, ya no existe más, como dijo su dirigente Jesús Zambrano. ¡Qué bueno!

    Los dos partidos restantes de la coalición la tienen verdaderamente complicada. Por una parte, está el PAN que, si bien, es la segunda fuerza política del país, lo cierto es que cada vez pierde más territorio nacional gobernado por sus figuras. En general solo sobreviven en los lugares donde de por sí ya gobernaban, ante la indolencia de quienes le votan, pues los estados que ellos lideran, son los más violentos del país y donde lo hacían, dejaron una estela de delitos, asesinatos e impunidad que durará posiblemente, décadas, lo mismo que pasa en la actualidad con el país, desde que gobernó el carnicero de Michoacán, exiliado en España.

    El PRI, por otro lado, se ha achicado cada vez más a partir del 2018, sus fuerzas vinieron a menos, han sido ridiculizados públicamente con cada elección en la que han participado, sobre todo a nivel federal. Más aún, desde que llegó a la presidencia de este, el flamante Alito Moreno, aquel de los audio escándalos que revelaba cada semana sin falta la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien además descubrió una colección de autos de super lujo en una mansión, propiedad según ella, del dirigente tricolor. Tan fina persona no puede andar en un Chevy o en un Spark, ni vivir en un condominio o vivienda de interés social. En el siguiente periodo legislativo, sus representantes en el senado apenas llenarían una combi colectiva, sus fuerzas en la cámara de diputados lo harían así con una micro. Atrás quedaron sus días de gloria, cuando gobernaban todos los estados, los dos recintos del poder legislativo se teñían de tricolor y el presidente se decía orgulloso de pertenecer a ese partido, todo ello cuando había un auténtico y real carro completo y ninguna televisora, radiodifusora o periódico, ningún analista político, ni comentarista, ni periodista, ni supuesto “intelectual” de los que ahora se alinean con la derecha (no los auténticos, aclaro), se quejaba o pegaba el grito en el cielo. Cuando las cadenas que tenía el pueblo se sentían más que nunca, pero permanecían invisibles, esas de las que no habla la politóloga que se dice triste mientras sonríe petulante. ¡Adiós a la gloria que nos dejaron Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo o Carlos Salinas de Gortari!

    El Revolucionario Institucional podría desaparecer en el curso de los próximos seis años del gobierno de izquierda o bien podrían cambiar de nombre y colores para lavarse la cara, y esperar, como el PRD, que el nuevo partido que se prevé surja de la derecha, los cobije a ellos y las lumbreras que de él emanan.

    Mientras tanto, volverán a la vida pública personajes como Ricardo Anaya, otro autoexiliado más del PAN, a dejar propinas miserables y participaciones mediocres en lo que sería su incorporación como senador pluri, de esos que nadie elige pero que, ¡cómo estorban y le cuestan al pueblo por lo que se les paga! 

    Y ante el cochinero que nos dejan, surge la pregunta: ¿seguirá la guerra mediática contra la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum? Seguramente sí, porque querrán, de alguna manera, mantener la ilusión entre sus hoy desilusionados seguidores, buscarán volverlos a enamorar, tratarán de llegar por todos los medios posibles al candor de sus encantos (entiéndase, sus cuentas bancarias) y les volverán a seducir y ellos probablemente caerán, porque el odio que han fomentado les alcanzará, pese a la derrota, para mantener esperanzas de que algún día vuelvan a gobernar y con cada nueva desgracia natural que azote en México, los pseudo fifís y bots ligados a la derecha dirán: “disfruten lo votado”; y los chairos, con el apoyo del gobierno, responderán: “disfruten los próximos seis años”.

  • Consejos a los habitantes de la burbuja

    Consejos a los habitantes de la burbuja

    Se acabó la contienda electoral. Perdieron. Una elección donde hay 30 puntos porcentuales de diferencia, es insalvable, por mucho que se haga un recuento del 60% de casillas. Corren el riesgo incluso de perder por un margen aún mayor. Ahora que quedó claro en dónde están los partidos que ustedes apoyan, no estaría mal hacer alguna reflexión; por ejemplo, que quienes les mintieron no fueron ni el presidente, ni la candidata Sheinbaum, ni los secretarios de Estado, ni siquiera los periodistas con ideología de izquierda. No, quienes les mintieron, los usaron, les timaron y hasta se mofaron de ustedes, fueron los mismos políticos de derecha a los que admiran, los que les endulzan los oídos con sus nombres de tripe apellido y les embelesan la mirada con sus pieles claras, con las que coinciden.

