Etiqueta: opinión

  • JUSTICIA EN VENTA

    JUSTICIA EN VENTA

    A partir de la negativa de las bancadas de los partidos de oposición, para impulsar la Reformas Constitucionales pertinentes en favor de la sociedad y la posterior intervención del poder judicial bloqueando de manera mafiosa las desiciones legislativas, el presidente Obrador convocó al pueblo Soberano a impulsar mediante el método democrático a través de la elección del poder legislativo, para tener así la suficiente representación en las cámaras y realizar las Reformas pertinentes en beneficio de la mayoría de la sociedad, mediante el ya mencionando Plan C.

    Aún cuando los partidos opositores al gobierno Obradorista y los miembros de la Oligarquía se coludieron para impulsar mediante la inversión de grandes sumas de recursos económicos sin precedentes en la campaña electoral, con el único objetivo de promocionar su “proyecto” opositor al plan C, su estrategia maquiavélica no funcionó, lo que derivó en una tremenda derrota que abono el camino para lograr el objetivo planeado por nuestro presidente.

    Aunque los resultados en la elección fueron apabullantes en favor de la alianza morena, PT, verde, los 3 partidos que lograron el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaum, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y a solo dos escaños de obtenerla en la cámara de senadores. Los miembros de la oposición, de la mafia del poder, medios de comunicación y sus grupos delincuenciales afines al servicio de la Oligarquía, buscan por todos los medios defender sus intereses mediante el control del poder judicial.

    Es un secreto a voces que existe una mafia en el poder judicial que se encuentra controlado desde la misma presidencia por la ministra Norma Piña, con base en juzgadores que ponen al mercado la impartición de la justicia.

    Es lógica la resistencia y el apoyo que obtienen los miembros de la “Tremenda Corte” y sus subordinados por parte de los poderes fácticos que apoyaron la candidatura opositora, los mismos que acusaron al presidente y a la candidata Claudia Sheinbaum de estar vinculados al narcotráfico, sin presentar alguna evidencia, los mismos críticos que señalan el riesgo de que se infiltre el crimen organizado, cuando es evidente como el poder económico es el que garantiza la libertad para cualquier delincuente del crimen organizado o de cuello blanco.

    Acaso no fue el actual ministro Luis María Aguilar quien guardo por varios meses el expediente del adeudo a la hacienda pública de Grupo Salinas, no fue la jueza Nadia Villanueva Vázquez quien libero al hijo del Mencho, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación, que ahora se encuentra detenido en Estados Unidos ?

    Podernos enumerar infinidad de casos de injusticia donde el dinero y las influencias políticas son las que inciden en una sentencia absolutoria, de culpabilidad o para frenar el proceso legal como en los casos de Javier y César Duarte, Rosario Robles, Abraham Oseguera, Israel Vallarta…

    ¿Alguien en su sano juicio va a creer el argumento sobre las posibilidades de que se infiltre el crimen organizado en el poder judicial? Cuando las evidencias señalan que al tener el control de la última instancia judicial no es necesario, mientras se tengan recursos económicos suficientes para comprar a jueces, magistrados y ministros.

  • El juego de la democracia greenga: de la libertad a la hipocresía

    El juego de la democracia greenga: de la libertad a la hipocresía

    “Del plato a la boca se cae la sopa”. Este dicho popular contiene un gran significado y, principalmente, habla de la hipocresía que puede encontrarse en las acciones de diversas personas o, en este caso, en un sistema.

    Estados Unidos se utiliza a menudo como un referente de democracia. Este ha sido el principal argumento para justificar la invasión de varios países bajo la bandera de llevar libertad y democracia. Estos ideales han servido como justificación para un sinnúmero de intervenciones militares estadounidenses, desde el bloqueo comercial a Cuba hasta la guerra en Irak y el apoyo militar a Ucrania.

    Sin embargo, “del plato a la boca se cae la sopa”, y es que dentro del sistema democrático estadounidense parece que la idea de libertad no siempre se aplica cuando un competidor puntero desafía los intereses de las élites.

    La sorprendente victoria de Donald Trump en las elecciones de 2016 marcó un cambio de paradigma en Estados Unidos. Como jefe del Ejecutivo, Trump expuso las falencias del sistema político estadounidense, que, según él, solo beneficiaba a unos pocos. Además, comenzó a poner límites a algunos países históricamente hegemónicos en Europa y buscó acercarse a Rusia y Corea del Norte. Además de que en últimos tiempos ha cuestionado la permanencia de los norteamericanos en la OTAN.

    Tras cuatro años de presidencia, en las elecciones de 2020, Trump perdió de manera sorpresiva ante el actual presidente Joe Biden. Trump calificó su derrota como fraude electoral y sus simpatizantes asaltaron el Capitolio en protesta por lo que consideraron un ataque a la democracia.

