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  • ¡El INE no se toca!, a menos que…

    ¡El INE no se toca!, a menos que…

    Un grupo de ciudadanos comenzó a protestar bajo el lema ‘¡El INE no se toca!’ hace aproximadamente dos años, cuando el presidente López Obrador presentó una iniciativa de reforma electoral en abril de 2022. Esta propuesta incluía la reestructuración del INE, la reducción del número de diputados y senadores, y la elección directa de consejeros electorales y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), entre otras medidas.

    Los manifestantes se identificaban como apartidistas y afirmaban durante sus marchas que no estaban en las calles en favor de ningún partido o candidato. Según ellos, lo único que defendían era el órgano electoral y la “democracia” en México. Además, algunos de ellos aludían a López Obrador, argumentando que pretendía dañar o eliminar el régimen democrático en el país.

    Ahora, le hago una pregunta al lector: ¿Cuándo ha habido democracia en México? El IFE (antecesor del INE) nació como una respuesta al fraude de 1988, cuando Diego Fernández de Cevallos declaró: “Nadie podría beneficiarse con escudriñar papeles que nada dicen y menos significan; la bancada panista acepta que se destruyan esos míticos documentos y que esos cientos de toneladas de papel se procesen y regeneren, como reclamamos se regenere la vida pública”, aceptando así la destrucción de las boletas electorales que podrían haber demostrado el fraude. En otras palabras, el IFE nació de uno de los primeros gobiernos PRIANISTAS.

    Durante los años de existencia del órgano electoral mexicano, han ocurrido acontecimientos que atentan contra el ideal democrático al que se aspira. Un ejemplo notable es lo sucedido en 2006, cuando algunos (incluyéndome) argumentan que hubo un fraude electoral. En primer lugar, se utilizó el poder del Ejecutivo federal para intentar sacar de la contienda presidencial al entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, mediante el desafuero. Sin embargo, por temor a parecer demasiado descarados, permitieron que participara en la contienda, dejando al órgano electoral la responsabilidad de hacer el “trabajo sucio”.

    Otro evento que atentó contra el ideal democrático fue lo sucedido en 2012, cuando el órgano electoral hizo caso omiso de las denuncias de compra de votos en proporciones impresionantes, lo que habría sido suficiente para definir al ganador de la elección. Tanto los ciudadanos como el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, señalaron estas irregularidades, pero el órgano electoral decidió mirar hacia otro lado. Este comportamiento faccioso del INE ha sido una constante durante su existencia.

    Un ejemplo del nivel de parcialidad en el órgano electoral fue el caso del antiguo consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien salió del instituto y, al mismo tiempo, también salió del clóset del PAN. Después de haber sido consejero del INE de 2011 a 2014 y consejero presidente de 2014 a 2023, se incorporó al medio opositor LatinUS, donde comenzó a hacer videocolumnas desde una perspectiva de oposición.

    Retornando al tema de las marchas, cuando aún se presentaban como imparciales y pretendían defender la democracia, contaron con la presencia de dos dirigentes del órgano electoral: José Woldenberg y el ya manchado y desprestigiado Lorenzo Córdova Vianello. Sin embargo, es importante señalar que, durante este período en el que se autodenominaban apartidistas, también asistieron a las marchas destacadas figuras de la oposición, como Margarita Zavala y el entonces futuro candidato a la jefatura de Gobierno y presunto líder del cartel inmobiliario, Santiago Taboada.

    Sin embargo, con el tiempo, y ya en época electoral, se cayeron las máscaras: tanto los manifestantes que se habían presentado como apartidistas, así como los organizadores y antiguos oradores comenzaron a revelar sus verdaderas inclinaciones. Los candidatos de oposición, Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, se convirtieron en los principales oradores de las marchas. No es sorprendente que defendieran la institución que, en dos ocasiones (2006 y 2012), les facilitó la presidencia. Al final, tuvieron que quitarse la máscara para proteger a una organización que siempre estuvo a su favor durante toda su existencia.

    No obstante, la marcha, ahora llamada “marea rosa”, no termina aquí su contradicción, sino que después de las elecciones y el triunfo avasallador y legítimo de MORENA, se evidenció que el INE estaba aplicando la ley de manera imparcial por primera vez. Esta imparcialidad, sin embargo, incomodó a muchos, pues no podían aceptar que una institución que habían tenido de aliada durante tantos años se mostrara neutral.

    Ahora, las marchas buscan presionar para que no se aplique la ley tal como está establecida (le dicen sobrerrepresentación). Los manifestantes intentan disuadir al INE para que actúe según sus expectativas y valide su concepto de justicia. Ya no se trata de defender la ley y el INE en sí mismos, sino de respaldar la visión de justicia que ellos defienden. Pasaron de decirse imparciales y defender solo al INE, a apoyar al PRIAN. En la actualidad, ya dejaron de esconder su afinidad política y ahora atacan al órgano electoral. Quizá uno de los mayores logros de MORENA sea tener a la derecha manifestándose por una idea de justicia (ellos creen injusta la “sobrerrepresentación”). Su nuevo lema es “El INE no se toca siempre y cuando esté de nuestro lado”.

  • Verdad, botín de medios

    Verdad, botín de medios

    Los mexicanos no necesitan de un puente entre los tiempos que interprete las viejas noticias de los medios tradicionales que solo engañaban con los medios que surgen de la población, con espontaneidad y de manera transparente, en una lucha que parecía desigual por disputarse la verdad, como si ésta fiera el más valioso botín de guerra.