    En estas elecciones, todos quienes se creen fifís, no fueron capaces de presumir a una candidata que llenara sus estándares de belleza; lo aclaro, porque los líderes de la triada del mal, bajo el mando del Claudio X., tuvieron a bien escoger a una política que, según ellos, tuviera rasgos indígenas, para que el resto de la población, no ustedes, pudieran identificarse con ella y fuera más fácil su aceptación. No ocurrió ninguna de las dos. Pero la burla hacia ti, amiga y amigo pseudo fifí, habitante de la burbuja, no terminó ahí.

    Desde el comienzo de la campaña te dijeron que aquella señora que se hizo millonaria a expensas de vender gelatinas, era todo un fenómeno político, que estaba arrasando entre la opinión pública por su confrontación contra el presidente y que, con ella, seguro volverías a sentirte orgulloso de que políticos de tu nivel, te volvieran a representar; aunque más allá de eso, que tu familia pudiera tener negocios, nuevamente, con ellos.

    También abusaron de tu confianza (y un poco de tu astucia), los opinólogos, pseudo intelectuales y periodistas otrora chayoteros que acostumbras a ver. Loretito, el payaso que se disfraza de analista, el escritor que quiere que lo apapaches y hasta el señor que se cree Dr. Strange, por sus ademanes cada vez que emite una opinión y desde luego, no pueden faltar personajes de la farándula como Alasraki, los Ferriz o la libertadora de todos los mexicanos, la Sra. Dresser, quienes, con sus análisis sesudos, reivindicaban día tras día, una candidatura que iba en picada desde el minuto cero.

    Ahora, todos los mencionados se dicen “sorprendidos”, en los distintos programas de televisión en donde asoman la cara; lo cierto es que ellos estaban convencidos desde el comienzo, de que la candidata del PRIAN no tenía posibilidades de ganar. Ya lo sabían. Pero a ellos les pagaron muy bien, para crear una realidad dentro de tu universo, que les permitiera convencerte de que era apuesta segura, porque en el fondo, a sus jefes les interesaban los recursos que pudieran sacar de ti, los “apoyos” que seguramente te pidieron, para que financiaras parte de la campaña.

    Pero no todo está perdido amiguita y amiguito pseudo fifí. Para que no te vuelva a ocurrir el experimentar una decepción más grande que la de tu último amor, te sugiero, con el corazón en la mano, que apagues la televisión, que dejes de ver los programas en los que te informan lectores del teleprompter, que ignores a los pseudo analistas que te enredan en un laberinto verborreico para confundirte y que te olvides de los bufones de mal gusto de las televisoras que ves, esas que por cierto, iniciaron la polarización contra el presidente y sus seguidores y no al revés, como te quieren hacer pensar; ¡Deséchalos!, después de todo, ya viste cómo te fue por creerles.

    En lugar de ello, apaga tu celular y cierra tus redes sociales por un momento. Ten presente que “tu mundo” no es “el mundo” y que más allá del café o el antro o el gym al que vas, hay millones de personas, distintas a ti, a las que podrías dirigirte con empatía y respeto, ese que tanto presumes de manera verbal pero que, en las marchas, brilla por su ausencia. Coherencia, se le llama.

    También sería bueno que, por un momento dejaras tu soberbia a un lado. Apoyar campañas como: “no volveré a donar a los necesitados, ni darle dinero a los “cerillos” en el súper, ni a los “viene-viene” en la calle”, solo te hace quedar mal con tu evidente odio, ante la virgen a la que tanto le rezas de dientes para afuera. Además, nadie cree que seas tan caritativo, tú y la gente de que te rodeas no son conocidos precisamente por ayudar al más necesitado; de ser así, no hubieran existido tantos en los gobiernos del PRI y PAN que tú apoyabas. De hecho, si hay desigualdad en México es porque tus amigos, parientes, vecinos, compadres y conocidos, acaparaban todo lo que podían y dejaban, junto con esos políticos, que el resto de la gente muriera de hambre.

