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  • Argentina pobre, Venezuela rica

    Argentina pobre, Venezuela rica

    La izquierda y la ultraderecha chocan en Venezuela y no precisamente a causa de las próximas elecciones del próximo 28 de julio, donde el partido oficial tiene la mayoría de la intención del voto contra una derecha que a pesar de su alianza no garantiza competencia, sino porque la sorpresa ante la realidad de ese país impacta a todos.

    Venezuela ha sido mostrado como sucursal del infierno. Desde los medios convencionales se le coloca como la consecuencia del comunismo, como destino inevitable del triunfo electoral de la izquierda, con la imaginativa falta de libertades; sin embargo, la verdad ha mostrado a los observadores electorales y, sobre todo, a los periodistas de otros países, la sorpresa que les ocasiona el impacto de la verdad.

    Un ejemplo de que les estalló en la cara la realidad de Venezuela es la impresión que muestran los periodistas argentinos, conmovidos hasta las lágrimas, quienes vienen de un país donde la ultraderecha ganó las elecciones y llevó al poder a un alucinado Javier Milei. Los reporteros que vienen de un país donde los supermercados tienen los estantes vacíos de víveres, y todo tipo de mercancías; ahí, la pobreza llega a miles de argentinos de la noche a la mañana, con una inflación superior a la de cualquier otro país de América Latina, llegan y ven las tiendas con víveres, gente comprando, construcción de edificios, libertades y gente feliz, lista para poder reelegir al partido que representa Nicolás Maduro.

    En días pasados cinco alcaldes de la oposición del estado de Trujillo se declararon en favor de la candidatura de Nicolás Maduro.

    A pesar de este golpe de verdad ningún candidato venezolano ha dicho que si no votan por ellos estarían igual que en Argentina, donde peor no pueden estar. Hay que recordar que, tanto a senadora panista Téllez, como la candidata de la oposición en México, se alegraron por la victoria de Milei. Esta última, mostrando su acostumbrada sapiencia en geopolítica, dijo: “¡En Latinoamérica soplan vientos para mejorar a nuestros países! El pueblo argentino le puso un alto al mal gobierno y los malos resultados. Mi reconocimiento por esta histórica jornada electoral. Felicitaciones al presidente electo”.

    Ante la imparable debacle económica en la que Milei sumió a Argentina hay una desbandada de decenas de empresas de ese país hacia México, donde ven garantizadas sus inversiones y las que menos facturan son 2.5 millones de dólares al año.

    Los mitos de los medios convencionales, principalmente las cadenas de televisión se niegan a llamar elecciones al proceso comicial de Venezuela, donde la oposición encontró candidato al cuarto para las doce y no pudo aglutinar una coalición competitiva. En total serán 10 candidatos por la Presidencia de la República Bolivariana, proceso electoral que será la prueba de fuego para los medios convencionales que no desperdician momento para anunciar a Venezuela como la antesala del infierno.

    Recientemente las medidas contra Venezuela de Estados Unidos se flexibilizaron precisamente ante la verificación de una realidad de la que nadie quiere hablar y cuyos intereses convirtieron, ante la vista de todo el mundo, el periodismo en consigna anticomunista como sucedió en los años 50 del siglo pasado.

    Si el oficialismo triunfa en las elecciones, a pesar del anunciado mensaje de los medios y la insistencia de la derecha que se trata de una elección de Estado, se desmoronará la última imagen que le queda a la derecha latinoamericana para señalar el peligro de un comunismo que dejó de existir hace más de 30 años, pero que siguen aprovechando a pesar de que ellos fueron quienes colocaron un mito frágil que ya no resiste más propaganda.

  • Farmacéuticas: “Por el bien de todes, primero genéricos contra el VIH”

    Farmacéuticas: “Por el bien de todes, primero genéricos contra el VIH”

    Durante la 25 Conferencia Internacional Sobre el SIDA que se lleva a cabo en Alemania, se dio a conocer que un medicamento anual contra el VIH podría bajar su costo drásticamente.

    Se trata de un antirretroviral producido por la farmacéutica estadounidense Gilead, que sustituye a la pastilla diaria que deben tomar las personas que viven con VIH. El nuevo medicamento facilita la adherencia de los pacientes pues solo contempla un par de inyecciones al año.

    El problema es su costo actual de 40 mil dólares anuales. No obstante, especialistas como Andrew Hill de la Universidad Británica de Liverpool, aseguran que el precio al público en general podría bajar hasta 40 dólares.

    ¿De qué depende que un medicamento que puede salvar la vida esté al alcance de millones de personas? Pues de la buena voluntad de las farmacéuticas, como Gilead.

    Y aunque se vale soñar, los mismos expertos que acudieron a la conferencia en Alemania, están conscientes de que a las farmacéuticas solo les interesa ganar millones a costa del sufrimiento de los pueblos. Por eso protestaron y exigieron medicamentos genéricos para atender el VIH en todo el mundo.

    En México hay dos corrientes entre las asociaciones civiles y luchadores sociales contra el VIH; están quienes se unen a la exigencia hacia las farmacéuticas y también están aquellos que de hecho trabajan financiados por las farmacéuticas.
    El panorama luce complejo, si bien hay procedimientos y protocolos necesarios antes de que un medicamento se pueda producir a bajo costo para ofertarse más barato como genérico, a esta burocracia se deben agregar las peleas al interior de quienes llevan la agenda del VIH-SIDA en América Latina.

    Los gobiernos son los que compran los medicamentos para después entregarlos a los pacientes. Hay un presupuesto para ello y esos recursos se pueden incluso “huachicolear”, los huachicoleros del VIH probablemente no se hagan millonarios pero pueden vivir muy bien si presuntamente llevan a cabo esta corrupta práctica.

    En la actualidad algunas asociaciones civiles han difundido al máximo la narrativa del “desabasto” de medicamentos para el VIH, esto es falso.

    Roberto Vázquez Campuzano académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina, indicó que de los 357 mil casos de VIH, 227 mil viven con el virus gracias a que cuentan con tratamiento. Si bien la cobertura en México no alcanza el 100%, hablar de un “desabasto” es francamente politiquería.

    “Tenemos entre el 80 y 85 % de cobertura en México”, indicó Vázquez Campuzano en un artículo publicado en la Gaceta de la UNAM.