    La población exige una explicación de las causas de las mentiras que los mismos medios que hoy sobreviven, a pesar de sus intereses y falta de credibilidad, reconozcan que trataron de detener la historia, engañando con una realidad sobrepuesta que sólo existía en las páginas de los diarios y los noticieros de la televisión.

    La guerra no es por la audiencia sino eminentemente política en el campo de batalla de la información, lo que quiere decir que siempre estuvimos en guerra y no hubo nadie que informara al respecto. El gobierno concentraba tanto poder que dictaba la realidad que debían vivir los mexicanos.

    La imposición de una realidad a través de los medios, es el peor crimen que se haya cometido contra los mexicanos. Todavía hoy prevalecen en sus cargos y explotando la ingenuidad decenas de medios que engañaron a todos, porque en la mentira estaba contenido su enriquecimiento.

    De esto da cuenta la conciencia política en México que arroja cada día más lejos las propuestas informativas del pasado, con viejos clichés de sus reiteradas notas de admiración por la monarquía, el culto a la personalidad, supremacía del poderoso, admiración por el potentado, todo lo que divida a una sociedad y fortalezca la desigualdad. Los bellos deben estar separados de los feos, los ricos de los pobres, los malos de los buenos, los blancos de los negros, etc. Ese es el país que los medios electrónicos arrojaron a la historia, desde luego con un irrestricto respeto a la autoridad que, como deidad inmaculada, regía los destinos de todos.

    La televisión, ahora sin credibilidad allanó nuestras casas para imponernos una realidad que no existía, nos presentó personajes cuya honestidad era endeble y su liderazgo frágil. La fuerza de los líderes sin seguidores la creaba la televisión. A los delincuentes los volvía honrados, a los malos, buenos, a los buenos delincuentes, etc.

    Por si fuera poco, educaron s los niños y nos obligaron crear necesidades de lo superfluo. La fábrica de mentiras vendía necesidades que no eran reales, la gente compraba, y con esa misma normalidad consumía las mentiras sobre una realidad que fue construida para protegerlos privilegios de unos cuantos.

    Ahora, son descubiertos en sus mentiras y sonríen igual que antes ante las cámaras, saben que la mentira no se castiga. La intromisión de las noticias falsas obliga a los mexicanos a pensar que vivieron años inútiles, innecesarios, volcados en una realidad inexistente.

    Parte esencial de la libertad de expresión es la crítica a los poderes, a todos, pero la prensa en México fu muy amigable con los viejos regímenes y en lugar de criticar los errores de la actual administración, inventó para crear errores. No porque no los hubiera sino porque debían alterar la situación, tergiversarla, para hacerla espectacular y grave.

    Las críticas ayudan al poder, no sólo lo legitiman, se aprende más de ellas que de los halagos, pero la prensa tradicional en México se dedicó a mentir impunemente.

    Cuando llegaban a reflejar la realidad su interpretación es alterada en beneficio de la oposición, y contra el gobierno. Es decir, se pondera la consigna política al análisis objetivo, serio, profundo, basado en la verdad. Los extranjeros que basan la realidad de México en la versión de los medios tradicionales al llegar a nuestro país se sorprenden.

    Resulta una contradicción que se acuse al presidente de tirano y ver que la mayoría de la población apoya su gobierno. Creen que encontrarán hambre, represión y desempleo en las calles y no encuentran aunque busquen.

    El vacío de información que presentaron a México los medios convencionales merece no sólo una disculpa pública, reconocimiento de sus errores sino una sanción ejemplar. De otra manera se estará sumando un delito grave más al cúmulo de impunidades en el país.

  • REFORMA AL PODER JUDICIAL

    REFORMA AL PODER JUDICIAL

    De nuevo se da el sabadazo; como ya es costumbre para el “cártel de la toga”, la Jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez da la liberación al “Gober Precioso” Mario Marín. Una evidencia más de la necesidad de una profunda Reforma al poder Judicial.

    Parece que los miembros de la élite en el poder judicial al mando de su presidenta Norma Piña, al darse cuenta de su inevitable derrota, buscan promover de manera urgente la liberación de personajes vinculados al poder económico, político y del crimen organizado.

    La resistencia por parte de la oposición se ha dado en el marco de la descalificación en todas y cada una de las asambleas informativas y mesas de debate, llegando inclusive a violentar los eventos con argumentos tan absurdos que solo evidencian la serie de irregularidades que se cometen en las instancias dentro del poder judicial.

    Es lógico que la Oligarquía se sienta amenazada con la Reforma Constitucional, al ya no tener la posibilidad de contar con la protección de quienes imparten la justicia y que tampoco tengan la oportunidad de invertir recursos para comprar los favores de los jueces, magistrados y ministros que actualmente les sirven como herramienta de poder para beneficio de sus intereses económicos, políticos e inclusive de carácter mafioso, obteniendo amparos como si fueran cartas de recomendación, para facilitar la legalidad de sus negocios turbios.

    Así hemos sido testigos de como liberan a narcotraficantes, delincuentes de cuello blanco y políticos que cuentan con la influencia o los suficientes recursos económicos para comprar su libertad o lograr beneficios a los que el común de la ciudadanía no tiene acceso.

    Los 36 millones de votos ciudadanos alcanzados en favor de la cuarta Transformación son el aval suficiente para llevar a cabo los cambios pertinentes a fin de lograr la verdadera representación ciudadana en todos y cada uno de los poderes de la nación.

    La Reforma al poder judicial no está en disputa, la decisión está tomada y solo falta que el congreso electo tome en sus manos la propuesta enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, lleve a cabo la discusión y en su momento la determinación de como serán electos por el pueblo los jueces, magistrados y ministros de un renovado Poder Judicial, como una necesidad de justicia expresada en la urnas por la mayoría del pueblo.