    También es hora de que analices si te conviene seguir escuchando el sermón que da el padrecito, ese que se cree más santo que San Pedro pero que, desde su posición de “respeto”, le dice pendejo o idiota a su prójimo. Ya ves cómo te llenó los oídos de división, llamó a votar por quien tú quisieras, que no fuera MORENA, porque según él, se iba a acabar la propiedad privada y nos íbamos a convertir en Venezuela 2.0 “el regreso del comunismo”. Ni sabes qué es eso.

    Lo cierto es que vives en una dictadura que te deja votar de manera libre, que te permite salir y expresarte en la plaza pública más grande del país, sin reprimirte, que deja que le mientes la madre sin que sufras censura alguna y que, hasta te deja tener a una candidata como Xóchitl, que siempre fue tu tía panista por excelencia, pero que jamás se convirtió en una verdadera candidata.

    La peligrosa burbuja que te mantiene aislado del México que conociste en las últimas elecciones, de la que te jactas y estás orgulloso porque te hace sentir un ser superior desde tus complejos y que te permite presumir tus pertenencias como identidad, no te permitió ver que fuiste títere de los políticos en quienes confiaste. Difícil despertar.

  • Soberbios y cínicos

    Soberbios y cínicos

    Pasó el 3er y último debate entre los contendientes a la presidencia de la república por MC, el PRIAN y la coalición MORENA, PVEM y PT y en el horizonte no parece existir grandes sorpresas después de este. Claudia Sheinbaum es, como fue Andrés Manuel López Obrador en 2018, la candidata de la gente, de la continuidad por el bienestar del pueblo abandonado en anteriores sexenios.

    No obstante, previo a dicho evento, se reunieron en el zócalo de la ciudad de México y en otros puntos del país, aunque sin tanto éxito, simpatizantes de la candidata de la derecha mexicana, en lo que denominaron “marea rosa”, que no fue otra cosa que un cierre anticipado de campaña para Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada. A pesar de que se negaron a llamarle “acto proselitista”, al lugar acudieron no solo ellos, sino también personajes de los partidos que los nominaron donde, entre vítores, reiteraron su apoyo y vaticinaron un triunfo de sus aspirantes, frente a la concurrencia.

    Fue llamativo que, durante la caminata rumbo a la explanada, algunos de los participantes agredieron a reporteros y afines al presidente, así como al partido Morena. Las confrontaciones del fin de semana replicaron en la mayoría de los casos, lo que durante casi 6 años y aun antes del inicio de funciones del primer mandatario, ya expresaban a todo pulmón: el odio irracional hacia su persona y lo que representa para ellos: el extremo opuesto de su ser, mirarse en el espejo y percatarse de todas sus carencias, principalmente humanas, las económicas las comenzaron a padecer con la llegada de este nuevo gobierno y como consecuencia, incrementaron su odio contra López Obrador.

    Este domingo 19 de mayo se expresaron entre exabruptos y arranques de ira y soberbia, quienes se dicen violentados por este gobierno pero que, a la menor provocación, agreden a cuantos se encuentran enfrente, con una ideología política y social, distintas a las de ellos. Todos los que recorrieron a pie, bajo el sol de la ciudad y no de la playa, se asumen víctimas de la polarización del presidente, pero comienzan sus argumentos con insultos y mentiras para justificarse y sustentar sus pretextos y agravios que, en ocasiones, llegan a los ataques físicos.

    El cónclave rosa lo idearon quienes llaman antidemocrático al gobierno federal y su representante, pero barajan la posibilidad de echar por tierra la próxima elección presidencial, de la mano de un poder judicial que actúa bajo sus órdenes. Si en las elecciones federales de 2018 se vislumbraba un levantamiento civil producto del hartazgo ante la violencia, impunidad y corrupción de las autoridades de todos los niveles y frente una eventual manipulación de los resultados de aquellos comicios, hoy, que la gente en México se encuentra más politizada y exige lo que le corresponde, no se va a quedar de brazos cruzados ante una posible intervención legaloide. Que tengan cuidado quienes pretenden invalidar con argucias inmorales y fuera de ley, lo que democráticamente elija el pueblo.

