Etiqueta: opinión

  • El costo de madurar en la política: la decisión de Miguel Ángel Yunes

    El costo de madurar en la política: la decisión de Miguel Ángel Yunes

    En estos días se ha reactivado un viejo ciclo de reproches y críticas contra mi amigo Miguel Ángel Yunes, a quien conozco personalmente desde hace más de veinte años. He caminado con él en colonias, en eventos públicos, en campañas, en desayunos improvisados en comunidades rurales e incluso en rutas de terracería y lodo durante recorridos 4×4. Esa cercanía me permite afirmar con plena convicción que detrás del personaje político existe un ser humano íntegro, disciplinado y profundamente comprometido con las causas que decide apoyar.

    Hoy, como siempre, respaldo su decisión. Una decisión que, dicho sea con claridad, no fue producto de ocurrencias ni impulsos, sino de un proceso personal e intelectual profundo: leyó, estudió, analizó y asumió el riesgo de inclinarse a favor del proyecto de nación encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Ese viraje, lejos de ser un acto de conveniencia, representa la evolución natural de un político que ha madurado, un hombre que ahora es padre de tres hijos y que enfrenta situaciones personales como cualquiera, aunque muchos prefieran ignorarlo.

    Sin embargo, la reacción no se hizo esperar. Ayer, un exdirigente partidista salió a atacarlo con estridencia, sin antes revisarse los bolsillos, sin examinar su propio historial y sin tomar en cuenta que el pasado, tarde o temprano, siempre habla. Entre ellos quienes han convivido durante décadas en los mismos espacios de poder conocen perfectamente esos expedientes. Y, por lo visto, Miguel sabe mucho más de lo que algunos quisieran recordar.

    Este tipo de ataques no sorprende. Vivimos una etapa donde la confrontación política dejó de ser ideológica para convertirse en disputa de intereses. La llamada “guerra contra el gobierno” ya no digamos contra Morena está activa y viene con fuerza. Quien decide tomar un camino distinto es inmediatamente objeto de linchamiento mediático por parte de quienes no toleran que alguien se salga del libreto.

    Pero también hay otra realidad que algunos pretenden minimizar: somos más los que apoyamos a Miguel, los que reconocemos su trayectoria, su capacidad de análisis y su derecho a evolucionar políticamente sin que ello sea utilizado como arma en su contra.

    Lo que está en juego no es un nombre, ni una militancia, ni un cálculo electoral. Lo que está en juego es la autenticidad, la congruencia y la libertad de pensamiento dentro de un ecosistema político que, a veces, castiga precisamente eso: pensar por cuenta propia.

    Ánimo, amigo. La política mexicana vive un reacomodo profundo y los ataques son parte del costo. Pero el tiempo como siempre pondrá a cada quien en su lugar.

  • Glifosato: la evidencia, tarde pero llega

    Glifosato: la evidencia, tarde pero llega

    En estos días volvió a quedar claro lo que siempre hemos denunciado y publicado en “los Reporteros MX”: que detrás del discurso “técnico” y “productivista” del agronegocio hay una maquinaria de intereses que no representan al campo, sino a las corporaciones que viven del uso masivo de químicos, semillas patentadas y modelos que deterioran la salud y destruyen el territorio de nuestras comunidades. Y si hay un organismo que adopta el campo como bandera cuando en realidad lo destruyen, ese es el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) que insiste en presentarse como la voz del campo mexicano, pero que en realidad no representa a un solo campesino de nuestro país. Lo único que representa es el viejo modelo agroindustrial que ha contaminado nuestros suelos, nuestro aire, nuestra agua y, sobre todo nuestros cuerpos.

    Y no, hoy no hay un solo dato que no desnude el cinismo del CNA que ha defendido el uso del glifosato con estudios que, durante 25 años, se usaron como “prueba científica” para decir que este producto era seguro, estudio que por fin acaba de ser retractado oficialmente. Recordemos cómo ese artículo del año 2000 (que se citó en decisiones regulatorias globales) ocultó evidencia de toxicidad y, peor aún, fue escrito en parte por empleados de la misma empresa que comercializa el herbicida. Por esa razón, hoy toma relevancia su retiro pues confirma lo que organizaciones campesinas y/o ambientalistas como la CODUC o FUDEMAH, así como comunidades rurales denunciamos durante décadas: el glifosato no solo no es inocuo, sino que su supuesta seguridad estuvo construida sobre datos manipulados serviles al interés de las empresas poderosas.

