Etiqueta: opinión

  • Zongolica, justicia tardía

    Zongolica, justicia tardía

    La condena que realiza la Corte Interamericana de Derechos Humanos va contra Felipe Calderón. Su participación, pero principalmente su omisión lo convierte en cómplice con mayor responsabilidad de esta barbarie que sólo gente enferma puede llevar a cabo.

    Hubo fotografías, testimonios, grabaciones, que fueron a dar al periódico El Mundo, de Orizaba, Veracruz, luego de la salvaje violación de los soldados a Ernestina Ascencio Rosario, indígena de la sierra de Zongolica de Veracruz, en 2007.

    Todas fueron decomisadas por autoridades federales, a los directivos de ese periódico, con la anuencia de Calderón e intermediarismo del gobernador Fidel Herrera, quien, a pesar de ser priista, siempre fue servil con el presidente panista Felipe Calderón

    La impunidad y la complicidad no hubiera llegado a estos niveles sin la colaboración de Fidel Herrera, quien operó, la entrega de todas las evidencias del caso, tomados no sólo por periodistas sino por los propios soldados.

    Fidel Herrera está muy lejos de ser una persona digna de ser homenajeada en el Congreso del estado de Veracruz, tal y como sucedió gracias a los oficios de su hijo Javier Herrera Borunda, del Verde, quien quiere ser gobernador del estado apuntalado por la fama de su padre quien estuvo más cerca de la criminalidad que del heroísmo.

    Indicó la Corte que durante la audiencia del caso, el gobierno de México aceptó, con claridad, su responsabilidad por la vulneración de los derechos humanos a la vida y la salud de Ascencio, derivado de la ausencia de servicios médicos oportunos y adecuados.

    México pertenece a esta Corte, como lo hicieron en el pasado los gobiernos liberales con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con la OEA, con la OCDE, que en este momento de definiciones están del lado contrario, listos para cualquier embestida con el actual gobierno mexicano.

    Hay culpables, responsables indirectos, no resulta difícil saber quiénes fueron los soldados, quienes deben formar parte todavía del Ejército, quienes literalmente la despedazaron, y fueron encubiertos por el entonces secretario de la Defensa, el general de División, Guillermo Galván Galván, quien debe muchos encubrimientos de delitos de sus subordinados y propios.

    Al igual que la inculpación de las desapariciones ocurridas hace muchos años, el actual gobierno, representante del Estado mexicano no puede evadir la responsabilidad que imponen este tipo de Cortes internacionales, a las que nada le interesa la transformación radical de los gobiernos, producto de una democracia que dicen defender, sino la permanencia de un vetusto Estado que ya no existe.

    Sí entre sus objetivos se ubica la protección de la democracia, deben entender que los cambios de gobierno ocurren y de manera radical, como sucedió en México, no son cambios cosméticos como sucedió hasta antes de 2018.

    Si la democracia, que ellos deben conocer muy bien, no ofrece y garantiza cambios radicales dentro de la paz y la tranquilidad social niegan su confianza en la democracia, por lo que deben saber que las sanciones a los Estados, por muy arriba que estén de los gobiernos, no pueden más que exigir la verdad y si los responsables están plenamente identificados y contribuir a su sanción penal, aportando pruebas y plasmando nombre y apellidos claramente y no con sutilezas que acusan miedo a los victimarios de derecha.

  • La ruta para que la oposición gane la Presidencia… y el oficialista que ya les ganó la carrera sin que se dieran cuenta

    La ruta para que la oposición gane la Presidencia… y el oficialista que ya les ganó la carrera sin que se dieran cuenta

    Al inicio de esta historia hay una ironía incómoda: la oposición sí podría ganar la Presidencia. La ruta existe, es viable y no requiere genialidades, solo entender el momento político que atraviesa el país. Sin embargo, una y otra vez decide no verla. Sigue leyendo la realidad como si se tratara de un debate de ideas, cuando millones de mexicanas y mexicanos la viven como una experiencia cotidiana marcada por la inseguridad, el desgaste y la sensación de pérdida. Ahí comienza el desfase que explica por qué, aun con malestar social, la alternancia no termina de materializarse.

