Etiqueta: opinión

  • El Presidente de México, más querido de la historia: Andrés Manuel López Obrador

    El Presidente de México, más querido de la historia: Andrés Manuel López Obrador

    Se ha cuestionado la aprobación de nuestro Presidente, ya sea por llamadas telefónicas y encuestas, lo que no sabemos de esas agencias o medios de encuestas es la población que consultan para dicho resultado, algunas agrupaciones de oposición mencionan que hacen encuestas a modo o “pagadas”, pero realmente, ¿Cuándo la oposición ha salido al pueblo y conocer las necesidades, preocupaciones o pesares del día a día de las personas?

    Sí el AMLÓmetro (el marcador de aprobación de nuestro Presidente), sube, es debido al trabajo que precede, sin dudar, considero que, si alguien conoce todo el país y por esa razón conoce como la palma de su mano a México, es Andrés Manuel López Obrador. Desde nuestras comunidades más alejadas hasta las zonas metropolitanas, conoce de la falta de servicios básicos (presidentes municipales y diputados deben hacer sus respectivas gestiones para la mejora de sus municipios y distritos electorales) hasta la jornada extra sin paga de las personas que trabajan en grandes empresas (reformas a la L.T.F.). 

    ¿Cómo no va a tener aprobación nuestro Presidente? si estructurar un país que por 100 años estuvo en manos de políticos, sin escrúpulos y sin voluntad política ni amor a la patria. Es un proceso, es paso a paso… ya están los cimientos y se va construyendo, de nosotros depende seguir esos cambios.

    Encuestas de Enkoll (Desarrollo de productos e investigación en la Ciudad de México) nos señala que nuestro Presidente Andrés Manuel, tiene un 69 % de aprobación, en donde su mayoría las personas de la tercera edad de 65 años o más, califican su administración como buena, pues es en el primer sexenio que se contempla el derecho a la pensión a los adultos mayores como un derecho constitucional y universal, además de aumentarlo hasta un 20%. 

    Y en lo internacional, el diario británico- Financial Times con la medición -Morning Consult, quien mide el índice de aprobación de los líderes de :Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, México, Corea del Sur, España, Reino Unido y Estados Unidos. Ubica en segundo lugar con un 65% de aprobación al Presidente Andrés Manuel López Obrador quien también es considerado el líder de América Latina. 

    Aun cuando los medios tradiciones se esfuercen por tergiversar la información, la 4T está consolidándose, contigo, conmigo… con el pueblo.

    ¡Es un orgullo ser mexican@!

    • Hasta que la dignificación del pueblo se haga costumbre, hasta que el pueblo reconozca el poder de mantenerse informado y unido. No dejaremos nadie atrás.
  • Machincuepas

    Machincuepas

    — Aunque haya un montonal de gente que no lo perciba ni tantito, el mundo está ahora mismo echándose tremendas machincuepas —le dije al ingeniero Mabio Urcedo—, machincuepas riesgosísimas. 

    — ¿Machis… qué?

    — Machincuepas: piruetas, volteretas, cabriolas…

    — ¿Existe esa palabra?

    ¡Me canso! Existe. Incluso el tiquismiquis diccionario de la Real Academia Española consigna el vocablo desde 1917, ya no digamos el Diccionario del Español de México del Colmex: Machincuepa: Voltereta que se da apoyando las manos en el suelo e impulsándose con los pies: hacer una machincuepa, darse una machincuepa, “Al atestar el topetazo, hacía que el toro diera una machincuepa”. Ya no le dije que la palabra no proviene del latín ni del griego, sino del náhuatl:  maitl, mano; tzinil, trasero o más precisamente culo, y cueptl, vuelta, giro, ladearse… Así que una mayotzincuepa es una suerte como aquellas que evocan varios de los figurines elaborados en cerámica por los antiguos tlatilcas y cuicuilcas y muchos siglos antes por los mismísimos olmecas, los famosos acróbatas.

    Andábamos en Metepec, municipio conurbado con Toluca de Lerdo, en donde, por cierto, se halla la única calle de todo el país que lleva por nombre, precisamente, Machincuepa —significativamente, es una cerrada paralela a Libertad, a la que se entra por Paseo Tollocan—. Bien a bien no recuerdo a ciencia cierta acerca de qué estábamos hablando en esos momentos, es decir, a qué venía a cuento mi aserto, pero sí me acuerdo que habíamos estado conversando sobre algunas de las contorsiones que atisbamos que durante estos días ejecuta la humanidad en perfecta falta de coordinación… Así que pude ser que yo haya soltado aquello después de que comentamos la ola…, qué ola, el tsunami de protestas que se levantó en París y otras ciudades de Francia, luego de que el señor Macron decidió brincarse a los legisladores de su país, a la clase trabajadora y a la enorme mayoría de la opinión pública para imponer à la force du poignet —por sus pistolas, pues—la reducción de la edad de jubilación… O quizá fue luego de que intercambiamos algunas impresiones en torno a la ostentosa visita a Moscú del mandamás chino, Xi Jinping, y a sus evidentes consecuencias en el reacomodo del juego de pesos y contrapesos geopolíticos…

    — Y justo después de que la Corte Internacional dictara una inverosímil orden de aprehensión en contra de Vladimir Putin.
    — Espaldarazo del dragón al oso.