    Pero hoy estamos ante una nueva realidad, la de la evidencia científica que tanto menospreciaron y que otorga resultados contundentes de acuerdo con las investigaciones más recientes. Este 2025 se publica el estudio más grande en animales con dosis consideradas “seguras” que provocaron tumores malignos y benignos en hígado, tiroides, riñón, sangre, sistema nervioso y glándulas endocrinas. A la par, estudios complementarios detectaron daño cromosómico, alteraciones hormonales y señales de potencial carcinogénico. Y, aunque agencias reguladoras aún se resisten a aceptarlo del todo (incluidos organismos en México como el CNA), la ciencia de frontera marca una tendencia clara por más que lo quieran negar: el glifosato sí representa riesgos serios para la salud de todo ser vivo.

    Y hablando de nuestro país, las evidencias también son claras dado que se han encontrado restos de glifosato en ríos, mantos acuíferos y drenajes agrícolas desde Sinaloa hasta Yucatán; de hecho, un importante número de estudios han detectado glifosato en orina, sangre e incluso leche materna de personas que viven cerca de zonas agrícolas. También se ha demostrado su persistencia en suelos y su impacto en biodiversidad, polinizadores, sistemas reproductivos y salud comunitaria. Todas estas evidencias científicas hacen indigna la postura del CNA cuya narrativa se basa en que prohibir el glifosato es “ideológico”. ¿Ideológico? Ideológico es defender un veneno a costa de la salud, ideológico es proteger las ganancias de empresas que cabildean en el Congreso de la Unión para frenar cualquier regulación; ideológico es fingir que su modelo alimentó al país cuando lo que hizo fue endeudar productores, degradar suelos, contaminar agua y concentrar enormes ganancias en pocas manos.

    Y aquí es donde corresponde decirlo con toda claridad pues estamos ante una ironía grotesca, ahora resulta que los mismos que guardaron silencio mientras se imponían transgénicos, agroquímicos y modelos extractivos ahora se presentan como guardianes del maíz y de la salud pública, en fin, la hipocresía tiene nombre y apellido.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente. FUDEMAH
  • “No somos iguales”

    “No somos iguales”

    Leía hace días a Orión, un compañero de Los Reporteros MX, expresaba su molestia sobre la postura de la izquierda frente a algunos acontecimientos, y si, tiene toda la razón, todas y todos los que nos decimos de izquierda e informadores, tenemos la obligación ética de señalar lo que algunos actores del gobierno hacen mal, punto, si no lo hacemos, si guardamos silencio o justificamos lo injustificable, caemos exactamente en lo mismo que criticamos de la derecha, nos volvemos solapadores, y sabemos bien que solapar en política, es traicionar al movimiento.

    Homenajes como el de Evelyn Salgado a Rubén Figueroa, o la cercanía de la izquierda con personajes cuestionables, no pueden ser normalizados, no se arreglan con silencio, no se maquillan con discursos, no se justifican con pretextos.

    Los Rubén Figueroa padre e hijo fueron caciques priistas de Guerrero ligados a las peores atrocidades, muertes, violaciones graves a derechos humanos y represión estatal.

    El padre, figura central de la guerra sucia, desapareció a cientos en los “Vuelos de la muerte”, asesinó a Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas.

    Rubén Figueroa, el hijo, responsable político de la masacre de Aguas Blancas. Ambos simbolizan autoritarismo, impunidad y violencia en la historia del estado de Guerrero.

    Recordemos por qué AMLO dice “no somos iguales”

    No es una frase de soberbia, sino un principio ético, actuar distinto a la vieja política, no reproducir sus vicios, no traicionar la esperanza ni el mandato popular, actuar distinto a los que destruyeron al país.