    Con el paso del tiempo, el desorden deja de ser noticia y se vuelve paisaje. La inseguridad no se discute, se padece. En ese tránsito, la política cambia de lógica. Dos enfoques ayudan a entenderlo. El primero es el autoritarismo reactivo: cuando el entorno se percibe fuera de control, amplios sectores sociales priorizan orden inmediato sobre deliberación. El segundo es la aversión a la pérdida: cuando se siente que ya se perdió demasiado, se deja de apostar y se empieza a defender. No se busca ganar más, se intenta no perder lo poco que aún se considera estable.

    Desde esa lógica, el voto se vuelve defensivo y el horizonte se acorta. La pregunta deja de ser qué proyecto convence más y pasa a ser quién puede evitar que las cosas empeoren. En ese escenario, insistir solo en diagnósticos complejos o promesas de largo plazo no persuade; genera distancia. El problema de la oposición no es la falta de ideas, sino su insistencia en hablarle a la razón cuando el país está decidiendo desde el reflejo.

    Sería un error, sin embargo, asumir que la oposición está condenada por definición. En América Latina, el péndulo político ha demostrado que los regresos son posibles. Chile acaba de confirmarlo, Argentina lo hizo desde la economía, El Salvador desde la seguridad, Ecuador desde la crisis institucional. No se trata de una ola homogénea, sino de oposiciones que supieron leer las ansiedades concretas de su sociedad y ocupar el espacio que el miedo, la frustración o la pérdida dejaron abierto. En esos casos, la oposición dejó de hablarse a sí misma y empezó a responder al clima emocional dominante. En México, en cambio, buena parte de la oposición sigue actuando como si el debate estuviera abierto, cuando en realidad la decisión ya se está cerrando por otro lado.

    Aquí aparece una diferencia que define elecciones: orden discursivo frente a orden creíble. El primero se promete; el segundo se percibe. En contextos de miedo y pérdida, no gana quien explica mejor, sino quien transmite capacidad de contención. No se evalúan planes detallados, sino señales de control, coordinación y ejecución. Resultados visibles, claridad de mando y consistencia pesan más que cualquier narrativa sofisticada.

    Mientras la oposición insiste en competir en el terreno del argumento, del lado del gobierno el país se ha contado como proceso, no como ruptura. La administración actual no se construyó desde el miedo, sino desde la recuperación de capacidades del Estado y la presencia institucional. Esa continuidad importa, porque en escenarios de pérdida el electorado valora conducción más que giros abruptos. En ese recorrido, algunas figuras quedan asociadas al debate, otras a la crítica, y unas pocas a la tarea concreta de contener el problema que hoy organiza el voto.

    Es ahí donde la historia encuentra su clímax. Sin discursos estridentes ni campañas adelantadas, desde la función y los resultados asociados a seguridad, coordinación y control, un perfil ha ido ocupando ese lugar mental clave. No como consigna ni candidatura explícita, sino como consecuencia lógica del momento político. En ese punto aparece Omar García Harfuch, no como promesa, sino como desenlace narrativo de una dinámica que el país ya está procesando.

    Hoy la explicación es sencilla: la oposición no entiende. No sabe leer el momento. Sigue actuando como si el país estuviera discutiendo opciones, cuando en realidad está buscando contención. Confunde inconformidad con ganas de arriesgar y crítica con alternativa. Mientras intenta volver desde el discurso, el presente se está ordenando desde la acción. Y en ese terreno, sin anuncios ni atajos, una figura avanza cumpliendo una función que hoy pesa más que cualquier promesa. No se adelanta por ambición, sino por consistencia. No irrumpe, responde. Y así, casi sin decirlo, va tomando distancia frente a propios y extraños. De mí se acuerdan.

