La todavía noqueada oposición, apenas se levanta de la lona quiere venganza más que servicio a la comunidad y expresa la necesidad de crear un grupo amorfo de personas llamado marea rosa. Un partido político debe tener pensamiento más o menos homogéneo, y en las ideas de quienes marcharon en esas dos manifestaciones a simplemente brillaban por su ausencia. En lo que coincidían es en su odio por el presidente, la Cuarta Transformación y Morena, mostrando su terror ante el ateísmo, el comunismo y las expropiaciones de sus casas.
Es decir, una fantasía que ellos mismas crearon y que terminaron por creerse. Acostumbrados a informarse por los meses y notitas del watts app.
Ahora ven que ni el peso se devaluó, ni llegó el comunismo, ni se reeligió el presidente, ni subió la gasolina, ni el desempleo se desató, ni la inflación devoró los salarios. También se dieron cuenta que el comunismo no existe y que el ateísmo de algunos, muy respetable, no tiene la intención de cerrar iglesias ni de colgar curas.
Es decir, lo que unía a la gente en las calles a la marea rosa pertenece al pasado y a una serie de concepciones de la realidad tan variadas como fantasiosas. La creación de un partido debe ver hacia el futuro. Es lógico que la conformación de esta marea rosa como asociación política será integrada por conservadores, siempre nostálgicos del pasado, pero ese pretexto de cohesión no será suficientemente sólido para la conformación de un partido. Más bien es una irresponsabilidad porque no representa a nadie.
Las personas que salieron a la calle en nombre de la marea rosa lo hicieron basadas en una mentira, manipulada por una coalición partidista, impulsada por una candidata y financiada por la derecha. Puede afirmarse, sin temor al error, que la marea rosa no existe.
Con grupos de gente, cuyo mayor conglomerado es una familia, tal vez con uno o dos empleados, que como islas se suman a la calle sin conocerse y con objetivos de destrucción, destituir, reemplazar, derrocar, limpiar. Individuos no auténticos no pueden crear un movimiento auténtico ni sólido. La suma de individualidades recalcitrantes no conforman un partido, ni una fiesta siquiera.
En esta ocasión el partido de la marea rosa se crearía con una parte de la clase media que se sacudió la apatía y salió a las calles a desearle la muerte a los chairos, y los sobrevivientes del PRD que degeneró en grupo de choque, es decir un grupo de porros violentos unidos sólo por el odio al contrincante. Se trata de una horda más que de un partido político, donde los objetivos que lo impulsan son el odio, el resentimiento y la venganza.
La mutación inexplicable del PRD de ser un partido de izquierda a convertirse en una organización de “derecha liberal”, los condena al fracaso desde ahora. Para nadie sería atractivo juntarse con los agresivos de la clase media que quieren la desaparición de todo, menos de sus intereses y los porros de un partido que deben hacerse cada día más a la derecha para sobrevivir.
La inconformidad como ideología y la agresión como programa de gobierno. En realidad, se trata de un organismo sin identidad ni propuestas, porque nace de la nada en cuanto proyecto; ni siquiera una frase facilona que le identifique.
Es realmente lamentable que, a estas alturas, el único proyecto político que tenga la oposición sea la marea rosa. Significa una muestra inequívoca de su decadencia y un retroceso al pasado donde se sumaban personas que ni siquiera sabían a dónde iban ni porque se reunían, así como sucedió en las calles donde asistieron miles de personas con más odio que información y más resentimiento que convicción.
A semanas de finalizar el sexenio del presidente López Obrador, dos cosas suceden paralelamente: la transición de poder entre la actual y futura administración de Claudia Sheinbaum, quién esta misma semana anuncia los integrantes de su gabinete presidencial; y la Reforma Judicial. Mientras que, el poder fáctico de los mercados continúa con la especulación.
Por un lado, el pueblo votó por el Plan C, es decir, por la mayoría calificada en el Congreso para la aprobación del paquete de Reformas Constitucionales que presentó el Presidente López Obrador el pasado 5 de febrero; entre ellas, la reforma en materia de justicia. Y, por otra parte, los mismos que se declararon en “Moratoria Constitucional”: Va por México, para frenar cualquier reforma constitucional de AMLO, ahora piden construir consensos. A pesar de lo que se dice sobre que la gente desconoce por completo al Poder Judicial, el debate público sobre dicha Reforma se ha puesto en marcha desde antes de que finalizaran las victoriosas elecciones para la Cuarta Transformación. La discusión inició cuando la SCJN rechazó las distintas iniciativas y decretos, así como la invalidación del llamado “Plan B” Electoral del presidente López Obrador.
Por otra parte, la columna vertebral de la Reforma es la elección de ministros, magistrados y jueces por voto popular, libre y secreto. En este sentido, se ha optado por abrir el debate a nivel nacional, no solo en los sectores de élite académica, en el Congreso o en el mismo Poder Judicial; se propone que esta información llegue a la mayor parte de la sociedad mexicana y que ella misma intervenga en la discusión. Democracia participativa, lo que menos le agrada a la oposición de nuestro país, que rechaza esta iniciativa partiendo de que el “pueblo es ignorante” y no tiene la capacidad de elegir dichos cargos.
Como se había anunciado, primero se realizaría una encuesta nacional organizada por dos casas encuestadoras que más se hayan acercado a los resultados electorales presidenciales (Enkoll y De Las Heras), y por la Comisión de Encuestas de Morena. Los resultados se anunciaron el día de ayer y arrojaron que del 77%-83% de encuestados considera que es necesario que se lleve a cabo una Reforma al Poder Judicial, y del 68%-75% quiere que los ministros sean elegidos por voto. Entre otros datos que son interesantes de analizar como la percepción de corrupción que tiene la gente sobre este Poder.
Al igual que las elecciones, esta encuesta nacional sobre la Reforma Judicial refleja el consenso social que emana del pueblo, quien es el origen de la autoridad política, para reformar y elegir el Poder Judicial. Al fin de cuentas, la gente también votó por que hubiera reformas y tanto el presidente López Obrador como la Presidenta Virtual Electa, han expresado que este cambio en la constitución es urgente.
Es la hora en que la derecha y sus intelectuales, académicos, periodistas, comentaristas, medios de manipulación y líderes de los partidos-basura siguen en shock después de haber sido arrollados por un tren (maya, por supuesto) cargado con treinta y seis millones de votos.
No reaccionan, no dan de sí más allá de algunos conatos de análisis cuyo propósito es encontrar culpables de ese desastre anunciado que fueron las pasadas elecciones presidenciales para la ambición derechista de regresar al poder a continuar con el saqueo del erario nacional, el reparto de privilegios y apapachos, la venta del país a los extranjeros, las exenciones de impuestos a los poderosos y otras corrupciones agrupadas bajo la etiqueta de “neoliberalismo”.
En lugar de sentarse a reflexionar juiciosamente sobre las causas que los llevaron a la catástrofe electoral, los autores de ésta continúan con prácticas que ya demostraron sobradamente su ineficiencia, como son la creación de noticias falsas (¡Claudia Sheinbaum falleció en un accidente carretero!, ¡se viene un ciclón que devastará cinco estados norteños!), el ocultamiento de hechos que deberían presumirse, como el rescate de los restos de los mineros de Pasta de Conchos. Nada. No aprendieron nada. Gritería para las mentiras, silencio ante las verdades.
Serviría como una ayuda contra la obnubilación derechista lo asentado por el ex ministro Arturo Zaldívar en un mensaje de Twitter del 4 de junio. Escribió: “Hay tres grandes razones que explican el triunfo de MORENA en estas elecciones: 1. La figura del presidente @lopezobrador. 2. En esta administración se logró que la gente más necesitada tuviera un mejor nivel de vida. 3. El fenómeno de @Claudiashein y su conexión con el pueblo de México”.
¿Será cierto lo que asegura Zaldívar? Vamos viendo.
Al 14 de junio, el porcentaje de aprobación al presidente López Obrador es de 60%, según #AMLOTrackingPoll que publica el diario El Economista. Punto para Zaldívar.
Se cuenta que en su consulta una dentista, como buena seguidora de Xóchitl, renegaba de las becas a estudiantes, las pensiones a adultos mayores y los programas sociales de la 4T mientras atendía a una adolescente. La madre de la joven le preguntó “¿Sabe con qué le va a pagar mi hija su tratamiento dental? Con el dinero que ahorró de sus becas. ¿Se lo puede recibir, o no? Si no, para que ahí le deje porque nosotros no tenemos para pagarle”. La dentista siguió con su labor y seguramente votó por Xóchitl para que se quitaran los programas sociales y ella se quedara sin pacientes que atender porque de ese tamaño es la necedad derechista. Elevar el nivel de vida de la gente más necesitada también pasa por los tratamientos bucales, así que otro punto para Zaldívar.