    Pero las asociaciones civiles necesitan impulsar la narrativa del desabasto, de lo contrario al no existir el “problema” ¿Para qué existirían ellos?.

    Ahora bien, con la posible aparición de un medicamento genérico de bajo costo, la agenda del VIH se transformaría por completo pues al ser de aplicación anual, bajarían los gastos de atención y también de la logística instalada en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) y la Clínica Condesa. El trabajo de muchos burócratas de la salud pública y también de asociaciones civiles, estaría en riesgo, o al menos tendrían que buscar otra forma de subsistir.

    Es ahí donde habrá que estar atentos a las luchas internas y también a cómo resuelven este dilema los involucrados en la agenda contra el VIH-SIDA en México. Nada más les recuerdo que “Por el bien de todes, primero las personas que viven con VIH”.

  • Sobrerrepresentación sí, pero sólo a favor del PAN y el PRI

    Sobrerrepresentación sí, pero sólo a favor del PAN y el PRI

    Defender que la ley es la ley es una obviedad que solo tiene sentido cuando se defiende que la ley es la ley en favor de quienes deben ser favorecidos. En otras palabras, la ley es la ley solo cuando la ley preserva los privilegios de las clases privilegiadas y sus esbirros. No cuando la ley se utiliza para impulsar un proceso de transformación que ―en el mejor de los casos― amenaza con destruir todo aquello que el régimen neoliberal había destruido y desarticular eso que el PRIANato se esforzó por articular de forma tan enmarañada que garantizara que nada pudiera cambiarse. En el fondo, ese es el problema que pone sobre la mesa la potencial mayoría aplastante que Morena y sus aliados tendrán en el Congreso de la Unión y los Congresos locales: el uso de la ley para transformar la ley, el uso de los mecanismos del sistema para la transformación de la maquinaria del sistema ¡Un escándalo! Un escándalo que resulta tanto más escandaloso no porque sea anticonstitucional e ilegal, sino justo porque es constitucional y legal, ¿en que momento los barbaros se civilizaron y apropiaron de la civilización para barbarizarla? ¿Cómo nos sucedió esto? ¿Cómo no nos dimos cuenta?

    En aras de defender la democracia de los excesos de la democracia que ponen en riesgo el control de la democracia como herramienta social de transformación social, urge preservar la pluralidad política impidiendo que las voces históricamente relegadas del quehacer político puedan manifestarse, impidiendo el exceso de diputados de Morena que pone en riesgo la supervivencia del estatus quo al eliminar la sobrerrepresentación histórica de la minoría privilegiada en las cámaras y orilla a los heroicos partidos atrincherados en su opositora oposición a una nueva, aunque esta vez involuntaria, moratoria constitucional, dejándolos con un voto que tendrá poco peso.

    Lo primero que debe quedar claro es que no es lo mismo que el PRI y el PAN se vean beneficiados por la sobrerrepresentación que la ley les otorgó a partir de las reforma de 1996, la eliminación que en 2008, siendo mayoría, llevaron a cabo PAN, PRI y PVEM, del párrafo cuarto del artículo 59-A del entonces Cofipe, que decía que “a la coalición les serán asignados el número de senadores y diputados por el principio de representación proporcional que le correspondan, como si se tratara de un solo partido”, y la negativa ― en 2012 y 2015― cuando Morena no tenía la posibilidad de frenar reformas constitucionales que el PRIAN pactara, de reformar el artículo 54 de la Constitución para establecer que la sobrerrepresentación no puede ser superior a 8 puntos porcentuales, para partidos o coaliciones; a que Morena se vea beneficiada por la ambigüedad de la que sacó provecho el PRIANato y pretendía seguir sacando provecho. No. No. Y no. Dicha ambigüedad, dicho beneficio, dicha negativa a reformar la ley para regular la asignación de congresistas tenía un espíritu claro y dicho espíritu debe defenderse, honrarse, respetarse y preservarse: impedir que la democracia hiciera lo que le viniera en gana pasando por encima de organismos, instituciones y leyes que fueron creadas para defender los derechos de la oligarquía y mantener el orden ordenado, no para buscar la igualdad de los mexicanos.

    La literalidad de la norma, el que la ley sea la ley resulta absurdo cuando se utiliza para atentar en contra de la norma y la ley que son inatentables justamente porque de atentar en contra de ellas se ponen en entredicho la supervivencia de un sistema que garantiza la desigualdad y la injusticia en favor de los que más tienen. Poco importa que la lógica de asignación de congresistas haya sido por partidos políticos y no por coaliciones desde que reformaron el párrafo cuarto del artículo 59-A del entonces Cofipe. Lo que importa es garantizar el quietismo legislativo que sólo debe salir de su permanente estado de contemplación e inactividad cuando existan razones de peso para legislar a favor del capital, las trasnacionales o las clases privilegiadas y los magnates déspotas que no dejan de presumir su desprecio por el resto de la sociedad. Bajo ninguna otra circunstancia el Poder Legislativo debe legislar, mucho menos para hacerlo en contra de los agentes antes mencionados.

    Sumado a esto, y a manera de corolario, resulta terriblemente ofensivo y vergonzoso para las buenas costumbres de las buenas costumbres que el PVEM y el PT cuenten con porcentajes de representación que superen al PAN y al PRI, ni hablar del PRD, en numero de legisladores. No puede ser, por amor a Dios, ¿a quién se le ocurre? ¿Cuándo se ha visto semejante barbaridad? Pluralidad significa la defensa del derecho de ser diferente, la democracia no debe atentar en contra de este derecho, sobre todo cuando esa diferencia consiste en beneficiarse del sistema político, económico y social para hacerse rico a costillas del resto de la población. La pluralidad también incluye a los privilegiados que aprovechando relaciones, palancas, vacíos legales y rompiendo la ley han construido su imperio de privilegios. La pluralidad también debe garantizar la digna supervivencia de todos esos esbirros y perros guardianes, comentócratas que hoy en día están muriendo de hambre a falta de chayote y políticos dedicados a resguardar los privilegios de sus patrones y de quien mejor les pague. Pluralidad, en resumen, implica anteponer los intereses de una minoría interesada en si misma a las necesidades y derechos de una mayoría que está acostumbrada a vivir sin satisfacer sus necesidades y sin derechos.

