Etiqueta: opinión

  • El país en llamas de la Tele I

    El país en llamas de la Tele I

    Cuando la gente se dirige a sus trabajos en transporte público, en su camino se encuentran con publicaciones que muestran portadas de personas descabezadas, desolladas o víctimas de un severo accidente o asesinato.  Junto a estas fotografías a todo color también se ve usualmente a una mujer semidesnuda con actitudes explícitamente sexuales. 

    Es así que sin ningún tipo de censura, chicos y grandes están expuestos a una violencia gráfica impresa que remata luego con la televisiva. En México, los niños y cualquier persona han sido insensibilizados y pueden enfrentarse a estas imágenes sin ningún tipo de sobresaltos, porque esto ya se ha vuelto parte habitual del paisaje. En los debates de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, cuando yo era estudiante ya nos preguntábamos: ¿La gente es morbosa por naturaleza y por eso consume la nota roja con avidez ó los medios han creado una especie de apología de la violencia y por eso la gente es morbosa?

    Mientras usted querido lector resuelve el enigma, las noticias de sangre, inseguridad, violencia  y tragedia se presentan cotidianamente como si esto definiera la realidad del país. Las secciones policiacas de los noticieros  hablan de muertos, desorden y agresiones en su apariencia más grotesca e inmediata, sobre todo ha sido una consigna de los medios de manipulación desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia en el 2018.

    A finales del 2006, el usurpador de la presidencia Felipe Calderón le declaró la guerra al narcotráfico, lo que llevó al país a una escalada de violencia y actos con sellos de crueldad nunca antes vistos. Esto provocó que muchos medios necesitarán contratar fotógrafos y reporteros especialistas en nota roja y las publicaciones o noticieros televisivos que mostraban esta realidad eran los más vistos. Sin embargo, después se firmó un pacto donde los medios y ese gobierno se comprometieron a no hablar del horror en el que se sumió al país por culpa de un genocida caprichoso.

    Empero, la realidad no se podía tapar con un dedo y se dispararon las ventas de “El Gráfico”, “El Metro” y “Extra”, periódicos con un mismo formato: una portada a todo color con una fotografía sumamente violenta, un titular “bromista” que juega con la imagen, el humor negro y la crueldad (sello característico de ese tipo de ediciones desde la tristemente célebre ¡Alarma!) y de cajón  la chica en ropa interior.

    Hoy por hoy, estas publicaciones denigrantes y mezquinas,  son las más vendidas del país, con precios realmente ridículos, ya que en promedio tienen un precio de tres o cinco pesos, lo que las hace accesibles para la gran mayoría. El  tiraje de estos pasquines llega casi a los 700.000 ejemplares. Muchos más que cualquier otro diario.

    Las notas policiacas explícitas y sensacionalistas pasaron en una especie de contagio fatal, de los medios impresos a la televisión y hoy en día todos los noticieros de los medios de manipulación comerciales tienen una sección (usualmente muy amplia y repetitiva) dedicada a explotar el morbo de los televidentes. Pero desde hace cinco años, han utilizado la exacerbación de la violencia para crear una sensación en la ciudadanía de un Estado fallido, un país en llamas y sin ley.

    En pleno siglo XXI con tantas alternativas de información, en algunos sectores de la población todavía lo que digan en la tele, es la puritita verdad. Así sin cuestionamientos, ni una racionalización mediana, sin reflexiones de ningún tipo, los extremos sociales se unen en su flojera o ignorancia mental y terminan repitiendo, sintiendo y tal vez padeciendo, el caos con el que se nos bombardea todo el día los 365 días del año. Así que sectores ricos, medianos y pobres se polarizan y exacerban su odio y su miedo.

    Los noticieros de adn40, Azteca Noticias; Formula TV; ImagenTV; Noticieros Televisa con los programas de En Punto con Denise Maerker, Despierta, Tercer Grado, Al aire con Paola, Las noticias con Carlos Hurtado, Hora 21, Es La Hora de Opinar con Leo Zukerman; La barra de noticias cada hora de Foro TV en especial el de “Son las 3” con Mariana Hernández; Milenio TV y sus noticias todo el día; los noticieros de Telediario canal 6; además de los noticieros de canales locales y hasta noticieros estadounidenses en español como CNN,  están diseñados con especial atención hacia un solo mensaje: que el país se está cayendo a pedazos, es ingobernable, está sumergido en el caos y en la violencia total. Implicando que el gobierno de la 4T es igual o peor que los demás, que es incapaz, inexistente, y que sólo se guía por ocurrencias.

    Para cumplir con esta misión deleznable, mentirosa y mercenaria esos medios se valen del dolor, de la tragedia explicita, del sensacionalismo, amarillismo y morbo de la nota roja. Sin recato ni vergüenza algunas veces utilizan imágenes viejas, o del extranjero; en otras ocasiones repiten y repiten notas extensas de asesinatos, secuestros, tragedias, incendios y todo lo que pueda decirle o sugerirle al televidente que el país no tiene solución, que las cosas andan peor que nunca y que mejor no salga de su casa ni vuelva a votar por el cambio.

    Algunos psiquiatras aseveran que hemos hecho al cerebro humano flojo y simple y creo que tienen razón. Mucha gente no quiere pensar, investigar, aprender, leer, preguntarse. Quieren las cosas digeridas, explicadas y si se puede en imágenes (nada de letras). Como dice el dicho quieren todo peladito y en la boca, sin hacer el menor esfuerzo. Quizá por ello estos locutores mercenarios vendidos al capital que dicen las cosas con tal seguridad y desparpajo, como si tuvieran la verdad absoluta, terminan por ser quienes dictan lo que está bien o está mal, en una suerte de sacerdocio televisivo que hipnotiza y ataranta a mucha gente. Pero a la gran mayoría de mexicanos ya no nos engañan y en un acto de heroicidad cotidiana nos rehusamos a creerles a estos mentirosos y saboteadores profesionales.