“@Claudiashein y su conexión con el pueblo de México”, afirmación respaldada con una votación para ella superior incluso a la obtenida por el presidente López Obrador. “Conexión con el pueblo de México”, apuntó el ex ministro.
Pero la derecha no entiende algo ni con esos socorros al entendimiento. En una conferencia de prensa, el senador panista Damián Zepeda, una de las pocas voces sensatas de la derecha, criticó la actuación de su partido en las pasadas elecciones y propuso una reingeniería del mismo apoyado en la “sociedad civil”. Quieren apoyarse en la “sociedad civil”, se refieren siempre a la “sociedad civil” y nunca al “pueblo” en términos que los retrata en su clasismo y su racismo.
Nunca se ha visto al panismo sumarse a una marcha campesina o a una protesta obrera, porque eso sería como ofender a sus patrones, y porque lo que más claramente identifica a la derecha es su pasión por la conjura en las sombras de la noche, como los iniciados de El Yunque; o las confabulaciones entre los de arriba para pagar campañas en X twitter realizadas desde el extranjero.
Hoy, la derecha maneja la “desestabilización económica” como lo hizo con Echeverría; la “corrida contra el peso” igual que en la época de López Portillo; o las “turbulencias financieras” de Miguel de la Madrid. Para decirlo coloquialmente, hoy quieren asustar con el petate del muerto (financiero) a uno que está curado de espanto y se llama López Obrador. ¡Asústame, panteón!
La derecha no se ha dado cuenta de que estamos en otros tiempos, que existe un pueblo diferente al que manipularon por décadas, que vivimos en otro país que ya no es nada más suyo sino de todos. No aprendieron nada de los resultados de las elecciones.
Ayer sostuve una cortísima plática con un hombre de trayectoria larga en el servicio educativo. Él es, además de muchas otras cualidades, un hombre de ideas liberales y humanistas, siempre tratando de favorecer a los menos favorecidos por el mercado. En la pequeña conversación, coincidimos en la alegría de la victoria, pero también en la visión de que en las urnas hemos logrado poco más de la mitad de lo necesario, que hay que seguir luchando para sostener al régimen de la Cuarta Transformación e irlo agrandando hasta que abarque a todo el país lo que, en mi humilde opinión, tendría que generar una oposición fincada desde una izquierda más radical y apocando a la oposición derechista.
Entrado en este pensamiento, un somero análisis aventurado y alucinado me ha llevado a la opinión de que las reformas del 5 de febrero tienen que realizarse con la mayor profundidad posible. Al mismo tiempo, que se debe soslayar los movimientos tambaleantes del mercado, porque al final, el mercado puede estar siendo alterado por fuerzas agazapadas tras el poder imperial del capital financiero.
Ya alguna vez consigné que muchas de las medidas tomadas por el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador se realizaban para conseguir una mayor independencia del capital financiero transnacional, ese que los sesudos intelectuales de la derecha llamaron “capitales golondrinos”, que poco o nada han resultado favorecidos y que seguramente tampoco lo serán en el gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo y que en su lugar han llegado inversiones directas que privilegian la producción y mejores condiciones laborales y de vida para quienes vendemos nuestra fuerza de trabajo.
Así especulo que es el capital financiero transnacional quien pretende provocar una crisis macroeconómica por su miedo cerval a las reformas que están en puerta y que la mayoría calificada en el Congreso de la Unión va a entregar al país para mejorar la calidad de la democracia que empezamos a medio disfrutar. Lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo se niega a morir, pero lo hará; el proceso electoral así lo ha determinado.
Si observamos las relaciones de producción en México, éstas no han sufrido los cambios tan radicales como muchos esperaban y es perfectamente explicable, porque los avances políticos y de organización de la fuerza laboral mexicana siguen limitados por la acción de dirigencias sindicales tibias o corrompidas por la patronal, al tiempo que la autoridad laboral en las Juntas de Conciliación y Arbitraje o Tribunales Laborales dependientes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en sus versiones federales o locales, especialmente en la Ciudad de México, actúan de manera facciosa, corrupta y con un tortuguismo torpe y nefasto, porque sus actuarios, secretarios y funcionarios son absolutamente irresponsables pues dejan su trabajo sin hacer y terminan por dañar a quienes demandan la acción de la justicia de manera pronta y expedita. ¿Casos concretos? LITMUSA, o Diario Récord.
En términos de justicia hace falta la reforma de manera urgente, hace solo unos días un operador de UBER en Tabasco, fue ultimado por un supuesto pasajero para asaltarlo o por no entregar dinero del llamado “derecho de piso”, la FJT no ha terminado por aclarar el móvil del crimen allá por la carretera a Huimanguillo, donde algún juez ha dejado en libertad a delincuentes capturados in fraganti sin una razón lógica. Sabemos que ha ocurrido a todo lo largo y ancho del territorio de la República y aunque las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional junto con las corruptas policías estatales y municipales han actuado con rapidez y eficacia, el Poder Judicial funciona como un aliado de los criminales. ¿Por miedo o por corrupción? Un juez puede ser fuertemente protegido en caso de amenazas y así puede actuar con la valentía de un verdadero servidor del País.
Entiendo que a veces, incluso tengan miedo a los elementos de las fuerzas armadas porque entre ellos también hay algunos proclives a la corrupción, o si no, preguntémosles a las empresas que tratan de vender productos especialmente a la SEDENA, tal vez el temor evite que hablen, pero hay indicios claros de que en esos contratos hay moches gigantes. Ojalá que la Presidencia de la República se entere pronto y los detenga y sean procesados.
Inicié comentando la plática con el amigo con el que coincido en muchas cosas y digo que falta mucho por hacer y que la defensa de nuestro voto, no termina en la jornada electoral, sino que debe hacerse patente en la difusión de lo que ocurre, con toda verdad, y de la movilización masiva en cuanto se convoque. Tal vez haya que hacerlo pronto para defender el proyecto por el que votamos. Merecemos ser un Pueblo combativo y consciente, no debemos parar. La lucha sigue y sigue.
Comencé en un día miércoles a finales de mayo a dar la materia de economía y macro para chicos de marketing y turismo, mi primera clase estuvo repleta de impresiones sobre la política y su importancia en la economía, esto a flor de piel y en vísperas del calor de las elecciones del 2 de junio, una clase poco común para la que auguraba buenos resultados al final del cuatrimestre, pero para mi sorpresa eso no sería así. Días antes de mi futura segunda clase recibiría la llamada de mi coordinadora muy amable diciéndome que lo lamentaba mucho pero que el grupo había solicitado cambio de profesor, por lo que no concluiría con ellos esa materia, las posibles razones, muy diversas, que trataré de explicar con mayor detalle, pero la “justificación” del cambio de maestro, es que ellos argumentaron que no les gustaba que yo mezclara la política en clase de economía y que ellos no querían saber nada de política, me dije a mí mismo: ¡interesante!
¿Por qué jóvenes universitarios no querrían saber nada de política? ¿Por qué se tendría que impartir, como antes, la economía sin política? ¿cuáles son las consecuencias de ello?
Es posible que un chico de marketing o de turismo este más interesado en cómo hacerse millonario con una campaña para Cristiano Ronaldo o que le llame más la atención saber cómo funciona el turismo en Mónaco, algo alejado de su realidad, algo que no los involucrara con la realidad en la que viven y se desenvuelven. Posiblemente les haya incomodado decirles que el marketing es anti ético al crear campañas de publicidad y de marketing para envenenar a una comunidad como lo hizo Coca-Cola con los tzotziles en los altos de Chiapas en los que no sólo se apropió de su agua y de todos sus espacios socio-culturales, sino que logró sustituir el líquido vital por el consumo de su veneno volcando a la comunidad hacia el padecimiento de un problema grave de salud pública de diabetes por el exceso en el consumo de bebidas azucaradas. O para la gente de turismo, que les haya comentado que en Campeche hay una infraestructura hotelera concentrada en pocas manos que deja fuera de los beneficios del desarrollo del turismo a las mayorías, a los desprotegidos y explotados de siempre del sector turístico.
