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  • INMINENTE REFORMA JUDICIAL

    INMINENTE REFORMA JUDICIAL

    Tras la aprobación de la Reforma al poder Judicial en la Camara de Diputados, la protestas promovidas por parte de los miembros de la @SCJN no se han hecho esperar.

    Por supuesto que a quien en realidad afecta la mencionada Reforma es precisamente la cúpula del máximo poder judicial que sirve a la Oligarquía, a la llamada mafia del poder político económico y a miembros de la delincuencia organizada. Que junto con sus serviles comentócratas de los medios corporativos de manipulación se acostumbraron a imponer su narrativa tratando de influenciar a la opinión pública, incluidos miembros de la iglesia tratando de adoctrinar a sus feligreses como solo ellos saben.

    La iniciativa de Reforma Constitucional fue presentada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, después de una serie de abusos mediante amparos por parte de grupos y organizaciones de la oligarquía, avalados por el poder judicial, en contra de proyectos en beneficio del pueblo como la refinería Dos Bocas, el Tren Maya, la Ley eléctrica, La guardia Nacional… Esto dio pie a promover desde la Presidencia de la República a la ciudadanía el mencionado plan C del que los opositores se burlaron, sin dar crédito al poder de convocatoria de nuestro presidente y de la capacidad de respuesta del pueblo de México que se refleja en el 80% de aprobación a la gestión del actual gobierno, junto con el aplastante triunfo en favor del proyecto de la Cuarta Transformación encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum, próxima presidenta Constitucional de nuestro país.

    La Reforma al poder Judicial es inminente, sabemos que no es suficiente para acabar con la injusticia y la corrupción ya que la mayoría de los vicios se dan en la instancias de procuración de justicia, en los procesos y en las mismas autoridades locales y federales, pero el cáncer se ataca desde la raíz, desde los liderazgos dónde se crean los vicios.

    Nadie puede estar de acuerdo en que el máximo poder en la impartición de justicia viole la ley de manera descarada y proteja a delincuentes del crimen organizado y de cuello blanco.

    ReformaAlPoderJudicial.

  • Derrotar a los necios

    Derrotar a los necios

    ¿Podría decirse que el triste y vergonzoso espectáculo que está dando el Poder Judicial en su conjunto y la Suprema Corte de Justicia de la Nación en lo particular al quebrantar el orden constitucional una vez más como es su costumbre, pero esta vez más sólo para su beneficio, es una consecuencia obvia de las políticas de la 4T? Porque, aunque los jueces han hecho un chiste de sí mismos, de todas maneras se necesita mucho talento político para motivar que esos perfectos caradura juren que están defendiendo la “independencia judicial”. No es fácil.

    ¿Sería posible pensar que el presidente López Obrador no hubiera calculado todas las vilezas que está dispuesta a cometer, entre la alegría y el alborozo, la mayoría de los integrantes del Poder Judicial con tal de conservar sus privilegios? Difícil creerlo así, porque si algo conoce al detalle el presidente de la república, además de la Historia del país, es el nivel de bajeza en el que vive, se desenvuelve y medra dicho Poder.

    Ese poder judicial que encarceló a los ferrocarrileros en 1959 y a estudiantes y maestros en 1968, y que en tiempos recientes se prestó al desafuero del propio López Obrador, además de cometer un sinfín de atrocidades legales contra el pueblo, ¿tendrá la capacidad de engañar al presidente y mostrarse como un Poder respetuoso de las leyes, cuando ni siquiera se sujetan al mandato constitucional de no devengar salarios mayores a los del presidente? No, definitivamente. 

    Evidenciado en su patética desnudez, mostrándose en vergonzosos paños menores jurídicos de donde se desbordan las lonjas de la corrupción, el Poder Judicial ha dejado de ser una junta de sombras reunida en la casa de ¡un magistrado! para juramentarse contra la decisión de 36 millones de votantes reformar la impartición de justicia tal como hasta ahora la conocemos.

    La conjura de los necios validó que el Poder Judicial perseverara tenazmente en sus vicios: que soltara peligrosos integrantes de la delincuencia organizada en fin de semana para que se impidiera la posibilidad de que se les cumplimenten órdenes de aprehensión pendientes en su contra; que liberara las cuentas bancarias a los mencionados personajes para que volvieran a tripular sus automóviles de alta gama; que enviara a descansar a sus casas a personajes políticos o ligados a la política y a políticos para que desde la comodidad de sus sillones, rodeados de sus nietecitos, siguieran adelante con sus fechorías; que se soslayara por años la urgencia del pago de impuestos de empresarios acostumbrados a evadir sus obligaciones fiscales, y que descartara leyes que beneficiarían al pueblo mediante la consolidación de empresas públicas como la Comisión Federal de Electricidad.

    Y a cambio de lo anterior, sólo esperan que ese Poder castigue con severidad extrema a la pobreza para que quien no alcance a comprar la justicia sea refundido en la cárcel: es curioso que tratándose de gente pobre las fiscalías siempre sean eficientes y elaboren expedientes de manera tan pulcra y minuciosa que los jueces nunca encuentren fallas al debido proceso, tan abundantes éstas cuando se trata de indiciados por delitos de narcotráfico.

    Si el sujeto pasa diecisiete años en prisión sin ser sentenciado, como en el caso de Israel Vallarta, pues será cosa de la mala suerte en la aplicación de la ley del embudo, que es la que manejan con sorprendente soltura jueces y magistrados.

    Aun si por hoy no se aprueba la reforma judicial –digo, es un decir– no sucederá nada fuera del cálculo político del presidente López Obrador y sólo será cuestión de tiempo para que el evento ocurra. El mejor ejemplo de que una vez movidos los engranajes de la historia éstos ya no se detienen es su propia candidatura presidencial, derrotada a fuerza de mañas en 2006 pero vencedora en 2018 y más aplastante todavía en 2024. 

    El presidente López Obrador convirtió la enajenante necesidad externa de justicia en una necesidad interna expresada en la lucha por liberarse de esa enajenación. En otras palabras, la táctica de presentar la reforma es una parte menor en la estrategia final y concluyente de evidenciar de manera incontestable ya no la necesidad sino la obligación de reformar al Poder Judicial.

