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  • La semiótica de la derecha

    La semiótica de la derecha

    Semiótica es uno de esos terminajos que aspirantes a intelectuales utilizamos en elevadas mesas de debate en las que muchas veces olvida la vocación didáctica que entraña la formación política. ¿Ya ven? A veces no se puede evitar. En otras palabras, dejamos muchas veces de explicar a qué nos referimos con ciertos conceptos que solemos dar por hecho que todo mundo entiende, sin olvidar que nuestra sociedad prácticamente acaba de nacer a una verdadera politización y a toda la terminología que a veces hace cada vez más falta entre más nos adentramos en el análisis de ciertos fenómenos.

    Pues bien, la semiótica es definida como la teoría general de los signos, propuesta en un inicio por Ferdinand de Saussure, el suizo que instituyó en el siglo XIX como ciencia la lingüística, dentro del marco teórico de la antropología. También llamada semiología, fue enriquecida y profundizada durante el siglo XX por autores como Charles Sanders Pierce, Roland Barthes y Umberto Eco. Fernando Buen Abad la define como la ciencia que estudia lo que hay detrás de las apariencias; abarca la historia, los orígenes, las implicaciones de un gesto, un escudo, una bandera, una conducta, etc. Se aboca a analizar todo lo que la cultura ha producido como formas de ser y representar el ser y el espíritu de lo humano. En este orden de ideas, vale la pena hacer un repaso de todo aquello que la derecha utiliza para reivindicar una supuesta bondad y altura moral.

    Es interesante de inicio destacar que apenas desde hace unos pocos años se habla con toda soltura sobre una derecha mexicana. Curiosamente se podía calificar como izquierda o derecha a gobiernos o partidos extranjeros en los medios corporativos, pero siempre se tuvo reparo en identificar al PAN como derecha. Todo esto era parte de un código impuesto por el PRI desde sus inicios en los medios, pero sobre todo en la era televisiva. Durante el neoliberalismo se acentuó la idea de que las categorías izquierda y derecha habían sido superadas. Muchos panistas y priistas de la actualidad siguen suscribiendo lo mismo y añaden que ellos están «del lado de México» o que «su partido es México». Esto tiene la implicación del permanente mensaje disuasorio que se difundía entre la población, para convencer a las masas de que todos los políticos son iguales y que por eso no vale la pena involucrarse ni votar.

    Por otro lado, y retomando las aseveraciones del párrafo anterior, se manifiesta en esta época como nunca antes, ese rasgo de nacionalismo artificial y exacerbado que muchas veces raya en el ridículo. Fuerza y corazón por México, Va por México, Sí por México, México Libre, Chalecos México, Campamento México. Estos son solo algunos de los nombres de organizaciones de mayor o menor alcance que surgieron a raíz del triunfo de AMLO en 2018. Todas son organizaciones de ultraderecha reaccionaria y con financiamiento de empresarios poderosos que se beneficiaban con el régimen neoliberal y que durante el presente vieron mermados sus privilegios mal habidos. Usurpan el nombre del país y hasta el resto de símbolos patrios con tal de convencer a la población de que ellos ostentan un genuino nacionalismo y tienen bien clara su defensa de la patria, la libertad y el estado de derecho, que son otros de sus conceptos recurrentes.

    Si bien el ultra nacionalismo y el chovinismo son una característica de prácticamente todas las derechas del mundo, para el caso latinoamericano se trata de un significante particularmente vacío, ya que, aunque proclamen todo en nombre de México día y noche y tengan frases tan repulsivas como «¡No le mientas a México!» (espetada por Kenia López Rabadán a Tatiana Clouthier en un debate televisivo), el perfil del político de derecha latinoamericano está muy influido por la colonización y resulta sumamente hipócrita cuando se llega el momento de rendir una pleitesía exacerbada al imperio. El clásico «Comes y te vas» de Fox a Fidel Castro, Javier Milei con el «My president!» a Donald Trump, Daniel Noboa con el asalto a la embajada mexicana en Quito o Lilly Téllez pronunciándose a favor de dicho acontecimiento; nos evidencian una diferencia fundamental entre el nacionalismo de la derecha europea o anglosajona y el de la latinoamericana. Mientras que la primera es proteccionista y altamente chovinista, la segunda ostenta por todo lo alto el nombre de su país y se envuelve en la bandera, pero no puede evitar inclinarse ante el imperio a la primera oportunidad, no solo en cuestiones diplomáticas, sino en cuanto a la forma de gobernar, que tiende siempre a entregar los recursos naturales e incluso humanos a las potencias hegemónicas tradicionales, pero a Estados Unidos por delante, porque para ellos representa el modelo a seguir como país y como cultura.

    Para el caso de México, el imaginario relacionado con el enaltecimiento de la mexicanidad de esa forma tan artificiosa fue implantado en la psique colectiva por una combinación enferma entre la clase gobernante y una visión paternalista por parte de los productores televisivos, que construyeron un sentimiento nacionalista sumamente banal, basado en la selección nacional de fútbol, las visitas de Juan Pablo II, las celebraciones del día de la independencia, el concurso Miss Universo, Siempre en Domingo y demás producciones en las que resaltaban una somera visión de lo mexicano que dejaba fuera totalmente el legado de los pueblos originarios y ponderaba un ideal de mexicano cosmopolita y consumidor de entretenimiento barato.

    La caída paulatina del imperio televisivo ha ido creando una nueva gama de signos; de referentes con significado concreto. La generación anterior a la mía, al menos en la Ciudad de México, tiene muy presente la campaña de publicidad que se desató durante el mundial de México 86, por lo que su sentimiento de nacionalismo está muy relacionado con los comerciales de las cervezas Tecate y Carta Blanca, que se transmitían en horario de audiencias infantiles, sin importar la hiper sexualización de una joven de 17 años a quien llamaron la Chiquiti Bum, y que causó furor como imagen de Tecate. Las generaciones actuales vienen atomizadas, disgregadas, sin consenso y con tendencias muy volátiles. Sin la televisión como agente cohesionante, su sentimiento de nacionalismo está cifrado en memes que reivindican a los mexicanos como ‘mexas’ y afianzan un estereotipo que entra en competencia a la palestra mundial de las redes sociales. Para la derecha es muy difícil interpelar a estos sectores que ya no fueron aleccionados por la corriente audiovisual hegemónica, porque aunque siguen tendencias mayoritarias, éstas son de naturaleza efímera y muchas veces son generadas por la comunidad misma y no necesariamente por un poder. A lo único que aspira la derecha es a insertar el mensaje reaccionario a través de la cultura pop, o sea, de los productos de entretenimiento de la industria cultural que se consumen de manera global. Sin embargo, dicho mensaje está configurado más en función de los valores del imperio, pero no llega a infundir un sentimiento de arraigo hacia nada, por lo que prácticamente atestiguamos la consolidación de generaciones apátridas.

    Por otro lado, cuando la derecha habla de defender el estado de derecho, lo cual suena en primera instancia como algo muy positivo; se refiere a la defensa de los privilegios de las oligarquías. Esto se explica de manera muy fácil. La constitución actual y las leyes que de ella emanan, datan de 1917, y en sus inicios fue la plasmación de los ideales revolucionarios. Sin embargo, conforme el régimen se corrompía, fue modificando todo el sistema legal de tal manera que beneficiara primordialmente a las clases privilegiadas, incluso manteniendo convenientemente las lagunas legales para dar margen a la corrupción. Cuando una persona de derecha culpa a la izquierda de ir en contra de las leyes y las instituciones, lo hace consciente de que ha vivido en un régimen fundado en un orden legal inequitativo que le favorece.