    Desde entonces, Trump ha señalado que la democracia estadounidense no es completamente confiable y ha expuesto múltiples irregularidades en el sistema político. Debido a esto, sus polémicas declaraciones y sus aspiraciones de regresar a la Casa Blanca han provocado una persecución que parece propia de un Estado dictatorial.

    Trump ha sido sometido a dos juicios políticos y en ser condenado en un juicio penal convirtiéndose en el único presidente o exmandatario de Estados Unidos en ser condenado. A pesar de ello, el sistema parece no poder detener al exmandatario, pues cada uno de estos eventos ha fortalecido aún más sus aspiraciones.

    Recientemente, y digno de una de las historias que tanto gustan en el país vecino, Trump fue víctima de un ataque con arma de fuego durante un mitin de su campaña en Pensilvania el pasado sábado 13 de julio.

    El ataque a Trump no solo es un ataque a una figura política, sino a los principios mismos que sustentan una democracia. La violencia y la intimidación no tienen cabida en un proceso democrático, independientemente de las inclinaciones políticas u opiniones sobre los candidatos. Este tipo de actos no solo socavan la integridad de los procesos electorales, sino que también fomentan un ambiente de polarización y desconfianza que perjudica a toda la sociedad. Además de que son ejemplo de la hipocresía del sistema político norteamericano y se caen sus argumentos de llevar democracia y libertad a algún país del mundo.

  • Sócrates y la Democracia Corinthiana

    Sócrates y la Democracia Corinthiana

    El Doctor Sócrates era un futbolista con una postura irreverente dentro y fuera de la cancha. No entraba en los cánones de las posiciones habituales, en sentido estricto no era un mediocampista o un delantero, tampoco un extremo, y menos un contención. 

    Era doctor porque en el club decía que estudiaba medicina, pero era futbolista porque en la facultad de Medicina decía ser jugador profesional, aunque en realidad todo parecía un gran pretexto para no practicar una cosa ni la otra, pues no le gustaba la disciplina de estudiar ni entrenar, pero con sus legendarios dones natos fue una leyenda de la cancha y un médico consagrado en la credibilidad de sus recetas. 

    Existe una especie de consenso histórico que la dictadura militar tuvo una duración del 1° de abril de 1964 al 15 de marzo de 1985, y que inició luego del golpe de estado de marzo de 1964 y el derrocamiento del gobierno democrático de Joao Goulart. Cuando el golpe, Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, mejor conocido como Doctor Sócrates era un niño de diez años, a quien conmovió intensamente ver a su padre llorar y quemar los libros de la biblioteca familiar por temor a ser detenido, encarcelado o desaparecido por su postura militante.

    Ya en la universidad Sócrates no solo no era un estudiante formal, sino se fue entregando al activismo estudiantil que cuestionaba el régimen militar. Dictadura caracterizada por las violaciones a los derechos humanos, la ausencia de libertad de prensa y expresión, la represión a la oposición política y el anticomunismo como ideología, en un mundo donde permeaba la polarización de la Guerra Fría. 

    En España 1982 Sócrates fue capitán de una de las generaciones más talentosas dirigida por Telé Santana y con jugadores como Zico, Falcao, Toninho Cerezo, y Júnior en la cancha.​ Sin embargo Paolo Rossi de Italia se interpuso en el camino y Brasil no ganó la copa, pero ese esquipo fue recordado en el imaginario colectivo por su juego bonito. El futbol como manifestación artística se llama Brasil 1982 y Sócrates era el alma. 

    En México 86 volvió a ser el alma del último equipo verdeamárela que honró su tradicional estilo; en esa justa fueron eliminados el 21 de junio de 1986 por la Francia de Michel Platini en penaltis, en el que es considerado uno de los 10 mejores partidos de la historia del fútbol. La afición azteca tuvo muy presente que después de los sismos de 1985 el Doctor Sócrates fue un jugador que practicó la solidaridad genuina y portó en los juegos una banda en la cabeza con la leyenda: “México sigue en pie”.

    Se podrían escribir libros enteros de las gestas de Sócrates en la cancha, pero su legado trascendió para situarse en la historia como un hito por su invención insólita: la Democracia Corinthiana. 

    Tras una serie de malos resultados que terminaron con la dimisión del presidente del Corinthians, en abril de 1982 nació la “Democracia Corinthiana”, un movimiento inédito e incomparable en el fútbol brasileño. Sócrates fue impulsor junto a otros compañeros con gran compromiso político como Wladimir, Casagrande y Zenon. Sócrates propuso como salida ante la crisis deportiva recuperar el orgullo construyendo lo colectivo desde la igualdad. 