  • La cultura woke y la izquierda liberal en México

    La cultura woke y la izquierda liberal en México

    El feminismo más radical, las infancias LGTBI, el ambientalismo ramplón y la “progresía mediática” son las representaciones más comunes de lo que se conoce como cultura woke, o al menos así se ha entendido en muchos países occidentales, pero, ¿de dónde surge y por qué no ha permeado tanto en México?

    La palabra “woke” es el pasado de “wake”, que en inglés significa despertar. El uso de la palabra woke surgió dentro de la comunidad negra de Estados Unidos y originalmente quería decir estar alerta a la injusticia racial, sin embargo, su uso y exportación se ha tergiversado de tal manera que, a día de hoy, puede ser usado como un insulto o como sinónimo de una ideología radical. 

    Muchos países han importado la ideología de Estados Unidos porque es una manera en que el imperio mantiene su poder hegemónico, además del dólar y las armas. Películas de Hollywood, el inglés como lenguaje vehicular en el mundo, costumbres y tradiciones como Halloween, día de gracias, Santa Claus son solo algunos de los ejemplos más comunes, y claro, no podía faltar el adoctrinamiento en lo político.

    La cultura woke ha sido, durante mucho tiempo, la forma de diferenciación del partido demócrata en Estados Unidos para contrarrestar las ideas conservadoras del partido republicano, ello porque, en lo económico y político, no parece haber mucha diferencia entre sus posturas liberales, belicistas, imperiales y anticomunistas. Si el partido demócrata se ha asociado con una supuesta izquierda progresista por el uso de la ideología woke, luego entonces, las izquierdas europeas y latinoamericanas han adoptado, de alguna forma, su uso como bandera política para atraer adeptos, pero esto no ha sido igual en todos los países.

    En Europa, la ideología woke ha fracasado estrepitosamente porque logró colarse en el ideario político de agendas de izquierda que, en su afán de no ser asociadas con un supuesto comunismo o socialismo, la adoptaron como una especie de modernización de la lucha por la igualdad de oportunidades. En España, por ejemplo, se creó el Ministerio de Igualdad, cuyo propósito era defender los derechos de las mujeres, no la falta de oportunidades entre pobres y ricos. El resultado fue que la ultraderecha representada por Vox y parte del PP (FRENA y el PAN, respectivamente en México) arrasaron en las elecciones locales más recientes.  

    En México, el presidente López Obrador no ha comprado ni adoptado la cultura woke en ninguna de sus formas. Entiende que la madre de todas las luchas es la desigualdad y la exclusión social, y que enfocar todos los recursos a ello no solo contribuye más y mejor a desarrollar el país, sino que le traerá mejores réditos políticos. 

    Por otro lado, pareciera ser que, de forma muy paradójica, la oposición (carente de un proyecto de nación, humillada por las constantes derrotas electorales y abrumada por la falta de ideas) se propone adoptar la cultura woke como parte de su ideario político, y por eso los falsos ambientalistas se oponen a proyectos de desarrollo tan importantes como el tren maya; muchas feministas de ocasión concentran su lucha en Palacio Nacional y lejos de las comunidades indígenas, donde tendría algún sentido; comunicadores e intelectuales “progresistas y buena ondita” han quedado exhibidos como vulgares chayoteros y cada día son más irrelevantes sus tertulias de odio anti-AMLO, sus programas de expertos donde todos opinan lo mismo en contra de la 4T; y sus redes sociales infladas por granjas de bots. 

    México debe concentrar sus esfuerzos y su lucha en reconquistar derechos para los trabajadores, acabar con la exclusión social, el clasismo y el racismo; desarrollar un sistema de salud de primer nivel, consolidar un sistema de educación gratuita y de calidad para todos, y muy importante: acabar con la corrupción en todas sus formas, lo demás son distracciones.

  • OVNIS: el chupacabras al estilo estadounidense

    OVNIS: el chupacabras al estilo estadounidense

    Los medios de comunicación son una herramienta poderosa en el control mental de grandes masas poblacionales, la manipulación es una de sus principales características, y dentro de esto las élites son quienes mueven los hilos a sus marionetas. En el caso de México, el gran sonado rumor del chupacabras fue el fenómeno distractor de una histórica devaluación de la moneda nacional. Ahora en Estados Unidos la noticia de existencia de Objetos Voladores No Identificados ha sido masivamente difundida por los medios de comunicación tradicionales. ¿Será que estén aplicando el rumor del Chupacabras a su estilo estadounidense para ejecutar cambios económicos?

    En México 1994, el rumor de la existencia de una criatura que chupaba la sangre del ganado tomó un impulso mediático, haciéndolo expandirse de una forma demasiado rápida, era la noticia que se escuchaba y leía en todos los medios de comunicación tradicionales, sin embargo, sólo fue una distracción para que el gobierno de Ernesto Zedillo devaluara la moneda nacional, tal que esa depreciación de la moneda ha sido la más drástica de la historia con un 203%.