    Entrados en gastos

    Evitar que Morena y los cuatreros de la cuatrote tengan una representación en la cámara que les facilite legislar en el sentido por el que la mayoría de la población votó, es solo el principio, garantizar que los partidos de oposición ―que no saben a qué se oponen pero se siguen oponiendo― puedan ejercer su libre derecho a realizar una huelga de brazos cruzados y negarse a debatir para la aprobación de las reformas por las que la gente votó, en lugar de verse obligados a quedarse de brazos cruzados mientras ven como la aplanadora del voto ciudadano les pasa por encima, es solo el principio. Debemos tomarla bandera de la defensa de lo que no dice la constitución para ir más allá. Debemos exigir al próximo gobierno que en nombre de la pluralidad oligarca no solo renuncien a la representación que les corresponde en los Congresos, sino que también entreguen la designación del gabinete y funcionarios públicos de alto nivel a la oposición y a sus patrones. No es correcto y resulta anticonstitucionalmente anticonstitucional que sólo porque ganó avasalladoramente, Claudia Sheinbaum y su equipo sean quienes designen al gabinete de su gobierno. Un verdadero demócrata entregaría ese poder a la oposición para garantizar que se gobierne para todos, con un acento especial a favor de las clases privilegiadas en contra de quienes tanto se ha atentado.

    Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Historia mínima del desempleo.

  • EL DICTADOR

    EL DICTADOR

    En el turbulento escenario político mexicano, hemos sido testigos de cómo se tuercen las narrativas para desacreditar al adversario, aun cuando las acciones propias contradicen las acusaciones lanzadas. El refrán “El león piensa que todos son de su condición” nunca ha sido más apropiado para describir la situación actual.

    La historia de México está marcada por períodos de autoritarismo, desde la prolongada dictadura de Porfirio Díaz hasta el “autoritarismo civil” del PRI durante gran parte del siglo XX. Aunque hemos avanzado hacia un sistema más democrático, las sombras de estas épocas aún se proyectan sobre nuestra política contemporánea.

    En la actualidad, las tendencias autoritarias en México no se manifiestan necesariamente en forma de dictaduras abiertas, sino en prácticas más sutiles, pero igualmente perniciosas.

    Durante años, Andrés Manuel López Obrador, ha sido acusado, sin fundamento, de tener intenciones dictatoriales y de buscar perpetuarse en el poder. Sin embargo, estas afirmaciones no podrían estar más alejadas de la realidad, los hechos han sido testigos de ello.

    Lo verdaderamente irónico de esta situación es que quienes se han encargado de propagar estas acusaciones son precisamente aquellos que están buscando aferrarse a sus propios cargos. El caso más notorio es el de Alejandro Moreno, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

    Moreno, quien ha estado al frente del PRI desde 2019, ha manifestado su intención de buscar la reelección como presidente del partido. Esta acción pone en evidencia una doble moral: por un lado, acusa al presidente de la república de querer perpetuarse en el poder, mientras que, por otro, él mismo busca extender su mandato al frente de su partido.

    Es importante recordar que López Obrador ha sido un férreo defensor del principio de no reelección, uno de los pilares fundamentales de la democracia mexicana desde la Revolución. Respetando así el marco constitucional y la tradición política del país.

    En contraste, figuras como Alejandro Moreno parecen estar más preocupadas por mantener sus posiciones de poder dentro de sus organizaciones políticas que por contribuir a la consolidación de una democracia sana y alternante en México.

    Desde su llegada a la presidencia del PRI, Alito Moreno, como tambien se le conoce, se ha encargado de manipular las decisiones internas de su partido y de silenciar a las voces disidentes; se le atribuyen tácticas cuestionables para mantener el control de su instituto político.

    La contradicción en el comportamiento de Moreno se hace aún más evidente cuando examinamos su retórica pública frente a sus acciones internas. Cabe recordar que Moreno ha sido un duro crítico del Presidente Andrés Manuel López Obrador, particularmente por la tendencia del mandatario a culpar reiteradamente a los gobiernos del “viejo régimen” por los problemas que aquejan al país.

    Sin embargo, en una muestra de hipocresía política, Moreno no duda en emplear exactamente la misma táctica dentro de su propio partido. Cuando se enfrenta a críticas internas o cuestionamientos sobre su liderazgo, recurre a una narrativa similar, culpando a los “dinosaurios del partido” por los problemas del PRI. Esta inconsistencia entre su crítica pública y su comportamiento interno no solo socava su credibilidad personal, sino que también debilita la posición del PRI como una alternativa política seria y coherente.

    Esta doble moral de Moreno Cárdenas ilustra perfectamente cómo los líderes políticos a menudo adoptan posturas públicas que contradicen directamente sus acciones privadas. Critican en otros lados tácticas que ellos emplean cuando les conviene, revelando una preocupante falta de principios y una disposición a adaptar su discurso según las circunstancias políticas del momento.

    Esta situación nos invita a reflexionar sobre la calidad del debate político en nuestro país. Se ha dejado de lado el debate de altura para concentrarse en acusaciones infundadas y retórica vacía.

    Es momento que la clase política mexicana – especialmente aquellos en la oposición, se enfoque en presentar propuestas concretas y en ejercer una crítica constructiva- en lugar de recurrir a tácticas de desprestigio que solo polarizan a la sociedad.

    La verdadera fortaleza de un líder no radica en su capacidad de aferrarse a un cargo, sino en su habilidad para formar nuevos liderazgos y respetar los principios democráticos que juraron defender.

    Bajo este escenario, es impostergable que los líderes políticos sean llamados a rendir cuentas por la coherencia entre su discurso público y sus acciones internas. Las críticas de Alito Moreno pierden toda legitimidad cuando él mismo recurre a tácticas cuestionables e inmorales dentro de su partido. Este tipo de inconsistencias deben ser señaladas y rechazadas por una ciudadanía informada y crítica, que exija a sus líderes un comportamiento ético y congruente tanto en público como en privado.

    LOS ENGRANES

    ENGRANE #1.- Los veracruzanos respaldan a Luisa María Alcalde para encabezar las riendas de morena a nivel nacional.