    Hablamos de eso y de la reunión que el presidente ruso organizó con la mayoría de los mandatarios de los países africanos. Y también tuvo que salir a colación la noticia que circuló hace apenas unos días de que los países BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— han superado ya oficialmente al G7 —Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos— en cuanto a su participación en el PIB mundial: los BRICS ahora contribuyen con el 31.5% del PIB global, con un crecimiento adicional proyectado, mientras que el G7 cayeron a 30 puntos porcentuales.

    — Y no hablemos de población… O, bueno, sí hablemos: los BRICS suman casi 3.3 millardos de habitantes: ¡41% de la población total del orbe!

    El mundo unipolar que conocíamos pasó a la historia y ahora no estamos en uno bipolar, como el de la Guerra Fría, sino uno multipolar, mucho más complejo, en el cual, para colmo, ya ni siquiera los jugadores son países monolíticos…

    — Por ejemplo, las grandes corporaciones transnacionales no están muy de acuerdo con que el gobierno norteamericano se enfrente a China.

    También tuvimos tiempo de mentar, muy por encimita, los abruptos movimientos migratorios que están dándose por todos lados, es decir, de muchos lados a muchos lados… 

    — Mi primo Cuauhtli ya se fue a vivir a Houston a chambear en una petrolera.

    Ambos teníamos información sobre el mismo fenómeno: aquí en México, en varios estados de la República, están ya faltando obreros y jornaleros centroamericanos.

    — Sé de varias localidades potosinas que se quedaron sin albañiles ni peones, porque las armadoras de coches los están contratando.

    Y qué decir de la incursión de andanadas de gringos en la Ciudad de México…

    — La Condesa, la Roma, la Nápoles, la Juárez… atiborradas de gabachos, y no son turistas, se vinieron a chambear para acá…
    — Nómadas digitales.

    Y la guerra en Ucrania que ni para cuándo acabe. E Irán levantándose como puente entre China y Rusia. Y el cambio climático desbarajustando ya la vida de millones de personas…

    — Ejércitos de niños y niñas en India toman clases en la noche, por el calorón.
    — Ya comenzaron a construir la ciudad que sustituirá Yakarta.
    — ¿Y qué me dices de las inundaciones en California?

    En fin, que sobran evidencias: el mundo está ahora mismo echándose tremendas machincuepas.

    — Agrégale todo lo que no estamos viendo, los grandes cambios que están gestándose bajo la superficie…
    — Las sorpresitas, como la pandemia, que nos pueden estar aguardando para los próximos días…

    La plática con Mabio Urcedo ocurrió el domingo. El sábado, con nuestras respectivas parejas, habíamos ido juntos al mitin en el Zócalo. Ese día me encontré a Pedro Miguel, quien me preguntó que sentía, cómo veía las cosas. No recuerdo todo lo que le respondí, pero algo sí:

    — Me late que nos tocó lo peor con el mejor.

    • @gcastroibarra
  • Trump y Biden: de la retórica a los hechos

    Trump y Biden: de la retórica a los hechos

    Los mexicanos tenemos muy mal recuerdo, especialmente a nivel discursivo, del mandato de Donald Trump. Se cansó de humillarnos y fuimos su piñata favorita en lo electoral. El muro fronterizo quedará marcado como uno de los eventos más vergonzosos y poco amables que haya tenido un presidente norteamericano hacia México. Se refirió a los mexicanos como violadores y asesinos. 

    En su libro “el arte de negociar” propone como tesis central negociar con rivales fuertes y humillar al rival más débil, y tal cual lo hizo con los chinos, rusos y mexicanos, respectivamente. El presidente López Obrador estuvo a la altura de las circunstancias y no cayó en el juego provocador de Trump, pero no se puede decir lo mismo de Peña Nieto, que fue humillado y despreciado en suelo mexicano por el entonces candidato Trump.

    En contraparte, Biden, como político profesional y viejo lobo de mar, se ha mostrado totalmente cooperador con el gobierno mexicano, a quien ha calificado como amigo. Las fotos que dejó su visita a México junto al presidente López Obrador y Justin Trudeau -primer ministro canadiense- dejaron un mensaje de fraternidad, colaboración y entendimiento entre los mandatarios norteamericanos, y cuando AMLO visitó Estados Unidos fue de la misma manera. Dos grandes amigos abrazándose por el progreso y el fortalecimiento del otrora bloque económico más grande del mundo.

    Pero una cosa es la retórica, la imagen y las relaciones institucionales; y otra cosa muy diferente son los hechos y acciones de política pública. 

    En el ámbito migratorio y según cifras del Instituto Nacional de Migración, el número de deportados hacia México se ha incrementado en 18% en el mandato de Biden respecto al de Trump, es decir, aunque Biden se muestra más “amable”, deporta más que Trump. Ambos han sido duros y han exigido a México servir de muro de contención ante la migración ilegal, pero en términos estrictamente numéricos, el gobierno de Biden ha sido peor para los mexicanos.