    El marketing político sigue siendo un servicio del que la derecha hace uso con especial ahínco. Las empresas dedicadas a ello están bastante bien cotizadas. Su función principal es la elaboración de todo un discurso con miras a convencer al electorado. Sin embargo, esta disciplina, que en otros momentos de la historia otorgó excelentes resultados, hoy necesita replantearse su metodología, pues no resulta tan efectiva ante una población cada vez más politizada y para la cual, los elementos de significación con los que es bombardeada, ya no tienen los mismos referentes. En otras palabras, cuando un conservador cualquiera, que cuenta con el privilegio de la exposición en medios, aparece diciendo algo como «Necesitamos salvar a México de la destrucción en la que AMLO lo ha sumido», el grueso de las audiencias soltará una carcajada, algunos otros una grosería y solo un sector muy limitado reaccionará conmovido a la falaz arenga patriótica. La semiótica, como la lengua misma, también cambia de un momento a otro. La derecha mexicana sigue sin encontrarle forma a esa evolución.

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  • La cancha dispareja

    La cancha dispareja

    Acorralada, desesperada, despelotada y turra, empecatada, liosa, trapisondista, embaucadora, insidiosa, malsana y emponzoñadora, desmoralizada y escabrosa, truculenta y caradura, truhan y balandrona, tramposita y perversa, la derecha facha, el conservadurismo mexicano contemporáneo aglutinado en torno al PRIAN, ese combo de lo que queda del brazo partidista del neoliberalismo globalista aldeano, los markitos y los alitos con sus chuchos, ellos y sus voceros mediáticos, sus dizque analistas y politólogas, la mayoría mostrando ya sin recato cuadros de ecolalia, sus medios sicarios, su prensa basura, sus huestes de bots, sus fúricas falanges tuiteras, en bola se dejaron caer en el ágora mexica cual bola de nieve para propagar una nueva “narrativa”…, como a su intelectualidad le encanta maldecirle a las mentiras. Desde hace unos días traen la consigna de propagar el cuento de la cancha dispareja.

    Por ejemplo, el incansable e impertérrito comentarista de Televisa, Leo Zuckerman, publicó en Excélsior su contribución a este nuevo mantra colectivo de la derecha, misma que luego promocionó en X… Leo al tal Leo:

    No sé cómo puede haber gente que todavía niegue que la cancha está dispareja en la competencia presidencial. O son ilusos o farsantes. Claro que el terreno de juego está inclinado a favor de Claudia Sheinbaum.

    El pobre no se da cuenta de que insulta desde una tontería. Su metáfora (¿y por qué será que los señores comentócratas al servicio de la oposición nomás no pueden salir de sus metáforas futboleras?)… Su metáfora, decía, es equívoca: una cancha dispareja afectaría a todos los competidores.

    Más allá de la bobería de la cancha, y con toda la buena intención de que el aludido señor panelista de derechas entendiera, le contesté con otra metáfora deportiva:

    A ver, si se programa una pelea de box, digamos para el próximo domingo 2 de junio, entre el mejor peso completo profesional del mundo y el peor peso pluma amateur del mundo, ¿diríamos que el problema de inequidad del combate está en el ring?

    La contienda electoral por la Presidencia de la República se está dando en condiciones, efectivamente, “disparejas”, pero no por la “cancha”. El principal ingrediente de inequidad se debe a los actores en contienda: si hacemos a un lado al candidato de MC que no tiene ninguna posibilidad y que se dará por bien servido si logra más del 5% de los votos, entonces tenemos, por un lado, el de la izquierda, a una mujer brillante, científica-estadista con experiencia, una política con una ideología coherente y perfectamente definida, el humanismo mexicano, y por el otro lado, el de la derecha, a una señora cuya mejor definición es la indefinición. No digo más, no es necesario hacer leña del árbol caído, ni está bien ni se puede empujar a quien ya se cayó y sigue en el suelo.

    En cambio, sí digo que la disparidad en el proceso electoral que hoy vivimos no sólo se aprecia a leguas entre las candidatas. Los medios tradicionales están en su enorme mayoría volcados en contra del actual gobierno federal y de la candidata de Morena. El radio, la televisión y los periódicos son miembros prácticamente todos de la prensa sicaria. Sus afanes día a día no se dirigen a informar, sino a confundir, a meter miedo, a atizar la insidia, a desalentar…

    También, claro, no podemos negarlo, la contienda está dispareja si, regresando a la metáfora futbolera, le echamos un ojo a las gradas: la enorme mayoría de los aficionados le van al equipo guinda, por lo menos seis de cada diez, mientras que al equipo que quiere salir a jugar de rosa y en realidad es blanquiazul-tricolor-amarillento apenas cuenta con el apoyo de unos tres de cada diez entre el público.

    Y, finalmente, otro factor de injusticia, el más peligroso de todos, está en el árbitro. El hombre de negro, como le dicen en el fút. El hombre de rosa en este caso. Para probar lo que afirmo no es necesario hablar mucho: recordemos que las señoras y los señores del INE, tan autónomos ellas y ellos, no han movido ni un meñique para investigar la guerra sucia que desde hace semanas ha emprendido el fachismo, particularmente su andanada de HT en X, Narcopresidente, Narcocandidata, Narcogobierno y las que se les sigan ocurriendo. Eso no lo investigan, y en cambio, el jueves 18 de abril nos vinimos a enterar que el INE acaba de hacer el ridículo más grande de toda su historia: el requerimiento de información formal que, como “autoridad”, enviaron a la empresa española que administra Canal Red Latinoamérica en torno a la estupenda entrevista que hace semanas le hicieron al presidente López Obrador no sólo no tiene ningún sustento jurídico, sino que descara su imparcialidad de la manera más burda que se me hubiera podido imaginar. La respuesta de la periodista Inna Afinogenova y de Pablo Iglesias fue demoledora, véanla por favor: pudieron ser crueles, pero amortiguaron un poco el carajazo por el buen sentido del humor que los caracteriza.

    Y mientras tanto, la oposición sigue regalándonos solaz con su debacle. Porque más allá de las comandas que al parecer todos sus esbirros tienen que atender, los conservas siguen en su acelerada descomposición desordenada.

    Por ejemplo, quien dicen que coordina la descuachalangada campaña electoral de la señora Bertha, Santiago Creel, ya se auto-coronó como el rey del humorismo gris. El ex secretario de gobernación del desgobernado Vicente Fox declaró que su candidata, la prianista que se dice troskista, feminista, indígena y candidata ciudadana, avanza viento en popa en las preferencias de los próximos sufragantes. Casi casi sin que se notara que estaba a punto de ganarle la risa a propósito de su propia puntada, dijo que el balance de la campaña de Xóchitl Gálvez era positivo. ¡No, bueno, resultó imposible no reírse cuando uno lo leyó!

    Y es que, como Creel, un montón de fachos se pusieron un pasón de antología por consumo de un alucinógeno estadístico conocido en el bajo mundo como Massive Caller, un pasón psicotrópico que los tiene viendo que la señora Bertha ya mero alcanza a Claudia.

    También en absoluta descoordinación, a media semana, El Universal público en primera plana, junto su cabezal, con todo y foto de la aludida mostrando esa sonrisa que día a día luce más y más fuera de tiempo, lugar y circunstancias, el siguiente titular: “Si el 62% sale a votar, adiós AMLO y su candidata”. ¿Qué? ¡Pero qué! Porque primero uno se ríe, luego entiende que es incomprensible tanta estulticia. ¿De plano no han entendido que vote el 63% o el 100 o el 20%… de todas formas, adiós, AMLO? ¿Nadie les ha hecho saber que el sexenio se acaba y que justo por eso hay elecciones? Y ya más fino: ¿realmente no comprenderán que entre más ciudadanos salgan a votar más votos tendrá la doctora Claudia Sheinbaum? La duda la planteó mejor mi amiga María Elena Sequeyro, quien escribió:

    Tiene días que vengo escuchando esto. Ayer vi varios tuits de “famosos” pidiendo el voto, pero no entiendo su lógica, pero, bueno, eso no es su fuerte.

    A mí me dejo pensando María Elena, y tengo una hipótesis como respuesta. Con esto cierro.