  • Trump y los piratas del caribe

    Trump y los piratas del caribe

    El hombre naranja está convertido en el dictador del mundo, al menos aspira a ser eso, por eso ataca a Venezuela militarmente para imponer un gobierno que le convenga y quedarse con sus recursos, principalmente el petróleo. Para ello recurrió a actos de piratería, robando grandes buques de oro negro, sobre esa acción y todo el contexto inmerso hablaremos ahorita.

    Los piratas del Caribe son una serie de películas de Disney que retratan las aventuras de Jack Sparrow en una mezcla de muchos mitos creados a partir de los piratas, su vestimenta y motivaciones, también sus leyendas del mar y demás temas.

    Pero también se dan en el contexto histórico, pues también incluyen a actores importantes como barcos españoles, armadas inglesas, corsarios, alianzas piratas, personas reales como Barba Negra, etc.

    Actualmente de esa inspiración quizás, Donald Trump decidió ser un pirata del caribe en pleno siglo XXI. Llega al caribe con su poderosa flota, asesina a inocentes en lanchas, realiza bloqueos marítimos, y ahora roba barcos enemigos con todo su petróleo, el verdadero tesoro que anhela Trump.

    A estas alturas la narrativa falsa del cartel de los soles y de que el gobierno de Venezuela es narco ya pasó a un segundo término porque nunca fue real. Lo que importa ya lo dijo el hombrecito naranja: es el petróleo. El cual acusa les fue robado, imagina que una potencia extranjera te dice que tus recursos son de ellos y que si los tomas les estás robando, es muy patético.

    Pero ahí sigue impunemente asediando a ese país sin que organismos internacionales realmente metan las manos. La ONU para sorpresa de nadie es de chocolate, como lo ha sido en otros genocidios como en Palestina o con guerras recientes como las de Irak y Afganistán.

    Los aliados de Venezuela (Rusia y China) deben de actuar más allá de condenar las acciones gringas de piratería. En este juego geopolítico alguien debe darle un manotazo a Trump para que se detenga, porque todo es una prueba, un experimento de hasta dónde lo podemos dejar que avance.

    La piratería no debería estar permitida ahora y menos por una potencia que está en decadencia y por eso tiene esas acciones temerarias, se encuentra agonizando su hegemonía y la quiere recuperar a como dé lugar, debemos impedirlo.

    Redes sociales

  • Assange denuncia penalmente al Nobel

    Assange denuncia penalmente al Nobel

    Julián Assange, fundador de WikiLeaks presentó una denuncia penal en Estocolmo contra la Fundación Nobel por facilitar la comisión de crímenes de guerra al haber otorgado el Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado, caracterizada por su agresiva política injerencista.

    Assange solicita a las autoridades suecas que congelen la transferencia del premio monetario a Machado y soliciten la devolución de la medalla, además de investigar a la Fundación por los crímenes citados.

    Machado llegó a Noruega, el pasado 11 de diciembre participó en diversos actos oficiales en Oslo en compañía de su familia y de otros líderes de la oposición venezolana.

    Hay una anterior denuncia contra el Nobel, Mauro Manuel Herrera Mendoza, un venezolano, que solicita una revisión del premio Nobel de la Paz, impugnó a través de una Pausa Jurídica el premio tiene serias irregularidades en su proceso de selección y designación, se exige la supervisión directa de la Fundación Nobel, por violentar el estatuto del Nobel. El premio es impugnable y el comité del Nobel aceptó la denuncia.

    La designación podría ser impugnada por violar una regla del Comité del Nobel que señala que los nombres de los nominados están protegidos por una confidencialidad de 50 años. Esto significa que, en medio siglo, no se pueden revelar ni el nombre de los nominados ni los deliberantes.