  • México en llamas

    México en llamas

    Durante este septiembre de 2024 estamos transitando por un periodo muy interesante e inédito. En los anteriores fines de sexenio, el presidente saliente tenía un lapso de hasta seis meses antes de dejar el poder el 1 de diciembre. Muchos factores hacen que todo sea distinto. Regularmente, la figura de quien estaba por dejar el poder se iba diluyendo mediáticamente. Cuando se había votado por la alternancia, es decir; un partido distinto al que había gobernado, el presidente en turno terminaba con una popularidad en números rojos y casi no se hablaba de él. Así fue con Enrique Peña Nieto, de quien muy poco se supo durante el tiempo entre el triunfo electoral de AMLO y su ascenso al poder el 1 de diciembre de 2018.

    En esta ocasión, el ascenso de Claudia Sheinbaum al poder, respaldado por una abrumadora cantidad de votos con respecto a la derecha en la elección pasada, genera enorme esperanza, pero no en detrimento o contraste con el obradorato, pues, al mismo tiempo y de manera espontánea, se van suscitando escenas inéditas que se pueden atestiguar a través de redes sociales. Se vuelve cada vez más intenso y palpable el sentimiento de melancolía que genera la partida de AMLO del poder. Hay personas que entre lágrimas no dejan de clamar la palabra gracias, mientras que otras tantas, sabiendo lo imposible de su petición, le gritan «¡no te vayas!». El propio AMLO no para de recorrer el país y recibir de primera mano estas y otras muestras de cariño popular que notoriamente le causan un nudo en la garganta.

    Y justamente en estos días, se vive la álgida discusión de la reforma judicial propuesta por el propio López Obrador, respaldada por Claudia Sheinbaum y exigida por los votantes del pasado junio. Aunque los ánimos de quienes se han involucrado de lleno están sumamente caldeados, en general se percibe tranquilidad por parte del grueso de la población que apoya a la cuarta transformación. Esto no se debe, como dicen los políticos y comunicadores de derecha, a que se trate de una masa ignorante que vota a ciegas y de manera inconsciente, lo cual, por cierto, sí es reflejado por su cada vez más reducida base popular; sino que, con plena confianza en la opción que eligieron en las urnas, el pueblo se dispone a llevar a cabo una vida feliz acorde con los tiempos que corren.

    Recientemente, el decadente bufón televisivo, ahora devenido en empresario de medios, Eugenio Derbez, publicó en redes sociales una especie de lamento y al mismo tiempo arenga audiovisual; un video en que instaba a las personas a dejar de ver La Casa de los Famosos, el infame reality de Televisa, para voltear a ver la polémica que envuelve a la reforma judicial, nombrada en su momento por el presidente como el Plan C. La incongruencia de Derbez lo descalifica en automático, aparte de considerar a los políticos de derecha como el bando de los buenos. Derbez llegó a ser el rey del rating en Televisa durante la época dorada de la televisión cumpliendo el papel de distractor y disuasor para que el pueblo no se politizara. Que no olvide Derbez cómo utilizó a personas con deficiencias mentales como Sammy Pérez (que en paz descanse) y Miguel Luis para ridiculizarlos y exponerlos al escarnio de esa sociedad desprovista de valores a la que ellos mismos cultivaban.

    Derbez habla de un México “dividido y en llamas”. Una vez más, aquella vomitiva caterva a la que llama Agustín Laje “derechita cobarde”, asoma la cabeza para reivindicar ese apelativo. Anteponen el nombre de nuestro país y lo usurpan de manera irresponsable, no se asumen como de derecha porque siguen apostándole a invisibilizar la distinción entre derecha e izquierda bajo la tramposa noción de las “instituciones democráticas” y el discurso “liberal”; todo aquello que durante años les resultó muy efectivo a subcriaturas como Denisse Dresser, Enrique Krauze, Aguilar Camín y otros tantos personajes encumbrados artificialmente por los medios y la academia para legitimar la farsa de régimen que teníamos en México para mantener la corrupción y la desigualdad, al tiempo que se mantenía al imperio contento con la conveniente falacia de la pluralidad y los contrapesos. ¿Y qué creen? Gracias a AMLO, subvertimos todo eso y los dejamos en la ignominia. Me alegro.

    Si hay aún asuntos por resolver, se deben mucho más a los arraigados flagelos causados por el régimen de saqueo, impunidad y desigualdad, que a cualquier posible ineficacia o falta de voluntad política del actual gobierno, que volcó sus esfuerzos hacia los estratos más bajos de la sociedad. Así pues, cuando AMLO dice que «el pueblo está feliz, feliz, feliz», es porque recorre el territorio donde no hay solo gente blanca y malencarada que se dice inconforme con este gobierno y que insulta visceralmente a cualquiera que lo apoye.

    La afirmación de AMLO, que, sin duda causa enorme ámpula y ha generado diversas réplicas que se regodean en la tragedia y en brotes de protesta para rebatirlo, muy seguramente se sustenta en que cabecita de algodón ha visto escenas que Derbez jamás verá:

    Una playa de Zihuatanejo donde un señor, dentro de los souvenirs que vende, ofrece el libro Gracias; un tianguis de Neza, Iztapalapa, Ecatepec o cualquier otro municipio, en que la gente pasea feliz, grupos de jóvenes liban micheladas y músicos callejeros deleitan a la concurrencia con interpretaciones envidiables; una fiesta patronal en las faldas del Iztaccíhuatl, donde todas las casas del pueblo hacen comida especial, con el mole y los tamalitos de frijol como principales protagonistas; el quiosco de un poblado en la huasteca potosina, donde, sin previo aviso, un violinista y dos cantantes, ninguno mayor de 16 años, comienzan a improvisar versos huapangueros, para luego ser parte de una enorme multitud que hace lo mismo y prolonga la fiesta por horas; leñadores de un bosque michoacano que ríen y cuentan chistes picantes con una botella de charanda mientras muere el sol en el horizonte; una familia que se toma una fotos y pide una canción a los músicos de la trajinera contigua en los canales de Xochimilco; dos hermanos migrantes que regresan en su impresionante troca a su pueblo de Oaxaca para abrazar a su madre, quien los recibe con una canasta de pitayas, un plato de cecina, salsa martajada y tortillas calientitas; surfistas en Baja California que dejan sus tablas en la arena para comer unos tacos de marlín alrededor de una fogata en el ocaso; chamulas que se calientan el corazón con una botella de pox con el canto de los saraguatos en la selva; mis sobrinos y yo peleando encarnizadamente por el balón para ganarlo, enfilarnos a la portería y meter un satisfactorio gol en una noche de viernes en medio de la jungla de asfalto; un niño y una niña que le piden a su mamá un penacho y un moño tricolor, respectivamente, así como buscapiés y banderas de México en un puesto que atiende una señora humilde, quien a su vez se ayuda con la pensión del bienestar para el adulto mayor; los juniors regiomontanos que, aunque sus padres empresarios no lo reconozcan, disfrutan con tranquilidad de su carnita asada y cerveza en exclusivo penthouse de Cumbres.

    No es el Aleph de Borges, Derbez y señores de la derecha. Es el México feliz, patriótico, fraterno y humano por el que luchamos. Salgan de sus zonas exclusivas, que más bien deberían llamarse zonas de exclusión, y contemplen la felicidad y el amor. Acepten su derrota. Se les cayó el castillo de naipes mediático. Desperdician su dinero al pintar el caos en sus espacios cuando la gente está visitando museos y parques en familia, compartiendo la mesa, estudiando y trabajando con menos preocupaciones que en los sexenios pasados. Ya lo dijo Ramiro Padilla: «Nosotros ganamos; nosotros ponemos la agenda y controlamos el discurso». Y cuando digo nosotros, me refiero al pueblo. Sigue siendo un honor estar con Obrador.

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  • Cuando los jueces le temen al pueblo

    Cuando los jueces le temen al pueblo

    La discusión sobre la reforma al Poder Judicial ha revelado las tensiones existentes entre quienes defienden los privilegios del actual sistema y aquellos que buscan una transformación estructural. En medio de este debate, resulta evidente que el país necesita una reforma profunda que democratice el acceso a la justicia, combata los abusos y elimine los privilegios excesivos que durante años han caracterizado a este poder. La propuesta actual, que busca implementar la austeridad republicana y la elección popular de jueces, magistrados y ministros, es un paso necesario para acercar la justicia al pueblo y devolverle su función legítima: servir a todos los ciudadanos por igual.

    En un país con altos niveles de pobreza y desigualdad, es moralmente indefendible que un reducido grupo de jueces y magistrados perciban sueldos millonarios mientras la mayoría de la población enfrenta condiciones precarias. La austeridad republicana propuesta no es solo una medida de ahorro, sino un principio ético que refleja la necesidad de un Poder Judicial que esté en sintonía con las realidades económicas del país.

    Si bien algunos críticos argumentan que reducir los sueldos de los altos funcionarios judiciales no resolverá todos los problemas del sistema, esta medida es un primer paso indispensable para eliminar la percepción de que el Poder Judicial es un enclave de élite ajeno a las necesidades del pueblo. Al mismo tiempo, es una declaración clara de que los tiempos de privilegios excesivos han terminado. Esta transformación simbólica es necesaria para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones.

    Uno de los aspectos más controvertidos de la reforma es la propuesta de elección popular de jueces y magistrados. Aunque algunos sectores han señalado que esta medida podría poner en riesgo la independencia del Poder Judicial, es importante entender que se trata de un mecanismo para hacer a los jueces más responsables ante el pueblo. En lugar de permitir que los jueces respondan únicamente a intereses internos o de élite, la elección popular abre una puerta hacia una justicia más transparente y accesible.

    Por supuesto, esta elección no puede ser un proceso sin restricciones. Es esencial establecer estrictos requisitos de idoneidad y profesionalismo, de manera que solo los jueces con la formación, experiencia y ética necesarias puedan ocupar estos cargos. Pero al incorporar la participación ciudadana en la selección de los responsables de impartir justicia, se asegura que el sistema sea más representativo y esté alineado con las demandas sociales de equidad y justicia.

    Lejos de debilitar al Poder Judicial, esta medida tiene el potencial de fortalecerlo. Al ser elegidos por el pueblo, los jueces tendrían un mandato más claro de representar los intereses de la sociedad, no los de un pequeño grupo de poder. Esto no solo democratiza el acceso a la justicia, sino que también puede servir para reducir la corrupción y los conflictos de interés que, en algunos casos, han permeado el sistema judicial.

    Resulta interesante observar cómo aquellos que se oponen a la reforma han recurrido no solo a la crítica, sino a la incitación a la violencia y a medidas que rayan en la desesperación. Este tipo de reacciones no son más que la evidencia clara de que los sectores privilegiados del Poder Judicial y sus aliados están temerosos de perder los beneficios que han acumulado durante años.

    La ironía más grande en todo este proceso es que dos jueces intentaron frenar los trabajos del Poder Legislativo al intentar impedir que el Congreso discutiera la reforma judicial. Es curioso que quienes siempre han defendido la autonomía de los poderes ahora se atrevan a invadir las funciones de otro poder, con el único objetivo de salvaguardar sus propios intereses. No se puede pedir más pruebas de cómo la resistencia a esta reforma no es más que el miedo a perder el control y los privilegios.

    La polarización no es un fenómeno nuevo en la política, pero la violencia retórica y física que algunos sectores han promovido revela el nivel de desesperación ante un cambio que es inevitable. Y como si no fuera suficiente, la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, se ha sumado a los contingentes que se oponen a la reforma. Al parecer, la máxima representante del Poder Judicial tampoco está dispuesta a renunciar a los privilegios de su cargo y ha decidido convertirse en vocera de aquellos que quieren perpetuar el sistema tal como está.

    ¿No es curioso que aquellos que abogan por la imparcialidad y la independencia del Poder Judicial, de repente, se vuelvan activistas en contra de un cambio que busca justamente eliminar los excesos y poner al sistema judicial al servicio del pueblo? La ironía de que quienes deberían representar la justicia se alineen con quienes incitan a la violencia no puede pasar desapercibida.