    Los pseudo intelectuales, analistas orgánicos, periodistas paleros, fanáticos de masticar chicle, quienes pregonan a vena saltada y con el puño cerrado, que su candidata es la única esperanza que tiene el país de no caer en un régimen autoritario como lo es, según ellos, el del presidente López Obrador, olvidan a conveniencia, que a este le antecedieron en el poder Felipe Calderón y Peña Nieto, por nombrar solo a los gobernantes represores más recientes y anhelan el sueño de opio de disponer una vez más de los recursos provenientes de las arcas públicas.

    Son los “abajofirmantes”, los energúmenos intelectuales con micrófono, los vendedores de espejitos en los noticieros por televisión y quienes acusan de irracionales a los seguidores de AMLO y Sheinbaum, los verdaderos incongruentes que encontraron en la señora X, a su Mesías.

  • Víctimas de su arte

    Víctimas de su arte

    Desde que comenzó el sexenio, en la vida política de México se han remarcado de manera firme dos flancos: por una parte se encuentran aquellos que soñaban con ver, al fin, un cambio en el timón, que permitiera darle un respiro a los más necesitados, a la gente que vivió en el abandono institucional, a los “jodidos”, como les llamó el “tigre Azcárraga”, para quienes hacía programación narcoléptica, que le permitiera al gobierno del momento, tener bajo su dominio a tantos millones y además no  fueran capaces de reclamar las carencias que padecían. Todos ellos conforman una mayoría que en otros tiempos hubiera sido inimaginable y que se plantean refrendar con su voto a la izquierda, que representa la continuidad de la política de rescate a la gente más desamparada, que implica mantener el barco a flote y llevarlo a buen puerto.

    El otro flanco existente, en el que se mueven políticos de la oposición, empresarios corruptos, vividores del gobierno y personas que muy posiblemente eran beneficiadas de la impunidad, vive agonizante, envuelto en una burbuja imaginaria donde, después de décadas de permanecer en opulencia, hoy se dicen perseguidos políticos, víctimas de un “gobierno autoritario”. Tal es el caso del destape que hizo la presidencia de la república en la conferencia mañanera del viernes 3 de mayo, al revelar un entramado de tráfico de influencias, en contra de PEMEX, para beneficiar a María Amparo Casar, directora de Mexicanos contra la corrupción y la impunidad. De acuerdo con Octavio Romero Oropeza, actual director de la paraestatal, se le otorgó a Casar hasta febrero de este año, alrededor de 31 millones de pesos, producto de una pensión y seguro, cobrados por la muerte de su esposo.

    A la revelación de tales datos, no se hicieron esperar las decenas de posicionamientos de personajes de la derecha, condenando su exposición mientras pronunciaban su apoyo a una viuda que, a los ojos de todos ellos, merece más compasión que escrutinio. De entre las respuestas más destacadas, surgió la del INAI que, además de condenar que todo ello fuera dado a conocer, amenazó al presidente con llevar hasta las últimas consecuencias el resultado de haberla hecho pública.

    ¿Cómo es posible que un instituto, que se supone está dedicado a velar por la transparencia, sea el que condene un acto que, de acuerdo con sus lineamientos, no debe ser privado?

    Esta confabulación nos deja ver la facilidad con la que la red de corrupción que existía en tiempos del PRIAN, podía “acomodar” los hechos, para que, por intercesión de las personas correctas, con un papel se pudiera beneficiar al compadre, amigo, hermano, trabajador o en este caso, la cónyuge, siempre que fuera aliada de las personas en el poder, donde los recursos públicos servían a conveniencia para quien el presidente, secretario de estado o director de alguna institución quisieran, sin protesta y sin otro mérito que lo sustentara que el clásico “es orden de arriba”.