    El método fue democratizar todas las decisiones, para que todos fueran incluidos en las mismas y todos las defendieran en los hechos. Si no se podía por consenso, se votaba entre todos los jugadores. Eso armó de fuerza interna al equipo, pues antes de cada decisión, sobre temas como la formación táctica, las alineaciones, la forma de encarar un encuentro, los estímulos o castigos, o hasta permisos para viajar, salir de la concentración, no jugar o ir al baño, primero eran discutidos en equipo y luego se definía que hacer respecto de cada cosa.

    En el contexto de la dictadura militar, la Democracia Corinthiana tuvo una gran relevancia que irradió esperanza de la cancha a la tribuna, vislumbrando una manera distinta de afrontar la realidad. El movimiento no solo sirvió para democratizar el deporte nacional, sino también para concienciar a la sociedad brasileña contra la dictadura: en el dorso de la camiseta llegaron a imprimirse frases como “Democracia” y “Día 15 Vote” (en referencia a las primeras elecciones a gobernador en Sao Paulo). La época de la Democracia Corinthiana llevó a la plenitud deportiva. Corinthians, que antes del campeonato paulista de 1977 había estado 21 años sin lograr el título, logró dos consecutivos en 1982 y 1983 definiendo el título a favor las dos veces en la final frente al Sao Paulo FC y solucionó su situación económica. 

    Inventor de esta experiencia democrática casi única en el futbol, tras su retiro de las canchas Sócrates siguió siendo un bohemio, trasnochador e irreverente, no fue muy exitoso en su carrera como entrenador, pero abrió una clínica de medicina deportiva. 

    Su muerte fue tal y como Sócrates pidió en una entrevista de 1983: “Quero morrer em um Domingo e com o Corinthians Campeão” (“Quiero morir un domingo y con el Corinthians campeón”).​ La fecha fue en la madrugada del domingo 4 de diciembre de 2011 y esa misma tarde su equipo se proclamó campeón. Decenas de mantas ilustradas con su nombre -Doctor Sócrates-, ondeadas por la torcida lo recordaron para siempre, como la gran leyenda y alma del Corinthians. Un inusual precursor democrático.

  • ¡Ay, la oposición!

    ¡Ay, la oposición!

    Ya vimos el cadáver putrefacto del PRD, que un día fue nuestra esperanza, pero que fue asesinado sin piedad, primero por la formación de tribus y grupos que lo disgregaron y después por “Los Chuchos”.

    Los crímenes políticos de esa extensión tendrían que castigarse penalmente, porque moralmente es poca la pena. 

    La agonía del PRI y la muy cercana del PAN, son producto de su postura y de la incapacidad de la derecha de dejar de ser individualista y de entender que la mentira en la que viven los está destruyendo para bien del Pueblo. 

    Algunos de estos, dirigidos desde allende el mar y más allá del Río Bravo, quieren crear un nuevo bastión derechista, en lo que a otros les encomendaron usar sus dotes de comediante barato para infiltrar a la única organización política que parece de izquierda. 

    Lo que en realidad conviene hacer, es iniciar la creación de una fuerza política con verdadera convicción de izquierda, más radical y que se torne en oposición seria, con un programa de acción que movilice al proletariado a ganar posiciones frente al capitalismo explotador por una vía pacífica y de participación constante; la conciencia en acción. Poner a MORENA a la derecha del espectro, porque para allá va, y situarse muy a la izquierda para avanzar.

    Esa debe ser la oposición, no los machistas paniaguados (como les dice el compañero Fernández Noroña) o sus gritonas insulsas como la Téllez y la Rabadán, que opacan al dignísimo Feminismo Mexicano y se vuelven contra la dignidad de ser mujeres en lucha. 

    La oposición no puede ser conservadora, porque representa un retroceso gigantesco y una simulación indigna. La oposición tiene que ser de izquierda mucho más radical que Claudia y cercana a Clara y hay que construirla o transformar a MORENA. 

    Tener un grupo de empresarios como consejeros presidenciales, no es cosa menor, porque ahí no hay consejeros proletarios. Está claro que Claudia tendría que ser la abanderada del proletariado, el que tendrá que levantarse organizado para evitar retrocesos y lograr avanzar más lejos con la fuerza de la conciencia de clase y la movilización, siendo capaz de neutralizar cada acción que pretenda favorecer a la patronal o al capital financiero que se ha enseñoreado en México y es el instrumento más fuerte de la explotación del trabajo asalariado. Los bancos son como gigantescas tiendas de ralla que se adueñan del salario porque a nadie ya le pagan en efectivo, sino en tarjetas bancarias que manejan el salario a su antojo y sin ningún respeto por las leyes y la dignidad de las personas. 

    Los instrumentos del capital para adueñarse del producto del trabajo son cada vez más visibles y solamente la organización y la movilización proletaria pueden obligar al estado a frenar a estos individuos. 

    La oposición tiene que ser proletaria y revolucionaria, de izquierda más radical que Claudia y no de derecha. La izquierda no es capitalista buena ondita, es radical porque tiene conciencia de clase y no acepta seguir siendo explotada por el capital. 