    La Reforma al poder judicial, ¡va!

  • ¿A qué le tiran cuando odian?

    ¿A qué le tiran cuando odian?

    «Chairos, apóstoles macuspanos. ¡Prófugos del ácido fólico!»

    Con este estrambótico y mezquinamente ofensivo pregón inicia sus disertaciones uno de tantos creadores de contenido pejefóbicos en la red TikTok, todas ellas rebosantes de más insultos y jocosas pifias expresivas que demuestran dos cosas: que debido a su vida cómoda jamás se había interesado en política, y que su argumento principal es un burdo y primitivo odio hacia fantasmagorías que su círculo cercano le ha ido creando para enardecerlo contra todo lo referente al movimiento encabezado por AMLO. Y desde el punto de vista lingüístico, cabe destacar el interesante uso que le dan al nombre del pueblo de donde es originario AMLO, ya que Macuspana es un sustantivo por ser el nombre de un lugar. Sin embargo, en un alarde de ingenio involuntario, convierte a la palabra en un adjetivo que para él tiene connotación negativa.

    De estas y otras subcriaturas se plagaron las redes sociales desde el periodo electoral. Esto no necesariamente responde a un genuino movimiento social masivo anti 4T que orgánicamente se manifieste en redes sociales, sino que, como ya ha sido comprobado en estudios realizados por grupos de investigación como Tlatelolco Lab o Infodemia. El posicionamiento de contenido en contra del gobierno se debe a una estrategia premeditada que consiste en promover y dar prioridad a todo aquello que pueda allanar el camino de la derecha de regreso al poder. Evidentemente no funcionó y así lo decretó el electorado en las urnas. Sin embargo, la inercia continúa, aunque con algunos matices que la diferencian del periodo electoral.

    Durante cinco años se construyó la narrativa, repetida por lo alto y por lo bajo, de que los programas sociales eran un instrumento de control de masas y garante de resultados electorales favorables al gobierno. Surgió incluso una categoría social que resultó ser simplemente una suerte de criatura mitológica que utilizaron como receptor de todo el racismo y clasismo que entraña su ideología: los “ninis del bienestar”. Según la narrativa de la derecha, y sobre todo de quienes realmente no tienen una ideología concreta, pero aspiran a parecer más ricos o más inteligentes insultando a la izquierda en redes sociales, existe un sector de la población en edad laboral, pero no integrado al aparato productivo, que, según ellos, percibe una subvención del gobierno con el fin de ser no solo un electorado cautivo, sino una especie de ejército capaz de operar elecciones en favor de los intereses de AMLO y el resto del movimiento.

    Sin embargo, y esto lo he tenido que explicar verbalmente a muchas personas que aún creen en esas criaturas mitológicas, que nadie que no sea adulto mayor, estudiante del sistema público, aprendiz en una empresa o madre soltera, empresario de pequeña escala que incentiva su negocio con las tandas del bienestar o los créditos a la palabra, ni cualquier otro beneficiario de los múltiples programas sociales; percibe sostenidamente un incentivo solo por existir. Les he dicho incluso, que, si me traen a una sola persona que realmente cobre una pensión o beca sin estudiar ni trabajar, sin tener una discapacidad y sin ser adulto mayor, renuncio para siempre al periodismo. Sin embargo, heme aquí en friega loca haciendo por la vida.

    Todo podría quedarse en las mentiras e insultos, pero pueden ir más lejos, pues los trolls de siempre y muchos nuevos que ahora proliferan en la red TikTok, muestran abiertamente sus deseos de que el país colapse y de que en general nos vaya mal para que así por fin se demuestre que ellos tenían razón, y que así sea mucho más fácil que el pueblo se desengañe y vuelva a votar por la derecha, a la que jamás llamarían derecha, por cierto. Este salto lógico, ostentado por personas que se ostentan como nuestros superiores intelectruales, así como por otros a quienes el conocimiento les produce sarna; es la principal motivación para empeñarse en que el peso se deprecie ante el dólar, que los videos de escaramuzas, balaceras e incluso incursiones con tanques en ciudades sean videos grabados en México, que el empleo caiga, que los paisanos dejen de mandar remesas o que incluso, por increíble que parezca, que la delegación mexicana en las olimpiadas de París 2024 pierda en todas las competiciones y no obtenga medalla alguna.

    Últimamente he escuchado con curiosidad y no pocos reparos al comuinicador hidrocálido José Luis Morales. Como muchos de los opositores a la 4T, se expresa desde la violencia verbal, el clasismo, el racismo y las acusaciones de corrupción como si estas tuvieran que ser por fuerza una característica inherente a la izquierda. De hecho, resulta interesante dilucidar cómo hay una serie de capas en este discurso, cuyo núcleo es el mero odio por la otredad, pero que queda invisible. Personas como Morales jamás verbalizarían su descontento con que estén en el poder quienes hacen a la población morena, humilde, sin estudios y con un acento del español no estandarizado, sentirse representada. Por encima de ese discurso se encuentran permanentes acusaciones de ineptitud, colusión con el narco, corrupción, indolencia ante los reclamos de víctimas, inoperancia ante desastres naturales y accidentes, así como falta de respeto a garantías individuales y derechos humanos. Cubren su odio irrefrenable con lo que parecen reclamos legítimos, pero que pocas veces están fundados. Y por cierto, recientemente Morales publicó un video en el que clamaba a los cuatro vientos que eran las peores olimpiadas de la historia para la delegación mexicana. Una contertulia de su programa le aclaró que no era así, que hubo ediciones de una sola medalla, pero él no hacía caso y cargaba contra Ana Guevara llamándola “pinche corrupta”.