    ENGRANE #2.- Frente común contra los ataques que provienen de personajes políticos del extranjero. “Diálogo, pero no sumisión”.

  • EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE LA NO REELECCIÓN

    EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE LA NO REELECCIÓN

    En 1876, tras el victorioso levantamiento emprendido contra el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, el general Porfirio Díaz se instaló en el poder manteniéndose como el presidente de la nación por más de treinta años, con excepción del intermedio de cuatro años en que le sucedió en la presidencia su compadre Manuel González. De modo que, los principios establecidos en la Constitución de 1857, fueron violentados por quien enarbolara esa bandera contra Lerdo de Tejada. Años después, estalló la Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910, obligando a Díaz a renunciar al poder y en su lugar Francisco I. Madero fue elegido presidente.  Los derechos laborales fueron revindicados, el cual afectó de forma constante a las compañías extranjeras y la libertad de prensa y de palabra rebasaron la línea establecida por la irrestricta censura del autoritario régimen porfirista. 

    Madero había sido candidato presidencial en las elecciones de 1910, por parte del Partido Nacional Antirreleccionista (PNA), cuyo objetivo principal era cumplir con la demanda del retorno a la democracia y resolver los principales problemas del país a través de la vía institucional, bajo los postulados de “Sufragio efectivo y no reelección”. La incesante actividad de Madero y los antirreleccionistas como Roque Estrada, Juan Sánchez Azcona, Toribio Esquivel Obregón, Aquiles Serdán, José María Pino Suarez y Benito Juárez Maza (hijo del Benemérito de las Américas), llevó a la formación de decenas de clubes políticos el cual serían la médula espinal del Centro Antirreleccionista, que contó con la asistencia de delegados de casi todos los estados de la República, quienes trazaron y acordaron los principios políticos del Partido Antirreleccionista, materializados en la búsqueda de la efectividad del “sufragio” y la “no reelección”, es decir, la oportunidad de elegir de manera más civilizada a sus cuadros políticos y prohibir la reelección del Ejecutivo.

    La renovación periódica de los presidentes ha sido una particularidad del sistema presidencial, porque su propósito consiste en que la duración de mandato sea fija y predeterminada, para que la renovación sea posible mediante las elecciones populares. Aún cuando los Golpes de Estado, renuncias o muertes de los presidentes hayan alterado esta regularidad.

    Esta lucha por la democracia logró reflejarse en la promulgación de la Constitución de 1917, al prohibir la reelección del Ejecutivo y reducir el periodo presidencial a cuatro años. No obstante, muy pocos presidentes mexicanos terminaban su periodo o lo cumplían a cabalidad. Pero no fue hasta 1933, cinco años después del intento de reelección a la presidencia de Álvaro Obregón, que el Congreso aprobó un conjunto de reformas dirigidas a prohibir de manera absoluta la reelección presidencial. Esto dio comienzo al principio constitucional de no reelección absoluta del presidente de la República.

    ¿Por qué es importante mantener el principio fundamental de la no reelección? Aparte de ser una pieza fundamental en el fortalecimiento de la legitimidad democrática en México, funciona como un mecanismo preventivo ante una práctica que puede llevar a un engolosinamiento del poder, es decir, evitar que un funcionario extienda su mandato más allá de lo contemplado. Sin embargo,  con la aprobación de la reforma político-electoral de Enrique Peña Nieto en el 2014, se introdujo la reelección de legisladores tanto a nivel federal, como a nivel local hasta por cuatro periodos consecutivos de tres años (doce años), de senadores hasta por dos periodos de seis años. De manera que los neoliberales desecharon uno de los principios fundamentales enarbolados por la revolución al invocar al fantasma del Porfiriato.  

    Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los medios de comunicación afines a los intereses las élites políticas y económicas, proclamaban que el presidente buscaría la reelección, como parte de una campaña de desprestigio para socavar la credibilidad del mandatario. Él siendo fiel a sus principios democráticos, reiteró que no tenía ninguna intención de reelegirse. 

     En cambio, podemos ver como Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” se registró como aspirante a la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en fórmula con Carolina Viggiano en busca de la reelección de sus cargos.  La decisión fue anunciada el pasado 7 de julio, tras la operación de una Asamblea Nacional en la que más de 3 mil militantes votaron por reformar el artículo 178 de los estatutos del PRI. Estos cambios adelantaban que “Alito” podría ser reelecto hasta el 2032, lo que provocó rupturas al interior del partido tricolor por parte de militantes como Dulce María Sauri, Manlio Fabio Beltrones, Pedro Joaquín Codwell y Enrique Ochoa Reza, quienes impugnaron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) los cambios hechos en los estatutos.

    Por otra parte, el triunfo logrado por la Dra. Claudia Sheinbaum al obtener el respaldo de más de 36 millones de mexicanos y mexicanas en las elecciones del 2 de junio, lo que representó el innegable logró de la continuación de la Cuarta Transformación. En el arranque de su campaña en el Zócalo capitalino, la ahora virtual presidenta de México anuncio que enviaría una iniciativa de reforma constitucional para recuperar la consigna que dio origen a la revolución y quedo plasmada en nuestra Carta Magna, en la que no permitiría la no reelección en ningún cargo de elección popular a partir de la siguiente elección presidencial. La propuesta de la doctora Sheinabum nos invita a reflexionar que el principio de “no reelección” exorciza los fantasmas del Porfiriato al abrirles paso a una nueva generación de legisladores, así como lo hicieron Madero y los antirreleccionistas, quienes trazaron los principios políticos para la construcción de una legitimidad democrática. 

  • Círculos de estudios, formación política y movilización popular

    Círculos de estudios, formación política y movilización popular

    “… los movimientos de transformación solo se pueden dar cuando hay un avance en el nivel de conciencia… lo que sí han hecho primero los círculos de estudios y después el Instituto Nacional de Formación Política (es) darle formación a un montón de gente y abrir espacios para el debate. Estoy convencido de que el debate es fundamental… es decir todo el mundo tiene que plantear, todo el mundo tiene que decir lo que quiere decir…”.