Me queda claro que ellos no querían saber nada de eso, de cómo funciona su realidad ni mucho menos de cómo cambiarla, no les interesaba que abordáramos el problema de la pobreza o de la desigualdad, de que hay una concentración de la riqueza en menos del 2.1% de la población que reporta un nivel de ingresos de más de cinco salarios mínimos y que la mayoría de la gente vive al día. Ellos querían entender cómo funciona la oferta y la demanda o posiblemente pensaban que la economía les daría las herramientas para hacerse millonarios por medio del emprendimiento, en fin, no querían saber nada que tuviera que ver con política ¿por qué? Su respuesta fue: ¡porque no profe! Posiblemente el desencanto de la clase se terminó cuando finalmente me preguntaron y usted a quien le va en las elecciones profe y yo respondí, yo le voy a todo aquel que le dé continuidad al obradorismo, ahhhhh entonces usted es morenista profe y les dije, no, yo soy obradorista, yo no tengo afiliación política a ningún partido, pero si afinidades ideológicas y de pensamiento con el obradorismo de Andrés Manuel López Obrador, ahhhh entonces usted es chairo, amlover, y les conteste en tono de broma, sí, así es, ahhhh pues con razón profe.
Frente a estos hechos cualquiera podría decir que mi “error” fue aceptar una afinidad en términos del pensamiento de AMLO, pregunto yo, ¿acaso es un pecado creer en una forma de pensamiento comprobada con hechos y no por actos de fe de que ha sido el mejor modelo económico de los últimos 100 años? Yo como economista que he estudiado la economía desde hace más de 20 años y que he impartido clases de economía por más de 15 años a nivel de grado y de posgrado, que he escrito libros sobre el tema y publicaciones científicas, que no sólo soy un docente sino también doctor e investigador, acaso no tengo la autoridad para poder decirle a un chico universitario que lo que está viviendo y que los indicadores y estadísticas que se reportan jamás los había visto en toda mi vida, que el peso esta fortalecido, que no ha habido devaluaciones, que tenemos crecimiento económico, que se redujo la desigualdad, que sacamos 5 millones de personas de la pobreza, que somos la segunda mejor economía con la menor tasa de desempleo, que tenemos record histórico en remesas e inversión extranjera, que mejoraron el salario mínimo como nunca y que como nunca hay afiliados al seguro social, formalizando y dignificando así el trabajo. ¿Acaso es un pecado creer en ese modelo y quererlo replicar?, un modelo que ha traído bienestar a la gente de manera democrática, sin violencia y sin represión.
Al parecer puede más la “moda” impuesta por los medios de manipulación de ir en contra de todo lo que represente los logros del gobierno, puede más la “moda” de denostar a las personas diciéndoles “chairos” cuando crees en un movimiento de izquierda que le ha traído progreso a la nación, que no ha excluido a nadie, un movimiento incluyente, que generó las más grandes obras de las que se hayan tenido registro en las últimas décadas, que hizo carreteras, puentes, hospitales, que comunicó al sureste de México, un sureste olvidado por todos los expresidentes y que sólo lo voltearon a mirar para explotar el Complejo Cantarell hasta dejarlo seco, sin el mínimo beneficio para su gente, para las comunidades campechanas. Eso se olvida, y de eso, al parecer, estos jóvenes no quieren saber nada. ¿Cómo entender el retroceso económico de décadas en Campeche sin hablar de política? ¿Cómo explicar el subdesarrollo y la falta de bienestar por décadas en Campeche sin entender a su sociedad, su clase política y su dinámica económica? Eso apreciable lector me parece francamente imposible.
Pero no se quería saber nada de eso, nada que tenga que ver con política, una economía sin vida prácticamente, sin tiempo ni espacio, sin historia, como la que recibimos los de mi generación en la universidad, una enseñanza de la economía matematizada, sin sentido, funcional al mercado, compleja, inentendible, en la etapa de mayor auge del modelo económico neoliberal y en la que predominaba la escuela neoclásica. Posiblemente esa economía es la que quieren, la que está repleta de números y gráficas, pero sin ningún sentido social, una economía a la que efectivamente se le puede quitar el contenido político dado que en esa economía sólo existe un individuo racional que optimiza todo lo que elije, un individuo perfecto que vive en una burbuja en la que no existe el tiempo, no hay Estado, no tiene familia, no existe la sociedad ni todas sus pasiones, que se mueve casi en el vacío de no ser porque en su mundo existe él, sus preferencias y sus famosas curvas de indiferencia. Esa economía es una economía bastarda que le ha hecho tanto daño al mundo, que egresó profesionistas con una mentalidad insana de la economía, para la cual no existe la sociedad, ni el mundo real que la envuelve. Sabíamos mucho de “economía”, pero poco de cómo funciona realmente el mundo, a nosotros sí nos enseñaron una economía sin política, pero es precisamente esa forma de pensamiento la que nos trajo hasta aquí, a vivir una situación decadente por décadas hasta el año 2018 cuando llega AMLO.
A lo largo de muchos años, se esmeraron en escindir la economía de la política los estudiosos, los premios nobel y los eruditos de la materia con el propósito expreso de que el economista supiera más del mundo abstracto que del mundo real que lo rodea. Que el economista supiera más de equilibrio general que de saber cómo elegir un candidato en las urnas, que supiera más de topología que de saber distinguir un proyecto neoliberal a uno alternativo de nación. A nosotros, sin pedirlo, se nos enseñó la economía sin política, lo que era antes la Economía Política se limitó únicamente a etiquetar así a las materias que tenían que ver con el marxismo o con la escuela de desarrollo (cepalina, estructuralista o regulacionista), y de manera arrogante y un tanto ofensiva, todo lo que no era “verdadera economía”, es decir, Teoría Económica (Escuela neoclásica-neoliberal), entonces era Economía Política. Y así se dividirían los dos grandes bandos (los de Teoría Económica y los de Economía Política) de luchas interminables en las escuelas, facultades y departamentos de economía que al día de hoy terminaron reducidos a una camarilla de grupos de poder de élite que goza de privilegios académicos y que por ahora les importa un carajo la verdadera enseñanza de la nueva economía, una nueva economía que demanda una nueva formación de economistas que respondan a un cambio de régimen y a un nuevo modelo económico de nación como el construido en la 4T con AMLO, esos nuevos economistas por ahora no existen, se siguen produciendo y reproduciendo en las universidades economistas formados por la vieja escuela, esa que alimentó el modelo neoliberal de los años ochenta, economistas sin principios ni ética, economistas sin humanismo, economistas con esa visión que privilegia el crecimiento por encima del desarrollo y que todavía creen que como determinantes del progreso de una nación es más importante la innovación que tener gobernantes honestos.
Hoy, sin saberlo, esos jóvenes piden que se les enseñe esa vieja economía, esa economía sin política, esa economía que enseña el BID, el FMI o el Banco Mundial en sus revistas de divulgación o en sus webinars, que hablan de todo menos de lo importante, que discuten en sus revistas “científicamente” todo de manera “profesional” pero sin el mínimo de ética y que mienten y no develan sus intereses perversos y corporativos a la hora de hacer sus recomendaciones (sobre todo para países en desarrollo), que sin lugar a dudas se suelen hacer famosas y poner de moda precisamente por todos aquellos economistas neoclásicos y neoliberales que sin saberlo o con conocimiento de causa sirven de mensajeros para difundir ese conocimiento en toda América Latina, esos economistas que se tragan todo sin masticarlo, que replican todo como merolicos, que lo repiten en clase como loros sin siquiera reflexionar lo que leen, lo que enseñan, son esos mismos los que hacen de los libros de Harvard, los más vendidos, son los paleros del sistema, del neoliberalismo y de la escuela neoclásica.
Quizás si me lo hubieran pedido les hubiera dado esta explicación un poco más extensa y que no se fueran con la impresión de que soy un amlover ideologizado ignorante y pobre que no sabe, que no está informado y que es chairo por que viene de la UAM o porque soy chilango, o como dicen aquí, soy foráneo, casi casi un extranjero en mi propio país. Pero no nos dio tiempo de platicar, les ganó un poco quizás las pasiones encontradas en la clase, el contraste de ideas los desmotivo y quizás querían una clase mucho más tranquila, sin sobre saltos, una economía sin política. Es posible también que este desanimo tuviera como trasfondo el hecho de que han sido educados con base en la hipocresía, es decir, que les haya sorprendido que un profesor dijera yo soy obradorista y que eso les haya provocado un ¡qué barbaridad! cómo es posible que diga a los cuatro vientos su postura política cuando lo “normal” es que a cualquier profesor al que se lo pregunten les diga hipócritamente “yo no me meto en política”, pero claro, al momento de votar tienen perfectamente claro su conservadurismo y actúan como tal, con la hipocresía por delante.