    Decía una barda en Jardín Balbuena, “Escampen, el letargo debe terminar.” Nunca leí esta arenga en otro lado. Una barda puede ser inspiradora. Quién sabe dónde está el poeta que puede develarnos la verdad y hacer mella en la conciencia para avanzar más y más rápido. Hay que buscarlo en nuestro interior. 

  • Lección política

    Lección política

    Solo unos pocos hoy en día fueron testigos del nacimiento del PRI bajo estas siglas, después de las transiciones que tuvo desde su fundación como PNR y ser, a la postre, el Partido de la Revolución Mexicana; sin embargo, los aquí presentes, podríamos dar constancia de la desaparición de este, gracias a la pésima gestión que ha tenido Alejandro Moreno Cárdenas al frente del partido desde el año 2019, donde acaparó todo el poder para hacer de su imagen la representación del tricolor. Y dicho instituto político no podía llevar mejor abanderado. Acusado de probable desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, entre otros (https://www.proceso.com.mx/nacional/2024/4/28/denuncian-desvio-de-fondos-por-mil-mdp-en-la-gestion-de-alito-moreno-en-campeche-327993.html), cuando estuvo al mando de Campeche, Layda Sansores, actual gobernadora de ese estado, dio a conocer, además, diversas grabaciones de audio, que revelaron entre otras cosas, acuerdos en los que participaba el flamante presidente del revolucionario institucional.

    Su intención era ser el candidato presidencial de las pasadas elecciones de junio; sin embargo, su pobre capacidad de dirección, le restaron votos a tal grado de, aceptar el acuerdo del magnate Claudio X. González, de formar parte de la coalición que a la postre elegiría a Xóchitl Gálvez como la representante, además, del PAN y PRD.

    Tal fue el hartazgo popular que existió que, ninguno de los 3 partidos dio el ancho para convencer a la mayoría de los votantes, teniendo como resultado la desaparición del PRD como partido y ubicando al PRI como un satélite del PAN y de MC. No conforme con esta demostración del pueblo, Moreno Cárdenas utilizó su poder para cambiar estatutos y tener vía libre para reelegirse una vez más en el tricolor, ante la evidente molestia de sus integrantes más influyentes.

    Si bien agradecemos que “Alito” Moreno diera muestras tan contundentes de su capricho dictatorial, pues ello equivale a poner el último clavo al ataúd del PRI, es importante reconocer que la soberbia es mala consejera, sobre todo cuando se habla de política. En la izquierda, de manera concreta en MORENA, no se necesitan actitudes de este tipo, mucho menos cuando existen errores que, a los ojos de sus afiliados y de quienes votaron por sus candidatos, resultan en comportamientos y actitudes, cuando menos, hostiles y petulantes de las figuras importantes al interior del partido guinda.

    Recordemos que, una de las razones por las que el partido del sol azteca se fue a pique hasta desaparecer, fue por un comportamiento de sus dirigentes, los reconocidos chuchos, similar al que se comenta, cargado de arrogancia y ambición de poder, hasta cerrar los caminos que defendían los intereses reales de la gente. Tal cual ocurre en la actualidad en el PRI pero, además, fue esa soberbia de querer tener la razón a rajatabla por encima de las opiniones de lo demás, la que abonó para la separación de sus integrantes y facciones y que resultó en la escisión de personajes y partes.

    MORENA acaba de cumplir este 9 de julio, sus primeros 10 años de vida como partido legalmente constituido y es indeseable que dichas actitudes separatistas se inyecten en el torrente que alimenta las venas que llevan vida al movimiento: la voluntad de la gente. Se dice que es de sabios reconocer los propios errores, pero es de igual importancia que a los votantes se les haga sentir parte de este movimiento, en aras de mantener otros 10 o más años, el voto que significa la confianza de un pueblo que se sabe bien representado. Esperemos que sus dirigentes no repitan los errores del PRD o PRI, para que la gente, los millones que votan por el partido de izquierda, permanezca a su lado.

    • @Pablo_OcampoEsc
  • ¿Un nuevo partido?

    ¿Un nuevo partido?

    Bueno, quizá podría parecer viable si se toma en consideración la debacle de la oposición en su conjunto, la estruendosa crisis y sobre todo falta de legitimidad tanto del PRI como del PAN al interior y al exterior. En ese contexto, la pregunta obligada sería: ¿Cómo logrará el Frente Cívico Nacional dar cumplimiento a la Ley General de Partidos Políticos cuando los requisitos indispensables obligan a la celebración de asambleas donde participen 3 mil afiliados por entidad? Es decir, o se celebran asambleas al menos en 20 entidades, o cuando menos en 200 distritos electorales, además de que se prohibe la participación de organizaciones gremiales.