    En el ámbito energético, Trump aceptó que Estados Unidos asumieran parte de la disminución en la producción petrolera que le correspondía a México acordada ante la OPEP, y también permitió que durante la firma del T-MEC, México decidiera sobre su política energética, algo que no se había acordado en las negociaciones iniciales (con el equipo entreguista de Peña Nieto) y que se vino a corregir durante el gobierno de la 4T por órdenes del presidente López Obrador.

    Y finalmente, algo que puede parecer increíble pero es cierto: Trump, a pesar de su discurso agresivo y directo, es de los pocos presidentes que no ha iniciado una guerra que afecte indirectamente a México y al mundo. De acuerdo a un informe del  Ministerio de Exteriores de China, Estados Unidos es el país más beligerante de la historia mundial. De sus 240 años de historia, solo ha estado en paz en 16, y Trump forma parte de ello.

    La guerra en Ucrania, donde claramente Estados Unidos y la OTAN juegan en contra de Rusia y China, ha dejado, entre otros saldos, inflación generalizada en países occidentales y gran inestabilidad económica. México, gracias a la responsabilidad del Banco de México y al subsidio a gasolinas para proteger a las clases bajas y medias, no se ha visto tan afectada como otros países, pero si se tratase de un gobierno neoliberal, habría peores consecuencias en término macroeconómicos, sin duda.

    En conclusión, aunque México se vio discursiva y socialmente muy afectado por el gobierno de Trump debido a la exaltación del sentimiento antimexicano, de la supremacía blanca, del neoproteccionismo económico y de los antivalores propios del fascismo; el gobierno de Biden, en los números, ha representado peores cosas para los mexicanos si consideramos, sobre todo, las consecuencias indirectas de la guerra y la cuestión migratoria. Se reafirma la máxima de que Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses, y que su objetivo es, sobre todo, seguir manteniendo su hegemonía a costa de todo y de todos, incluido y principalmente México.

  • LOS CABALLOS DEL PRESIDENTE

    LOS CABALLOS DEL PRESIDENTE

    En la jerga de la pelota caliente, los jugadores llaman regularmente “caballo” al compañero más fuerte, con más habilidades y al que demuestra mayor liderazgo, dentro y fuera del diamante.

    En la esfera del ámbito público de gobierno, Aristóteles nos dejó el término “zoon politikon” para diferenciar las capacidades sociales del ser humano del resto de los animales.  Priorizó la facultad de discernir entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto.

    Luego entonces, a título personalísimo, Andrés Manuel López Obrador es para mí un “caballo politikon”.  

    Pero esa es otra historia…

    Hoy prefiero escribir sobre las mujeres y hombres que a mi parecer, han demostrado ser los más hábiles y los más fuertes en sus encomiendas mientras acompañan el liderazgo de AMLO.  

    Luisa María Alcalde, secretaria de Trabajo y Previsión Social, mujer joven con mucho aplomo.  Ha sabido liderar en un “mundo de hombres” donde lo habitual es que sean mayoría los empresarios, empleadores, trabajadores, líderes sindicales y tantos más portadores de los cromosomas XY. Confiando en su feminismo sensible y sensato, ha podido igualar cada una de las mesas donde se sienta a negociar.

    Le ha tocado ser la portavoz y ejecutora de las mayores alzas al salario mínimo en la historia.  Pero de toda su buena labor, me quedo con lo bien que ha sabido regular el vapuleado sindicalismo en México.  Alcalde procura al sindicalizado por encima del líder sindical y eso es bueno para TODOS.  

    Diferencia abismal con Lozano Alarcón.

    Zoé Robledo Aburto, Director General del IMSS, es el rompe chairo-paradigma por antonomasia desde mi óptica.  Politólogo egresado del ITAM, sí itamita con estudios complementarios en la Escuela de Gobierno JFK de Harvard; y aunque pudiera sonar muy neoliberal su formación, la realidad es que Robledo es un administrador diligente y cuidadoso que protege los intereses de los beneficiados de la Seguridad Social mexicana.  

    Su antecesor, Germán Martínez, al inicio de este gobierno no dio el ancho.  Quizás pensó que seguía en los tiempos del ESPURIATO.  Pero afortundamente, López Obrador encontró en Zoé Robledo a un funcionario público inteligente y empático con las necesidades básicas de los empadronados de salud pública.  La puesta en marcha del ambicioso plan de IMSS-Bienestar no podría haberse depositado en mejores manos.  ¿Saben dónde más necesitan un administrador socialmente responsable para gobernar con objetividad y transparencia?  En Chiapas.

    Diferencia abismal con Daniel Karam.

    Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación, un político por definición pura.  Hombre que apuntaló grandemente la labor del Ejecutivo Federal.  Ahora es Adán, quien lidera con armoniosa mano izquierda las reuniones con los gobernadores de todo México, sin importar los colores a los que pertenezcan.  

    Un operador y negociador político natural que ha estabilizado las agitadas aguas de la política interior.  Porque no es que todo esté arreglado pero aún hay tiempo.  Por lo menos año y medio de este sexenio; y como Adán es de esos caballos que alcanzan, pudiera tener de pilón, otros 6 más.