    Rafael Barajas Durán. Presidente del Instituto Nacional de Formación Política de Morena.
    Entrevista para el programa Versiones Públicas. Canal 14. Conducido por Jenaro Villamil. 17 de julio de 2024.
    https://youtu.be/pFFm-E211Ek

    En entrevista transmitida por el Canal 14, les recomiendo su programación informativa y de análisis, Rafael Barajas Durán, El Fisgón, titular del Instituto Nacional de Formación Política (INFP) de Morena comentó con Jenaro Villamil la relevancia que han tenido los círculos de estudios y la formación política en el fortalecimiento de ese partido y, particularmente, en la definición de su carácter dual de partido-movimiento. 

    En ese sentido, destaco los planteamientos hechos por el también artista plástico acerca del surgimiento del INFP y la trascendencia que en su origen y posterior desarrollo político han tenido las estrategias del activismo territorial, el contacto permanente con la población y la formación de cuadros militantes.

    Como sabemos la organización y participación del pueblo, la movilización en torno al obradorismo, los análisis y reflexiones de coyuntura en espacios dedicados al estudio y a la formación han sido factores coadyuvantes en el movimiento popular de nuestro país, y particularmente en nuestro pasado inmediato, por lo menos desde principios del presente siglo. 

    Obvio resulta afirmar que los movimientos sociales en nuestro país han pasado ya por varias transformaciones, por lo menos tres y estamos viviendo en la más reciente inaugurada en diciembre del 2018. Sin embargo, creo que un factor que distingue al momento actual de otros es la existencia ya por 10 años del partido-movimiento, Morena, y de un instrumento fundamental en la formación política. 

    El Fisgón pone énfasis precisamente en la creación del INFP lo cual ocurre, a sugerencia suya presentada a López Obrador, en el año del inicio de la Cuarta Transformación, para dar respuesta a un requerimiento de grupos de la sociedad, pero también para hacer frente a la situación originada cuando la transformación se hace gobierno

    Existe un problema que debe enfrentar el movimiento cuando llega al gobierno, éste es el enorme requerimiento de cuadros para integrarse a diferentes cargos públicos dejados por la administración anterior. Los gobiernos son un pozo sin fin de cuadros confirma Rafael Barajas. Pero también originada por la desmovilización de la población al ver su esperanza en el cambio al fin realizada. 

    Esta situación genera un problema a partir del abandono de las calles, la relativa disminución de espacios para la reflexión y el debate. En este contexto es que cobra razón de ser la creación del INFP para promover todo ello. Luego de una serie de dificultades, como lo afirma Barajas Durán en el encuentro con Villamil y … logramos inclusive salir adelante sin contar con apoyo económico para infraestructura, profesores, gente que pudiera dar los cursos…y lograr la profesionalización de los participantes… en referencia a quienes asisten a los círculos de estudios y a otros espacios formativos.

    El Instituto se hace cargo de tareas como la formación de cuadros y/o militantes del partido Morena. Pero también ocupa un lugar central en el debate. Ya lo estamos viendo en los foros y asambleas como los de la reforma al poder judicial, o el relativo a la reforma electoral o en lo qué ocurrirá en la relación bilateral con Estados Unidos, afirma el presidente del Instituto. 

    Agrega El Fis … Fue muy complicado. Todo mundo dice qué importante es la formación política. Es de lo más importante, hay que impulsarla. Pero pocos se atreven a empujarla. De hecho, nos bloquearon durante más de 2 años… Pero como veníamos de la resistencia. No nos costó, ningún trabajo sacar adelante un montón de círculos de estudios. Y esto ayudó a que finalmente, el proyecto se concretara.

    La estructura del INFP, hasta hace tan solo unas semanas, se componía de 170 personas. Pero esos compañeros eran los 330 de Esparta. Hay gente que viene de sectores populares muy brillante, muy activa. También los hay con doctorados y maestrías. Todos ellos participan en actividades que van desde impartir conferencias hasta volantear en camiones. Eso es lo que hace un militante, es lo que hace un cuadro político. Es un equipo de primera, solidarios, inteligentes, con capacidad de decisión. Este equipo ha hecho un trabajo muy importante en los últimos meses sin necesidad de tener una chamba pública o un cargo, son profesionales. 

    Jenaro Villamil interroga a Barajas acerca de cómo le hizo el Instituto para no convertirse en una “agencia de colocaciones” por un lado y tampoco caer en esa idea elitista de los intelectuales, tan sectaria a veces de que son “iluminados”, por el otro; a lo que le responde así: las dos cosas se evitan justamente manteniendo contacto con el pueblo, con la gente y manteniendo la movilización. En la medida en que el movimiento sigue activo evitas esas dos cosas. Evitas la burocratización y evitas que se vea todo el trabajo político como un botín y se vuelva una cosa estrictamente académica. Lo que importa es que mantengas la movilización. Y estos cuadros sí ayudan a mantener el país movilizado. 

    Un factor clave lo constituye la Revolución de las conciencias o la construcción de las conciencias. El nivel de concientización política de importantes sectores en México es lo que ha permitido que el movimiento siga en ascenso con todo y que se llegó al gobierno. Rafael Barajas lo señala puntualmente: Es lo que permitió que en el 2018 se tuvieran 30 millones de votos y hoy 35.9. Esto quiere decir que el movimiento sigue en ascenso. Y esto lo logras con una sociedad informada, que discute, que debate. Cierra la idea confirmando lo que se ha buscado en el INFP: Lo que siempre nos ha interesado es una discusión de ideas fuerte. Una discusión de ideas importante.

    Cierro esta colaboración señalando algunos de los retos recientes que ha tenido el Instituto. Por ejemplo: los participantes en las acciones políticas emprendidas sacaron adelante la consulta popular para el Proyecto de Nación. Fueron miles de asambleas, alrededor de 3 mil, con 3 o 4 ponentes cada una. Asimismo, el papel que se jugó en la elección de junio pasado a través de las acciones de movilización efectuadas en las calles, en los medios de transporte, casa por casa, barrio por barrio, comunidad por comunidad. Pero también en la formación de miles de ciudadanos comprometidos con la defensa y la promoción del voto. 

    Por todo ello, como afirma Rafael Barajas, no puede haber una Revolución de las conciencias sin la formación de cuadros. Sin la formación de este tipo de militantes voluntarios o profesionales eso es lo de menos cuando hay un verdadero compromiso con el cambio y la transformación. 

  • ¡Viva la libertad, carajo!

    ¡Viva la libertad, carajo!