    Más allá de ello, queda toda la hipocresía que mueve a políticos, comunicadores, analistas y supuestos intelectuales de la derecha, que en conjunto se alquilan de plañideros cada vez que son exhibidos en actos fuera de derecho. Tal vez lo peor sea esa parte de la sociedad que les cree, que les sigue el juego, que ciegamente se ponen a esa programación que se inventan los mismos medios de hace 60 años, con el mismo fin: adormecer las conciencias, ahora de la supuesta clase alta, que sigue viviendo en su burbuja, que implora algún día el regreso de su gente en el poder, para seguir faroleando o para cosechar una vez más los frutos de la corrupción y la impunidad.

    Ese flanco todavía anhela regresar a sus fueros, viven su novela, donde ahora son ellos los “pobrecitos”, los que sufren la pérdida de sus millones; los que exigen justicia, para que les dejen robar; los que se desgarran las vestiduras, preferentemente de Carolina Herrera o Ermenegildo Zegna y no falta siquiera el curita entrometido, ese que en la realidad tiene propiedades que, “quién sabe” donde sacó, pero que las disfruta y que se jacta, también, de la impunidad de hablar contra personajes políticos desde su cargo eclesiástico, en un Estado laico; están todos padeciendo y llevando a cuestas las penas de un gobierno democráticamente electo, pero ajeno a ellos y su incivilidad. De sus actos de corrupción no hablan y nadie sabe, por lo menos nadie de ellos, de violencia, esa que propagan desde sus medios y que piensan se generó solo a partir de este gobierno; padecen, como decía Bukowski, de “su mejor arte”.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc
  • Campaña aquí, campaña allá

    Campaña aquí, campaña allá

    Cuando acudimos al cine, casi de manera automática y sin pedirlo, se nos somete a una abrumadora cantidad de pautas publicitarias, en donde el mensaje principal es el poderío armamentístico de los Estados Unidos. No es coincidencia que se dé este fenómeno. Los llamados “blockbusters” o estrenos taquilleros, invariablemente contienen en sus escenas, alguna en donde una fuerza armada gringa hace uso de todos sus recursos y poder.

    Es así como, desde hace décadas, a través de lo que alguna vez fue conocido como “celuloide”, se le ha impuesto al mundo la idea de que nuestros vecinos del norte son: 1º, indestructibles  y 2º, sus actos siempre están guiados por la moralidad y las buenas maneras, que los malos lo son porque no las siguen y ellos son muy buenos porque actúan bajo un código de ética. Desde luego, la realidad al dejar la salas de cine es muy distinta. 

    Está bien documentada la historia de nuestra América latina, en la cual, los golpes de estado a países hermanos llevan el sello de calidad de las barras y las estrellas. Los de Allende en Chile o Evo Morales en Bolivia (https://www.jornada.com.mx/2019/11/16/politica/014e1pol) son solo un par de ejemplos de la hipocresía con la que se mueven en el terreno internacional los líderes estadunidenses.

    En territorio nacional fue denunciado en la conferencia del presidente López Obrador que Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, “asociación civil” de Claudio X. González  era financiada desde el extranjero por el gobierno de los Estados Unidos (https://contralinea.com.mx/interno/semana/gobierno-de-eu-financia-25-7-millones-de-pesos-a-mexicanos-contra-la-corrupcion/) y es aquí donde entra el siguiente personaje en la trama.

    En nuestro país y en de la frontera norte, se disputan dos batallas para ganar una guerra que tiene como propósito a un mismo objetivo: el pueblo. Y es que, tanto para el gobierno ajeno como para los dirigentes de la oposición en México, poco importa la gente más pobre y sus necesidades. Por un lado, están las personas de más bajos recursos, a quienes se les pretendía despojar de los que ahora son los programas pivote de este gobierno, fundamentales en el cambio de la política pública que se tenía hasta apenas menos de 6 años; por otra parte, políticos conservadores que con hipocresía dicen estar a favor de la gente, del pueblo y sus necesidades, pero en la última votación para aprobar la reforma en pensiones, por poner un ejemplo, votaron todos ellos, repetimos, políticos conservadores del PRIAN, en CONTRA.