    Diferencia abismal con Ramírez Acuña.

    Benjamín Gil y Randy Arozarena, ¿Qué pues?  No se apaniquen, sé que no pertenecen al gabinete de Andrés Manuel ni son políticos (y deseo de todo corazón que nunca lo sean) pero son unos caballones que nos hicieron tocar las estrellas y demostraron que sí se puede transformar la mentalidad del pueblo para bien de toda una nación.  

    Gracias novena mexicana, muchas gracias. TQM

    Diferencia abismal con Javier Aguirre y Funes Mori… 

  • Múgica y el Zócalo del 18 de marzo

    Múgica y el Zócalo del 18 de marzo

    En la historia contemporánea quizá no hay plaza en el mundo que haya albergado tantas movilizaciones populares encabezadas en distintas etapas de una larga lucha por el mismo dirigente, como lo ha sido el Zócalo en los movimientos de resistencia y consolidación de la transformación de México encabezada por Andrés Manuel López Obrador -desde el Éxodo por la democracia en los años noventa hasta el 18 de marzo de 2023- que nos incita a la consolidación “sin medias tintas” de los cambios logrados con el empuje del pueblo organizado. 

    El Zócalo es el obradorismo, aunque hoy esta plaza ya queda chica a un movimiento que desborda y toma toda la ciudad capital en sus últimas convocatorias; ha sido el Zócalo la casa del pueblo, lugar natural desde dónde se reflexionan y definen las decisiones más significativas para nuestro porvenir.

    En los momentos determinantes de nuestra historia podemos encontrar las lecciones de cómo se abordó la coyuntura, -no siempre los resultados fueron los esperados-, pero sin duda el pasado significa una guía para entender mejor donde nos ubicamos en el presente, es la historia la maestra de la política y de la vida. 

    Desde esta majestuosa plaza, que incendió de entusiasmo la tarde pulcra que antecede a la primavera, en función del discurso que atestiguamos en aras de la consolidación del proceso de transformación -que tanto incomoda y sacude a los rancios poderes fácticos del viejo régimen corrupto-; hoy podemos parafrasear y discernir sobre tres momentos de nuestra historia, que se alumbran coordenadas a la luz de la visita simbólica del General Francisco J. Múgica este 18 de marzo -baluarte de la revolución mexicana-, y de las definiciones que pronto habrán de convocarnos para radicalizar la Cuarta Transformación de México -más allá del 2024-.

    Juarismo popular 

    En los años posteriores a la etapa dónde Benito Juárez condujo el país y tuvo el mérito de separar el poder político del poder religioso, tan solo cuatro años después de su último periodo presidencial comenzó la Dictadura de Porfirio Díaz, un personaje emanado del propio liberalismo, quien asumió el legado liberal desviándolo hacia un proyecto personal edificado en torno a la oligarquía y la acumulación de poder político y económico. 

    Paradójicamente, la semilla de la resistencia a la Dictadura -que décadas más tarde fue el germen de la Revolución mexicana-, surgió de todos esos personajes, grupos, habitantes de pueblos, rancherías y pequeñas comunidades que se formaron política e ideológicamente en torno a Benito Juárez durante el periplo del oaxaqueño por diversas regiones del país en defensa de la República, ante la intervención francesa.

    El pueblo que observó, escuchó, atendió, conoció, aprendió y supo de los principios y obra de Benito Juárez de viva voz en la mayoría de las veces, o de voz en voz, significó la construcción de una amplia base social y popular que a lo largo de México asumió como suyo el ideario juarista en la búsqueda de justicia, igualdad ante la ley, respeto a los derechos, libertades, y amor a un régimen republicano, y que debido a la magnitud de la congruencia del presidente indígena -porque los hombres mueren pero las ideas perduran-, representó en el subterráneo de la historia toda una corriente de pensamiento liberal, que podemos caracterizar como el juarismo sin Juárez, y de dónde surgen los clubes liberales primero y anti reeleccionistas después, precursores de la tercera gran transformación de México.

    Cárdenas y Múgica 

    Una duda que ha quedado para la historia -cuyos alcances volvió a dilucidar el presidente AMLO en el Zócalo del 18 de marzo-, que sigue siendo fuente de diversas teorías para explicarla, basadas en la interpretación de los usos políticos de la época es: 

    ¿Por qué el general revolucionario Lázaro Cárdenas del Río, siendo presidente de México no optó por apoyar al general Francisco J. Múgica como su sucesor natural en la silla presidencial, quien representaba la radicalización del proceso emanado de la revolución social de 1910-1917 y que precisamente en el cardenismo había observado -ya como proyecto de gobierno- el momento más luminoso a favor de los intereses del pueblo?

    Algunas voces establecen que fueron las presiones de los grupos de poder económico, tras el desgaste ante intereses muy fuertes nacionales y extranjeros por la determinación de Lázaro Cárdenas de expropiar el petróleo en 1938, por cierto, decisión en la que la opinión del propio Múgica fue definitoria.  