    Tal vez, sólo tal vez, quede alguien cuerdo en la oposición. Tal vez ese alguien ya se dio cuenta y aceptó que la tienen totalmente perdida, y que la mayor parte de la ciudadanía también ya lo sabe, incluidos los pocos que piensan votar por ellos, que seguramente cada día están más tristes y valoran menos la importancia de su voto: para qué salir el domingo si de todos modos ya perdimos. Así, el llamado del PRIAN a salir a votar es el grito desesperado de quienes ven, con toda lógica y motivos razonables, la probabilidad de incluso perder el registro.

    De este lado, estamos obligados apoyarlos en esto con todo: este 2 de junio salgamos todos a votar…, nosotros, sin misericordia.

    • @gcastroibarra
  • Hacer de la verdad un derecho humano

    Hacer de la verdad un derecho humano

    Rafael Correa, presidente por diez años (2007-2017) del Ecuador, compartió hace algunos días desde su exilio en Bélgica, algunas de sus reflexiones en torno a la situación actual del Ecuador con los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado.*

    Lo que contó fue como hacer un viaje en el túnel del tiempo quizá al futuro de México. Dijo que desde hace siete años la población ecuatoriana vive una crisis profunda, un estado de desprecio por las leyes. De sufrir abusos, casos montados, persecución judicial, mafias mediáticas, total inseguridad jurídica que tiene otras expresiones como la delincuencia, la corrupción, la impunidad. No tenemos Estado de derecho, vivimos en la incertidumbre, en la arbitrariedad, en los abusos. 

    Señala que si se atrevieron a violentar la embajada de México “imagínese lo que serán capaces de hacer a su propia población opositora”. En estos siete años el gobierno de USA a través de su embajada en Ecuador ha respaldado todas las arbitrariedades y la destrucción del país y asegura que también han respaldado el ataque a la embajada mexicana. La gente está preocupada por la situación de Jorge Glas pero no relaciona eso con la situación del país, con su situación cotidiana de inseguridad, corrupción o falta de servicios públicos. En los medios hay una campaña que dice que el presidente ecuatoriano Novoa tuvo cojones y fue valiente al enfrentar a López Obrador quien provocó, abusó y desafió a Novoa, porque Jorge Glas es un corrupto. Es decir, le echan la culpa a México. 

    El ex mandatario Correa enfrenta cincuenta y cuatro procesos penales que dice con humor “Ni el Chapo Guzmán, ni Al Capone, ni Pinochet tuvieron juntos tantas causas penales”. Aseguró entre otros logros de su administración,  que dejó al país como el segundo más seguro de América Latina y ahora Ecuador está entre los primeros cinco más peligrosos del mundo. El experto economista, no tiene referencia de una destrucción tan rápida de un país en época de paz, como la de su país.

    Al igual que Correa, la que esto escribe se pregunta por qué la gente sigue votando por malos gobiernos cuando tiene como comparar.  Parte de la respuesta es que se debe a la mafia mediática que confunde, desinforma y manipula.

    Al pueblo ecuatoriano los medios de manipulación le dice que todo fue y es culpa de Correa. Cae un meteorito es culpa de Correa,  los bombardean con eso todos los días. Ahora la narrativa es vincularlo al narcotráfico, es narco político. Asegura que hay una costumbre en la clase media ecuatoriana de desayunar viendo noticieros, almorzar viendo la televisión con los noticieros, de noche cenar viendo el noticiero. Si mañana tarde y noche el discurso es Correa es un corrupto, inútil, autoritario, que trajo una dictadura comunista cruel y sanguinaria pues por más que la gente quiera a esa persona, termina creyéndolo. Le meten el miedo a la gente, es  la forma de actuar de la derecha: meter miedo y crear incertidumbre.

    En un momento de la entrevista inclina la cabeza y con expresión de dolor asegura que hay algo que tiene que ver con la psicología social y lo dice porque se ha dedicado a investigar, reflexionar y llegó a la conclusión de que no sólo es que engañen al pueblo, porque si lo engañan una vez qué malo el que lo engañó; dos veces qué malvado; veinte veces qué desgraciado; pero si lo engañan doscientas veces la mafia mediática ya no son malos ellos sino que le gusta ser engañado. Sí, asegura que a nuestros pueblos les gusta ser engañados y pone de ejemplo al jugador empedernido que sabe que es casi imposible ganar pero apuesta nuevamente y cada vez se hunde más.

    Coincido con el ex presidente porque no sólo engañan a muchos permanentemente sino que les gusta ser engañados. Creo que les gusta creer, no comprender o comprobar o investigar. Nos gusta lo fácil y si no racionalizamos las cosas seguiremos siendo manipulados.

    Asegura el ex presidente ecuatoriano que la única razón por la que el poder mediático en México se ha venido diluyendo es gracias a la tremenda presencia de López Obrador y las Mañaneras. Y es que en realidad lo único que tiene la izquierda es el poder político, pero cuando se ganan las elecciones como izquierda, se gana solo el veinte por ciento del poder porque el otro ochenta por ciento está formado por el poder mediático, poder económico, poder social, poder religioso, poder militar y poder extranjero. Al final Correa acepta que ya con este veinte por ciento se puede enfrentar a estos poderes y en especial al mediático. 

    Con la traición de Lenin Moreno, éste designó a los directores de los medios privados para administrar a los medios públicos y así generar un discurso unánime y falsear la verdad. Se rompió cualquier contra poder para controlar a ese poder nefasto y mafioso que es la prensa latinoamericana. 

    A nivel mundial el poder mediático está en manos del poder privado, sin  contra poder porque sus “periodistas, comentaristas y expertos”,  hablan a nombre de la libertad pero en realidad manipulan y esclavizan, muchas veces con el aplauso de las víctimas. Pero al poder de la prensa en manos privadas nadie la controla, nadie la regula. Así el poder de esos medios de comunicación masiva se vuelve inconmensurable y peor en América Latina. Pero todo poder debe tener un  contrapoder  o regulación social. A eso se le llaman leyes,  pero a ellos no les gustan las leyes. 

    Entonces debemos de legislar para controlar ese nefasto imperio mediático que está destrozando a nuestras sociedades. Sin información  no hay democracia  y no tenemos información tenemos manipulación. Un primer paso sería establecer la verdad como un derecho humano y que no en nombre de la libertad de expresión, o de la libertad de prensa puedan robarse la verdad.

    Cualquier ciudadano puede exigir sus derechos porque la libertad de ellos termina donde la nuestra empieza. Su derecho a la libertad de prensa termina donde empieza nuestro derecho a la verdad. Pero tenemos que establecer legalmente la verdad como un derecho humano, sino cada vez nos deterioraremos más.

    Creo que estamos en riesgo de que lo que le está pasando a Ecuador le pueda pasar a México ¡Cuidado!

    • *Entrevista de Los Periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado al ex presidente del Ecuador Rafael Correa. 11/04/2024 Sin Embargo al Aire en Youtube.
  • Por Esto!

    Por Esto!

    El camino del periodismo crítico en México ha sido forjado por la honestidad valiente de mujeres y hombres libres y patrióticos, que se han entregado con ética y convicciones a la función social de la comunicación. En un país tradicionalmente dominado por mafias de poder -que en las etapas del autoritarismo priista y el neoliberalismo tuvieron su gran auge y se expandieron favorecidos por la impunidad y el influyentismo que gozaban-, desplegar la empresa de construir un medio alternativo ha sido una verdadera hazaña. Además, eran los tiempos en que no había redes sociales y la información era monopolizada por los dueños de los medios convencionales y sus familias, que vivían de la adicción a los privilegios que les brindaba el gobernante en turno, y a los contubernios para hacer de la noticia también un negocio. 

    La premisa desde el poder era la insoportable disyuntiva de cooptar o callar a los periodistas. En aquel México del último tercio del siglo XX, cuando el PRI- gobierno se desvió de sus orígenes revolucionarios, surge la contribución de Mario Renato Menéndez, un periodista ejemplar, que hoy desde la labor de su trinchera tiene un lugar como uno de los grandes precursores de la democracia en nuestro país. 