    Ahora en Estados Unidos pareciera repetirse una historia con diferente contexto, pero mismo estilo, el suceso OVNI, en una gerontocracia como la de Estados Unidos a falta de ideas, publican de forma mediática en primera plana de forma oficial, la existencia de alienígenas y videos de naves espaciales. Siendo un gobierno bastante opresor y que prefiere tener adormilados a sus ciudadanos (inclusive utilizando drogas) ¿Por qué ahora se visten de los mas transparentes siendo los más mitómanos del planeta?

    Su única gasolina de las élites es el poder basado en dinero, Estados Unidos es una de las mayores potencias económicas, pero también de los más tronados por un pésimo manejo de sus políticas económicas a favor de su país, pero al contrario su bolso personal lo han inflado de billetes como nunca se había visto. 

    Desde inicio de la pandemia han imprimido trillones de dólares, esto tuvo como consecuencia un auge lleno de liquidez en el mercado, a lo que subieron las tasas de interés de forma descomedida. Pero ahora aún les falta enfrentar la recesión económica, donde la clase media pasará a ser clase baja.

    En forma de conclusión se puede deducir que la pantalla son los OVNIS, pero ¿Qué habrá detrás?  Quizás una mayor impresión de dólares, cambio del sistema económico mundial, mayor endeudamiento, caída o llegada a la recesión, cambio de roles políticos, mayor sometimiento mediático poblacional, o quizás algún otro plan que aún no podemos visualizar, pero claramente conllevará a cambios significativos en la economía estadounidense que como una fuente, afectará mundialmente. 

  • Miserable

    Miserable

    Un día después de que el INEGI diera a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares 2022 (ENIGH 2022), el director editorial de El Financiero, Enrique Quintana, tuvo a bien titular su columna “Nada que celebrar con AMLO”. Sin exagerar, la ENIGH provee una inmensidad de datos que permiten analizar la profundidad del cambio que de diciembre de 2018 a la fecha está experimentando México en materia de políticas públicas y modelo de desarrollo, y si bien el análisis detallado requiere tiempo, abundan las buenas noticias evidentes. Adelanto que, a diferencia de lo que escribe el columnista Enrique Quintana, yo sí encuentro mucho que celebrar. Enseguida, van algunos botones de muestra:

    • En 2022, el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar aumentó 11% respecto a 2020 y 4.6% con relación a 2018. ¿Poco o mucho? Recordemos el gran contexto para entender que, después de la crisis económica global provocada por la pandemia de covid-19, la más grave en un siglo, en México la gente recuperó su nivel de ingreso.
    • Considerando a todos los hogares del país, desde el más pobre hasta el más acaudalado, el gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar fue de 39,965 pesos en 2022, 17.2%, 2.1% y 4.0% más que en 2020, 2018 y 2016, respectivamente.
    • Entre julio de 2018 y julio de 2022, el ingreso por trabajo de los hogares más pobres se incrementó en promedio 29% en términos reales. Y, claro, en donde dice “el ingreso por trabajo de los hogares más pobres” bien podría decir “el ingreso del proletariado más explotado”.
    • El coeficiente de Gini, el cual se usa para apreciar la desigualdad —cuando el valor se acerca a 1 indica una mayor concentración del ingreso; en cambio, cuando el valor del Gini se acerca a 0, la concentración es menor— pasó de 0.499 en 2016, a 0.460 en 2022. O sea: disminuye la desigualdad.
    • Por programas sociales, de 2018 a 2022 hubo un aumento real de 24% para el 10% más pobre de los hogares mexicanos.
    • En salarios, de 2018 a 2022, el aumento para el 10% más pobre fue de 41% real.
    • En 2022, los hogares con más ingresos percibieron 15 veces más que los hogares con los menos ingresos, lo cual muestra una espantosa desigualdad. Pero, la brecha se estrechó considerablemente en muy poco tiempo: en 2016 la diferencia era de 21 a 1.

    En su newsletter del jueves 27, muy temprano El Financiero promocionaba la lectura del texto de Enrique Quintana, con el siguiente adelanto: “Hay resultados positivos de las políticas sociales sobre el ingreso y la desigualdad. Pero, nada espectacular. No hay un cambio cualitativo en México”. El clásico “sí pero no”, y la reiterada postura miserable de la reacción conservadora. Y reitero, miserable, y en todos los sentidos…

    En principio, hay que lamentarse: ¡qué miserable, pobre señor Quintana! —el adjetivo miserable tiene su origen en el latín miserabĭlis que significa “digno de compasión”, “lamentable”—.

    Ahora, la RAE en su diccionario alude cinco acepciones para el vocablo miserable:

    • adj. Ruin o canalla. Apl. a pers., u. t. c. s. Y ni dudarlo: el ataque del editorialista es ruin en el sentido de pequeño y desmedrado. Querer tapar el Sol con un dedo es una estratagema miserable.
    • adj. Extremadamente tacaño. Apl. a pers., u. t. c. s. ¿“Nada espectacular”? Un juicio miserable, en tanto mezquino: falto de generosidad y nobleza de espíritu. Los resultados que testimonia la ENIGH muestran un cambio de tendencia —el empobrecimiento de los más pobres— y un avance en la nueva dirección —los pobres ganan 20.4% más que en 2016—, si eso no le resulta espectacular al señor Quintana es porque el cambio no le complace. 
    • adj. Extremadamente pobre. Apl. a pers., u. t. c. s. En efecto: el texto es miserable por escaso de recursos. Por ejemplo, Quintana increpa: “Las brechas persisten.” ¡Uy, qué mal López Obrador, no solucionó en cinco años la injusticia social favorecida durante al menos cinco siglos de capitalismo!
    • adj. Dicho de una cosa: Insignificante o sin importancia. ¿A cuánta gente podrá convencer el señor Quintana de que las cosas no están mejorando en México? ¿Tendrá algún impacto su lamentación en lo que percibe la ciudadanía, la famosísima gente de a pie?
    • adj. Desdichado, abatido o infeliz. U. t. c. s. Pues sí, miserablemente, como casi cualquier conserva, el señor sigue apabullado por la realidad; ni modo, qué desdicha la suya.
    • @gcastroibarra
  • El peligroso oficio de ser candidato de la oposición