    “No somos iguales” significa transparencia, congruencia, no cerrar los ojos, significa crítica interna, rendición de cuentas y coherencia con el pueblo.

    Y precisamente por eso, quien se considere de izquierda debe entender que señalar los errores no es debilitar al movimiento, es fortalecerlo. La crítica honesta es parte del compromiso, porque una izquierda que se autocorrige es una izquierda que no se parece a lo que tanto ha combatido.

    La presidenta Claudia Sheinbaum dijo en su discurso pasado…
    “La transformación verdadera no es solo económica y social, también es ética y moral, para que perdure debe nacer desde el carácter, honestidad y la convicción de quienes han sido llamados a conducirla”.

    Esto me hace recordar dos de los pilares fundamentales de la ética política, la responsabilidad…

    Implica que los actores políticos respondan por sus acciones y decisiones, asumiendo consecuencias legales, sociales y morales.

    Integridad…

    La integridad es lo que separa una transformación histórica de una simulación, integridad es actuar igual en lo privado como en lo público.

    Cuando la izquierda evita ver sus fallas, destruye estos pilares y un movimiento sin ética está destinado a pudrirse desde adentro.

    Sabemos que la 4T es un proyecto más grande que cualquier nombre, la 4T no puede sostenerse sobre homenajes equivocados, complicidades locales o personajes nefastos reciclados del pasado. A La Cuarta Transformación, a la izquierda hay que sostenerlas con congruencia, no con silencios.

    Otro puntito que les quiero comentar es el Humanismo Mexicano, si, ese que no permite solapar abusos, ni avalar atrocidades, no permite mirar hacia otro lado, no permite justificar errores solo porque los cometen “los nuestros”.

    Que se entienda bien, homenajear a Figueroa no es un acto menor, es un golpe a la memoria de las víctimas, un insulto a Guerrero, una burla y una afrenta a la izquierda que exige responsabilidad.

    Les mando un abrazo fraterno.

  • México no quiere partidos nuevos

    México no quiere partidos nuevos

    La oposición abandona a sus partidos políticos para concentrarse en el proceso del nuevo partido político llamado Somos México, que no requiere dar a conocer su ideología porque es evidente que es de derecha, aunque diga lo contrario o quiera parecer como si estuviera más allá de la izquierda y la derecha.

    Se trata de la organización más cercana a obtener su registro condicionado que se presenta como una alternativa de caras nuevas, cuando en realidad son personajes que quieren revivir su participación política luego del desgaste personal o la desaparición de sus partidos.

    Hay personajes tan oscuros como el propio Guadalupe Acosta Naranjo, ex militante del PRD y un conocido oportunista, el ex presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, o el asesor de César Verástegui, ex consejero del INE y ex priista, Marco Antonio Baños, por sólo nombrar algunos de un larga lista de parásitos que no son nuevas sino caras sucias de la política nacional.

    El hecho que sea la única asociación que lleva las 200 asambleas exigidas cumplidas, aunque no avaladas, no quiere decir que pueda obtener el registro. Porque el principal obstáculo de esta organización es la militancia, hasta el momento debe reunir, en 50 días naturales 115 mil afiliados, lo que representa inscribir 2,300 nuevos miembros por día. Lleva 140 mil de 256 mil que debe reunir.

    Si tomamos en cuenta que se atraviesan, por lo menos 15 días de vacaciones, el tiempo y las esperanzas disminuyen; sin embargo, se trata de la única organización que se acerca a tan fáciles obstáculos para crear un partido político cuando se tierne la fuerza social suficiente, y para guardar las apariencias, el INE podría hacer algunas concesiones, sobre todo con argumentos que pueden sacarse de la manga los ex consejeros electorales que forman parte de ese intento de partido político, que son más de una decena en ese grupo.

    La primera petición que harán es la de aplazar la fecha de vencimiento prevista para el 31 de enero. Dada la necesidad urgente del INE de mostrar imparcialidad en sus decisiones es posible que otorgue dicha petición de aplazamiento.
    Somos México se dice una plataforma ciudadana, no lo es, son escombros de otros partidos con definición precisa y derrotas a cuestas; se dice joven no tiene personas de esa edad; se considera libre de izquierdas y derechas, pero el origen de sus líderes es radicalmente conservador.