    Me desconcierta la espiral de misantropía embarrada de nacionalismo e indignación en la que los opositores se metieron durante el periodo electoral y de la cual no han salido. En este sentido, creo que son más odiadores que opositores y sus motivos reales solo son verbalizados por algunos pocos que son tachados de radicales o cínicos. Otro tiktoker, cuyos videos desafortunadamente me aparecen con frecuencia en mis primeras incursiones dentro de esta red, se descuelga con peroratas como: «Chairos, estúpidos, imbéciles y traidores a la patria. Y si me quieren increpar en la calle, van a ver que puedo sostener lo que digo y que no va a ser fácil callarme, porque conmigo saldrían muy lastimados. Malditos ‘sápatras’ (sic)». Graba desde una oficina en el piso alto de un edificio y vestido con camisa formal, mostrando una taza del Tec de Monterrey. Su falta de argumentos y sus imprecisiones gramaticales nos hablan de una persona que ostenta “preparación” de forma sistemática, pero que no tiene apego alguno a las artes o la literatura, como dicta el neoliberalismo. Incluso deja entrever que practica alguna disciplina de combate o arte marcial y tiene ganas de lastimar físicamente a algún “chairo”, porque, en su cosmogonía, simplemente es lo correcto.

    Hay sin duda mucho por avanzar y mucho por eludir las agresiones de todo tipo que provienen de esa caterva enardecida de ciudadanos con un entendimiento sumamente corto de lo que realmente implica una transformación de la vida pública. El hecho innegable es que, aunque seguirán añorando el poder, al menos en lo inmediato se les vienen tiempos poco halagüeños. Sin embargo, la derecha nunca duerme. Todos los que integramos este movimiento debemos seguir firmes y haciendo las cosas cada vez mejor, cada quien desde su trinchera. El imperio y sus esbirros siempre encuentran la manera de regresar. Y aquí seguiremos nosotros, el pueblo politizado, con todo lo necesario para impedirlo. 

  • Detención del Mayo y la violación a la soberanía nacional

    Detención del Mayo y la violación a la soberanía nacional

    Desde hace cerca de 18 años, uno de los temas más trascendentes de nuestro país ha sido el narcotráfico. Desde el fraude electoral de 2006, la llegada de Felipe Calderón al poder y la declaración de guerra contra los cárteles de la droga, este asunto ha permeado todos los aspectos de la vida cotidiana. 

    En casi todo el país se habla de la violencia en las mesas familiares, se escucha en la radio, se menciona en canciones, se muestra en la televisión ya sea en programas o series, se refleja en posters y hasta en el cine. Desde hace 18 años, el narcotráfico se ha implantado en la cultura de nuestro país, con opiniones divididas, pero siempre presente en la conversación pública.

    Joaquín “El Chapo” Guzmán se ha convertido para algunas personas en un tipo de ídolo. Este personaje ha inspirado corridos y hasta series de televisión, e incluso su nombre fue registrado para cobrar regalías. 

    No es sorprendente que este tema sea central en las familias mexicanas, ya que, desde 2006, todo el país ha sido víctima de la guerra contra el narcotráfico y la corrupción que prevaleció durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. De hecho, es curioso que figuras como El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada tengan mejor aprobación que los últimos dos expresidentes.

    El pasado 25 de julio, el líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, fue detenido por autoridades estadounidenses, supuestamente tras haberse entregado voluntariamente en El Paso, Texas. Con él estaba también Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán. 

    A poco más de dos semanas de este suceso, siguen saliendo a la luz detalles sobre la detención, ya que no está claro cómo ocurrió. Algunas fuentes sugieren que la detención ya había sido pactada. El Gobierno de México asegura que no participó en la negociación ni en la detención, y entre versiones contradictorias, aún no se aclara el proceso. Sin embargo, hace unos días, el líder del Cártel de Sinaloa difundió una carta a través de su abogado, en la cual asegura que fue engañado y sacado de suelo mexicano por autoridades estadounidenses, lo cual es sumamente grave.

    En el documento, Ismael Zambada afirma que asistió a una reunión convocada por Joaquín Guzmán López para resolver un conflicto político entre el actual gobernador de Sinaloa, Rocha Moya, y Héctor Cuén, quien fue asesinado el día de la detención. Según Zambada, al llegar al lugar, saludó al exalcalde de Culiacán, Héctor Cuén, y luego fue agredido por un grupo de personas que lo sometió, encapuchó y llevó a un aeropuerto, desde donde voló aproximadamente tres horas hasta Texas.

    Hay dos puntos importantes a resaltar en este relato. Primero, a pesar de la intención de involucrar al actual gobernador de Sinaloa, Rocha Moya, no hay evidencia de que él participara en la reunión, ni siquiera de que esta reunión existiera. Segundo, la acción de las autoridades estadounidenses en México, sin la debida autorización o conocimiento del gobierno mexicano, constituye una violación a la soberanía nacional y debe ser condenada.

    Los recientes acontecimientos reflejan una vez más la complejidad y el alcance del narcotráfico en México. La intervención de autoridades extranjeras sin coordinación con el gobierno local plantea serias preguntas sobre la soberanía y la eficacia de nuestras instituciones. A medida que surgen más detalles, es crucial que el gobierno mexicano y la sociedad en general exijan transparencia y rendición de cuentas para garantizar que la lucha contra el narcotráfico no sea solo una guerra de palabras, sino una estrategia efectiva y respetuosa de nuestras leyes y derechos.