    El peligroso oficio de ser candidato de la oposición

    En días recientes, periodistas afines al Frente Amplio por México, comenzaron a alimentar en sus medios informativos, la hipótesis de que la aspirante a la candidatura presidencial, Xóchitl Gálvez, podría ser asesinada a manos del crimen organizado, esto para hacer un favor al presidente López Obrador y librarse de ella camino a la contienda electoral y para que los propios cárteles, a su vez, conserven el poder que, según esos periodistas, mantienen en el país. Beatriz Pagés, Raymundo Riva Palacio Joaquín López-Dóriga y Ricardo Alemán, expresaron en sus distintos medios, palabras más, palabras menos, que es urgente que el mandatario proteja o por lo menos, no atente al sacar a la luz los negocios, contra Gálvez, pues de otra forma, corre el riesgo de hacer creer a la gente que él quiere un magnicidio como el acontecido en contra del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994. Sin embargo, detrás de sus dichos no hay fundamentos, solo conjeturas y prejuicios hacia el gobernante.

    Beatriz Pagés escribió en su espacio: “El presidente está creando un ambiente que recuerda las condiciones en que fue asesinado el entonces candidato Colosio” (http://www.siempre.mx/2023/07/amlo-crea-condiciones-para-un-magnicidio/). Pagés, desde luego, olvida decir que esas condiciones fueron creadas en su momento bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, gobernante emanado del PRI, sobre quienes la sombra del atentado contra su correligionario, cae en sus hombros hasta nuestros días, aunque sin habérseles comprobado nada hasta el momento. La exdiputada federal también comenta que hoy el crimen organizado controla el 81% del país, datos de dudosa veracidad.

    Por su parte, Riva Palacio afirma en su columna (https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/2023/07/24/no-queremos-otro-colosio/), que los cárteles ubican a Gálvez como una candidata que amenaza su verdadero statu quo, es decir, el aumento del control territorial y realizar negocios sin intromisión de las autoridades; sin embargo, ¿qué otro status quo más grande le interesaba defender a los cárteles, que el que mantenían bajo el amparo de Genaro García Luna, jefe de seguridad en el sexenio de Felipe Calderón y al cual pagaban sobornos dichas organizaciones delictivas?

    Ricardo Alemán delira en su columna, cuando habla de que directamente el presidente es capaz de tal hecho pues ya lo intentó cuando el periodista Ciro Gómez Leyva sufrió un atentado contra su vida; desde luego, sin presentar pruebas de ello. Además repite de manera inverosímil que López Obrador es un dictador, aunque el columnista ha poseído libertad suficiente para expresar sus desvaríos a lo largo de todo el sexenio sin que se le haya censurado. (https://lasillarota.com/opinion/columnas/2023/7/13/peligra-xochitl-por-el-odio-presidencial-438008.html)

    Los integrantes de la oposición, incluidos dichos comunicadores, sin darse cuenta, levantan sospechas sobre sus verdaderos objetivos con esta campaña de publicaciones tan en sincronía. Por una parte, hacen ver que tienen el deseo de que ocurra lo que sea, hasta un magnicidio, para fingir preocupación, como siempre han hecho, generar rating, conseguir vistas, vender contenido (aunque miserable) y suscripciones para sus respectivos medios, mientras se convierten en verdugos que  apuñalan con sus plumas a un gobierno que odian. El clásico “se los dijimos”, pues. Por otra parte, los integrantes del Frente, dejan ver que son capaces de inmolar a uno de los suyos para suplantarlo por otro, si con ello pueden revivir sus posibilidades de victoria en las elecciones del 2024; después de todo, ya hay quienes ven a Luis Donaldo Colosio Riojas, actual alcalde de Monterrey, como “serio” aspirante a la candidatura presidencial, solo por compartir el nombre de su difunto padre, a pesar de no contar de manera alguna, con una carrera política de trascendencia a nivel nacional, ni estar preparado para ostentar un cargo de una importancia tan relevante como el de gobernar todo un país.

    ¿Se dará cuenta la senadora Gálvez que quienes la pusieron en el lugar tan público donde está, también pueden tener la peor forma para quitarla de ahí, si conviene a sus intereses?

    Desde luego que estas son conjeturas, como las que han hecho los comunicadores mencionados al principio, pero en el fondo del análisis, no olvidemos que se encuentra la coordinación de un grupo de periodistas al servicio de los conservadores, que piensan que, con dichos métodos de manipulación, aún pueden controlar el imaginario colectivo, que pueden engañar a la gente y que esta no lo va a notar y así, van a recuperar poder y dinero del erario que alguna vez se embolsaron a su antojo.

    La realidad es que, por los propios antecedentes históricos que llevan a cuestas los partidos del Frente Amplio por México, es un peligro ser candidato de los partidos que lo conforman, que han demostrado estar dispuestos a lo más aberrante y mientras sus voceros mientan en cada columna de opinión, es un hecho que perderán público ellos y los medios para los que trabajan sin hablar de los partidos que en cada elección ven menguar sus fuerzas; si no, ¿cuánta credibilidad puede tener un López-Dóriga que reporta un falso robo de una aeronave dentro del AICM? O una Xóchitl Gálvez que, junto con su partido, se han opuesto en más de una ocasión, a los esfuerzos izquierdistas para revertir la falta de apoyos, programas y leyes, en favor de los más pobres, víctimas por décadas, del abandono del Estado. Esa es la razón para que haya personas que se le planten enfrente a la todavía senadora y le reclame dichas actitudes.