    Somos México es una gran mentira desde que está en el útero de las malformaciones genéticas del sistema de partidos de México, sus dirigentes formaron parte activa de la derrota electoral de Xóchitl Gálvez, a través de disfraces como la Marea Rosa y el Frente Cívico Nacional, que unidas se autodenominaron sociedad civil para no dar la cara ni descubrir su origen.

    Somos México viene con defecto de fábrica, la falta de claridad ideológica más allá de una enemistad vitalicia con la 4T, la carga delictiva de sus dirigentes, la incapacidad para reunir ciudadanos a su alrededor, son parte de una serie de obstáculos que tiene dentro de la organización. Que no busque afuera culpas por no alcanzar los requisitos, sus principales fallas están en los profundo de ese club de amigos.

  • El nuevo modelo laboral: salarios que suben, jornadas que bajan

    El nuevo modelo laboral: salarios que suben, jornadas que bajan

    Durante los últimos años se ha demostrado que el país podría reescribir su relación con el trabajo, pues mientras se derrumban viejos mitos sobre los aumentos salariales, también se redefine el tiempo que mexicanas y mexicanos dedican a su empleo. Este cambio no llega por accidente; responde a una coyuntura política que apostó por corregir el rezago histórico del salario mínimo y, al mismo tiempo, impulsar una transición hacia jornadas más humanas. En este contexto, se observa cómo se desplazan inercias que durante décadas parecían inamovibles y se abre la posibilidad de diseñar un modelo laboral que priorizaría dignidad, bienestar y productividad. Tal panorama permitiría comprender por qué este momento exige voluntad política, visión empresarial y una ciudadanía capaz de defender conquistas que transformarían la vida cotidiana.

    El mito del “aumento salarial igual a inflación” se fue desvaneciendo porque se vio que los incrementos de doble dígito desde 2019 no detonarían presiones de precios ni afectarían la estabilidad económica. Esta evidencia desmonta el argumento que mantuvo deprimido el salario mínimo durante años y permite analizar, desde la ingeniería institucional, cómo un cambio de política pública bien ejecutado podría generar redistribución, movilidad social y una reducción medible de la pobreza. Si se reconoce que la inflación responde a factores externos más que al costo laboral directo, se abriría la puerta a políticas salariales que sostengan el ingreso sin generar impactos económicos indeseados, un dato que debería modificar la narrativa empresarial y guiar decisiones futuras sobre remuneraciones dignas.

    Aunque la recuperación del ingreso mínimo ha sido notable, el rezago del salario medio obliga a enfrentar otra dimensión del problema. La compresión salarial, visible en distintos sectores, muestra que la base avanza mientras los niveles intermedios permanecen estancados. Esta tensión evidencia que el modelo laboral solo resolvería una parte del desafío si no logra acompañar el incremento del salario mínimo con una actualización progresiva en el resto de la estructura. Desde la lógica de procesos, un sistema donde el piso se levanta pero los escalones intermedios no se ajustan corre el riesgo de fracturarse, pues se reduce la distancia entre responsabilidades distintas y se limita la movilidad interna. Un país que aspire a un mercado laboral equilibrado no podría soslayar este reto.

    La reducción gradual de la jornada laboral hacia las 40 horas introduce otro cambio de fondo. No se trata de una simple modificación normativa: se replantea la forma en que se organiza el tiempo, se distribuyen turnos y se construyen dinámicas de corresponsabilidad entre personas trabajadoras y empleadores. Este rediseño exige repensar procesos, ajustar cargas y mejorar la planeación en sectores con fuerte dependencia de jornadas extensas. Un modelo operativo basado en eficiencia, y no en sacrificios silenciosos, tendría la capacidad de sostener productividad aun cuando el tiempo disponible se reduzca, algo que la evidencia internacional respalda y las organizaciones mexicanas deberán adoptar gradualmente.