    Aunque nunca tuvo impedimento alguno para salir de Venezuela, ni lo tendría para entrar, sus patrones de Miami consideran que podría ser arrestada, lo cual significaría una mala estrategia del gobierno de Venezuela porque se confirmaría todo lo que dice Estados Unidos y la Premio Nobel sobre el autoritarismo en ese país. Puede entrar y salir de Venezuela cuantas veces quiera, ya fue sancionada por las autoridades electorales por sus delitos al no poder participar en las elecciones, que es el único comprobado dentro de su país.

    El “liderazgo” de María Corina se debilita paulatinamente y comprueba una vez más, que eso de tener una “autoridad” paralela y un gabinete alterno fuera de territorio venezolano, no hace mella al gobierno de Maduro, y es muy costoso para la Casa Blanca y la CIA, mantenerle sus lujos.

    La Nobel de la paz confirma su proyecto personal belicista, argumentando que las futuras acciones militares de Estados Unidos contra Venezuela son “un acto de amor”, lo cual la pinta como una homicida en potencia de su propio pueblo, al que tendría, en caso de suceder una desgracia injerencista, que solicitar el voto, tarde o temprano.

    Por lo pronto, el Consejo Noruego para la Paz rechaza el respaldo de María Corina Machado a acciones militares de Estados Unidos.

    Los aliados de María Corina, para mostrar que no han perdido fuerza, abrieron una Oficina de la Vocería Oficial, una especie de buffet conservador que administra la difusión de las declaraciones y aventuras de Corina.

    El liderazgo opositor de Corina Machado, si alguna vez lo tuvo, empieza a apagarse. Si el premio Nobel quiere sobrevivir a este descalabro debe retirar el premio a la cavernícola fascista. De otra manera será el principio de su fin.

  • De estudiantes y docentes

    De estudiantes y docentes

    En el principio del S XX los maestros eran preparados, y parece irónico, para amar su oficio y prodigarse a sus pupilos. Siempre sobre la base de orden y disciplina muy afines al pensamiento del Positivismo Lógico que privaba durante el Porfiriato. A la docencia se le otorgaba un papel preponderante y éstos profesionales estaban muy preparados y dispuestos al sacrificio; veían su responsabilidad como un apostolado.

    Para los regímenes posteriores a la Revolución Mexicana, especialmente después de Álvaro Obregón y hasta Adolfo López Mateos, los maestros eran casi sagrados, ya que se les otorgaba autoridad, respaldo del Estado y generalmente respeto.

    La llamada “Cultura Televisa” los fue ridiculizando y degradando hasta convertirlos en motivo constante de escarnio e irrespeto, lo que se repetía en el aula y acabó en la ley.

    En la actualidad a los maestros mexicanos no se les permite ni llamar la atención a sus estudiantes, parece que la autoridad en el aula no existe, lo que va en detrimento de la educación misma porque evita que el papel de formador del docente se vea acotado por disposiciones legales que limitan. obstruyen y en ocasiones incluso nulifican esta posibilidad porque detrás aparece la amenaza legal de una demanda por ¡llamarle la atención a un alumno irresponsable e irrespetuoso cuyos padres lo son de igual manera!

    Por eso se comprende la actitud del Gobierno Mexicano en su relación con la CNTE y con los estudiantes y profesores de la UPN, pero comprender no significa estar de acuerdo, en cambio hay que ser críticos; se permitió al Secretario de Educación alargar un conflicto en esa universidad cuando pudo resolverlo desde el principio atendiendo a los estudiantes, maestros y administrativos acudiendo a los propios campus a conocer la realidad y a la comunidad universitaria resolviendo, en territorio con una actitud política democrática y en favor de la educación. Creo que ese es el trabajo del Secretario Delgado, no el de alargar y escalar el conflicto para después aparecer como el héroe que salva la situación. Es barbarie e ineficacia del funcionario.

    La estrategia de dilación resulta de la intención de crecer ante la opinión de los que rodean a quien se pretende en el centro, porque tiene el poder de resolver después de escalar la situación. Estas actitudes derivan en conflictos permanentes cuya desactivación dependerá, finalmente, de una acción autoritaria. 