    Las revistas Por qué? y Por Esto! fundadas por Mario Menéndez son ya una fuente esencial para comprender el México contemporáneo, pues en sus diversos formatos y épocas de diario y semanario, irrumpieron para que el periodismo de investigación, la búsqueda de la veracidad, la crítica al sistema, y una mirada social e independiente de la vida política y pública tomaran sentido, y los ciudadanos de a pie pudieran encontrar y hurgar en realidades que la mayoría de los medios callaban, minimizaban, censuraban o de plano tergiversaban. 

    La comprensión de los fenómenos sociales es multívoca, pero en un contexto donde las cadenas informativas yacían totalmente subordinadas a las elites de poder, la labor editorial de Menéndez no fue menor, pues se podían contar con los dedos de una mano los proyectos para dar voz a los sin voz, que en los años sesenta, ochenta y noventa principalmente realizó el periodista yucateco, sorteando todas las inclemencias administrativas, políticas, económicas y culturales a las que se enfrentó sin claudicar a sus principios y añoranzas.

    Desde Porqué? bajo la dirección de “don Mario”, como le llamaban sus colegas, significó la única ventana que dio a conocer de manera más detallada la cruenta represión a los estudiantes el 2 de octubre de 1968, por parte del régimen priista; asimismo, dio a conocer la aparición de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria de Genaro Vázquez, y del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas que clamaban justicia para los pobres en Guerrero en la década de los setenta. 

    Preso político en Lecumberri, del que se cuenta fue liberado por la misma guerrilla popular, y después exiliado, Menéndez abrevó de cada lección de vida para consolidar un equipo de periodistas y colaboradores del gremio que arriesgaron su vida por el noble oficio de hacer saber la verdad, y evidenciar los abusos del poder a los ojos del pueblo trabajador. 

    Me formé a la izquierda desde 1988 por la historia (hoy lo sé) de honestidad valiente de Mario Renato Menéndez, periodista y cronista de la reinserción del pueblo de México -y de las luchas sociales de la Patria más grande-, en su propia historia. 

    En lo personal gracias a él, y a la revista Por Esto! que compraba con devoción casi religiosa en 1988, cada semana, en el puesto de periódicos del Mercado Moctezuma, pude saber que desde el sureste se cocinaba la esperanza con un gigante llamado Andrés Manuel López Obrador…

    Nuestro más profundo pésame a la familia de Mario Renato que partió este lunes 15 de abril; el pueblo de México encontrará en su obra desde el periodismo una fuente para comprender y luchar por el cambio social. Hasta la victoria siempre.

  • Es que eres bien güey… con todo respeto

    Es que eres bien güey… con todo respeto

    Corría 1995, inicio de sexenio, de un sexenio que venía de un periodo complicado para la nación, el alzamiento del movimiento zapatista, el magnicidio del candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta, la economía del país apenas prendida con alfileres, las elecciones donde, como resultado de ese magnicidio, quedó elegido como presidente Ernesto Zedillo; en fin, complicado el inicio del sexenio del hombre que dejó empeñado el futuro de México, el gran hipotecador y endeudador de la nación: precisamente el mencionado Ernesto Zedillo Ponce de León.

    Por otro lado, estaba uno de los tres poderes que integran el Estado Mexicano, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que representa al Poder Judicial. México contaba en ese entonces con la corte más numerosa del mundo, integrada por veintiséis, sí veintiséis magistrados (no como hoy que está integrada por once), vitalicios que se retiraban hasta el final de sus días y los cuales venían de los sexenios inmediatamente  anteriores al de él, de Miguel  de la Madrid Hurtado y de Carlos Salinas de Gortari, presidentes en los que Ernesto Zedillo no confiaba ni les confiaba nadita de nada, razón por la cual promulgó y envió al Congreso reformas a 20 artículos y el congreso de ese entonces, donde el PRI y el PAN tenían la mayoría y no oponían ninguna resistencia a lo que pedía su “Alteza Serenísima” las aprobaron ipso facto, ¡Cómo iban a rechazar una petición del mero mero? Pues empezando enero y una vez aprobadas, se deshizo de todos los magistrados (los 26 ministros) bajo el concepto de jubilación voluntaria, mandó su terna y ¡zas! Que los aprueban.

    Sí, el poder judicial estuvo cerrado, desaparecido, suprimido por un mes en un, se podría decir casi casi, golpe de estado, ya que el Estado Mexicano, al estar sin uno de los tres poderes, quedó descabezado. Uno de esos 3 poderes que lo conforman desapareció a instancias de la desconfianza de un presidente… y en ese entonces nadie dijo nada, nadie gritoneó, nadie informó, ningún medio de “comunicación” ni ningún “líder de opinión” se rasgó las vestiduras, nadie convocó a marchas para defender y gritar: ¡la Suprema no se toca! El argumento que dio Zedillo cuando se le preguntó fue: “es una respuesta a la exigencia ciudadana de una mejor impartición de justicia”, ¡ay ajá! A casi 30 años de aquel suceso vemos con pesar que la tan cacareada “impartición de justicia” nomás no camino igual de rápido como es necesario en estos tiempos de cambios profundos y la “justicia” sigue durmiendo el sueño de los justos.

    Este es un ejemplo nítido de cómo el poder ejecutivo manejaba a su antojo a los otros dos poderes y a su vez el poder judicial dejaba ver sin chistar la sumisión a la que se entregaba al ejecutivo. 

    A inicios de este año y una vez que tomó posesión de su nuevo cargo, la nueva ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández en un acto pueril e infantil, en la ceremonia del Día de la Constitución y en su afán de hacer sentir que, ahora sí había “División de Poderes”, no se puso de pie en dicha ceremonia no por demostrar respeto a la investidura presidencial sino, según ella, por no demostrar sumisión al presidente; eso fue lo de menos, según ella, hizo sentir su “autonomía” al ejecutivo.

    Y desde entonces hemos sido testigos de cómo el poder judicial y principalmente la Suprema Corte de la Nación (que no de Justicia, AMLO dixit) ha ido manejando la justicia a conveniencia… a conveniencia de unos cuántos y siempre fallando contra el gobierno. Ahí tenemos varios ejemplos: cuando liberó las cuentas que estaban aseguradas de la esposa de Genaro García Luna, la liberación de varios involucrados en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa (que porque sufrieron tortura), la liberación de Rosario Robles, la invalidez de decretos que cuidaban el patrimonio nacional como la reforma energética, enviar a prisión domiciliaria a aquel exprocurador de justicia que habló de la “verdad histórica”, otro que se fue a prisión domiciliaria para que “sufra el canalla”, Emilio Lozoya, ejemplos tenemos de sobra. Así, la justicia “rápida, expedita y oportuna” del poder judicial que ahora como nunca, hace sentir esa división de poderes. 

    Y con la última, la ministra presidenta de la SCJN ahora va contra su antecesor a raíz de una denuncia anónima donde se le acusa al ministro en retiro Arturo Zaldívar de varios cargos. Estaremos al pendiente de ver cómo se desarrolla este proceso. 

    Disgregando

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    Pues el INE rechazó la petición de la candidata opositora y partidos que representa, las Conferencias Matutinas de Prensa, “las mañaneras” continúan. Imaginen la trascendencia de las mismas. Sólo unos ejemplos: Una vez que se exhibió en la conferencia del presidente el video de la toma de la embajada mexicana en Ecuador, la postura del principal socio comercial de México y potencia mundial varió completamente de una ambigua a una firme condenando el hecho. Otro, la conferencia del presidente Andrés Manuel del lunes 8 del presente desde el hermoso Mazatlán, Sinaloa, transmitió el eclipse en tiempo real. Lo bonito, el integrante de la banda Queen, Brian May subió una imagen a su Instagram viendo el suceso desde la transmisión de la mañanera desde el canal del gobierno de México, vaya la trascendencia de las mañaneras. Una más, de no ser por las conferencias matutinas y de haberlas cancelado, el gobierno, ante el embate de la oposición y de sus corifeos que están prestos para malinformar, tergiversar o de plano mentir, el gobierno no podría aclarar la propuesta que emitió sobre la Reforma al Fondo de Pensiones donde, a grandes rasgos, es que el dinero acumulado de las pensiones que no han sido reclamados por los ciudadanos, se vayan a ese fondo y no estén en las cuentas que manejan las afores, cuya suma es de aproximadamente $400,000,000,000.00. Sí, nada más y nada menos que la friolera cantidad de cuatrocientos mil millones de pesos que manejan los bancos sin rendir cuentas a nadie. Como dijera el clásico: “es el dinero, estúpidos”, en alusión a la frase de Bill Clinton cuando dijo: “es la economía, estúpido”. 