    La obligación de registrar electrónicamente la jornada marca un antes y un después. El tiempo deja de ser una noción difusa y se convierte en evidencia verificable, con implicaciones claras para empleadores y personas trabajadoras. Sistemas digitales permitirían auditar entradas, salidas y actividades que antes quedaban en zonas grises, sobre todo en modalidades híbridas, remotas o por objetivos. Esta trazabilidad cerraría espacios donde solían ocultarse horas extra no reconocidas y daría a la autoridad laboral elementos suficientes para revisar prácticas que durante años dependieron de confianza, discrecionalidad o acuerdos informales. En términos de ingeniería administrativa, esto representa la modernización del control de procesos que históricamente permanecieron invisibles.

    Sin embargo, el elemento más complejo del nuevo modelo laboral no está en las leyes, sino en la cultura. La disponibilidad permanente, normalizada en oficinas, plataformas digitales y esquemas de trabajo sin horarios claros, se convirtió en un obstáculo silencioso. Se espera que las personas trabajadoras respondan mensajes a cualquier hora, revisen pendientes durante la noche o extiendan su jornada en función de urgencias no previstas. Este hábito dificulta la efectividad de la reducción horaria y revela prácticas que encubren fallas organizacionales. Sin una transformación real en la manera de dirigir equipos, asignar tareas y respetar límites, la jornada de 40 horas corre el riesgo de quedarse en el papel mientras la vida cotidiana sigue marcada por conexiones interminables.

    Por ello, el desafío hacia 2030 no consiste solo en consolidar un piso laboral más robusto, sino en reconfigurar toda la estructura. Si el país aspira a un modelo que garantice bienestar, productividad y equilibrio entre trabajo y vida personal, deberá diseñar mecanismos que acompañen la mejora del salario mínimo con ajustes al salario medio; que conviertan la reducción de horas en prácticas cotidianas; que fortalezcan inspecciones laborales con tecnología; y que erradiquen la disponibilidad permanente como condición implícita para conservar oportunidades. Un modelo digno no se construirá con reformas aisladas, sino con una arquitectura completa donde cada decisión sea coherente con el objetivo de trabajar menos y vivir mejor.

    Los últimos años demostraron que elevar el salario mínimo no genera inflación y que es posible avanzar hacia jornadas más cortas sin afectar la estabilidad económica. Pero estos avances también revelan tensiones profundas: el salario medio permanece rezagado, la cultura de disponibilidad permanente contradice el espíritu de las 40 horas y muchas organizaciones aún dependen de prácticas que exceden el tiempo formal de trabajo. El país logró fortalecer el piso del modelo laboral, pero el verdadero desafío hacia 2030 será reconstruir toda su estructura para que trabajar menos y vivir mejor deje de ser una excepción y se convierta en la norma.

  • ¿Por qué seguir llenando el zócalo?

    ¿Por qué seguir llenando el zócalo?

    Más de 600 mil personas se concentraron en el corazón político de la transformación, la Ciudad de México, para mostrar su apoyo y respaldo a nuestra presidenta Claudia Sheinbaum el pasado sábado. De este hermoso suceso vamos a platicar un poco más abajo.

    La oposición intentó -como casi siempre- crear artificialmente la narrativa de que fueron puros acarreados al zócalo, que les pagaron su presencia, que gastaron millones de pesos en moverlos hasta el centro del país. Obviamente sin prueba alguna, solo con fotos de filas de autobuses y ya jaja.

    Y es que para la derecha parece imposible que las personas se organicen para ir a esa fiesta democrática de manera consciente y que decidan en algunos casos viajar más de 20 horas en autobús para mostrar su apoyo presencial al proyecto de la 4T.

    Y ese pensamiento derechista se sustenta en preceptos clasistas de desprecio al pueblo de México. En el fondo odian que las personas se trasladen en camiones, que se organicen y que decidan esas largas travesías solo por defender un proyecto político que los representa. Odian que lleven lonche, preferirían que lleguen a comer a los restaurantes ricos, que viajen en coches particulares, y un largo etc.

    Llenar el zócalo no solo es una medida de demostrar músculo político, también funciona, para quienes hemos asistido lo podemos comprobar, como una forma de educación política donde aprendes consignas, te relacionas con personas de otros estados, generas identidad, construyes colectivamente y te das cuenta de que formas parte de un movimiento nacional que une a personas de todo México.