    México ha vivido durante décadas con un sistema judicial que ha sido, en muchos sentidos, inaccesible y elitista. La reforma que se propone hoy no solo busca eliminar estos privilegios, sino también hacer que el Poder Judicial sea más transparente y cercano a la gente. Este cambio es urgente y necesario, no solo para corregir los problemas estructurales que enfrenta el sistema, sino también para garantizar que la justicia deje de ser un privilegio de pocos y se convierta en un derecho efectivo para todos.

    Es comprensible que algunos sectores se resistan a esta transformación, especialmente aquellos que han mantenido beneficios gracias al actual esquema. Sin embargo, el futuro de México depende de un sistema judicial que esté al servicio de la sociedad, no de intereses particulares. La justicia debe ser un espacio de equidad, imparcialidad y austeridad, y esta reforma es el camino para lograrlo.

    La reforma al Poder Judicial es más que una simple modificación legal; es un paso necesario para construir un sistema de justicia más democrático, austero y accesible. La elección popular de jueces y la eliminación de privilegios excesivos son medidas que fortalecerán la confianza de la sociedad en sus instituciones y devolverán al pueblo el control sobre uno de los pilares fundamentales del Estado. Aquellos que se oponen lo hacen por temor a perder sus beneficios, y su resistencia no hace más que confirmar la urgencia de este cambio. Es momento de avanzar hacia un Poder Judicial que verdaderamente sirva a los intereses de la nación y esté a la altura de las demandas de justicia y equidad que exige la sociedad mexicana.

  • ¿Reforma político-judicial?

    ¿Reforma político-judicial?

    El gran tema de discusión en México es la Reforma Judicial. Su relevancia es alta porque implica la transformación de uno de los tres Poderes de la Unión y la idea es cambiar para bien la vida pública de México.

    Desde la filosofía del derecho, siempre se ha discutido cuál es el poder de los poderes. En tiempos del PRI hegemónico era el Ejecutivo y la palabra del presidente era la última en grandes temas de política nacional. Paradójicamente, antes sí había mesías tropicales en palabras de Krause. Durante la “transición democrática”, que no fue otra cosa que una gran simulación, se quería hacer pensar que había pluralidad cuando en realidad había un gran contubernio entra dos grandes mafias: el PRI y el PAN.

    En regímenes presidencialistas, el Ejecutivo y el Legislativo siempre han estado sometidos al escarnio público, no así el Judicial, que siempre ha sido un poder oculto, y según ellos mismos, objetivos y alejados de la política. Nada más falso y alejado de la realidad.

    La estrategia del conservadurismo y los oligarcas para mantener sus intereses, beneficiar sus negocios y evadir impuestos, ha sido cabildear, sobornar y someter altos mandos del Poder Judicial para poner jueces a modo, y lo han logrado. El caso más famoso es el de Salinas Pliego y cuya deuda asciende al equivalente al presupuesto completo de Estados de la Federación como Guerrero y Oaxaca.

    Desde criminales hasta políticos, todos los chicos malos entendieron y se dieron cuenta que la impunidad estaba al alcance de una chequera en blanco, por ello, la reforma judicial es absolutamente indispensable.

    Ahora bien, algunos críticos de izquierda han cuestionado si realmente la reforma propuesta es lo efectiva que se propone y logrará su objetivo, sin embargo, es importante señalar que el objetivo principal de la reforma no tiene como bandera los aspectos más técnicos y finos que deberían estar en manos de juristas, sino que es una reforma política que pretende darle una gran sacudida al Poder Judicial, democratizarlo igual que los otros poderes y deshacer las mafias enquistadas que impiden que realmente se imparta justicia. El presidente López Obrador, cuando hizo la reforma, pensó realmente en esto en el fondo para sacar de la zona de confort histórica en la que ha estado este Poder y que ha llevado a su cooptación por los grandes poderes económicos, criminales y políticos. Se trata de quitarle el poder a los mafiosos. Él sabe que más allá de formas, el fondo tiene que ver con voluntad política que, de momento, no defiende la justicia ni a la democracia, y que mientras esto no cambie, las iniciativas de la 4T no trascenderán como se pretende porque siempre serán rechazadas en los juzgados con argumentos leguleyos.

    La reforma también deja una gran pregunta, ¿es legítimo que el Poder Judicial sea el poder de los poderes y tenga la última palabra en un país democrático donde se supone que mandan las grandes mayorías?

    El tiempo y la evolución del movimiento de transformación dictará si la forma de gobierno actual seguirá siendo como la conocemos al día de hoy, o se generará una mejor en la que realmente haya democracia y se respete la voluntad popular. México tiene una oportunidad única de cambiar para bien su forma de gobierno y aspirar a tener un mejor país.

  • Pequeño diccionario de figuras retóricas II

    Pequeño diccionario de figuras retóricas II

    anáfora.

    RETÓR. Figura de lenguaje que consiste en repetir idénticas palabras al comienzo de versos sucesivos.

    v. g.:

    Jueces y ministros se aferran a su hueso
    Jueces y ministros se aferran a su casa
    ¿La casa de los famosos?
    La casa de los mafiosos
    La casa de los rabiosos
    La casa de los tenebrosos
    La casa de los tramposos
    La casa de los golosos
    La casa de los furiosos
    La casa de los alevosos

    anagrama.

    GRAM. Palabra que resulta de transponer las letras de otra.

    v. g.: Alito Moreno / Malitó o Nero; Marko Cortés / Mr. Sor Cakote

    anfibología.

    RETÓR. Figura de lenguaje que consiste en utilizar giros o expresiones a los que puede darse más de una interpretación. Ambigüedad. Doble sentido.

    v. g.: No norma, ¡piña! / A las raquíticas atípicas de la mesa.

    asteísmo.

    RETÓR. Figura de pensamiento que consiste en una alabanza con apariencia de censura o vituperio; es una suerte de ironía al revés.

    v. g.: La arrogancia de sentirse libres

    auxesis.

