Desde marchas cuestionadas y viajes a Washington hasta agresiones en el Senado y rifas de iPhone: la oposición protagonizó los episodios más controvertidos del año, profundizando su crisis interna.
El 2025 quedará marcado como un año de alta tensión política, donde la oposición mexicana acumuló episodios polémicos que evidenciaron desorden interno, estrategias mediáticas fallidas y una creciente desconexión con la ciudadanía, en contraste con un gobierno que apostó por la estabilidad y el control institucional.
Uno de los primeros focos de conflicto fue la marcha del 15N, promovida como una movilización juvenil, pero que rápidamente mostró la presencia de los mismos actores opositores de siempre.
Las advertencias previas del dirigente panista Jorge Romero Herrera, quien afirmó que a la oposición “solo le faltaba recurrir a la violencia para volver al poder”, cobraron fuerza tras los intentos de confrontación y desestabilización en la Ciudad de México. Las y los usuarios en redes sociales señalaron una estrategia artificial para generar ruido político y desacreditar al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En paralelo, el PAN intensificó su activismo digital, aunque no sin polémica.
El partido gastó millones de pesos en campañas en redes sociales, incluyendo 30 mil pesos en Facebook para promover un viaje a Washington donde denunció una supuesta “represión”.

El episodio evidenció una prioridad en la propaganda más que en la agenda social, mientras su dirigente destinaba recursos públicos a posicionar su imagen rumbo a 2027, profundizando las críticas por el uso del erario.
La crisis opositora alcanzó un punto inédito en agosto, cuando el líder del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, agredió físicamente al senador Gerardo Fernández Noroña en plena Comisión Permanente.
El hecho provocó una fractura aún mayor en la oposición, pues PAN y MC evitaron respaldarlo. La presidenta Sheinbaum calificó el acto como una muestra del autoritarismo del viejo régimen, mientras el oficialismo cerró filas.
Meses antes, Alito ya había generado controversia al viajar a Washington tras anunciarse el inicio de su proceso de desafuero por presunto enriquecimiento ilícito. Aunque lo presentó como una agenda internacional, el viaje fue visto como un intento de evadir responsabilidades y victimizarse con el discurso de “persecución política”.
Finalmente, el PAN volvió a ser blanco de burlas al anunciar que rifaría iPhone 17 Pro para atraer jóvenes militantes, una medida interpretada como desesperación política y falta de propuestas reales.
La estrategia cerró un año donde la oposición pareció más enfocada en el espectáculo que en construir una alternativa sólida.