También es posible que no lograran distinguir entre politiquería y política, dos conceptos distintos, ésta última vista como una ciencia de la gestión del poder. Puede que crean que política son los dimes y diretes entre Alito y Eliseo o que política es el show de Biby en el Foro Ah-Kim Pech con las obscenidades de El pulpo y sus teclados, pero no, eso no es política, eso es politiquería, pero bueno, esa clara distinción la hacemos en clase, pero no será. Es posible que estuvieran hartos de la politiquería, pero no de la política, y que cuando dicen “yo no me meto en política profesor” se olviden de que la política está y estará presente en toda su vida y en todas sus decisiones y que el negarse a tomar una postura política en sus actos y en su vida, es negarse la oportunidad de intervenir en asuntos públicos que les competen a todos, es renunciar a su libertad de ser agentes de cambio y conformarse en ser simplemente “nadie” políticamente hablando.
También supongo que estos chicos renuncian a su postura política porque finalmente así se les educó, se creyeron la idea de que “en la mesa no se habla de política ni de religión”, y sumisamente se alejaron de la política para “no incomodar a los demás”, para “no levantar polvo”, para pasar desapercibidos, para no estorbar al poder, para ser simplemente los de siempre, los de generaciones y generaciones pasadas que por miedo le han dejado al poder y a la elite que gobierna Campeche el camino libre para hacer lo que le venga en gana, para dejar que les diseñen su futuro. Es válido renunciar cuando lo haces por convicciones, pero no por imposición, sin saberlo, en su forma de pensar esta impuesta la idea de no intervenir, no tienen una mentalidad libre, están altamente manipulados, los gobierna y paraliza el miedo, el miedo a ser diferentes a todos los demás, incluso han llegado al extremo de robarles a los jóvenes la rebeldía que los caracteriza, los han colocado en una encrucijada hasta biológica, como decía Salvador Allende: “ser joven y no ser rebelde, es una contradicción hasta biológica”.
Puede ser que les haya incomodado también la idea de no usar diapositivas en clase, de reflexionar, de analizar lo que se escribe y lo que se toma de apuntes, de participar y de estar constantemente construyendo una retórica de la búsqueda de la verdad de manera conjunta, posiblemente no estarían de acuerdo en que no les diera todo digerido con diapositivas, para que solo ellos tomaran foto y listo, siguieran con sus asuntos en su computadora o en su celular, algo mucho más cómodo que no les exigiera respirar profundamente, ni discutir ni contrastar sus ideas, algo común, posiblemente una clase habitual en el que el profesor se reduce a ser poco menos que un bufón servil que baila al contentillo del alumnado, eso, definitivamente, en mi caso, no pasará, compadezco a quien me sustituyó, porque él o ella sí tiene una línea que debe de seguir, de lo contrario tendrá el mismo fin que yo, quedar en desempleo y ajustar a su familia y sus gastos por un “capricho” de “estudiantes” que como si fuera un menú a la carta elijen por su cuenta lo que desean que se les “enseñe”.
No es fácil, no es la primera vez que me pasa, pero estoy convencido de los costos de participar activamente en la “revolución de las conciencias”. Desde el sector privado esta iniciativa de re-educación se percibe como una amenaza al sistema, es por ello que no la tenemos fácil, sobre todo cuando eres un simple docente por asignatura, pero aquí seguimos luchando, aquí también el conservadurismo se expresa y se cree dueño de nuestro destino, hoy nos emplea y mañana no, hoy te dan materias, mañana no, hoy estas en un grupo de WhatsApp, mañana te sacan, hoy estas en la reunión de inicio de ciclo donde no se cansan de decir que el profesor es lo más importante, y mañana no. En fin, los dueños podrán creer que tienen el poder sobre uno, pero se equivocan, no hay hombre más digno y libre que el que lucha por sus ideales, sin saberlo, esos mismos que se creen amos y señores también son esclavos del dinero, su dios. Es por ello que la lección que les dejo a mis queridos estudiantes es que nunca dejen de seguir sus convicciones, no todo es el dinero y pongan por encima siempre su dignidad, que esa, definitivamente, no tiene y nunca tendrá precio
Durante varios meses, a lo largo de la campaña, Televisa realizó una sesgada cobertura a favor del PRI y su candidato, Carlos Salinas de Gortari. La información sobre la oposición fue casi inexistente, o al menos insuficiente. Según un estudio realizado por el investigador Pablo Arredondo de la Universidad de Guadalajara, sobre la cobertura electoral de 1988… más del 80% del tiempo-aire dedicado a la cobertura electoral fue para el PRI.
…Los partidos de oposición, en cambio -incluidas las dos principales fuerzas opositoras, PAN y FDN (de reciente creación)- … recibieron una atención mínima…
…Si bien es cierto que durante esta elección Televisa fue considerada vocera de Salinas, no fue el único medio en servir a los propósitos del pacto político que desde finales de la Revolución habría prevalecido en México…”
El Tigre, Emilio Azcárraga y su imperio TelevisaClaudia Fernández y Andrew Paxman11. Soldado del PRIUn pacto por convenienciaPáginas 386, 387
No entendieron, nunca entendieron que México cambió. Que ya no tienen la hegemonía de las noticias. Pensaron mucho y se confiaron en el “voto oculto”, la misma candidata de la oposición pensó que en ese “voto oculto” estarían los números para ganar. No vio que sí, efectivamente sí había mucho voto oculto, lo malo es que no vieron ni vislumbraron que no serían para ella.
¿Cuál es la responsabilidad de los medios de comunicación? ¿De las casas “encuestadoras”? ¿Qué derecho tenían las encuestadoras como Massive Caller de mentirle a las audiencias? ¿Por qué hizo que los votantes creyeran que la candidata de la oposición sí iba a llegar?
La Dra. Sheinbaum llevaba meses lidereando los números (de las encuestadoras serias, dignas, de reconocimiento) y los medios corporativos nunca los presentaron, siempre los ocultaron e hicieron creer a los ciudadanos convencidos y seguidores de la candidata opositora que iba bien, de sus maravillas, de sus encantos y de su excelsa preparación, además de mostrar que su campaña era todo un éxito y que al acercarse la fecha crucial sería un 1 a 1, esto basado en dos o tres casas encuestadoras que, para decirlo con todas sus letras fueron imprecisas, falsas, erróneas, mismas que fueron contratadas por su mismo equipo para que movieran, manejaran y manipularan los números dando irresponsablemente datos y resultados totalmente erróneos.
Es una pena que hayan engañado a tantas personas porque sí, fueron millones, cerca de 16 millones que creyeron que su candidata ganaría. A pesar de las evidencias y que la población tuvo otros medios para informarse muy ajenos a los corporativos nunca lo hicieron, creyeron en la imagen que, tanto esos medios como esas casas encuestadoras de dudosa integridad, mostraron a lo largo de la campaña falsaria. Millones de ciudadanos a los que no les tuvieron ningún respeto.
Les hicieron creer que la señora Gálvez, mágicamente iba subiendo y la diferencia de 20 puntos de distancia entre una y otra (que manejaban las encuestadoras serias), sospechosamente empezaban a emparejarse, comenzando a mostrar números con “diferencias” de 20 o 25 puntos hasta llegar a 4 entre una y otra para, en el día crucial, el día de la elección donde, contra cualquier pronóstico supuestamente habría “rebasado”, hacerles creer que luego de varios meses habría subido en las encuestas y sería la ganadora.
Y me enfoco en este punto a casi dos semanas del evento y de haberse presentado los resultados de la contienda pensando en todos aquellos ciudadanos que creyeron ciega e inocentemente en todo lo que les presentaban ambos: medios convencionales y “encuestadoras”, y al final de día, estuvieron fúricos, coléricos e iracundos a más no poder porque, por ese maniqueísmo que manejaron todos los “comunicadores” y las “encuestadoras” contratadas, muchos ciudadanos que inocentemente tenían sus esperanzas fijadas en su candidata, después del resultado tan escabroso (para ellos), ahora se sienten engañados, ofendidos, traicionados y nada ni nadie les quita de su cabeza que hubo fraude; gritan y están enojados porque se sienten defraudados, pero no por su candidata sino por el organismo que efectuó los comicios (el INE) aunque diversos organismos internaciones como la OEA y los observadores de diferentes países que llegaron para estar durante el proceso, lo hayan avalado y reconocieron desde el primer día después del 2 de junio que las elecciones fueron las más limpias que se hubieran realizado en México, calificando el evento de un verdadero ejercicio democrático.