    RETÓR. Tropo, emparentado con la hipérbole, que consiste en enaltecer una cosa trivial o ridícula.

    v. g.:

    Al juez que perdió el juicio
    Juez loco de toga ciega,
    cabeza sin tribunal,
    sentencia del bien al mal,
    la balanza te reniega.

    Tu justicia, vil bodega,
    de locura y de arrechucho,
    carnaval de cal y mucho,
    giras normas con patada,
    y al derecho das la espalda,
    con martillo y sin serrucho.

    cacofonía.

    Desagradable repetición de sonidos producida por la inadecuada combinación de las palabras. Cuando la repetición de sonidos persigue un fin expresivo constituye la figura de lenguaje llamada aliteración.

    v. g.: La desatinada flecha de la hueca derecha chueca / Ni picha ni cacha la cucaracha facha, ¡qué gacha!, su mancha ensancha.

    cacosínteton.

    GRAM. Figura de construcción, también llamada cacosintetos, que consiste en dislocar las palabras o en separar miembros de los períodos de manera caprichosa, haciéndoles perder claridad y sentid

    v. g.: Vamos ya en el Plan C, sí. Que el Plan A, y el Plan B, dijeron que malos eran. Y ahora, muy gallas, las gallinas se hacen pato, no saben de qué les estamos hablando.

    calambur.

    RETÓR. Figura de lenguaje que consiste en agrupar las sílabas de una o más palabras de manera que tengan un nuevo significado.

    v. g. Tú y yo, ¡los dos del sur! Del sur dos zurdos / ¡Vaya semanita!, mejor váyase, manita! / El opinócrata Enrique Cimiento escribe a su Eldo querido. / Más que ser vil, es servil.  

    carientismo.

    RETÓR. Figura de pensamiento que consiste en disimular la ironía o la burla mediante expresiones ingeniosas.

    v. g.: Los megamillonarios son tan modestos y mesurados que cada vez son menos

    catáfora.

    RETÓR. Figura de pensamiento que consiste en colocar el término principal (normalmente el sujeto) al final del enunciado, de modo tal que el sentido sólo se completa cuando se llega a él.

    v. g.: Ahí seguía sin querer soltar el hueso, el supuesto guardián de la ley, el que se creía más estudiado y listo que nadie, y mira cómo acabó: un juez sin juicio. / Ya sacaron de cuadro a la que hablaba y hablaba saturando las pantallas: la cesada la docta doble D.

    cazabobos.

    Es lo que su nombre sugiere y se llama así a las palabras engañosas. Éstas son las que por su forma inducen, a quien no conoce su significado, a interpretarlas de manera errónea.

    v. g.: Fernández Noroña aplica uno frecuentemente cuando llama paniaguados a los panistas, lo cual no es llamar aguados a los susodichos. Paniaguado, da: 1. Persona que servía en una casa y recibía del dueño de ella habitación, alimento y salario. 2. despect. Persona allegada a otra y favorecida por ella.

    cazafatón.

    RETÓR. Figura de lenguaje, variedad del calambur, que consiste en agrupar sílabas de palabras contiguas de manera tal que formen una palabra o expresión soez o de sentido escatológico.

    v. g.: Las togas y los tejos: con la toga ella se armó. Y si nadie con el tejo dio, ella sí: yo con el tejo di.

    circunlocución.

    RETÓR. Figura de pensamiento, también llamada perífrasis, que consiste en expresar mediante un rodeo de palabras algo que puede decirse de manera sencilla.

    v. g.: Digamos que los deslavados togados están excoriando por encimita con las menudas partes de sus cuerpos, duras y de naturaleza córnea, esas que nacen y crece en las extremidades de los dedos, las gónadas masculinas del conocido mamífero carnívoro félido asiático de rayada investidura.

    cliché.

    Idea o expresión de utilización frecuente, estereotipada, que, desgastada por el uso, pierde relieve, fuerza, contenido; forma de expresión predilecta del conservadurismo mexicano contemporáneo. 

    v. g.: Se lanzó en contra de… desde el púlpito de Palacio / Nos vamos a convertir en Venezuela / Al pobre no hay que regalarle pescado… etc. / López polariza.

    concatenación.

    RETÓR. Figura de lenguaje, también llamada epanástrofe, que consiste en una conduplicación repetida.

    v. g.: En México hoy, el ladrón llama pillos a quienes lo atraparon; el transgresor reclama legalidad a la soberanía popular; el favorecido, imparcialidad al sistema; el agresor, indulgencia al agredido; los victimarios, justicia sus víctimas.

    • @gcastroibarra
  • Un Informe Presidencial diferente: El Sexto Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador

    Un Informe Presidencial diferente: El Sexto Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador

    El domingo 1 de septiembre del 2024 despertamos muy temprano, la mañana estaba fría y nublada, el mes de agosto me pareció eterno y finalmente llegó septiembre y con él, el principio del final del Sexenio del Bienestar del Pueblo, en un acto masivo, el Presidente López Obrador rendiría su Informe de todas las acciones cumplidas, proyectos realizados y los avances de cosas que se les dará continuidad en la próxima gestión de la dra. Claudia Sheinbaum.

    Yo tenía el cuerpo adolorido, me sentía cansada pues los últimos meses, en el aspecto personal han estado plagados de eventos que no han sido los más afortunados, sin embargo, hay algo que me motiva a no desfallecer y seguir adelante. Mi esposo Donagh me preguntó: “¿Vamos a ir a ver a #AMLO?” Y yo respondí,” déjame pensarlo, estoy un poco agotada”, eran las seis treinta de la mañana.

    Prendí mi teléfono móvil y busqué enlazarme con algún reportero de las redes sociales y cuál sería mi sorpresa, creo que era LUPITA4T quien trasmitía desde Facebook y ¡Estaba ya entrevistando a las personas en el Zócalo a las 06:30 am! Estaba conversando con una señora la que dijo que venía desde los Estados Unidos de Norteamérica y que vino manejando desde allá para ver el Informe, otro señor dijo que venía  desde Sonora y que no podía perderse este momento.

    En eso, abrieron las vallas y la gente corrió para alcanzar un lugar cerca del templete tricolor colocado para la rendición del Informe de Gobierno y ocuparon las miles de sillas que estaban colocadas para los asistentes.