    En la actualidad, el sistema neoliberal se encuentra en un estado terminal, los pueblos de los distintos países del mundo se dieron cuenta que el sistema librecambista y la teoría del goteo (en pocas palabras, si les va bien a los de arriba, algo derramará para los de abajo), son falacias y mentiras que van en contra de las mayorías y únicamente beneficia a la gente que tiene mayor capital. 

    Políticos de la mayoría de los espectros, ahora proponen de nuevo el regreso a un sistema proteccionista. Desde Marine Le Pen con su “nacionalismo político” para Francia, hasta López Obrador con el “Humanismo Mexicano” en México, ahora hablan de darle prioridad al mercado interno en contraposición del antes tan buscado “mercado mundial”.

    Sin embargo, un modelo económico que marcó una época, parte de la historia de la modernidad, no puede caer sin dar batalla; la resistencia de los grandes beneficiados de este sistema aún se encuentran en la lucha para que no se vean afectados sus intereses tras el colapso del sistema que ellos impulsaron décadas atrás. Y, es que como decía el escritor socialista italiano Antonio Gramsci: 

    “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”

    Con la acción global de resistencia contra el neoliberalismo siendo casi victoriosa, surge una reacción, y son ellos los que financian a los “monstruos”. Un ejemplo claro lo tenemos en Argentina, el presidente, Javier Milei, es solo el representante del sistema económico moribundo. Sus postulados e ideas a las que llama “libertarismo”, no son más que un neoliberalismo desprovisto de esa retorica vanguardista con la que se vendió el siglo pasado. 

    Su frase icónica de campaña “¡Viva la libertad, carajo!”, alude al mismo tipo de libertad que el liberalismo y su continuidad, el neoliberalismo. Empero, los postulados “libertarios” de estas ideologías, abstraen y caricaturizan lo que la libertad en realidad es, haciendo que únicamente sea una base para la existencia de la propiedad privada y validan el egoísmo de ciertos individuos. En realidad, reducen la libertad a únicamente la libertad de comercio, como dice Karl Marx:

    “El Derecho Humano de la Libertad no se basa en la unión del hombre con el hombre, sino, por el contrario, en la separación del hombre con respecto al hombre. Es el derecho a esta disociación, el derecho del individuo delimitado a sí mismo”

    Hacen que el hombre libre sea sinónimo de un individuo que únicamente ve por sí mismo, creen que el desentenderse del interés colectivo y la búsqueda solo de lo personal hace que funcione bien la sociedad, basan su comportamiento y sobre todo la economía en la supuesta “mano invisible del mercado” que tanto citan (mal) los pensadores neoliberales.

    “…él busca su propio beneficio; pero en este caso como en otros muchos, una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus propósitos. El que sea así no es necesariamente malo para la sociedad. Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si deliberadamente intentase fomentarlo”

    Adam Smith en La Riqueza de las Naciones

    Los “monstruos”, las personas que representan la reacción de la acción popular de ya no querer más neoliberalismo están planeando de nuevo un neoliberalismo pero cambiando la retórica, tienen los mismos postulados, ideas y conceptos. Es importante que como pueblo nos informemos y sepamos no caer en las garras de quienes siguen planteando lo mismo, pero, con otras palabras. También, es de suma relevancia repensar el concepto de “libertad” pero dándole una perspectiva colectivista, que nos beneficie a todos y no solo a unos cuantos que acaparan la riqueza. 

  • Trump o Kamala

    Trump o Kamala

    En estricto sentido, ninguno. Ambos pertenecen al sistema que ha llevado al mundo occidental a su devastación, a la pobreza extrema que viven millones de habitantes del planeta.

    En EU no hay para donde voltear, unos son de la derecha mas conservadora, elitistas, con un candidato gritón y vulgar.

    Los otros, son también de derecha, pero les encanta aparentar bondad y que simpatizan con el pueblo, aunque en la realidad, son crueles y perversos. Lobos con piel de cordero. Así es Kamala.

    Allá, no es la persona quien decide, no es quien gobierna. Hay grupos de gente poderosa que maneja, cuida, propone, hace avanzar o retiene lo que a sus interese$$$$$ les convenga. Nada los mueve más que el dinero; también a los gobernantes, pero ellos solo atienden órdenes.

    La geopolítica es un escenario cambiante que se mueve por las circunstancias financieras, ciertamente, pero también en torno a lo que sucede en Oriente; mas ahora que entrará el futuro presidente del vecino país, en medio de una guerra de la OTAN contra Rusia, donde EU es el principal patrocinador. Lo mismo en el genocidio contra Gaza, que occidente lo ha hecho escalar en la región.

    Las BRICS es también otro factor determinante para que los amos del mundo occidental decidan quien debe quedar, si el demócrata o el republicano. Debemos tener claro que no es el pueblo de EU quien elige. La democracia en ese país no existe. Quien tiene más dinero, tiene más poder.

    Entonces, desde esa óptica, optarán por aquel que sea mas conveniente para los poderosos que en este momento tengan las riendas del mundo, porque tampoco es ajeno a nosotros, que ellos también están divididos.

    Los sionistas apoyan a los demócratas por ejemplo; de quedar ellos, las agresiones militares no solo continuarán, sino que se acrecentarán. Si quedan los republicanos, posiblemente tales agresiones acaben. Pero no significa que sus golpes no generen dolor, hambre y muerte. Más bien será revisar qué le conviene a México y a cada país.

    Por ejemplo, Trump en su mandato hizo por unificar ambas Coreas, pero hubo innumerables atentados contra el presidente de Venezuela, la represión contra Cuba fue mayor e hizo lo posible por tumbar al presidente de Nicaragua. Vemos una política de claroscuros.

    Del lado demócrata, solo ha quedado en palabra el fin del bloqueo contra Cuba, pero jamás han dado el paso definitivo. Han sido los demócratas los que mas migrantes han deportado y mas bombas han lanzado en diversos puntos del planeta.

    México se adaptará al que llegue. Como lo hizo con Trump y con Biden, a pesar que este último, traía su política de doble cara, por un lado sonreía y por el otro alimentaba a los enemigos del pueblo y del gobierno mexicano.