    No es que la gente agreda a Xóchitl, es que ya no se traga sus mentiras y no olvidan que la aspirante ha estado en contra de ellos durante toda su carrera política, nacida y alimentada en la derecha. La misma clase de reproches de la sociedad, harta de los abusos de los políticos como Gálvez, la correrá cualquiera que en la recta final sea impulsado a través del dedazo económico que impera en la oposición, que como dice el propio Riva Palacio, “seguramente ni cuenta se han dado”.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc
  • La estrategia de alentar el miedo

    La estrategia de alentar el miedo

    Rabia, coraje, desesperación, son apenas algunos de los sentimientos que acompañan al bloque opositor en nuestro país y no es para menos, a pesar de las estrategias que realizan y la cantidad de recursos utilizados para confrontar el proyecto lópezobradorista, poca mella le hacen. Y no, para nada se trata de señalar aquí que hay un lado absolutamente bueno frente a un lado absolutamente malo, o que uno es perfecto y el otro no, aquí de lo que se trata es de identificar que hay dos proyectos de nación: el que por muchos años nos fue impuesto y que dejó en claro el impacto negativo de la corrupción y, el otro, por el que votó la gente en 2018 que plantea una nueva forma de gobernar.

    Esos dos proyectos que aquí se mencionan deben examinarse con rigurosa objetividad, pues plantear que sólo por el simple hecho de que AMLO no sea corrupto, en consecuencia, nadie de su gobierno lo es, sería tanto como asegurar que, por avistar una golondrina, ya está en su cenit el verano. Por supuesto que en este gobierno hay errores y también corrupción, pero, sin soslayar en lo denigrable de dicha práctica y el combate diario en contra de esta, lo cierto es que existen avances significativos, si no suficientes para erradicarla, sí lo bastante suficientes para evidenciarla, denunciarla, investigarla y castigarla.

    Para muestra un botón llamado SEGALMEX. Este caso, por cierto, el de SEGALMEX puede servir de ejemplo para ahondar en los enojos de la oposición, ¿Hubo actos de corrupción? ¡Claro!, ahí están, denunciados, investigados, etc. Luego entonces, es clara la determinación de la oposición de no señalar a fondo ese caso de corrupción porque de hacerlo, obligadamente tendría que reconocer que se ha actuado de manera transparente y tajante sin cubrir a nadie por cometer dichos actos.

    Evidentemente no lo harán, pues para ellos vale más la descalificación, la mentira o la calumnia por más vulgar que sea, porque es lo que más vende y, como hasta ahora no avanzan con buenos resultados en el terreno político electoral con todo y su más reciente apuesta encarnada en doña Xóchitl Gálvez, pues se ven obligados a emprender una nueva apuesta: alentar el miedo.

    Precisamente en la figura de Xóchitl Gálvez, los jefes de la derecha decimonónica y sus voceros ven la oportunidad de alentar el miedo en la población, sugiriendo que puede presentarse un atentado en contra de su persona como sucedió con Colosio en la primera mitad de los años 90. Pero esta narrativa no es nueva, forma parte del conjunto de intrigas que buscan infundir temor de manera estratégica tomándolo como eje del discurso político, no sólo de los principales actores, sino a través de los medios de comunicación y los famosos intelectuales y/o periodistas tipo Riva Palacio. Sin embargo, por más que pretendan extender un clima de miedo y preocupación en torno a la integridad física de la figura que hoy ensalzan como su posible abanderada, lo cierto es que la posibilidad es nula e inexistente, salvo la que va más allá de sus propias confabulaciones. Además, por fortuna, siguen pensando que la desinformación a través de las redes sociales es capaz de permear en la sociedad cuando en realidad ya no es así. Por más recursos que destinen a sembrar miedo, no lograrán su cometido pues hoy contamos con una sociedad más informada que, a la par que cuestiona a los actores políticos, al mismo tiempo dejó de ser manipulada por los medios de comunicación.

    Sin embargo, hay un cuestionamiento en particular que debe ser analizado profundamente por quienes conducen la cuarta transformación, incluido Andrés Manuel, pero no a partir de los que tienen un interés particular en mantenerse en los cargos, sino de los que realmente conciben un nuevo modelo de nación: ¿Quién de los aspirantes puede equilibrar las pasiones (hasta el momento desbordadas) de los morenistas, ajustándose a los preceptos de la cuarta transformación? En lo personal sostengo que Adán Augusto López aporta ese equilibrio al movimiento, pues en este proceso, no sólo se trata de la popularidad o de la confianza de AMLO, se requiere que la militancia en conjunto (no solamente la tribal) legitime al personaje. Incluso, más allá de la propia militancia, es fundamental la legitimidad de esa parte del pueblo que se identifica con el movimiento aunque no milite en él precisamente. 

  • Salinas de Gortari, y los gestores del odio

    Salinas de Gortari, y los gestores del odio

    La enésima campaña de propaganda negra emprendida por los mismos opositores moralmente derrotados, ha escalado en su apuesta por provocar zozobra entre la población mexicana. Hacer referencia a un magnicidio en nuestro país, es invocar los tiempos oscuros en que las candidaturas presidenciales y las disputas entre los grupos de poder se resolvían a balazos.