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    La oposición sabe que la derrota ya es inminente, esperemos a la jornada electoral pero con esa candidata que tienen que no se deja ayudar pues sale con caaaaada frase como aquella que dijo la semana pasada: “si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey… con todo respeto” o aquella otra que dice: “Tijuana no es nada bonito como Cancún, la verdad”, una más, “preguntarle a las personas…que murieron” o de los resabios del pasado fueron rescatadas perlas como las siguientes: “dejen de joder y estorbar a sus hijos” o una más que le dijo a su mamá: “Pues muérete” . Aunque le ayuden…ella solita se vuelve a tropezar.

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    ¿Será que todo aquel que tiene 60 años o más y no tiene un patrimonio, es porque es bien güey?

    Con esa frase, que le salió del fondo de su corazón, y recuerden, lo que sale del corazón es lo que realmente tiene en el subconsciente, es lo que realmente piensa, aunque la candidata de la oposición moralmente derrotada haya querido aclarar, fue demasiado tarde, ya había dicho su lapidaria frase que a más de uno de su equipo dejó con la cara larga.

    La Sra. X no se ha dado una vuelta por esas colonias populares donde hay ciudadanos que no lograron hacerse de un patrimonio por estar sosteniendo familias o dándole duro al trabajo para sobrevivir a lo largo de su vida. 

    Muchas colonias populares tienen viviendas con cuartos que están en renta, mucha gente trabajadora vive en ellas y son gente que trabaja arduamente todos los días, se desvela para llegar a sus trabajos, viven al día y no tienen para ahorrar para un patrimonio; o comen o ahorran, así nada más. 

    Por otro lado, con tanta corrupción en el periodo neoliberal, infinidad de empresas que tenían su plantilla de empleados muchas veces, para no pagar más ante el seguro social lo que hacían era inscribir o registrar a sus trabajadores con el salario mínimo, y si se hubiera podido, ni los hubieran inscrito. Otras realizaban cambio tras cambio de razón social, daban de alta y baja a empresas como si de cambiarse de calzones se tratara…con todo respeto (Xóchitl Gálvez dixit). Todo esto generó un rezago y pocos ciudadanos lograron hacerse de un bien. Y que ahora la candidata opositora venga a decir sus “sabias” palabras es como darle una patada en el trasero a toda esa gente que ha luchado toda su vida por sacar adelante a sus familias. 

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    El último debate por la Presidencia de la República será el 18 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, moderadores: Luisa Cantú, Elena Arcila y Javier Solórzano. Se transmitirá a través de la plataforma de Los Reporteros Mx. No deje de seguirla por el canal de Youtube: https://www.youtube.com/live/dW_XYg_B16A?si=3QrdQqmwArhnml9_ y su consiguiente análisis.

    Antes, el próximo domingo 21 de abril a las 20:00 horas será el debate pero por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, lo que llamaron “El Debate Chilango” (huácala) no me gustó el nombrecito. A estar atentos. 

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    No les funcionó la guerra sucia con el #hashtag (sí, aquel que ya conocen). Va en el número ¡41! Nunca había durado tanto una tendencia, bueno, nunca le habían invertido tanto a un hashtag para que se mantuviera al aire. Va a terminar la campaña presidencial y seguro, segurito, puedo afirmar que se terminará esa campaña. El objetivo era, tirar al presidente, tirar la candidatura de la candidata oficial, afectar el proceso de las elecciones, que el resultado sea supervisado, aprobado y avalado por algún país externo y en una de esas querer refutar y tirar todo el proceso. Lo que no han podido ganar en buena lid en las campañas (de acuerdo con las encuestas), se aferran y lo quieren arrebatar a la mala. No les queda más que la guerra sucia, pero sucia, sucia (Jorge G. Castañeda dixit).

    De las narrativas que han creado, que han propalado, ninguna, ninguna les ha funcionado: “Es un peligro para México. Si López Obrador llega, te va a quitar tu casa, tus ahorros, tus bienes (estos slogans atemorizadores vienen de hace 20 años, sí veinte años). Es un dictador. Compren dólares, el peso va a costar $35.00. Se va a querer perpetuar en el poder. Que se vaya pero que termine su mandato y se largue. Es un narcopresidente. La economía está mal (aunque los índices estén bien). La gasolina va a subir de precio. La violencia está desatada. El presidente se quiere adueñar de tu pensión. Se va a robar lo de las pensiones. Se quiere adueñar de la Suprema Corte. Quiere tener el control del INE”.

    Sigue sin funcionarles nada de sus narrativas y ahora, al igual que en los 80’s, 90’s o a inicios de este siglo cuando asustaban con aquello del “chupacabras”, o tenían al pueblo atento al caso de la niña Paulette o con la esperanza de “recuperar con vida” a Frida Sofía, ahí están los “monstruos” de la comunicación de nuevo generando coraje, miedo y asustando a los incautos que aún les creen con aquello de que el gobierno se va a llevar el dinero de las afores, de las pensiones, ahí van otra vez en contra de la Reforma al  Fondo de Pensiones para el Bienestar.

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    -“No me voy en metro, ahora es una porquería, lo tienen hecho un asco, está tan mal, con eso de que a cada rato tiene accidentes o averías, no quiero estar en un accidente, no vaya a ser que me toque”-. Así la locura que se dio con el servicio del Metro hace unos meses y lamentablemente continúa; con el tiempo se supo que eran sabotajes. Nada más tomó control la Guardia Nacional y “curiosamente” pararon o disminuyeron los desperfectos. Sí, sí había falta de mantenimiento, pero lo que más hay es corrupción con ese líder sindical que controla a los trabajadores desde hace más de cuatro décadas manejando los destinos y los dineros del transporte que mueve a millones y millones en la ciudad. 

    Hoy, con el agua está pasando lo mismo, muy extraño, en periodo electoral y al final de sexenio; y convenientemente el origen del mal con el agua contaminada surge de una alcaldía panista y afectó de manera irracional a otra alcaldía…panista. Sí, así de truculento todo lo del agua en dos de las alcaldías panistas que las están peleando fieramente para no soltarlas…aunque en ello siembren la histeria colectiva, el odio irracional y el coraje desmesurado.

    https://www.gob.mx/consar/articulos/reforma-a-la-ley-del-seguro-social-y-a-la-ley-del-sar

    https://oncenoticias.digital/valle-de-mexico/senalan-a-dirigente-del-sindicato-del-metro-de-sabotear-operatividad-de-ese-transporte/215329

  • El agua como propaganda política

    El agua como propaganda política

    Después de los sismos de 1985 y la consolidación de las organizaciones civiles en la Ciudad de México, los movimientos sociales lograron encabezar las demandas más importantes de la ciudadanía en el contexto político y social, especialmente en esta ciudad que concentra el poder político del país. Grandes colectivos abanderaban las causas más nobles como el derecho a la vivienda, la alimentación, la salud o el trabajo. Incluso, este fenómeno de aquel entonces significó para la democracia un avance importante pues comenzaba la participación más activa de los ciudadanos, no sólo en los procesos electorales, sino también en las problemáticas de su entorno.