    Las calles son nuestras, las plazas públicas también. Las llevamos recorriendo décadas bajo distintos contextos, siendo oposición, perseguidos políticos, pero también estando ya en el poder. Es nuestra esencia el territorio, de ahí venimos y no vamos a permitir que la derecha quiera apoderarse de las calles.

    Debemos continuar llenando zócalos, todas las plazas públicas, tocando casa por casa, informando a las personas sobre nuestro movimiento, desmontando las mentiras de los medios corporativos de manipulación, organizando al pueblo de México. Nuestra batalla sigue siendo titánica, pero claro que vamos a continuar con ella, vale la pena siempre.

    Redes sociales

  • Más partidos ¿Para qué?

    Más partidos ¿Para qué?

    Por primera vez en la historia la libertad política que caracteriza al actual gobierno permite anunciar desde el inicio de la formación de asociaciones su tendencia política y objetivos.

    Los grupos que quieren convertirse en partidos políticos se definen públicamente como opositores al gobierno. Esto nunca ante había sucedido, por lo regular anteponían una ideología clara, tal y como lo exigen las leyes electorales, para tener identidad como una alternativa diferente a las existentes.

    Ahora su única estrategia partidista es derrocar a la Cuarta Transformación, tanto a nivel nacional como en el caso de los partidos locales.

    A los partidos locales les acaban de informar que sólo tienen hasta el 15 de diciembre para entregar los requisitos, que por lo regular son revisados con lupa.

    Las asociaciones que pugnan por convertirse en partidos políticos a nivel federal tienen hasta el 31 de enero de 2026, para cubrir sus requisitos.

    Para nadie es un secreto que la oposición dentro y fuera de los partidos políticos le han echado toda la leña al asador, Somos México, formado por los escombros de otros partidos, y adonde llegarán muchos priistas y panistas antes de que sus respectivos barcos naufraguen.

    Sin embargo, el hecho de que hasta el momento hayan realizado 202 asambleas distritales no garantiza que todas sean validadas por el INE. La fragilidad de este grupo no son las asambleas sino el número de militantes que todavía están lejos de obtener el mínimo que representan el 0.26 por ciento, es decir, 256 mil 030 afiliados, del padrón electoral. Además de tener militantes, en, por lo menos, dos terceras partes del territorio nacional.

    Somos México, tiene actualmente 129,131 afiliados y de ahí no pasa, a pesar del esfuerzo de sus dirigentes por superar el número de militantes. Están no sólo contra el tiempo sino contra la pared.

    La derecha tiene pocas alternativas en este caso, y pocos días para echar a andar su maquinaria. Deben dejar de milita r en sus respectivos partidos, para fortalecer Somos México y esto incluye a algunos militantes que ya no ven futuro en Movimiento Ciudadano.

    El PAN apenas cubre su mínimo de militantes; el PRI desconoce cuántos se han ido en los últimos meses, y cualquier deserción masiva puede crear en MC una división que puede ser fatal.

    Dejar morir solo a Somos México implica darle la espalda a un urgente apoyo que los tres partidos de oposición necesitarán con urgencia en 2030, cuando los nuevos partidos puedan competir en alianza con otros.

    Del 8 al 31 de enero, las organizaciones deberán entregar su notificación de intención para iniciar el procedimiento. Somos México es el único que adelanta en los requisitos sin que logre cubrirlos por completo.

    En realidad, llega a debilitar a una oposición sin rumbo y si se le suma la mala fama de los líderes de esos nuevos partidos, la derrota no será noticia.

    Crecen los membretes pero la fragilidad de los partidos persiste, la unidad pareciera estar cada día más lejos y la oposición se desgasta todos los días un poco más ante la torpeza de sus dirigentes y la carencia de vocación política de la militancia.

  • Derecho a vivir en familia, en paz y con bienestar

    Derecho a vivir en familia, en paz y con bienestar

    Este es el segundo punto en la Cartilla de Derechos de la Mujer publicado por la Secretaría de Mujeres y el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Este apartado es muy amplio y un tanto vago pero queda claro que el respeto es primordial para vivir en armonía.