    Eran los tiempos de la decadencia salinista. Pero el colmo del cinismo es pretender, por fin tomar revancha de la condena social que existe sobre el salinismo por la sospecha del crimen de su propio candidato, invocando la misma figura de Luis Donaldo Colosio.

    No puede ser casualidad que se trate de los abiertos personeros y empleados del mismísimo Carlos Salinas de Gortari quienes iniciaron esta nueva campaña de provocación en contra de la Cuarta Transformación, vociferando histriónicamente en los medios convencionales de desinformación una condena anticipada al Presidente de México, tan solo especulando sobre un hipotético crimen, que omiten mencionar, del cual solo ellos se beneficiarían. Porque el necesario debate político que requiere una sociedad democrática está siendo envenenado por estos defensores del régimen oligárquico que, ante la ausencia de argumentos, solo alcanzan a transmitir su rencor por haber perdido sus privilegios. Pero no olvidemos que ellos son tan solo la cara visible de los grupos de poder económico que fueron desterrados del saqueo del presupuesto público que sostuvieron por décadas, bajo la ilusión del bipartidismo.

    Frente a la derrota histórica de su proyecto de acumulación basado en privatizaciones y exenciones fiscales. Solo les queda recurrir a fomentar el odio, y crear escenarios de desestabilización política siguiendo los viejos y nuevos manuales de la CIA para provocar golpes de Estado.

    En este escenario no es una exageración del Presidente cuando los llama perversos o fascistas, porque son plenamente conscientes de los demonios que están invocando, a partir de manipular el miedo y los prejuicios de los sectores conservadores de nuestra sociedad.

    México no merece esta criminal oposición. En el pueblo organizado existe la sabiduría pertinente para mantener la cabeza fría y el corazón caliente. El movimiento obradorista ha sido, es y será pacífico. Nuestra hoja de ruta es la no violencia. El amor al Pueblo y al prójimo que es la esencia de nuestra forma de hacer política se sobrepondrá al odio que quiere volver a sembrar el innombrable.

  • ¡A trabajar cabrones!

    ¡A trabajar cabrones!

    No debería sorprender que las palabras de Don Vicente Fox, a quien por decoro nadie llama presidente Fox, como a él le gustaría, ese prohombre que está más allá del bien y el mal, que desde las alturas refresqueras entiende que el ejercicio de gobierno no es diferente a la distribución de Coca Colas, y quien no sabe que no sabe nada, indignaran a propios y extraños y fueran rechazadas por ambos e interpretadas como una ofensa que en nada ayuda a nadie. Y digo que no debería causar sorpresa, no porque no se deba esperar nada inteligente de Don Vicente, sino porque pocos tienen el entendimiento necesario, para profundizar en las profundidades del pensamiento foxiano, y el valor de abrazar las iniciativas de la derecha moderna, oxímoron de tan hermoso alcance que solo tiene comparación con el humanismo reaccionario. 

    “Ojalá y Xóchitl nos cumpla de que los huevones no caben en el Gobierno y tampoco en el país. Ya se acabó de que estén recibiendo programas sociales: ‘¡A trabajar cabrones!’, como dice Xóchitl […]”, afirmó Fox en una entrevista, y remató diciendo que la pensión de los expresidentes “sin duda” debe ser restituida. El punto de partida de la propuesta foxista puede resumirse en esa hermosa frase que demuestra un complejo entendimiento del hablar mexicano: “¡A trabajar cabrones!”. Su contenido no hace falta resumirlo, porque es de una sencillez que podría confundirse con reduccionismo: quien no trabaja y no pertenece a la clase privilegiada no come.

    Una aclaración, trabajar no significa lo que el chairo de Marx explicó que significaba en El Capital, un proceso a través del cual el hombre “pone en acción las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los brazos y las piernas, la cabeza y la mano, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su propia vida, las materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa sobre la naturaleza exterior a él y la transforma, transforma su propia naturaleza, desarrollando las potencias que dormitan en él y sometiendo el juego de sus fuerzas a su propia disciplina.” No. Nada de eso, trabajo es simplemente la forma en la que los sujetos ganan dinero, y quien gana poco es porque trabaja poco. “El pobre es pobre porque quiere”, debe leerse detrás de la propuesta de Fox.

    En este sentido, deben distinguirse dos tipos de cabrones en la iniciativa foxiana. Los primeros, a los que se dirige la orden de ¡A trabajar! Son cabrones porque ni siquiera deben ser reconocidos como humanos. Son cabrones porque son animales de carga, destinados a mantener eternamente la maquinaria en movimiento. En pocas palabras, son cabrones porque resultan molestos, un mal necesario. Son cabrones porque no merecen descanso. Porque no pueden ser “huevones” que estén recibiendo programas sociales. Los segundos, los cabrones que dirigen a los cabrones que son dirigidos, son cabrones porque son personas experimentadas y astutas. Son cabrones porque saben ponerse del lado correcto, ese lado donde pueden ganar dinero trabajando menos que quienes son pobres sin parar de trabajar.