    El mismo general Cárdenas escribiría en sus Apuntes que “la candidatura del general Múgica representó las tendencias radicales de la Revolución Mexicana: su definida convicción en materia educativa, su actitud combativa frente a la labor del clero y su indiscutible honradez habrían hecho de él un buen gobernante, pero las circunstancias del país no le fueron propicias”.  

    A la postre la sucesión presidencial recayó en Manuel Ávila Camacho, quien fue presidente de México de 1940 a 1946, y dio un cambio de rumbo a los construido en el periodo cardenista. La historiadora Anna Ribera sintetiza: “Así las cosas, Cárdenas dejó la decisión en manos del partido cuya inclinación a favor del poblano ya se había manifestado. Veinte años después Cárdenas confesaría: “pensé que rectificaría el camino iniciado […] pero jamás esperé un viraje de ciento ochenta grados.” Y la analista concluye:

    “Las polémicas elecciones de 1940 dieron el triunfo a Manuel Ávila Camacho, y los almazanistas, que habían parecido dispuestos a todo, se replegaron al verse abandonados por su candidato. La maquinaria de la Revolución y su partido se impusieron para frenar el ascenso de la derecha, pero de forma simultánea para moderar y frenar las políticas sociales, cuya honda huella iría configurando paulatinamente el mito del cardenismo. “Cada seis años el país se vuelve otro país”, dice José Emilio Pacheco. Pero nunca lo hizo de manera tan evidente como en 1940”.

    La contribución de Heberto Castillo

    El Ingeniero Heberto Castillo con su declinación de la candidatura presidencial a favor de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 mostró un gesto de enorme patriotismo y altura de miras que quedó grabado en la memoria del movimiento democrático y en la historia de las luchas políticas y electorales; con este acto Heberto aglutinó a las hasta entonces irreconciliables corrientes de las izquierdas (algunas en su momento promotoras del abstencionismo electoral o la vía armada), con la corriente de signo nacionalista revolucionaria que defendió -primero desde el PRI y luego fuera del organismo-, los logros sociales producto de la revolución mexicana y la Constitución de 1917, incluidos la reforma agraria, el petróleo como bien de la Nación, la separación Iglesia-Estado y la educación gratuita, que serían la base programática del amplio movimiento condensado en el Frente Democrático Nacional del 88, y raíz ideológica de nuestro movimiento.

    De estos tres momentos: el país de Juárez sin Benito Juárez físicamente, el dilema de Lázaro Cárdenas sobre Francisco Múgica y la altura histórica de Heberto Castillo, podemos inferir algunas claves para sacar cada quien nuestras propias conclusiones, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador al recordar a Múgica nos alerta a todos nosotros, a los posibles participes en la encuesta o definición de la candidata o candidato presidencial del movimiento de 2024, la responsabilidad de no equivocarnos, esta será una decisión que pesa en los hombros de AMLO pero sobre todo en nosotros, en los asiduos al Zócalo desde tiempos de resistencia: la respuesta está en el corazón de la Patria, en las lecciones de la historia y en el viento de primavera…

  • AMLO, inevitable vitorear el discurso

    AMLO, inevitable vitorear el discurso

    La extensa referencia hecha por López Obrador al movimiento campesino en tiempos del General Lázaro Cárdenas, no sólo acompaña la realidad que empañó la situación del campo durante la presidencia de Francisco I. Madero. Es cierto, el coahuilense a pesar de sus virtudes, se alejó de los campesinos que habían acompañado la lucha revolucionaria y abandonó a uno de los sectores más afectados por la política porfirista.

    Probablemente sería muy duro sostener que Madero traicionó a los campesinos zapatistas y a los postulados del plan de San Luis pues sus motivaciones corresponden a un contexto temporal plagado de traiciones dentro y fuera del círculo maderista; pero de que existió un cálculo político por parte de Madero que afectó a los campesinos es innegable, sobre todo en su ánimo de estabilizar al país tras esa etapa de la revuelta.

    Por supuesto que el General Cárdenas durante su mandato representaba los intereses de los campesinos y los obreros, no hay el menor espacio para la duda, aunque finalmente el esfuerzo unitario terminara por corromper a la Confederación Nacional Campesina en los años subsecuentes para convertirse en uno de los colectivos más representativos del corporativismo y el clientelismo alentado desde el poder. 

    Hoy estamos frente a una reconfiguración de una buena parte de las organizaciones obreras y campesinas a partir de que enfrentamos dos realidades, por una parte la política lópezobradorista en torno a los movimientos sociales (especialmente campesinos) a los que de manera severa ha criticado por el modus vivendi de algunos de sus liderazgos, y, por otra, los efectos negativos que trajo consigo la desastrosa pandemia. Estos dos factores han resultado trascendentales para la vida de muchas organizaciones pues se sacudió considerablemente tanto la vida interna como la manera de interrelacionarse con su militancia.