    El Texto dice: “¿Sabías que las familias que hay en México son diversas y que en la mayoría de los casos son las mujeres quienes cuidamos y sostenemos este espacio? Todas las familias son diferentes y se integran de diversas maneras. No hay un sólo tipo de familia pero sí debemos encontrar en todas, un espacio seguro, amoroso, un entorno de respeto y donde podamos desarrollarnos libremente.

    En la familia tenemos derecho a vivir libres de violencias, a acceder a una alimentación sana con alimentos suficientes, de calidad y adecuados; a cubrir nuestras necesidades básicas, a una vida saludable con bienestar físico, mental y social; a un medio ambiente limpio, a una vivienda digna y a la identidad.

    En México, las mujeres destinamos mucho tiempo al cuidado de los demás. Ya sea a las tareas del hogar, a atender a las niñas y niños, así como otras actividades que satisfacen las necesidades básicas de nuestras familias. Hasta ahora, ese trabajo no ha sido reconocido.

    Compartir estas responsabilidades con todos los integrantes de la familia es el primer paso del reconocimiento a un trabajo valioso que sostiene la vida y al mismo tiempo nos permite seguir ejerciendo otros derechos. Lamentablemente a veces en los círculos más cercanos a nosotras, existe la posibilidad de ser afectadas por la violencia y se manifiesta de distintas formas. Tienes derecho a vivir libre de todo tipo de violencia y a denunciarla para que se detenga.”

    Al final se remarca y se pide atención especial en el caso de que: “Si tú o tu familia están sufriendo algún tipo de violencia física, psicológica, económica, patrimonial o sexual, no olvides que los ministerios públicos y las fiscalías especializadas te deben atender y ayudar. Estas instituciones deben encargarse de velar por tu seguridad. Si acudes a alguna de ellas y te niegan el acceso por alguna razón, puedes denunciar a la institución.”

  • Las marchas y AMLO

    Las marchas y AMLO

    Como era de esperarse, la marcha de los campesinos que pelean el agua, la marcha de los transportistas que exigen más seguridad en su trabajo, fueron tomadas por los prianistas, y lo único que hacen es desvirtuar las causas de esas marchas, igualito que su intento de la marcha de la supuesta generación Z.

    Presumen de apoyar a los campesinos, pero sólo defienden el negocio del agua, su negocio, dicen defender a los transportistas, pero sólo los usan para intentar desestabilizar a la Nación, y dañar la imagen de la 4T.

    Y para colmo, como es su costumbre, lo hacen mal, y los cachan en la movida, y lo único que gana es quemarse más con la gente – pensante -, porque los odiadores de la 4T y pseudo clasistas, no pueden y no quieren aceptar la realidad de la oposición.

    Y para rematar a la pobre oposición, reapareció AMLO, y fue muy emotivo verlo de nuevo, aunque haya sido en sus redes sociales; cumplió su palabra y reapareció con el pretexto de su nuevo libro. Y advirtió que saldría a la lucha por México, en caso de que vulnerará la democracia, si existiera una amenaza de golpe de Estado o si fuera necesario “defender la soberanía de México”. Un aviso, absolutamente, para todos el Gobierno, la Presidente, para la mezquina oposición y para el pueblo en general.

    Y para pronto salieron los opositores, presumiendo que no tienen miedo de AMLO, que no representa nada, que nadie lo quiere, ósea lo de siempre, corte a, exigiendo, por qué resurge, para qué apareció, qué trae, por qué no llevó su libro a la FIL Guadalajara.

    La oposición, no tengo miedo de AMLO, pero si pavor. Casi igual, que el cártel inmobiliario panista en la Ciudad de México, con la designación oficial de Ernestina Godoy como la encargada de la Fiscalía General de la República; los panistas presumen que no existe ese cártel inmobiliario, que no le temen a la nueva FGR, pero ahora tiemblan, recordemos que a Ernestina Godoy le faltó tiempo, cuando fue Fiscal de la Ciudad de México.