    Ese es el primero de los dos ejes del pensamiento foxista, pensamiento complejo y lleno de sabiduría reaccionaria; existen quienes deben trabajar toda su vida, sin tregua ni descanso, y a pesar de ello —o justo por ello— son huevones, y quienes, siendo huevones, vividores y abusivos, no son huevones, ni vividores, ni abusivos, sino trabajadores que son tan trabajadores que no necesitan trabajar. Lo que Don Vicente sostiene con esa honestidad brutal, propia de niños, borrachos y oligofrénicos, es que no todos pueden ser huevones, y merecer programas sociales, ya sea una beca para estudiantes, una pensión universal para personas adultas mayores, o una pensión presidencial. Sólo unos cuantos son los elegidos. Y, en consecuencia, los no elegidos deben trabajar –están obligados a trabajar– arduamente para garantizar la satisfacción del mínimo necesario de sus necesidades, seguir trabajando y –sobre todo– preservar el sistema de injustas injusticias que permite a los segundos, a los cabrones que los pusieron a trabajar sin descanso, vivir con excesos y privilegios que los ciudadanos de a pie difícilmente podemos imaginar y no merecemos disfrutar.

    El otro, el segundo eje foxista, consiste en el entendimiento de que no es posible obligar a todos a vivir marginalmente. Entender que –como ya se dijo– hay quienes nacen para maceta y del corredor no pasan, hay quienes nacen para plantar, regar y cuidar las macetas durante cada minuto de su vida, y hay quienes nacen para ignorar que hay macetas y trabajadores en el corredor que los conduce a sus aposentos lujosos. A estos últimos, no es posible obligarlos a padecer penuria alguna, así sea la menor de las penurias, así sea la de menor duración. No. Para ellos todo, para los demás nada. La clase privilegiada no solo es privilegiada por decreto y nominación. Es privilegiada porque no sabe lo que significa vivir sin privilegios y nunca debe saberlo. La clase privilegiada tiene seguros de gastos médicos mayores que “andan en los 100 mil pesos mensuales”, y no tienen por qué ser tratados como beneficiarios del IMSS o el ISSSTE. La clase privilegiada debe recibir cuanto apoyo sea necesario para seguir siendo privilegiada, desde pensiones presidenciales, hasta condonación de impuestos. La clase privilegiada trabaja, haciendo que la clase explotada trabaje, para que la clase privilegiada pueda vivir sin trabajar, gracias al trabajo de la clase explotada.

    Desde luego que no faltarán quienes encuentren repulsivo el planteamiento honesto, reaccionario y falto de ética de Don Vicente Fox, marqués de San Cristóbal. A quienes les indigna lo indignante, les recuerdo que no todos somos iguales, y que, si bien el trabajo de las clases explotadas mantiene vivos los privilegios de la clase privilegiada, su impacto macroeconómico resulta ínfimo, porque son intercambiables, porque existen reservas de desempleados para sustituirlos, porque no tienen voz, ni nombre, ni rostro. Porque son anónimos. Por otro lado, el impacto de lo que hagan y dejen de hacer los selectos miembros de la elite elitista que goza de lujos, excesos y privilegios, resulta inmediato en la vida de todos, y Fox lo resumió brillantemente en una frase que recuerda a la consigna de quienes suben a los camiones a pedir dinero a cambio de no asaltar a los pasajeros: “Los presidentes deben tener tranquilidad, los expresidentes igual, sucede en todo el mundo. No hay que mandarlos a la hoguera porque se portan mal”. Dimensionemos, si un miembro de la clase explotada se porta mal, su alcance será mínimo y afectará principalmente a los miembros de la clase explotada. Sin embargo, si un miembro del club de los privilegiados se porta mal, puede poner en jaque la estabilidad nacional, convocar a la sedición, revelar secretos con alto valor geopolítico o cabildear en pro de los intereses trasnacionales sobre los intereses nacionales (no sean burdos, no piensen que estoy hablando de Zedillo o Calderón).

    Entrados en gastos

    Hace un par de días, mi amigo y analista desconocido de la condición humana, obrero docente al servició de la burocracia dorada, Karl García (quien no debe ser juzgado por haber sido bautizado con el mismo nombre que el filósofo, economista, sociólogo, historiador, periodista, intelectual y político comunista) me ayudó a entender por qué el echaleganismo que arrastra el grito ¡A trabajar cabrones!, cuando cae en los oídos de alguien que no siendo privilegiado tiene el privilegio de codearse con los privilegiados, es un grito fundamental para sacar adelante a nuestra sociedad. Me dijo que, si “Xóchitl llegó a vender hasta 600 gelatinas en un día, y suponiendo que cada gelatina pesara entre 100 y 150 gramo, Xóchitl tenía que desplazar –para vender en la plaza– entre 60 y 90 kilos de gelatinas.

    Esto, sin contar el peso de las típicas vitrinas para gelatinas.” Y planteó varías preguntas –que evidentemente ocultaban su admiración y cierto nivel de envidia– “¿Cómo podía mover, una niña de 10 u 11 años, 90 kilos de gelatinas al día? ¿Cuántos viajes hacía? ¿Con qué tipo de transporte contaba? ¿Dónde las refrigeraba? ¿Dónde las preparaba?” Todo ello, concluía Karl, “no puede más que impresionarme por su precoz empuje empresarial, impresionarme por cómo desde temprana edad resolvió un problema tan complejo de movilidad, impresionarme por su temprana vocación de ingeniera, impresionarme porque –considerando que, hasta el año pasado, Tepatepec, Hidalgo, tenía 11,355 habitantes– Xóchitl vendía a diario a poco más del 5% de la población de su pueblo.” Y, mi reaccionario amigo, remataba su sorpresa con el mismo anhelo que todos tenemos: “Ya nada más falta esperar la serie de esta proeza como una producción original de Netflix, lástima que no vaya a estar a cargo de Epigmenio Ibarra.”