    Habrá que ver si se le exige la renuncia a la rectora de la UPN de inmediato y no después de que Delgado termine sus visitas, que prueban su desconfianza y desconocimiento de la comunidad universitaria de la UPN y el velado respaldo a la permanentemente ausente Dra. Rosa María Torres Hernández.

    ¿Qué más hay detrás de esto? ¿Será la autonomía para la UPN? ¿Será el mal manejo del presupuesto de la universidad o su insuficiencia? ¿Será la corrupción de la administración? Habrá que esperar para ver cómo se resuelve el conflicto. En tanto, algo bueno ha resultado del proceso, profesores, administrativos y estudiantes están unidos y en lucha. 

  • Entre generaciones: valores, crianza y el reto cultural de educar hoy

    Entre generaciones: valores, crianza y el reto cultural de educar hoy

    Con el paso de los años, muchas de las bases culturales que dieron forma a generaciones anteriores se han ido transformando. La educación en casa, los modales, las buenas costumbres y el respeto conceptos que antes parecían inamovibles hoy se enfrentan a una realidad distinta, marcada por cambios sociales profundos y acelerados.

    Quienes crecieron a mediados del siglo pasado recuerdan un entorno donde el respeto a los padres era absoluto. La autoridad familiar no se discutía y el comportamiento estaba estrechamente ligado a normas claras.

    No se trataba únicamente de obedecer, sino de entender que existía una jerarquía y una responsabilidad compartida dentro del hogar. Hoy, en muchos casos, esa estructura se ha diluido, y con ello la figura de autoridad se vuelve difusa, generando confusión tanto en padres como en hijos.

    Los cambios no solo se reflejan en la forma de vestir o en la música que se escucha, sino en la manera de hablar, relacionarse y enfrentar la vida. La juventud actual crece en un contexto completamente distinto: hiperconectado, acelerado y con una constante exposición a estímulos que influyen directamente en su conducta y percepción del mundo.

    En México, a pesar de estas transformaciones, aún persiste una característica cultural relevante: la cercanía familiar. Como se ha mencionado en diversas ocasiones desde el ámbito público incluidas reflexiones de la presidenta Claudia Sheinbaum y del expresidente Andrés Manuel López Obrador los abuelos siguen teniendo un papel importante en la crianza de los niños. No es una regla general, pero sí una constante cultural que marca diferencia. Los abuelos, en muchos hogares, se convierten en transmisores de valores, límites y consejos que complementan la formación de los menores.

    El contraste con Estados Unidos es evidente desde una perspectiva social. La independencia temprana de los niños responde, en gran medida, a dinámicas laborales y familiares distintas. Padres y madres que trabajan largas jornadas, familias monoparentales y contextos de disfunción obligan a muchos menores a pasar gran parte del día solos. Llegan de la escuela, se trasladan por su cuenta, entran a casa y se atienden como pueden hasta que algún adulto regresa por la noche, generalmente agotado.

    Este modelo genera una brecha importante en la supervisión y acompañamiento. No siempre hay tiempo ni energía para involucrarse a fondo en la vida cotidiana de los hijos: saber con quién conviven, qué consumen en redes sociales, qué tipo de música escuchan o qué valores están interiorizando. A cambio, se prioriza el cumplimiento de responsabilidades económicas, con la idea de que cubrir lo material compensa la ausencia emocional.

    En México, aunque no se está exento de estos problemas, muchos niños que reciben atención y educación en casa aún conservan ciertas buenas costumbres. Esto ocurre incluso frente a un entorno complejo donde la narcocultura, la apología del crimen en la música, la sexualización temprana y la falta de filtros en los contenidos digitales influyen cada vez más en las nuevas generaciones. No son fenómenos nuevos, pero hoy tienen mayor alcance y penetración.