    Eso sí, andan muy activos en redes sociales, como la alcaldesa Alejandra Rojo, o Tabe, presumiendo logros sólo de su imaginación, porque en la realidad no han hecho nada. Estos 2 son ejemplos, y resultado del pueblo clasista, tanto económico como social. Parte del pueblo que no ha aprendido nada de la historia social de México, y probablemente resultado adyacente de la gestión de la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, ahora Presidente de México.

    Como ya es el último mes del año, veremos, como se apaga, por decirlo así, la vida política en México, con el pretexto de las vacaciones de Invierno. Esperemos no pase algo grave, que sea factor para la reactivación de la Política.

    Y es así, como está es la penúltima columna del año de un servidor. Y me corresponde tengan un excelente inicio del Guadalupe – Reyes. Lo de Navidad y Feliz 2026, hasta la sig. columna, que aún alcanzó.

    No se les olvide, este texto está plagado de opiniones, cuestionamientos personales, algunos hechos reales y chunga.

    Gracias.

  • La hipocresía del PRI y la tibieza de algunos morenistas ante la Ley General de Aguas

    La hipocresía del PRI y la tibieza de algunos morenistas ante la Ley General de Aguas

    Por décadas, el PRI administró y profundizó un modelo hídrico subordinado al mercado como parte de la estrategia salinista de sumarse de lleno al modelo neoliberal. Hoy, en un giro político tan oportunista como predecible, ese partido a punto de la extinción dice “defender a los campesinos” ante la nueva Ley General de Aguas impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, tanto los datos como la historia legislativa, pero además la memoria de los pueblos cuenta otra cosa, el deterioro del agua en México es hijo directo del neoliberalismo priista.

    Revisemos de manera objetiva los datos: entre 1989 y 2018, se consolidó un régimen hídrico privatizador y excluyente que puso al país en la crisis ambiental que hoy presenta sus mayores efectos: El 70% de las concesiones otorgadas a grandes empresas fueron entregadas entre 1992 y 2012, después de la reforma a la Ley de Aguas Nacionales del gobierno de Salinas; según el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA), más del 50% del volumen concesionado está en manos de apenas el 1% de los concesionarios; en estados históricamente gobernados por el PRI (Coahuila, Estado de México, Hidalgo), el crecimiento de concesiones industriales superó en 3 a 1 las concesiones agrícolas de pequeños productores. Bajo estos gobiernos, surgió el modelo de “zonas de disponibilidad cero”, que afectó directamente a miles de ejidos al impedir nuevas concesiones agrícolas mientras se mantenían intocables los títulos privados de grandes corporaciones. Por esa razón, que hoy el PRI se presente como “defensor de los campesinos” frente a la reforma es, cuando menos, una ironía histórica pues ellos fueron los operadores del marco legal que despojó a los campesinos del agua y abrieron el país a proyectos tan depredadores como minas, embotelladoras, cerveceras y la industria inmobiliaria de alto impacto.

    No hay que darle muchas vueltas, la pseudo resistencia priista a la Ley General de Aguas tiene poco que ver con principios y mucho que ver con su sobrevivencia electoral pues frente a un gobierno que busca imponer límites a los abusos del mercado hídrico, el PRI intenta reposicionarse como “partido de la tierra” para recuperar bases campesinas que perdió desde los años noventa. Sin embargo, la mentirosa narrativa cae por su propio peso cuando se recuerda que los mismos que hoy protestan fueron quienes desmantelaron Banrural, privatizaron sistemas de riego y promovieron los megaproyectos extractivos que devastaron cuencas enteras en Sonora, Guerrero y Zacatecas.

    Por otra parte, hay que señalar una realidad: la tibieza de algunos diputados de MORENA, pues si bien existen legisladores comprometidos con la reforma, lo cierto es que también existe un grupo que, temeroso de confrontarse con empresarios locales o perder apoyo regional, ha optado por una actitud tímida. Esto debe ser señalado pues en momentos de definición histórica, esa tibieza pesa tanto como la oposición abierta.

    • Luis Tovar
      Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente. FUDEMAH