Grande es la irresponsabilidad de los medios por el enojo de los cerca de 16 millones de ciudadanos que creyeron a fe ciega en la candidata opositora, que caminaron junto a ella o ella misma lidereando la marea rosa que representaba a la ciudadanía no vinculada ni cooptada por ningún partido político, bueno, eso fue lo que les dijeron y siempre les creyeron aquello de “candidata ciudadana” tanto que fue la convocada para dirigir su “cierre” de campaña ahí, en su marcha rosada y estuvo al frente de su manifestación.. pura simulación, pura manipulación, puro engaño.
Les mintieron a sus seguidores pensando que la señora Gálvez iba arriba y ganaría. La realidad les cayó como balde de agua y los ubicó en su justa dimensión: diferencia de cerca de 20 millones de votos o de 30 puntos, todo un mundo de diferencia difícil de empatar.
Ahora todos los “líderes” de opinión están tundiendo como nunca a la oposición, a su candidata, al que hizo este amasijo de partidos, pero nada, nada de una autocrítica. Nada de acordarse de todos aquellos ciudadanos que realmente creyeron en la campaña, nada de pedirle cuentas a esas 2 o 3 casas encuestadoras que, principalmente Massive Caller, mostrando durante todo el proceso números totalmente diferentes, ahora con un “usted disculpe, me equivoqué” y ya; nada de aquellos “comunicadores” que al inicio de las precampañas y de la campaña veían a la senadora con licencia, Xóchitl Gálvez como una mujer llena de atributos, de gracia, de preparación. La mostraron como una verdadera líder en todos los sentidos y así mantuvieron a sus audiencias, creyendo el algo que distaba mucho de la realidad de la señora. Siempre mostrando pura fantasía, engaño, y como lo decimos anteriormente, sin ningún respeto a las audiencias.
Para la siguiente ya saben, sus mentiras, maniqueos, manipuleos ya no funcionarán, ahora se trata de trabajo con el pueblo y de resultados, sólo resultados…nada más y nada menos.
Disgregando
1
“En Estados Unidos deberíamos estar celebrando el hecho de que la democracia se esté cumpliendo en México, mientras nosotros también pasamos por nuestras propias pruebas de democracia aquí en Estados Unidos, y en otros lugares del mundo”.
“Creemos que el trabajo que hemos estado haciendo va a profundizarse y continuar con la [virtual] Presidenta electa [Claudia Sheinbaum] y su equipo, y mientras tanto con el actual Gobierno del Presidente [Andrés Manuel] López Obrador”. Dicho por Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, reconociendo tanto el proceso como a la ganadora del pasado proceso de selección.
2
La Sra. Xóchitl Gálvez (Senadora por la Ciudad de México), ya acabada y terminada ella y su campaña, regresa al Senado, no para legislar, qué va a legislar en este momento cuando ya terminó el periodo legislativo y ya no hay propuestas qué presentar, pero eso sí, su asunto de regresar se reduce a lo simplista y vulgar, regresa a cobrar las jugosas cantidades en prestaciones, facilidades, compensaciones, bonos, apoyos, complementos o el concepto que quiera ponerle, entre ellos uno llamado “Bono de marcha” (algo así como finiquito, termino de legislación o fin de legislatura), por la pequeña y mínima cantidad de $3,000,000.00 (sí, nada más por este concepto, tres millones de pesitos), nada más y nada menos.
3
Dijo Denise Dresser: “las cadenas que les quitamos”, lo que no aclaró la señora Dresser es que, efectivamente, a lo largo del periodo neoliberal sí le quitaron al pueblo de México cadenas, billeteras, cuentas de banco, relojes, carros, casas, empresas, sueños, orgullo, soberanía, dignidad, independencia, esperanza, todo, todo y muchas veces, ante la situación tan crítica en muchos aspectos con tanta devaluación, préstamos a los organismos internacionales, deuda interna, deuda externa, jubilaciones mochadas por las reformas que se dieron en ese periodo, salarios raquíticos, falta de empleos, etc. etc., muchas veces la ciudadanía tuvo que buscar la manera de conseguir sus ingresos teniendo que empeñar sus cosas para poder sobrevivir. Y pues sí tuvo razón, nos quitaron casi casi hasta los calzones y a muchos hasta las ganas de vivir o emigrar de su amado México a buscar lo que no les dio su país de origen.
4
Murió el PRD, qué lástima que cayera en las peores manos y en el manejo de las personas más corruptas en las que pudo estar (los Chuchos, Zambrano y Ortega). Se recuerda con dolor cuántos luchadores pertenecientes a ese partido que en su inicio fue un verdadero partido izquierdista, de oposición y tuvo en su movimiento verdaderos representantes de la izquierda, muchos murieron durante los sexenios prianistas, sobre todo en el salinato. En ese sexenio, el de Salinas, a más de 600 integrantes luchadores, líderes, compañeros o defensores les arrebataron la vida por sus ideales, por sus luchas, por el movimiento y les costó su vida por luchar por los derechos, por la tierra, por la democracia, tanto que no, no les quitaron la vida, se las arrancaron, se las arrebataron.
El PRD un partido con dignidad teniendo a verdaderos ciudadanos llenos de dignidad, un Heberto Castillo, un Andrés Manuel joven siendo presidente del partido en esa etapa en los que era un partido lleno de dignidad y una oposición inteligente luchando por la soberanía de México, llegó hasta nuestros días mutando a una verdadera piltrafa y una aberración al ponerse de tapete, sobre todo en el sexenio de Peña Nieto al avalar y firmar el dichoso “Pacto por México”, el proyecto entreguista de nuestra soberanía que traía en las llamadas “reformas “estructurales”.
Qué tragedia con las alianzas que hizo ese partido que perteneció a la izquierda y terminó cobijándose (por decirlo decentemente) con sus antítesis (el PAN y el PRI) que se encontraban en el polo totalmente opuesto, qué pena que se fue a arropar con los que tantas vidas de compañeros de luchas les quitaron, y lo pagó caro, con falta de dignidad, con falta de honorabilidad, de ética y la ciudadanía se lo cobró, ya no le dio su confianza y ahora perdió el registro. Ahora al ostracismo de la ignominia, a donde pertenecen sus últimos dirigentes que sólo vieron el interés del dinero.
5
No lo esperaban, nunca vieron la avalancha que se vino. Nadie esperó la respuesta al Plan C que hizo el presidente. Se burlaron de haber echado para atrás el Plan A y el Plan B, y el presidente lo anunció, “vamos por el Plan C” y poco a poco fue dando la pedagogía necesaria para que el pueblo lo entendiera y lo entendió.
A los mercados, a los financieros que manejan los dineros del mundo no les gustó la arrolladora votación y cómo la ciudadanía respondió a ese llamado, al del Plan C y le dio toda la confianza traduciéndose en votos a la candidata oficial para llevar a cabo ese plan, y empezaron a meter presión sobre el peso, fue notorio cómo empezó a subir el dólar pero ¿por qué empezó esa variabilidad en nuestra moneda?
Lo explicó el presidente en su conferencia matutina, el Poder Judicial, en vez de impartir justicia para el pueblo está al servicio de los oligarcas que están resguardando sus intereses, y tienen en el Poder Judicial a sus mayores aliados y es su último reducto para proteger sus intereses pues en los hechos fungen como empleados de los magnates y particulares, algunos ministros están como “llaveritos” (AMLO dixit). De ahí el miedo a que se lleve a cabo el Plan C. La muestra más clara de esto fue cómo echaron para atrás las modificaciones a la Reforma Eléctrica que aprobó el otro poder, el Legislativo y que el poder judicial lo revocó así, sin más ni más. Dos ministros, sólo dos echaron para atrás la decisión independiente del otro poder.
Ejemplos como éste tenemos más, muchos más. Otro más, el día que en Estados Unidos declararon culpable de cinco delitos a Genaro García Luna (hay que recordarlo aunque suene repetitivo) el ¡Secretario de Seguridad! en el sexenio calderonista, acá la ministra presidenta Norma Piña liberó las cuentas de su esposa y no, no eran cuentas chiquitas, eran cuentas mega millonarias que el gobierno federal había asegurado y sin más ni más las liberó el Poder Judicial por órdenes de la ministra presidenta… y como este ejemplo, ya lo decíamos, hay más, muchos más y una gran cantidad de casos difíciles de explicar.