    Justo en ese momento pensé: ”Estas personas vinieron desde lejos para estar presentes hoy con el Presidente López Obrador y a ti (me dije a mí misma) te quedan ya tres o cuatro oportunidades para volver a verlo: Hoy, el 15  de septiembre en la Ceremonia del Grito de Independencia, en el Desfile del 16 de septiembre y el 1º de Octubre cuando entregue el poder a la Presidenta Electa Claudia Sheinbaum así que mejor levántate.” Y así lo hice.

    Le dije a mi esposo: “Vámonos al Zócalo” y él asentó. Nos arreglamos rápidamente, alimentamos a los perritos y nos pusimos en marcha. Nos fuimos en el Metro y para nuestra sorpresa a las 08:30 am, del domingo  iba ya lleno el convoy, muchas personas con los #AMLITOS, gorras y playeras de #MORENA, con pancartas estaban ya a bordo del Metro, bajamos en Bellas Artes y como la Alameda Central está acordonada, rodeamos un poco y de repente veo a un hombre repartiendo las banderas con la leyenda: #HastaSiemprePresidente y me obsequió una, ahí empezamos a caminar hacía el Zócalo y la alegría del pueblo se sentía ya en las calles.

    Caminamos con un contingente que venía de Oaxaca y traían músicos, había gente de todas las edades y el entusiasmo aumentaba a medida que avanzábamos, los tambores retumbaban durante la marcha, había vendedores de muchos productos y personas que venían de distintos lugares de la República Mexicana.

    Probablemente nosotros llegamos a las 09:00 am y ya estaba lleno, no había sillas disponibles así que decidimos acercarnos y nos resignamos a que esperaríamos de pie a que empezara el evento, nos instalamos justo debajo de una pantalla que estaba frente a la Catedral y cerca de #Pejelandia (la tienda de souvenirs de #AMLITOS) que está a un costado de Palacio Nacional, ahí permanecimos hasta las 11:00 am que sonaron los acordes del Himno Nacional Mexicano.

    La espera no se hizo tan larga porque había músicos y cantantes amenizando y la gente seguía llegando, cuando salió el Presidente Andrés Manuel López Obrador se hizo un silencio y todos se pusieron de pie y el grito unánime: #EsUnHonorEstarConObrador retumbó en la Plaza de la Constitución y me erizó la piel, he de confesar que mis ojos se inundaron y pensé en los que partieron antes y ya no tuvieron la oportunidad de vivir estos momentos, el cielo azul estaba completamente despejado y el sol lanzaba sus rayos más poderosos.

    No voy a enumerar todos los logros del Gobierno de la Cuarta Transformación porque ya son por todos conocidos, fue un discurso largo y emotivo, el Presidente nos consultó en ese momento acerca de nuestro apoyo a la Reforma Judicial y el apoyo de los asistentes fue unánime. Nos invitó a continuar con la construcción de una Patria Nueva y nos agradeció por el apoyo incondicional que le hemos otorgado y nos reiteró que “Amor con Amor se paga” y al escucharlo me entró una profunda melancolía porque este hombre es un gigante, nuestro Compañero Andrés Manuel  es y será irrepetible e insustituible pero ya luce cansado, merece descansar y cosechar los frutos de su constancia y esfuerzo.

    Mi querido Andrés Manuel, hemos seguido tus pasos desde hace 25 años, ha sido un gran esfuerzo llegar a este momento, yo te agradezco infinitamente este despertar de conciencia y el haberme permitido colaborar en este proyecto, en esta Cuarta Transformación de mi patria, te confieso que muchas personas me dejaron de hablar por apoyarte incondicionalmente, pero el domingo al escucharte pude reafirmar que ha valido la pena, gracias porque sin tú saberlo me regresaste a mi labor de historiadora, a leer los libros y las crónicas, ha sido un auténtico privilegio hacerlo, eres mi motivación y aunque me sienta cansada voy a recordarte a ti de pie cada mañana, sin sentarte ni quejarte en cada conferencia mañanera, los pasos que diste desde que empezó tu lucha y que desde ese día, no te has detenido y seguirás.

    Te amo desaforadamente, no quiero decirte adiós, eres un político grandioso, un guerrero, un maestro, un ejemplo para todos y siempre estarás en mi corazón, y en el de millones: #GraciasCompañeroAndresManuel por tus actos, tus promesas cumplidas, por tu tenacidad y por devolver la dignidad al Pueblo de México.

  • UNAM: Una facultad de derecho que pasó a ser de derecha

    UNAM: Una facultad de derecho que pasó a ser de derecha

    Durante la huelga de 1999 en la UNAM, me resultaba totalmente incomprensible la actitud de algunos profesores universitarios, no así la de compañeros estudiantes que se oponían a la huelga, total, al fin y al cabo, como quiera que sea, eran compañeros con un punto de vista diferente al que respetuosamente le proferíamos un sonoro ¡estás re pendejo! Pero si se trataba de un profesor emanado de nuestra casa de estudios y que por la edad probablemente habían sido herederos de los procesos de huelga anteriores como el 68 del CNH o el 87 del CEU en contra del “Plan Carpizo” pues me parecía insultante, un absurdo que molestaba ya que sentía, como hasta hoy, la influencia de las palabras del Ingeniero Heberto Castillo: 

    “Mientras más tiene la gente que dar, más hay que exigirle, porque la gente preparada, inteligente, es la que más obligación tiene. Yo le exijo de manera muy distinta a una persona de alto nivel intelectual y posibilidades de sobrevivencia, que a un obrero o a un campesino. Es más perdonable que un hombre sin recursos falle –porque puede justificarse– a que falle el que lo tiene todo.” 

    Así que, tomando como base estas sabias palabras del inge, cuando personajes como Ignacio Burgoa Orihuela de la facultad de derecha, perdón, de Derecho, presentó las denuncias contra el CGH por la toma de las instalaciones, no encontraba mejor manera de describirlo si no se acompañaba de un insulto pues siendo un ilustre jurista, más rectitud y congruencia habría de exigirle.