    Al menos en el terreno político, las organizaciones campesinas se han visto en la necesidad de reconocer un punto de quiebre a partir de 2018 y no, no se trata de otorgar razón a las voces mimetizadas que pretendieron adoptar la narrativa de AMLO respecto de las organizaciones, pues muchas veces se convertía en la salida fácil para no resolver las demandas legítimas de los campesinos; se trata en cambio de comprender que el modelo de organización conocido hasta el momento se había agotado y requería de un proceso de refundación en el que se retomaran las causas que dieron vida a dichas organizaciones. En esa lógica, queda evidencia de los nuevos bríos que acompañan al movimiento campesino, pero, por desgracia, también han evidenciado a un sector que prefiere allanarse a las exigencias de la derecha (no precisamente de la oposición) con tal de mantener, no un movimiento campesino con ideales y principios, sino un membrete necesitado de recursos para subsistir más allá de las necesidades de su militancia.

    Por esa razón es significativo reflexionar sobre el discurso de AMLO este 18 de marzo, en principio porque quienes participamos de la lucha campesina organizada, estamos obligados a conocer nuestra historia pasada y la manera en que los poderes fácticos se han valido de todo para desprestigiar al movimiento campesino desde el porfiriato a la fecha. ¿O acaso las organizaciones que hoy se oponen a las políticas de Andrés Manuel (más allá de si son correctas o no) han sido capaces de presentar alternativas viables que fomenten procesos autogestivos para sus agremiados? ¡No!, sencillamente se montan en una narrativa que difama mucho y propone nada.

    Por lo tanto, estamos frente a la última etapa de este gobierno que terminará dejando menos organizaciones campesinas pero más sólidas y firmes pues las necesidades de las comunidades existen y requieren de representaciones dignas con posturas contundentes ante este y cualquier gobierno, por lo tanto, aquellas que hoy sólo acceden a la sobrevivencia en el ámbito político – electoral están condenadas a quedar en el olvido, lo que sería una verdadera lástima pues algunas de ellas vivieron años gloriosos cuando de manera legítima abanderaron miles de causas justas.

    Andrés Manuel posee grandes cualidades y por supuesto que tiene muchos defectos, en el discurso del pasado sábado poca atención habría que prestar al atuendo o al lenguaje corporal que tanto les encanta criticar a sus detractores. Lo que hay que vitorear merecidamente es la referencia histórica y sobre todo la posición firme ante el discurso intervencionista de uno que otro político gringo y sus escasos aplaudidores mexicanos. También hay que resaltar la capacidad de AMLO de crear identidad con cientos de miles de los asistentes, sobre todo los que no tienen mayor motivación que el respaldo al presidente, cuya postura es muy contraria a los aprovechados y arribistas que abundan en MORENA.

    El discurso de Andrés no tiene precedente alguno, como tampoco lo tiene un evento presidencial, jamás había existido un respaldo popular al presidente de tal magnitud desde Tata Cárdenas; hay que vitorearlo y celebrar la actitud patriótica pero también reconozcamos que gracias a todos los sectores, entre ellos el campesino, se ha contribuido a la transformación democrática del país, y, en consecuencia, se logró dejar atrás aquella visión que nos hacía ver como el patio trasero de Estados Unidos. 

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    La estrategia de seguridad en EU está fallida, revela José Manuel Fuentes

  • Los debidos claroscuros

    Los debidos claroscuros

    Confieso que no tenia del todo claro por qué AMLO es un peligro para México, ni por que la CuatroTe está acabando con el país, ni ─mucho menos─ por qué hay que sacar a MORENA en 2024. A pesar de ello, estoy convencido como cualquiera que ame la democracia de libre mercado, el consumismo, la defensa de los privilegios de la clase privilegiada y ─en pocas palabras─ la libertad de elegir cómo habremos de morir de hambre, que Andrés Manuel es un peligro para México, que la Cuarta Transformación está acabando con el país, y que MORENA debe salir en 2024.

    Para mi fortuna, Francisco Martín Moreno escribió una brillante columna, que digo brillante, deslumbrante, que se publicó el día de ayer (21 de marzo de 2023) en el periódico Reforma, voz de la oprimida clase privilegiada y alguno que otro aspiracionista que paga, a meses sin intereses, para formar parte de dicho club, que sintetiza magistralmente el malestar causado por López Obrador, y el posicionamiento ideológico de la oposición. 

    En resumen, es un peligro que está acabando con el país y debe salir en 2024, porque aniquiló el futuro de México, ese futuro que, si bien no había dado frutos, “no podía arrojar resultados inmediatos” dice Martín Moreno, si ayudaba a que más de uno se sirviera con la cuchara grande y mantuviera su nivel de vida a expensas del erario, o haciendo negocios con los recursos o bienes nacionales.