    Del otro lado, políticos que “se paran el cuello” cuando se toman la foto, repudian a nuestros connacionales, migrantes en busca de un mejor porvenir, que llevan años viviendo en Estados Unidos, los utilizan para los empleos más bajos, negándoles una vida más justa por su labor, al posponer leyes que les protejan y solo los ven como carne de cañón cuando existen campañas electorales. Ahí sí, republicanos y demócratas los buscan, unos para condenarlos y otros para cubrir las apariencias, sin que en realidad les importen un ápice.

    De lado y lado, campaña aquí y campaña allá, solo se les usa de parte de personajes conservadores para los procesos electorales, se les endulza la voz, en una parte con leyes pro migrantes y en otra, con programas sociales que, en ninguno de los dos casos, piensan cumplir.

    En casa o afuera, el eje rector del actuar de los políticos conservadores, es la hipocresía, con ella se manejan, respiran, se mueven y reptan, dinosáuricos como sus viejas leyes y costumbres, que les impide mirar en el horizonte, al meteoro de las redes sociales que hasta ahora ha dado paso a un nuevo manejo de la información, que poco a poco extingue las viejas costumbres políticas de ambos lados. Esos actores, los que no entienden cómo se mueve el mundo y buscan que este gire a su antojo, como hacían décadas atrás, entre golpe y golpe de Estado y quienes pretenden pisotear los derechos de la gente, están condenados a la extinción.

  • Traición vestida de azul

    Traición vestida de azul

    El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, en su 5ª edición (DSM-5, en inglés), define las obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo como “pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan, en algún momento durante el trastorno, como intrusas o no deseadas, y que en la mayoría de los sujetos causan ansiedad o malestar importante”.

    A pesar del incesante discurso clasista de la derecha mexicana contra los seguidores del presidente, para quienes, según ellos, su figura es igual a la de un “mesías”, lo cierto es que, quienes de manera obsesiva centran su atención, comentarios y odio hacia la persona del primer mandatario, son precisamente ellos, opinólogos, analistas y políticos del viejo régimen; saben, como ya es conocido, que hablar de Andrés Manuel López Obrador, capta la atención, incrementa vistas, visitas a sitios virtuales y genera dinero; esto es más notable porque ahora nos encontramos en periodo electoral y por el desagradable incidente de intrusión a la embajada de México en Ecuador, por parte del gobierno del país sudamericano.

    Si bien, hay un consenso general entre ciudadanos y actores de la política, tanto local como a nivel mundial, para condenar el allanamiento de nuestra embajada, no sorprende que exista personajes tan obsesionados hacia todo lo que haga o deje de hacer el presidente y que busquen, además, verse tan internacionales, que ofrezcan disculpas, de manera histriónica, hacia el autoritario presidente ecuatoriano Daniel Noboa, como hizo Lilly Téllez, por la “actitud gansteril” (sic) de López Obrador, rayando con sus dichos en traición a la patria.

    Ante semejantes comentarios, quedarían claras dos cosas: primera, que de la política de “abrazos, no balazos” del presidente, de la que tanto se han quejado y hecho mofa los opositores al actual gobierno, son ellos mismos quienes también se han visto beneficiados al pasarles por alto atropellos tan claros como el de la senadora del PAN y segundo, que el deleznable adjetivo de “dictador” que endilgan al mandatario izquierdista, resulta obsoleto y fuera de toda lógica, por la misma actitud de perdón ante los agravios que han cometido políticos y afines a la derecha.

    Y si bien, es decisión del presidente no involucrar en querellas legales a los ya mencionados fanáticos opositores, es bueno recordar que el apoyo a lo hecho por el presidente de Ecuador es un acto de traición a la patria, ya que el asalto a la embajada fue un acto contra el Estado mexicano y no solo contra AMLO. Con ello en cuenta, bien podríamos decir que el PAN es víctima de su propia política ya que, si su nacimiento como partido se dio en oposición de la expropiación petrolera y a favor de los intereses extranjeros, hoy su candidata a la presidencia de la república, reniega públicamente de ellos, como lo dejó ver en el debate presidencial y a su vez, una de sus integrantes en el Senado, lo hizo con el Estado mismo del que forma parte como poder legislativo.

    Si ya se sabía de qué pie cojeaban, hoy más que antes está claro que, el PAN mismo representa la traición al pueblo y a la nación.

    • Twitter: @Pablo_Ocampo