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
  • Bajo ataque

    Bajo ataque

    El gobierno federal encabezado por el líder principal de la izquierda en México y uno de los más importantes de América Latina se encuentra bajo ataque, con todo lo que la frase significa y con la gravedad y seriedad que amerita estar bajo el asedio continuo provocado por un clima hostil de desestabilización política incitado y elaborado por la oposición que no ha atinado a contrastar de manera legítima con el movimiento que llevó al poder a la izquierda mexicana en 2018.

    Es evidente que la actual oposición conservadora y todos sus integrantes con el apoyo trasnacional de claros enemigos de nuestra patria se han convertido en los golpistas que intentan desestabilizar al país y la institución democrática presidencial y en general la administración pública en su conjunto. Resulta muy claro que los últimos acontecimientos magnificados vía sus voceros a sueldo buscan crear el clima perfecto que argumente una ingobernabilidad que no existe hoy. 

    Con la narrativa actual de la fuerza mediática que ostentan pretenden enrarecer el ambiente pre electoral pues ya llegaron al extremo de argüir presuntos atentados futuros en contra de los personajes opositores. Con esa premisa están responsabilizando al Presidente de la República de hechos que incluso puedan suceder con la intención de incidir en la participación ciudadana que habrá de definir en el 2024 la continuidad y consolidación de la cuarta transformación porque ya ven muy complejo aspirar siquiera a competir contra el candidato de MORENA y su intención se centra en evitar a toda costa que la marea guinda se haga de la mayoría calificada en el legislativo pues eso sería estar presenciando el fin de sus últimos bastiones que aún dan patadas y coletazos del dinosaurio encaramados en organismos “autónomos” y en la SCJN desde donde se siguen recibiendo golpes bajos que obstaculizan la implementación del auténtico régimen popular pues son sus últimas agarraderas.

    En tal sentido conviene estar atentos a los arteros ataques al ejecutivo federal (por ende a la sociedad en su conjunto) que implican necesariamente y lamentablemente daños colaterales que van a cobrar vidas humanas porque en la lucha de los opositores por obtención y mantenimiento de poder serán indolentes a generar las que sean para desprestigiar al gobierno cuatroteísta.

    Los últimos acontecimientos que se vienen registrando a nivel federal en los hospitales del sector salud, específicamente el IMSS y el ISSSTE. Además los sucesos de PEMEX (derrames, explosiones, entre otros), son evidentes sabotajes auspiciados por la oposición criminal con una clara estrategia golpeadora y ruin. No se han tentado el corazón para generar destrucción y muerte, elucubrando desde su clandestinidad delictuosa una agenda de violencia atribuida mezquinamente al gobierno federal. Es decir, para ellos toda la responsabilidad es de un solo hombre ahora que les conviene porque cuando no es su intención hablan de que un solo hombre no puede tener tanto poder. 

    La desesperación aflora en la derecha y los ataques arrecian contra las figuras significativas del movimiento de transformación. El Presidente lo entiende y ha acusado recibo. 

    Estamos preparados.

  • Otra mala predicción

    Otra mala predicción

    Desde 2005 (incluso antes) que a la gente se venden cuentos e historias macabras sobre el actual presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Ahora, del cuento de la reelección parece ser que ya nadie se acuerda. Antes, día con día se aseguraba y juraba que una vez en el poder, haría lo mismo que Castro en Cuba o Chavéz y Maduro en Venezuela.

    Constantemente, se bombardeaba información de alerta; se distorsionaba la realidad y se generaba un miedo irracional sobre algunos incrédulos ciudadanos, que, aunque su vida corriera peligro (según ellos, ya que México se convirtió en una dictadura) no permitirían tal cosa.

    Con el paso del tiempo, ya no hay quien asegure o se atreva a decir que AMLO esté planeando reelegirse, a pesar que era uno de los cuentos preferidos por la oposición. Ahora, las luces están en los precandidatos de Morena y en ver quién de ellos será candidato presidencial.

    Por tanto, habría que, oficialmente, sumar otra mala predicción de la oposición a las muchas otras que no se han cumplido. 

    Por ejemplo, que el dólar se dispararía a más de 30 pesos, es algo que ni de cerca se ha proyectado, ya que el dólar, hoy día, está por debajo de los 17 pesos.

    Otra mala predicción fue que las instituciones estarían en peligro. Hasta ahora, es cierto que ha habido encuentros entre el ejecutivo y otros organismos, como el INE, pero de ahí a asegurar que desaparecería (como también se juró pasaría) estuvo muy lejos de ser.

    Una más fue que no se podrían terminar las obras prometidas, como el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería en Dos Bocas, Tabasco, o el Tren Maya, pues eran obras que requerían demasiado tiempo en concretarse, según los analistas y expertos de siempre. Pero resulta que fue otra mala predicción, ya que de estas tres, solo queda por concluir el Tren Maya.

    Por último, otra mala predicción fue que la inversión extranjera iba a disminuir, incluso a desaparecer. Pero resulta que, nuevamente, ha ocurrido todo lo contrario.

    Por tanto, una de dos: o los analistas y expertos de toda la vida son torpes; o, simplemente, mintieron con el objetivo de asustar a la gente.

    Ante todo, a la oposición se le vuelve a caer su teatro para manchar la imagen del presidente de México, quien, obviamente, tendrá sus errores y críticas justificadas. Sin embargo, una cosa es realizar esta acción con responsabilidad, tras un análisis holístico y otra muy distinta es hacerlo solo por golpeteo político.

    En fin, queda registrado que no se cumplirá otra de las tantas predicciones (asusta niños) que tanto se auguraba por la actual oposición.