    Para quienes somos padres, el escenario actual representa un desafío constante. Educar ya no es solo enseñar normas básicas, sino competir contra un sistema cultural que normaliza la inmediatez, la falta de límites y la relativización de valores. Aun así, la responsabilidad permanece: estar presentes, marcar límites, escuchar y guiar.

    Las generaciones cambian, la sociedad evoluciona y las costumbres se transforman. El verdadero reto no es detener ese cambio, sino acompañarlo sin perder lo esencial. Formar hijos con criterio, respeto y sentido humano en medio de esta transición cultural es una tarea compleja, pero necesaria. Y en ese esfuerzo cotidiano, compartido por miles de familias, se define buena parte del futuro social que estamos construyendo.

  • Derecho a la educación

    Derecho a la educación

    El derecho número tres en la Cartilla de Derechos de las Mujeres es a la educación. Hace no mucho tiempo a las mujeres no se les permitía ir a la escuela, ese era privilegio únicamente masculino. A lo largo de la historia el hambre de conocimiento femenino ha llevado a las mujeres a tales extremos como el de hacerse pasar por hombres, cortarse el pelo, vendarse los senos para invisibilizarlos, cambiarse el nombre, robar libros, recibir castigos, esconderse para aprender las letras, recibir humillaciones y acoso por parte de los compañeros, etc. Ahora es diferente y las mujeres tienen que saberlo, hasta el último rincón más apartado del territorio mexicano.

    Dice la cartilla: “¿Sabías que todas las personas tenemos derecho a una  educación basada en la igualdad y el respeto? La educación es un derecho por el que históricamente las mujeres hemos alzado la voz para exigir que se nos garantice, pues todas las personas debemos tener la oportunidad de desarrollar nuestras facultades y capacidades, además de reconocer nuestros derechos y libertades. 

    Tú tienes derecho a ir a la escuela y nadie puede negártelo. La educación a la que tenemos derecho comienza con la inicial, preescolar, primaria, secundaria, hasta la media superior y superior. 

    Nuestra Constitución establece que la educación debe ser gratuita, laica y científica, respetando la libertad religiosa. En caso de pertenecer a una nación originaria, comunidad indígena o afromexicana, la educación debe ser impartida en tu lengua. No importa que edad tengas porque también hay educación para adultas y adultos. 

    Tenemos derecho a ser beneficiarias del sistema de becas financiado por el Estado, como las Becas Benito Juárez, dirigidas a estudiantes de educación básica, media y superior. Asimismo, ahora se implementa la Beca Rita Cetina, un programa impulsado por la Presidenta Claudia Sheinbaum, que beneficia a todas y todos los alumnos de preescolar, primaria y secundaria en escuelas públicas, con prioridad para las familias en situación de pobreza.

    Importante: La autoridad que garantiza el derecho a la educación es la Secretaría de Educación Pública, encargada de velar por las escuelas, maestras y maestros y la administración, como de elaborar los libros de texto gratuitos, fijar el calendario escolar, los periodos vacacionales, el nombramiento de maestros y maestras, entre otros asuntos importantes. Asimismo las entidades de la República, es decir, cada gobierno estatal cuenta con su propia autoridad educativa.”

  • ¿Soberanía?

    ¿Soberanía?

    Algo está fallando en el discurso de “Soberanía”, muchos discursos sobre soberanía nacional, que somos un país independiente, etc. etc. etc. pero al final el Gobierno “cede” a los caprichos de “Trump” o de sus amos – Black Rock -, México cedió sin alegar mucho al tratado de 1944 del agua, no queriendo no queriendo, pero hay aranceles para productos provenientes de Asia, tal cual dictaron Trump y sus amos. Ahora, la que se sienta en la silla del águila, propone que miembros del ejército gringo entren a México, con el pretexto de entrenar a soldados mexicanos.

    Y yo preguntó, que cómo ceder al agua, cuando hace un año padecimos una gran sequía a nivel nacional; todavía a mediados de este año, la sentada en la silla del Águila, se decía preocupada de la gran sequía nacional, mucha sequía y cede el vital líquido por un acuerdo que ya debió disolverse.

