La conmemoración del Grito de Independencia 2025 estuvo marcada por la presencia histórica de mujeres en cargos de liderazgo, celebraciones masivas en varias entidades y la prudencia en regiones con retos de seguridad.
En la Ciudad de México, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó su primera ceremonia en el Zócalo. El evento reunió a 280 mil personas en un ambiente festivo y sin incidentes, con música, juegos pirotécnicos y un despliegue de seguridad que permitió que la noche transcurriera en paz.
En Morelos, la gobernadora Margarita González se convirtió en la primera mujer en dar el Grito en la capital del estado. Desde el Palacio de Gobierno en Cuernavaca, celebró junto a miles de asistentes en un hecho que ya se considera histórico para la entidad.
En Quintana Roo, la gobernadora Mara Lezama presidió la ceremonia en Chetumal frente a más de 12 mil personas. La jornada incluyó expresiones culturales, lectura de los Sentimientos de la Nación, presentaciones teatrales y conciertos que reforzaron el sentido popular de la fiesta.
El contraste se vivió en Sinaloa, donde el gobernador Rubén Rocha Moya encabezó únicamente un acto protocolario en Culiacán. Debido a las condiciones de seguridad, no hubo convocatoria ciudadana, verbena ni espectáculo masivo: solo el protocolo en el balcón del Palacio de Gobierno acompañado por funcionarios y militares.
En Puebla, el gobernador Alejandro Armenta y el alcalde José Chedraui Budib encabezaron la ceremonia desde el Palacio Municipal, ante una gran concentración de familias que disfrutaron del espectáculo de fuegos artificiales y el concierto de Julión Álvarez. Para garantizar la movilidad y seguridad, se implementaron cierres viales y transporte nocturno especial.
Así, el Grito 2025 mostró las diferentes realidades del país: mujeres abriendo caminos en la vida pública, ciudades que vibraron con multitudes pacíficas, y estados que, ante los desafíos de violencia, optaron por la mesura pero reafirmando su labor para fortalecer la seguridad.