    Para empezar hay algo que los organizadores no contemplan: la escasa respuesta a la convocatoria a su primer asamblea es precisamente el reflejo de lo que se niegan a reconocer, es decir, que la ciudadanía no se siente identificada ni con los organizadores ni con su causa (cualquiera que esta sea), pues los intereses de los convocantes son más vistos como la defensa de privilegios de una vieja clase política, que como una vía de participación democrática. Y, aunque los principales orquestadores de esta iniciativa señalen lo contrario en el discurso, en el fondo se trata de una estrategia que les permita mantenerse en el escenario político, al menos mientras se configura la legislatura entrante donde su presencia será meramente testimonial.

    Pero el problema de pretender conformar un nuevo partido político en enero próximo como marca la Ley, puede convertirse en un fracaso si se toma en consideración que los liderazgos principales apenas inciden en las cúpulas y carecen de influencia en amplios sectores de la sociedad. Digamos entonces que sería hasta ingenuo pensar que habrá ciudadanos dispuestos a impulsar las asambleas convocadas por integrantes del desastroso frente opositor, cuando se han manifestado más a favor de la Cuarta Transformación en las urnas, con todo y la serie de calumnias, primero anti López Obrador y hoy anti Sheinbaum. Por esa razón, y si en el cálculo político está el de incorporar a desertores y expulsados de otros institutos políticos, incluido el hoy desaparecido PRD, lo cierto es que habrá quiénes opten por generar sus propias iniciativas y no someterse a otro liderazgo bajo la lógica de que más vale cabeza de ratón que cola de león.

    La pluralidad política debiera privilegiarse en cualquier democracia, siempre y cuando ésta represente realmente los intereses colectivos y no de unos cuántos como sucede ahora en Movimiento Ciudadano y como sucedió en el PRD desde hace varios años. Sin embargo, con la realidad a cuestas y con la evidencia que hasta el momento ha dejado su actuar, ¿Cómo demostrará una nueva fuerza política que responderá a los ciudadanos y no a los grupos de poder? Pues no, no hay elementos que hagan suponer que una fuerza emergente en esta coyuntura y con estos pésimos antecedentes, conquiste las aspiraciones (cuando menos) de un innegable sector de la sociedad que no se ve representado ni de un lado ni del otro. Así que esa intención quedará en eso: una intención.

    Lo que les queda a los convocantes, si realmente quisieran generar nuevos canales de participación, sería ajustarse a la realidad que los acompaña, regresar (en algunos casos) a sus orígenes, renovarse y optar por impulsar nuevos liderazgos que vayan más acorde con lo que hoy el país necesita pues apostar nuevamente por la calumnia, culminará en un nuevo palmo en las narices y, a cómo están las cosas, con el fenómeno político en el que se está convirtiendo Claudia Sheinbaum, poco habrá por hacer, más que vivir del recuerdo.

  • Derecha, esfera de cristal

    Derecha, esfera de cristal

    Durante muchos años gobierno y medios construyeron, para los mexicanos, una realidad paralela. Volvieron esquizofrénicos a hombres y mujeres del país, crearon un manicomio sin muros para preservar el poder. Se les obligó a pensar que esa realidad debería ser defendida con la propia vida.

    Dos poderes: medios de información y gobierno, acordaron a principios del siglo pasado, en el camino hacia su hegemonía limitar la imaginación, castigar la verdad, reducir la razón, a cambio de su poderío. Mientras más tiempo pasaba, mayores eran las limitaciones que se imponían a la población.

    Se les imponía espacios cada vez más reducidos, progresivamente cada día más similares a una prisión. Se pasaba de la falta de libertad de expresión a castigarla, incluso con la muerte. Toda libertad de acción social era reprimida porque afectaba sus intereses.

    Poco a poco las conductas de los mexicanos se redujeron al mínimo a través del control, la imposición que coartaba sus libertades se fortalecían desde el poder. Lo racional y lo delictivo se fusionaban incluso en la conducta de los poderosos, quienes al mostrar impunidad de sus actos convocaban al resto de la población a perpetrar delitos, con muchas posibilidades de quedar impunes, como ahora podemos ver.

    A los mexicanos se les creó un país de fantasía. La verdad se escondió para manipular, de tal manera que los medios narraban una historia basura, se vivía una realidad que carecía de reflejo en los medios y afectaba a los más vulnerables.

    La verdad de los medios era indiscutible, definitiva, inamovible, a pesar de ser mentira, un dogma de fe convertido en cotidianeidad. Negarla era ir contra la lógica, aunque careciera de sentido común, pero se trataba de y una realidad que se había acordado presentar para ocultar la manipulación. Los medios eran hipnóticos y los gobiernos corruptos. Unos mostraban la irrealidad y los otros se repartían las ganancias.