    Con Trump y Biden, AMLO supo sortear excelentemente las olas, defendió y ayudó a Cuba desafiando al sistema. Recibió a Maduro con el protocolo indicado, lo cual sin duda encendió los ánimos de EU.

    Nuestro vecino no sabe de lealtades, no sabe de amistad, no sabe de respeto, por eso dió varios coletazos a México a pesar del TecMec, donde tuvimos que ceder a intereses de EU y Canadá. EU Sigue estando hasta la cocina, gobernando a través de las agencias como la DEA. Manejando a los narcos, quienes no solo cuidan la droga y el dinero que de ahí sale, sino también los recursos naturales como los mineros; y hasta el aguacate se lo han apropiado. EU se enriquece a costillas nuestras.

    Esta es la cuenta pendiente mas difícil que Claudia deberá solucionar. Que las agencias estadounidenses tengan las prohibiciones necesarias para entrar a nuestro país a seguirse adueñando de nuestros recursos.

    Claudia podrá sin entreguismos defender a México; y estoy segura que AMLO no nos abandonará, porque ama a su Patria.

  • Oposición, la derrota de la derrota

    Oposición, la derrota de la derrota

    Más de un mexicano que votó por la derecha hubiera escogido el abstencionismo luego de ver la conducta de los opositores, empezando por la candidata que olvidó su identidad, su vestimenta tradicional, su amor por México y su coherencia.

    La desesperación por demostrar que la mayoría no votó para que el Legislativo mexicano se convierta en un Congreso Constitucionalista, por regatear triunfos sin trascendencia, por insultar como argumento de impugnación, por contradecirse en su política y mostrar esa angustia de la agonía que aseguran no existe.

    Morena es un partido que puede cambiar la Constitución en el momento que quieran. De hecho, se habla de una transformación muy importante y sustancian en la Constitución de la Ciudad de México, en cuyo Congreso también tienen mayoría suficiente para hacerlo.

    Después de un mes de las elecciones la oposición no ha dejado claro lo que va a hacer. Todos hablan de la creación de partidos políticos nuevos, como si se tratara de sólo un trámite, pueden contar con dinero de dentro y fuera de nuestro territorio pero no con el tiempo que se requiera para reunir los estrictos requisitos de la formación de partidos y la rígida supervisión del INE, que, al mismo tiempo puedan convencer de su utilidad a quienes ya se decepcionaron de ellos precisamente al ver su incapacidad para asimilar la derrota.

    La derrota no creó rechazo a la derecha como la actitud de los conservadores frente a la derrota. Las campañas fueron lo más sólido de una oposición que tomaba la tribuna como callejón de peleas. Pero lo peor vino con la derrota. Para empezar, mostraron ingenuidad al creer que podían ganar, pero sobre esa falsa premisa construyeron un mundo irreal que les estalló en las manos como una pompa de jabón, haciéndolos conscientes de su fragilidad. Una fragilidad que nunca pensaron padecer aunque fuera tan real como su propia decadencia.

    Intentos de nuevos partidos conservadores ha habido muchos. Desde Elba Esther Gordillo hasta Margarita Zavala, saben que no es cuestión de dinero sino de apoyo social y de ese adolecen cada día más, porque la gente inconforme con el actual régimen preferirá el abstencionismo y la indiferencia electoral a la afiliación a partidos sin rumbo ni orientación ideológica.

    Imposible construir un partido sin más antecedente ideológico que el odio hacia quien gobierna. Un odio gratuito en la mayoría de los casos, poco puede abonar a un organismo competitivo en las elecciones. En México han muerto muchas organizaciones políticas antes de nacer. Se requiere, obvio resulta decirlo, un liderazgo que cohesione no sólo la inconformidad ni un objetivo común, por lo menos uno, además de la idea de sacar a Morena del poder.

    Los inconformes ex opositores sin partido, carecen de líderes. Si no tuvieron candidatos menos pueden contar con un líder que pueda reunir gente alrededor de una idea política inexistente.

    La muestra de este rechazo lo mostraron en Querétaro ante en el abucheo contra el gobernador panista Mauricio Kuri, nacido en Orizaba, Veracruz, en un evento oficial, en un estado eminentemente panista y con un alto porcentaje de aceptación popular, con una población mayoritariamente conservadora.

    Creen que los asistentes a las marchas pueden convertirse en militantes, cuando lo único que los movió de su confort fue el odio, y, ante la conducta mostrada ante la derrota, sus pocas inquietudes partidistas obligaron sus improvisados dirigentes a abortarlas.

    La masa amorfa de las marchas rosas, son individualidades inconexas, aisladas, egoístas, que no suman, al contrario, se pelean entre sus integrantes, como podemos apreciarlo en el interior de los partidos políticos derrotados.

    Buena parte de quienes marcharon están arrepentidos de haber apoyado a personajes como la candidata o los preceptos de un INE que les dio la espalda, o un Poder Judicial que sólo procura el bienestar de su cúpula. Las asambleas, distribución de simpatizantes en el país, las firmas, etc. no sólo son un reto son un obstáculo la gente no quiere saber nada de los opositores que convirtieron sus partidos en clubes de plañideras.

    No hay insumos para un partido político conservador, es decir, si se suman los participantes de esas marchas en el país, no llegan a dos millones, sin tomar en cuenta la correspondiente decepción que se mostrará en el número de participantes en la marcha que se anuncia para impedir la mayoría calificada de Morena en el legítimo Congreso Constituyente.

    Saben que la ley cobija a este Congreso Constituyente, que no hay sobrerrepresentación, lo que hay es ausencia de liderazgo, ideas, objetivos, programas, proyectos de una oposición que ya mostró su falta de rumbo.

  • El bello arte de no llamar a las cosas por su nombre [Parte 2]

    El bello arte de no llamar a las cosas por su nombre [Parte 2]

    En la entrega pasada estudiamos los orígenes del PRI y el PAN, que, durante sus primeros años de existencia se distinguieron por operar con base en sus valores fundacionales, mientras que, durante el resto de su existencia se fueron poco a poco convirtiendo en lo que hoy son y tratando de abolir las definiciones de izquierda y derecha.

    Durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el gobierno priista se alineó aún más a los designios estadounidenses. Muy conocido es el episodio en que la cúpula del partido mandó callar a mi general Cárdenas por su apoyo a la revolución cubana durante el incidente de Bahía de Cochinos en 1961. Y qué decir de las represiones, masacres y guerra sucia que se suscitaron durante los sexenios de Díaz Ordaz y Echeverría. Todo ello igualmente fue instruido por Washington. Sin embargo, y a pesar de todo eso, el PRI mantenía el discurso de que representaba a la auténtica izquierda, y que intentos como el PCM (Partido Comunista de México), no eran opciones genuinas para el electorado mexicano, pues, tal y como todo el bloque alineado con Estados Unidos sostenía, se trataba de oscuras fuerzas extranjeras que buscaban subvertir el orden social. Desde la guerra fría venimos arrastrando el estigma del comunismo y socialismo, aún recurrente en el discurso de ultraderecha para espantar a la población con el petate del muerto.

    En 1973, de la fusión entre Telesistema Mexicano y Televisión Independiente de México, surge Televisa, que en las décadas posteriores se afianzaría como el principal aliado del régimen. El ultraconservadurismo del PAN y la izquierda radical que a veces era rematada con los adjetivos de ‘marxista’ o ‘comunista’, cumplían con el papel de los perfectos enemigos que permitían al PRI paternalista de la segunda mitad del siglo XX posicionarse como una fuerza protectora de centro que salvaguardaba los valores de la revolución. Desde mediados de los 80 se había trazado el plan de implantar un régimen neoliberal en México por mandato de EEUU, de manera que era impensable dejar ganar a Cuauhtémoc Cárdenas, así que le fue propinado el fraude del 88 para poder continuar con el plan. Y dado que la televisión cumplía con creces su trabajo, nunca se dio nada parecido al estallido social que aquel despojo merecía.

    El neoliberalismo, aquella doctrina económico-política que tiende a reducir al Estado y dar manga ancha a los empresarios; vino acompañado de un discurso que resultó muy conveniente al PRI y al PAN en el contexto de la celebrada “alternancia” en el año 2000. Comenzó a posicionarse en medios la idea de que no existían izquierda ni derecha, pues intelectuales, así como el grueso del espectro radioeléctrico y editorial, se habían encargado de pintar al PRI como lo peor y al PAN como la cura de todos los males, por lo que su visión conservadora fue hábilmente cubierta bajo banderas como la “democracia” y un nacionalismo ramplón cultivado en las pantallas de Televisa durante décadas.

    La figura de AMLO era ya muy relevante, por lo que, una vez más, la maquinaria se puso en marcha, y como hubiera sido un contrasentido histórico y hasta un ridículo si se hubiera afirmado algo como «la izquierda es un peligro para México», se prefirió hacer a Andrés Manuel López Obrador poco menos que un quinto jinete del apocalipsis, por lo que la ingente campaña mediática en su contra y el fraude electoral llevaron a Felipe Calderón a refrendar ilegítimamente el poder del PAN, que, durante el gobierno de Fox conservó el talante ultraderechista, pero que, con Calderón, fue mutando cada vez más hacia un partido neoliberal en toda regla con los intereses puestos más en lo económico que en las prioridades de la agenda ultraderechista.

    Gris en cuanto a relevancia y rojo en cuanto a saldo fue el gobierno de Peña que llevó a AMLO al legítimo triunfo en 2018. De una manera muy pueril, la derecha siguió siendo sumamente cobarde al no transparentar sus verdaderas intenciones. Al no sincerarse, el gobierno de la ahora llamada Cuarta Transformación pudo tranquilamente refutar con hechos todo lo que se aseveraba. Se acusaron durante todo el sexenio malos resultados y el pueblo mexicano, que exponencialmente se fue politizando en cantidad y calidad, tenía cada vez más elementos para reconocer las mentiras vertidas sobre el gobierno y AMLO, quien se fue afianzando como líder social.

    Con miras a la campaña de 2024, al menos desde dos años antes, Claudio X González aglutinó a un grupúsculo de empresarios y políticos para tratar de recuperar el poder. Si el PRD y era izquierda, el PRI centro y el PAN derecha, al menos históricamente; esto ya no importó, como tampoco importaban las posturas políticas para los ciudadanos que decidieron apoyar a este esfuerzo anti obradorista. El chiste era quitar a Morena del poder, pero una vez más sin honestidad de por medio. «Trabajamos por México», era uno de los eslóganes más recurrentes del ahora decadente aparato neoliberal, que, de paso, tuvo el desatino de ungir a Xóchitl Gálvez como candidata. Y ya conocemos el resto de la historia.

    En diversas latitudes existen partidos que llevan su identidad en el nombre. No habría ningún problema si el naciente y anodino Frente Cívico Nacional (cuyo nombre no dice absolutamente nada a nadie) se llamara Partido Conservador. Si se creen “superiores” y con marcadas “influencias europeas”, como se llegó a decir en alguna de sus marchas, podrían copiar tranquilamente, si no el nombre, sí la valentía de llamar a las cosas por su nombre. Hay panistas como Teresa Castell o América Rangel, así como otros demasiado radicales para dicho partido, que tranquilamente dicen combatir a la izquierda. La verdad es que eso se agradece. Supongo que tienen miedo a ahuyentar al electorado que aún se mueve bajo esa lógica, pero si la izquierda no tiene empacho en asumirse como tal, lo menos que se podría esperar es que ellos se asumieran como lo que son sin esa patética fachada del nacionalismo marca Luis de Llano. No por nada, Agustín Laje los llamó “derechita cobarde”.

    He ahí una revisión del enorme atraso ideológico del que sufre el bloque conservador mexicano. Supongo que temen radicalizarse porque sienten que se quedarían solos, pero, y sin afán de regodearme, yo preguntaría: ¿podrían estar más solos de lo que reflejó el resultado de la elección pasada? En Claudia Sheinbaum, el bloque conservador encontrará a una hábil combatiente en el campo ideológico, dispuesta a trazar los puentes necesarios para el entendimiento, pero implacable ante la mentira y el juego sucio que durante el sexenio pasado trataron de utilizar sin éxito. Ojalá maduren y, como dicen ellos, «por el bien de México», abandonen la hipocresía. De otra forma, por más partidos y frentes que formen; nosotros, el pueblo politizado, siempre tendremos con qué combatirlos y neutralizarlos. La cuarta transformación continúa.

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