    Las demandas de esos procesos a los que hago alusión, siempre fueron justas y sin duda marcaron un antes y un después, no sólo en lo que sería el futuro de la universidad, sino incluso para la democracia en sí, pero ahora pareciera estar de cabeza, todo un tiempo de híbridos. ¿Cómo comprender que ahora salgan a manifestarse los estudiantes en contra de una reforma que precisamente trata en el espíritu de erradicar la podredumbre de un poder que sólo ha beneficiado a unos cuantos? Primero comenzaríamos por reconocer el derecho (quizá siendo universitarios) hasta la rebelde obligación de manifestarse; pero la cuestión es más allá, pues con un sondeo rápido entre los manifestantes, pareciera indicar que desconocen en su totalidad lo que es y representa la reforma. Es decir, los estudiantes que salen y se manifiestan en contra de la reforma, sólo atinan a replicar la verborrea de la derecha pero carecen de argumentos sólidos para indicar qué la haría perfectible o de detallar a fondo exactamente contra qué es la resistencia. Cosa por demás lamentable cuando, al menos en 1999 que me tocó vivir, las discusiones en las asambleas del CGH giraban en torno a lo que era el derecho a la universidad pública gratuita para todas y todos; se discutía el fondo del plan Barnés, las motivaciones y los alcances, pero se discutía, se analizaba, más no se replicaba sin ton ni son.

    Entonces hoy el problema no es que se manifiesten como ya se dijo, el problema es que el debate no se centra en lo sustancial de la reforma y termina reflejando el proceso de descomposición y la derechización que se afianza en la máxima casa de estudios, especialmente en la facultad de derecho. Por eso resulta lamentable, incluso contradictorio, que jóvenes que hoy se forman para ser abogados, expresen su rechazo a una reforma que en el fondo no es más que un acto de justicia para todos los que no han podido acceder a ella por carecer de recursos y vaya que se trata de casos que se cuentan por miles.

    La facultad de Derecho pasó a ser la facultad de derecha desde hace varios años y los responsables ahí están encarnados en figuras docentes (con excepciones) que por cierto, también se han beneficiado de la burocratización en la UNAM. Son los que gozan y prefieren el privilegio de las vacas sagradas por encima de la cátedra. Los que para nada les interesa la práctica docente en sí como una de las más nobles labores de la humanidad, sino mantenerse en un status quo que sugiere galardones y uno que otro beneficio económico. Quizá sea hora de también limpiar a la UNAM y no para limitar el derecho a manifestarse, sino para que, quienes lo hagan, exponga las ideas y no la narrativa falsa que caracteriza la manifestación reciente. Qué se expongan las opiniones desde la pluralidad, sólo así triunfará la verdad en la universidad.

  • EL ADIÓS DE ANDRÉS MANUEL Y EL TECITO DE TIERRA

    EL ADIÓS DE ANDRÉS MANUEL Y EL TECITO DE TIERRA

    Desde hace algunos días se empezó a sentir fuertemente esa sensación de vacío, así como cuando te ibas a otra ciudad para estudiar o trabajar y sabes que tienes que despedirte de tu familia, amigos y demás seres queridos quienes han formado parte de tu historia, esa parte de tu ser que te indica que se acerca el momento de un cambio importante y eso te llena de incertidumbre, miedo tal vez de enfrentar el cambio, sobre todo cuando has pasado por tanto para llegar a ese momento y aunque estas consciente que te hará crecer  esa sensación de desapego te hace sentir una profunda tristeza y melancolía.

    Exactamente ese sentimiento ha pasado por mí, al saber que el día 1 de Octubre se dará un cerrojazo a toda una era de lucha donde hubo muchos sinsabores, donde hubo muchas derrotas pero que finalmente empezó una era en Mexico que se soñó desde hace mucho, un tiempo en donde los mexicanos hemos sido tratados como iguales, en donde nuestra dignidad maltrecha por décadas está siendo restaurada, pero sobretodo el renacimiento del orgullo de ser Mexicanos en cualquier parte del mundo.

    Tal pareciera que el Obradorismo abrió una puerta que nos mantenía cautivos en la mediocridad de un modelo Neolibral, quienes se empecinaron en abaratarnos en todos los ámbitos, así como devaluaron el peso quitándole 3 ceros de la misma manera nos mostraron al interior y al exterior como un país que no tenía lo suficiente para ser potencia, para competir de tú a tú con esas naciones que se beneficiaron de nuestro país a base de influyentismos y corrupción intentaron derribar a Mexico, sin embargo gracias al pueblo el gigante despertó y tomo la decisión en el 2018 de hacer un golpe de timón necesario para sobrevivir como nación y le dio la oportunidad a MORENA por medio de Andrés Manuel López Obrador quien a base de riñones pero sobretodo de una convicción arropada con ideales fuertes logro sacudir mucho de esas cargas que teníamos gracias al Neoliberalismo y fortaleció durante 6 años con ayuda de la ciudadanía consolidar un proyecto que tiene como base  la premisa de PRIMERO LOS POBRES ya que a palabras de AMLO no puede haber gobierno rico con pueblo pobre.

    En esas 2 frases se engloba gran parte del proyecto de la 4ta transformación el cual ha brindado esperanza a los que menos tienen dándoles apoyos como nunca antes visto a todos por igual, estudiantes, adultos mayores, amas de casa, madres solteras, discapacitados, todos han sentido como el gobierno finalmente se ocupó de ellos tratando de llevarles un poco de lo mucho que por la ambición y corrupción del PRIAN les fue arrebatado para ser llevado a paraísos fiscales haciendo millonarios a miles de políticos quienes succionaban del presupuesto lo más que podían olvidándose de aquellos que los pusieron en el gobierno, Andrés Manuel realmente nos cumplió, hizo lo que aquel joven en bicicleta le dijo NO TIENES DERECHO A FALLARNOS, EN TI CONFIAMOS y con mucha alegría vemos hoy en día que realmente no nos falló. 