    Hay que reconocer que uno de los principales aciertos del recién aparecido PRD en 1989, precisamente fue el de contar entre sus filas a decenas de dirigentes políticos y luchadores sociales que encontraban en ese partido político a su principal aliado y que se identificaban plenamente con su declaración de principios que sin duda eran llevados a la práctica; especialmente los relacionados con los derechos laborales, el respeto a la diversidad y la lucha de las organizaciones populares por la vivienda digna y el medio ambiente sano. Por eso, hoy cualquier sobreviviente de ese largo transitar del PRD, desde sus antecedentes hasta su inminente desaparición, observa con una mezcla de nostalgia y rabia la manera en que ese partido se fue desdibujando y abandonando sus causas hasta reducirse en un apéndice de la derecha dada su necesidad de no desaparecer por completo. 

    En ese sentido hay que destacar que la otrora lucha del PRD por la vivienda o el medio ambiente, siempre buscó ser descalificada por el gobierno de Espinoza Villarreal quien acusó a los principales dirigentes de los movimientos populares de politizar las demandas en aras de restar la legitimidad de éstas; sin embargo, la andanada del oficialismo, poca oportunidad tenía para contener la fuerza que acompañaba dicha lucha pues, evidentemente había un cause político para su solución que lejos está de la idea peyorativa que se tiene de “politizar”. 

    La semana pasada tomó relevancia el problema del agua contaminada en algunas colonias de la Alcaldía Benito Juárez que derivó en un bloqueo “aparentemente” ciudadano que colapsó la avenida insurgentes y que exigió la respuesta del gobierno capitalino para esclarecer las causas y las acciones inmediatas para resolver el problema, particularmente para garantizar la salud de las personas. En este caso hay dos hechos clave que observar: el primero es la obligación del gobierno de la ciudad de ver el problema como una causa legítima y atenderlo bajo los procedimientos legales y administrativos que den certidumbre a los afectados. Mal haría el gobierno si descalifica de entrada la demanda por las razones que sean. El segundo hecho es el de reflexionar sobre la reiterada práctica de la oposición de lucrar con este hecho, más como propaganda política que cómo acompañamiento de la demanda o apoyo a los manifestantes. Por eso, en este punto hay que dejar en claro que nadie debe soslayar en la exigencia de la solución pronta al problema (en la medida de que exista), así como el derecho de cualquiera en esta ciudad a manifestarse; pero también vale aclarar que los mismos que hoy se erigen como defensores de cualquier causa (en este caso el agua en la Benito Juárez), son los mismos a los que nunca les ha importado en lo más mínimo la cuestión ambiental.

    Pero sea como sea y esperando que se esclarezca pronto quienes son los responsables, cosa que le corresponde al gobierno de Martí Batres, hasta eso hoy la derecha tiene algo qué agradecer a Andrés Manuel: que sin importar la orientación ideológica o si se pertenece o no a algún partido, los ciudadanos se van acostumbrando a salir a las calles para exigir sus demandas. Ay de aquellos que busquen “politizar” la demanda del agua porque en el pecado llevarán la penitencia.

  • EL DESCALIFICADOR

    EL DESCALIFICADOR

    6 de abril de 2024. El Centro Histórico de la Ciudad de México es historia viva. La gente que camina parece no advertir que, desde lo alto, la Torre Latinoamericana observa los palacios neoclásicos o eclécticos: el de Bellas Artes, el de Minería, la Quinta Casa de Correos. Justamente a un costado del emblemático rascacielos construido en 1956 se presenta este sábado el libro de mi amigo, una obra que es mucho más de lo que piensa uno de sus presentadores, H., un intelectual algo conocido que se dice de izquierda y que reduce a su mínima expresión la obra que presenta. El libro tiene 600 páginas que incluyen artículos, ensayos, textos estupendamente escritos acerca del arte, la pintura, la literatura, la política, la historia de México… Una frase ahí incluida –a mi juicio, errónea– señala que el obradorismo es “la fase superior del priismo”, y ello ha dado pie a que el sujeto cuyo nombre no vale la pena mencionar comience a emitir una serie de descalificaciones de estos más de cinco años del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

    Ya antes, durante sus veinte minutos de participación –que, estoy seguro, alargó bastante–, había estado hablando de él mismo, luego de él mismo y más adelante de él mismo: que si es un sobreviviente del 68, que si conoció a José Revueltas, a quien iba a visitar a Lecumberri, que si esto, que si lo otro… Después, no tuvo empacho en contradecir algunos datos que el autor profiere en sus textos. “No –decía–, el primer impresor en la Nueva España no fue Juan Pablos, sino…”. Etcétera.

    Luego, habló de unos puntos buenos del libro, el cual seguramente no leyó, pues solo acertó en decir algo así como “qué bueno que incluiste a Judith Reyes, la gran cantante tamaulipeca”. “Y a Revueltas”. Etcétera. Ningún argumento. Nada.

    Entonces, la frase aquella sobre el obradorismo le permitió “lucirse”:

    “Este gobierno dijo que primero los pobres, pero con la 4T los ricos han ganado más dinero que nunca”. (Claro que no importa que se haya sacado a nueve millones de personas de la pobreza. Eso es lo de menos).

    “No puede ser que una persona quiera que todos pensemos igual que él”. (AMLO ha dicho muchas veces que es muy bueno que haya distintas formas de pensar porque eso hace la democracia).

    “El presidente habló muy mal de las mujeres que marcharon un ocho de marzo”. (No dio mayor contexto; tampoco dijo que no ha habido un gabinete con más mujeres que el que él preside).

    “Está bien lo de las pensiones para adultos mayores, pero es con nuestros impuestos…”. (Sin duda cobra los tres mil pesotes al mes que ningún otro gobierno le hubiera dado, así provengan de nuestros impuestos).

    Después habló de la política de “abrazos, no balazos” (sin entender que se trata solo de una frase descriptiva que significa, en dos palabras, “no a la guerra”). Escupió algo sobre las medicinas y los niños con cáncer, los libros de texto (uf).

    El hombre seguía y seguía hasta que un bendito camión de la basura con la radio encendida, escandaloso, apagó su voz (y no sé por qué no se lo llevó a él). No resistí y dije fuerte: “Para que no ande hablando mal del Peje”. No me oyó, pero varias miradas cómplices se rieron de él conmigo.

    Terminó hablando de la militarización (pero nada dijo de Calderón o Peña y mucho menos de la construcción de aeropuertos y trenes a cargo de los ingenieros militares).

    Por respeto a mi amigo, no tomé la palabra. 

    ***

    Valentina, una niña que vive en Guadalupe Victoria, Oaxaca, descubre que su padre ha muerto y debe reaprender la vida sin él; entonces, comienza por conocer su lengua: el mixteco. Valentina o la serenidad, segundo largometraje de Ángeles Cruz, fue apoyado por el Programa de Fomento al Cine Mexicano, mejor conocido como Focine. Es uno de tantos, pues hasta 2023 se había superado en 26 % el apoyo al cine de los sexenios anteriores. Se han producido más películas que nunca: 522 películas mexicanas con apoyo del gobierno federal.

    Decir que se está destruyendo el cine y la cultura es una mentira más de los conservadores. Ahora se hace cine en 31 lenguas indígenas y centroamericanas. Ahora hay dos nuevas cinetecas: la de las Artes y, a punto de abrir sus puertas, la de Chapultepec; el nuevo canal Mx Nuestro Cine 22.2, y la plataforma digital FilminLatino.

    Dice Alejandra Frausto, la secretaria de Cultura: “En México, la cultura dejó de ser privilegio de unos para ejercerse como un derecho de todos”.

    El proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura es un espacio público para el arte y la naturaleza. Se han recuperado museos, así como el patrimonio histórico y arqueológico. El Complejo Cultural Los Pinos es ahora un espacio para la cultura que ha recibido a más de 10 millones de visitantes.

    ***

    15 de enero de 2024. El presidente está en Chichén Itzá. “La boca del pozo de los brujos del agua” es, según la Unesco, patrimonio de la humanidad.

    “México, si no es la potencia cultural más importante del mundo, está entre las más importantes”. Emocionado, afirma que la gran reserva de valores culturales y morales ha salvado al país de circunstancias muy difíciles.