    No hay más mercados para México, porque esa aferración al único mercado de los gringos, que no ven lo que pasa en EUA, pareciera más un compromiso con los mismos amos de Trump, Black Rock, ¿sería esa una de las razones, de la reunión de funcionarios de Black Rock con la presidente?

    Mucha cooperación militar con los gringos, que ya raya en infiltración en el Estado mexicano, ¿por qué no entrenan con mejores ejércitos? Digo, porque los hay, el ejército gringo y sus navy seals, como hemos visto en las últimas guerras creadas por los gringos, básicamente, no sirven para nada, sólo son victoriosos en las películas gringas.

    EUA se desmorona, y el Gobierno mexicano se aferra a seguir con los gringos, ¿por qué? muchos dirán, por la dependencia hacia los gringos, pues si nunca empezamos a dejarlos, nunca lo haremos y nos arrastrarán a la quiebra. Y los discursos de defensa de los connacionales en EUA, pues no sirven, los discursos de soberanía, ya empiezan a perder coherencia.

    Y ahora, Trump, piensa que el Mundo le debe todo, y el petróleo sólo les pertenece a los gringos, como ahora el copetes naranjoso cree del petróleo venezolano y el Mundo no hace nada para parar al ladrón de Trump, quién creen que siga en su búsqueda por la riqueza.

    No cabe duda, que Trump y su desgobierno avanzará hasta que Rusia y China le pongan un alto. Aunque mucho pro 4T siga creyendo que los EUA es lo mejor del mundo, porque hay muchos que no aceptan la realidad, y sobre todo también quieren que los gringos tomen el control de México, que es lo peor.

    Recordemos, la advertencia de AMLO, saldría si se atenta contra la democracia, si se intenta un golpe de Estado a Sheinbaum (será de auto golpe de Estado), o si se viola la soberanía nacional.

    Habrá que esperar qué pasa con las decisiones que tomen los gobernantes mexicanos, si no, tendremos que recurrir a la revocación de mandato, problemas grandes, soluciones mayores.

    Por lo pronto, les agradezco, por leer, soportar, y compartir; este intento de columna durante el 2025. Muchas gracias por su apoyo.

    Les deseo una FELIZ NAVIDAD, un FELIZ AÑO NUEVO, llenos de magia, con su familia, con salud, y que vengan muchos éxitos y logros para el 2026.

    No se les olvide, este texto está plagado de opiniones, cuestionamientos personales, algunos hechos reales y chunga.

    Gracias.

  • Ni chana ni Juana

    Ni chana ni Juana

    Como bien se sabe, desde hace algunas semanas la Fiscalía General de la República estrenó cabeza, de las manos de Ernestina Godoy, en sustitución de Alejandro Gertz Manero, quien ostentó el cargo por casi 7 años y del que los resultados que se tuvo fueron escasos, tirando a mediocres. La sed de justicia de miles, que esperaban que con la llegada del presidente López Obrador y el nombramiento de Gertz por parte del mandatario, fuera saciada, en realidad se convirtió en agonía.

    El fiscal no solo brillo por su falta de resultados, sino además, por excentricidades y soberbia. No rendía cuentas a nadie, se paseaba a sus anchas en la fiscalía cuándo y cómo quería y según relatos, dejó en el olvido acciones que tenía que llevar a cabo, no se sabe si de manera intencional o no, como el no pedir a la cámara de diputados el desafuero de Alejandro Moreno, por supuestos actos de corrupción.

    Además la extraña manera en la que investigadores del GIEI salieron del país después de confrontarse ante el fiscal, para después acusar que dicha dependencia no había entregado toda la información correspondiente al caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa y obstaculizar la investigación.

    En resumidas cuentas, un personaje con un poder inmenso, que utilizó para su beneficio, quien además recibía un sueldo bastante oneroso junto a todas sus prestaciones, que por momentos se sintió intocable.

    Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum corrige el rumbo al incorporar a la trama a quien fungió como procuradora de la Ciudad de México para luego incorporarse a la consejería jurídica de la primera mandataria, una persona de todas sus confianzas y quien ha actuado con mano firme de acuerdo a los encargos que ha tenido, alguien de quien se quejan y proporcionan datos fabricados desde la oposición, la misma oposición que alabó a Alejandro Gertz y su falta de resultados y lo defendieron cuando  este anunció su salida de la Fiscalía. Los hechos no pueden ser más claros.

    Mientras comienzan a caer cabezas que permanecieron en la impunidad en la era Gertz, como la del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, quien burlón bailaba en un video luego de haber sido absuelto en EUA por corrupción o una excolaboradora de García Luna, superpolicía de Felipe Calderón, detenida por delincuencia organizada, es momento de preguntarnos porqué motivo, gente tan indeseable como el exfiscal se convierten en actores clave de un movimiento que, lo que buscaba precisamente, era alcanzar una justicia con la que muchos soñaron y que no pudieron saborear quienes fallecieron a su espera, durante los sexenios más oscuros de los gobiernos neoliberales.

    Que no se repita otro Gertz, ni Lilly Téllez, ni Germán Martínez, ni Chana ni Juana. Estamos hartos.

  • El imperio no descansa

    El imperio no descansa

    Estados Unidos no ha dejado de atacar a América Latina. Lo ha hecho durante décadas y lo sigue haciendo hoy, con nuevos disfraces pero con la misma lógica colonial: someter, saquear y disciplinar a los pueblos que se atreven a desafiar su hegemonía. No se trata de errores diplomáticos ni de excesos coyunturales, sino de una política estructural de dominación imperial que concibe a la región como su patio trasero.

    Venezuela es el laboratorio más cruel de este intervencionismo. Bajo el falso discurso de la “defensa de la democracia”, Washington ha impuesto sanciones económicas que constituyen auténticos castigos colectivos. Bloqueos financieros, confiscación de activos, asfixia comercial y sabotaje diplomático han sido utilizados como armas de guerra no declarada. El objetivo es claro: quebrar a un pueblo por hambre y desesperación para imponer un gobierno dócil a los intereses del capital transnacional. Quien crea que esto tiene que ver con derechos humanos ignora —o encubre— la violencia estructural del imperialismo.

    La historia se repite: Chile, Guatemala, Nicaragua, Cuba, Bolivia. Cambian los nombres, pero no el método. Cuando un país decide nacionalizar sus recursos, redistribuir la riqueza o construir un proyecto soberano, Estados Unidos responde con golpes blandos, desestabilización, financiamiento de oposiciones funcionales y campañas mediáticas de criminalización. El capitalismo imperial no tolera desviaciones.

    Con Donald Trump, esta política se vuelve aún más brutal y descarada. Su proyecto no oculta el desprecio por América Latina: amenazas militares, chantajes migratorios, guerras arancelarias y una narrativa abiertamente racista que convierte a nuestros pueblos en enemigos internos. Trump no es una anomalía: es la expresión honesta de un sistema que ya no necesita fingir.

    En este contexto, México no puede permanecer en la ambigüedad. Por historia, por dignidad y por responsabilidad regional, el país debe rechazar cualquier intento de subordinación a la agenda estadounidense. La Doctrina Estrada no es una reliquia diplomática: es una posición política vigente frente al imperialismo. México debe alzar la voz, defender la autodeterminación de Venezuela y de todos los pueblos agredidos, y apostar por la integración latinoamericana como alternativa al sometimiento.

    Callar frente al imperialismo es complicidad. Alinear la política exterior al poder del norte es renunciar a la soberanía. Hoy, la disyuntiva es clara: o América Latina se organiza desde abajo, con proyectos socialistas y populares, o seguirá siendo rehén del capital y de la violencia imperial. México debe decidir si quiere ser muro de contención del imperio o parte activa de la resistencia continental.