    Este futuro mexicano, es decir, esta idea, narrativa, entelequia, sueño, o como usted prefiera llamar a ese proyecto de país no materializado pero siempre prometido, se fundamentaba en el hartazgo que los mexicanos sentían “de los fraudes electorales, de la corrupción y de fracasos en casi todos lo ordenes de la vida política, cultural y económica de la nación” (Martín Moreno dixit), y demandaba de los mexicanos, “empeño, paciencia y patriotismo” (nuevamente, Martín Moreno dixit), para construir el anhelado juego democrático que permitiría simular que se acata al voluntad del pueblo mientras se preservan los privilegios de la minoría; proceso que tardaría varias décadas en consolidarse ──aclara Martín Moreno─ pero que entre otras cosas traería consigo “mejores niveles de educación, mayor crecimiento económico, un ataque frontal a la desigualdad, un confiable sistema de impartición de justicia, la eficiente contención del narcotráfico, el cuidado escrupuloso de la colosal marca “México”, en el mundo, el respeto cabal a la voluntad popular electoral y, para concluir entre otros enorme beneficios, la certeza jurídica para la inversión nacional y extranjera” (sí, otra vez, Martín Moreno dixit). 

    Lamentablemente, la impaciencia mexicana puso fin a esta colosal promesa cuyo cumplimiento ya se vislumbraba a la vuelta de la esquina y cuyos beneficios ya disfrutaban unos cuantos, esos que tienen acceso a una mejor educación, cuyas fortunas no dejan de crecer a pesar de las crisis, recesiones, pandemias, etc., esos que atacan frontalmente la desigualdad con campañas de redondeo en el supermercado o lanzando monedas en la calle, esos que pueden comprar jueces o colocarlos en la Suprema Corte de Justicia para que libere a sus cómplices, descongele sus cuentas o simplemente cancelan las ordenes de aprehensión en su contra, esos que han sabido hacer de México una marca para explotarla en el extranjero, para etiquetar los recursos nacionales y entregarlos a los intereses trasnacionales, esos que respetan tanto la voluntad popular electoral que la corrigen cuando equivoca el rumbo y dicha equivocación pone en riesgo los intereses de quienes no tienen más interés que el interés propio.

    El mejor futuro mexicano, se construía con claroscuros, “con los debidos claroscuros” dice Martín Moreno, dejando en claro que la falta de transparencia es un elemento necesario en estos procesos donde la clase privilegiada trabaja para consolidad un cambio donde nada cambie, se construía hasta que entregamos ese futuro a López Obrador, MORENA y la CuatroTe.

    Entonces, solo entonces y sin que ningún otro elemento influyera en ello, en México aparecieron 5 millones de pobres que no entienden que deberían dejar de apoyar al presidente porque ─a diferencia de lo que piensan y viven a diario─ el gobierno de Andrés Manuel no los beneficia en nada, quien los beneficiaría sería esa oposición que siempre los ha ignorado; se devastó el sistema de salud, que antes se mantenían en el olvido para que nadie pudiera ver que ya estaban devastados y a pesar de ello se lucraba con él y con las necesidades de los derechohabientes; se dividió a la nación como nunca antes lo había hecho el jamás superado sistema de castas que heredamos de la Colonia; se favoreció la expansión del narcotráfico ¿Qué importa que sea la mano derecha de Calderón la que fue condenada por narcotráfico? La CuatroTe favoreció esa expansión del narcotráfico que tan útil le resultó desde hace décadas a los gobiernos PRIistas y PANistas para controlar a la población; se antepusieron los intereses de la nación por encima de los intereses de potencias extranjeras y eso hizo temblar al sacrosanto T-MEC, sin el cual no somos nada; y se consolidó una dictadura que no deja de ser democrática y no deja de tener el respaldo popular.

    Entrados en gastos

    La Cuarta Transformación no sólo será recordada como la peor tragedia nacional desde la Revolución, como oracularmente sostiene Martín Moreno. La Cuarta Transformación, y todos aquellos que la han apoyado, cargarán sobre su conciencia, por el resto de sus días, con el peso de haber terminado con los sueños de un grupo reducido de mexicanos que insistía en creer que era posible vivir a expensas de los demás, saqueándolos y explotándolos; un grupo de soñadores que estaban dispuestos a sacrificar la vida de millones de mexicanos y migrantes centroamericanos para alcanzar el objetivo de vivir como si fueran dueños de México. Como bien señala Martín Moreno, la Revolución intentó aniquilar el legitimo derecho de unos cuantos, a pertenecer a la clase privilegiada, afortunadamente no lo logró. Hoy, el gobierno de López Obrador pone en riesgo este designio divino. Sorprendentemente, no faltará quien, ante estas afrentas, se siga preguntando ¿Por qué alguien como Martín Moreno quiere quemar a los seguidores de Andrés Manuel en leña verde? ¡Increíble!

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
  • El mánager de Macuspana

    El mánager de Macuspana

    En el marco de la celebración de los 85 años de la expropiación petrolera llevada a cabo en 1938 por el entonces presidente, el General Lázaro Cárdenas del Río, el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador esgrimió ante un zócalo capitalino desbordado de simpatizantes hasta sus calles aledañas, un importante discurso con un multifacético mensaje de varias bandas.

    Aficionado que es el tabasqueño al béisbol, y que por algo es el rey de los deportes, propenso al juego de estrategia, se pudo establecer que de dicha exposición dejó clara la ruta a seguir por parte de quien deba sucederlo en la presidencia desde su movimiento y es que si se analiza a detalle el discurso que leyó por alrededor de una hora ha comprometido las acciones a seguir y la ruta que traza con detalle a efecto de que quien habrá de elegir entre las opciones morenistas a la presidencia de la República, es decir, los simpatizantes y seguidores del movimiento de transformación tengan la claridad política para seleccionar el perfil más apto para garantizar la continuidad de las políticas públicas populares que la actual administración ha incubado. 