    “Esta es la prueba fehaciente –no hace falta ninguna prueba documental– del esplendor civilizatorio de las culturas prehispánicas y de lo que hemos heredado los mexicanos”.

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    Alejandra Frausto concluye: “Uno de los propósitos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue transformar la cultura en un derecho, que la cultura se sintiera cercana a la gente, que no se sintiera como un proceso de élite o privilegios […]. Eso es parte de lo que hemos trabajado cada día, ir incrementando la posibilidad de que la mayoría acceda a la cultura, para reconocer sus propias raíces culturales como parte fundamental del desarrollo de las comunidades y de los pueblos. Eso nos ha colocado en un lugar muy importante en el mundo”.

  • Continuidad, el mejor camino

    Continuidad, el mejor camino

    Los países que sorprenden históricamente por su sólido y rápido crecimiento son aquellos que mantienen continuidad en su estructura de gobierno. Así sorprendió Japón después de la Segunda Guerra Mundial; en China, el desarrollo inesperado surge de un permanente estilo de gobierno, instaurado desde 1949; Alemania la permanencia de la canciller, Angela Merker, por 16 años; En Rusia, la permanencia de Vladimir Putin desde 2012, al frente de Rusia, ha servido para desarrollar proyectos ininterrumpidos y con una congruencia que impulsa el progreso.

    En México la continuidad es vista como una reelección, tomando ésta como un defecto de la política dada la herencia autoritaria y criminal de Porfirio Díaz, quien estuvo en el poder más de 30 años; sin embargo, nunca ha habido la continuidad de un movimiento social o de un proyecto económico afín.

    A pesar de que ocupó el poder por casi 90 años el PRI, cada presidente trató de imponer su estilo personal de gobernar, cada nuevo mandatario trataba de borrar de la memoria de los mexicanos a su gran elector, Cada sexenio el ego y la necesidad de legitimidad exigía romper con los proyectos del sexenio anterior, incluyendo obras públicas que finalmente quedan inconclusas porque el tiempo les agotó y el territorio nacional está infestado de obras inconclusas a lo largo y ancho.

    Una continuidad con disciplina, convicción y certeza como la que va a ocurrir en México es algo inédito y que seguramente tendrá resultados en el desarrollo económico y social.

    La revolución de las conciencias sólo avanza con obras concretas, ya no es le discurso el que conducía el rebaño irreflexivo hacia el matadero. El control a través de la manipulación de los medios y la demagogia oficial desaparecieron, la nueva conciencia se basa en la percepción y no en dogmas de fe como antes.

    En esta ocasión la continuidad es más importante que nunca no sólo por darle seguimiento a los cambios que significaron avance social y desarrollo económico en el actual régimen, sino porque enfrente sólo, puede advertirse improvisación. Poco conocimiento y mucho interés al frente.

    Así, la continuidad ofrece, en primer lugar, estabilidad por mantener una línea de acción con el mismo origen y el mismo objetivo. Desde la perspectiva de la continuidad la realidad se vuelve cada vez más previsible, el hecho de que haya personajes que han dado excelentes resultados como el actual secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O., que otorga, confianza, credibilidad y certeza. Sin duda uno de los mejores secretarios de esa dependencia. Esta situación les permite panificar gastos, incluso sabe y puede experimentar audaces maniobras financieras con resultados seguros.

    Cuando se escucha al pueblo y los mandatarios cumplen con su misión de hacer caso a sus necesidades, inquietudes e intereses, no hay posible desconexión de la realidad, ni rigidez. Menos aún hacer una copia del pasado que eso es propio de los conservadores que no sólo quieren que regresen los viejos tiempos sino que su nostalgia les impide vivir el presente.

    Si hay consenso mayoritario a través del número de votos que arroja a un ganador a continuar, hay también armonía al interior del equipo gobernante. Los obliga al consenso y al trabajo en equipo. A diferencia de antes que los gobiernos eran la suma de individualidades corruptas en detrimento del pueblo y en favor de sus bolsillos.

    Cuando se gobierna para el pueblo no hay posibilidad de llamarlo “pan con lo mismo”, a menos que así lo quiera la mayoría. Desacostumbrados a lo nuevo y con el vicio de ver con ojos de pasado el presente, para los conservadores la realidad parece compleja y dejan de observarla, ni siquiera son capaces de tratar de entenderla y de ahí sus críticas inconexas con la realidad.

    La continuidad también define al contrincante y descubre quién de entre ese universo debe ser aplicada la mano dura. Por ejemplo, los poderes fácticos, que nadie elige y su fuerza radica el su potencial económico, deben ser armonizados con rigidez. Están ubicados desde hace tiempo y ya no pueden esconderse como lo hicieron durante el sexenio que está por concluir.

    Porque para ser democrático también hay peso político y sobre todo social en cada grupo, si la fuerza del pueblo se expresa a partir de sus apoyos, habrá poderes fácticos que representan una minoría pero tienen la fuerza de difundir ideas y mentiras con una cobertura inmensa. Por ejemplo, la mentira en los medios no sólo es parte de la impunidad en México, y se ha convertido en el vehículo informativo de más éxito en los últimos años.

    El desmentido ocupa la 10 parte del espacio que la mentira publicada anteriormente y esto, confunde a la población que todavía desconoce que el origen y la firma empresarial de las noticias son determinantes en la credibilidad de las notas y comentarios.

    La continuidad, vista con objetividad es más buena que mala, pero quienes ven todo mal, tendrán mayores sorpresas.

  • ¡Que vivan en la calle!

    ¡Que vivan en la calle!

    Se molestan, por que la siempre sensible y ciudadana Xóchitl Gálvez declaró, como se declara todo aquello que debe declararse, que “si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio eres bien güey, con todo respeto”. En el fondo se molestan, por una de dos razones; tienen sesenta o más años y no han podido hacer un patrimonio, o, sin importar su edad, inconscientemente han decretado que llegarán a los sesenta años, los pasarán y no habrán podido hacer un patrimonio. Es decir, en palabras llanas, tan llanas como la misma Xóchitl, se enojan porque son bien güeyes. Que diferencia con los jóvenes de las familias Larrea, Baillères, Azcárraga o Hank, que ni siquiera se preocupan por estar güeyes, mucho menos por hacer un patrimonio, lo tienen desde antes de que nacieran. Díganme si eso no es ejemplar, un modelo a seguir, una aspiración a la cual aspirar. Se molestan, a fin de cuentas, porque quieren que alguien más les resuelva el problema, les compre una casa y los mantenga.

    Les parece injusto que el 45% de los mexicanos que quieren comprar una casa (9 de cada 10) no tenga recursos suficientes para hacerlo, que el precio de las propiedades haya aumentado en un 235%, que la gentrificación expulse a las personas del lugar donde viven, que el 75% de los trabajadores ganen hasta tres salarios mínimos, que el 61% de las personas que no han podido hacerse de un patrimonio tengan licenciatura y el 73% están empleadas, que 14 millones de familias no tengan los medios necesarios para comprar o construir una casa, y que la concentración poblacional en zonas urbanas incremente el problema de la vivienda en México y aumente el déficit de las mismas. Pero no veo a nadie quejándose por no haber pensado las cosas dos veces antes de nacer en la pobreza. Una vez más, la gente se queja por quejarse y quiere que otro, el gobierno, les resuelva el problema. Y ―pero aún― quiere que lo haga subiendo los impuestos a la trabajadora clase parasitaria empresarial.