    En algunos grupos de la sociedad mexicana la convicción sobre la realidad manipulada sigue igual, con sus propios sacerdotes de la mentira y sus monaguillos de la corrupción. Se manipula al que se considera débil y desprotegido, la manipulación no está dirigida a los que tienen convicciones, porque las instancias que defienden este engaño estuvieron de parte de la mentira y el delito, por muchos años.

    Se trataba de una sociedad que compraba libertades, inmunidades, mentiras, verdades, riquezas, todo. A los mexicanos se les manipuló hasta el grado de obligarlos a creer que vivían en un país inexistente, con líderes inexistentes, con intelectuales inventados, con críticos a modo, con historia tan tergiversada como la realidad. Hay quienes quieren seguir viviendo en ese mundo feliz, no se trata de solo de abrir los ojos sino de despertar, pero a veces ese proceso requiere de una terapia intensiva.

    México es un país con graves desórdenes mentales inducidos por quienes trataron de obligar a la población a creer que vive en un país que no existe y en poderes que nadie escoge. México, más que otro país del mundo, mantiene una complicidad estrecha y, al parecer inseparable entre medios y poderes fácticos, combinación que crea su propio mundo y hace creer a los demás que esa es la realidad.

    Los medios y los oligarcas prepararon a los mexicanos a tener miedo si salían del mundo inventado por ellos. Fuera de la realidad que ellos imponían, el terror se apoderaba y debían regresar a la cueva de donde salieron porque afuera, está el comunismo, el robo a la propiedad privada, el ateísmo, el crimen organizado, la delincuencia, la inseguridad.

    Los poderes fácticos manipuladores crearon un mundo para los mexicanos con la advertencia que salir de esa esfera implicaba un peligro para México. Afuera de ese límite los titiriteros no se responsabilizaban de la suerte de los habitantes. Más allá de esas fronteras invisibles la protección del autoritarismo no garantizaba que hubiera mañana.

  • Gay naco, chinto y chairo

    Gay naco, chinto y chairo

    Está por terminar el sexenio del líder del Pueblo de México, Andrés Manuel López Obrador, y a la oposición todavía no le queda claro qué fue lo que ocurrió. ¿Por qué perdieron las “riendas” del país? Precisamente, fracasaron por tratar a las personas como ganado.

    El Segundo Piso de la 4T representa la continuidad de un proyecto de nación en el que por el bien de todos primero los pobres, Claudia Sheinbaum lo sabe, ella comprende que somos las clases populares, trabajadoras, las poblaciones históricamente vulneradas, las que le estamos pasando el mando.

    ¿Qué papel jugamos las Comunidades LGBTIQ en el proceso transformador? Seamos sinceros, no somos una fuerza electoral significativa. Lo que sí somos es impulsores definitorios de la Revolución de las Conciencias. México es un país conservador y lo seguirá siendo por algún tiempo, sin embargo, los avances en materia de Libertades y Derechos los hemos empujado en buena medida los luchadores sociales de la Diversidad Sexual.

    Cuando se legalizó el Matrimonio Igualitario no solo se derribaron barreras legales para que las parejas homosexuales accedieran a la igualdad de derechos, también se comenzó a hablar seriamente de los gays. Las familias, las empresas, y hasta las iglesias, comenzaron a reflexionar sobre nuestra influencia en el quehacer social. Cuando ocurrió el reconocimiento legal de la Identidad de Género, no sólo ganaron las mujeres y hombres trans, también quienes aman a estas personas trans, poco a poco se han normalizado las relaciones amorosas, laborales y de toda índole donde se desenvuelven mujeres trans y hombres trans.

    Al final de la lucha, quienes se cuelgan las medallas son senadoras, senadores, diputadas y diputados, pero el origen de todas estas transformaciones son las personas LGBTIQ “nacas, chintas y chairas”.

    En México el término “naco” es uno despectivo. Las clases altas y los aspiracionales, usan mentado insulto para referirse a todos y todas quienes nos atrevemos a ejercer los mismos derechos y libertades que antes se creían privilegios de los fifís.

    “Chinto” es un término despectivo para referirse a los pueblos originarios. Las personas LGBTIQ somos parte de esos pueblos. Históricamente, las clases altas y los aspiracionales han sido quienes escriben y publican leyes homo-transfóbicas, cómo las autoridades victorianas en Reino Unido, o las élites porfirianas en México que condenaron a Los 41.

    Finalmente ser LGBTIQ y no ser chairo es una contradicción hasta biológica.