El pueblo decidió y dio el aval para que se hagan las reformas necesarias, entre ellas la Reforma al Poder Judicial, por eso se llegaron a los casi 36 millones de votos para la candidata oficial, 30 puntos de diferencia para lograr el Plan C, el mandato está, adelante con la Reforma al Poder Judicial. El gobierno le pidió al pueblo que necesitaba mayoría calificada y el pueblo se lo dio, le dio todo y sin dudarlo emitió su voto, hasta el voto oculto del que tanto hablaba la oposición y su candidata y que resultó para Morena en los cerca de 36 millones de votantes ya mencionados, aunque les duela recordarles el dato.
La propuesta, a grandes rasgos es, entre varios puntos, que a los ministros los elija el pueblo, que las leyes que se promueven y promulguen en beneficio del pueblo no sean rechazadas por este poder, que trabajen para proteger la soberanía nacional, que haya protección de las empresas estratégicas de la nación, que el poder judicial no eche para atrás cuanta ley proponga el ejecutivo y promulgue y apruebe el legislativo; y a eso es a lo que temen los mercados, los oligarcas, a que pierdan la protección de los ministros haciéndole creer a la ciudadanía que es el presidente quien, con esta reforma quiere tener el poder absoluto, pero con lo que no contaron fue que con esta abrumadora votación, el mensaje que se mandó fue claro, ¿Qué es lo que implica haberle dado voto masivamente a la Dra. Sheinbaum? El del cambio urgente sobre todo en el poder judicial que es el que más le ha hecho daño a la nación.
6
A inicios de esta semana se conmemoró otra fecha del negro historial de represiones de la larga noche neoliberal. El 10 de junio se conmemoró otro año más de la matanza del Jueves de Corpus o como se le llamó después, el Halconazo. A 53 años de aquella fecha (1971), se recuerda una matanza más de jóvenes estudiantes de las que tanto les gustaban a los represores gobiernos priistas con preferencia por asesinar a estudiantes manifestándose o a cualquier ciudadano o grupo que levantara la voz por alguna petición.
Las demandas de los estudiantes, médicos, obreros, campesinos, luchadores sociales eran varias y diversas y los gobiernos, que no sabían dialogar y sí imponerse siempre a través de la violencia y de las matanzas, nunca tuvieron un método para poder llegar a acuerdos o arreglos. Lo suyo fue la imposición, la violencia, los asesinatos, las desapariciones forzadas, las represiones, ir por los heridos a los hospitales y rematarlos o secuestrarlos para torturarlos y sembrar el miedo en la población para mantener un régimen opresor.
Y a 53 años de esa fecha fatídica nunca más un Jueves de Corpus, nunca más un “halconazo”, nunca más jóvenes, hombres, mujeres, adultos, ancianos, estudiantes, profesionistas, obreros, campesinos, nunca más matanzas avaladas u ordenadas por o desde el gobierno.
7
Sí, se votó y sí contó cada voto. Ahora a exigirles que cumplan con todo lo prometido, desde un alcalde, un diputado, un senador, un gobernador hasta la presidencia. Su lema fue “No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”. Y ahora ya vieron que en el sistema democrático que ahora nos rige, el pueblo tiene el poder con su voto y si no hay cumplimiento del mandato, de lo prometido durante las campañas, sabrán que ahora, en la verdadera democracia a la que le dio apertura el presidente López Obrador, el voto sí vale, sí cuenta y sí puede girar hacia el lado opuesto y contrario…así nada más el poder del voto.
8
Tercer domingo de junio, Día del Padre. Felicidades a todos los padres, los que son padres, los que fungen como padres, los que asumen su grandioso papel de padres; a todos aquellos varones que como hombres muchas veces se guardan sus penas y dolores. Un cariñoso y fraternal abrazo a todos…y a aquellos que se nos adelantaron en el camino, que nunca caigan en el olvido.
Y sobre todo a mi padre, a mi papá, has sido el mejor sostén en los momentos más difíciles de nuestras vidas como padre e hija. Tu apoyo, tu valentía y tu amor nos sacaron adelante; tus abrazos le han dado un cobijo hermoso lleno de calidez a mi corazón.
Gracias papá, te amo con todo mi corazón.
Para ti Marco, mi gran motor, muchos años de amor y cariño, de penas y alegrías, de esperanzas y también sin sabores pero sobre todo de caminar juntos, de sostenernos y agarrarnos, y cuando hemos caído levantarnos uno al otro. Gracias por darme aliento, confiar e impulsar mi Fe en el Ser Supremo con el que caminamos.
Apabulla la cantidad de sandeces que se anima a publicar la prensa tradicional. Va un botón…
Semana y media después de la jornada electoral, El Economista publicó “¿Cómo queda el mapa político en México y cuáles son los retos de una democracia todavía frágil?”, un texto de opinión de Juan Jesús Ramírez Ramírez.
El editorialista da cuenta de los resultados de los comicios echando mano de una frase que impele al lector a retrotraerse consciente o inconscientemente a tiempos pretéritos y muy feos: habla de “la aplastante victoria de la alianza oficialista” y denuncia “un regreso a escenarios de ‘carro completo’”. Una artimaña: referirse a la coalición del PT, el Verde y Morena, como “la alianza oficialista” no es decir mentiras —estas fuerzas efectivamente detentan el poder desde 2018—, pero ese fraseo tiene su historia y se oye muy del siglo pasado y sobre todo muy priísta. Ni qué decir de la expresión “carro completo”… Con ella se quiere enunciar que Morena y sus aliados ganaron casi todo, pero, tanto o más que la frase anterior, nos obliga a recordar el larguísimo período durante el cual el PRI se quedaba con todas las rebanadas del pastel, pero, a diferencia de lo que ocurre actualmente, sin competir contra nadie y sin que realmente importaran los votos. Así que mentar “la aplastante victoria de la alianza oficialista” y denunciar “un regreso a escenarios de ‘carro completo’” es una treta: sin decirlo con todas sus letras, iguala a Morena con el PRI, desdeña la voluntad de casi 36 millones de votantes, y afirma que ha ocurrido en México algo que por ahora es imposible: un retorno a tiempos idos. Luego Ramírez Ramírez apunta algunos datos con el afán de retratar el susodicho “carro completo”: que la coalición Sigamos Haciendo Historia obtuvo 59.8% de los votos; que, con sus aliados, Morena alcanzó la mayoría absoluta en ambas Cámaras, y la calificada en la Cámara baja; que se quedó con siete de los nueve estados en disputa, y que será mayoría en 27 de 32 Congresos locales… Enseguida, el autor dispone algunos parrafitos dedicados a los dichosos contrapesos —aquí hallamos juicios tan sólidos como “Lo deseable es que existan pesos y contrapesos.”—, para después subtitular con negritas: “El voto popular puede debilitar los contrapesos democráticos”. ¡Sopas! Como lo les: “El voto popular puede debilitar los contrapesos democráticos”. Un contrasentido… Hasta ahí llegué… Por puro morbo, previendo una barbaridad, me fui hasta el final del sesudo texto… Y sí, ahí estaba el despropósito: “La primera presidenta de México tendrá una gran mayoría de su lado. Una de sus grandes responsabilidades será utilizarla para corregir el rumbo y no caer en la seducción de volverse una líder autócrata”. ¿Qué? “¿Corregir el rumbo?” ¿Pero por qué tendría que hacerlo, si el voto popular fue precisamente en favor de la continuidad? Ahora, “¿volverse una líder autócrata?” Como la memez anterior, la de que el voto popular puede debilitar los contrapesos democráticos, a la advertencia subyace el siguiente absurdo: la persona más votada en la historia del país para alcanzar la Presidencia, la persona con el mayor respaldo democrático que ha tenido México… ¡puede hacerse una autócrata!
Seguro estarás pensando que esta película ya la vimos… Cierto. Como en 2018, los agoreros del desastre andan sobreexcitados… Hace seis años se desgañitaban alertando que estábamos a punto de convertirnos en Venezuela, ahora —y no invento, traigo a cuento el galimatías que publicó hace unos días Silva Herzog Márquez—, anuncian que se ha instalado una “autocracia popular”.
Son los mismos profetas de la fatalidad que, por más que lo intentaron a lo largo de todo el sexenio, no pudieron engañar a la mayoría de la gente. Uno los escucha y es difícil no llegar a la conclusión de que no han entendido nada. Uno los lee y constata que muchos de ellos no han podido digerir el mandarriazo de realidad del 2 de junio.