  • Un resquicio de humildad

    Un resquicio de humildad

    La humildad, reconozco, es conocer la verdad sobre mis propios límites y alcances, así me atrevo a decir, desde la humildad de mi opinión y contando con mi propia escucha de las voces generales en mi comunidad y municipio, que la administración actual y la próxima en el Municipio de Centro, Tabasco, han provocado una escasez artificial del agua potable en todo este territorio, la cual ha derivado en bloqueos de carreteras y avenidas, mismas que son resueltas con dotación insuficiente usando pipas, lo que afecta y daña la infraestructura existente y al mismo tiempo la calidad de vida de los habitantes de este municipio.

    Por lo que se dice entre la gente, todo apunta a que las fuerzas económicas más poderosas en el Estado y el Municipio, están dominando la voluntad de la presidenta municipal saliente y entrante, pues ha sido reelecta para darle 6 de 6 a MORENA, lo que a mi entender ha sido un error garrafal, porque éstas fuerzas económicas quieren convertir el DERECHO HUMANO AL AGUA, en un negocio privado y su argumento es que se requiere de una inversión muy grande para garantizar el servicio en la forma que debe darse y para ellos, el presupuesto del Gobierno del Municipio de Centro, Tabasco, es insuficiente como para cubrir semejante inversión.

    Vaya aquí el llamado a la atención de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, vencedora de la elección presidencial y de Javier May Rodríguez, Gobernador electo del Estado Libre y Soberano de Tabasco para que eviten, a toda costa, semejante privatización. Apunto con expectativas positivas a May Rodríguez, porque él mismo es hijo del Pueblo y gobernará desde el territorio, al mismo tiempo a Claudia, porque ella ha estado en la lucha de la izquierda desde que era universitaria y seguramente logrará que la CONAGUA no entregue las aguas tabasqueñas a manos privadas, sino que se implementen grandes proyectos para dotar de agua suficiente y de calidad a TODOS los municipios de Tabasco. Fácilmente nos inundamos, pero en casa no hay agua.

    Humildad rosita

    He visto las fotos de la “concentración” de la llamada “marea rosa” y me ha parecido que la arrogancia de sus líderes es muestra clara de su lastimosa soberbia y su completa falta de respeto por la verdad. ¡Qué poca gente pudieron reunir!

    La humildad, en esencia, es el reconocimiento de la verdad. Los falsarios de la derecha mexicana son mentirosos por naturaleza, incluso se mienten a sí mismos sin ningún recato porque eso los haría sencillos, pacientes y modestos, pero de eso nada tienen. 

    Parece más que increíble que, llamándose católicos-cristianos no acepten lo cierto cuando es evidente y se les estrella en la cara, porque llamarle sobrerrepresentación a lo que es simplemente la manifestación de la voluntad de la inmensa mayoría de los ciudadanos y que además está escrito en la Constitución ¡por ellos mismos!, es una forma de arrogancia basada en la mentira que le han contado a sus pingües huestes y ahora pretenden hacer parte de la opinión de la misma a la inmensidad de personas que los hemos rechazado tajantemente para darle vida al #PlanC y a la continuación de la 4ta Transformación, que tendrá que llegar a mayor profundidad, especialmente en lo que se refiere a la justicia par con los Trabajadores y Trabajadoras de todo el país, que somos los verdaderos creadores de riqueza. Aquí agrego otra tarea para la Dra. Claudia Sheinbaum y su repetido Secretario del Trabajo y Previsión Social Marath Baruch Bolaños López. 

    Triste y horrendo actuar de las Juntas de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México, que siguen teniendo asuntos pendientes previos a la instalación de los Tribunales de Justicia Laboral. Especialmente en casos de demandas individuales promovidas por trabajadores contra sus patrones por incumplimiento de contrato laboral, en las que los actuarios fingen tener problemas para entregar los citatorios a los patrones durante más de un año. ¿Les suena LITMUSA y Diario Récord? 

    La radicalización de los trabajadores y trabajadoras empieza a ser un hecho concreto del que el Estado perderá el control, a menos que la balanza se incline en su favor y se obligue a todos los patrones a respetar todas las leyes, no nada más las leyes fiscales, que a veces ni esas respetan.

    Eso me lleva a insistir en que la Reforma al Poder Judicial tiene que hacerse escuchando a todo el país, no solamente difundiendo su contenido, sino escuchando opiniones. La democratización es imperativa, pero no se puede despreciar la experiencia de muchos jueces, magistrados y ministros en funciones, cuya trayectoria es impecable y siempre justa y leal. Efectivamente son los menos, pero existen y hay que aprovecharlos en bien del país. 

  • El enemigo de la oposición, la oposición misma

    El enemigo de la oposición, la oposición misma

    La desesperación de la oposición se agudiza. Hoy que la agenda legislativa está centrada en la iniciativa de reforma al Poder Judicial, Gobierno Federal gestiona transición entre dependencias, y la mayoría de ciudadanos quiere escuchar lo que les beneficiará directamente, ellos, los políticos de siempre siguen peleando algún resquicio legal para sacar más “agua para su molino”.

    Todo listo, una vez más, para una “genuina movilización social” en donde personajes polémicos buscan apelar al espíritu ciudadano y abarrotar la acera frente a las instalaciones del INE para “defender la democracia”. 

    Ahora, dicen ellos, protestan por la inconstitucionalidad de una sobrerrepresentación legislativa desde el septiembre próximo de Morena y sus aliados.

    ¿Quién convoca? Inicialmente lo hicieron la senadora y ex candidata presidencial Xóchitl Gálvez Ruiz, el Frente Cívico Nacional, Sociedad Civil México y cualquier otra organización con nombre rimbombante que, desde luego, reciba impulso en redes sociales de parte del empresario Claudio X. González. 