  • Disfruten lo votado, pero sólo si no lo disfrutan

    Disfruten lo votado, pero sólo si no lo disfrutan

    No es nada nuevo, pero la mezquindad humana ha vivido uno de sus mejores momentos en últimas fechas. La aparentemente espontánea campaña socarrona, que invita a los votantes ―que garantizaron la continuidad cuatrotera― a disfrutar lo votado cuando el Metro de la Ciudad de México se inunda o sufre una falla, cuando un huracán azota el sureste o el noreste del país, cuando hay una nueva crisis de inseguridad en Acapulco, cuando hay desplazados por la violencia, zonas inundadas, cobro de piso, etc. es, aparentemente, el punto máximo de la humanidad siendo ejemplarmente inhumana. La solidaria campaña que invita a todo aquel que no se preocupa por el preocupante bienestar de las privilegiadas clases privilegiadas es una muestra de lo mejor que pueden dar las huestes aspiracionistas y echaleganistas, de su espíritu y estatura moral, de los consientes que son de que nadie aprende en cabeza ajena y lo necesario que es que la gente, que antepuso el bien común a la estabilidad emocional de los patriarcas del oligarcado mexicano, sufra la consecuencia del abandono en el que el oligarcado tenia al país y que esos 35,924,519, que votaron en contra del regreso de un modelo inhumano que enaltece la desigualdad, padezcan en carne viva por querer abrir posibilidades que les permitan modificar su situación y la de millones de mexicanos.

    Sin embargo, la pura buena voluntad que invita a disfrutar lo votado, cuando lo que se invita a disfrutar no tiene nada que ver con lo votado y no se puede disfrutar, no es suficiente. Las intenciones buenaondistas se quedan cortas cuando se trata de un objetivo tan alto, tan noble y de un impacto pedagógico vivencial como el de hacer que el electorado que ha perdido el camino escarmiente de tal forma que quede condicionado ―cual temeroso perro de Pavolv― para ni siquiera ser capaz de pensar que puede pensar por si mismo.

    Es necesario que la oposición, que se opone a todo lo que no sea preservar los privilegios propios y los de sus amos, desarrolle las campañas, medidas, estrategias, tácticas y practicas que posibiliten del disfrute de lo votado. Desearlo es solo el primero de una serie de pasos que deben darse en pos de garantizar que el nuevo humano no vea la luz. Desde luego que no digo que dejen de desearlo, nada de eso, sigan deseándolo, deséenlo cada vez más, sigan gritándolo a los cuatro vientos, hagan playeras con el mensaje, lancen campañas más allá de las redes sociales, impriman espectaculares que inviten, una y otra y otra y otra vez más, a disfrutar lo votado.

    Pero complementen esto con sabotaje activo que permita acelerar el disfrute de lo votado, si tienen dudas ―porque es normal tener dudas cuando se actúa por mezquindad― deben recordar que se trata de un sabotaje pensando en el otro, en el disfrute ajeno, en el aprendizaje que permitirá que nunca más vuelvan a descarriarse. Y si necesitan ejemplos, ideas, mejores prácticas, volteen a ver al Sindicato Nacional de Trabajadores del Metro, quienes, anteponiendo sus intereses al bienestar de la ciudadanía y los usuarios del Metro, han realizado una serie de nobles sabotajes con fines políticos y para ganar terreno de negociación con el Gobierno de la CDMX. Tirar aspas de una lavadora en las vías del Metro es solo una muestra de lo que todos y cada uno de nosotros podemos hacer. Piensen cuanto colaborarían si saturan el drenaje de sus ciudades con bolsas de plástico, si difunden noticias falsas sobre potenciales catástrofes naturales, ya sea para aumentar el estrés de la población cuando no hay motivos, o para disminuir su capacidad de hacer frente a la adversidad. Ideas sobran, ¡urge un sabotaje que aumente el disfrute de lo votado!

    Entrados en gastos

    De poco sirve entrar en luchas intestinas, en una cacería de brujas al interior de la oposición, quemar vivo a Marko Cortés o a Alito, llorar por la extinción del PRD o pensar en la formación de un nuevo partido político si no sentamos las bases que posibiliten el disfrute de lo votado por quienes votaron sin pensar en quienes debían pensar, que no eran ellos ni sus familias. Si las condiciones materiales moldean a las personas, moldemos las condiciones materiales para llenar de miedo a las personas, piensen en lo que hizo el salinismo para garantizar la continuidad del sistema en el 94, piensen en lo mucho que México necesita hoy, mujeres y hombres comprometidos en contra de la causa de las mayorías para que este país no vuelva a pensar en pensar que se puede vivir de un modo diferente al que dicta la oligarquía.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.
  • ¿SE PUEDE RESTAURAR LA CONFIANZA EN LA SUPREMA CORTE?

    ¿SE PUEDE RESTAURAR LA CONFIANZA EN LA SUPREMA CORTE?