    Hace unos días escuche una anécdota acerca de un mitin que hizo AMLO en un municipio pobre de Jalisco en donde unos niños que corrían los cuales eran hermanos hablaban de una hoja y una infusión, donde el más pequeño mencionaba que no le gustaba por lo que llamo la atención de nuestro presidente quien en ese momento era candidato y acompaño a esos niños a su casa para preguntarle a su mama cual era el Té que no le gustaba al niño siendo grande la sorpresa que era una infusión hecha con tierra ya que como los niños no tenían nada en el estómago le daban agua hervida con tierra para evitar que SE LE PEGARA EL ESTOMAGO por estar sin alimento, la reacción de AMLO al llegar a su camioneta fue de tristeza y frustración haciendo énfasis entre los acompañantes ¨YA VEZ PORQUE NO PODEMOS FALLARLE A ESTA GENTE¨ ,no imagino la cantidad de cosas y casos como es vio nuestro presidente a lo largo de sus trayectos en Mexico y eso termino por pulir esa sensibilidad que demostró durante su mandato.

    Hoy me empiezo a despedir del hombre que me ha dado tanto sin que él sepa quién soy, sin que sepa mi nombre, sin embargo, la admiración que siento de haber sido parte de ese movimiento que en el fondo me llena de orgullo haber podido contribuir con mi voto a ser parte de la historia de Andrés Manuel López Obrador ese hombre a quien admiro, respeto y que se va en menos de 30 días los cuales serán intensos como lo ha sido todo su sexenio.

    Solo me resta decirle que gracias a su gestión cada día son menos los niños que pasan hambre y esa generación crecerá sabiendo que un gran hombre con trabajo arduo se encargó de construir un piso donde su futuro se ve mucho mas claro y tal vez algún dia uno de ellos llegue a ser presidente y recuerde así como un servidor con inmenso cariño y emoción que tuvo el privilegio de vivir en el tiempo de Andrés Manuel López Obrador.

    Gracias Mi Cabecita de Algodón, te vamos a extrañar.

    Estaremos pendientes.

  • Propuestas atraen votos

    Propuestas atraen votos

    Algunos medios están acostumbrados a que se vote en las urnas por las simpatías, como si todo fuera un espectáculo televisivo, casi un circo, pero la cara bonita o el alarde de comicidades obligan a desdeñar las propuestas. Las propuestas no son parte del triunfo electoral sino la esencia del mismo.

    Así, entre los medios poco honestos se ventila la idea de que los mexicanos votaron por Claudia Sheinbaum sólo por seguir los lineamientos de Andrés Manuel López Obrador y no por los programas que anunció hasta el cansancio durante su campaña, entre las que se destacaba la reforma al poder Judicial y l desaparición de organismos parasitarios que trabajan en nombre de la democracia y la transparencia, sin lograrlo.

    Las promesas de campaña fueron consignas que dejaron de respetarse por los presidentes en el pasado hasta perder trascendencia. Ahora las propuestas son un asunto adicional en campañas y más aún cuando se ganan las elecciones. Parte sustancial de los programas que movieron a los mexicanos para votar por Morena fue la reforma al Poder Judicial, que es una urgente necesidad para que los mexicanos sean en realidad libres, porque mientras haya corruptos entre quienes deben administrar la justicia nadie está fuera de peligro.

    Las propuestas de los candidatos deben recobrar el valor que originalmente tenían, antes de su devaluación y pérdida. Se vota por las propuestas sin importar si el candidato o la candidata viste ropa de marca, o es guapo o bonita. Incluso muchas veces no importaría el partido cuando hay propuestas en realidad sólidas y en beneficio de la población, sin propuestas no hay candidato que valga, pero se ponderó al candidato como producto y al partido como marca, en un intento por fusionar el marketing con la política y arrojó un híbrido que sólo condujo a la derrota en las urnas.

    Es dentro de ese marketing donde todavía están instalados de los conservadores, al fin y al cabo, nostálgicos del pasado, de ahí que afirmen, a veces convencidos, que nadie votó por la reforma al Poder Judicial, cuan do fue uno de los móviles de la votación a favor de Morena.

    La oposición acostumbrada a este tipo de novedosas formas de ver la vida pública como si se tratara de jabones o perfumes, se dedicó a cuestionar a más de un candidato de Morena por su forma de vestir, por su aspecto físico, por el automóvil que poseía y por el lugar de residencia. Esas fueron sus argumentaciones de campaña para desgastar al contrincante, en lugar de tener propuestas válidas para crear cuadros políticos sólidos, en busca de algo concreto y de beneficio común.

    La oposición en el Congreso se dedicó a hacer gala de su costumbre discriminadora, clasista y autoritaria en nombre de las apariencias de las personas. La gente no quiere apariencias en los políticos, ya sufrió las consecuencias de votar por el más guapo, que también era el más imbécil. Podemos recordar las intervenciones en tribuna en ambas cámaras, donde se ventilaba agresividad en lugar de razones e insultos en lugar de proyectos y denuestos en lugar de iniciativas.

    La adopción de una manera de hacer política dentro de la mercadotecnia fue sólo un experimento que no funcionó. Se acabó. De ahí que algunos de los que viven en el pasado, consideran que las propuestas se olvidan para no cuestionar al funcionario en turno.

    Una de las características de los conservadores es poder deshacerse con facilidad y rapidez las viejas costumbres que, aunque hayan mostrado y demostrado su inutilidad, siguen utilizándolas hasta que se vuelven vicios. Como ejemplo está la persistencia de seguir formando parte del público de los medios que han mentido, pruebas fehacientes y evidencias tangibles lo demuestra, pero siguen por una costumbre que todavía no pueden desechar.

    Los programas son la sustancia del candidato, a veces superiores a algunos de esos abanderados, lo que importa es cumplirlo y rebasar expectativas, para demostrar que el candidato puede ser superior a sus propuestas, para convertirse, así, en líder.

    La política ya no podrá concebirse sin propuestas realmente sociales que le dan solidez al discurso y contenido a los políticos, sean candidatos o funcionarios públicos. Sin propuestas la dirección del voto estría sin brújula. Pensar que se votó por Morena sin tomar en cuenta sus propuestas expuestas en campaña hace evidente la intención de los medios para confundir a la población y detener el proceso de toma de conciencia.