    Más que señalar el doble discurso, porque ya se ha hecho de sobra y no hay máscara divina que les sirva a personajes tan quemados, da para pensar si realmente un ejercicio similar a los que se utilizaron para “defender al INE” o para respaldar la coalición Fuerza y Corazón Por México les resultará favorable, tiene algún sentido o en qué proporción importa al ciudadano.

    Pero veamos, las primeras dos marchas, una en 2022 contra la iniciativa de reforma electoral y luego en 2023 para presionar a que la SCJN la declarara inconstitucional, no pasaron de grandes concentraciones en la Plaza de la Constitución y de ocasionar desinformación entorno a la desaparición de un arbitro electoral. 

    Tal parece que desde ahí, ellos ya estaban en campaña política, aglutinando esfuerzos para la carrera presidencial. El mismo expresidente Felipe Calderón Hinojosa reconoció, bien mimado desde Madrid, que esa secuencia narrativa “trataba de transformar la llamada marea rosa en una militancia partidista y en una ciudadanía activa en política. Eso se debió haber traducido en que las más de 20 mil candidaturas que estaban en juego pudieran ser encabezadas por un líder capaz de movilizarlos a todos, pero eso desgraciadamente no ocurrió”.

    La gente no creyó en el liderazgo que ponderaron en la última marcha, realizada el mismo día del tercer y último debate presidencial, pues, aunque no es el único parámetro que se debe considerar dentro del capital político, la estrategia no se tradujo en votos. 

    Ahora, buscan presionar al INE y Tribunal Electoral para que consideren las denuncias por supuesta sobrerrepresentación que tendría Morena, considerando la sumatoria de curules junto a sus aliados PVEM y PT, sin embargo, la ley electoral establece que se asignan por partido. 

    Seamos claros, lo que les duele es el bolsillo, pues según las proyecciones de la distribución de curules para la integración de la LXVI Legislatura en la Cámara de Diputados, en total tendrían PAN, PRI, PRD  126 legisladores, ya contando los principios mayoría relativa y representación proporcional.

    Además del temor que les generan las reformas constitucionales que planea realizar la mayoría calificada el Movimiento de la Transformación, con 373 diputados, están desesperados por rescatar espacios a su favor. No importa con qué fin, la cosa es tener poder o un salario oneroso.

    Difícil que la gente tome en serio a figuras con proyectos tan individualistas, como Marko Cortés, Alejandro Moreno o el mismo Claudio X, y compre el discurso, una vez más, de que su marcha es por “la democracia”.  

  • La casa de las víctimas famosas

    La casa de las víctimas famosas

    El reality show La Casa de los Famosos producido por Rosa María Nogerón para Vix, la plataforma de Televisa, está dejando muy en claro que actualmente las audiencias conocen las palabras bullying, acoso, violencia de género, homofobia, transfobia, salud mental… pero parece que no hay reflexión alguna al momento de usarlas.

    Y es que estas palabras se han vuelto más que denuncias públicas, herramientas “estratégicas” para jugar el papel de víctima y ofrecer las actuaciones más dramáticas que conquisten a las audiencias. Quien haga mejor el papel de víctima ganará la simpatía del público y con ello se llevará un premio millonario a casa.

    Es una conducta cada vez más común entre la población que ya está en contacto con los términos, pero que los utiliza sin rigor, sin conciencia en materia de derechos humanos.

    A ver seamos claros, la homofobia existe, la violencia de género existe, el bullying existe, el acoso existe, lamentablemente, y son temas demasiado serios, por lo tanto usar esos conceptos irresponsablemente con el único propósito de crear una narrativa telenovelesca en el que a la buena o al bueno del culebrón siempre le va mal con tal de recibir el apoyo del público, no solo es peligroso, es la forma más miserable de llegar a la fama.

    Me sorprende francamente que con la relevancia que ha logrado la emisión de La Casa de los Famosos, ninguna de las autoridades en materia de Derechos Humanos que tenemos en México, ni ninguna de las lucrativas asociaciones civiles que supuestamente luchan por la inclusión, la no violencia, etcétera, se hayan pronunciado enérgicamente al respecto.

    A la producción de La Casa de los Famosos bien le vendría recibir un curso de sensibilización o varios… en materia de Derechos Humanos. Es el programa de tv más visto de México, su repercusión e influencia son cosa seria y nadie está haciendo nada.

    Obviamente no propongo censura, pero alguna medida que no afecte el rating se podría aplicar para generar un mejor contenido, no que eduque, que entretenga pero sin violar los principios que nos permitan transformar México en una nación mejor.

  • Las mañaneras desPejeadas

    Las mañaneras desPejeadas

    Desde los días iniciales del primer gobierno federal de la 4T, las evidencias apuntaban para allá. Y a medio sexenio, la cosa fue ya palmaria para quienes tuvieron ojos para ver y oídos para escuchar: quedó sobradamente claro, y todos, incluidos los adversarios declarados de Andrés Manuel López Obrador y hasta sus más enconados malquerientes, por no hablar de la mayoría de la gente que lo apoya, todos entendimos las mañaneras como parte sustantiva de la renovada vida pública de nuestro país. Desde diciembre de 2018, ni tiros ni troyanos han podido obviarlas.