    La semana pasada, la Corte Suprema de los Estados Unidos se volvió objeto de crítica después que declarara que los ex presidentes gozaran de inmunidad por sus acciones oficiales, lo que significaría un triunfo para el ex presidente Donald Trump en su esfuerzo por evitar ser enjuiciado por delitos graves, incluyendo sus intentos de subvertir su derrota en las elecciones del 2020. No obstante, Sonia Sotomayor, jueza asociada de la Corte Suprema, redactó un disenso vehemente, al que se sumaron sus colegas liberales, en el que califico el fallo como “una marcada expansión del poder presidencial”, no sólo para Trump, sino para que todos los presidentes puedan sentirse más libres de abusar de su poder. Para ello, Sotomayor cito el histórico fallo de la Corte Suprema en favor de la detención de las personas estadounidenses de ascendencia japonesa, durante la Segunda Guerra Mundial ordenada por el presidente Franklin Delano Roosevelt, como una medida de seguridad nacional tomada en medio de la emergencia tras el ataque japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. 

    Por esto, la cadena televisiva CBS elaboró un reportaje en el que le preguntó a la población lo siguiente ¿Se puede restaurar la confianza de los estadounidenses en la Corte Suprema? La mayoría de los estadounidenses no estuvieron de acuerdo con las decisiones de la corte sobre el aborto, las donaciones ilimitadas de campañas y el fallo a favor del ex mandatario, quien buscara de nuevo llegar a la Casa Blanca en las próximas elecciones presidenciales de noviembre de este año.Más aún, el reportaje reveló que existen conflictos de interés entre los miembros de la corte, por ejemplo, el juez asociado Clarence Thomas es particularmente cercano a los millonarios conservadores involucrado en las decisiones del Poder Judicial estadounidense, al grado de aceptar obsequios de más de 4 millones de dólares. 

    A pesar de firmar un código de ética profesional, no existe un mecanismo para la aplicación de la sección 455, del título 28 del Código de Estados Unidos en el que establece que “cualquier magistrado o juez de los Estados Unidos deberá inhabilitarse en cualquier procedimiento en el que razonablemente pueda cuestionarse su imparcialidad”. Además, requeriría que ambos partidos (el demócrata y el republicano) en el Congreso trabajen juntos para llevar a cabo acciones para la restauración de la confianza de la corte. Sin embargo, eso es algo imposible de lograr. Por consiguiente, los jueces de la Corte Suprema creen que es un derecho incuestionable recibir regalos millonarios de las elites. 

    Para el caso judicial mexicano, podemos plantear la siguiente pregunta ¿Se puede restaurar la confianza de los mexicanos y mexicanas en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)? Desde que Norma Piña Hernández en enero del 2023, se acrecentó la lejanía del Poder Judicial de la Federación (PFJ) al confrontarse con los dos poderes de la Unión al favorecer a las elites del poder económico, a la oposición y al crimen organizado. De modo que 36 millones de votos fueron suficientes para exigir una reforma al PJF “sensible, cercano a la gente, con humanismo y fundamentalmente un poder judicial más democrático”, como lo sostuvo Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Ministro en retiro de la SCJN, en el primer foro de los Diálogos Nacionales sobre la Reforma Constitucional al Poder Judicial, organizado por la Cámara de Diputados. 

    Hay un malestar social con la corrupción que existe en jueces, magistrados y ministros. Como parte del ejercicio democrático e informativo, el Instituto Nacional de Formación Política de Morena (INFP) llevó a cabo foros y asambleas en todo el país el pasado domingo 7 de junio, para impulsar la participación ciudadana y así difundir masivamente la reforma judicial para que la población tenga argumentos y refute sus mitos. 

    Lo que se busca es democratizar la justicia, no querer apoderarse de ella, como lo dicen ciertas voces deleznables afines a la derecha, que siguen sin asimilar la derrota y buscan arrebatar todo lo que se gano en las elecciones del 2 de junio. La independencia de la Suprema Corte exige legitimación social, es decir, confianza popular en su aparato judicial y en la honradez de los jueces que son los intérpretes de las normas jurídicas. De lo contrario, la gente perdería su confianza en los tribunales y se desmoronaría el tejido de Estado de Derecho. “No sabremos cómo va a funcionar la reforma hasta que esté realmente este operando…Y si una vez que esté operando, nos damos cuenta que la gente se siente más representada, más cercana, con una mejor justicia, pues creo que ahí se habrá ganado la apuesta” fue lo que sostuvo el ministro Zaldívar en una reciente charla para El Chamuco Tv con los moneros José Hernández y Rafael Pineda Rapé. La reforma implica una reestructuración interna, con el fin de asegurar que tengamos un aparato judicial que funcione con eficiencia, austeridad y transparencia y dotar de legitimidad a los impartidores de justicia de nuestro país.

    VÍNCULOS

    Programa El Chamuco Tv, Charla con Arturo Zaldívar, ministro en retiro de la SCJN, subido el domingo 7 de julio del 2024.

    Reportaje de CBS Sunday Morning Can Americans’ trust in the Supreme Court be restored?