No ha sido para ellos nada fácil comprenderlo, pero poco a poco les está cayendo el veinte… Nueve días después de la jornada electoral, Pascal Beltrán del Río, por ejemplo, tituló su columna en Excélsior: “A esta oposición ya la chupó el diablo”. ¡No, bueno, qué perspicacia! Algo más tardo, al otro día, Leo Zuckermann, en el mismo diario, muy a tono con el resto de la opinocracia conserva que ahora se desvive repartiendo culpas, determinó, ¡oh, agudeza!, que “los partidos del pasado”, refiriéndose al PRIAN y su chipotito amarillo, están en fase de extinción.
Sí, el PRD desapareció y no merece ni un RIP. En cuanto al PRI, al parecer, la libró…, pero cuidado que las apariencias engañan. Pienso que en realidad el PRI es ya un muerto viviente o dicho menos dramáticamente no es más que una pandilla de facinerosos que tan pronto se acabe el botín que les queda se dispersará. Del PAN queda más… o quedan más: lo cual sólo permitirá que la noche de los cuchillos largos que ya comenzó dure menos y sea más sangrienta.
Vuelvo a la editorial de Beltrán del Río. El señor dice que “tiene la impresión” de que el PRI y el PAN ya no sirven para nada, “que incluso mantener sus siglas sería un error”, porque “a esas marcas… ya las chupó el diablo”. Por mi parte, tengo la certeza de que todos ellos, los opinócratas que trataron de inflar la quimérica candidatura de la señora X lo hicieron profesionalmente, es decir, que cobraron por hacerlo. Diría que sería justo entonces que también se los chupara el diablo, pero él, el diablo, qué culpa tiene.
Más de una brillante mente brillante de nuestra opositora oposición en permanente oposición a todo lo que tenga sentido, pasando por la libertadora Denise Dresser ―cuyo nombre debería estar escrito en letras doradas en el Congreso― y el erudito salinista Héctor Aguilar Camín, se han dado cuenta que si Claudia quiere demostrar que no es el títere de López Obrador, tiene que dar la espalda a la continuidad obradorista y al llamado “plan C”, de tal forma que deje claro que ella tiene su propia agenda, sus propios principios y ―sobre todo― que nadie le manda. Porque la duda está ahí, no pueden esperar que alguien en su sano juicio piense que Claudia está convencida de la Cuarta Transformación e impulsará el “plan C” porque cree en el “plan C”. No. Si lo impulsa, quedará claro que quien gobierna es Andrés Manuel y no ella. Si se apega a lo que propuso en campaña, si honra su palabra, será evidente que no es más que un títere al servicio de una agenda que le ha sido impuesta.
Desde luego que no faltarán quienes piensen ―con ilusa ilusión― que Sheinbaum está obligada a respetar la voluntad popular expresada en las urnas y defender las reformas, las 18 reformas que impulsó en su campaña como parte del “plan C”. No faltarán quienes consideren necesario apegarse al plan propuesto y por el que la gente voto ¡Menuda tontería! Si algo saben Dresser, Aguilar Camín, Alito, Marko y la oposición entera es que lo que pasa en campaña se queda en campaña, que no hay necesidad de llevar la campaña al gobierno y cumplir lo que se ofreció. Claudia tiene todos los elementos para ignorar el voto de la ciudadanía y no realizar ni una sola de las 18 reformas. Quizá pueda elevar a rango constitucional la prohibición del maltrato a los animales, pero las otras 17 reformas ¿qué?
Es más, las otras 17 reformas deben ser el legado claudista que ponga un alto al obradorismo que representa, si quiere demostrar que no es títere de nadie, Claudia debe sacudirse a AMLO y sacudirse también a los votantes, a la ciudadanía entera y consolidarse como una presidenta que ni vea ni oiga a nadie y haga nada de lo que se comprometió a hacer. Para consolidar la transformación Claudia debe dejar todo intacto. De lo contrario, de insistir en cumplir con el “plan C” demostrará que está al servicio de la democracia, de una democracia en la que el pueblo decide que camino quiere que tome el país, una democracia sin contrapesos a la tiránica tiranía popular, sin contrapesos que cuiden, vigilen, resguarden, protejan, conserven, custodien, mantengan, velen y preserven, los privilegiados privilegios de las clases privilegiadas, de nuestro heroico empresariado, de jueces y magistrados que pueden perder su seguro de gastos médicos mayores, de la casta dorada, de los factureros, de quienes evaden impuestos y tantos otros nobles profesionales parasitarios cuyo ejemplo es el principal motor de la clase aspiracionista.
Revisemos el impacto negativo de algunas de las reformas propuestas. Reformar el Poder Judicial para que magistrados, jueces y los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal sean electos mediante el voto popular en las urnas, topar sus salarios y reducir su número, solo abonará a fortalecer un sistema democrático que ya ha demostrado ser un peligro en manos de la gente, ¿Quién defenderá a los evasores fiscales si no están los magistrados elegidos por los grupos de interés? Reformar el sistema político para revisar el tema de los diputados y senadores plurinominales que se representan a si mismos dejará sin representación a Lilly Tellez, a Alito Moreno, a Beltrones y a tantos otros por los que nadie vota, del mismo modo que reducir el financiamiento de los partidos políticos no hará otra cosa que eliminar el atractivo de formar un partido político y lucrar con el dinero público. Desaparecer los órganos autónomos, que sólo son autónomos de la decisión popular implicará volverle a poner esas cadenas al poder económico que los libertadores de la academia y la comentocracia le habían quitado. Revertir las reformas a las pensiones aprobadas en 1997 y 2007 por los presidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, y garantizar que los trabajadores puedan jubilarse dignamente, provocará que la gente quiera dejar de trabajar, que nadie se esfuerce por sobrevivir o morir en el intento.
Entrados en gastos
Insistir en dignificar y democratizar la vida pública y las condiciones de la gente, así como en ampliar derechos a quienes históricamente se han visto excluidos del acceso a los derechos, reconociendo en la Carta Magna a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos, dándole nuevamente el rol de empresa pública estratégica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), reconociendo a la Guardia Nacional como una fuerza policial de carácter permanente y adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional para hacer frente a la violencia e inseguridad generadas, principalmente, por el crimen organizado, crear un sistema de salud que garantice la atención médica integral, universal y gratuita, que incluya estudios médicos, intervenciones quirúrgicas y medicamentos necesarios, prohibir la contratación o adquisición de bienes o servicios innecesarios o superfluos, blindar los salarios de docentes, personal de seguridad, médicos y enfermeras, para que sea equivalente al salario promedio registrado en el IMSS, elevar a rango constitucional programas sociales, elevar también a rango constitucional el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, castigar con cárcel la producción, preparación, venta, compra, importación, exportación, transportación y distribución del fentanilo y todas las drogas sintéticas, prohibir la producción, distribución y venta de cigarrillos electrónicos, vapeadores y cualquier aparato similar, prohibir el maíz transgénico en suelo nacional, blindar el consumo de agua para uso doméstico y negar concesiones de uso de agua en zonas con baja disponibilidad, prohibir la extracción de hidrocarburos a través del fracking, elevar a rango constitucional la prohibición del maltrato a los animales, fomentar los servicios de trenes de pasajeros, y ampliar las facultades del Infonavit, no traerá nada bueno para quienes lucran con la lucrativa posibilidad de hacer negocio con las necesidades del grueso de la población ¿En verdad queremos eso?
Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
Alito Moreno y Marko Cortés poseen una característica muy peculiar: ¡son bravucones! Y si no lo creen, bastaría con preguntar a una pequeña parte de la militancia que aún le sobrevive a los partidos que representan. Así ha quedado demostrado desde que tomaron las riendas de sus respectivos partidos donde la valentía que pregonan no ha sido más que una simulación, una sencilla apariencia que oculta el alto grado de sus limitaciones, particularmente el de la conducción política.
Vayamos por partes: Apenas esta semana el líder impresentable del PRI sostuvo un encuentro con los diputados federales y senadores electos. Cuentan algunos de los asistentes que el estilo soberbio del campechano eliminó de tajo los tibios reclamos de uno que otro que se atrevió a mencionar las causas de la debacle. Entre ellas, evidentemente los señalamientos del bajo rendimiento en términos electorales que ha experimentado ese partido, al menos desde 2018 a la fecha. Recordemos que en comparación con la anterior elección, el PRI sufrió una pérdida de poco menos de 2 millones de votos, además de la desbandada que se ha convertido en una constante.