    Además dejó claro que para esta tarea el que ha de ser elegido deberá contar con el requisito indispensable de tener amor por su pueblo, de la vocación de servicio a los más pobres porque de ello derivará el resto del seguimiento, la continuación y la finalización en implementar una nueva República con valores sociales, lejana a los vicios que se gestaron en nuestra golpeada sociedad a raíz de los gobiernos propensos a la constante vulneración y violación de la soberanía nacional y del maltrato a las clases más desfavorecidas. 

    Además de lo anterior, y de la patriótica remembranza de la nacionalización del petróleo y la recuperación de la propiedad estatal sobre los hidrocarburos el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo referencia al contexto que en aquel histórico 18 de marzo de 1938 rodeaba la contundente decisión que eligió el General Cárdenas quien como el día de hoy se encontró con una circunstancia geopolítica que le favorecía en tomar tan trascendente medida y que le hacía predecir nulas represalias de gobiernos históricamente injerencistas; pues es bien conocido que el actual momento de tensiones mundiales entre China, Rusia y aliados en contra de las hegemonías occidentales ha favorecido y seguirá favoreciendo la alta apuesta y agresiva ofensiva que tiene proyectada el presidente mexicano pues cual nato estratega beisbolero mando robo de base, bateo libre y sigue hablando fuerte en contra de las voces intervencionistas que pretenden con apoyo de la oposición conservadora desde los EEUUAA, una escalada y abierta injerencia de sus corporaciones de seguridad en el territorio nacional. 

    Sin embargo, se toparán de frente con una batería efectiva que ya les encontró la pelota y ya les conectó sus pitcheos fuera de la zona de strike porque les robó la señal electorera que intentan capitalizar.

  • Sin autocrítica: PJF

    Sin autocrítica: PJF

    Ayer, mediante un comunicado, el Poder Judicial Federal (PFJ) reprochó las manifestaciones del 18 de marzo frente a las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en contra de la ministra Norma Piña, quien preside el máximo tribunal.

    Para el PJF, se trató de una manifestación de violencia y odio. Para otros, fue un acto de libertad de expresión mediante el cual se hizo sentir el descontento ciudadano ante algunas decisiones polémicas que se han tomado por algunos tribunales federales.

    Con tal panorama, se ha generado una situación de inconmensurables, es decir, de un diálogo entre sordos. Pero también de incertidumbre; de sospecha.

    Y es que, tras la llegada a la presidencia de Norma Piña, el PJF ha dejado de tener interacción social; algo que con Arturo Zaldívar comenzó a tener forma.

    Hoy, el PJF ha regresado a aquellos tiempos en que los senderos de la justicia social y la justicia formal no se cruzan, sino que son simples espectadores; uno del otro.

    Así, por ende, no extraña que el PJF emita un comunicado y rechace las manifestaciones en contra. Empero, que no promueva ninguna instancia para acercarse a la gente y explique por qué sus determinaciones son adecuadas, con el fin de aclarar las cosas y no generar mayor incertidumbre.

    Fuera de eso, lo que se hace es cerrar las opciones. Siendo así, el PJF no se muestra empático y solo clasifica la exigencia social como violencia y discurso de odio, sin tomarse la molestia de analizar de por qué la reacción ciudadana se expresa de esa forma.

    No existe autocrítica. Para el sector judicial, la justicia formalista se justifica mediante procesos correctos, pero no entiende que para el sector social esa justificación carece de valor.

    Para los ciudadanos, los jueces federales no van en ton de la justicia social. Por tanto, a su entender, existen razones de sospecha en el actuar del PJF; para ellos, no es casualidad que ante la llegada de Norma Piña a la presidencia de la SCJN, la impartición de justicia ha cambiado.

    Una forma de entender estas acciones, por ejemplo, es con aquella expresión del ejecutivo federal: «el pueblo se cansa de tanta pinche tranza» ¿No será que el mismo PJF ha provocado un escenario que alimente la sospecha de los ciudadanos?

    Ningún poder de la unión está exento de cometer errores, y quizá sea momento para que el PJF sea autocrítico y analice si sus últimas decisiones, polémicas para el orden social, merecen una revisión.

    A falta de lo anterior, entender la exigencia social, seguirá siendo algo extraño para el PJF, pues no es empático con los ciudadanos, lo cual muestra, nuevamente, que es un poder ajeno a la gente. 

    Ahora, esto no debe entenderse como una justificación a la violencia ni a los discursos de odio. Por supuesto, esto no es deseable. No obstante, mientras el PJF sea omiso a la exigencia social, seguirá habiendo más manifestaciones con el mismo tono.

    Lejos de procurar la inconmensurabilidad con los ciudadanos, el PFJ debe idear mecanismos que le permitan acercarse a la gente y mostrar mayor transparencia en su toma de decisiones. Ello permitirá que las sospechas disminuyan; que son muchas.