    A medio camino, en diciembre de 2021, decía yo que las mañaneras se habían convertido en nuestra ágora, en el sitio y la ocasión en la que se ventilan los asuntos públicos de interés nacional. De lunes a viernes nos hemos encontrado al primer mandatario a tiro de piedra, atendiendo personalmente, cara a cara, a la prensa, sin que antes se hayan acordado las preguntas, sin mayor aparato de producción diseñado para apantallar con magnas escenografías y artilugios estrambóticos. Hoy las mañaneras son parte de nuestra vida cotidiana, pero hace apenas seis años ni los medios de comunicación ni la burocracia ni la ciudadanía en este país estábamos habituados a un ejercicio de esta naturaleza. En buena medida porque nuestra relación con los presidentes era igual a la que se tienen que ajustar los espectadores con actores, comediantes y demás celebridades. En la Presidencia de la República no despachaban seres humanos, sino histriones, intérpretes de spots, figurantes de eventos en los que cada detalle se pensaba para hacerlos lucir fuertes, inteligentes, buenos, justos, superdotados, infalibles…; personajes que no eran personas de carne y hueso, sino productos de una producción. Las contadas veces que se decidían a salir a la palestra todo tenía que estar bajo control, desarrollarse siguiendo un guion, incluso la mayoría de las veces ensayado. Era absolutamente impensable que cualquier participante tratara de hacer algo fuera de lo programado, ya no digamos que intentara poner en aprietos al presidente, discutir con él, increparlo… Así era hasta hace poco… Por eso, el desconcierto no fue menor cuando, de buenas a primeras, tenemos diariamente en la mañana a un señor que, sin más, llega y dice buenos días y se pone a disposición de los periodistas que se animaron ese día a madrugar… Por supuesto, el hombre es como cualquier otra persona, normal quiero decir, así que a veces llega de buenas y a veces no tanto o incluso de malas, y eso resulta evidente, se le nota, igual que algunas veces se puede apreciar —no hay actuación— que amaneció indispuesto o ronco o de plano enfermo… Entre quienes detestan a AMLO abundan los que lo llaman a él “tlatoani” y a las conferencias “su púlpito”, pero lo que hemos presenciado es justo lo contrario: la desacralización del presidente. Las mañaneras son todos los días, no son eventuales, son cotidianas, no pueden ser especialmente cuidadas, al menos no en lo que respecta a la presencia del presidente López Obrador; no es extraño que de vez en cuando salga a cuadro con la corbata mal ajustada, por ejemplo. Antes era imposible que el primer mandatario en turno, entonces sí el tlatoani, apareciera en la televisión con mácula alguna, simple y sencillamente porque lo que veíamos era, repito, una producción, una realidad montada, el trabajo de un montón de gente que implicaba horas y horas y al que se le invertían un demonial de recursos. Así que el doblez del pantalón o lo bien o mal boleado de los zapatos no ocurrían y no eran tema. No olvidemos que todo lo que aquellos personajes salían a declarar había sido escrito antes, siempre por otra persona y no pocas veces por una tropilla de estresados funcionarios. Unos mejor que otros, pero todos, desde hace varias administraciones solían usar teleprompter. En cambio, la espontaneidad a AMLO le abonó más credibilidad. Por lo demás, si antes de diciembre de 2018 no era extraño que el Peje impusiera la agenda nacional, es decir, desde la oposición y con todos los medios de comunicación en su contra, desde la Presidencia, prácticamente no la ha soltado nunca. Además, durante toda la semana, desde muy temprano, establece los tiempos y jerarquiza los temas de interés público. Esta situación no sólo se debe a la destreza política y comunicacional de AMLO, interviene también una oposición vacua y contestataria…, perdón, sólo contestataria, que se limita a contestar, a replicar, pues. El acontecer del día comienza con las novedades que se difunden desde las mañaneras, así que desde hace tres años los periódicos casi se volvieron inútiles. 

    Grandes beneficios han traído las mañaneras, en principio, la vuelta al terreno de los asuntos de interés público de la cosa pública. No es un juego de palabras: venimos de un período durante el cual el público chismeaba sólo de cosas privadas, mientras que de la cosa pública, de la política, mejor no se hablaba…, eso era privado.

    Ahora que la presidenta electa Claudia Sheinbaum ya confirmó que atenderá lo que la encuesta que se hizo exprofeso arrojó, esto es, que siguen las mañaneras, me animo a dejarle aquí solamente un par de sugerencias:

    • Discrepo totalmente de quienes dicen que la presidenta está obligada a marcar o hacer diferencias con respecto a AMLO, que porque Claudia no es Andrés Manuel. Pues claro, Claudia no es Andrés Manuel, ni es él ni es ninguna otra persona, Claudia es Claudia. Eso es obvio, palmario, así que no se requiere imprimir esfuerzo alguno para hacerlo notar. Por ello mismo, no está obligada a cambiar nada de la mañanera sólo con el propósito de que sea diferente. Será necesariamente diferente, aunque se trate de conservar el formato, porque serán mañaneras desPejeadas, porque las encabezará ella, porque parten, no como hace seis años, de un ejercicio conocido y de probada utilidad cívica.
    • Pienso que lo que más tiene que cuidar, conservar y fortalecer es el rol de las mañaneras como el asidero de certidumbre política del día a día mexicano. Me explico: desde hace mucho ocurre que ante cualquier posible discrepancia al interior de las huestes del cuatroteísmo, ante cualquier alerta roja nacional o internacional, ante cualquier ataque o infundio de la oposición facha, ante cualquier oleaje no previsto en la travesía, la gente cauta suele pensar o de plano expresar: — Bueno, a ver mañana que dice el presidente… Y sí, la estrategia ha funcionado: al otro día, AMLO responde, opina, sugiere, informa, confronta, manifiesta una postura política. Es decir, ejerce su liderazgo. Y en este caso, tampoco es difícil que Claudia lo consiga, porque, aunque parezca una tautología, resulta que lo único que tendrá que hacer, ni más ni menos, es eso: ejercer su liderazgo todos los días y a primera hora.
    • @gcastroibarra
  • Venezuela como botín de la derecha internacional

    Venezuela como botín de la derecha internacional

    “Extraño dictador ese Hugo Chávez, que sacó a millones de sus compatriotas de la pobreza y el analfabetismo”, ironizó el enorme Eduardo Galeano.