Ahora para la militancia real, el peligro es mayor y los colocará al borde de la desaparición total si, como todo indica, la camarilla de Moreno Cárdenas logra perpetuarse al frente del tricolor pues la modificación de los estatutos o el cambio de imagen (incluso el de siglas) de nada servirá para erradicar el cáncer que le representa su dirigente actual. Incluso, como si se tratara de una nueva edición del priísmo ochentero, hoy manifiesta Alito la necesidad del PRI de “reformarse” (algo así similar a la renovación moral, como si la crisis de legitimidad en lo interno y hacia la sociedad, sólo requiriera de cambios cosméticos y domésticos. Ante tal realidad imagínese ¿Qué futuro le espera a un partido cuya fuerza en el Congreso de la Unión apenas contará con 33 diputados que probablemente se reduzca más con el paso del tiempo?
El caso del PAN es el que pudiera merecer un análisis más profundo. Para empezar las voces que hoy exigen la renuncia de Marko Cortés, son las mismas que callaron durante todo el proceso de selección de su candidata a la presidencia lo que no es más que el reflejo de la hipocresía que se ha convertido en una de las principales características de los destacados dirigentes del blanquiazul. A como están las cosas, siendo una oposición que poco margen de maniobra tendrá en el acontecer político (con todo y su aliado tricolor) el escenario no puede ser más catastrófico en tanto que no encuentran la forma de llamar la atención de la ciudadanía que dejó de creer en las calumnias y mentiras que utiliza para denostar a la Cuarta Transformación. En este escenario resulta aún más probable que la fuerza real que posee el PAN se ahonde cuando los grupos al interior comiencen a disputar la dirigencia y los principales cargos, especialmente en el congreso donde ni siquiera tendrán capacidad para hacer frente a la super bancada de MORENA, PVEM y PT. En esta etapa se verá en poco tiempo la manera en que el desgaste vaya mermando la vida interna del panismo hasta el punto en el que se lleguen las elecciones intermedias de 2027 que les obligará nuevamente a supeditarse a voluntades fuera de su propia organización interna.
La militancia de ambos partidos tiene mucho que reflexionar, están conscientes de que el verdadero enemigo, el principal, está en casa en la figura de este par de bravucones, y mientras ellos y sus secuaces continúen negando el Apocalipsis por el que transitan, serán las bases las que se verán más afectadas porque queriéndolo o no, se cuentan por cientos de miles aquellos que se identifican con la ideología que les dio vida. Pero en este, como en otros casos (ahí está el PRD), Marko Cortés y Alito Moreno, prefieren mil veces aplicar la máxima de Jesús Zambrano: primero perder el registro que el cargo.
Palabra que en México somos buenos para los dichos y refranes, pero el presidente es un campeón. Él nos hace recordar cómo durante el neoliberalismo los conservadores arremetían contra el que osaba intentar cambiar su “orden”. Así, advertían: “Quien se mete a redentor termina crucificado”. Y, para referirse al pueblo, profetizaban: “El que nace pobre está condenado a morir pobre”.
Viendo la Mañanera me brincan como chapulines otros dichos que nos trataron de inculcar todos estos años en los que la ideología de derecha campeaba en el ambiente: “El que nace pa tamal del cielo le caen las hojas” o “El que nace pa maceta del corredor no pasa”.
Eso querían, que todo el maíz fuera para ellos y que nosotros nos quedáramos viendo sin poder superarnos, sin poder salir del corredor, pero el pueblo ya habló. Nos soltaron carretadas de clasismo y menosprecio mientras nos cantaban su filosofía esa de que “El cambio está en uno mismo” o “Lo que uno consigue es por méritos propios”.
Siempre quisieron silenciarnos, pues “en boca cerrada no entran moscas”. Pretendían que nos hiciéramos “ojo de hormiga” ante las injusticias, porque “ojos que no ven, corazón que no siente”; pero sí se siente, pues, aunque no podamos mirar a los millones que por fin salieron de la pobreza, sabemos que están ahí, que no son simples números. Son personas de carne y hueso que han recibido beneficios en este sexenio, que aprecian que por fin alguien los tomó en cuenta. Son ancianos que pensaban que iban a morir sin que nadie los volteara a ver. Son votantes contentos.
Es sabio Andrés Manuel. Llama al pan pan y al vino vino, cuando dice: “En los tiempos de esplendor del neoliberalismo, que ahora está en crisis a nivel mundial, me acuerdo que todo lo que les daban a los de arriba le llamaban rescate o fomento, y lo poco que les daban a los de abajo le llamaban de manera despectiva populismo, paternalismo… Me acuerdo de una frase que decían, para no darle nada a los pobres: ‘En vez de darle un pescado, enséñale a pescar’. ¡Si no hay río!”.
Viejo lobo de mar, aprendió a contraatacar con la palabra: “Me canso ganso”, “Tengan para que aprendan”, “Amor con amor se paga”, “Por el bien de todos, primero los pobres”, “Abrazos, no balazos”, “No es mi fuerte la venganza”, “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre” o “Ya no me pertenezco, les pertenezco a ustedes”. Sus palabras son el relato de un país que ha cambiado para bien, un país que en algunos rubros ha alcanzado incluso índices de primer mundo.
Y el presidente sabe que la palabra es muy importante si va unida a la congruencia. Lo sabe desde el desafuero, cuando en la Cámara expresó: “Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”.
Ahora el pueblo ha tomado la palabra.
***
3 de junio de 2024. No quepo en mí. Elresultado preliminar de las elecciones aún me tiene atónito. “¿Qué dirá el presidente?”, me pregunto, mientras espero que su figura aparezca en la pantalla de televisión.
Más feliz que nunca, López Obrador llega al salón Tesorería de Palacio Nacional, un recinto art déco remodelado hace casi cien años por el arquitecto Manuel Ortiz Monasterio. Este majestuoso lugar ha sido la sede principal de las Mañaneras desde el primer día del gobierno de Andrés Manuel. Lo será hasta el último día, más próximo de lo que muchos quisiéramos, y cuando digo muchos, realmente son muchos: al menos 36 millones de mexicanos.
Su ya clásico saludo de “ánimo” resuena en el ambiente, pero esta vez lleva una connotación distinta: la del aplastante triunfo de Claudia Sheinbaum, quien será la primera presidenta de México.
“¿Está contento?”, le pregunta alguno de los trasnochados y desmañanados periodistas.
“Sí, sí estoy muy contento, sí, confieso que estoy muy contento y estoy muy orgulloso por la actitud de nuestro pueblo, la forma en que los mexicanos nos manifestamos y hacemos valer nuestras libertades y reafirmamos nuestra vocación democrática. Realmente, es un pueblo ejemplar, ayer se demostró. Participaron millones de ciudadanos, cerca de 60 millones de ciudadanos, y de manera libre decidieron sobre el futuro de nuestro país.
Me dio muchísimo gusto el comportamiento de la gente. Se reafirma que el pueblo de México es un pueblo muy consciente, muy politizado, de los pueblos más politizados del mundo, muy inteligente; repito, un pueblo ejemplar. Por eso me llena de orgullo ser el presidente de México”.
Y aquí viene la estocada:
“También, quedó de manifiesto que el pueblo es agradecido. Porque durante siglos los conservadores quisieron sembrar la idea de que el pueblo no agradece, y no es así, el pueblo es bueno, es noble y sabe muy bien lo que le conviene y lo que no le conviene”.
***
“Y también esa idea que se fue imponiendo, no sólo en México, sino en el mundo, de que la democracia era básicamente un sistema político de elección de autoridades, democracia representativa, cuando la democracia tiene una connotación profunda.
No sólo es el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo. La democracia tiene una dimensión social, porque la democracia significa tener gobiernos que procuren el bienestar del pueblo. Puede ser que para muchos la democracia se limite, se acote a lo electoral, quién gana, quién pierde, pero imagínense la importancia que tiene para la gente humilde el tener un gobierno auténticamente democrático: es un asunto de sobrevivencia, de eso depende el bienestar, la felicidad del pueblo, y todo eso fue lo que vivimos ayer, que nos dio mucho gusto, mucho, mucho gusto.
Y felicitar a todo el pueblo de México, a todos los que participaron y a todos los que por alguna razón no acudieron a las urnas también. Se alzó, se elevó aún más el prestigio de México en el concierto de las naciones”.
***
“Ánimo, que se va a poner peor”. Explica el presidente la frase que sigue de su tradicional saludo, atribuida a Pancho Villa. Él desde luego está siendo sarcástico, pues su dicho significa todo lo contrario: “Ánimo, que el futuro que se nos viene es inmejorable”.