    Los políticos, esos que no tienen el valor descarado de insultar a la ciudadanía como lo hace a bocajarro Xóchitl, no encuentran soluciones o no quieren encontrar soluciones al problema y prefieren hacerse tontos aumentando los apoyos sociales para que la gente, poco a poco, viva mejor. No veo a uno solo proponiendo que la gente habite en las calles, los migrantes haitianos que han llegado a nuestro país han mostrado mayor iniciativa que nuestra clase política y han establecido barrios callejeros donde pueden dormir, comer, bañarse y vivir. Desde luego que se que no faltarán quienes se opongan a esto, se quejen argumentando que es indigno que un ser humano ―migrante o no― tenga que vivir en la calle y en esas condiciones. Nunca falta alguien así, dispuesto a defender derechos indefendibles como el de la vivienda digna. Quizá tengan razón, no lo sé, lo que sí se es que no tienen que vivir necesariamente en la calle, pueden hacerlo en parques y plazas públicas, siempre y cuando sean parques y plazas públicas que no se encuentren en aquellas zonas de la ciudad que tienen la bendición de ser habitadas por nuestras siempre sensibles, siempre comprometidas, siempre explotadoras, clases privilegiadas.

    Entrados en gastos

    Que más del 40% de la población mexicana no haya podido hacer un patrimonio, no sólo significa que están bien güeyes, también evidencia la terrible ambición ―sembrada por los discursos progresistas―en la que vive un porcentaje importante de la población. Esa ambición de querer vivir como viven las clases privilegiadas, ambición de querer ser dueños de un pedazo de tierra que les de la seguridad y tranquilidad de saber que pueden llegar a descansar, debajo de un techo y protegidos por cuatro paredes, al final de su jornada ¡Vaya! Esa ambición de querer descansar ¿Quién les dijo que pueden descansar? ¿Quién les dijo que tienen derecho a vivir dignamente? ¿De donde sacan que pueden tener una casa? Habría que impulsar políticas públicas que contribuyan al autoconocimiento, que permitan a alguien saber desde temprana edad que está bien güey, que no va a poder hacerse de un patrimonio, que les permita aceptar su realidad y conformarse con ella, que les deje claro desde un principio que sólo tienen dos opciones: trabajar sin descanso y vivir en la calle. Políticas públicas de una honestidad brutal y ofensiva como la misma Xóchitl Gálvez.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • VENGANZA JUDICIAL

    VENGANZA JUDICIAL

    Por determinación de la Ministra Presidenta Norma Lucía Piña Hernández de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el máximo tribunal del país, ordenó una investigación administrativa en contra de su antecesor, el ministro en retiro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y asesor de la candidata Claudia Sheinbaum para la Reforma al Poder Judicial. Más aún, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) indaga a ex colaboradores de Zaldívar por presuntos actos de: “corrupción”, “enriquecimiento ilícito”, “vulneración de la independencia del Poder Judicial de la Federación (PDF)”, “abuso de funciones”, “violencia sexual” y presionar a jueces y magistrados para dictar resoluciones en favor de “intereses personales y de terceros”. Estas pesquisas se iniciaron con base en una denuncia anónima presentado el pasado 9 de abril ante el CJF; al mismo tiempo, la Ministra Presidenta ordenó la apertura del expediente J/108/2024 en los cuales ordenan a la Unidad General de Investigación de Responsabilidades Administrativas investigar a Carlos Antonio Alpízar Salazar, ex secretario general de la presidencia del CJF, a Arely Gómez González, actual auditora especial de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y al abogado Julio Scherer Ibarra, ex consejero jurídico del Ejecutivo federal desde el 1° de diciembre de 2018 hasta su renuncia el 2 de septiembre de 2021. 

    Se menciona que en los casos específicos en que existió presión de la presidencia del CDJ, que también ostentó el ex Presidente de la SCJN cometidas entre 2019 y 2022, se encuentran las leyes de Hidrocarburos y de la Industria Eléctrica; el proceso penal del ex director de Pemex Emilio Lozoya Austin por el caso Odebrecht; el fraude cometido al Infonavit por 5 mil millones de pesos y la creación de juzgados y tribunales a modo para resolver casos relacionados con telecomunicaciones.

    Por medio de sus redes sociales, Zaldívar afirmó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación carece de marco jurídico para sancionarlo después de la investigación ordenada por la Ministra Presidenta y que las acusaciones en su contra sólo demuestran que es un “problema político electoral” para demeritar al movimiento de la Cuarta Transformación (AT), impulsado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018. “Esto confirma que tanto la investigación en mi contra, como la filtración masiva de la denuncia que ellos mismos fabricaron, tienen una intencionalidad exclusivamente político-electoral en contra del movimiento de la 4T” mencionó el ex ministro. En una entrevista para el medio SinEmbargo, el ministro en retiro relato cómo empezó a circular en chats de WhatsApp dicha denuncia a la cual le quitaron los metadatos para no identificar su procedencia. “Desde ahí, para mí, era obvio que eso se había enviado desde la presidencia de la Corte, pero pensé que se iba a quedar en una cuestión mediática, pero el miércoles inopinadamente la Ministra Presidenta admite a trámite esta denuncia violando la normatividad de la materia y además todos los precedentes” aseveró.

    ¿Qué intereses hay detrás de estas acusaciones? ¿Por qué juzgar al ministro en retiro y no lo hicieron mientras estaba en funciones? Durante su conferencia matutina del pasado lunes 15 de abril, el presidente López Obrador se posicionó al respecto, “Hay un debate en contra del ex ministro Zaldívar, y dejaron a diferencia de otros casos, dejaron entrar una denuncia anónima y le dieron celeridad, justicia pronta y expedita, y ahora pues ya se sabe que es una especie de venganza en contra del ex ministro…” refirió.

    Poco después de salir a la luz pública la denuncia, los medios de comunicación y políticos de derecha inmediatamente juzgaron al ex ministro de ser culpable de los cargos que se le imputan. Por ejemplo, Héctor de Mauleón, escritor y columnista del Universal, acusó a Zaldívar de formar parte del “mayor robo cometido desde la Colonia” al amparar a las instituciones bancarias involucradas –Bancomer, Banco Internacional, Banco Nacional de México, Banco Mercantil del Norte. Más aún, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD, envió un breve mensaje al respecto “Se lo digo a Zaldívar desde aquí: las evidencias que hay, exministro, es que sí hubo tráfico de influencias. Las evidencias que hay es que usted abrió muchos procesos con simples denuncias anónimas” declaró. En definitiva, declararon culpable a Arturo Zaldivar de todos los cargos, sin una sola prueba fehaciente que lo incrimine.

    “Medios y jueces corruptos son instrumentos para defender el status quo” mencionó el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa en una entrevista para SinEmbargo, porque los medios manipulan la información para que las masas no tomen las decisiones correctas, mientras que los jueces acorralan al sector público que se dedican al bien común. Lo que ocurre con Zaldívar es igual cuando la Corte conspiro con el expresidente Vicente Fox, con el fin de arremeter contra al entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, López Obrador. Existen muy fuertes intereses que no quieren la continuación de la Cuarta Transformación y disponen de todos sus recursos para usar facciosamente del Poder Judicial para utilizarlas ilegalmente y así lograr la inhabilitación o provocar el repudio público hacia un oponente, con la ayuda de los medios de comunicación.

    A esto se le conoce como Lawfare (una contracción gramatical de las palabras inglesas law y warfare, que significan ley y guerra), es decir, guerra jurídica, judicialización de la política a la utilización ilegal de las instancias judiciales nacionales e internacionales. Para ilustrar esto mejor, los ministros de la corte Luis María Aguilar Morales y Alberto Pérez Dayán confrontados con el titular del Poder Ejecutivo, forman parte de la asociación civil Instituto Mexicano del Amparo, que han mantenido sus tácticas de guerra judicial contra el gobierno de la Cuarta Transformación, a tal grado que Aguilar buscó separarlo de su cargo de presidente de la República y a última hora se retiró. 

    Éticamente, ningún juez tiene las facultades jurídicas para condenar la ideología o trabajo político de una persona, porque emplear su criterio jurídico para beneficiar intereses particulares, como lo han hecho hasta ahora, los dejaría muy mal parados ante los ojos de la opinión pública como individuos que tuercen las leyes a su favor y niegan la presunción de inocencia, lo que llevaría a la inevitable la necesidad de una reforma judicial.