    En América Latina las fuerzas conservadoras se siguen aglutinando en torno a una restauración neoliberal tal como ahora está sucediendo en la Argentina de Javier Milei. Resulta ingenuo pensar que las viejas y nuevas elites abandonarían por convicción democrática, un sistema económico que los hizo beneficiarios de las enormes ganancias que representa el saqueo de los recursos públicos y de los recursos naturales.

    Después de verse contundentemente derrotados en las elecciones presidenciales en México, hoy presenciamos como los personajes más defenestrados del Directorio de la derecha internacional, asumiendo hipócritamente el discurso de la “defensa de la democracia”, se vuelven a articular para intentar desestabilizar el orden constitucional de un estado soberano. 

    Acabar con la Revolución Bolivariana que existe en Venezuela -desde tiempos del comandante Hugo Chávez Frías-, ha sido el objetivo de todas las fuerzas de derecha en América Latina y Europa quienes no tienen reparos en justificar el bloqueo y la asfixia económica que sigue implantado los Estados Unidos. 

    Porque la importancia de Venezuela no es solamente económica y geopolítica en un mundo que se sigue moviendo con el petróleo; sino que, en el contexto de la lucha de los pueblos en contra de la dominación imperial norteamericana, la República Bolivariana de Venezuela es el símbolo que se implantó desde la primera revuelta popular conocida como “el Caracazo” en 1989 y primera derrota en las urnas del modelo neoliberal continental en 1999. 

    A Venezuela, tal como sucedió con Cuba, no se le perdona haber sido en el cambio de siglo el primer núcleo de resistencia que logró demostrar cómo es posible ejercer la soberanía de un pueblo bajo un modelo de desarrollo propio. Desde el primer triunfo electoral de Hugo Chavez hemos presenciado una sostenida campaña de desprestigio contra la revolución bolivariana que lanza el grito histérico que llama dictadores a los gobernantes que se ponen del lado de sus pueblos.

    En América Latina el proceso político en Venezuela, todos los días ha sido demonizado en los medios de comunicación hegemónicos, siendo el parámetro preferido de la derecha para denigrar los procesos populares y nacionalistas. A cualquier proyecto de izquierda se le pretende estigmatizar con “el ejemplo de Venezuela” que se dibuja como “el infierno en la tierra” al que se cae por “la irresponsabilidad de los pueblos que votan por sus representantes”.

    La demonización de Venezuela alcanza incluso a muchos analistas supuestamente “progresistas” quienes se adjudican la atribución de calificar el gobierno de un país independiente, para justificar su intervencionismo en la actual crisis provocada por los resultados de la reciente elección presidencial donde se reeligió al presidente Nicolás Maduro. Con el pretexto de la supuesta defensa de la democracia, cunde la enésima campaña de abierta desestabilización.

    Ahora vemos el auge de quienes justifican un golpe de Estado, tan solo porque no les ha gustado el gobierno que los venezolanos eligieron en 29 de las ultimas 31 elecciones, en este caso por cierto en un proceso automatizado que evita cualquier sospecha. Estamos presenciando como la derecha no duda en llamar (o justificar) la sublevación a las fuerzas armadas venezolanas.

    En esta última semana hemos sido testigos como los medios de comunicación convencionales trasmitían en vivo las movilizaciones que aspiraban a escalar -proclamando muertos que nadie pudo comprobar-, más allá de los actos de las guarimbas o barricadas inducidas por la líder de la derecha desestabilizadora María Corina Machado, quienes cantaban fraude desde días antes de la jornada electoral.

    El último paso en la estrategia de desestabilización es la intromisión del gobierno de los Estados Unidos reconociendo sin pruebas el triunfo del candidato de la derecha, reeditando la pifia de nombrar a un tal Juan Guaido que solo sirvió para legitimar el despojo de los activos internacionales venezolanos en los países “libres”, quienes sí expropiaron los bienes del pueblo de Venezuela.   

    Hoy presenciamos la intervención golpista de viejos actores como la OEA, secundado por gobiernos de derecha latinoamericana tan impresentables como lo son Perú, Ecuador o Argentina; sumamos a la campaña de oligarcas como Elon Musk quienes difunden fake news o promueven llamados en las redes sociales a la violencia y hasta azuzando a la ejecución extrajudicial del presidente Maduro tal como sucedió en Libia con el patrocinio de los Estados Unidos.

    Solo es asunto del pueblo de Venezuela ratificar un proyecto o cambiar en las urnas el rumbo que han tomado. La migración inducida de miles de venezolanos pobres es más responsabilidad de quienes han impuesto cientos de sanciones económicas criminales que pegan a la población de a pie, y de quienes justificaron los abiertos saqueos sobre los recursos como la expropiación de fondos y empresas venezolanas. 

    Los tristes representantes de la reacción mexicana como Marko Cortes y Vicente Fox han encontrado una nueva causa que apoyar después de la humillación que aquí recibieron el pasado 2 de junio; pero, así como nuestros conservadores hacen causa común con los sectores más retrogradas, promoviendo derrocar al chavismo después de 25 años de resistencia popular, nosotros, quienes militamos en la causa de la justicia social y la liberación de la humanidad, no podemos nunca renunciar al principio de la auto determinación de los pueblos.